domingo, 19 de junio de 2022

 


DRAGON RAPIDE. Juan Diego D.E.P. (28 de abril de 2022)

  

Con motivo de la reciente muerte del gran actor sevillano Juan Diego (28 de abril de 2022) me he visto este film dirigido y escrito por Jaime Camino, uno de los pocos que protagonizó este maravilloso intérprete. Me he encontrado una obra irregular en la recreación cuasi-documental de las dos semanas anteriores (el 4 y el 19 de Julio de 1936) al levantamiento militar contra la República de España en 1936. Fue un encargo de TVE en el 50 aniversario de la sublevación militar, y se nota y mucho que en el poder estaba el socialista Felipe González, y esto hace que la subvención desplace cualquier posibilidad de imparcialidad a unos hechos tan grises, pues en la vida nada es blanco y negro, y estos eventos aún más. Es una obra cuidada visualmente, con buena ambientación, con dramática cinematografía de Juan Amorós (“Esquilache” o “Los jinetes del alba”), jugando con la semioscuridad para dar trasfondo ácido, donde nunca vemos el sol brillar, con tonos macilentos, tenemos a unos muy buenos actores como esa pseudo-Lady Macbeth Vicky peña dando vida a la esposa del futuro caudillo, tenemos a un siempre racial Santiago Ramos como intermediario del Dragon Rapide, tenemos a un formidable Rafael Alonso como el (tendencioso) epítome de los medios de comunicación, y por supuesto al gran Juan Diego dando vida a Franco, metamorfoseándose en él increíblemente, sus gestos, mirada, pose, amaneramiento, su modo peculiar de hablar, lástima que por mor de lo panfletario se le haga caer en varios momentos grotescos y caricaturescos (lo del sastre preguntándole hacia donde carga; como se afeita el bigotito; o como lo lleva un soldado sobre los hombros en una playa para no mojarse [esto ya es pasarse en lo ridículo]). No es de extrañar que para el asesoramiento historiográfico tuviera a dos militantes socialistas como Román Gubern y al hispanista irlandés Ian Gibson, para que no haya dudas de la ‘objetividad’ (puaj!).

 

El origen del título de la película es el avión británico, ‘De Haviland’, que Franco viajó desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Tetuán, en el Protectorado español de Marruecos, para convertirse él mismo en líder de la sublevación del 18 de julio de 1936. El general Franco está en Canarias y pide alquilar un Dragon Rapide en Londres para que le ayude a estacionarse en África. Siendo financiado por el magnate banquero Juan March (Pedro Del Rio), luego Luis Botín (Santiago Ramos) contrata un avión para ir a cazar leones en las montañas del Atlas cuando realmente su objetivo es transportar a Franco (Juán Diego, casado con Carmen Polo: Vicky Peña ) hacia Tetuán y encabezar el inminente levantamiento militar . Para ello cuenta con el apoyo de un nutrido grupo de soldados del Ejército Español de África.

 

Tenemos un buen lienzo de como el alzamiento se dio en comunión desde varios lugares de España, tenemos las dudas de Franco, tenemos como este es un cuasi-convidado de piedra en la preparación, físicamente arrinconado (por el gobierno y su temor a su poder) en una esquinita del mapa de España en Canarias. Pero todo lo bueno es saboteado, no sé si por pereza, por mediocres o por sectarismo. Pues vemos que va a haber un levantamiento militar y realmente no sabemos porque, parece sea pro combustión espontánea, no se habla prácticamente del clima pre-guerra civilesco reinante en el país, en la revolución comunista que carcomía España con apoyo del gobierno, no se habla de que Franco era un héroe popular por haber sofocado los levantamientos comuneros en Asturias, no se habla de que en Cataluña hubo un intento de independencia sofocado por las armas, no se habla de la quema de iglesias, de la toma de fincas por el populacho, no se habla de que la izquierda en las recientes elecciones no aceptó el resultado de las mismas. Y no digo yo que Franco tuviera razón, es que esto no es una historia de buenos y malos, aquí nadie era un santo. Al final Franco acabo siendo apoyado por Hitler y los republicanos pro Stalin, eso lo dice todo, los dos más sanguinarios genocidas del SXX ensayando sus armas de guerra para la que se venía encima en Europa (por cierto, Stalin y Hitler fueron aliados del 38 al 41). Las dos partes en su radicalismos acabaron devorando la Vaquilla (guiño a Berlanga) que era España.

 

El título del film es el del hidroavión De Havilland que transportaría al general insurgente desde Canarias a Marruecos en el acto decisivo e irreversible que daría pie a la rebelión militar. Franco es el eje de una narración subrayada cronológica y geográficamente que recorre cada uno de los diversos escenarios históricos: desde Londres donde el corresponsal de ABC Luis Bolin (Santiago Ramos) contrataría el avión hasta Casablanca, trama sobre la que giran elementos económicos de financiación a cargo del banquero Juan March (Pedro del Rio), pactos políticos como el del general Mola con los Carlistas, hasta la sublevación de Canarias.

 

La película para dar un sentido del mosaico de España incrusta dos sub tramas ficticias. Una es la referente a un periódico de izquierdas con un combativo redactor jefe encarnado por un gran Rafael Alonso, asistimos a como se pudo vivir la latente rebelión, como se investigaba periodísticamente, con una rama referente a un reportero al que da vida un sosainas Miguel Molina (da igual cuando diga esto), que solo está ahí para que véannos la crueldad de los ‘rebeldes’, y lo que es peor es el discursito que nos cuela el mencionado redactor jefe (enfangando su personalidad), cuando despotrica de todo el que no le baila el agua a sus ideas, ataca a los liberales, a los librepensadores, a los militares, arremete incluso contra la Iglesia que no se había mencionado durante el film, pero todo es bueno para el convento (las ideas izquierdistas más nauseabundas); la otra sub trama tiene que ver con los ensayos en el Palau de la Música Catalana, dirigidos por Pau Casals (persona que tiene todo mi respeto por su integridad demócrata, pues tras implantarse en Rusia el comunismo en 1917 rehusó tocar allí hasta que no hubiera democracia, así como también no quiso viajar a la Alemania nazi, por igual motivo) de una orquesta que prepara la 9ª Sinfonía de Bethoveen, un tanto maniqueo esto, pero que sirve como buen colofón al film, cuando Pau (Paz traducido al español) anuncia el alzamiento militar y con ello el choque civil, y entonces tocan “Himno a la alegría”, muy bonito recurso.

 

Aparece como se llevan a la fuerza a  José Calvo Sotelo líder del Partido Conservador (lo hacen unos guardias de asalto socialistas como respuesta furibunda al asesinato del socialista José del Castillo), pero no como lo asesina a sangre fría sin juicio, fue a unos 200 metros de su casa, en el camión al que subió engañado (sin mediar palabra el criminal socialista Luis Cuenca le pegó un tiro en la nuca), esto podría dar una visión de criminales a la izquierda (¿?). Pero sin embargo si aparece como matan a un periodista de modo gratuito y sin más sentido que ver a un camisa negra matando a un inocente. Ah, para compensar que no podemos ver como un execrable acto de terrorismo de estado el que se mate a Calvo Sotelo (en realidad Calvo Sotelo fue la cuarta opción del comando asesino, tras no encontrar a los anteriores pasaron a la infausta víctima), nos cuelan antes del rapto que planeaba varios asesinatos, en realidad en una justificación del magnicidio. Si era culpable de esto, que lo hubieran detenido, juzgado y si era culpable, sentenciado, pero no me cueles esta morcilla izquierdista. Por cierto, con este crimen va uno de los fallos del film, pues esto hizo que se adelantara el Alzamiento, con lo que se hable del día del mismo dos semanas antes es falso, pues hubo este acontecimiento que lo precipitó.

 

Tiene el punto original de mostrar a franco en la intimidad con su esposa Carmen Polo, pero lo hacen en un sentido bastante obvio shakesperiano, pues parece una recreación de Macbeth, donde ella empuja a tomar el poder de la rebelión al marido, y donde él se muestra flemático y sin apenas iniciativa. Muestra el ideario político de Franco, dejando entrever que jugó con instaurar la monarquía, pero callándose la realidad de querer ser él mismo el líder. Esto, que lo encarna muy bien Franco, es realmente una distorsión de la realidad para mostrar al gallego como pusilánime manipulable. Pues alguien que durante la guerra ganó todas y cada una de las batallas, alguien que supo driblar a Hitler para no entrar en la WWII, alguien que se mantuvo en el poder 36 años hasta su muerte, no podía ser el melifluo que vemos en pantalla, esto para la ficción queda bien, pero no para algo que se quiera ser catalogado de cine histórico. Y por supuesto, no es que yo simpatice con un dictador, es que para serlo hay que tener carácter fuerte, como ejemplo claro es el Hitler de “El Hundimiento”, no por ponerlo con arranques de furia es humanizarlo.

 

Los hechos reales: El gobierno republicano había estado tratando de destituir a los generales sospechosos de sus puestos, por lo que Franco (Juan Diego) fue relevado como jefe de personal y transferido al mando de las islas Canarias. Goded fue sustituido como Inspector General y hecho general de las Islas Baleares; Emilio Mola (Manuel de Blas) fue trasladado de jefe del Ejército de África a comandante militar de Pamplona en Navarra. Sin embargo, esto permitió a Mola dirigir la sublevación peninsular, aunque la relación entre él y los líderes carlistas era problemática. El general José Sanjurjo se convirtió en el testaferro de la operación y ayudó a llegar a un acuerdo con los carlistas. Mola fue planificador jefe y segundo al mando. José Antonio Primo de Rivera fue encarcelado a mediados de marzo para restringir a Falange. Sin embargo, las acciones del gobierno no fueron tan exhaustivas como podrían haber sido: las advertencias del Director de Seguridad y otras figuras no fueron atendidas. El 12 de junio, el Primer Ministro Casares Quiroga se reunió con el General Juan Yagüe, a quien se le acusa con razón de ser el autor intelectual de la creciente conspiración en el norte de África, pero el Tte. Coronel Yagüe (Damián Velasco) logró convencer a Casares de su lealtad a la república. Mola celebró una reunión entre jefes de guarnición en el norte de España el 15 de junio, y las autoridades locales, al enterarse de la reunión, la rodearon con Guardias Civiles. Sin embargo, Casares ordenó su retiro, diciendo que confiaba en Mola. Mola comenzó a planificar seriamente en primavera, pero el general Francisco Franco dudó hasta principios de julio, lo que inspiró a otros conspiradores a referirse a él como "Miss Islas Canarias 1936". Franco fue un actor clave por su prestigio como ex director de la academia militar y como el hombre que reprimió el levantamiento socialista de 1934. Era muy respetado en el ejército español marroquí, la fuerza militar más fuerte de España. Escribió una carta críptica a Casares el 23 de junio, sugiriendo que los militares eran desleales, pero que podrían ser restringidos si lo ponían a cargo. Casares no hizo nada, no arrestó ni sobornó a Franco, incluso si ponerlo en el mando general era imposible. A Franco se le asignaría el control de Marruecos en el nuevo régimen, y en gran medida quedaría al margen. El 5 de julio se fleta un avión para llevar a Franco desde Canarias a Marruecos. El 12 de julio, en Madrid, un miembro de la Falange llamado Jorge Bardina asesinó al teniente José Castillo de la Policía de la Guardia de Asalto. Al día siguiente, miembros de la Guardia de Asalto arrestaron a José Calvo Sotelo (José Luis Pellicena), destacado monárquico español y destacado conservador parlamentario; el objetivo original era Gil Robles, pero no se pudo encontrar. Calvo Sotelo fue fusilado por la Guardia sin juicio. El avión de Franco aterrizó en Gran Canaria el 14 de julio, pero, con base en Tenerife, no habría podido tomar el avión sin la muerte del general Amado Balmes, comandante militar en Gran Canaria, fallecido en un tiroteo el 16 de julio. Se pretendía que el levantamiento fuera rápido, pero el gobierno retuvo el control de la mayor parte del país, incluido Málaga, Jaén y Almería. Cádiz fue tomada por los rebeldes y el general Queipo de Llano logró asegurar Sevilla. En Madrid, los rebeldes fueron acorralados en el cuartel de la Montaña, que cayó con mucha sangre. El 19 de julio, el gabinete encabezado por el recién nombrado primer ministro José Giral ordenó la distribución de armas a los sindicatos, lo que ayudó a derrotar a los rebeldes en Madrid, Barcelona y Valencia, lo que llevó a los anarquistas a tomar el control de gran parte de Aragón y Cataluña. El general rebelde Goded se rindió en Barcelona y luego fue condenado a muerte.

 

Dragon Rapide era un pequeño avión privado ordinario De Havilland DH-89 que desempeñó un papel importante en el estallido de la Segunda Guerra Civil Española en julio de 1936. Fue fletado en Londres por parte de los conspiradores militares que estaban a punto de levantarse en rebelión contra el legítimo gobierno republicano (comunista, de facto, desde la irrupción del Frente Popular) con la misión de volar discretamente a las Islas Canarias para llevar de aquí al general Franco al norte de África española (hoy Marruecos) para hacer frente al grueso de la facción rebelde del ejército que finalmente liderará a través de tres años dramáticos de guerra civil hasta la entrega de la capital, Madrid.

 

Me queda un film panfletario. Hay mimbres para hacer una historia buena, donde quepan la complejidad del origen del conflicto, pero desde luego no es esto. Gloria Ucrania!!!

 

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