lunes, 27 de junio de 2022

 


MINORITY REPORT.


Irregular thriller de ciencia ficción dirigido por Steven Spielberg. Lo he revisionado con motivo del 20 aniversario del estreno (17/06/2002), y me he encontrado un film con mucho bueno y mucho regulero (siendo benévolo), muchos artificios difíciles de soportar. Escrita por Scott Frank (“Out of sight” o “Logan”) y Jon Cohen (en su hasta ahora, único trabajo en cine), es la adaptación libre del homónimo de 1956 del maestro de la ciencia ficción Philip Kindred Dick (varias de sus obras han sido llevadas al cine, como “Blade Runner”, “Total Recall” o “Paycheck”), un relato enmarcado en Washington DC (el original era Los Ángeles) en año 2054, donde hay una unidad policial ‘Precrime’, departamento de policía especializado, que detiene a los delincuentes basándose en el conocimiento previo proporcionado por tres psíquicos llamados "precogs". Protagonizado por la estrella Tom Cruise en la primera colaboración con Spielberg (luego formarían otro tándem en “La Guerra de los Mundos”), como el héroe atormentado por un trauma familiar (algo original del guión y no del cuento, en lo que es un recurso manido del universo Spielberg), que se ve embarcado en una carrera contrarreloj por demostrar su inocencia (cual mítico Richard Kimble de “El Fugitivo”), para lo que debería paradójicamente ir contra el sistema que tanto ha defendido (en el material de origen era un tipo mayor y calvo ¿?), el actor neoyorkino impregna a su personaje de melancolía (Spielberg lo humaniza cuando lo vemos drogarse mientras ve grabaciones de su hijo desaparecido), así como es intrépido en las varias escenas de acción-persecución (el actor siempre rechaza dobles), emitiendo vigor. Le acompaña como la figura paterna el gran Max von Sydow, como alma mater del proyecto Precrime, y Colin Farrell en un papel al que da fuerza dramática (papel rechazado por Javier Bardem), Samantha Morton como la líder de los precog, aporta veracidad y nervio, del resto destaco al infravalorado Tim Blake Nelson como un suigeneris guardia de singular presidio.Ah, y el jocoso rol de ‘Mad Doctor’ del siempre roba escenas Peter Stormare.


Un film en el que el llamado rey Midas de Hollywood pretende hacer su particular homenaje al género noir (esto realzado en laultra-saturada fotografía del habitual de Spielberg desde “La lista de Shindler”, el polaco Janusz Kaminski, potenciando los granulados en azul y negros), mezclado con sus ansias de crear mundos nuevos futuros no tan alejados del nuestro, para hacerlos creíbles, ello con mucha acción espectacular, tensión, un juego de ‘whodunit’. Y en el fondo temas trascendentes como el enfrentamiento entre el libre albedrío vs determinismo, si está escrito el destino o podemos cambiarlo. También se aborda hasta qué punto estamos dispuestos a dar poder al estado por nuestra seguridad, llevando al límite la idea cuando vemos en la historia que se detienen y condenan a gente que aún no ha cometido un crimen, pero según sus ‘métodos’ lo van a cometer, es esto algo cercano al fascismo que detiene por ideas, no por actos, un debate moral pernicioso y tramposo, pues en realidad todos somos dueños de cambiar en el último momento, cuantos no lo hemos hecho en nuestras vidas, la presunción de inocencia queda anulada. Indagando en los márgenes en sistemas de control modernos que nos pueden llevar a vivir en una especie de Gran hermano controlados por una simple mirada a cámara a través de nuestro iris.

 

Spielberg vuelca todo un arsenal visual en la película, creando iconos visuales como es ese Tom Cruise manejando un ordenador táctil sobre la nada con guantes especiales. El director crea un mundo futuro creíble en su miscelánea entre elementos reales de ahora con otros que se ven veraces, con hincapié en los sistemas de publicidad que se convierten en individuales por mor del iris (utilizando esto a modo de gag en algún momento, como cuando una de estas ‘vallas’, la de American Express le dice: "Parece que necesita un escape, y Blue puede llevarlo allí"), las ciudades se ven como un remanente atomizado de la “Metropolis” de Fritz Lang, las autopistas que se desdoblan de forma disfuncional en vertical sobre edificios, donde puedes aparcar el auto empotrándolo sobre el salón de tu hogar, tenemos policías que llevan mochilas para volar, especie de arañas detectoras de iris, o los tenemos periódicos hologramas (esto es algo obsoleto con los móviles). El diseñador de producción Alex McDowell fue contratado en base a su trabajo en Fight Club y sus guiones gráficos para una versión cinematográfica de Fahrenheit 451 que habría protagonizado Mel Gibson. McDowell estudió arquitectura moderna y sus decorados contienen muchas curvas, formas circulares y materiales reflectantes. La diseñadora de vestuario Deborah L. Scott decidió hacer que la ropa que usaran los personajes fuera lo más simple posible, para que la representación del futuro no pareciera anticuada.

 

Hay un inicio espectacular de un cuarto de hora, donde pone al espectador en medio de este futuro utópico. Vemos a Anderton frente a una pantalla holográfica, manejando clips al modo que haría Sherlock Holmes, para desentrañar en estas imágenes aleatorias que coloca y deshecha en una coreografía hipnotizante, pistas sobre el lugar de un potencial crimen, donde un marido va a matar su adúltera esposa (aún no sabemos el sistema). Un montaje trepidante donde las imágenes de promedio no duran más de 5 segundos para 171 tomas), ello con retroiluminación difusa, con enfoques y desenfoques extraños, con profundidades de campo que desconciertan, hasta que por fin nos situamos en esta montaña rusa de comienzo.

 

Tras la presentación de situación es este mundo aparentemente idílico en lo referente a seguridad. Entramos en la paradoja de que el principal agente de esta agencia es el pre-criminal. Y entonces siguiendo la huida y a la par investigación del ínclito por saber la verdad entramos a conocer un  poco mejor este futuro quimérico. Donde la acción se sucede en varios momentos potentes. Como la (inverosímil) huida de Anderton en un callejón de varios agentes con mochilas impulsoras que les hacen volar, espectacular como levitan, saltan, caen, son hombres cohetes, atraviesan ventanas, techos; Esto se encadena a otra persecución a pie que deriva en una fábrica de autos (es que nadie la supervisa?), esquivando la maquinaria, las grúas, los ganchos, las remachadoras, mientras pelean, y disparan con armas impresionantes en su especie de bolas de aire atómicas, acabando en una divertida situación (cuando la cadena de montaje termina un coche); La persecución por auto por las infernales autopistas de autos inteligentes, donde Anderton deberá saltar por vehículos a toda velocidad surcando las vías verticales (esto supera la razón, me hja sido de súper-héroe, por muy buenos sean los efectos visuales, este atropello a la realidad me ha sido como ver algunas secuencias similares de la saga “Star Wars”); Tenemos el brillante tramo en que Anderton está escondido en un piso tras haberse echo una operación, la policía lanza en el edificio especie de arañas que se cuelan bajo puertas para revisar el iris de los habitantes para discernir si está allí Anderton, ello filmado de modo cenital, saltando las diferentes estancias desde lo alto, seguramente inspirándose en la escena clímax de la scorsesiana “Taxi Driver”, con la cámara operando igual, con el suspense de cómo escapará el prota a este asedio, con ese gran momento burbuja (no quiero spoilear) y la reacción de la araña. Ello desplegando en las diferentes estancias que visitan los nano robots humor (esa pareja que pelean y se detiene al ver los ‘bichejos’, son auscultados, se marchan los ‘revisores’ y continúan su disputa como si nada); Tenemos un ingenioso tramo en que Anderton huye con una ‘Precog’ por un centro comercial y esta le da pistas sueltas (precognitivas) sin aparente importancia que le son vitales para escapar de sus perseguidores.

 

Pero todo esto bueno se ve lastrado por una situación de partida para mi chirriante, y es que todo se basa en tres personajes que predicen estos crímenes, y esto es tener que dar mucha licencia y me gripa el invento la cantidad de lagunas que genera esto. Ya desde un mundo que da pábulo de Ley a elementos sobre naturales cual Dogma de fe. Esto hubiera tenido mejor encaje tirando por ejemplo del sistema creado por Jonathan Nolan para su serie “Person of interest”, que se basaba en predecir crímenes mediante algoritmos y ciencias matemáticas, pero el de esta película es todo cogido con papel de fumar. La primera de las incoherencias es de base, pues como pueden predecir crímenes que no se producirán, pues estos agentes lo impedirán, por lo que predicen algo que no se dará; Porque este trio de hermanos solo predice asesinatos? Podrían entonces los criminales crear un sistema para herir gravemente y no matar? y los ‘precog’ no los detectarían. Podrían dejarte paralítico y estos ‘adivinos’ no lo detectarían? Predicen asesinatos instantáneos, pero y si son heridas mortales que producen la muerte tras varios días (por ejemplo) hospitalizado?; Porque esta agencia está solo en Washington DC? Es que las profecías de los ‘precog’ tiene sistema gps que les impide operar fuera de la metrópolis? Y si es así, los criminales les basta con llevarse a sus víctimas fuera del arco de detección; Elk que no haya asesinatos no quiere decir que no pueda haber actos criminales, como tráfico de armas o de drogas, y más con todas las lagunas (y alguna que me dejo) que tiene este sistema; Por cierto, se pretende ampliar el sistema a todo USA, y como lo harían? Como pueden los ‘precog’ adivinar lo que les queda fuera del radio de acción W.D.C.; Tiene más agujeros que un queso gruyere. Esto hace que cada vez que la cinta se apoya en la trama ‘precog’ cae por todos lados.

 

También es curioso como Spielberg parece (igual es solo mi impresión) criticar el mundo invasivo de la publicidad, con sus métodos agresivos de detectar quien eres a través de paneles publicitarios, pero a la vez es un hipócrita del ‘copón’, pues las marcas que aparecen en pantalla han pagado un ‘pastón’ por salir en el film, desde Lexus, Reebok, Nokia, The Gap, Guinness, American Express, Bulgari y Aquafina de Pepsi-Cola, entre otros. Lexus pagó 5 millones de dólares por salir con una versión (ficticia) futurista de uno de sus automóviles. Amén como parte del trato, también entregó un nuevo y brillante convertible Lexus SC 430 de $ 62,000 a Spielberg (se le preguntó al vicepresidente de marketing de Lexus, Mike wells: “Por qué Lexus invertiría todo ese dinero en ayudar a Spielberg a diseñar par de autos que nunca se venderán?, y este respondió: "Queríamos mostrarle al mundo que Lexus, como marca, se mantendrá firme en 50 años";  El fabricante de teléfonos Nokia gastó apx. $ 2 millones para diseñar los teléfonos futuristas que Cruise y otros usan en la película, según las fuentes (una marca que con el paso de los lustros ha pasado a ser muy secundaria en el mundo Smartphone).

 

Entre las taras cabe añadir el flashback que nos cuelan de Anderton con su hijo en una piscina, donde desapreció el niño, muy pasteloso e innecesario, propio del Spielberg dulzón y sensiblero. Por cierto, como en un mundo futuro no hay una investigación con las cámaras que debería haber en estos recintos? Y su final me ha resultado acomodaticio y poco inspirado, sin fuerza emocional alguna, incluso copiando al film “El fugitivo” con esa terraza en las alturas. Aunque esto puede variar si piensas en un pequeño detalle de una frase que puede hacer girar todo*.

 

El director de fotografía Janusz Kamiński filmó la película con película de alta velocidad en formato Super 35 para aumentar el grano general, que Spielberg prefirió al entonces emergente formato de video digital. El trabajo de cámara de la película es muy móvil, alternando entre tomas de mano y Steadicam, son "exageradas por el uso de lentes de gran angular y el ángulo de cámara bajo ocasional" para aumentar la percepción del movimiento. Las visiones de los pre-cogs se presentan en una serie fragmentada de clips que utilizan un dispositivo de "lente blanda", que distorsiona las imágenes, desenfocando sus bordes y creando ondas a través de ellos. Minority Report fue la primera película en tener un diseño de producción completamente digital. Denominado "previz", como abreviatura de previsualización (término tomado de la narrativa de la película), el diseñador de producción Alex McDowell dijo que el sistema les permitía usar Photoshop en lugar de pintores y emplear programas de animación 3D (Maya y XSI) para crear un escenario simulado, que podría llenarse con actores digitales y luego usarse para bloquear tomas por adelantado.

 

La música, como en el 99% de films de Speilberg es del maestro John Williams, adaptándose bien al tono de suspense de la obra, inspirándose en el Bernard Herrmann de Hitchcock, pero que no es de las que pasará al gran repertorio del compositor neoyorkino.

 

Spoiler:

 

Resulta que nos enteramos que son tres hermanos ‘precog’, pero a la hora de la verdad solo lo es ella, Agatha. Los otros dos son comparsas; Me ha sido un insulto a la inteligencia la forma tan fácil en que Anderton entra en la compañía ‘Precrime’ y se lleva a Agatha. Yo esperaba una infiltración tipo ‘Misión Imposible’ descolgándose por los techos, pero no, lo hace con sus antiguos ojos extirpados, primero es que menudos inútiles que son los de ‘Precrime’ al no haber eliminado de la base de pases ‘vip’ a Anderton, luego no pasa más filtros, solo llega, coloca los ojos de la bolsita y ya está, pero que medidas de seguridad de Mo4rtadelo y Filemón tiene en el futuro?; Luego que nos tengamos que tragar que los ojos extirpados son igual con el flujo sanguíneo que sin él (puaj!); No siendo bastante esto luego vemos a la ex mujer (creo) de Anderton infiltrándose de esta forma en la prisión de los ‘Precrime’, esto es una tomadura de pelo, aunque esta parte podría tener una doble lectura que daría un cariz mejor a la conclusión*.

 

Minority Report fue originalmente el título de un relato corto escrito por Philip K. Dick en 1956. Los guionistas Ronald Shusett (de Alien) y Gary Goldman (Golpe en la Pequeña China) pensaron en utilizar la historia como base para una posible secuela de Desafío total (1990, escrita también por Goldman). En ese tratamiento de guión, la acción se trasladó a Marte y los precogs se convirtieron en mutantes. La identidad del protagonista se cambió por la de Douglas Quaid, el personaje interpretado en la primera película por Arnold Schwarzenegger. Al final, el proyecto no salió adelante, pero los guionistas, que todavía eran los propietarios de los derechos del relato de Dick, reescribieron la historia apartándola del universo de Desafío total. En 1997, se contrató al novelista John Cohen para rehacer completamente el guión de cara a una adaptación cinematográfica que dirigiría el holandés Jan de Bont.  Tom Cruise tuvo acceso al guión y se lo propuso a Steven Spielberg, con quien quería trabajar desde hacía muchos años. Éste aceptó a condición de pulir la historia (para lo que trajo a Scott Frank, quien ya había firmado previamente el libreto de películas como El pequeño Tate, Morir todavía o Cómo conquistar Hollywood) y que tanto él como Cruise, en lugar de sus habituales salarios cobraran un porcentaje del beneficio, lo que permitiría mantener el presupuesto de la película por debajo de los cien millones de dólares. Al final, como suele suceder con los relatos de Philip K. Dick, hay muchas diferencias entre la historia original y la adaptación cinematográfica.

 

*El final positivo y ejemplarizante al que no pudo sustraerse Spielberg, probablemente no hubiera sido el elegido por Philip K. Dick (bastante diferente a lo que puede leerse en su relato). Se ha apuntado la interesante teoría de que el auténtico final de la película está escondido en la misma y no es lo que parece. Cuando Anderton es capturado y colocado en coma, el guardia declara: “Dicen que tu vida pasa frente a tus ojos, que todos tus sueños se hacen realidad”… Y eso es exactamente lo que sucede luego: escapa, vence al villano, se queda con la chica e incluso tiene otro hijo. Ergo, el final que se nos muestra no es más que una fantasía creada por la mente de un Anderton condenado injustamente a una eternidad de no-vida. Es algo mucho más acorde con el tipo de engaños y giros sobre los que Dick gustaba apoyar muchas de sus novelas y cuentos y que pueden resumirse en que las cosas no son lo que parecen (solamente en lo que a cine se refiere, podemos citar como ejemplos Desafío total, Infiltrado, Next, Blade Runner, Paycheck o Destino oculto). Probablemente no es lo que el optimista Spielberg tenía en mente, pero resulta interesante que la película pueda interpretarse de esas dos formas diametralmente opuestas (el triunfo de la voluntad humana o la ilusión del libre albedrío) sin dejar de resultar entretenida.

 

Se suponía que el proyecto de “Minority Report” era una secuela de la adaptación de Dick de 1990 Total Recall, protagonizada por Arnold Schwarzenegger. El novelista Jon Cohen fue contratado en 1997 para adaptar la historia a una posible versión cinematográfica que habría sido dirigida por el cineasta holandés Jan de Bont. Mientras tanto, Cruise y Spielberg, quienes se conocieron y se hicieron amigos en el set de la película de Cruise Risky Business en 1983, había estado buscando colaborar durante diez años. Spielberg estaba destinado a dirigir a Cruise en Rain Man, pero se fue para hacer Indiana Jones and the Last Crusade. Cruise leyó el guión de Cohen y se lo pasó a Spielberg, quien sintió necesitaba algo de trabajo. Spielberg no participó directamente en la escritura del guión, aunque se le permitió decidir si el guión de la película estaba listo para ser filmado. Cuando Cohen envió una revisión aceptable, llamó a Cruise y le dijo: "Sí, haré esta versión del guión". Spielberg se sintió atraído por la historia porque, como misterio y película ambientada 50 años en el futuro, le permitió hacer "una mezcla de géneros" que lo intrigó.

 

Cruise y Spielberg, ante la insistencia de este último, aparentemente acordaron tomar cada uno el 15% de los ingresos brutos en lugar de cualquier dinero por adelantado para tratar de mantener el presupuesto de la película por debajo de los 100 millones de dólares. Spielberg dijo que había hecho lo mismo con actores de renombre en el pasado con gran éxito: "Tom Hanks no recibió dinero en efectivo por Salvar al soldado Ryan, pero ganó mucho dinero con su participación en las ganancias".

 

Cuando Spielberg originalmente firmó para dirigir, planeó tener un elenco de apoyo completamente diferente. Le ofreció el papel de Witwer a Matt Damon, Iris Hineman a Meryl Streep, Burgess a Ian McKellen, Agatha a Cate Blanchett y Lara a Jenna Elfman. Streep rechazó el papel, Damon optó por no participar, y los otros papeles fueron modificados debido a los retrasos. Spielberg también ofreció el papel de Witwer a Javier Bardem, quien lo rechazó.

 

El rodaje tuvo lugar en Washington, DC, Virginia y Los Ángeles. Los lugares de rodaje incluyeron el Edificio Ronald Reagan (como sede de PreCrime) y Georgetown. El horizonte de Rosslyn, Virginia, es visible cuando Anderton sobrevuela el río Potomac. Una toma rápida de Indian Field Creek, que cruza Colonial Parkway en Yorktown, Virginia, se ve cuando John lleva a Agatha a la casa de su esposa. La ubicación de la pequeña isla inexplorada en la última toma de la película es Butter Island en North Haven, Maine, en Penobscot Bay. Aunque tiene lugar en un mundo futuro imaginado de tecnología avanzada, Minority Report intenta incorporar una descripción más "realista" del futuro. Spielberg decidió que para ser más creíble, el escenario debía mantener tanto elementos del presente como aquellos que los especialistas esperaban que vendrían. Así, Washington, DC, tal como se muestra en la película, conserva edificios conocidos como el Capitolio y el Monumento a Washington, así como una sección de edificios modernos al otro lado del río Potomac.

 

El equipo de dobles fue el mismo que se usó en Misión: Imposible 2 de Cruise, y fue responsable de escenas de acción complejas. Estos incluyeron la escena de persecución en la fábrica de automóviles, filmada en una instalación real utilizando accesorios como un robot soldador, y la pelea entre Anderton y los oficiales vestidos con mochilas propulsoras, filmada en un escenario de callejón construido en el lote del estudio Warner Bros.

 

Industrial Light & Magic hizo la mayoría de los efectos especiales, mientras que PDI/DreamWorks fue responsable de los robots Spyder. La empresa Pixel Liberation Front hizo animaciones de previsualización. Las proyecciones holográficasy las instalaciones de la prisión fueron filmadas por varias cámaras itinerantes que rodeaban a los actores, y la escena en la que Anderton se baja de su automóvil y corre a lo largo de los vehículos Maglev se filmó con accesorios estacionarios, que luego fueron reemplazados por vehículos generados por computadora.

 

Diferencias en la trama: ‘La historia de Philip K. Dick solo te da un trampolín que realmente no tiene un segundo o tercer acto. La mayor parte de la película no está en la historia de Philip K. Dick, para disgusto de los fanáticos de Philip K. Dick, estoy seguro’—  Steven Spielberg, junio de 2002

 

Como la mayoría de las adaptaciones cinematográficas de las obras de Dick, muchos aspectos de su historia cambiaron en su transición al cine, como la incorporación de Lamar Burgess y el cambio de escenario de la ciudad de Nueva York a Washington, DC, Baltimore y el norte de Virginia.  El personaje de John Anderton se cambió de un anciano calvo y fuera de forma a un oficial atlético de unos 40 años para adaptarse a su retratador y las escenas de acción de la película. La película añade dos historias de familias trágicas; la de Anderton, y la de los tres pre-cogs. En el cuento, Anderton está casado y no tiene hijos, mientras en la película es el padre divorciado de un hijo secuestrado, probablemente haya fallecido. Aunque está implícito, pero no está claro en la película si Agatha está relacionada con los gemelos pre-cogs, su familia quedó destrozada cuando Burgess asesinó a su madre, Anne Lively. Los precogs eran individuos intelectualmente discapacitados y deformados en la historia, pero en la película, son descendientes genéticamente mutados de drogadictos. El futuro asesinato de Anderton y las razones de la conspiración cambiaron de un general que quiere desacreditar a PreCrime para recuperar algunos fondos militares, a un hombre que asesinó a la madre de un precog para preservar PreCrime. Los asesinatos posteriores y la trama se desarrollaron a partir de este cambio. El final de la película también difiere del de la historia corta. En la historia de Dick, Anderton evita el cierre de la división PreCrime, sin embargo, en la película, Anderton provoca con éxito el fin de la organización. Se actualizaron otros aspectos para incluir la tecnología actual. Por ejemplo, en la historia, Anderton usa una máquina de tarjetas perforadas para interpretar las visiones de los precogs; en la película, usa una interfaz de realidad virtual.

 

Sumando lo bueno y lo malo, me da un interesante producto, que brilla en su ritmo (aunque se estura demasiado en su rush final), su composición del mundo futuro y algunas buenas escenas de acción. Gloria Ucrania!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario