DRAGON RAPIDE.
Con motivo de la reciente muerte del gran actor
sevillano Juan Diego (28 de abril de 2022) me he visto este film dirigido y
escrito por Jaime Camino, uno de los pocos que protagonizó este maravilloso
intérprete. Me he encontrado una obra irregular en la recreación
cuasi-documental de las dos semanas anteriores (el 4 y el 19 de Julio de 1936)
al levantamiento militar contra la República de España en 1936. Fue un encargo
de TVE en el 50 aniversario de la sublevación militar, y se nota y mucho que en
el poder estaba el socialista Felipe González, y esto hace que la subvención
desplace cualquier posibilidad de imparcialidad a unos hechos tan grises, pues
en la vida nada es blanco y negro, y estos eventos aún más. Es una obra cuidada
visualmente, con buena ambientación, con dramática cinematografía de Juan
Amorós (“Esquilache” o “Los jinetes del alba”), jugando con la semioscuridad
para dar trasfondo ácido, donde nunca vemos el sol brillar, con tonos
macilentos, tenemos a unos muy buenos actores como esa pseudo-Lady Macbeth
Vicky peña dando vida a la esposa del futuro caudillo, tenemos a un siempre
racial Santiago Ramos como intermediario del Dragon Rapide, tenemos a un
formidable Rafael Alonso como el (tendencioso) epítome de los medios de
comunicación, y por supuesto al gran Juan Diego dando vida a Franco,
metamorfoseándose en él increíblemente, sus gestos, mirada, pose,
amaneramiento, su modo peculiar de hablar, lástima que por mor de lo
panfletario se le haga caer en varios momentos grotescos y caricaturescos (lo
del sastre preguntándole hacia donde carga; como se afeita el bigotito; o como
lo lleva un soldado sobre los hombros en una playa para no mojarse [esto ya es
pasarse en lo ridículo]). No es de extrañar que para el asesoramiento
historiográfico tuviera a dos militantes socialistas como Román Gubern y al
hispanista irlandés Ian Gibson, para que no haya dudas de la ‘objetividad’
(puaj!).
El origen del título de la película es el avión
británico, ‘De Haviland’, que Franco viajó desde Las Palmas de Gran Canaria
hasta Tetuán, en el Protectorado español de Marruecos, para convertirse él
mismo en líder de la sublevación del 18 de julio de 1936. El general Franco
está en Canarias y pide alquilar un Dragon Rapide en Londres para que le ayude
a estacionarse en África. Siendo financiado por el magnate banquero Juan March
(Pedro Del Rio), luego Luis Botín (Santiago Ramos) contrata un avión para ir a
cazar leones en las montañas del Atlas cuando realmente su objetivo es
transportar a Franco (Juán Diego, casado con Carmen Polo: Vicky Peña ) hacia
Tetuán y encabezar el inminente levantamiento militar . Para ello cuenta con el
apoyo de un nutrido grupo de soldados del Ejército Español de África.
Tenemos un buen lienzo de como el alzamiento se dio en
comunión desde varios lugares de España, tenemos las dudas de Franco, tenemos
como este es un cuasi-convidado de piedra en la preparación, físicamente
arrinconado (por el gobierno y su temor a su poder) en una esquinita del mapa
de España en Canarias. Pero todo lo bueno es saboteado, no sé si por pereza,
por mediocres o por sectarismo. Pues vemos que va a haber un levantamiento
militar y realmente no sabemos porque, parece sea pro combustión espontánea, no
se habla prácticamente del clima pre-guerra civilesco reinante en el país, en
la revolución comunista que carcomía España con apoyo del gobierno, no se habla
de que Franco era un héroe popular por haber sofocado los levantamientos
comuneros en Asturias, no se habla de que en Cataluña hubo un intento de
independencia sofocado por las armas, no se habla de la quema de iglesias, de
la toma de fincas por el populacho, no se habla de que la izquierda en las
recientes elecciones no aceptó el resultado de las mismas. Y no digo yo que
Franco tuviera razón, es que esto no es una historia de buenos y malos, aquí
nadie era un santo. Al final Franco acabo siendo apoyado por Hitler y los
republicanos pro Stalin, eso lo dice todo, los dos más sanguinarios genocidas
del SXX ensayando sus armas de guerra para la que se venía encima en Europa
(por cierto, Stalin y Hitler fueron aliados del 38 al 41). Las dos partes en su
radicalismos acabaron devorando la Vaquilla (guiño a Berlanga) que era España.
El título del film es el del hidroavión De Havilland
que transportaría al general insurgente desde Canarias a Marruecos en el acto
decisivo e irreversible que daría pie a la rebelión militar. Franco es el eje
de una narración subrayada cronológica y geográficamente que recorre cada uno
de los diversos escenarios históricos: desde Londres donde el corresponsal de
ABC Luis Bolin (Santiago Ramos) contrataría el avión hasta Casablanca, trama
sobre la que giran elementos económicos de financiación a cargo del banquero
Juan March (Pedro del Rio), pactos políticos como el del general Mola con los
Carlistas, hasta la sublevación de Canarias.
La película para dar un sentido del mosaico de España
incrusta dos sub tramas ficticias. Una es la referente a un periódico de
izquierdas con un combativo redactor jefe encarnado por un gran Rafael Alonso,
asistimos a como se pudo vivir la latente rebelión, como se investigaba
periodísticamente, con una rama referente a un reportero al que da vida un
sosainas Miguel Molina (da igual cuando diga esto), que solo está ahí para que
véannos la crueldad de los ‘rebeldes’, y lo que es peor es el discursito que
nos cuela el mencionado redactor jefe (enfangando su personalidad), cuando
despotrica de todo el que no le baila el agua a sus ideas, ataca a los
liberales, a los librepensadores, a los militares, arremete incluso contra la
Iglesia que no se había mencionado durante el film, pero todo es bueno para el
convento (las ideas izquierdistas más nauseabundas); la otra sub trama tiene
que ver con los ensayos en el Palau de la Música Catalana, dirigidos por Pau
Casals (persona que tiene todo mi respeto por su integridad demócrata, pues
tras implantarse en Rusia el comunismo en 1917 rehusó tocar allí hasta que no
hubiera democracia, así como también no quiso viajar a la Alemania nazi, por
igual motivo) de una orquesta que prepara la 9ª Sinfonía de Bethoveen, un tanto
maniqueo esto, pero que sirve como buen colofón al film, cuando Pau (Paz
traducido al español) anuncia el alzamiento militar y con ello el choque civil,
y entonces tocan “Himno a la alegría”, muy bonito recurso.
Aparece como se llevan a la fuerza a José Calvo Sotelo líder del Partido
Conservador (lo hacen unos guardias de asalto socialistas como respuesta
furibunda al asesinato del socialista José del Castillo), pero no como lo
asesina a sangre fría sin juicio, fue a unos 200 metros de su casa, en el
camión al que subió engañado (sin mediar palabra el criminal socialista Luis
Cuenca le pegó un tiro en la nuca), esto podría dar una visión de criminales a
la izquierda (¿?). Pero sin embargo si aparece como matan a un periodista de
modo gratuito y sin más sentido que ver a un camisa negra matando a un
inocente. Ah, para compensar que no podemos ver como un execrable acto de
terrorismo de estado el que se mate a Calvo Sotelo (en realidad Calvo Sotelo
fue la cuarta opción del comando asesino, tras no encontrar a los anteriores
pasaron a la infausta víctima), nos cuelan antes del rapto que planeaba varios
asesinatos, en realidad en una justificación del magnicidio. Si era culpable de
esto, que lo hubieran detenido, juzgado y si era culpable, sentenciado, pero no
me cueles esta morcilla izquierdista. Por cierto, con este crimen va uno de los
fallos del film, pues esto hizo que se adelantara el Alzamiento, con lo que se
hable del día del mismo dos semanas antes es falso, pues hubo este
acontecimiento que lo precipitó.
Tiene el punto original de mostrar a franco en la
intimidad con su esposa Carmen Polo, pero lo hacen en un sentido bastante obvio
shakesperiano, pues parece una recreación de Macbeth, donde ella empuja a tomar
el poder de la rebelión al marido, y donde él se muestra flemático y sin apenas
iniciativa. Muestra el ideario político de Franco, dejando entrever que jugó
con instaurar la monarquía, pero callándose la realidad de querer ser él mismo
el líder. Esto, que lo encarna muy bien Franco, es realmente una distorsión de
la realidad para mostrar al gallego como pusilánime manipulable. Pues alguien
que durante la guerra ganó todas y cada una de las batallas, alguien que supo
driblar a Hitler para no entrar en la WWII, alguien que se mantuvo en el poder
36 años hasta su muerte, no podía ser el melifluo que vemos en pantalla, esto
para la ficción queda bien, pero no para algo que se quiera ser catalogado de
cine histórico. Y por supuesto, no es que yo simpatice con un dictador, es que
para serlo hay que tener carácter fuerte, como ejemplo claro es el Hitler de
“El Hundimiento”, no por ponerlo con arranques de furia es humanizarlo.
Los hechos reales: El gobierno republicano había estado
tratando de destituir a los generales sospechosos de sus puestos, por lo que
Franco (Juan Diego) fue relevado como jefe de personal y transferido al mando
de las islas Canarias. Goded fue sustituido como Inspector General y hecho
general de las Islas Baleares; Emilio Mola (Manuel de Blas) fue trasladado de
jefe del Ejército de África a comandante militar de Pamplona en Navarra. Sin
embargo, esto permitió a Mola dirigir la sublevación peninsular, aunque la
relación entre él y los líderes carlistas era problemática. El general José
Sanjurjo se convirtió en el testaferro de la operación y ayudó a llegar a un
acuerdo con los carlistas. Mola fue planificador jefe y segundo al mando. José
Antonio Primo de Rivera fue encarcelado a mediados de marzo para restringir a
Falange. Sin embargo, las acciones del gobierno no fueron tan exhaustivas como
podrían haber sido: las advertencias del Director de Seguridad y otras figuras
no fueron atendidas. El 12 de junio, el Primer Ministro Casares Quiroga se
reunió con el General Juan Yagüe, a quien se le acusa con razón de ser el autor
intelectual de la creciente conspiración en el norte de África, pero el Tte.
Coronel Yagüe (Damián Velasco) logró convencer a Casares de su lealtad a la
república. Mola celebró una reunión entre jefes de guarnición en el norte de
España el 15 de junio, y las autoridades locales, al enterarse de la reunión,
la rodearon con Guardias Civiles. Sin embargo, Casares ordenó su retiro,
diciendo que confiaba en Mola. Mola comenzó a planificar seriamente en
primavera, pero el general Francisco Franco dudó hasta principios de julio, lo
que inspiró a otros conspiradores a referirse a él como "Miss Islas
Canarias 1936". Franco fue un actor clave por su prestigio como ex
director de la academia militar y como el hombre que reprimió el levantamiento
socialista de 1934. Era muy respetado en el ejército español marroquí, la
fuerza militar más fuerte de España. Escribió una carta críptica a Casares el
23 de junio, sugiriendo que los militares eran desleales, pero que podrían ser
restringidos si lo ponían a cargo. Casares no hizo nada, no arrestó ni sobornó
a Franco, incluso si ponerlo en el mando general era imposible. A Franco se le
asignaría el control de Marruecos en el nuevo régimen, y en gran medida
quedaría al margen. El 5 de julio se fleta un avión para llevar a Franco desde
Canarias a Marruecos. El 12 de julio, en Madrid, un miembro de la Falange
llamado Jorge Bardina asesinó al teniente José Castillo de la Policía de la
Guardia de Asalto. Al día siguiente, miembros de la Guardia de Asalto
arrestaron a José Calvo Sotelo (José Luis Pellicena), destacado monárquico
español y destacado conservador parlamentario; el objetivo original era Gil
Robles, pero no se pudo encontrar. Calvo Sotelo fue fusilado por la Guardia sin
juicio. El avión de Franco aterrizó en Gran Canaria el 14 de julio, pero, con
base en Tenerife, no habría podido tomar el avión sin la muerte del general
Amado Balmes, comandante militar en Gran Canaria, fallecido en un tiroteo el 16
de julio. Se pretendía que el levantamiento fuera rápido, pero el gobierno
retuvo el control de la mayor parte del país, incluido Málaga, Jaén y Almería.
Cádiz fue tomada por los rebeldes y el general Queipo de Llano logró asegurar
Sevilla. En Madrid, los rebeldes fueron acorralados en el cuartel de la
Montaña, que cayó con mucha sangre. El 19 de julio, el gabinete encabezado por
el recién nombrado primer ministro José Giral ordenó la distribución de armas a
los sindicatos, lo que ayudó a derrotar a los rebeldes en Madrid, Barcelona y
Valencia, lo que llevó a los anarquistas a tomar el control de gran parte de
Aragón y Cataluña. El general rebelde Goded se rindió en Barcelona y luego fue
condenado a muerte.
Dragon Rapide era un pequeño avión privado ordinario De
Havilland DH-89 que desempeñó un papel importante en el estallido de la Segunda
Guerra Civil Española en julio de 1936. Fue fletado en Londres por parte de los
conspiradores militares que estaban a punto de levantarse en rebelión contra el
legítimo gobierno republicano (comunista, de facto, desde la irrupción del
Frente Popular) con la misión de volar discretamente a las Islas Canarias para
llevar de aquí al general Franco al norte de África española (hoy Marruecos)
para hacer frente al grueso de la facción rebelde del ejército que finalmente
liderará a través de tres años dramáticos de guerra civil hasta la entrega de
la capital, Madrid.
Me queda un film panfletario. Hay mimbres para hacer
una historia buena, donde quepan la complejidad del origen del conflicto, pero
desde luego no es esto. Gloria Ucrania!!!
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