miércoles, 1 de junio de 2022

 


REENCUENTRO.

 

Este es uno de esos films que cuando lo vi en su momento, cuando precisamente no era coetáneo de esta generación que se retrata (era adolescente), me gustó y agradó, pero ahora, casi 40 años después de sus estreno, y revisionado con motivo del reciente fallecimiento de uno de sus protagonistas, Wlliam Hurt (13 de marzo de 2022), me ha resultado que las costuras se deshilachan en su artificio liviano de intento de retratar la generación hippy-rebelde de los 60. Una dramedia dirigida y co-escrita (junto a Barbara Benedek) por Lawrence Kasdan que apuntaba mucho en sus comienzos de los 80 (con sus films, “Fuego en el cuerpo”, “El turista accidental” o “Grand Canyon” y con sus guiones de “El Imperio Contraataca”,  o “En busca del Arca perdida”), pero que su estrella se diluyó. Esta es una dramedia coral que destaca sobre tosdo por su fenomenal elenco interpretativo con Tom Berenger, Glenn Close, Jeff Goldblum, William Hurt, Kevin Kline, Mary Kay Place, Meg Tilly y JoBeth Williams, encarnando todos ellos a un grupo de viejos amigos de Universidad de Michigan que hace 15 años no se ven, reunidos un fin de semana (filmado en Beaufort-Carolina del Sur) en la gran casa, tras el funeral de un amigo (Kevin Costner fue elegido para este papel, pero se cortaron todas las escenas que mostraban su rostro), reflejando la llamada generación ‘Baby Boomer’ (define a las personas nacidas entre 1946 y 1964, durante la explosión de natalidad posterior a la WWII).

 

Tratando sobre temas universales como los sueños perdidos, las ilusiones rotas el idealismo juvenil  vs el pragmatismo adulto, el sexo, las drogas, la impotencia, la muerte, la amistad, la maternidad, la nostalgia de los años pasados, o sobre todo el sentido de la vida. Indagando en como una generación ‘revolucionaria’ de los 60 que quería cambiar el mundo (hablan de los recuerdos de la Marcha en Washington), resulta que en los 80 ha sido el mundo el que los ha cambiado a ellos, una análisis que termina por ser liviano (nunca exponen realmente sus ideales de cambio que pretendían, no hay mínima introspección sobre lo que deseaban y como lo querían es todo muy vago en este sentido, lo cual impide profundidad) sobre los valores utópicos cuasi-antisistema de los jóvenes frente al materialismo realista-capitalista de cuando tienes familia. Pero esta pretendida radiografía se pierde en muchos momentos entre interrelaciones pastelosas y poco interesantes, donde los personajes se atiene ser clichés (el matrimonio triunfador con una franquicia; el periodista frustrado que sueña con ser escritor; el drogadicto orgulloso de su condición; la soltera que ansía ser madre; la ama de casa en un matrimonio plano; o la joven reflejo de la generación posterior a la protagonista), la estrella de tv frustrada por su éxito con un estereotipo; que se definen en su presentación y no evolucionan.

 

Aunque se agradece el tono vitalista, a la par que condescendiente. Tampoco veo de recibo estas ansias de emparejar a todos sexualmente unos con otros, cual fiesta Flower Power homenaje al Amor Libre, todo ello en medio de comidas, carreras vespertinas, tenis Nike (cuanto pillaron los productores de la compañía de Portland?), partidos de futbol americano (tanto de tv, como jugándolo de modo entre nada y cero creíble), grabaciones de video auto analíticas, enfrentamientos, intentos de auto emular una intro de subir a un descapotable de un salto, prestamos grimantes de marido, y para aderezarlo todo las drogas, esto para mí es un reflejo irritante de que todos para ser felices debemos ‘endrogarnos’, esto me resulta un insulto a la inteligencia.

 

Y es que vista hoy día me ha resultado me ha dado bajón, no es que sea mala, es que la tenía en gran consideración, y lo que era de 8, se me ha quedado en un seis. Tiene buenos diálogos, ingeniosas frases, algunos buenos momentos, tiene algunos buenos momentos de humor, tiene unas excelentes actuaciones derrochando química entre ellos, donde Kasdan demuestra pericia al dar naturalidad a estas jaula de grillos de comentarios, que de vez en cuando van subiendo de tono, esto destacadamente en las escenas de todos juntos; y sobre todo, lo que perdurará, es de lo que aún no he comentado, como es la fabulosa banda sonora repleta de jugosos temas soul, R&B y pop-rock de las décadas de 1960 y 1970, con Creedence Clearwater Revival, Aretha Franklin ("A Natural Woman"), Marvin Gaye ("I Heard It Through the Grapevine"), Rolling Stones, The Beach Boys, Steve Miller Band, Smokey Robinson & the Miracles ("I Second That Emotion"), Procol Harum ("A Whiter Shade of Pale"), The Young Rascals o Three Dog Night, que imbuyen al clima de la cinta de un aire atemporal formidable, superior al resultado de lo que se cuenta, provocando además uno d ellos buenos momentos del film, como es el desenfado baile coral mientras limpian la post-cena, al ritmo de "Ain't Too Proud to Beg" de The Temptations.

 

Alex se aloja en la gigantesca casa de verano estilo plantación sureña de sus amigos con su atractiva novia más joven, Chloe (Meg Tilly), se suicida cortándose las venas. Así que sus viejos amigos de la universidad de Michigan se reúnen en la misma casa para llorarlo durante el fin de semana. Son una médico (Glen Close) y su marido (Kevin Kline), dueño de una franquicia de tiendas de zapatillas; una estrella de televisión (Tom Berenger); un reportero de revistas (Jeff Goldblum); una abogada rico (Mary Kay Place); un traficante de drogas (William Hurt); y un ama de casa (JoBeth Williams) cuyo esposo es un ejecutivo de publicidad acomodado.

 

Tiene unos estimulantes créditos iniciales, durante los cuales vemos como en una funeraria apañan un cadáver para el funeral, como lo visten, pero nunca vemos su rostro, y al final vemos el motivo de la muerte con esas muñecas cercenadas, ha sido un suicidio. Tras el funeral los que fueron los mejores amigos de Alex deciden pasar el finde juntos, cada uno por un motivo diferente. Desde el infeliz periodista, que ansía financiación para su sueño de abrir un club en Nueva York, y que ve en esa reunión un buen artículo; Este a su vez tiene viejas rencillas con el triunfador de la tv (un claro emulo de Tom Selleck y su serie “Magnum”, pero si hasta lleva su bigotito), pero infeliz en su trabajo; Este a su vez anida sentimientos por el antiguo amor hacia la ahora infelizmente casada ama de casa; La infeliz abogada desea dar rienda suelta a sus ansias de maternidad, y que mejor que hacerlo con alguno de los que considera sus mejores amigos allí presente; el melancólico y cínico drogadicto se queda, tampoco parece tener un mejor sitio donde estar (es una especie de remedo del Alex fallecido); la novia de Alex se queda, porque allí estaba con Alex; aparte del matrimonio anfitrión, que se quedan por que son los dueños de la hacienda sureña.

 

Durante la ‘quedada’ se intenta de vez en cuando entrar en las posibles motivaciones de Alex, ese tipo que conocieron carismático en la Uni, y que al parecer los años fueron mellando hasta lo sucedido. Todo ello en medio de reproches entre unos y otros, como si ellos fueran en parte culpables del suicidio, cuando en realidad el mejor compendio y resumen sintetizado lo dan dos frases, una de del Nick de William Hurt, cuando le dice al de Tom Berenger (más o menos), ‘Te crees que me conoces? Me conociste algo, hace mucho tiempo’. Reflejando aquello de que todos evolucionamos, para bien o mal, y que lo que fuimos hace 15 años no tiene porqué ser lo que somos ahora. Ejemplo claro es lo que pensaba hace 39 años de este film y lo que pienso hoy; La otra frase la da la Sarah de Glen Close, cuando comenta con respecto a su ‘radicalismo’ universitario, "Odiaría pensar que todo fue solo moda", y la respuesta obvia es: ‘Odia’.

 

Entre el notable elenco destaco a un fenomenal William Hurt como Nick Carlton, un aspirante a psicólogo que acabó como locutor de radio, y de allí hastiado lo dejó para ser camello de drogas, es un nihilista que parece haber cogido el relvo del desencantado suicidado, que debe convivir con sus problemas sexuales; En segundo lugar pondría a un divertido Jeff Goldlum como Michael, un periodista de People, sin cancha alguna para desplegar su (supuesto) talento (tiene la labor de viajar por USA componiendo perfiles de estrellas en 32 párrafos), un mujeriego con novia que lleva al funeral una ristra de condones (¿?). El actor despliega una gran vis cómica, siempre cual león depredador en busca de su presa con sigilo, e intentando sutilmente (aunque todos lo ven de lejos) enganchar a financista para su proyecto hostelero; Kevin Kline es el exitoso anfitrión Harold Cooper, refleja como los otrora cuasi-anti-sistema se han ‘vendido’ al capitalismo, en realidad es toparse con la realidad de la vida. El actor lo encarna con gran energía, desbordando empatía, y con una gran química con Glen Close; Close precisamente cumple más que bien con Sarah, su papel enamorada de su marido, aunque en su personalidad me resulta estridente ese acto de sacrificio/amistad, me ha sido metido con fórceps, no es creíble, una morcilla (spoiler); Tom Berenger da bien con el desencanto de Sam, popular actor que encarna a un exitoso rol en tv (John T. Lacer, claro alter ego de “Magnum”), pero que no es feliz por ser un personaje pobre. Su romance con una de las de la quedada queda un tanto parche; Jobeth Williams da vida a Karen, una infeliz esposa que cree rejuvenecer cuando siente los picores juveniles por su antiguo amor Sam, una actuación de rol estereotipado; Mary Kay Place da vida a Meg Jones, una caracterización rancia de mujer en busca de semental que la insemine a la antigua usanza, visto hoy día queda patética su sub trama, y el colofón es como termina, de modo grimante la situación; Y Meg Tilly, como Chloe, excelente actuación, impregnando de un nihilismo plúmbeo sus apariciones, en clara exhibición de como el guión veía a la juventud de entonces, como chicos sin referentes, ni ideales, ni aspiraciones, y esto Tilly lo borda.

 

Spoiler:



La resolución del dilema de Meg resulta chirriante de un modo que da vergüenza ajean. Pues Sarah de forma de verg¨Ñuenza ajena pide a su marido se fornique con Meg para preñarla, esto es un insulto a la inteligencia. Primero que puedas penmsar que esto es algo aséptico que no deja huella psicológica en todos, y luego que si consigue su objetivo de embarazarla Harold este se puede desentender como si nada, como si le hubiera regalado un gatito, sin responsabilidad alguna, te hago un bebe y para ellos no será vínculo alguno, aprte del trauma que puede ser para ese bebe el modo de engendrarlo. Una morcilla!

 

Kevin Kline, en su primera colaboración con un director con el que repetiría en más ocasiones, y con el que aquí se permite un guiño a ‘En busca del arca perdida’ (‘Raiders of the Lost Ark’, Steven Spielberg, 1981), cuando el personaje tararea el famoso tema de John Williams, en uno de los instantes-descanso del drama.

 

La escena eliminada era un flash-back al final del final, que servía como coda reflejando la vida en la Universidad del grupo: En esta gran casa en Atlanta se instalaron cortinas de cuentas, carteles de rock, incienso, revistas Life de 1968: fue una verdadera distorsión del tiempo". Williams dice que, en la escena, su personaje vivía con el personaje de William Hurt e ignoraba al de Tom Berenger. El personaje de Alex, interpretado por Kevin Costner, "parece un James Dean desaliñado”, también estuvo en la escena. “Ese resultó ser el problema... Nadie podía estar a la altura de ese papel después de la preparación a lo largo de la película, y el público dijo que no quería ver a nadie intentarlo. Así que los últimos 10 minutos de la película fueron cortados".

 

La cinta termina sin que se produzcan cambios reales entre los antiguos amigos, se separan y seguramente pasaran lustros para volver a verse, ha sido todo un paréntesis. Bueno, para uno de ellos sí hay cambio, pues Nick coge el relevo de Alex, y se quedará en su puesto de trabajo en la casa de los Sarah y Harold, y con su modo de vida igual la siguiente quedada es por él (¿?).

 

La película fue nominada a tres premios Oscar, incluida de mejor película, sin premio.

 

Queda una estimable carta de amor a la amistad, la que perdura desde la inmadura e idealista juventud, pero con taras que la impiden elevarse. Gloria Ucrania!!!

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