viernes, 21 de abril de 2023

 

BABYLON.

101/14(14/04/23) Fallida, aparatosa, caótica, ruidosa, demencial, excesiva, histérica, agotadora, atropellada y más calificativos megalómanos se le pueden añadir a esta pretenciosa oda al cine, y sobre todo a la catarsis quien supuesto para este Edén de Hollywood el salto del cine mudo al sonoro. Escrita y dirigida por Damien Chazelle, aunque figura como único guionista, Babylon parece haberse “inspirado” en muchos de los mitos que Kenneth Anger reconstruyó en sus libros “Hollywood Babilonia”, con una primera parte en 1959, otra en 1985, y otro escrito en 2010 pero sin publicar por las demandas de la Iglesia de la Cienciología, por otro lado, compilación de chismes desacreditada. Para una película que pretende mucho más de lo que muestra, tanto que Chazelle se cree ante una obra referencial parteaguas con su petulante montaje final de clips de películas, cual, si estuviéramos en el viaje sideral de “2001”, y no hay cimientos para esta arrogancia.

 

Es una cinta que por partes es arrolladora, pero en conjunta resulta agotadora, orgánicamente desordenada, queriendo abarcar tanto que al final aprieta poquito (siendo benévolo). Técnicamente abrumadora ya desde su tramo inicial, con brillantes planos secuencia en la fiesta bacanal inicial o la recreación fascinante de un día de rodaje en un estudio con decenas de pelis filmándose a la vez en el desierto. Desgraciadamente Chazelle parece haber agotado las mejores balas en este desbordante inicio, no puede mantener el nivel y la película se deshincha de modo epopéyico. Pero cuando se quiere refleja a personajes en su auge y caída resulta poco incisiva, muy superficial, quedando su desaprovechado elenco en meros clichés sin fondo, sin desarrollar, son lo mismo al principio que al final. Un globo relleno de nada, quiere ser una exhibición de un estado de ánimo en ese alocado tiempo, poniendo en escaparate lo efímera que puede ser la fama. Una evolución febril, tanto que hastía, llega a parecer dirigida por un Bazz Luhrman con anfetaminas. Una duración de más de tres horas no ayuda a la cohesión narrativa, más bien todo lo contrario, el director los ‘aprovecha’ para meter tropecientas mil ideas, que, por supuesto no desarrolla mínimamente, es un volcán en permanente erupción, donde la lava corre sin rumbo, sin objetivo, solo parece querer impactar con el amarillismo, pero sin reflexión moral alguna. Aquí no hay dilemas o dudas existenciales, todo es directo al mentón.

 

Chazelle vuelve a uno de sus mantras a lo largo de su aun corta filmografía y es sobre todo lo que estás dispuesto a sacrificar por tus sueños, tenemos al muchacho de aspirante a batería en “Whiplash” (2014), que renuncia a incluso su novia por su vocación; En “La, la , land” (2016), la pareja que se separa por sus vocaciones artísticas también, y en “First Man” (2018), tenemos a Neil Armstrong arriesgándolo todo por su sueño de ser el primer hombre en pisar la Luna; Aquí vuelven a ser gente que sueña, su Sueño Americano, en dos de los protagonistas la hermosa díscola Nellie LaRoy quiere ser la estrella que ella cree ser, el mexicano Manny Torres quiere ser parte de este mundo tras las cámaras, mientras Jack Conrad cuando lo conocemos está instalado en el éxito. Ellos encarnados respectivamente por un Margot Robbie parodia de sí misma, exagerada pasada de vueltas, solo reluce en la escena en que filma su primera secuencia y debe llorar, resto es sobreactuación; Diego Calva (visto en la serie “Narcos”) no aprovecha este escaparate y resulta algo blandito; Y Brad Pitt que hace de otra parodia de como lo ven a él mismo, una estrella que se resiste a pasar página, parece más cansado que el rol al que da vida, es como si fuera por delante de lo que debe aparentar, nunca conectas con su nihilismo pesaroso.

 

Este es un producto que maravilla y se torpedea a sí mismo constantemente, juega con lo escatológico de forma ridícula hasta el hartazgo baste decir que lo primero que vemos es el ano de un elefante defecando en tsunami sobre dos tipos (seguiremos con una mujer orinando sobre un tipo gordo [claro emulo de Fatty Arbuckle], tenemos un tipo comiendo tratas vivas, una vomitona cual sifón sobre Randolph Hearst, y más), todo esto entrelazado el prodigio de la fiesta inicial, apoteosis de mostrar el hedonismo Colosal en que se vivía en la floreciente meca del Cine, con orgias, enanos, culto fálico, montañas de coca, muertes, pero también tendremos, a una serpiente de cascabel mordiendo en el cuello de alguien, un cocodrilo atacando a asistentes a una fiesta sado.

 

Uno espera una carta de amor al cine con mayúsculas, hay guiños a clásicos, desde "Cantando bajo la lluvia", “El cantor de jazz”, "Ha nacido una estrella" (por como emerge Nellie), "La Dolce Vita" (por la vida que se pegan las estrellas), “Booggie Nights” (con ese tramo pesadillesco en que aparece caricaturizado Tobey Maguire [también productor del film] como un capo perverso que es un remedo del Alfred Molina del film de Paul Thomas Anderson). Hay efluvios a “Buenos Dïas, Babilonia” de los hermanos Taviani, de la “Fiesta Salvaje” de James Ivory, “El Guateque” de Blake Edwards, hay claros alter ego de John Gilbert (Brad Pitt), Clara Bow (Margot Robbie), Anna May Wong (Li Jun Li), Erich von Stroheim (Spike Jonze), la mezcla de Elinor Glyn & Adela Rogers St Johns & Hedda Hopper & Louella Parsons (en la cronista recreada por Jean Smart), Dorothy Arzner (una de las primeras directoras de la historia del cine encarnada por Olivia Hamilton) o Louis Armstrong (Sidney Palmer). También hay otros que parecen con sus nombres reales como el mítico “Niño Maravilla” Irving Thalberg (Max Minghella),

 

Tras el logo de la Paramount en tono sepia. Arrancamos en Los Ángeles de 1926, el inmigrante mexicano Manuel "Manny" Torres ayuda a transportar un elefante a una bacanal libertina (pasemos de este prólogo asqueroso no, lo siguiente, amén, de innecesario, pues que aporta?), plagada de desnudez y cópula, en la mansión de un ejecutivo de (la ficticia compañía) Kinoscope Studios. Bacanal como nunca hayas visto en cine, centenares de asistentes a un castillo en medio del desierto, donde las perversiones son el aire que se respira, lluvias doradas, desnudos integrales, torrentes de alcohol, sexo en grupo, coca cual oxígeno, muertes (inspirada esta en el escándalo Fatty Arbuckle-Virginia Rappe), enano vestido de falo que eyacula, y como colofón un elefante (en cacharrería). Un akelarre donde las palabras para definirlo serian reducir lo que se ve. Los cuerpos se contorsionan en medio del frenesí, la cámara flota por en medio de este purgatoria, el objetivo se mueve con una fluidez inusitada componiendo planos extraordinarios donde parece que vas a ser salpicado por el alcohol y alguno de los asistentes va saltar de la pantalla.

 

El Homérico Fiestón sirve para presentarnos a los protagonistas, que luego seguiremos en diferentes sub tramas. Desde Manny Torres (Diego Calva), inmigrante mexicano (termina por renegar de su origen [se dirá español] para darse más caché) que trabaja como uno de los asistentes de los productores. Manny, en principio, viene a ser nuestros inocentes ojos en este mundillo, la brújula moral, aunque luego esto se distorsiona; Conoceremos a Jack Arnold, la estrella de las estrellas en este universo, un mujeriego nihilista en la cima del mundo) “Es el lugar más mágico del mundo”, dice Jack de Hollywood); Para cerrar el triángulo protagónico tenemos a Nellie LaRoy, aspirante a estrella de Hollywood (según ella: "No te conviertes en una estrella, cariño. O lo eres o no lo eres"), vestida con un (adelantados a su tiempo) vestido rojo escaso de tela. Segura de sí misma, libertina, fiestera, y lo peor para ella, algo vulgar en su comportamiento.

 

En la fiesta conoceremos a otros personajes, como a Sidney Palmer (Jovan Adepo), trompetista negro que ameniza el sarao, termina convertido en su anémica sub trama en el reflejo del racismo imperante en Hollywood (clímax cuando le obligan a pintarse la cara de negro para no parecer blanco); Una cantante de cabaret llamada Lady Fay Zhu (Li Jun Li), sub trama la suya algo confusa (es cantante y creadora de carteles de intertítulos de cine mudo, menuda mezcla idiota), con una (escandalosa) relación lésbica con Clara Bow, perdón Nellie; Tenemos a la periodista Elinor St. John (Jean Smart), especialista en este micro mundo (tiene un giro chirriante como mentora de modales finos para Nellie ¿?).

 

Pero la promesa que hace en este inicio atronador no termina cumpliéndose en las más de dos horas que quedan, solo serán algunas secuencias en modo de chispazos, que hacen que el metraje no llegue a ser aburrido, pero si arrítmico, y sin posibilidad de calado emocional. Hay tramos tan estupendos como el mencionado del rodaje ‘gang bang’ en el desierto. Tenemos el advenimiento de una estrella en Nellie con una directora Ruth Adler (Olivia Hamilton, esposa en la vida real de Damien Chazelle), manejándola cual titiritera, haciéndola llorar una y otra vez, gracias al talento natural de la actriz para provocarse artificialmente sensaciones, prodigioso; También el maravilloso homenaje a este modo de hacer entretenimiento cual churros (lo del muerto en medio de una batalla resulta algo pasado de vueltas, sobre todo por la forma flemática de tomárselo), coronado por ese asistente que debe conseguir una cámara antes de que el sol se ponga para que el director alcance una toma poética con un beso.

 

Tiene otra gran escena con el rodaje de la primera secuencia con sonido con Nellie, en claro contraste de como cambia el mundillo del cine, en contraposición a al set del desierto con decenas de películas en filmación. Aquí es un estudio de sonido con solo una película, descacharrante en como por diferentes motivos deben de volver as repetir una y otra vez, con el running gag del encargado del audio en la cabina de sonido saliendo de vez en cuando para tomar aire, con la marca donde debe parar Nellie para poder ser grabadas sus palabras, con un director encarnado por PJ Burns muy bueno en su fuerte personalidad, acabando todo de modo funesto. Escena que es el reflejo de como los tiempos en el cine cambiaron con la llegada del sonido, había que adaptarse o morir.

 

Es un ir y venir siguiendo a varios personajes que apenas se entrecruzan, con historias que son esbozos, notas a pie de página de algo a desarrollar, solo la coda del personaje de Jack Arnold con la periodista St. John ‘que le hace un traje’ sobre como todo pasa y su luz ya se ha extinguido, es la escena que Chazelle (creo) pretende sea el leit-motive del film, pero esto llega entre una tormenta agobiante por momentos. Resto son fuegos artificiales, que cuando se apagan hay la nada. Estamos con los altibajos de estas gentes metidas en el circo del cine. Tenemos un romance flojamente expuesto entre Nellie y Manny, tenemos el hundimiento de Jack, el ascenso de Manny como ejecutivo, y más y más en un batiburrillo deslavazado que nunca le hinca el diente a algo sustancioso. No ayuda que el tono es disperso y chocante, divaga entre la comedia loca (ejemplo es esa caída bufonesca de Brad Pitt desde un balcón a una piscina) y el drama decadente, juega entre la ligereza y las ínfulas de emocionar, y nunca encuentra el equilibrio (para que por ejemplo te toca la fibra un suicidio). Son más viñetas que una historia con sentido dramático, vive el metraje de shockearte, pero nunca de crear emoción alguna (personas mueren por doquier y nada te roza) ni siquiera en su fatuo final, un cruce entre la psicodelia de la referida “2001” y la magia del montaje de besos de “Cinema Paradiso” y la suma da vergüenza ajena, y más cuando se intenta poner a la altura de “Cantando bajo la lluvia” (Sacrilegio!!!).

 

La puesta en escena es propia de una superproducción de 110 millones $. Chazelle quiere que nos sintamos abrumados por su obra, para ello utiliza elementos como la música alta, colores chillones, y una edición con millones de cortes. Hay un lujoso diseño de producción de Florencia Martin (“Blonde”), nominado al Oscar, reflejando esta era en sus escenarios, vistosos, en sus vehículos, en los adornos; esto enaltecido por la esplendorosa cinematografía del sueco Linus Sandgren (“First Man”); Ello bajo la frenética edición de Tom Cross (“Whiplash), que no da respiro; Y ello puenteado por la música del bi-oscarizado (por la música uno y por la canción otro de “La la land”), aquí tan estridente como el film, incluso autoplagiándose con el tema de amor de Nellie & Manny claramente un remendó del de “La la land”.

 

El castillo de Shea se usó para las tomas exteriores de la mansión en la escena de la fiesta de apertura, con el interior tomas filmadas dentro del Ace Hotel Los Ángeles. El rancho de la película, Blue Sky Ranch, sirve como Kinescope Studios en la película.

 

Rush final: En 1952, Manny regresa a California con su esposa Silvia y su hija pequeña, después de haber huido a la ciudad de Nueva York y establecido una tienda de radio. Les muestra la entrada de Kinoscope Studios, visita solo un cine cercano para ver “Cantando bajo la lluvia”, que tiene una temática similar a la película de Chazelle, sorbe la transición de la industria del cine mudo al cine sonoro, lo conmueve hasta las lágrimas. Entonces vemos una serie de clips encadenados cronológicamente de películas clásicas hasta “Matrix”, pretencioso el director creyéndose el Moises del cine.

 

Me queda un film, ni malo, pero sí muy desequilibrado, al que la pretenciosidad es su peor enemigo, errado, pero al menos valiente. Gloria Ucrania!!!

 


CERO EN CONDUCTA.

 

Con motivo del 90 aniversario del estreno (09/04/1933) de este mediometraje de culto he subsanado una de mis lagunas cinéfilas al verlo, y encontrándome todo un soplo de aire fresco sensacional, todo un tsunami de ideas solaces en pos de una idea revolucionaria contra un sistema opresor, aquí representado en una residencia escolar. Escrita y dirigida por el (maldito) Jean Vigo con 27 años, hombre con una vida corta y turbulenta, murió en 1934 a la edad de 29 años de tuberculosis. Hijo de padre anarquista, muerto por estrangulamiento en prisión cuando él contaba apenas doce años, Vigo tuvo que pasar por varias escuelas del Estado donde sufrió toda clase de vejámenes y se enfermó de tuberculosis. Esto lo marcaría para siempre, y por eso, su cine se manifiesta contra el sistema, contra la cultura dominante, contra el pudor… y contra la falta de libertad.

 

El realizador se basa en experiencias propias para desarrollar una fulgente comedia, rebosante de imaginación puesta al servicio del humor con mensaje. Película fue rodada en 1932 por Jean Vigo en el colegio de Saint-Cloud donde él mismo pasó parte de su formación. La institución escolar se presenta represiva y cerrada. La película fue calificada de “anti-francesa” y, bajo la presión y la amenaza de represalias de los padres de familia organizados, considerado un panfleto libertario violento, la obra estuvo prohibida por la censura, sólo obtuvo su visa de funcionamiento en 1945, después de la Liberación. Es la primera película francesa prohibida oficialmente por la censura francesa. Tercera película del realizador Jean Vigo, la primera abordada completamente desde la ficción, mediometraje de 42 minutos. Crítico del sistema social de su país natal, fue también crítico del sistema educativo. Para ello Vigo empodera a los niños y se ridiculiza la autoridad, ejemplo notorio de ello es poner de figura del director a un enano (Delphin Sirvaux adornado con barba, que guarda su sombrero bajo una urna, y se ve a sí mismo como apuesto hombre en su falso reflejo en un espejo; el actor enano, aunque no lo parezca tenía 50 años en su interpretación) y con voz de pito. Siendo una formidable carta de amor a la Inocencia de la Niñez, una oda a la Libertad, un grito a favor de las Revoluciones contra las dictaduras, un misil contra la hipocresía (ese chusco profesor "Cornacchia" que roba los pasteles de los niños, que luego recibirá su castigo), y el papanatismo de los que se creen con derecho a adoctrinarte. De esos films que te transportan en la máquina del tiempo a nuestra niñez, sintiéndonos seguramente nostálgicos al vernos reflejados en muchas de las situaciones.

 

La obra se centra en cuatro de los estudiantes de este internado, esos afamados diablos que reza su título, que no son más que simples chicos de su edad. Las vacaciones escolares han terminado y los estudiantes deben volver a las instituciones, el film se centra en una de estas, internado reflejado como una cárcel donde todo es estricto y los castigos son constantes, básicamente, a estos niños y niñas no se les permite ser tales. Los cuáles ante la represión que sufren, deciden llevar a cabo una revolución buscando libertad, así como la que se buscó en 1789 en este país europeo.

 

Vigo proyecta con vigor (valga la redundancia) la magia de la niñez, epítome antológico es la batalla de almohadas, con las plumas lloviendo por todos lados, los niños pegando saltos y volteretas (ese niño que deja al aire sus vergüenzas en un salto sobre una silla que es izado por los compañeros), con la bandera pirata de por medio,  y ello filmado en potenciador anímico de cámara lenta, coronado por música celestial, Sublime-Magno-Homérico, donde las palabras no pueden definir. Con el epílogo del ‘aprisionamiento’ a la cama del profesor en vertical.

 

Todo ello Vigo lo despliega con una vis cómica fascinante, todo un tsunami de registros humorísticos, desde el slapstick, el surrealismo (el dibujo que toma vida), el mordaz, el absurdo (el reflejo del espejo que tiene vida propia), el juego de edición (el niño haciendo un truco de magia, la pelota que desaparece), y siempre con un halo de lirismo que cala en el espectador (ósea, yo), juegos de cámara en slow para enfatizar situaciones (la batalla de almohadas), con incluso sentido homenaje al genio del cine mudo Charles Chaplin (el profesor bueno lo imita de forma maravillosa), esto tiene como derivada que el director mantiene su cinta con un clima muy de cine silente, pues realmente todo se podría contar sin palabras, excepto el atronador ‘A la mierda!’ de la niña, esto último ejemplo de la transgresión y la modernez del film, exponiendo sutilmente los abusos sexuales (pederastia) en estas instituciones. Por cierto, este ‘A la mierda’, en la traducción al francés es un anagrama del nombre adoptado por el padre de Jean Vigo, Miguel Almereyda, nombre real Eugeni Bonaventura de Vigo y Sallés, provenía de una familia catalana.

 

Comienza con el fin de las vacaciones de los chicos y la vuelta a clases, lo que de hecho significa retornar a un internado de escolaridad primaria controlado por un enano Director (Jules Sirveaux alias Delphin) que suele ahogarse en su retórica autocondescendiente, Supervisor General (Du Verron) que gusta de toquetear y robar las pertenencias de los pequeños y distintas figuras patéticas adicionales de autoridad que van desde “amargos sin remedio” como el Supervisor (Robert le Flon) y el Prefecto (Louis de Gonzague) hasta un Profesor (Léon Larive) que coquetea con la pedofilia en relación a sus estudiantes. La trama sigue el derrotero de un grupo de niños, inicialmente compuesto por Colin (Gilbert Pruchon), Caussat (Louis Lefebvre) y Bruel (Constantin Goldstein-Kehler) y luego ampliándose con la incorporación de Tabard (Gérard de Bédarieux), con motivo de un plan en conjunto para sabotear el llamado “Día de la Conmemoración”, una celebración muy pomposa del colegio, y de su amistad con el único docente afable del establecimiento, el Profesor/ Cuidador Huguet (Jean Dasté), nuevo maestro de los niños que incluso llegó con ellos en el ferrocarril y comparte sus ansias lúdicas todo terreno, circunstancia que puede verse cuando juega con ellos en los recreos, cuando hace una parada de manos en el aula o cuando imita al querido Vagabundo, el personaje emblema de Charles Chaplin.

 

Tiene un comienzo que pone en valor la alegría vitalista de los niños, para luego poner el contraste en esta residencia rígida. Vemos el tren que transporta a dos infantes tras las vacaciones al colegio, asistimos a sus travesuras, sus juegos, sus picardías con esos globos que claramente juegan a ser pechos que tocan con lujuria, y en el culmen se ponen a fumar puros. Y una vez llegados a la estación hace acto de presencia la marcialidad del colegio, allí los alinean cual si estuvieran en un ejército. En el dormitorio comunal vemos los castigos a tres de los protagonistas (Caussat, Colin y Bruel), de pie frente a la cama del supervisor mientras este duerme entre cortinas. Y por la mañana otra vez al levantarse la marcialidad militar. Y llegados al recreo, cual, si fuera la hora de salir al patio de los presos, protegidos por uno de los guardias que empatiza con ellos en forma de un joven profesor, allí comienzan los planes de su revuelta revolucionaria contestaria, donde incluso comentan sobre los chivatos (cual antecedente de lo que será la resistencia francesa a los nazis). Pero las travesuras continúan, con niños fumando en los retretes, a uno de ellos lo hacen salir con el culo en pompa (¿?).

 

Tiene el buen gusto Vigo de no mostrar a los profesores/autoridades como algo monolítico y hacernos ver que siempre hay gente buena en todas partes. En este caso el nuevo profesor Huguet, un jovial tipo despliega simpatía y encanto con sus bromas (hacer de Chaplin), haciendo acrobacias, como es cuando hace el pino andando sobre las manos, sube de esta guisa a la mesa, y llega a hacer un dibujo que de forma brillante toma vida (jocosamente es un bañista en bañador que se transforma en Napoleón. Sacrilegio!). Como excelente es la salida al exterior regida por Huguet, donde los niños se disgregan sin que el se de cuenta y vuelven a unirse sin que el se percate, acaban persoiguiendo a una bonita chica, que tras una esquina se transforma en un sacerdote, dardo contra la Iglesia y su represión sexual (Homérico!).

 

Maravilloso el tempo del film, como en tan poco tiempo Vigo es capaz de gradualmente ir creando un crescendo dramático en base a pequeñas tropelías sufridas por los niños, desde los castigos injustos, las rebeliones por mala comida, la represión en los dormitorios, el atisbo de abusos carnales, como van conformando los niños su núcleo duro buscando a los que odien más los maestros (admiten a uno en el grupo pues "de verdad él odia a los profesores también"), todo ello para en el clímax explotar en la Apoteosis. La revuelta ante las fuerzas vivas de las autoridades en Día de la Conmemoración, representadas en el director de la residencia un tipo ataviado pomposamente de militar e incluso (no podía faltar) un cura como reflejo de la Iglesia. El grupo de rebeldes atrincherados en los techos del internado sabotean los actos tirando de todo desde lo alto, haciendo que los gerifaltes se tengan que refuguair en la buhardilla, los ‘revolucionarios’ ondean la bandera pirata, el jolgorio lo inunda todo, y el ‘infiltrado’ Huguet lo celebra brazos en alto. Acabando con un contrapicado de los cuatro líderes niños ascendiendo por el tejado mient4ras saludan eufóricos a su correligionarios. Han derrocado a los Tiranos!

 

Hay pocos acontecimientos en el cine más trágicos que la vida de Jean Vigo. Su padre, un pacifista de la Primera Guerra Mundial, fue estrangulado en prisión donde lo enviaron por traición cuando Jean tenía solo 12 años. Lo enviaron a un internado con un nombre falso (un período de su vida que más tarde informaría su tercera película, Zéro de conducto), y libró una batalla de ocho años contra la tuberculosis. Vigo hizo cuatro películas, tres cortometrajes y un largometraje, antes de su muerte en 1934 a la edad de 29 años. Sin embargo, a pesar de las muchas desgracias de Vigo, sus películas, al igual que el hombre mismo, se mantuvieron optimistas e inteligentes, llenas de lo que se convertiría en un ingenio característico. y brío. El trabajo de su vida solo suma menos de tres horas de tiempo de pantalla, y sus películas fueron prohibidas o fracasadas. Como muchos grandes artistas, Vigo fue un fracaso en su época. No fue hasta una reconsideración de su trabajo posterior a la Segunda Guerra Mundial que Vigo fue reconocido por lo que era: un maestro cinematográfico. Esos 163 minutos de celuloide representan una de las filmografías más asombrosamente logradas de todos los tiempos, retratando a un artista en la cúspide de su talento, reducido en su mejor momento, que mostró más promesa, más variedad y más talento en bruto de lo que muchos cineastas podrían jamás lograr.

                                    

Delphin Sirvaux, el actor que da vida al director del internado, solo actuó en cinco películas, pero tuvo papeles importantes allí. Vivía en un piso amueblado con muebles en miniatura a su tamaño en el Boulevard de Clichy, en compañía de su amigo, también enano, Auguste Tuaillon. El 7 de mayo de 1938, alrededor de las 14:30 horas, el conserje de su edificio parisino, sorprendido de no haberlo visto ni escuchado en todo el día, alertó a la policía. Sirvaux se encuentra tendido en su habitación. Los servicios de emergencia intentan reanimarlo, en vano, y finalmente solo pueden notar su muerte. El actor cortó la tubería de su estufa de gas, provocando que se asfixiara. En una hoja de papel escolar se copia de su mano un pensamiento de Pascal: "Toda la desgracia de los hombres viene de no saber descansar en una habitación".

 

Obra Maestra a reivindicar. Gloria Ucrania!!!

domingo, 16 de abril de 2023

 


La Passion de Notre-Seigneur Jésus Christ (1903)


Film reivindicable más allá de sus valores por encima del Bien y del mal. Con motivo de la semana Santa me suelo ver algunos films referentes y en esto le ha tocado a esta reliquia con casi 120 años de antigüedad, una de las primeras producciones sobre la vida de Jesucristo, aunque no la primera (los hermanos Lumière tienen su versión del año 1897). Una de las más célebres producciones de los primeros años del cine, se estrenó en 1902, como serie de 18 estampas presentadas con intertítulos (la Anunciación, la Natividad, la Anunciación de los Magos, etc.), a la que en los dos años siguientes se añadieron cinco cuadros más. No obstante, es difícil diferenciar las escenas originales, las cinco adicionales y las añadidas en una segunda versión hasta quedar en 32, dirigida por el propio Zecca en 1907 y titulada Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Obra utilizada como complemento de evangelización por misioneros en Asia y África durante años. Considerada como un hito fundamental en la evolución del subgénero del cine bíblico debido a lo completo de su estructura y argumento. “La vie et la passion de Jésus-Christ” —conocida en español con los títulos “La vida y la Pasión de Jesucristo, Nacimiento, Vida, Milagros, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y La Pasión”— es una película francesa muda producida por la casa Pathé y dirigida por Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet entre 1902 y 1903. Por su extensión y el hecho de estar parcialmente coloreado, es el filme sobre la vida de Jesús de Nazaret más importante realizado hasta la fecha.

 

Se componía originalmente de veintisiete escenas o cuadros, y en los dos años posteriores se añadieron cinco más. En una época en que casi todas las películas se limitaban a un rollo o menos (no más de diez o quince minutos), “La vida y la pasión de Jesucristo” fue una presentación extraordinariamente profunda de la historia del Evangelio, con una duración de unos treinta minutos a la vez. Su duración original y casi tres cuartos de hora en la versión ampliada, uno de los primeros largometrajes de la historia. Los cuadros individuales se componen visualmente para parecerse al arte sacro, principalmente influenciada por la obra del artista galo Gustave Doré, que tuvo fama con sus ilustraciones de la Biblia en 1865. También son notorias las influencias de otro francés, el pionero en los efectos especiales Georges Méliès, ello por algunos efectos visuales innovadores para su tiempo para escenificar milagros y apariciones celestiales, como las tomas combinadas para crear ilusiones ópticas en el espectador (La Estrella de Belén; como caminar sobre el agua en la escena de la captura de peces; la escena de la transfiguración; la escena con un rayo en el Calvario; …).

 

La historia de Cristo se cuenta desde la Anunciación hasta la Ascensión, sin diálogos reflejados en intertítulos, solo la el título de la etapa de la vida de Jesús que vamos a ver, se espera que los espectadores conozcan las historias y no se hace esfuerzo por aclararlas para los no iniciados. La puesta en escena rezuma teatralidad, pensada con fines aleccionadores-didácticos.

 

Estando en los albores del nuevo amanecer que supuso el cine, hay algunos avances técnicos apreciables, aun predominando la cámara estática y las tomas generales, hay algunos movimientos panorámicas (como en el caso del capítulo de la Adoración de los Reyes Magos) de izquierda a derecha y al revés, también hay color (pintadas a mano) en muchos tramos de fotogramas para resultar acciones místicas, secuencias realizadas en el proceso de color de la plantilla Pathéchrome. Con brillante proceso de plantilla de coloreado a mano característico de Pathé, en el que los objetos individuales seleccionados (las alas de un ángel, la túnica de un soldado) se teñían minuciosamente a mano, cuadro por cuadro, impresión por impresión. (Escenas enteras a veces también están teñidas, por ejemplo, de azul para sugerir la noche).

 

Es una recreación cargada de ingenuidad buenista en su modo de exponerse, no se puede esperar otra cosa del tiempo, no puedes ver la cinta extrapolándola a nuestro tiempo, hay que verla en el contexto, nadie mide las pinturas de las Cuevas de Altamira comparándolas con las pinturas de Velázquez. Y eso es esta película con respecto a la historia del cine, pintura rupestre de calidad. Filmada en modo de retablos, cual vidrieras lumínicas en una catedral, con mucha cámara fija creando mayormente cuadros pictóricos a modo de como la cultura popular tenía en mente entonces sobre obras famosas (ejemplo notorio es la pintura de Da Vinci “La Última Cena” o “Descanso en la Huida a Egipto” sobre la pintura homónima de Luc Olivier), sin cortes en los capítulos, todo seguido en secuencias largas, bebiendo del teatro, ejemplo los fondos pintados, como claramente son las nubes. Unos actores que se desenvuelven de modo mecánico para interpretar de forma ataráxica sus roles. Todo esto en el marco de un peplum considerado entonces de gran presupuesto, con decorados cartón-piedra que dan el pego (siempre con el filtro del tiempo), con vestuario espléndido (ejemplo las armaduras de los soldados romanos), y con maquillaje algo cantarín en las pelucas y barbas sobre todo. Adornando el metraje con momentos tremendos para el espectador de entonces como la Matanza de Inocentes bebes, la flagelación a Jesús o su Crucifixión.

 

La tradición católica (apócrifa) se refleja en la narración en varias escenas, como cuando la Verónica limpia el rostro de Cristo y encuentra la Santa Faz en el paño, hecho que no se menciona en los evangelios. Un dicho patrístico común de que Cristo salió del vientre de María "como la luz a través del vidrio" se evoca en la representación de la Natividad de la película, en la que el niño Jesús simplemente aparece en el pesebre mientras María y José se arrodillan cerca. Y la tradición de que San Miguel ayudó a la Sagrada Familia en la huida a Egipto se imagina en una escena en la que el arcángel ciega a los soldados de Herodes ante la presencia de la Sagrada Familia, literalmente volviéndola invisible antes de ahuyentar a los soldados.

 

Otras secuencias exhiben imágenes folklóricas populares o fusiones de historias evangélicas, como cuando los magos aparecen junto con los pastores en la Natividad, o cuando la captura milagrosa de peces se combina con caminar sobre el agua. Aún otros usan las convenciones del teatro escénico para representar eventos sobrenaturales. Por ejemplo, la Resurrección representa a Jesús levantándose del Seol en lugar de levantarse de donde fue puesto en el sepulcro. Y en el momento culminante de la secuencia de la Ascensión (y de la película en su conjunto) vemos a Jesús, no simplemente ascendiendo al cielo, sino sentado a la diestra del Padre con el Espíritu Santo, rodeado de santos y ángeles.

 

Jesús ha sido un tema popular a lo largo de la historia del cine, tal vez nunca más que al principio de su historia. Antes de esta película, ya se habían filmado bastantes obras de pasión. Además, estas películas eran generalmente más largas y elaboradas que otros temas. En 1897, cuando el cine tenía poco más de un año de antigüedad y casi todas las películas tenían una sola escena y menos de un minuto de duración, un francés llamado Léar filmó una obra de teatro de la pasión de 12 escenas, recibió distribución popular en Gran Bretaña y los Estados Unidos, así como en Francia. "La Vie et la Passion de Jésus-Christ" de George Hatot (1897/1898), producida por la Compañía Lumiére, tenía 13 cuadros. Una obra de la pasión estadounidense, con aldeanos de Horitz, supuestamente era aún más grandiosa y larga. Poco después, "La Obra de la Pasión de Oberammergau" (1898), que probablemente no tenía mucho que ver con las obras representadas en el pueblo de Oberammergau, contenía más de 20 escenas. Sigmund Lubin también hizo una obra de teatro apasionada reclamando, pero careciendo, de autenticidad a las actuaciones de Oberammergau. Con un conferenciante y diapositivas de linterna mágica, estas películas proporcionarían un entretenimiento tan largo como lo hace el largometraje moderno. En 1899, Alice Guy hizo "La Vie de Christ" en 11 cuadros para Gaumont, y de nuevo, en 1906, hizo un juego de pasión de, según se informa, 25 escenas. Pathé, de hecho, había hecho una película sobre Cristo antes de esta imagen; Su lanzamiento de 1900 consistió en 16 escenas. Ellos también harían otro después de esto, en 1907.

 

En el comienzo de la historia del cine como negocio internacional, Georges Méliès fue el cineasta más popular e innovador y, en consecuencia, sus películas fueron las más imitadas. Supuestamente, esta película evitó cualquier referencia a producciones teatrales anteriores, dice Abel. Sin embargo, al ver por segunda vez esta película, noté que esta producción de Pathé, como tantas otras películas de Pathé, copia significativamente las películas de hadas de Méliès. Esto es especialmente evidente en los diseños de escenarios suaves y fantasiosos, y el dispositivo de ángeles femeninos guiando personajes y eventos que son una variación de las hadas femeninas en las imágenes de fantasía de Méliès. Además, el uso de sustituciones de parada y superposiciones para efectos de truco, accesorios móviles y disoluciones entre escenas y efectos de truco fueron marcas registradas de Méliès adoptadas religiosamente por Pathé. El uso en esta película de muchos actores o extras para rellenar y decorar algunas escenas, que a menudo no sirven para ningún propósito narrativo o fidelidad bíblica, también se hizo en las féeries de Méliès. Esta imitación de las películas de Méliès hace que esta obra de pasión se destaque de los diseños de escenarios monótonos y realistas que parecían haber sido utilizados en otras obras de pasión tempranas y el rodaje de locaciones utilizado en películas posteriores como "Del pesebre a la cruz" (1912) y las películas de Christus hechas en Italia.

 

Film producido por la compañía francesa Pathé, cuando entre 1903 y 1906 se propuso una continuación y extensión de lo que el director Ferdinand Zecca había realizado poco tiempo antes: Una vida sobre Jesucristo. En un primer momento Zecca se había conformado con una serie de postales que conformaban diversas historias bíblicas. Sin embargo, el rotundo éxito que había tenido en las salas fue el motor básico para que al año siguiente se realizara un nuevo proyecto, que incluía nuevas escenas rodadas por el director francés y que centraban la película en un argumento que divido en diversos episodios, se centraba en la vida de Jesucristo. La película fue estrenada definitivamente el 1907, y la productora Pathé coloreó la película a mano para que el impacto en el espectador fuera aún mayor. Zecca dirigió además la película con colaboración de Lucien Nonguet, que ya había realizado algún otro cortometraje para la Pathé.

 

A través de los diversos cuadros, la película narra la vida de Jesús de Nazaret basándose en los evangelios canónicos, si bien introduce también relatos basados en la Tradición. Aquí debajo enumero los capítulos con su título original galo, su año de realización y su título en español.

 

1) L'Annonciation 1902 La Anunciación

2) L'Étoile mystérieuse 1903 La estrella fugaz

3) L'adoration des Mages 1902 Adoración de los Magos

4) La Fuite en Égypte 1902 La huida a Egipto

5) Jésus parmi les docteurs 1903 Jesús entre los doctores

6) La Sainte Famille 1902 La Sagrada Familia

7) Les Noces de Cana 1903 Las bodas de Caná

8) Jésus et la samaritaine 1903 Jesús y la samaritana

9) La Pêche miraculeuse 1903 La pesca milagrosa

10) La Multiplication des pains 1903 La multiplicación de los panes

11) Jésus marchant sur les eaux 1903 Jesús caminando sobre el agua

12) La Transfiguration du Christ 1903 La transfiguración de Cristo

13) La Résurrection de Lazare 1902 La Resurrección de Lázaro

14) L'Entrée à Jérusalem 1902 La entrada en Jerusalén

15) Jésus chassant les vendeurs du temple 1902 Jesús expulsa a los vendedores del templo

16) La Cène 1902 La Última Cena

17) Jésus au jardin des oliviers 1902 Jesús en el Huerto

18) Le Baiser de Judas - L'Arrestation 1902 Traición - El Arresto

19) Jésus devant Pilate 1902  Jesús ante Pilato

20) La Flagellation 1902 La flagelación

21) Le Couronnement d'épines 1903 La Coronación de Espinas

22) Jésus est présenté au peuple 1903 Jesús es presentado al pueblo

23) Jésus succombe sous sa croix 1902 Jesús sucumbió a su cruz

24) Le Miracle de Sainte Véronique 1903 El milagro de Santa Verónica

25) Le Crucifiement 1902 La Crucifixión

26) La Mort du Christ 1902 La muerte de Cristo

27) La Descente de la Croix 1902 El Descendimiento de la Cruz

28) La Mise au tombeau 1902 El Entierro

29) La Résurrection 1902 La Resurrección

30) L'Ange et les Saintes femmes 1903 El Ángel y las Santas Mujeres

31) L'Ascension 1903 La Ascensión

32) Apothéose 1903 Apoteosis

 

No soy una persona religiosa, pero si reivindico la cultura judeo-cristiana, la que ha marcado nuestra sociedad occidental. Y este film es fruto de ello. Una obra que es un escalón más en la Historia del Séptimo Arte. Gloria Ucrania!!!

sábado, 8 de abril de 2023

 


Los Simpson: Quién disparó al Sr. Burns?


Este doble capítulo es una de las cumbres de la gran Himalaya que es la Homérica serie tv creada por Matt Groening para la Fox, Los Simpson. Ha sido el primer episodio de la popular (y con razón) dividido en dos partes, hasta el estreno del doble episodio de la vigesimoctava temporada, titulado The Great Phatsby. La primera parte es el vigésimo quinto y último episodio de la sexta temporada y fue emitido originalmente por la cadena FOX el 21 de mayo de 1995.​ La segunda parte es el primer episodio de la séptima temporada y fue estrenado casi cuatro meses después, el 17 de septiembre de 1995. Ambos episodios fueron escritos por Bill Oakley y Josh Weinstein (pareja que co escribió aparte de esta doble sesión otros 11 más episodios de la serie, entre ellos los sensacionales "The Simpsons' Halloween Special IV", "Grampa vs. Sexual Inadequacy" 7 “22 Short Films About Springfield”), la primera parte fue dirigida por Jeffrey Lynch (dirigió 12 episodios de la serie, aparte de ser director asistente de la trilogía de “Spiderman” de Sam Raimi)y la segunda por Wes Archer (26 episodios dirigió, uno de los creadores de la serie primigenia que nación en el “Tracy Ullman Show”, también responsable de dos capítulos de “Futurama”, la otra gran serie creada por Groening). El título y el concepto para ambos episodios fueron tomados de la serie Dallas, en el argumento de “Who shot J.R.?, J. R.” Ewing recibe un disparo en el final de la temporada. La identidad del agresor no se revela hasta la temporada siguiente, dejando a los espectadores preguntándose durante meses cuáles de los enemigos de Ewing eran los culpables. Es un thriller apoteósico en su dual desarrollo, en la primera parte se crea al desalmado villano en la figura ‘nosferatuiana’ del Sr. Burns, a medida que riega el metraje de gente que podría querer matarle por diferentes motivos, todo ello con un sentido del humor y de la imaginación brillantes en grado sumo, tiene gags absolutamente Everest, como ese en que Homer le manda una caja de bombones a su jefe para que se acuerde de su nombre, desopilante cómo evoluciona (Burns menciona un incidente anterior con cada miembro de la familia con de episodios anteriores: Bart fue heredero de Burns en "Burns' heir" o Maggie dándole a Burns su osito de peluche Bobo de "Rosebud, y Burns envía una tarjeta de agradecimiento diciendo que es para todos los miembros de Simpson, excepto Homer, este suelta una palabra de la que solo ooímo sel inicio con f… gritada por Homer, el sonido del órgano de la iglesia y los pájaros se alejan volando, y gente dándose la vuelta hacia el hogar Simpson en la calle, coronado con Flanders diciendo " querido Señor,  esa fue la blasfemia más fuerte que he escuchado".

 

Para en la segunda parte pasar a la investigación del disparo titular, jugando con la percepción del espectador, con giros ingeniosos, goteando de sospechosos el minutaje, y todo ello con un gran sentido de la mordacidad, ejemplo es el descacharrante gag de la máquina de la verdad a Moe, una akelarre de risas sobre risas sus respuestas y lo que la máquina responde. Todo con un ritmo trepidante, donde todo transcurre con fluidez narrativa

 

La primera parte contiene varias pistas sobre la identidad del culpable, ya que los encargados del guion querían que el público pudiese adivinar el resultado. En los meses que siguieron a la emisión de la primera parte, hubo un debate muy difundido entre los fanáticos de la serie sobre quién le había disparado al Sr. Burns y, durante el verano boreal de 1995, Fox llevó a cabo un concurso para resolver el misterio, siendo uno de los primeros concursos en unir elementos de la televisión e Internet.

 

En los episodios, la Escuela Primaria de Springfield encuentran petróleo, pero el Sr. Burns lo roba y al mismo tiempo arruina las vidas de varios ciudadanos de Springfield. La primera parte tiene un final cliffhanger, en el cual el Sr. Burns recibe un disparo de un desconocido. En la segunda parte, la policía de Springfield trata de hallar al culpable, siendo los principales sospechosos Waylon Smithers y Homer Simpson. El músico Tito Puente fue la estrella invitada en las dos partes, interpretándose a sí mismo.

 

Tenemos momentos tan sublimes como esa cocinera de la escuela que puede pedir lo que desee al director del colegio, y dice que los pinches se quejan de las ratas en la cocina, uno piensa que lo que pedirá es una fumigación, y lo que pide es que cambien a los pinches por otros; Tenemos al bedel del colegio Willie que en la misma situación pide un cubo de cristal para la fregona (¿?); Tenemos el formidable running gag del sr. Burns que no recuerda el nombre de Homer, y esto le va encolerizando poco a poco, en el ascensor lleva su nombre en una tarjeta cuando sube el Sr, Burns, este saluda a los varios allí montados, incluido uno que lleva un casco, excepto a Homer, está la mencionada carta de agradecimiento a los Simpson, todo tenido su zenit cuando Homer irrumpe en el despacho de su jefe y pinta su nombre en letras enormes en la pared con spray, entrando Burns que sigue sin saber quien es Homer, lo que hace que fuera de sí este lo ataque gritándole su nombre y jurando venganza, la coda de este es cuando Burns va a ser atacado por Bart y el villano enseña su pistola, y comenta que la lleva para protección personal desde que un desconocido le atacó en su oficina (¿?); Con ese espléndido ‘cliffhanger’, cuando el sr-.- Burns tambaleándose por un disparo termina cayendo sobre el reloj de sol del ayuntamiento con las manos del malo malísimo señalando al Oeste (W o M) y al Sur (S) y con el Dr. Hibbert interpelando al espectador (rompiendo la cuarta pared?) sobre la resolución del caso.

 

En la segunda parte: Comienza con una incisiva parodia de la serie de tv de los '60 "The Mod Squad";  gags tan fenomenales como ese Skinner poniéndose maquillaje de camuflaje militar, pero se ha equivocado y ha cogido el maquillaje de su madre; Esta el epopéyico interrogatorio a Willie, en una parodia abracadabrante del mítico interrogatorio a Sharon Stoine en “Instinto Básico”; Aunuqe para parodia de culto está la secuencia entre Wiggum y Lisa en la habitación del "otro lado" de "Twin Peaks", otra serie que también finalizó su 1.ª temporada con un "cliffhanger". Referencia a la interacción del agente especial Dale Cooper con el "Hombre de Otro Lugar". Mientras grababa las líneas de Lisa para el segmento, Yeardley Smith grabó la parte hacia atrás y esto fue revertido, resultando igual a Twin Peaks. Varias partes del segmento son referencias directas al sueño, incluyendo una sombra semoviente en la cortina, y el movimiento del cabello de Wiggum al despertar; Está el jocoso traslado de Homer en furgón policial, con parada en el Krusty Burger, en lo que será otra genial parodia cinéfila, la de la huida de Harrison Ford como Richard Kimble del tren; Todo para desembocar en un magnífico rush final, donde cual estilo Agatha Christie, se reunirán todos los sospechosos para que se rebele la verdad de lo sucedido, sorprendiendo.

 

Spoiler:

 

Final en la habitación del hospital donde está recluido Burns tras el disparo en estado comatoso: Homer irrumpe en la misma, allí Burns repite una y otra vez mientras lo zarandea, hasta que recupera ewl conocimiento y ya no sabe quién es Homer. Entonces Wiggun con casi todo el pueblo llega a la habitación. Burns revela lo que pasó la noche del ataque. Luego de irse del Ayuntamiento, había visto a Maggie con un dulce en el auto de los Simpson. Burns había decidido volver a intentar el robo de un caramelo a un bebé debido a que Smithers se lo había impedido la primera vez; pero la fuerza de Maggie había sido igual a la suya. Debido a su fragilidad, habían comenzado a pelearse por el dulce. Cuando finalmente había logrado obtenerlo, su pistola había resbalado de la pistolera y caído en las manos de Maggie, disparándose. La pistola y el caramelo habían caído bajo el asiento del auto. Homer, más tarde, había dejado sus huellas digitales en el arma mientras tanteaba con la mano por el suelo. Después de la explicación de Burns, Lisa explica que al llegar al reloj de sol se dio cuenta de que Burns, al caer, con su último aliento, coloca sus manos sobre la W y la S que, desde el punto de vista de Burns, eran M y S (las iniciales de Maggie Simpson), pero él la contradice diciendo que, en realidad, con su último aliento se había tragado todas sus joyas porque no confía en los paramédicos. Marge está alegre de que Burns esté sano, Homer exonerado y que todo haya vuelto a la normalidad, y que si Maggie pudiera hablar se disculparía, pero este exige que la bebé sea arrestada por el crimen, más nadie le hace caso: el jefe Wiggum dice que no pueden arrestar a un bebé, aunque sí podrían hacerlo, quizás, en Texas (punzante dardo contra las duras leyes del estado del sur USA). Marge añade que el disparo debió haber sido un accidente; sin embargo, el episodio termina mostrando a Maggie moviendo sospechosamente sus ojos.

 

La idea del episodio fue de Matt Groening, quien quería hacer una historia en la cual el Sr. Burns recibía un disparo, lo cual podría ser utilizado para acrecentar la publicidad.​ Los guionistas decidieron hacer el episodio en dos partes, con un misterio que podría utilizarse para un concurso.​ Fue importante para ellos diseñar un misterio que tuviese pistas, tomar ventajas de la tecnología de congelar los cuadros y estructurarlo alrededor de un personaje que pareciese el culpable obvio.​ Mientras decidían quién sería el culpable, Oakley y Weinstein eligieron a Barney Gumble porque era un personaje que podría ir a prisión y cambiar la dinámica de la serie.​ Mirkin sugirió a Maggie porque pensó que sería más divertido y porque quería que el agresor fuese un Simpson​ a lo cual Oakley y Weinstein se opusieron, pero se decidió finalmente que el episodio terminaría con Maggie moviendo sus ojos en forma sospechosa y haciendo notar que el tiro no había sido del todo un accidente.​

 

Tito Puente y su "latin jazz ensemble" aparecen en el episodio y cantan la canción "Señor Burns". Oakley y Weinstein no conocían a Puente, pero lo incluyeron en el episodio porque Matt Groening es fanático de su música. Pensaron que podría interpretar la canción, pero más tarde descubrieron que Puente era timbalero, no cantante.​ La letra fue interpretada por uno de los miembros de la banda de Puente.​ Su banda también tocaría su propia versión de la canción de Los Simpson durante los créditos finales.

 

Un número de pistas sutiles y otras contradictorias fueron incluidas en la primera parte para los espectadores que quisieran revelar el misterio: Casi todos los relojes que se muestran en el episodio marcan las tres o las nueve. El objetivo de los relojes era mostrar al espectador que debía ver al revés el reloj de sol al final del episodio; Durante la escena en que el Sr. Burns explica cómo piensa obstruir la luz del sol, Smithers menciona, además de las consecuencias que tendrá sobre las plantas y los animales, el efecto sobre la utilidad del reloj de sol del ayuntamiento; Una pista importante para descubrir la identidad del asaltante es cuando el Sr. Burns mira por el balcón y habla sobre robarle un caramelo a un bebé para finalmente, en los últimos momentos del capítulo, Burns se pregunte "Por qué tan sonriente?", haciendo referencia a la sonrisa de un niño en su expresión6; Cuando el Sr. Burns cae sobre el reloj de sol, señala una W y una S, aunque desde su punto de vista, la W parece una M; Varios de los sospechosos no tienen las letras S y W o M en sus iniciales y la intención fue que varios sospechosos "obvios" pudiesen ser descartados por las letras. Varios personajes ya tenían nombres con estas iniciales, pero algunos fueron creados específicamente para este episodio; Se revela que el nombre completo del director Skinner es "W. Seymour Skinner" en un diploma en su oficina; El Sr. Burns llama a Santa's Little Helper, la "Mascota Simpson" (en la versión original, "Simpson Mutt"); En la segunda parte, Lisa dice: "No creo que nadie en esta familia sea capaz de matar a nadie" y en el momento en que acaba la frase Maggie abre los ojos; La licencia de licores de Moe revela que su nombre completo es Moe Szyslak; La pistola del Abuelo es una Smith & Wesson; Poco antes de entrar a la oficina del Sr. Burns para pintar su nombre, Homer se detiene frente al pavimento que en el piso dice "IN ONLY" (solo entrada), pero su cabeza bloquea todas las letras excepto "NO" y puede verse una pequeña flecha señalándolo; Un televisor en la taberna de Moe muestra que Pardon My Zinger se emite todos los días de semana a las 3 p. m. por Comedy Central;​ Más tarde se revela que Burns había recibido el disparo a las 3 p. m.. En la reunión, Smithers dice que jamás se pierde el programa y luego es visto yéndose en la dirección opuesta por la que camina su jefe; Durante la escena en el Ayuntamiento, varios ciudadanos son vistos portando armas: Skinner tiene una pistola con silenciador, Barney tiene un revólver pequeño y Smithers una pistola regular; Justo antes de salir del Ayuntamiento, el Sr. Burns pregunta de manera desafiante quién de los ciudadanos osará detenerlo. Mientras enfocan a los ciudadanos, se puede observar que Maggie es la única que no desvía la mirada; Mientras Burns cae en el reloj de sol, se ve que el arma que tenía ya no está en su pistolera;

 

Aunque se sospeche de todo el pueblo, hay personas que claramente no lo hicieron, que son las siguientes: Carl y Otto están en el ayuntamiento diciendo que es raro que Smithers haya dejado olvidada su chaqueta y que Skinner haya dejado a su madre. Por lo mismo, la señora Skinner está descartada; Marge Simpson es inocente, ya que es testigo del momento posterior al ataque; Jimbo es inocente porque estaba a la vista de Marge a la hora del crimen además de burlarse de Burns herido.

 

Finales alternativos: Debido al gran interés suscitado por el final del episodio, David Mirkin escribió varios "finales terribles" y, junto a Harry Shearer, grabó varios finales alternativos.​ Su intención original era engañar a los productores y también llevar los finales a diferentes medios, pero para su sorpresa el plan no tuvo éxito.6​ Fueron animados varios finales que mostraban a distintos personajes disparándole al Sr. Burns8​ y fueron emitidos durante el especial The Simpsons 138th Episode Spectacular. Las escenas mostraban a Apu, Moe, Barney, Tito, e incluso a Santa's Little Helper como los culpables. También se creó un final en el cual Smithers le había disparado a Burns, explicándolo junto a la cama en el hospital: al caer en el reloj de sol, el Sr. Burns había escrito "W" y "S" en la brújula, las iniciales de Waylon; su jefe luego decide recortar su salario en un 5% por haber intentado matarlo. Sin embargo, el equipo de trabajo para el episodio revela que dicha conclusión fue descartada porque ignoraría el ADN Simpson y porque Smithers declararía que esa noche tiroteo a Burns justo antes de atacar a Jasper, pero a la hora del atentado Smithers ya no estaba; además, en la escena de Smithers hiriendo a Burns, él se muestra con un aspecto sobrio, cuando en realidad estaba ebrio.

 

En los meses posteriores a la emisión de la primera parte, hubo un debate muy difundido entre los fanáticos de la serie tratando de adivinar quién le había disparado al Sr. Burns. Fox creó un concurso para resolver el misterio, en el cual las personas que llamasen al 1-800-COLLECT deberían cumplir los requisitos y luego descifrar quién era el culpable.15​ Tuvo vigencia desde el 13 de agosto al 10 de septiembre y fue uno de los primeros concursos en estar relacionados con la televisión y con Internet.16​ Fox creó un nuevo sitio web, www.springfield.com, dedicado al misterio, el cual tuvo más de 500.000 visitas durante el verano boreal de 1995.15​ El ganador sería incluido en un episodio de la serie. Nadie, sin embargo, obtuvo el premio, ya que nadie acertó con la respuesta correcta de manera oficial. Debido a las normas del concurso, sería seleccionado un ganador entre una muestra al azar de entradas pero la muestra no contuvo ninguna respuesta correcta, por lo que el ganador elegido solo recibió un premio en efectivo en lugar de ser animado. El concurso se "presentó" al final de la primera parte, cuando el Dr. Hibbert dice, «Yo no puedo solucionar este misterio... ¿y usted?».

 

Los más buscados de Springfield (Springfield's Most Wanted en el original) fue un especial de TV conducido por John Walsh, el anfitrión de America's Most Wanted. El especial fue emitido el 17 de septiembre de 1995, antes del primer episodio de la séptima temporada de Los Simpson. El programa, una parodia de la serie de Walsh, fue diseñado para ayudar a la gente a descubrir quién le había disparado al Sr. Burns, mostrando las pistas potenciales e identificando a los posibles sospechosos. Contuvo opiniones del antiguo jefe de policía de Los Ángeles Daryl Gates y predicciones de Dennis Franz, Courtney Thorne-Smith, Kevin Nealon, Chris Elliott, y Andrew Shue. Fue dirigido por Bill Brown y escrito por Jack Parmeter y Bob Bain.

 

Cuando el Sr. Burns habla sobre el paquete al principio del episodio, declara que "absolutamente, positivamente" tiene que llegar a Pasadena, California al día siguiente, una referencia a uno de los primeros eslóganes de FedEx; La canción que el Sr. Burns le canta a un poste de luz es igual al tema de Simon & Garfunkel "The 59th Street Bridge Song (Feelin' Groovy)"; La música que cierra el primer episodio (la cual suena durante los créditos) es una parodia del Drummers' Salute de John Williams, el cual es parte de la banda sonora que compuso para la película de Oliver Stone JFK; El inicio de la segunda parte, cuando Smithers sueña que él le había disparado al Sr. Burns, es una referencia del episodio Blast From The Past de Dallas, en el cual los eventos de la octava temporada completa se explican como un mero sueño de uno de los personajes; Al ser entrevistado por Kent Brockman al salir de la comisaría, Smithers menciona que se siente tan bajo como Madonna después de grabar. Esto, en referencia a la reacción generalizada hacia su canción "Erotica", lanzada pocos años antes de este episodio doble; El club nocturno se llama Chez Guevara, una referencia al revolucionario comunista argentino Che Guevara; El escape de Homer de la patrulla volcada es un homenaje a la película de 1993 The Fugitive.

 

La música del final del episodio es una parodia de la compuesta por John Williams para JFK.

 

Everest catódico. Gloria Ucrania!!!

viernes, 7 de abril de 2023



EL GRAN COMBATE.

Fallida, aunque loable en su premisa de reivindicación y ensalzamiento de la dignidad de los pueblos nativos de Norteamérica, que sirve como (pequeñita) forma de expiación del cine hollywoodiense del maltrato que se la ha dado en tantos films del oeste como seres salvajes cuasi zombis en su maldad plana, cuando en realidad fueron expulsados de sus tierras y se les asfixió acabando con su modo de sustento que eran la caza de búfalos que cazadores a sueldo del gobierno USA exterminó como forma de acabar con ellos. En su último western y su penúltimo film, el director John Ford quiso ‘pedir perdón’ por la forma en que muchas de sus películas habían retratado a los indios, contando en este caso un evento real, el éxodo de Cheyenne del Norte de 1878-1879, con muchas libertades, unos 300 indios Cheyenne, hombres, mujeres, niños, bebés pequeños, todos debilitados por enfermedades y mala alimentación, partieron para escapar de la reserva árida donde ellos habían recluido por el ‘pecado’ de ser cheyenes, para volver a sus tierras natales a través de 1.500 millas de territorio hostil prohibido; y de alguna manera, hambrientos, traicionados, perseguidos por tropas todo el camino, forzados a cruzar el país, y con un terrible clima invernal, recorrieron 1,200 millas de camino al hogar del que habían sido desterrados.

 

Un éxodo de resonancias bíblicas hacia la Tierra Prometida, que el maestro de “El Hombre Tranquilo” retrata con su pulso poético-visual, con hermosas panorámicas de los nativos en travesía, siendo fotografiada en Super Panavision 70 por William Clothier (El hombre que mató a Liberty Valance”), cuyo trabajo fue nominado al Oscar, con momentos emocionantes, lanzando reflexiones sangrantes sobre como trataron los norteamericanos a los nativos. Pero desgraciadamente todo es un intento errado, pues su guión resulta torpe, arrítmico, con personajes cartón piedra, donde se pretende dar alma al sufrimiento de los indígenas, pero paradójicamente no se nos muestra con carácter propio, son una masa uniforme, donde solo se sale del redil un cheyene joven como ejemplo del ímpetu guerrero, pero esto de forma plana. Con un desarrollo cuasi documental, con constante voz en off para hilar los saltos temporales y los acontecimientos, con un nutrido elenco actoral de campanillas con Richard Widmark, Carroll Baker, James Stewart, Karl Malden, Arthur Kennedy, John Carradine, o Edward G. Robinson, que solo están ahí sin ofrecer algo más que el aprobadillo, siendo sangrante, para un tributo a los indios norteamericanos que los roles protagónicos de estos sean encarnados por ninguno de ellos, Ricardo Montalbán, Gilbert Roland, o Sal Mineo, y no me vale que el resto de figurantes lo sean, si quieres humanizar a los indios no pueden encarnarlos gentes de otra raza, es un insulto a la inteligencia y saboteas tus propias intenciones. Es aquello de ‘yo no soy racista, tengo un amigo indio’, pero luego no le doy dignidad dándole papel de cabecera (puaj!). Súmese a todo lo malo un metraje desproporcionado para lo poco que cuenta de 160 minutos, todo esto provoca tramos de tedio, de densidad que la hacen muy irregular.

 

Escena inicial narrada por Richard Widmark: "El comienzo de un día. 7 de septiembre de 1878. Amaneció como cualquier otro día en la reserva de Cheyenne... en esa vasta tierra árida en el suroeste de Estados Unidos... que entonces se llamaba Territorio Indio. Pero este no fue solo otro día para Cheyenne. Lejos de su patria... tan fuera de lugar en este desierto como águilas en una jaula... sus tres grandes jefes rezaron sobre el bulto sagrado... que al fin, las promesas que les hizo... cuando el hombre blanco los envió aquí hace más de un año... hoy sería un honor. Las promesas que los habían llevado a renunciar a su propia forma de vida... en su propio país verde y fértil, 1500 millas al norte".

 

En 1878, jefes Little Wolf y Dull Knife (Gilbert Roland), tras las promesas incumplidas, la desidia ante sus respetables demandas, "Hasta un perro puede ir a donde quiera pero un cheyene no" comenta su líder. Guiaron a más de trescientos indios cheyene hambrientos y cansados ​​desde su reserva en el territorio de Oklahoma hasta su antiguo hogar tradicional en Wyoming. El gobierno de los EE. UU. ve esto como un acto de rebelión, y el simpatizante Capitán Thomas Archer (Richard Widmark) del Ejército de los EE.UU. se ve obligado a liderar sus tropas en un intento de detener a la tribu. Mientras la prensa tergiversa los motivos y objetivos de los nativos para su viaje como maliciosos, el Secretario del Interior de los Estados Unidos, Carl Schurz (Esward G. Robinson), intenta evitar que estalle la violencia entre el Ejército y los nativos. También aparecen James Stewart como el mariscal Wyatt Earp, Dolores del Río como una mujer española y Carroll Baker como una cuáquera maestra de escuela cuáquera pacifista que acompaña a los cheyenes cuidando de los pequeños indígenas nativos (como ejemplo de gente caucásica de buen corazón) y el interés (innecesario y que nada aporta, pues despista sobre sí quiere la paz con los indios por buena persona, o por salvar a su amada) amoroso de Archer.

 

Ah, y para colmo tenemos en medio del minutaje el inserto grimante de una sub trama cómica sonrojante en Dodge City, que empieza con el asesinato a sangre fría de unos cheyenes por parte de unos cuatreros y deriva en una secuencia de comedia bufa con los legendarios Wyatt Earp encarnado por un gracioso James Stewart, y el dentista fiel amigo de este Doc Holiday, al que da vida un flemático Arthur Kennedy, además del comandante Jeff Blair embestido por el gran John Carradine como un guiñolesco tahúr. Gran parte del gag (no se puede llamar de otra forma) se produce durante una partida de póker en el clásico saloon, donde el mítico Marshall tiene una posible mano ganadora, a ella llegan un vaquero (Ken Curtis) a denunciar la llegada a los alrededores de ‘salvajes’ cheyenes en travesía, Earp no lo toma muy en serio y sigue la partida, todo acaba en un duelo de tiros, y con el vaquero agujereado su pie. Esto deriva en una intervención ‘quirúrgica’ del comisario Earp, que sabiamente proporciona anestesia de última generación a base de maza. Todo esto tiene su clímax en una alocada marcha estrafalaria/carnavalesca por el desierto en busca de los cheyenes, que tiene su corona con el ‘rescate’ de Earp, que viaja con Holiday en un carro, de una prostituta que antes decía en el saloon desconocer, pero en el carro, y en paños menores dice recordar (menudo chiste picante que superó la censura). Todo esto, que es en realidad muy divertido, no pega para nada en la solemnidad que requiere la historia, es como si en medio de la ‘melgibsoniana’ “Pasión de Cristo” meten en medio el gag de ‘que han hecho por nosotros los romanos’ de la ‘montypythoniana’ “La vida de Brian”. Grimante, te descoloca, y pierdes la pretendida emoción que necesita la cinta, si alguna comunión ansiaba Ford para su película, se pega un tiro en el pie (nunca mejor dicho) con este inserto. Al parecer los productores querían un clásico ‘Intermedio’ de los films épicos en su metraje desmesurado, con unos minutos de música para dar tiempo a la gente a ir al baño, pero Ford impuso esta sub historia, y solo demuestra que John Ford no era perfecto, tuvo sus fallos. De hecho, hay algunas versiones en que esta parte ha sido eliminada.

 

Tiene buenos elementos salpicados por el excesivo desarrollo, como es el amago de batalla con los cheyenes en medio del desierto cavando sus trincheras y atacando a los soldados, pero esto es un coitus interruptus, se da un esbozo de lo que podría haber sido y se corta; tenemos a un personaje que puede representar el odio a los nativos en el teniente Scott (Patrick Wayne, hijo del Icónico John Wayne), y sufre una conversión, pues esta ‘epifanía’ me resulta impostada y chusca; Está reflejada la forma en que los medios de comunicación, o sea, periódicos que daban una visión de hordas de zombis a los cheyenes, exagerando o directamente mintiendo sobre la travesía, pero esto que esperaba fuera a algún lado se deja cual apunte a pie de página; Tenemos el desgarrador tramo en que Capitán Wessels (Malden) descubre el panorama de reguero de cadáveres que ha dejado su rigidez y tozudez de miras, gran expresividad de Karl Malden, te cala. Por cierto, tenemos que tragarnos que encierran a los cheyenes (por el gran delito de ser cheyene!) y no les registran, luego sacan un arsenal de rifles (puaj!); Tenemos un buen diálogo entre el sargento (buen Mike Mazurki) y el capitán:

Sgto.: -Soy polaco. Sabe qué hay en Polonia, además de polacos?

Capitán: -Qué más hay?

Sgto.: -Hay Cosacos. Y sabe lo que es un cosaco?

Capitán: -Qué?

Sgto.: -Un cosaco es un hombre a caballo con un gorro de piel en la cabeza y un sable en la mano que mata a los polacos sólo por ser polacos, igual que nosotros matamos a los indios por ser indios.”

 

Pero todo esto bueno son oasis en medio de un desierto de más de dos horas y media (el film más largo de John Ford), no compensa, y para colmo su rush final me ha resultado poco satisfactorio (siendo benévolo). Lo de esa reunión en la Cueva de la Victoria entre el Secretario de Estado de Interior Schurz y el Capitán Archer con los líderes cheyenes me resulta forzado y poco verosímil (además de colocarnos unas retroproyecciones fachosas), con ese toque final de aplastamiento para la cultura cheyene como es en vez de la pipa de la paz fumémonos un puro uy a tomar por saco vuestras tradiciones. Y ya para rizar el rizo tenemos el innecesario epílogo en que Dull Knife asesina a Red Shirt, exponiendo el salvajismo nativo, de verdad era necesario este broche final?

 

Añádase que la localizaciones son erróneas, los cheyenes, estaban confinados en Oklahoma y no debían atravesar Monumental Valley (Utah) para regresar a sus tierras. Pero, Monumental Valley era la niña de los ojos de Ford y debía rodar allí aunque fuera en contra de la Historia.

 

‘Según lo que leí en Wiki, la película es mucho más precisa, históricamente, que la mayoría de estas cosas. Lo principal que parecen haber omitido fue que, durante la larga marcha hacia el norte, los cheyenes mataron y violaron a un buen número de colonos blancos. Robaron mucho ganado.’

 

John Ford siempre quiso hacer una película sobre el éxodo de Cheyenne. Ya en 1957, escribió un tratado con su hijo Patrick Ford, imaginando un drama a pequeña escala con actores indios no profesionales. Los primeros borradores del guión se inspiraron en la novela de Howard Fast La última frontera . Sin embargo, la película finalmente tomó su trama y título de Cheyenne Autumn de Mari Sandoz, que Ford prefirió debido a su enfoque en el Cheyenne. Los elementos de la novela de Fast permanecen en la película terminada, a saber, el personaje del Capitán Archer (llamado Murray en el libro), la representación del secretario Carl Schurz y las escenas de Dodge City, Kansas. Abandonando a regañadientes la idea del docudrama, Ford quería que Anthony Quinn y Richard Boone interpretaran a Dull Knife y Little Wolf como actores conocidos con cierta ascendencia india. También sugirió al actor negro Woody Strode para un papel. El estudio insistió en que Ford contratara a Ricardo Montalbán y Gilbert Roland.

 

La versión original fue de 158 minutos, Warner Bros decidió editar la secuencia de "Dodge City" fuera de la película, reduciendo el tiempo de ejecución a 145 minutos, aunque se mostró en los cines durante el estreno inicial de la película.

 

Gran parte de la película se rodó en Monument Valley Tribal Park en la frontera entre Arizona y Utah, donde Ford había filmado escenas de muchas de sus películas anteriores, especialmente Stagecoach y The Searchers. Partes de la película también se rodaron en el río San Juan en Mexican Hat, Professor Valley, Castle Valley, el río Colorado, Fisher Canyon y Arches en Utah. Aunque los principales líderes tribales fueron interpretados por Ricardo Montalbán y Gilbert Roland (además de Dolores del Río y Sal Mineo en papeles principales), Ford volvió a utilizar a numerosos miembros de la tribu Navajo en esta producción.

 

Ford utilizó a los navajos para retratar a los cheyene. El diálogo que se supone que es en el "idioma Cheyenne" es en realidad navajo. Esto supuso poca diferencia para el público blanco, pero para las comunidades navajo la película se hizo muy popular porque los actores navajos usaban abiertamente un lenguaje obsceno y crudo que no tenía nada que ver con la película. Por ejemplo, durante la escena donde se firma el tratado, el discurso solemne del jefe solo se burla del tamaño del pene del coronel. Algunos académicos ahora consideran que este es un momento importante en el desarrollo de la identidad de los nativos americanos porque pueden burlarse de la interpretación histórica de Hollywood del oeste americano.

 

Film reivindicable en las intenciones, pero que resulta poco inspirado (siendo benévolo). Gloria Ucrania!!!

 

Asalto a la comisaría del distrito 13.(1976)

Sobrevalorado thriller, al que no se porque se le buscan tres pies al gato, cual exégetas de la Biblia muchos críticos quieren buscar significados ocultos tras un film de lo más simplista, a nivel técnico es de una tosquedad enternecedora, penosamente editado (se nota que la calle y el interior de la comisaria no están en el mismo lugar, de hecho nunca hay tomas que sitúen las dos zonas juntas), rudimentariamente filmado, con iluminación rústica, con personajes de cartón piedra, y donde la idea es un refrito de una tienda que hay tras la ‘Low Cost’ que pone ‘aumentamos el ‘Low Cost’, de films como el western hawksiano “Rio Bravo” mezclado con “La Noche de los Muertos Vivientes” de George A. Romero, pero a unos niveles muy rudimentarios. Es el segundo largometraje (tras “Dark Star”) del que siempre fue una eterna promesa del cine (para mí su pico fue en 1982 con la espléndida “La Cosa”), pero que nunca terminó de consolidarse, gran discípulo del Rey de la serie b Roger Corman, del que posiblemente el neoyorkino aprendió a aprovechar presupuestos parcos, para crear productos de entretenimiento pasajero, para el cineasta ha basado casi toda su extensa filmografía en la misma idea, la de un peligro que acosa a unos protagonistas recluidos en un escaso escenario del que no pueden huir, y esto Carpenter lo ha explotado una y otra vez, aquí ha recluido a unos pocos personajes en una comisaria fantasma asediados por hordas de pandilleros que actúan como zombis.

 

Carpenter a sus 28 años cual hombre orquesta dirige, escribe, edita y hasta musicaliza, la estrella Blaxploitation Austin Stoker interpreta a un oficial de policía que defiende una comisaría desmantelada contra una banda criminal implacable, junto con Darwin Joston como asesino convicto que lo ayuda, encarnando este a otro de los mantras del director, el anti héroe criminal que ayuda a los ‘buenos’. Laurie Zimmer dando vida al típico personaje hawksiano de mujer dura y bsegura de sí misma, también están Tony Burton, Martin West y Nancy Kyes como otros defensores del recinto. El productor J. Stein Kaplan se acercó a Carpenter para hacer una película de explotación de bajo presupuesto por menos de $ 100,000, con la condición de que Carpenter tuviera el control creativo total. El guión de Carpenter, originalmente titulado The Anderson Alamo, se inspiró en la película occidental de Howard Hawks Rio Bravo y en la película de terror de George A. Romero Night of the Living Dead. A pesar de la controversia con la MPAA sobre una escena que involucra el asesinato violento de una niña, la película recibió una calificación R.

 

Aquí los villanos son representados como una masa pétrea de amalgama de todas las etnias posibles, tenemos a un afroamericano es Pantera Negra, el latino es un remedo del Che, el asiático parece un vestigio del Viet Cong, mientras el blanco es un rubio ario, ósea, los peores miedos de la sociedad USA en los 70. La banda de infinitos secuaces se mueven como atenticos horcos, solo para el mal, son el mal y punto, aquí no busques sub textos raciales, pues huye de ello Carpenter al hacer el mejunje, no tiene diálogos (solo hay una frase en el pacto de sangre, ‘Por los seis!’), no tiene ideología, no son materialistas, pues no los vemos pretender dinero alguno, solo matan y punto, ese cual vampiros, zombis, tiburones, hombres lobo es su meta. Y frente a ellos un exiguo grupo de seres atrapados en una comisaría a punto de ser desmantelada, allí sufren en realidad dos ataques y no es que duren demasiado uno y otro, no hay imaginación alguna en estos, desarrollados de modo arcaico, repitiéndose una y otra vez entran por una ventana y les disparan, entran por una puerta y les disparan, y vuelta a repetirse, no hay dilemas morales, no hay dudas en lo que hacer, hay muchos muertos, pero esto nunca afecta a nadie. En los remansos de paz no hay desarrollo alguno de los personajes, que se desenvuelven en medio de diálogos forzados, con un humor de tipos duros nihilistas (idiotesco el momento que juegan como niños a las ‘papas’). De lo mejor es cuando aparece el palabro ‘Cholo’, en la jerga es una ataque sin cuartel, a degüello, sin esperar hacer prisioneros, solo con el objetivo final en mente.

 

El suspense es sustentado realmente por lo mejor de la cinta, que es la música, que eleva artificialmente lo que en realidad es muy plano en su modo de evolucionar. Es una película que carece de giros que te empujen, todo muy liso, personajes clichés de tipos duros, enfrentados a malos sin alma, no sabiendo/no queriendo hacer algo tan bueno para el cine de acción como es poner a un villano caracterizado que de vigor a la eterna batalla Bien vs Mal. Llegamos al final, un supuesto clímax que te deja (me deja) frío, amén de lo chusco que de pronto los malos con armas ya no las tengan contra los buenos frente al cartelón de escudo (ridículo).

 

Pretende Carpenter acercarse a tener una atmósfera de terror, ello mediante recursos muy ajados. Tiene el ‘ingenio’ de cada cierto tiempo colocar sobreimpresionada la hora que es, a modo de dar estilo doc a la película (¿?). Teniendo la cinta una primera parte en que compone con tensión el escenario central en que nos abocaremos en la comisaria (no por casualidad llamada del Distrito 13), con ese arranque de tensión entre la policía y una banda de inverosímil de los Street Thunder coctel interracial, un burdo tiroteo con varios muertos, nos hacen saber que han desaparecido armas automáticas policiales (que no veremos en el rush final?), donde los líderes sellaran con su sangre, cual vampiros, solo les falta beber el potaje de hemoglobina. Y tras ello el desenfreno psicópata con ese rubio que ataca a un heladero (Peter Bruni) en su furgo, y luego a una niña (Kim Richards), en lo que es probablemente la imagen más famosa del film, cuando el ‘angelito rubiales’ dispara a bocajarro a la infante (por cierto, que zafiedad de efectos visuales, cuando se ve que le es lanzado un pegote de kétchup sobre su vestidito, no hay herida, que estúpido, en realidad como son todas las muertes de esta cinta): entre medias asistimos a como un teniente policial, teniente Bishop (Austin Stoker), es asignado a supervisar el traslado final de una comisaría. Allí llega un furgón de traslado de presos (3 que llevan al corredor de la muerte) con una emergencia, ello con el carismático y cínico Napoleon Wilson (Darwin Joston). Para en la catarsis el padre vengador de la niñita asesinada llegar a esconderse a la comisaría huyendo de los Street Thunder y comienza la Batalla.

 

Tiene tramos de tensión, como cuando uno de los protagonistas intenta llegar a un coche del parking a escondidas para ir a pedir ayuda, y penosamente en la noche tenemos que creernos que desde cientos de metros y de noche en el interior de la comisaria observan todo (venga ya!). Se deja caer que podría haber un conflicto en la comisaria por si deben entregar o no al objetivo de los Street Thunder, pero esto es algo que apenas se aborda, nunca pasa del comentario a pie de página. Tenemos tras el primer asedio violento una pausa que no se sabe porque dura tanto. Hay una caja con armas cerrada con un candado antiguo que se podría abrir de una patada y que sin embargo nos tenemos que creer es inexpugnable. Los Malos malísimos lo son, sí, pero son muy limpios, pues recogen a sus cadáveres (aquí no hay heridos, todo es ¡binario, o estas sano total o estas en el otro barrio), y lo hacen de forma sobrenatural, sin que nadie los vea. Como nadie es capaz de dar la alarma en los alrededores por el tiroteo.

 

Carpenter quiere dar hondura a su cinta con la relación entre el teniente de policía Bishop y el criminal Wilson (no se sabe porque, como no sabremos el porque de su apodo de Napoleon), pero esta me resulta bastante metida con calzador, no hay elementos dramáticos que nos los hagan cercanos, no se abren mínimamente el corazón uno a otro, no se salvan la vida mutuamente, como no hay comentario alguno dramático a que el viaje de Napoleon Wilson es a ser ejecutado, con el jugo que podría haber dado esto.

 

Carpenter si tiene un gran acierto en la creación e la música para el film, melodías de sintetizador ominosas que se engarzan con la tensión de las escenas de forma estupenda, potenciando sensaciones que en realidad no son visualmente para ello. Banda sonora escrita en tres días por John Carpenter e interpretada por Carpenter y Tommy Lee Wallace.  Carpenter, asistido por Dan Wyman, tenía varios bancos de sintetizadores que tendrían que reiniciarse cada uno cuando se tuviera que crear otro sonido, lo que tomaba una gran cantidad de tiempo. "Cuando hice mis temas originales para [Assault]... se hizo con tecnología muy antigua", respondió Carpenter. "Fue muy difícil obtener los sonidos y tomó mucho tiempo obtener algo simple". El tema del título principal, parcialmente inspirado tanto en la partitura de Lalo Schifrin para Harry el Sucio como en "Immigrant Song" de Led Zeppelin, está compuesto por un riff de sintetizador pop con una caja de ritmos debajo que "construye solo en textura, pero no temáticamente", según David Burnand y Miguel Mera. Una nota de sintetizador alta y sostenida, sin otros cambios excepto las modulaciones de frecuencia internas, se convierte en el motivo musical de los pandilleros y vuelve a ocurrir durante ciertos actos violentos en la película. En la película, los sintetizadores y las cajas de ritmos representan la ciudad y la pandilla. Carpenter también usa un tema lastimero de piano eléctrico cuando el teniente Bishop ingresa por primera vez al recinto abandonado. Vuelve a aparecer en la película durante los momentos de tranquilidad del asedio, convirtiéndose en efecto en una articulación musical del ritmo del propio asedio. Se escucha a Bishop silbar la melodía de este tema en particular al principio y al final de la película, haciendo del tema del piano eléctrico "una realización no diegética de una fuente diegética".

 

Carpenter montó la película usando el seudónimo de John T. Chance, el nombre del personaje de John Wayne en Rio Bravo; su frecuente colaboradora Debra Hill se desempeñó como asistente de edición.   Según Carpenter, el proceso de edición fue básico.

 

Carpenter esperaba hacer un western al estilo de Howard Hawks como El Dorado o Rio Lobo, pero cuando el presupuesto de $100,000 lo prohibió, Carpenter transformó el escenario básico de Rio Bravo en un escenario moderno. Carpenter empleó el seudónimo " John T. Chance " para su versión original del guión, titulada The Anderson Alamo, pero usó su propio nombre para los créditos de escritura de la película completa.  El guión se escribió en ocho días. Carpenter bromeó: "El guión salió rápido, algunos dirían que demasiado rápido".[9]

 

El guión de Carpenter hace muchas alusiones a la historia del cine e inspiraciones para esta película. Tiene muchas referencias a las películas de Howard Hawks. Por ejemplo, el personaje de Leigh, interpretado por Laurie Zimmer, era una referencia a la escritora de Rio Bravo, Leigh Brackett. El chiste recurrente de que Napoleón Wilson preguntara constantemente: "Tienes un cigarrillo?", se inspiró en los chistes sobre cigarrillos que se usan en muchos de los westerns de Hawks. También, se hacen referencias sutiles a los directores Sergio Leone y Alfred Hitchcock. Los títulos de día y hora se usaron para hacer que la película se sintiera más como un documental.

 

Assault comenzó en noviembre de 1975 y se filmó en solo 20 días, incluido el Día de Acción de Gracias, con un presupuesto de $ 100,000. La película se rodó en Panavision de 35 mm con una relación de aspecto anamórfica de 2,39:1 en película Metrocolor, y fue la primera experiencia de Carpenter con Panavision. cámaras y lentes. Carpenter se ha referido a esta película como la más divertida que jamás haya dirigido.

Los interiores de la comisaría se rodaron en el ahora desaparecido plató de Producers Studios, mientras las tomas exteriores y las celdas de la cárcel fueron de la antigua comisaría de Venecia. El autobús que viajaba a Sonora fue filmado en una sección cerrada del sistema de autopistas de Los Ángeles, con el elenco y el equipo almorzando en la autopista. La filosofía de Carpenter para hacer Asalto, que él cree que se puede aplicar a cualquier película de bajo presupuesto, era filmar la menor cantidad de material posible y extender las escenas todo lo que pudiera.

 

La primera escena, en la que varios pandilleros de Street Thunder son asesinados a tiros por policías, fue filmada en la USC. Los pandilleros fueron interpretados por estudiantes de la USC, quienes, según Carpenter, se divirtieron mucho encontrando formas de morir mientras se derramaban sangre sobre sí mismos.

 

En 2005 se estrenó una nueva versión, dirigida por Jean-François Richet y protagonizada por Ethan Hawke y Laurence Fishburne.

 

Película que no pasa el filtro de thriller acartonado y ensalzado de forma increíble. Gloria Ucrania!!!