miércoles, 21 de diciembre de 2016




LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmValiosa obra del gran William Wyler, un cálido y entrañable homenaje a las personas que lucharon en la Segunda Guerra Mundial y que al volver a “casa” se encuentran fuera de lugar, a su complicada reinserción civil, vista a través de tres veteranos de distintos ejércitos, de la infantería, la aviación y la marina, con un enfoque mosaico, sobre sus dificultades con su familia, matrimonio, amigos, y laborales.  Samuel Goldwyn se inspiró para producir una película sobre los veteranos después de leer el 7 de agosto de 1944, un artículo en Time sobre las dificultades experimentadas por los hombres que regresan a la vida civil. Goldwyn contrató al ex corresponsal de guerra Mackinlay Kantor para escribir un guión, su trabajo fue publicado por primera vez como una novela, “Glory for me”, Robert Sherwood (“Rebeca”) luego adaptó la novela como un guión, el director Wyler había volado en misiones de combate sobre Europa en la filmación de “Memphis belle” (1944), Wyler cambió el casting original en que aparecía un veterano que sufre trastorno de estrés postraumático y buscó a Harold Russell, un no profesional para asumir el papel del tullido Homer Parrish.  Fue un tremendo éxito de crítica y comercial, se convirtió en la película más taquillera tanto en los Estados Unidos y el Reino Unido desde de el estreno de “Lo que el viento se llevó”, vendiendo aproximadamente 55 millones de entradas en los Estados Unidos. Asimismo ganando siete premios Oscars, incluyendo Mejor Película , Mejor Director (William Wyler), mejor actor (Fredric March), mejor actor secundario (Harold Russell), mejor montaje (Daniel Mandell), Mejor guión adaptado (Robert Sherwood), y Mejor banda sonora original (Hugo Friedhofer), Russell también ganó un premio especial por "traer esperanza y valor a los compañeros veteranos", convirtiéndose en el único actor que ha ganado dos Oscar por un papel.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmLa acción principal tiene lugar en Boone City, pequeña ciudad (ficticia) del Medio Oeste, entre 1945/46. Narra la historia de 3 veteranos que regresan a sus hogares tras el final de la IIGM. Al Stephenson (Frederich March), sargento de infantería, de media edad, trabajaba en un banco, tiene una cariñosa esposa Milly (Myrna Loy), y dos hijos, la joven Peggy (Teresa Wright), y el adolescente Rob (Michel Hall). Homer Parrish (Harold Russell), marino, ha perdido en la guerra los dos brazos. Fred Derry (Dana Andrews), piloto de bombarderos de brillante historial, de 25 años, trabajaba como dependiente en el bar de unos almacenes. Los tres tienen problemas de adaptación familiar y laboral. Al en el banco choca con los criterios de la dirección. Homer no se atreve a pedir a Wilma (Cathy O'Donnell), su novia y vecina, que se case con él. Fred tiene dificultades en el trabajo y en casa con su díscola esposa, Marie (Virginia Mayo).

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmWyler muestra con mucha fluidez narrativa este tríptico en el que a través de estos tres protagonistas asistimos a sus temores, sus esperanzas, sus choques, sus frustraciones, sus preocupaciones, sobre tres tipos que han luchado en la guerra y ahora deben aprender a convivir en la paz del “hogar”, es mostrado esta travesía existencial de modo gradual, primero con un efusivo recibimiento a los combatientes, pero cuando la espuma baja queda la cruda realidad, su reinserción no es lo fácil que debería para unas personas que arriesgaron su vida por el país. Entonces en su vida ordinaria encuentran dificultades de adaptación, por prejuicios sociales, bien sea por las secuelas físicas (de Homer), las laborales (de Fred), o el alcoholismo (de Al), créditos para proyectos (el tipo que va al banco a pedirlo), encontrarán el rechazo de alguna gente que los ve como levanta-trabajos, otros que los ven como perdedores que lucharon en una guerra equivocada, otros los ven como inútiles para el curro. Todo desarrollado sin sentimentalismos, ni dramatismos excesivos, desde una visión alentadora, desde el espíritu de superación se deben afrontar con coraje los fantasmas d elos recuerdos y sus consiguientes pesadillas, sobre las ansias de sobrevivir a después del Infierno de la Guerra, sobre salir a flote ante las crisis, cuando la autoestima está por los suelos hay que sobreponerse, aporte en los que te quieren.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmEl realizador construye con cariño y ternura a sus personajes, los matiza y los hace tridimensionales, impregnándolos de vida interior, de hondura psicológica, seres humanos con sus defectos y virtudes, sabiendo sutilmente crear un halo de desencanto atmosférico, desenvolviéndolos con situaciones y diálogos punzantes, sensibles, emocionantes, alejándose del panfleto patriotero, mostrando una sociedad poliédrica en el recibimiento a estos soldados héroes por un día, que después pasan a ser civiles anónimos, en una reflexión hábil sobre la Condición Humana, todo esto aderezado por gotas de humor desengrasante.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmResultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmWilliam Wyler deja su huella con una elegancia y saber mostrar sensaciones de modo superlativo, ya desde su inteligente arranque, tres soldados de los diferentes ejércitos viajan en un avión militar tras acabar la guerra, rumbo a sus casas en Boone City, esa visión de los tres desde las alturas de una ciudad que desde el cielo parece no haber cambiado, luego desde el taxi miran con ilusión las calles de su ciudad, y llegamos al primero que debe bajarse en su casa, dice que por qué no van al bar antes a tomar una copa, denotando el temor al recibimiento, en este caso acentuado por los complejos que tiene por no tener manos (perdidas en batalla), al final baja Homer y es recibido con cariño por su familia, todo lo veremos en tercera persona, cual voyeurs desde el taxi con Fred y Al, el primero dice ante lo que están viendo “Debemos felicitar a la Marina, entrenaron bien a ese muchacho para usar esos garfios”, pero vemos el abrazo de la prometida Wilma de Homer, con este estoico al poder abrazarla, y Al le replica a Fred “No pudieron enseñarle como abrazar a su chica y acariciarle el cabello”, trémulo; Luego Al es el siguiente, también inquieto por el recibimiento suelta lo de la última copa, al final desembarca en su lujoso apartamento (marcando ya la clase alta), acogido con enorme cariño por su familia, aquí lo que destaca es el juego de Wyler con las profundidades de campo, brillante en el pasillo como mientras abraza Al a sus hijos al fondo se ve aparecer a su esposa estremecida; El último es Fred, llega a la humilde casa de sus padres, Pat (Roman Bohnen)  y Hortense Derry (Gladys George),  remarcando la grieta social entre los civiles (no existente en el ejército); Un primer tramo espléndido, donde quedan marcado el sendero del metraje donde la maestría de Wyler queda exhibida en la dirección de actores, en la edificación de escenas para el recuerdo, donde los simbolismos y alegorías visuales son maravillosas, ejemplo la magnífica de cuando Fred pasea por un cementerio de aviones de combate, ahora una gigantesca chatarrería reciclable, Fred mientras observa los aparatos es inevitable que se vea reflejado en ellos como un soldado al que reciclar.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmResultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmDana Andrews como Freed encarna a un tipo resignado a tener que empezar de cero, el que parece sufrir más estrés post-traumático de guerra, el símbolo de las complicaciones para encontrar trabajo, muestra enorme dignidad, con una subtrama con su esposa y la hija de uno de sus amigos, un tanto pastelosa y previsible, me sobra la vástaga del amigo, solo con su hedonista mujer habría ganado en sentido dramático, la otra mujer es una especie de imposición  de esperanza acomodaticia; Fredric March es Al, la clase alta, un acomodado empleado de banco, que ahoga sus fantasmas en alcohol, el actor lo encarna con carisma y mordacidad, lástima que su subtrama quede enredada en la de su hija con el amigo; Harold Russel encarna a Homer, el ejemplo de los lisiados físicos de guerra, de cómo se dan la mano los complejos de ellos con la condescendencia de sus allegados, confundiéndose unos y otros, el actor amateur lo interpreta con mucha emoción mezclándose realidad y ficción, en 1941, quedó afectado por el ataque de los japoneses a Pearl Harbor por lo que se alistó al ejército a la mañana siguiente. Mientras era instructor y entrenador en la 13ª Airborne Division en 1944, un cohete defectuoso le explotó en las manos mientras realizaba una película de entrenamiento. Como resultado, perdió las dos manos sustituyéndolos por dos ganchos que hacían las funciones de manos. Su actuación dista de saber mostrar emociones más allá de su rostro pétreo, lo que nos llega es su lenguaje físico con los ganchos, su afán de superación manejándolos con enorme soltura y sobre todo un par de escenas en lo vemos como le quitan la prótesis, quedando desvalido como el bien cuenta, la realidad en miscelánea con la persona, trémulo; Teresa Wright queda un tanto pastelosa en un rol algo forzado; Virginia Mayo borda su papel de sediciosa, superficial, hedonista; Myrna Loy queda bien pero un tanto difusa; Cathy O'Donnell demasiado plano su rol, sin aparente carácter, sumisa ante la frialdad de Homer, aunque su rostro cuando Homer se quita ante ella los garfios es enternecedora.

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmLa cinta ha sido un poco arrugada por el paso del tiempo, y nunca mejor dicho, pues su metraje es un tanto excesivo para lo que cuenta, notándose alguna subtrama metida con calzador, me refiero a la ya mencionada de Fred con Peggy, me sobra, nada aporta, más allá de intentar dar una salida acomodada a su relato, sin ella hubiera dado más fluidez; Tampoco la historia de Homer resulta bien sintetizada, pues no hay evolución del personaje, y todo lo que le sucede llega a la redundancia, una sobreexposición de su ganchos, nos quieren dar remasticado su “problema”, ello sumado a una novia demasiado abnegada ante el pasotismo de Homer, no muestra personalidad alguna ella, no me la creo;  Tampoco su final aguanta bien al juez supremo del paso de lustros sobre ella (spoiler).
                                                                           
Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmSu puesta en escena es excelente, con una formidable dirección artística de Perry Ferguson (“La soga”), y George Jenkins (“Todos los hombres del presidente”), rodándose en el Condado de Arboretum de Los Ángeles y el Jardín Botánico, en aeropuerto internacional de Ontario (California), aquí es el cementerio de aviones de combate (más de 2000), Estudios de Raleigh, Hollywood , en Cincinati (la ciudad que desde el cielo ven los tres y que representa la ficticia Boone), y las Samuel Goldwyn / Warner Hollywood Studios . La fotografía es del gran Gregg Tolan (“Cumbres borrascosas”, “Las uvas de la ira” o “Ciudadano Kane”), aportando crudeza realista a los fotogramas, jugando con las profundidades de campo, esto va en dos vertientes, una en resaltar algo en primer plano y segundo en dar vida a algo que ocurre en segundo plano, maximizando la fuerza dramática de una escena, ejemplo cuando en el Bar, Homer con Butch toca el piano ante Al, vemos en primer plano los garfios en sus ansias de superación y en segundo plano a Fred en una cabina hacer una llamada telefónica crucial, asimismo vemos de reflejos en espejos con personajes que intentan auscultarse, muy bueno también la mezcla de sonido y de imagen cuando Fred revive su tiempo en la guerra ha subido en un avión de combate para el desguace, manejando zoom para infundir zozobra en el espectador, fenomenal. Se suma la música de Hugo Fridhofer (“El gran carnaval”, “Veracruz” o “El baile de los malditos”), con un estimulante score, con melodías de saxo sugerentes.


Spoiler:

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmSu referido final no satisfactorio del todo,  con un mensaje bastante naif en su sentido de final feliz para todos y comieron perdices, me queda chirriante y panfletario propagandístico, todo lo que no había sido hasta entonces el film, igual es que fue impuesto por la censura, con un país deseoso de mandar un grito de esperanza a sus veteranos, pero oy día me es estridente tanto azúcar en su conclusión, por la ley de probabilidades alguno debería haberse hundido

Resultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmResultado de imagen de The Best Years of Our Lives 1946 filmMomentos recordables, algunas ya comentadas: Cuando un tipo comenta a otro sobre Fed buscando trabajo “Ahora vuelven todos éstos como una plaga, a robar empleos y vivir del cuento. A conseguir trabajo fácil gracias a sus uniformes y sus condecoraciones.”; Cuando la esposa de Al le lleva el desayuno a la cama, él la abraza y tras una elipsis vemos el desayuno intacto en la cama, que habrá pasado entre medias (ataque de retórica)?; Milly a su esposo Al “Crees que nunca tuvimos problemas? Cuántas veces te he dicho que te odiaba y estaba convencida de ello? Cuántas veces me has dicho que estabas harto de mi y que todo había acabado entre nosotros? Cuántas veces tuvimos que enamorarnos de nuevo desde el comienzo?”; El trémulo discurso de un ebrio Al hablando sobre las garantías que piden los bancos, haciendo una genial alegoría sobre las misiones de guerra; La discusión-pelea en el centro comercial de Fred con un tipo que dice que los estadounidenses lucharon en el bando equivocado; Homer rompiendo con ira ventana con sus garfios al sentirse espiado como un monstruo de feria por su hermana pequeña, Luella (Marlene Aames), y los amigos de ésta, escalofriante imagen de él con sus ganchos sobresaliendo de la ventana; El clímax de Homer con su novia en el dormitorio de este, cuando se quita ante ella los ganchos y él le espeta "Esto es cuando sé que estoy indefenso Mis manos están ahí abajo en la cama no puedo ponérmelas de nuevo sin tener que llamar a alguien en busca de ayuda,  no puedo fumar un cigarrillo o leer un libro.... Si esa puerta se cierra de golpe, no puedo abrirla y salir de la habitación. Soy tan dependiente como un bebé que no sabe cómo conseguir algo, sino llorar por ello”, estremecedor oírlo, pues Homer y el actor Harold Rusell son la misma persona; Capataz “Sabe usted algo acerca de la construcción?”, Fred “No, pero hay una cosa que sí sé. Sé cómo aprender, igual que aprendí el trabajo allá arriba”


Un clásico algo envejecido, pero aún mantiene vigencia en su fuerza dramática y en su loa a los héroes anónimos. Fuerza y honor!!!