martes, 12 de julio de 2022

 

LADRÓN. James Cann D.E.P. (6 de julio de 2022)

 

Con motivo del reciente fallecimiento de James Edmund Caan (6 de julio de 2022) le dedico mi particular tributo con esta crítica (su papel más recordado es el de Sony Corleone de “El Padrino”, pero esa diatriba ya la tengo colgada aquí), de un buen thriller con claro sabor setentero mezclado con los ochenta, en lo que fue el debut en cine como director, guionista y productor (había dirigido en tv el telefilm de género carcelario [filmado en parte en la prisión de Folsom, precisamente el presidio en que se comenta ha estado el protagonista de la gran “Heat” de también Mann] “Jericho Mile”, y él dijo que el protagonista de “Thief” es una especie de secuela de esta cinta) del gran Michael Mann, donde el actor neoyorkino despliega su carisma y fuerte carácter, en una especie de prolongación de su mítico Sony Corleone, en este caso con un tipo individualista, hierático, con un rígido código moral, no gusta de trabajar para nadie, ah, y es de profesión ladrón. Al actor le gustó la película, dijo de la escena en que cuenta a su pareja lo que pasó en prisión es de sus preferidas en su filmografía, un tremebundo monólogo en una cafetería que da escalofríos en lo punzante que es, aunque encontró el papel difícil de interpretar. "Me gusta estar disponible emocionalmente, pero este tipo no está disponible para nada".

 

Un Lobo Solitario, ex convicto (pasó 11 problemáticos años en prisión), lleva libre cuatro viviendo en Chicago con la tapadera de ser un vendedor de coches de segunda mano. Notable su actuación, con potencia, transmitiendo mundo interior, racial, visceral, un claro antecedente del Neil McCauley de (Robert De Niro) de “Heat” (1995). Film con el que este tiene mucho en común, de hecho, me llega a ser un banco de pruebas para lo que es (según mi modesta opinión) la gran Obra Maestra de Mann, con ese retrato de profesionales al margen de la ley, con sus propias normas, sabiendo que no debe atarse a nada que puede dejar en 5 segundos (palabras de Neil McCauley en “Heat”) y con un gran sentido del compañerismo y de la venganza, teniendo gran influencia seguro de la Obra Maestra de Jules Dassin “Rififi” (1955), en como no repara en tiempo en que veamos de modo extendido el trabajo de estos ladrones cual meticulosos especialistas, ejemplo claro son los diez minutos del inicio dedicados al robo con ese gran taladro, un tramo sin apenas palabras donde cada uno sabe su lugar en este latrocinio, lo mismo ocurre con el robo climático.

 

El guion escrito por el mismo director, está basado en la novela, “The Home Invaders: Confessions of a cat burglar” (1975), cuyo autor - delincuente profesional llamado, Frank Hohimer-, seguía en la cárcel en el momento del rodaje. Si bien no fue un éxito financiero en su lanzamiento inicial, la película se ha convertido en punto de referencia en la carrera de Mann, teniendo la cinta las marcas que han hecho singular al director de Chicago, como es el gusto por retratar el profesionalismo rallando en el stajanovismo, donde se da soporte al trabajo meticuloso de estos profesionales (el detallismo con que vemos laborar a Frank con la maquinaria), como es el reflejo de un mundo marcadamente regido por hombres (con mucha testosterona); Esto filmado, en este caso por gracia del gran trabajo del debutante en la cinematografía Donald E. Thorin (“Huida a medianoche” o “Esencia de mujer”),

 con un original uso de la luminosidad artificial nocturna (acentuando los azules, símbolo de la tristeza), los reflejos en los parabrisas de autos conduciendo, los juegos de sombras, también está el manejo de la música techno para adornar los interludios urbanos, en este caso la banda sonora creada por el grupo germano Tangerine Dream, con música adicional compuesta por Craig Safan (sangrante que la música fuera nominada a los Razzie).

 

Es un microcosmos cargado de amoralidad, con la policía corrupta, las cárceles descritas como avernos donde guardias y presos hacen camarillas, los jueces corruptos (el modo divertido en que ‘negocian’ un abogado defensor y un juez son pintorescos), y ante ello brillan las gentes integras y fieles, como es el grupo que forma Frank, con sus dos colegas de fatigas en robar y esa figura paternal encarcelada y que encarna con gran brillantez el cantante country Willie Nelson.

 

Todo desarrollado con gran ritmo, con solidez narrativa, sin efectismo, con escenas crudas, con personajes bien configurados en los secundarios, aunque irregulares en la suma, con un buen James Belushi componiendo al fiel amigo de Frank, aunque superficial; Tuesday Weld (Maria Bello es un clon de ella?) aceptable como pareja de Frank; pero sobre todo el que da un gran rendimiento es el debutante en cine con 51 años, muy bueno en como es una serpiente viperina, sutil, un lobo que quiere aparentar ser cordero, muy bueno.

 

Todo en un crescendo sólido para desembocar en un rush final (con algún pero) satisfactorio en su violencia, en la forma de presentarse sin adornos, con algún enfático slow.

 

La película se puede ver incluso como una especie de reflexión retorcida sobre el Sueño Americano, en como se puede conseguir dinero fácil si te lo propones (¿?), en cómo puedes alcanzar una bonita casa, buen coche, buena ropa, una bella esposa e incluso puedes comprar un bebe, pero al final toca pagar la cuenta y ahí está el reverso y el sueño se puede tornar en pesadilla. Es como el crimen genera más crimen, y entras en una espiral que por mucho que quieras escapar estás envuelto en el mal que genera entrar en la maldad.

 

Un su evolución podemos ver en el minutaje la dualidad del protagonista, primero en su vida profesional, con la preparación y gestación de sus golpes, y por otro lado está la vertiente íntima que se da con la camarera Jessie, su varonil cita (bastante machista y chirriante como la fuerza a ir con él), como sigue el consejo de (alter ego paternal) Okla (Willie Nelson) sobre no tener secretos con su pareja, esta es una relación que se da de forma elíptica, tras él contarle es ex preso ya son pareja, todo muy rápido, encuentran una bonita casa, hay estampas de los dos abrazados en un balancín, como buscan adoptar un bebe, lo hayan (vía ilegal, pero las muestras de afecto o emoción con el retoño son retóricas en el sentido que hay que suponerlas, o es simplemente una pieza más del puzle para ser una familia modelo idealizada?), todo muy esquemático, aunque fiel al carácter adusto del protagonista. Esta trama romántica la veo como una exposición de los sueños de Frank de alcanzar la vida perfecta americana, y a la vez sirve de espoleta para fundirse las dos sub tramas (la íntima y la profesional) y que veamos en el tramo final como es su seca personalidad y se sabe marcado de modo trágico. Había una sub trama tercera que apuntaba sustancia pero que se corta de forma abrupta, me refiero a la que se daba entre Okla y Frank, no queriendo hacer spoiler, pensaba daría más juego. Los encuentros entre Frank y su mentor rebosan humanidad y ternura, más que los que hay entre Frank y Jessie, ella realmente una mujer objeto dependiente de él, sin personalidad propia.

 

Hay un elemento que no me cuadra, y es la forma en que se maneja la sub tramilla de los chantajistas policías, no se sabe porque están vigilando en el puerto cuando se encuentran Frank y Leo. No se sabe porque si Leo dice a Frank que le solucionará lo que le moleste, sin embargo, estos polis corruptos siguen asediando a Frank, es como si faltrará información que se ha perdido en la mesa de montaje.

 

Spoiler:

 

El rush final es cuasi-bíblico en como Frank decide hacer tabla rasa tras traicionarle Leo y matar a su fiel compañero Barry (Belushi), como este amenaza con vejar a su mujer y quitarle al niño. Frank decide quemar todas sus posesiones (su casa, su bar, su casa de coches usados, y echa a su mujer con el niño de malos modos), ello ejemplificando su sino solitario, como siendo consciente de que la soledad es el modo de no hacer daño a los que tiene a su alrededor y que pueda querer. Luego acomete su salvaje venganza sanguinaria. ¿Allana la casa de Leo (esto me resulta demasiado sencillo), que un capo de estos no tenga vigilancia de algún tipo es chirriante, pero, es más, al final parece, cuando sale de la casa, un tipo encarnado por Dennis farina disparando, y me pregunto dónde estaba hasta entonces?). Se cuela y coge por la espalda a un sicario de Leo, pero incomprensiblemente lo deja desmayado, pero sin matar, ni siquiera inmovilizarlo. Luego tiene el enfrentamiento con leo, al que mata de varios disparos (el último supuestamente en la cabeza, aunque esto no se ve le de ¿?). Escapa de allí y fuera está huyendo el tipo al que dejó inconsciente, le dispara, y en esto parece Dennis farina cual poseso disparando contra Frank, le da, cae, aunque Frank también le ha dado, los intentan reponerse y lo hace antes Frank y le mata. Tras ello vemos el disparo recibido por el protagonista fue en el chaleco antibalas. Se yergue, y se marcha por la calle nocturna calle cual pistolero en el oeste. Un tiroteo a cámara lenta, seguramente influido por Peckinpah y su por ejemplo apoteósica balacera del final de “Wild Bunch” (1969). Con sus defectillos mencionados, pero un buen final, acorde con el sentido del resto del film.

 

En ese momento, un oficial de policía de Chicago, Dennis Farina aparece como un secuaz. Por el contrario, John Santucci, que interpreta el papel del policía corrupto Urizzi, fue un ladrón en libertad condicional recientemente y actuó como asesor técnico en Thief. En 1986, Farina y Santucci participaron en la serie de televisión Crime Story de Michael Mann, Farina como teniente de policía de Chicago y Santucci como ladrón de joyas. Petersen, quien más tarde protagonizaría (junto con Farina) la película Mann Manhunter, aparece brevemente como barman en un club. La influyente improvisación de Chicago El maestro Del Close tiene una breve aparición como mecánico, en una escena que fue improvisada con los demás actores mecánicos.

 

Cerca del final de la película, Frank destruye su casa. La compañía cinematográfica construyó una fachada falsa en una casa real e intentó destruirla con explosivos. Sin embargo, las explosiones dañaron severamente la casa real, lo que provocó su demolición.

 

Thief marca la primera aparición cinematográfica de los actores Dennis Farina, William Petersen, James Belushi y Robert Prosky.

 

Buen thriller que sirve para ver a un potente Caan, y a un en ciernes cineasta Mann que estaba dejando ya sus huellas. Gloria Ucrania!!!

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