martes, 18 de marzo de 2014



CABIRIA.

Y Nacen las Superproducciones.

09(20/01/14) El 18 de abril de 1914 se estrenó en el Teatro Vittorio Emmanuelle  de Turín un hito del cine, “Cabiria”, cumple un Siglo. El cinematógrafo lo inventaron oficialmente los hermanos Lumiere, lo convirtió en magia e ilusión George Melies, y el otro gran salto en la evolución del Cine fue el primer Gran largometraje, “Cabiria”, superproducción italiana, péplum dirigido por Giovanni Pastrone abordando libremente la Segunda Guerra Púnica (218 a.C. – 201 a.C.) entre Cartago y Roma, el guión del propio director mezcla varias obras,  la obra de Tito Livio “Ab Urbe Condita” (“Las Décadas”), serie de libros sobre la historia de Roma escritos el Siglo anterior a Cristo,  “Salambó” de 1862 de Gustave Flaubert y “Cartagine In Fiamme” de 1908 de Emilio Salgari en la que se dan cita espectaculares escenas e innovaciones que han hecho posible lo que hoy llamamos Séptimo Arte. Martin Scorsese la definió como el film que inventó el cine épico, siendo pionera en técnicas que luego se le han atribuido a David Wark Griffith y Cecil B. DeMile, llegando a liberar la cámara la llamada “mirada estática”, siendo precursora del travelling. Fue la primera película que se proyectó en la Casablanca, se hizo en junio de 1914 sobre los jardines de la residencia, viéndola el presidente Woodrow Wilson junto a su familia desde el porche. Un film que ha influenciado a Griffith (“Intolerancia”), Cecil B. DeMille (“Los diez mandamientos”), Fred Niblo en “Ben Hur”, o a Fritz Lang (“Metrópolis”).

La acción está estructurada en 5 capítulos, acontece en el SIII.a.c.  a lo largo de 10 años con varios escenarios, catania, Cartago, Siracusa, Cirta, los Alpes y el desierto norteafricano, el primero arranca en Catania (Sicilia), Batto y su hija de 8 años Cabiria (Carolina Catena de niña, Lidia Quarantea de mayor) viven felizmente en una lujosa hacienda al pie del volcán Etna, este erupciona salvajemente provocando el terror en la población, tras el caos la familia se separa, Batto ha perdido a su hija, creyendo que ha perecido, Cabiria está viva junto a su nodriza Croessa (Gina Marangoni). En el segundo Cabiria junto a la nodriza consiguen embarcar junto a supervivientes rumbo al continente pero piratas fenicios, llevándolos a Cartago (República rival de Roma) para ser esclavizados, Cabiria es vendida a Karthalo (Dante Testa), el Sumo Sacerdote, con la intención de sacrificarla en el templo al gran Dios Moloch. En Cartago están Fulvio Axila (Umberto Mazztto), patricio romano, y Maciste (Bartolomeo Pagano), su fortachón y fiel esclavo, son dos espías al servicio de Roma, descubren a Cabiria e intentaran librarla del martirio. En el tercer capítulo aparece el líder cartaginés Aníbal, lo vemos por las nevadas cumbres alpinas dirigirse a Roma con sus elefantes. El Rey númida Massinissa (Vitale Di Stefano), visita Cartago, Asdrubal (Edoardo Davesnes), hermano de Aníbal, que le entrega a su hermana Sofonisba (Italia Almirante-Manzini) para matrimonio, los dos al conocerse se enamoran. En el cuarto la armada romana sitia Syracuse, aliada de Cartago, pero los griegos tiene de su parte a Arquimedes (Enrico Gemelli) que ha inventado un artefacto para destruir las naves romanas. En el quinto, el Rey de Cirta, Sifax, ha derrocado a Massinissa y este ha tenido que huir al desierto. Asdrubal decide deshacer el noviazgo de su hermana y dársela a Sifax, haciendo infeliz a Sofonisba. Aparece en escena el cónsul romano Escipión (Luigi Chellini) que está en campaña de conquista del Norte de África.

Bajo el reinado de Victor Manuel III Italia aspiraba a recuperar parte de su esplendor Imperial, de 1911 a 1912 mantuvieron con el imperio otomano la Guerra de Libia que ganaron, colonizando las provincias de Cirenaica y tripolitania, esto fue un grandioso acontecimiento para el país que veía reverdecer sus laureles de antaño, este sentimiento nacionalista se trasladó al cine, primero fue “Quo Vadis?” de Enrico Guazzoni, el primer largometraje que sobrepasaba las 2 horas y “Gli giorni di Pompei ultimi”  (“Los Últimos Días de pompeya”) de Mario Caserini ed Eleuterio Rodolfi,ambas en 1913,. Giovanni Pastrone que ya filmó el mediometraje homérico “La caduta di Troia” de 1911 (“La Caída De Troya”), produce para Itala Films esta épica historia, para dar marchamo de calidad oficialmente el guionista fue el afamado Gabriele D’Annunzio,  novelista, poeta, dramaturgo, militar y político italiano, símbolo del Decadentismo y héroe de guerra, un fascista ultranacionalista, Mussolini bebió de su ideario para crear su utópico mundo, en realidad este solo se encargó de los intertítulos y de nombrar a los personajes, Pastrone se encargó de la historia. La cinta ha sido criticada por su componente de apoyo sibilino al Imperialismo italiano, el film contrapone el carácter atávico de los cartagineses, ejemplo los sacrificios de niños en el templo de Moloch, con el espíritu irreductible y bondadoso de los romanos, y no pierden comba en arremeter contra los judíos, tachándolos de avaros y traicioneros.

La película fue una superproducción costosísima, se tardaron 6 meses en filmarla, aglomeración de extras en extraordinarios movimientos bien coreografiados, con vestuario fastuoso inspirado en las pinturas de Rafael, multitud de animales como camellos, caballos y hasta elefantes, utilizando escenarios naturales de Sicilia, Túnez y los Alpes en el Piamonte, además de rodarse en platós de los Estudios  FERT en Turín. Se crean monumentales decorados y escenas como la hacienda de Catania, con sus enormes columnas y barandillas, la destrucción por el volcán de la villa, toda ella derrumbándose, espectacular, el fuego, el humo, los techos colapsándose, por supuesto el Gran Templo de Moloch, con la entrada que es la boca dentada de una gran cabeza de monstruo de 3 ojos, el interior es un delirio visual con columnas talladas de elefantes que claramente inspiró a “Intolerancia”, coronada la estancia por una enorme figura del Dios alado Moloch encadenada de manos, en la sala decenas de personas enfervorecidas con antorchas vitorean al Sumo Sacerdote,  el torso del Dios se abre y el Sacerdote introduce a niños uno tras otro en el torso del dios Moloch, interior de la figura que es un horno, la boca del Dios eructa humo en señal de satisfacción, trepidante la escena del rescate in-extremis de Cabiria por parte de Maciste y Axila, o las épicas secuencias del ejército de Aníbal por los nevados Alpes, o la tremebunda batalla de Siracusa, con naves ardiendo y hundiéndose, o la brillante escena de la pirámide de humana de soldados romanos que construyen con sus escudos para que Axila pueda subir por las murallas de Cartago, o la colosal Batalla de Cirta, impresionantes los muros, con lanzamientos de piedras, escalas, lanzas, espadas, aceite hirviendo, grandes cestas con soldados izadas cual grúas cayendo estos al vacío, centenares de de guerreros, o las innovadoras secuencias oníricas  como los sueños de Sofonisba, o la escena en que se ve la imponente fachada del Palacio de Cirta con la entrada coronada por dos grandes columnas con forma de felinos, o la precursora secuencia final con sobreimpresiones alegóricas a los sentimientos de los protagonistas, y más que me dejo por el camino.

La historia sigue el patrón de mezclar personajes como Aníbal, Asdrúbal, Escipión, Arquimedes o Masinisa, y hechos históricos como la erupción del Etna, la Segunda Guerra Púnica con la batalla de Siracusa o la de Cirta, metiéndolo en una coctelera con 3 protagonistas ficticios con su subtrama melodramática que es el hilo conductor, estos personajes interactúan con los reales, creando una sensación épica. El relato se mueve por el drama, la comedia, la aventura, las contiendas militares, el romance, el terror (tuvo que ser impactante para su tiempo el sacrificio de niños), añadiéndose elementos de fantasía muy bien engarzada en la narración.





Es de sobresaltar la labor del turolense Segundo Chomón(pionero en trucajes, iluminación , fotografía y revelado, fundador de la primera productora de cine español “Macaya y Carro”), trabajó en los Estudios galos Pathé Frères (los más importantes del mundo entonces, para los que hizo más de 100 cortometrajes), parea competir con George Melies, aquí fue director de trucajes y primer operador de cámara, siendo el encargado de la filmación de la secuencia de la erupción del Etna y del posterior terremoto, ayudado por la creación de sus maquetas. Es el creador de una de las innovaciones técnicas que más ha revolucionado el cine, el Travelling, colocando la cámara sobre un carro para enfatizar la magnificencia de los decorados y de la expresionista iluminación, además ayudaba a centrar la escena en un personaje, esto evitó engorrosos montajes de planos, estos travellings se llamaron durante tiempo un tiro “Cabiria”. Fue uno de los pioneros del Séptimo Arte que experimentó con profusión de técnicas.  

En la fotografía además de Chomón participan cinco operadores más, Augusto Battagliotti, Eugenio Bava, Natale Chiusano, Carlo Franzeri y Giovanni Tomatis, realizan tomas ampulosas de grandes panorámicas que recogen grandes despliegues de gentíos, como las bellas tomas de los Alpes con Anibal, así como emitiendo profundidad de campo, precursores avances. En los interiores destaca por el empleo de la luz exponiendo un patinado expresionista que denota emociones.

El carismático y hercúleo personaje de Maciste es encarnado por Bartolomeo Pagano, fue descubierto por Pastrone, era un estibador en el puerto de Génova, este mismo rol fue interpretado por él en más de 2 docenas de películas hasta el año 1926, haciendo del esclavo negro norteafricano, eso sí, por el racismo reinante y se pensaba que los negros no podían actuar, así que el papel fue a un blanco que se pintaba la cara negra, algo que también pasó en “El Nacimiento de Una Nación”.
 
Los actores cumplen, teniendo en cuenta el medio mudo en el que se movían debían resultar muy histriónicos y teatrales, destacaría a la bella y hiperexpresiva Italia Almirante-Manzini, con su trágico papel, majestuosa, decadente, estremecedora en la secuencia del suicidio.


Esta es una Obra Maestra que hay que medir en el contexto histórico que está realizada, verla es toda una delicia visual, resultando un valioso estudio antropológico cinematográfico esencial para todo cinéfilo que se precie. Fuerza y honor!!!