miércoles, 21 de septiembre de 2022

 



MARS ATTACKS!

Irregular, aunque en sus picos muy divertido film de ciencia ficción apocalíptica dirigido y producido por el singular Tim Burton. Mientras estaba ocupado preparando Ed Wood (1994), creía que “Mars Attacks!” sería una oportunidad perfecta para rendir homenaje a las películas de Edward D. Wood Jr., especialmente “Plan 9 from Outer Space” (1959), y otras películas de ciencia ficción B de la década de 1950, como “Invaders from Mars” (1953), “It Came from Outer Space” (1953), “The War of the Worlds” (1953), “Target Earth” (1954), “La invasión de los ladrones de cuerpos” (1956) y “Earth vs. the Flying Saucers” (1956). En 1.996 se estrenaron dos películas donde los extraterrestres nos invadían con inmensa flota de platillos volantes: una era "Independence Day", la otra esta "Mars Attacks!". Mientras la primera se agarraba a los convencionalismos, efectos visuales, al espectáculo enfocado de modo solemne, la segunda es una parodia mordaz de este subgénero catastrofista-apocalíptico, con influencias ya mencionadas, también se atisban a la kubrickiana "Dr. Strangelove…", a “Los Gremlins” (la historia en sí es un calco a nivel global de esta, con unos traviesos malos malísimos), e incluso a la novela (llevada tantas vences a la pantalla) de H.G. Wells “La Guerra de los mundos”. Ello con un guión del dramaturgo londinense Jonathan Gems (“1984), que se basó en la serie de cromos de Topps del mismo nombre, creada en 1.962 en plena Guerra Fría por los artistas Norman Saunders y Wally Wood, la serie de cromos "Mars Attacks!" de la compañía Topps tuvo una corta pero intensa existencia. Mostrando con notables dosis de cinismo, violencia y sexo una invasión marciana que dejaba el Mundo patas arriba, colección de cariz políticamente incorrecto fue retirada rápidamente por la polvareda de polémica que levantaron al estar dirigidos a los niños, por esto son un raro y codiciado objeto de coleccionista. A lo largo de los años, la bizarra invasión y destrucción de La Tierra presentada en "Mars Attacks!" intentó llevarse al cine.

 

Los dardos del guion y el cineasta de los cabellos revueltos se dirigen contra toda la sociedad americana, desde sus buenistas políticos, el militarismo, la cultura de las armas, contra los medios de comunicación, la vulgaridad de paraísos artificiales (Las Vegas). Ello tenido en la fachada un megalómano y (desaprovechado) elenco actoral, propio de los films de catástrofes que popularizó el productor Irwin Allen, con Jack Nicholson (en un papel dual, de POTUs y de empresario histriónico en Las Vegas, en ambos parece incómodo, resulta acartonado y sin ganas; Tim volvía a trabajar con él después de “Batman”), Glenn Close (en una parodia sin gracia de Nancy Reagan), Annette Bening (como una hippy insustancial), Pierce Brosnan (entre el interpretativo erial deja algo como el idealista consejero presidencial), Danny DeVito (como un abogado carroñero deja una buena escena cuando se ofrece a los alienígenas, y solo eso; estuvo con Burton en “Batman vuelve”), Martin Short (en un papel que se cree más gracioso que el insulso material que tiene), Sarah Jessica Parker (haciendo de sí m isma, y con ello siendo tan kitsch como inane), Michael J. Fox (como un presentador de noticias pomposo y sin chispa alguna), Rod Steiger (otro que aporta, con carisma aporta raza y visceralidad de Halcón militar), Tom Jones (haciendo de Tom Jones, y sin capacidad de reírse de sí mismo, se agradece que cante su popular tema "It's Not Unusual", pero cuando se repite ya cansa), Lukas Haas (actor dotado para más que este insípido rol), Pam Grier ( en un papel de pasaba por allí), Natalie Portman (parece extrañamente ausente), Jim Brown (en un personaje tosco, solo destacable pro la pelea que mantiene a puñetazos con los marcianos), Jack Black (escasito, tiene su escena cuando ataca a los marcianos y tras ello coge la bandera de las barras y estrellas para ofrecer su verdadero carácter), Lisa Marie (pareja de entonces de Tim Burton, hace una parición sin decir palabra como bombón sexy en realidad un caballo de Troya marciano, sin personalidad), Joe Don Baker (como un redneck que vive en un barrio de caravanas, aporta nervio y carácter, algo que es cuasi desértico en el film)  y Sylvia Sidney (gran actriz del cine de la edad de Oro, siempre es un placer verla; ya estuvo con Burton en “Bitelchus”) en su último papel cinematográfico; Tengo la impresión de que a la mayoría de intérpretes Tim Burton no les dijo que estaban en una comedia.

 

El desequilibrio del film viene que, tras su esperanzador inicio, cuando vemos por un camino del medio oeste USA a una manada de vacas correr despavoridas con el lo ardiendo en llamaradas, mientras unos granjeros lo observan impactados. Tras ello los muy imaginativos créditos iniciales en los que vemos saliendo de Marte cientos de platillos volantes, cual clásica imagen caricaturesca de los mismos (la icónica de dos platillos de música), ello adornado por una turbadora música de theremín. Pero cuando se inicia la película, el suflé se desinfla en medio de situaciones sin humor, aunque sepamos es una parodia, este de por sí no tiene chispa si no la goteas de situaciones sarcásticas ingeniosas, y de eso adolece la película. Nos pasamos media hora plana de presentación de personajes por los USA (Washington DC para retratar la fatuidad d ellos políticos; Kansas para retratar a los rednecks; y Las Vegas para retratar la superficialidad de los humanos), seres sin nada que decir, meros clichés más planos que un folio, figuras sin alma, que importa entre zero y nada lo que ves.

 

Pero todo este germinal tedio se interrumpe con el aterrizaje en Nevada de los marcianos, es su aparición la que nos saca del sopor. Y es que estos seres de otro planeta resultan muy divertidos, ya desde su apariencia guiñolesca, sus cabezones con la masa cerebral a la vista, sus ojos saltones, sus escafandras, sus armas que se asemejan a escopetas de agua de colorines, su modo de hablar cual patos, y sobre todo su gran vis cómica, ya desde su entrada con esa traducción de sus palabras ‘Venimos en son de Paz’, todos los allí presentes aplauden entusiastamente, sueltan una paloma blanca, la ve el embajador marciano, desenfunda su pistola y la achicharra, en algo que será recurrente en sus muertes, es ver que el cuerpo se le ilumina, tras lo que vemos sus esqueleto en verde (creo) y luego se carboniza (eso sí, para que no nos caigan demasiado mal, nunca contra mujeres o niños). Tras lo que comienzan un akelarre los marcianos contra todo el público. Marcando el tono de humor negro de la cinta, haciendo risas de las propias muertes, de la paloma de la paz, del buenismo. Y aún los humanos creen puede ser un malentendido cultural, lo que deriva en una escena transgresora Destroyer que puede ser el sueño húmedo de muchos, como es la aniquilación/pulverización del congreso USA y todos sus representantes. Tras ello entramos en la Guerra de los Mundos, estamos en un vaivén continuo, donde los sub tramas humanas son valles sin capacidad de generarme interés alguno (se salva el punzante gag en que el presidente de Francia telefonea al de USA para decirle que tiene buenas noticias, ha llegado a un acuerdo con los marcianos, en claro torpedo a los gabachos y como terminaron pactando con los nazis en la WWII con el gobierno de Petain), y solo espero saltemos a estos marcianillos perversos. Con gags desternillantes con el Obelisco de Washington (es alguna referencia fálica?), el Taj Majal (la peculiar sesión de fotos), el Big Ben, o la Isla de Pascua (improvisados bolos de moais), o el Monte Rushmore (el rediseño láser). También jocosos sus experimentos con humanos, como es ese intercambio de cuerpos con cabezas de perros. Delirante como persiguen a los humanos por las calles, con un  traductor que grita: ‘No corráis, somos vuestros amigos’. O como introducen a uno de los suyos en la White House. Seres creados por CGI de la Industrial Light and Magic, aunque Burton quería fueran en stop motion que rindiera homenaje a Ray Harryhausen, pero su alto coste hizo lo dejara. Los supervisores de stop motion Ian Mackinnon y Peter Saunders, quienes más tarde colaborarían con Burton en “Corpse Bride”, recibieron crédito por el diseño de personajes.

 

Posee un *rush final claramente influenciado por La Guerra de los Mundos. Donde aparecen los reventamientos de cerebros marcianos, en modo toon en su color pegajoso verde comic.

 

Spoiler:

En la Guerra de los mundos es un virus el que acaba con los invasores, aquí el virus es un tema musical cuando la abuela pone en un tocadiscos la canción de Slim Whitman, "Indian Love Call", y descubre que hace que las cabezas de los marcianos exploten. Entonces por todo el planeta la gente pone la canción, por altavoces en tanques, por radiocasetes, aviones y los marcianos comienzan a caer como moscas.


Las escenas en las que marcianos atacan China, Filipinas, Japón, Europa, África, India y Rusia se eliminaron del guión, dejando solo París y el Taj Mahal. Comentó Gems. "Tuvimos cosas como que Manhattan fue destruida edificio por edificio, la Casa Blanca y también el Empire State Building. Warner Bros pensó que todo esto sería demasiado costoso, por lo que eliminamos la mayor parte para reducir el costo". Discutiendo más a fondo las diferencias entre Mars Attacks! E “Independence Day”, Gems afirmó, "Independence Day es más como una película llamada Fail-Safe y Mars Attacks es como Dr. Strangelove", en que ambas películas tenían una historia similar, pero con diferentes tonos.

 

Howard Stern afirmó que el clímax de la película, donde un ataque de los marcianos fue frustrado al tocarles canciones de Slim Whitman, fue creado originalmente por él cuando trabajaba en WNBC en 1982, en un boceto llamado "Slim Whitman vs. The Midget". extraterrestres de Marte".

 

Al diseñar al marciano (interpretado por la novia de Burton, Lisa Marie Smith) que seduce y mata a Jerry Ross (Martin Short), la diseñadora de vestuario Colleen Atwood se inspiró en fotos de Marilyn Monroe, y el trabajo de Alberto Vargas y Jane Fonda en “Barbarella” (1968); La banda sonora de la película fue compuesta por el compositor habitual de Burton, Danny Elfman, con quien Burton se reconcilió después de una pelea que ocurrió durante “Pesadilla antes de Navidad” (1993). Se adapta bien al tono del film, pero no trasciende como muchas otras del músico; El diseñador de producción Wynn Thomas (“Inside Man” o “Figuras ocultas”) tenía la intención de que la sala de guerra rindiera homenaje al Dr. Strangelove (1964); La destrucción del hotel de Art Land fue una grabación de la demolición nocturna real del Landmark Hotel and Casino, un edificio que Burton deseaba inmortalizar.

 

Desigual film, que me hubiera gustado ver desde la óptica de los marcianos, que so n más ricos en carácter que estos humanos ñoños y cursis. Gloria Ucrania!!!

domingo, 11 de septiembre de 2022

 


MISSING.


No sé si sobrevalorado o envejecido film, pero visto tras 40 años de su estreno (12/02/1982), me ha resultado bastante partidista, sesgando información. Algo que, por otro lado, es común en el director agit-prop griego Costa-Gavras, un combativo realizador de izquierdas, que en este caso ha adaptado un guión suyo co-escrito junto a Donald E. Stewart, y John Nichols (no fue acreditado), basándose en el libro “The Execution of Charles Horman: An American Sacrifice” (1978) de Thomas Hauser, reflejando la desaparición del periodista estadounidense Charles Horman, a raíz del golpe de Estado chileno de 1973 respaldado por Estados Unidos, y la posterior búsqueda del padre venido de USA junto a su nuera. Ello en el contexto prebélico del derrocamiento del presidente comunista elegido democráticamente Salvador Allende. En lo que es un claro ataque del director contra la connivencia estadounidense con el golpe de estado de Pinochet, claramente encuadrado en lo que se dio en llamar ‘Operación Condor’ en el cono sur americano, para impedir el auge del izquierdismo en esta parte del mundo, y para ello apoyando dictaduras militares como muro ante ello, combatir al Mal, con más Mal, porque no iba a salir bien (ataque de cinismo!).

 

La historia involucra la desaparición a principios de la década de 1970 de un joven periodista estadounidense en un país (no nombrado) que obviamente pretende ser Chile. El joven y su esposa (interpretados por John Shea y Sissy Spacek) se han ido allí a vivir, escribir y absorber el color local. Pero luego estalla una guerra civil, se declara la ley marcial, las tropas deambulan por las calles y un día llegan los soldados y se llevan al joven. La película es el registro de los intentos frustrantes de Spacek y su suegro (Jack Lemmon) por descubrir qué pasó con el hombre desaparecido. Sugiere que el joven estadounidense podría haber estado en algún tipo de lista negra informal de periodistas extranjeros de izquierda, que se lo llevaron y lo mataron, y que (esta es la parte controvertida) los funcionarios de la embajada estadounidense sabían sobre su destino e incluso podrían han estado involucrados en la aprobación de su muerte.

 

Con la llegada al país andino de Ed (Lemmon) nos embarcamos en una trama cuasi-detectivesca, donde nos iremos cruzando con personajes ambiguos, con mucho que esconder y poca información que dar. Donde se intentará reconstruir los ´últimos días del ‘desaparecido’, mediante testimonios de gente que lo conocía y con al que se cruzó, desde esa Terry Simon (buena Melanie Mayron), amiga del matrimonio Horman que queda varada junto a Charles al vacacionar en Viña del Mar, y allí se cruzan con personal militar estadounidense, Andrew Babcock (Richard Bradford), dándose a entender estos estaban ayudando a preparar el golpe de estado. Tenemos al ladino Ray Tower (Charles Cioffi), capitán de la marina implicado en el alzamiento, caricaturizado como un depredador sexual un tanto *peculiar por el comportamiento de sus ‘presas’. Una visión serpentil de los funcionarios USA, tipos entre viscosos y profesionales de la mentira, paternalistas, aunque la clave para todo esto la da un sentido soliloquio que le sueltan a Ed: "Estamos aquí para defender los intereses norteamericanos. Muchas empresas de nuestro país viven en esta tierra.”. Y acaban por hacer un perverso símil sobre lo que hizo Charles y meterse con la mafia de Nueva York. También los chilenos burócratas son enfocados como villanos entre arrogantes y sádicos; Tenemos el tramo ‘Rashomon’ en que a través de varios testigos vemos como detuvieron a Charles en su vivienda, con cada uno variando la historia y con ello Costa-Gvras jugando con el espectador y su percepción, cuando en realidad las diferencias de las versiones no tienen importancia alguna, es más una nota de humor que algo crucial.

 

Protagonizada por una sensacional Jack Lemmon como el angustiado padre, y una gran Sissy Spacek como la ajada esposa del desparecido. El guion potencia el enfoque sobre el padre en su asfixiante búsqueda del hijo, el laberinto burocrático en que sumerge de un lado a otro, una odisea pesadillesca que lo llevan de un lado a otro sin respuestas, con esto vemos el arco de desarrollo de Ed (el padre encarnado por Lemmon), su cambio de postura de alguien que se queja de la postura política de su hijo, y luego, conforme conoce la situación va tomando conciencia social, en un claro ejemplo de lo que el director quiere que haga el espectador, lo quiere llevar desde su desconocimiento a sentirse empatizado por este padre.

 

Pero esto me resulta manipulador, pues nunca nos enfrentamos al contexto político, nunca sabemos por el film que ideas defendían los derrocados, ni cuales los que perpetran el violento golpe de estado. Solo vemos a trazos grueso la brutalidad de los vencedores, el infierno que Costa-Gavras nos escenifica, maravillosamente exhibido este horror cotidiano urbano. Esto es el conflicto, no son las ideas políticas, por lo que el director juega con las cartas marcadas, no confronta estilos de vida, solo quiere empatizarnos con la situación a través de la opresión de los que ganaron la batalla. Nos hablan de que no tiene ‘el desaparecido’ filiación política, pero tiene un poster en su casa del Che, ya marca sus putrefactas ideas sin es admirador de este psicópata homófobo y experto en intromisión en otros países (algo de lo que la película parece se queja que hace USA). También tenemos un video doméstico donde el ‘desaparecido’ cuenta a groso modo sus ideales, comentando durante una hedonista barbacoa que si alguien tiene dos coches y otro ninguno lo ‘lógico’ es que le den al que no tiene uno, y que, si alguien tiene dos casas, lo ‘normal’ es que le de una al que no tiene, menuda bazofia e inmundicia comunista, un ataque a la propiedad privada, principio básico de toda sociedad libre. Y sobre todo viniendo de él, que tiene muchos ideales dignos, pero a la hora de la verdad vive de lo que el millonario padre le va pasando mensualmente, será hipócrita y demagogo!

 

Como bien comenta el padre es fácil tener grandes ideas rebeldes cuando te apoya el dinero de papaíto por detrás. Para que nos caiga bien nos hablan de un Charles (el desaparecido) que gusta de leer ‘El Principito’ y que quiere escribir historia para niños, pero nos enteramos este ‘lumbreras’ es un escritor que no ha escrito una novela y que trabaja para un periódico de izquierdas del que no cobra, o sea, vive como un parásito de su padre, y encima va a dar lecciones de cómo vivir a otro país, menuda escoria, siento cero simpatías por este tipejo. Se nos quiere hacer ver que era neutral Charles y a la vez que era comunista, estar a las sopas y a las tajas.

 

Aunque no se diga en la película, eso sería ser objetivo (y nunca Costa-Gavras lo pretende), el régimen que cayó eran comunistas comandados por el aspirante a tirano castrista Allende, donde se comenzaron a privatizar empresas, se atacaba la Iglesia Católica, se pasaban por el arco del triunfo que la Corte Suprema denunció a Allende por sus violaciones de las garantías constitucionales en mayo y la Asamblea haciendo lo mismo en agosto, todo esto fue un caldo de cultivo que explotó con el general Pinochet al frente, recordándome bastante a lo sucedido en España en el 36, y es que un régimen hediondo socialista que se hermanaba con la URSS de Stalin acabó colapsando cuando se opusieron los militares, lo cual fue de muy mal a muy mal, no hubo término medio, los extremos vencen en el enfrentamiento, los dos eran malísimos. Pues en Chile fue similar, con la diferencia de que aquí no hubo Guerra Civil de 3 años.

 

Lo que para mí es el motor cautivador de la historia es el padre, el motivo que me hace sobrellevar la cinta, es el impulso para hacérmela atractiva, alguien que, sin comerlo, ni beberlo, sufre este averno con el que debe lidiar. Espetando cosas tan de padre como "Si se hubiera quedado en casa esto no habría sucedido". Introduciéndonos con él en un thriller angustioso, donde asistimos al terror de la dictadura que se cernía sobre Chile (aunque nunca se nombra este país, ni Allende, ni Pinochet, pero si se dice la población chilena de Viña del Mar), en diferentes espeluznantes secuencias que dan el nivel de horror que se vivía en aquellos días. Para ello tenemos a un Jack Lemmon Homérico en una actuación soberbia en que transmite toda una gama de emociones y sentimientos a flor de piel, imposible no conectar con su dolor, ello con rabia, indignación, frustración, la encarnación del ciudadano medio americano enfrentado al Mal que desconoce, superado por los acontecimientos, en medio de algo cuasi kafkiano, su rabia termina siendo nuestra rabia, Brillante; Sissy Spacek  da una muy sentida actuación, cargada de sentimiento y pasión, de las que te llega.

 

Para dar vigor al mensaje de las atrocidades cometidas por los pinochetistas vemos escenas tan desgarradoras como la incursión en una miserable morgue con cientos de cadáveres tirados por los suelos, en múltiples salas, incluso en las escaleras (tremendo!) cual matadero de genocidio, siendo estremecedor cuando vemos las sombras de los muertos sobre cristaleras, creando un aura fantasmagórica aberrante; también la ‘visita’ al estadio, con miles de detenidos sumariamente por todas las gradas, resulta impresionante; Como lo es el tramo de tensión de terror opresivo cuando la protagonista queda atrapada en las calles de la capital en medio del toque de queda, teniendo que huir y esconderse del ejército por donde podía, emitiendo tensión dramática, su temor nos cala, con ese tránsito constante de militares en jeeps, oyéndose disparos, viendo muertos tirados por las calles, y con esa imagen surrealista de un caballo blanco corriendo por la calle desierta perseguido por soldados; El director sabe infundir al espectar el clima de terror latente, con constantes imágenes de militares por las calles, con sonido de disparos, con edificios ardiendo, con cadáveres por el rio, con altavoces anunciando el toque de queda, donde hasta en terremoto sirve para mostrar, que ni el seísmo puede romper el toque de queda.

 

De la puesta en escena destaco la sensacional banda sonora creada por el heleno Vangelis (“Blade Runner” o “1492, La Conquista del Paraíso”), con una melodía epidérmica a piano de las que te tocan la fibra sensible, muy emocional en su inherente dramatismo, esto entrelazado a temas con sintetizador que dan vigor inusitado a la escabrosa trama.

 

Spoiler:

 

*Es difícil de tragar cuando Beth está en la residencia Tower y se queda a dormir allí sabiendo que este tipo no es trigo limpio. También se baña con la puerta sin echar, vemos al sátiro de Tower entrar allí esta se tapa en la bañera de modo puritano y Tower al no ofrecérsele se marcha, luego lo vemos a él ir tras ella de modo ridículo por la casa hasta ‘refugiarse’ ella en el dormitorio de la amiga. Todo muy chusco y poco verosímil en medio de la supuesta búsqueda del marido.

 

Aunque se sugiere que Charles pudo haber sido ejecutado sumariamente por la información que le dan militares USA en Viña del mar, nunca se da explicación a que este no estaba solo, iba con una Terry (menuda licencia hay que dar para creer la escena en que los dos están en la habitación de hotel cada uno durmiendo por su lado como si nada, quien se lo va a creer, y más tenido en cuenta que son gente de muy izquierdas que creen en el amor libre [pero los mercados privatizados!]), que supo lo mismo que él, entonces porque no fueron a por ella también? O porque los militares USA eran tan ingenuos de contar planes secretos al primero que pasaba por allí? Ridículo; Y ya el colmo es que estos oficiales de inteligencia USA se hospedaban sin esconderse en hoteles de lujo, con lo que el personal de estos pueden saber que allí estaban estos oficiales, también fueron a por ellos?

 

En el epílogo vemos llegar el ataúd que baja del avión con el cuerpo del asesinado y la voz en off explicando el retraso de seis meses en llegar, cuando les dijeron que en menos de una semana (y pagando previamente los costes). Oímos que Ec denunció hasta a Kissinger en su retahíla de objetivos pro la muerte de su hijo, pero todo fue sobreseido.

 

Película estrenada en el Festival de Cine de Cannes de 1982, donde recibió conjuntamente la Palma de Oro (junto con la película turca Yol), mientras Lemmon ganó el premio al Mejor Actor. Recibió cuatro nominaciones en los 55 Premios de la Academia; Mejor Película Mejor Actor (para Lemmon), Mejor Actriz (para Spacek) y ganó Mejor Guión Adaptado. ni Chile ni Pinochet se mencionan nunca por su nombre (aunque sí las ciudades chilenas de Viña del Mar y Santiago).

 

Film al que, si le quitas la paja en forma de panfleto plano, te quedan elementos atractivos, pero estos michelines contrapesan. Gloria Ucrania!!!

 


MALCOLM. (Serie TV TC)

Acabo de terminar de ver el vigésimo segundo episodio de la séptima temporada de la serie estadounidense “Malcolm in the middle”, el último de la serie por siempre, lo tenía aparcado desde hace tiempo, pues no quería terminarla, pues sabía que sentiría un gran vacío, y así ha sido. Serie esta que coloco en el Olimpo de las de humor (aparte de las animadas)  junto a “Seinfeld”, su medio hermana “Curb your enthusiasm” y “Community”, simplemente uno de los picos catódicos de su historia. Creada por Linwood Boomer (el que era el esposo de Mary Ingalls en la serie “La casa de la pradera”) para la Fox (la misma que produjo la piedra foilosofal de todo el humor moderno, “Los Simpson”), emitiéndose originalmente entre 2000 (comenzó en 9 de febrero) y 2006 (el 14 de mayo finalizó), con un total de 151 episodios. Boomer escribió los guiones de dos episodios, "Pilot" y "Francis Escapes", y dirigió cinco: "Dewey's Opera", "Stilts", "Reese vs. Stevie", "Bride of Aida" y el último episodio, "Graduation". Serie con muchas similitudes con “Los Simpson”, de hecho, muchos capítulos (pero muchos) tratan temas similares, abordando de modo mordaz la vida rutinaria de una familia de estrato social medio bajo en USA. Ello con un vigor e imaginación sublimes, un torrente de ideas, situaciones, personajes secundarios maravillosamente trazados, y unas actuaciones antológicas que por ejemplo hicieron de Bryan Cranston una estrella que lo confirmaría en la posterior “Breaking Bad”, lástima que su arrolladora partenaire Jane Kaczamarek (siete nominaciones a los Emmy encada una de las temporadas, sin premio) no tuviera el mismo éxito, su raza, visceralidad e intensidad son un Trueno que no cesa. donde te es muy fácil identificarte. Con elementos que la hacían cautivadora (ya desde romper con la costumbre chirriante de colocar risas enlatadas para empujar al espectador), recursos ingeniosos como ese Malcolm rompiendo constantemente la cuarta pared. Un derroche de ingenio punzante puesto al servicio de la comedia más descacharrante, exponiendo una oda a la familia sensacional, ello sin sentimentalismos baratos, sin manierismos, siempre desde atrapar al espectador en tramas formidables en que se desmenuzan las costumbres y modismos de nuestra sociedad. Tramas casi siempre arrancan (tras el maravilloso prólogo, marca de la casa, que no tiene nada que ver con el capítulo en sí, un gag la mayor parte de las veces excelentes, ojo al que se guardan para el último capítulo, Sensacional) en varios hilos, para luego unirse al final de forma brillante (un recurso este también muy Simpson). Posee un humor que por momentos resulta apabullante, sorprende casi siempre en cómo le da la vuelta a las situaciones, o como las lleva al límite y más allá´. Una serie Destroyer contra nuestra pacata sociedad, que a la vez da lecciones de vida sin caer en lo azucarado.

 

La serie sigue a una familia de seis (más tarde siete) integrantes, y es protagonizada por Malcolm (Frankie Muniz), chico de 12 años más o menos normal al cual se le descubre mediante un test en la primera temporada que tiene un coeficiente intelectual de 165, nivel de un genio. Malcolm disfruta ser inteligente, pero detesta tener que tomar la clase para niños prodigiosos, estos son objeto de burla para los demás estudiantes, quienes los llaman "Krelboynes" (referencia al Pu Seymour Krelboyne de Little Shop of Horrors). Jane Kaczmarek personifica a la despótica, neurótica, psicótica y autoritaria madre de Malcolm, tiene una hermana enconada con ella por creer que le quitó a Hal. Tiene una madre (apoteósica Cloris Leachman), tiránica, fumadora, cascarrabias, que proviene de un país centroeuropeo que nunca se menciona, pero que lleva sus (raras!) costumbres a varios episodios (como el que hace competir a Malcolm y a Reese por una joven). Hal encarnado por un espléndido Bryan Cranston personifica a su inmaduro, pero amoroso padre. De hecho, aquí se da un cambio de roles, pues es la madre la voz de la autoridad, la de la responsabilidad, la de la madure, y el padre tiene en realidad mente infantil, este proviene de una familia adinerada que reniega de Lois (esto dará pie a uno de los grandes episodios durante el cumpleaños del padre, encarnado por un grandioso Christopher Lloyd, episodio este que es caldo en ebullición, hasta explotar en uno de esos finales Homéricos que recuerdas por siempre). Christopher Masterson (Durante últimas dos temporadas, redujo su tiempo en pantalla para escribir y dirigir algunos episodios) personifica al hermano mayor Francis con 16 años, rebelde que en los primeros episodios está en la escuela militar con gran protagonismo para el marcial Comandante Spangler (gran Daniel von Bargen), donde se dan tramas paralelas, que en posteriores temporadas llevará a Alaska (tendremos la Colosal pelea entre Francis y Lavernia), donde trabará relación con una inuit, Piama (buena Emy Coligado), con la que trabará situaciones similares que con su madre, también otra temporada pasaremos a un rancho de recreo con los buenistas dueños germanos Otto Mannkusser (estupendo Kenneth Mars) y su esposa, Gretchen (buena Meagen Fay), siempre con disputas con la madre, rencillas que n unca se sueldan. Justin Berfield es Reese, de 13 años, el hermano mayor de Malcolm, un tarugo mental, pero un gamberro redomado que abusa de los niños en el colegio. El hermano menor, Dewey (extraordinario Erik Per Sullivan), de 7 años, se siente amargado sobre su niñez arruinada, al ser el menor siente siempre es el último, amén de ser abusado por sus hermanos (tiene uno de sus grandes momentos con el baile “Pupipupipupa” para llevarse de calle a una sexy canguro que deseaban Reese y Malcolm. Las temporadas posteriores ampliaron el alcance del programa al explorar interacciones de la familia con su familia extendida, amigos y colegas en mayor profundidad; Craig Feldspar (enternecedor en su ingenuidad David Anthony Higgins), el desafortunado compañero de trabajo (y enamorado de ella) de Lois en la farmacia Lucky Aide; el mejor amigo de Malcolm, Stevie Kenarban (buen Craig Lamar Traylor) que usa silla de ruedas y es muy asmático, y el padre de Stevie, Abe (buen Gary Anthony Williams).

 

Como todo buene espectáculo debe ofrecer carnaza de la buena ya en su inicio, y lo hace con una escena de arranque desternillante, pues vemos en el salón cocina de la familia a una desnuda Lois afeitando (en lo que es una tarea cíclica) el vello corporal de Hal, que también está desnudo sentado, leyendo distendidamente el periódico (esto le tapa las vergüenzas, el cuerpo de él tapa las de ella), ello mientras los hijos desayunan, y entonces Malcolm habla a cámara de la situación de forma chistosa, entonces una mujer (la profesora de Malcolm) aparece en la puerta y se sorprende de la estampa de Lois, y esta segura de sí misma le espeta: “Son solo tetas, señora. Los ves en el espejo todas las mañanas, y estoy seguro de que los tuyos son mucho más bonitos que los míos”.

 

Una serie donde el humor de todo tipo es un tsunami en permanente ida y vuelta, con torrentes de frases y diálogos descacharrantes, con torbellinos de slapsticks, con momentos surrealistas, con otros que son puro Rube Goldberg, con planificaciones y ejecución de gamberradas fenomenales, con resoluciones abracadabrantes. Esta es una esas series donde definirlas sería limitarlas, es un volcán en ebullición infinita, incluso cuando repites capítulos encuentras detalles nuevos que la enriquecen. Donde cada comida se convierte en una aventura (epítome la de Reese con la cuchara con comida apuntando en catapulta la madre, el diálogo de besugos que mantienen es absolutamente Epopéyico).

 

Episodios que se me vienen al recuerdo, y pido perdón catódico para los muchos que me dejaré fuera, también por el desorden que pueda haber:

 -En el aniversario de boda de Lois y Hal, la madre encuentra el vestido que se iba a poner quemado, mientras Hal espera en el restaurante, ella monta un akelarre para descubrir cual de los hijos es el responsable.

-La noche que Malcolm y Stevie acaban en la peligrosa ciudad, huyendo de un lugar a otro, en una aventura gloriosa. En este mismo episodio tenemos a Reese en una misión imposible de tener que acostar cenado y balñado a Dewey. Y a Francis colapsando a una logia militar con las historias de su madre.

-Los tres hermanos Malcom, Reese y Dewey uniéndose (y nunca mejor dicho, verticalmente) para ganar a su padre en el basket, con la gran frase de Dewey: “El futuro es hoy viejo”.

-Cuando el rol recurrente en varios episodios encarnado por Hayden Panettiere hace creer a Malcolm y Reese respectivamente que el otro es gay; En este mismo episodio está la competencia de Hal con un vecino por hacer la mejor figuración del Ataque a Pearl Harbor, con un final Explosivo.

-Cuando Hal y Dewey montan una gran ciudad en el salón, y la situación se les va de las manos, y acaban montando una sociedad paralela, donde Dewey termina como gran dictador, pero este mundo tiene un taló de Aquiles, Lois y su efecto Godzila.

-Otro con muchos puntos con este mencionado, es el de Hal teniendo que escribir una nueva constitución para el barrio, Malcolm ejercerá de malévolo Pepito Grillo, manipulándolo arteramente, en lo que es otra delirante parodia política.

-Cuando Hal, tras sacar unas llaves de una alcantarilla, se hace el l´ñider absoluto de un grupo de culturistas que le siguen a todas partes.

-El Komodo 3000 y como con esto intentar atraer a la fuerza oscura los hermanos Reese, Malcolm y Dewey a Francis, Atómico final.

- El capítulo del cumpleaños de Lois, otro de cocción tensa hasta su Épico final con una pelea de la familia unida contra un grupo de payasos ante la mirada feliz de Lois.

-Hal es acusado de fraude, en un capítulo parodia del género judicial, es puesto por sus superiores malvados como el líder de una estafa, parece no tener escapatoria, pero al final su absentismo laboral tendrá recompensa.

De los mejores capítulos, de los mejores momentos. Hal es detenido acusado de fraude pero sale libre ya que confiesa que ¡no ha ido a trabajar durante 15 años!

-Lois dirigiendo a un grupo de improvisados trabajadores del Lucky Aide con el objetivo de atrapar a una ardilla, ello con un famoso villancico de fondo, Brutal!

-Dewey perseguido subliminalmente por el espíritu de un muñeco que ha visto en la tv, y este empujándolo a pedírselo a los padres.

-De los ya Top de los Top suelen ser los primeros y últimos de las temporadas, de ahí recuerdo el del parque acuático (“Crees que somos ricos!?”). En paralelo tenemos a Dewey en casa con una canguro (la mítica Dorothy Zbornak de ‘Las chicas de oro’, Bea Arthur), que acaba bailando con el niño ¿Fernando’ de Abba, para luego emprenmder una odisea por USA apoteósica; el del atasco en medio del desierto por un accidente (magnífica toda la sub trama con el vendedor de helados); o el de la evacuación (provocada por Hal y un colchón), todo el pueblo acaba pro un accidente de tren con sustancias tóxicas en un pabellón durmiendo todos juntos, se producen varias historias entrelazadas, siendo la central la de Dewey y sus timos que acaban, pues en plan la serie.

-Reese uniéndose al ejército, y encontrando su lugar en el mundo.

-Reese en su diáspora por el desierto (el motivo que más da) tiene por sed la alucinación del Sr. Waffles. Esto mientras Malcolm y Dewey tiene morriña de su hermano Reese, y por ello, en su honor, desde el techo de la casa atan pañales con caca de bebe a globos para que al explotar formen una (escatológica) especial lluvia.

-Cuando Lois se imagina en cada situación (caótica) de los hijos, y si fueran niñas, desopilante.

-Cuando Hal siente una epifanía y se convierte en un perfeccionista pintor, todo desembocando (sin verse nunca su obra) en un final aplastante.

-Cuando Francis (en clara parodia del Paul Newman que se come 50 cuántos huevos cocidos en el film carcelario “La leyenda del indomable”) se apuesta a que puede comerse 100 quacks (especie de golosina en forma de pato) seguidos.

-Cuando Lois cree bailar bien, pero al final su percepción se topa con la realidad filmada.

-El descojonante capítulo en que Hal lleva a los hijos a una carera de NASDAQ. Vemos a los niños en elipsis aburridos en los asientos y nos enteramos que llevan dos vueltas de las cientos que quedan, y esto solo es el inicio. Enb una trama paralela Lois escudriña en los secretos de cada uno de los hijos apareciendo la profesora de Malcolm a tomar lecciones de vida.

-Cuando Malcolm decide callarse y con ello se da cuenta de que gana muchas batallas.

-La partida de póker de Hal con sus amigos, todos negros, donde se queja de que todos son… (por supuesto aquí nada es lo que parece).

-Cuando un mono enfermero que le dieron a Craig estando minusválido por un accidente lo tortura.

-Hal bailando con patines, al ritmo de “Funkutown”, Fascinante!

-Cuando Lois tiene mononucleosis y deriva en que Hal termina en varias fiestas nocturnas de los vecinos, donde él, en su inocencia no sabe que tiene pareja que se está enamorando de él.

-Cuando Lois en una parodia de justiciera va ‘acabando’ una por una con todas las chicas que provocaron una humillación a su hijo Reese (visto durante el episodio como una mujer vejada), Soberbio! Ah, en este capítulo aparece como una de las víctimas una actriz que estaba por romper como la belleza con unos hipnóticos ojos como Emma Stone.

-Tenemos a Reese en el final de un capítulo queriendo hacer una gran hazaña con una bici y una manguera de bomberos, literalmente me partía de la risa con su final.

 “Si hubiéramos tenido a tu madre en Nam”, le dice un compañero cadete a Francis, “ahora habría un McDonalds en la plaza de Hanoi”.

Segundo cadete: "Amigo, hay un McDonalds en la plaza de Hanoi".

Primer cadete: “Está bien!”

 -Cuando Stevie habla por teléfono buscando a Malcolm y lo confunde con pervertido por el modo entrecortado y sin aire de hablar.

Rush final es la graduación de Malcolm: En su camino para escuchar el discurso de despedida de Malcolm, un tanque lleno del desastre más grande que Reese pudo inventar explota accidentalmente en el auto. Cubierto de mierda (y pegamento, huevos podridos y mofeta muerta), Malcolm le grita a su madre por haberlo hecho elegir Harvard en lugar de un lucrativo trabajo en tecnología. También cubierta de mierda, ella le informa que tomar el dinero fácil no es su camino, su camino es convertirse en presidente de los USA. Incrédulo, Malcolm pregunta cuáles se supone que son sus políticas; Acaba con Malcolm en Harvard, Reese como bedel del instituto (porque el anterior fue pillado con un agujero en los baños de las chicas), y viviendo con Craig; Francis con trabajo que le gusta, en un cubículo dentro de otro cubículo, pero que no quiere se entere la madre para hacer la rabiar; Dewey formando tandem con Jamie; Y los padres con anuncio de nuevo hijo a llegar!!! La vida continua…

El apellido de la familia nunca se menciona directamente en la serie. El guión de Linwood Boomer para el episodio piloto incluía originalmente el apellido Wilkerson, pero luego se eliminó porque no quería poner "ninguna etiqueta étnica específica en los personajes". El apellido apareció en los primeros borradores del material promocional y también en el uniforme de la Academia Marlin de Francis en el piloto. En el último episodio de la serie, "Graduación", Francis deja caer su placa de identificación de su nuevo trabajo de oficina, que indica su nombre como "Francis Nolastname". Además, en ese mismo episodio, el director anuncia a Malcolm como el orador, pronunciando "Sin apellido" mientras su voz se ahoga por la retroalimentación del micrófono.

 

Tampoco se hace explícito dónde tiene lugar el espectáculo. Varios episodios insinúan que la familia reside en algún lugar del suroeste de Estados Unidos, como mostrar a la familia viviendo a poca distancia en automóvil de Las Vegas. Otras veces, los datos sobre el lugar donde vive la familia son intencionalmente contradictorios dado el clima y lo que se describe como cercano.

 

El título de apertura del programa presenta clips cortos de películas de culto o programas de televisión, editados junto con clips del piloto y los primeros episodios del programa, con la canción "Boss of Me" del grupo de rock alternativo They Might Be Giants. La canción ganó el premio "Mejor canción escrita para una película, televisión u otros medios visuales" en los premios Grammy de 2002. La banda también interpretó casi toda la música incidental del espectáculo en sus dos primeras temporadas.

 

La música ambientadora se rocía a lo largo de la serie, en lugar de la risa de la audiencia, de una manera que se parece más a un largometraje que a otras comedias de televisión. Algunos ejemplos de esta música tan variada incluyen ABBA, Basement Jaxx, Sum 41, Kenny Rogers, Lemon Jelly, Lords of Acid, The Getaway People, En Vogue, Electric Light Orchestra, Fatboy Slim, Phil Collins, Claude Debussy, Tears for Fears, Quiet Riot, Reina y Ciudadano Rey, cuya canción "Better Days" se reproduce al final tanto del episodio piloto como del final de la serie. La banda de pop-punk del sur de California, Lit, tiene muchas de sus canciones en varios episodios.

 

Gran parte de la filmación de Malcolm in the Middle se realizó en locaciones en varias partes de la zona de treinta millas alrededor de Los Ángeles. Se alquiló una casa de propiedad privada, ubicada en Studio City, California, por más de $ 3,000 por día para filmar como la casa de Malcolm. Reconstruida en 2011, la propiedad ya no es reconocible debido a su moderno diseño de dos plantas. Sin embargo, la casa directamente a la izquierda es casi idéntica a cómo se veía durante la filmación, lo que la convierte en una parada frecuente para los fanáticos del programa. Las escenas escolares se filmaron en Colfax Charter Elementary School, en North Hollywood, y Lucky Aide estuvo representado por un Drug Emporium en 6020 Lankershim Boulevard en North Hollywood. La filmación en estudio de Malcolm in the Middle se llevó a cabo en el escenario 21 del CBS Studio Center en Studio City.

 

Hito Catódico. Gloria Ucrania!!!

domingo, 4 de septiembre de 2022

 


LUNA DE PAPEL.

"Quiero mis doscientos dólares"

 

124/21(16/04/22) Excelente dramedia dirigida por Peter Bogdanovich cerrando su época de esplendor de principio de los 70, que inició con “La última película” (1971), siguió con “Que me pasa Doctor?” y acaba con esta, ya nunca volvió a tocar la cima como con este trio de films. Aquí el guión es de Alvin Sargent (“Julia” o “Que pasa con Bob”?), que adapta una novela de 1971 Addie Pray de Joe David Brown, versando en estilo road-movie sobre la relación entre los dos protagonistas, un timador de biblias y una niñita (nunc a se aclara de modo fehaciente si son padre e hija, pero la barbilla...) que debe llevar a su hijos, ello en plena Gran Depresión y Dust Bowl ambientada en Kansas y Missouri, generándose entre ambos un sinfín de conflictos que hacen evolucionar de modo gradual su entente, ello sin caer en la simplista sensiblería.

 

En Gorham-Kansas, durante la década de 1930 (pero antes de que acabara la llamada Ley Seca), el estafador ambulante Moses Pray (Ryan O’Neal) conoce a Addie Loggins (Tatum O’Neal), de nueve años, en el funeral de su madre, ello en una toma donde el viento azota (reminiscencias a la Dust Bowl), la toma general acentúa la soledad de la niña, con una gran profundidad de campo y su pequeña figura se hace más aislada. Los vecinos sospechan que Moses es el padre de Addie, él dice que solo conoció a la madre en bar (eufemismo de bar de alterne). Él lo niega, pero accede a llevar a la huérfana Addie a la casa de su tía en St. Joseph-Missouri. En un molino de granos local, Moses convence al hermano del hombre que mató accidentalmente a la madre de Addie para que le dé $ 200 por Addie, que acaba de quedar huérfana. Addie escucha esta conversación y, después de que Moses gasta casi la mitad del dinero arreglando su viejo coche convertible y comprándole un boleto de tren, ella exige el dinero como suyo por derecho, después de lo cual Moses acepta que Addie viaje con él hasta que haya recaudado el dinero completo de $ 200 para darle a ella. A partir de entonces, Moses visita a las mujeres que enviudaron recientemente, fingiendo haber vendido Biblias costosas y personalizadas a sus esposos fallecidos, y las viudas le pagan por las Biblias inscritas con sus nombres. Addie se une a la estafa, fingiendo ser su hija, y exhibe talento. Tendrá importancia en la historia Trixie Delight (Magna Madeline Kahn, demuestra su gran versatilidad, no solo para el humor, sino también en lo dramático con la charla que el da a Addie cuando está no quiere subir al auto; tan buena que fue nominada al Oscar que ganó Taum; a la que el director ya tuvo en su anterior film, la comedia “What's Up Doc?”), una ‘bailarina’ que viaja con su asistenta Imogene (espléndida PJ Johnson).

 

Todo esto atomizado por una esplendorosa y radiante química entre el dueto Ryan y Tatum O’Neal (que Bogdanovich con perspicacia pone a la misma altura al hacer que cuando filma a la niña la cámara enfoque a la altura de sus ojos y de ese modo sean de igual a igual), ni que decir tiene, son en realidad padre e hija, como los protagonistas Moze y Addie, desbordando complicidad, compenetración, saltando chispas de frescura que traspasan la pantalla, ayudados por un libreto cargado de frases ingeniosas, réplicas y contrarréplicas vigorosas, así como de situaciones atractivas, repito, rehuyendo lo almibarado. Una estructura episódica que sirve para un desarrollo ágil que nunca se detiene, con giros mordaces, con momentos de tensión, y con mucho humor, donde el mundillo de los timos sirve como dinamizador de la entrañable relación entre estos disfuncionales socios entre medio de los peligros de sus acciones por el medio oeste americano. Un duelo interpretativo fascinante, con escenas tan explosivas como la primera en que ella se enfrenta a él por sus 200 $, o sus miradas en medio de los timos ante las salidas de pata de banco de ella, formidable tour de forcé. Donde sus actos de estafas constantes no generan rechazo por el modo en que se producen. Son dos supervivientes intentando salir adelante en una época difícil. La actuación de la debutante Tatum O'Neal resulta un Icono del Séptimo Arte, con esa mirada límpida, de sus grandes ojazos, con esos toques de personalidad (que le guste fumar, que disfrute de la radio con discursos de FD Roosevelt, o como lleva la cuenta del dinero). Fue premiada con el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto (aunque tiene el mismo peso dramático que la de su padre), convirtiéndola en la ganadora más joven con 10 años en la historia de los Premios de la Academia, marca hasta 2021 nunca superada.

 

Film que se puede dividir en tres partes: La primera con la presentación de la pareja protagónica, como vemos que él es un estafador aprovechado hasta de la niña para sacar dinero por la muerte de la madre, pero ella demuestra su inteligencia escuchando y surtiéndose d ello su primer enfrentamiento, con lo que tenemos el primer choque en la cafetería, que conlleva su odisea por las carreteras uniéndose ella de rondón a los timos de él con las biblias, el trilerismo con el cambio de un billete, o el timo del billete firmado por la ‘abuelita’, ello hace que Addie tome cariño por Moses; La parte central se da con la entrada en escena de la ‘artista’ Trixie Delight, a la que Moses incrusta en su nuevo coche (con su asistenta, que tiene charlas jocosas con Addie, y unos comentarios delirantes sobre la ‘personalidad’ de su ‘jefa’ y de lo que será capaz de hacer por 30 $), él se ha enamorado de ella, y Addie se siente desplazada, y siente celos, además de que esta mujer haga que Moses sea demasiado alegre gastando dinero. Esto desembocará en un ‘maquiavélico’ plan para intentar deshacerse de ella apuntando a su debilidad, ello con la participación (involuntaria) de un recepcionista de hotel, acabando todo con una punzante nota de patetismo; La tercera y última sección tiene como epicentro una estafa con licor que Moses venderá a un contrabandista, que resultará ser el hermano del sheriff. Aquí con persecuciones, palizas, tensión (ese sombrerito el juego que da y lo bien que lo maneja Addie). Hasta llegar a su rush final, brillante en el modo de producirse, sin azúcar pero entrañable.

 

Es de reseñar el modo sutil en que Bogdanovich exhibe la América profunda y su miseria proveniente del a Gran Depresión que se entrelazó a la Dust Bowl, poniendo en los márgenes notas referentes a esto, pero sin subrayados, ni regodeos en lo morboso de esta desgracia, ello mostrado de pasada con las visiones por las carreteras de autos y camionetas con familias que llevaban todo lo que tenían e iban en busca de fortuna (normalmente a California, como bien mostraban en “Las uvas de la ira”). Ello realzado por la cinematografía en glorioso b/n del magiar László Kovács (“Easy Rider” o “Encuentros en la tercera fase”), que para realzar las gamas de grises usó filtro rojo en la cámara siguiendo consejo de Orson Welles (El filtro rojo intenso, usado en fotografía con soporte de negativo en blanco y negro, produce un efecto de contraste extremo, realzando las altas luces y dando profundas sombras, con muchísimo detalle). Bogdanovich también utilizó cinematografía de enfoque profundo y tomas extendidas en la película, con mucho plano genera para exhibir la soledad de esta disfuncional pareja; de reseñar es el adorno de la música del tiempo, potenciando la inmersión en la época y tiempo, gracias a la selección de Rudi Fehr.

 

Spoiler.

 

Rush final: Moses es atrapado en uno de sus timos, cuando roba whisky a un traficante local para vendérselo a este mismo, pero el traficante de alcohol está asociado a su hermano sheriff, y tras conseguir escapar en primera instancia (en un ágil y divertido tramo), atrapan a Moses y le dan una paliza, quitándole todo el dinero. Tras ello Moses lleva a Addie a la granja de su tía en St. Joseph en medio de la nada. Moses se marcha de allí en su camioneta. Mientras vemos triste a Addie en la casa. Moses para y se fuma un cigarro, coge la foto de Afddie montada en la Luna de Papel y la mira con nostalgia, y entonces ve por el espejo retrovisor Moses que a lo lejos viene corriendo por el camino Addie con su maleta, él le dice que se marche, y ella entonces le espeta que todavía le debe $ 200, el se enfada y lanza su sombrero al suelo, cuando la camioneta por inercia se desliza pendiente a bajo, Moses coge la maleta de Addie y corren a coger en marcha el auto, desapareciendo por el camino ambos hacia nuevas aventuras.

 

El proyecto cinematográfico se asoció originalmente con John Huston y estaba protagonizado por Paul Newman y su hija, Nell Potts. Sin embargo, cuando Houston abandonó el proyecto, los Newman también se desvincularon de la película. Peter Bogdanovich acababa de terminar “What's Up, Doc?” y estaba buscando otro proyecto cuando su ex esposa y colaboradora frecuente Polly Platt le recomendó filmar el guión de Joe David Brown para la novela Addie Pray. Bogdanovich, fanático de las películas de época y que tiene dos hijas pequeñas, se sintió atraído por la historia y la seleccionó como su próxima película. Por sugerencia de Polly Platt, Bogdanovich se acercó a Tatum O'Neal, de ocho años, para hacer una audición para el papel, aunque no tenía experiencia en la actuación. Bogdanovich había trabajado con el padre de Tatum, Ryan O'Neal, en “What's Up, Doc?” , y decidió elegirlos como protagonistas.

 

Se hicieron varios cambios en la adaptación del libro al cine. La edad de Addie se redujo de doce a nueve para acomodar al joven Tatum, varios eventos del libro se combinaron para temas de ritmo, y el último tercio de la novela, cuando Moses y Addie se gradúan en las grandes ligas como estafadores después de asociarse con un falso millonario, fue descartado. La ubicación también se cambió del sur rural de la novela, principalmente Alabama, al medio oeste de Kansas y Missouri.

 

La película se rodó en los pequeños pueblos de Hays, Kansas; McCracken, Kansas; Wilson, Kansas; y St. Joseph, Misuri. Varios lugares de rodaje incluyen el Hotel Midland en Wilson, Kansas; el depósito ferroviario en Gorham, Kansas; escaparates y edificios en Main Street en White Cloud, Kansas; Hays, Kansas; sitios a ambos lados del río Missouri ; Puente Rulo ; y St. Joseph, Misuri.

 

El automóvil que conduce Moses cuando acepta llevar a Addie a casa es un convertible Ford Modelo A de 1930; el auto que Moses compra para impresionar a la señorita Trixie es un convertible Ford V8 De Luxe de 1936. El whisky que vende el contrabandista que se muestra hacia el final de la película es el whisky mezclado Three Feathers, etiqueta introducida por Oldtyme Distilling Corp. en 1882 y que todavía se produce hasta la década de 1980. La botella de gaseosa que bebió Addie es de Nehi Soda, por una compañía fundada como Chero-Cola en 1910, en 1925 pasó a llamarse Nehi Corporation, que se convirtió en Royal Crown Company, luego en Dr Pepper/Seven Up, luego en Dr Pepper Snapple. Grupo.

 

Peter Bogdanovich también decidió cambiar el nombre de la película de Addie Pray. Mientras seleccionaba la música para la película, escuchó la canción "It's Only a Paper Moon" de Billy Rose, Yip Harburg y Harold Arlen. Buscando el consejo de su amigo cercano y mentor Orson Welles, Bogdanovich mencionó a “Paper Moon” como una posible alternativa. Welles respondió: "Ese título es tan bueno que ni siquiera deberías hacer la película, solo deberías lanzar el título!". Bogdanovich agregó la escena en la que Addie se toma una foto en una luna de papel únicamente para que el estudio le permitiera usar el título.

 

Maravillosa dramedia, de las que cala en la química de sus protagonistas y en su atractiva historia desarrollada con gran ritmo y mucho humor. Gloria Ucrania!!!

sábado, 3 de septiembre de 2022

 


EL PLACER.

La felicidad No es alegre. 

.Con motivo del 70 aniversario del estreno de este film (14/02/1952), me lo he visto, que era (tras lo visto) un lunar en mi cinefilia. Y me he encontrado una deliciosa dramedia francesa, muy adelantada a su tiempo, y muy valiente en el tratamiento de los adultos temas, una exploración incisiva sobre el título. Fue la antepenúltima dirección y guión del germano Max Ophüls, que adapta de modo estupendo tres cuentos del normando Guy de Maupassant: "Le Masque" (1889), "La Maison Tellier" (1881), y "Le Modèle" (1883), siendo la segunda la que se lleva la mayor parte del metraje, y las restantes son especie de ‘sujetalibros’ (hubo un cuarto relato, “La Femme de Paul”, pero primero por falta de presupuesto, y al cambiar los productores, estos la censuraron, pues traba el tema tabú del lesbianismo). Pertenece a un grupo de películas que fueron filmadas por Ophüls tras la WWII y su regreso a Francia, entre las que se encontraban además “La Ronde”, “Madame de...” y “Lola Montes”, siendo sus últimas obras como director. Obra imbuida de un sentido poético epicúreo, apoyado en una labor de cámara (hubo dos DP, Philippe Agostini & Christian Matras) sensacional en sus juegos dramáticos de filmación, con una composición de personajes muy humanos y cercanos, enfrascados en situaciones que se mueven con gran equilibrio entre el lirismo, el humor y el drama. Expone la debilidad de la carne, la difusa línea que separan los deseos sexuales del amor de corazón, nos habla de que no siempre la felicidad es alegre. Todo ello con un narrador omnisciente (y testigo ocular) nos guía por los tres relatos, que auscultan nuestra condición natural de buscar el placer, y como puede ser al fugaz.

 

Tres historias de las que dejan huella por su fuerza, por los sentimientos que proyectan, en la primera nos hablan de aquello del paso lapidario del tiempo y cómo afecta a un antaño galán mujeriego y adúltero consentido; en la segunda confronta el placer de la carne con el de la pureza religiosa, ello con enormes dosis de reflejar el choque entre lo rural como algo puro y las muchachas de ciudad como algo con vicios; y la tercera ahonda en el amor y sus veleidades, lo complicado que es amar y la frágil línea que se cruza cuando el tiempo pasa y caemos en el tedio que desgarra parejas.

 

Tres historias colocadas no al azar su cronología, puyes se puede ver una progresión clara de la mujer en cada segmento.  Desde la primera esposa sumisa e infeliz pareja de un lujurioso tipo, que acepta de buen grado que sea u n promiscuo adúltero; la segunda exposición de la mujer es como un grupo de ellas que son un bien social para contener la testosterona de los machos del pueblo, donde la sororidad es la nota predominante, y donde el hombre está a merced de ellas; Y en la tercera es alguien que por amor es capaz de ir lo hasta el final en su demostración de que nada le importa más que ser amada.

 

Obra de una brillantez visual sibarita gracias sobre todo a la maestría de los encargados de la cinematografía en glorioso b/n de Philippe Agostini (“Rififi”) & Christian Matras (“La Gran Ilusión”), creando sensaciones emocionales en el espectador con su infinidad de recursos de movimientos de cámara desde planos-secuencia virtuosos, travellings prodigiosos, filmaciones voyeur a través de ventanas, tras columnas, tras árboles, sobre reflejos rotos, giros danzando cual los personajes, con acciones en segundo plano, y todo con un sentido orgánico para hacer sentir.

 

El film se inicia con un fundido a negro, y oímos la voz de Jean Servais dirigiéndose al público, ejerciendo de alter ego de Maupassant. Narrador en off que dará prólogo a los bloques, así como servirá de coda.

 

Él primer segmento es “La Máscara”: Un aparente joven dandi (Jean Galland) enmascarado va a un salón de baile adornado, donde encuentra a una mujer joven para que sea su pareja de baile. Cuando se desmaya por el esfuerzo, se llama a un médico (Claude Dauphin), y lo llevan a su casa, un humilde piso donde está su esposa (Gaby Morland); Este relato se inicia de modo electrizante con la llegada de un tipo al baile, su energía y vitalidad sin contagiosos, sus movimientos, incluso frenesí al bailar son apoteósicos, la cámara se funde con él hasta hacer al espectador el propio danzarín, con esos giros de cámara al compás del protagonista, emitiendo un éxtasis cuasi-sexual, es la visión del Placer de la vida, del disfrute de la fiesta. Ello hasta que llega el colapso y nos enteramos de la historia tras la máscara. Este tránsito de la idealización de la Felicidad en el baile al contraste de la realidad en el apartamentucho modesto es simbolizado con esa carreta que lo lleva a través de la niebla, cual viaje lóbrego de los Sueños a la cruda realidad. Y nos enteramos que el danzarín es alguien mayor que intenta recuperar lo imposible, volver a la juventud. Tras la tersa piel (falsa) de la máscara, las arrugas de los lapidarios años. Y todo esto nos es narrado por su abnegada esposa de modo comprensivo.

 

La Maison Tellier: Julia Tellier (Madeleine Renaud), la señora muy respetada de un burdel de un pueblo pequeño, lleva a sus ‘niñas’ de viaje al pueblo de su hermano Joseph (Jean Gabin) para asistir a la Primera Comunión de su sobrina Constance (Jocelyne Jany). Sus clientes habituales se sorprenden cuando descubren que el burdel está cerrado sin explicación ese sábado por la noche; La introducción en la historia es de una sutilidad sibarita en como la cámara se hace la ‘mirona’ y ‘espía’ la casa de lenocinio, ello a través de puertas que se abren, por las ventanas, ascendiendo a otras plantas de modo fluido para seguir mironeando por los cristales, ello con gran sentido armónico, exponiendo un submundo de hombres necesitados de lo que no les dan en sus casas. Necesitados de soltar testosterona y adrenalina sexual, si no, puede pasar lo que ocurre cuando falta esta labor social del burdel y los ‘machos’ caen en la pendencia violenta ante su ausencia, ello en divertidísima escena del encuentro de estos hombres reunidos ante el cierre de la casa. Esto es la primera parte dedicada a los varones; En la segunda, nos acercamos a conocer a estas mujeres que se dedican a esta profesión, ello en una ‘vacaciones’, primero las vemos en un jocoso tramo en un vagón de tren con la irrupción de un pícaro vendedor de ligas, serán meretrices, pero tienen su orgullo; Y las vemos llegar al pueblo rural (lo hacen en un bucólico viaje en carroza campestre), reflejo de la pureza espiritual, el placer de la Carne vs Placer del Alma. Donde se podrá en contraste la vida disoluta de estas mujeres en su trabajo de índole carnal, frente al centro de lo que allí sucederá, una celebración de Primera Comunión. Las mujeres se sentirán en un viaje a su niñez, a la candidez de un mundo por descubrir, ello maravillosamente reflejado en la ceremonia en la Iglesia, filmada la secuencia con un gusto místico epidérmico, con barridos sentidos sobre los rostros de las emocionadas (hasta las lágrimas) mujeres; Y luego tenemos la sub trama de Joseph, inmerso en un matrimonio (con el rol encarnado por Héléna Manson) ajado, macilento, infeliz, y se encapricha de la hermosa meretriz Rosa (Danielle Darrieux), se siente atraído por su simpatía, y tras haber bebido en la fiesta caen las máscaras auto impuestas; En el rush final tenemos una ya referida escena de un encanto exquisito cuando vemos a las mujeres desplegadas por el campo recogiendo flores en un plano que es un cuadro precioso; Y tenemos la vuelta de las chicas a su ‘curro’ y con ello de la normalidad al pueblo portuario, reflejado en ese mensaje nocturno que le llega a un empresario naviero a su hogar familiar, y este deja la cena ipso facto con excusa de trabajo. Y en realidad lo seguimos y va al burdel, siempre con la cámara fuera, lo vemos saludar a las mujeres y a los hombres que frecuentan el lugar; Una exuberante humanización de las prostitutas, otorgándoles corazón y sentimientos, así como el sentido de la sororidad.

 

Le Modèle: Un pintor se enamora de su modelo. Las cosas son idílicas al principio, pero después de vivir juntos por un tiempo, comienzan a pelearse constantemente. Finalmente, se muda con su amigo. Eventualmente lo encuentra, pero él no quiere tener más nada con ella.

 

El último cuento es un colofón tan crudo que casi provoca temblores. Esa pareja de enamorados que degenera tristemente es tan actual como los vecinos de nuestra casa de enfrente. El placer inicial se convierte en rayos y demonios, y en un grillete tan aparatoso como un peso muerto;

 

Es una exposición de la travesía del amor, de la pasión y flechazo inicial, al cansancio vital y grietas del roce diario como va minando el antaño amor puro, ello magníficamente exhibido en esa toma fuera de plano en que vemos que tras una discusión el espejo se rompe y el reflejo de la pareja es cuarteado por los pedazos de cristal; Ello narrado con enorme fluidez narrativa, emitiendo ese amor descarnado, donde el siguiente paso para demostrarlo es el sacrificio. Esto mostrado en una vigorosa secuencia subjetiva, acabando con un epílogo donde al sacrificio de ella se suma el de él, quedando ese punzante comentario final, ‘La Felicidad no es alegre’; Cuenta como el Placer del Amor puede llegar a esclavizarnos; Jean Servais, aún actúa como la voz de Guy de Maupassant, dice prestará esa voz a un personaje dentro de la historia, amigo de Jean testigo de la relación enfermiza del pintor. Servais en la pantalla por primera vez, como este personaje, contando su historia para otro amigo. narrador se convierte en participante.

 

Spoiler:

 

“La máscara”, final: ‘Descubrimos la máscara de dandy oculta su apariencia envejecida. El médico lleva al anciano a casa de su paciente esposa. Ella explica que su esposo Ambroise solía atraer a las damas que frecuentaban la peluquería donde trabajaba, pero en el espacio de dos años perdió su apariencia. Sale disfrazado en un intento de recuperar su juventud. El anciano enmascarado del primer cuento persigue patéticamente una juventud que ya se le escapó, resistiéndose a los zarpazos de la vejez que le arrebatan su planta y sus energías de petimetre seductor.’

 

“La Maison Tellier”, final: ‘Antes de marcharse, el travieso Joseph se encariña con Rosa, pero su hermana rápidamente le advierte que no puede permitirse enamorarse de ella. Finalmente, la vida en la ciudad de provincias vuelve a la normalidad cuando, para deleite de todos, la señora Tellier reabre su popular burdel.

 

“La modele”, final: El pintor ignora la amenaza de la modelo de saltar por una ventana, incluso cínicamente le indica de donde puede lanzarse, entonces la cámara se coloca en primer apersona de ella y la seguimos en subjetivo subiendo con brío y decisión las escaleras, abre la ventana y se lanza, mientras de fondo escuchamos al pintor gritar, la cámara (o sea, ella) revienta contra una cristalera-techo. Lo siguiente que vemos es al pintor empujar una silla de ruedas con la modelo en ella, lo hace por una playa desierta con varias sillas vacías colocadas en un claro simbolismo (que cada cual saque sus conclusiones).

 

Historia descartada, “La Femme de Paul”: Originalmente, la tercera historia considerada para el rodaje fue la Femme de Paul, la cual obtuvo la aprobación de la compañía de producción. Para esta historia se contrató a Daniel Gélin y Simone Simon, y se construyó un escenario de rodaje en la orilla de un río. Sin embargo, por razones financieras, la compañía productora se quedó sin dinero y canceló la producción. Más adelante una nueva compañía intervino en la producción, la cual vetó rápidamente esta historia, ya que nunca habría superado a los censores estadounidenses. Por ello, Ophuls tuvo que reescribir el guion de tal forma que no alterase la estructura de la obra, y en la que tuviesen cabida Gélin y Simon, que estaban bajo contrato, eligiendo finalmente adaptar el relato de Le Modèle.

 

El componente central de la película, La Maison Tellier, filmada en su mayor parte en el bocage Virois, región natural de Francia. En 1951, Jean Valère, asistente de Ophüls, contactó con Eugène Lengliné, recién elegido alcalde de Pontécoulant, buscando varios lugares para filmar las escenas dentro de esta región, los cuales serían una granja, un campo en pendiente, una estación de tren y una iglesia en el pueblo. El alcalde se encargó de buscar las localizaciones para la película y facilitó a Ophüls las comunas de Pontécoulant, La Chapelle-Engerbold, Saint-Germain-du-Crioult y Cahan. Para el rodaje de la comunión, no se permitió que se rodase dentro de la iglesia de La Chapelle-Engerbold, cuyo interior tuvo que ser reconstruido posteriormente en un estudio; En cuanto a los segmentos de La masque y La modèle, fueron rodados en Paris, concretamente en la Escuela de Bellas Artes y en platós de Franstudio (Joinville-le-Pont), Studios Eclair (Épinay-sur-Seine) y Studios Boulogne-Billancourt.6​

 

Todo un hallazgo para mi cinefilia este lunar que tenía. Gloria Ucrania!!!

 


LAS CRUCES DE MADERA.


Estremecedor drama bélico francés, que he visto con motivo del 90 Aniversario de su estreno (17/03/1932), y me he encontrado una película a reivindicar por su fuerza emocional, una de las mejores películas sobre la Gran Guerra que se han rodado, siendo este un conflicto que parece el aptito feo frente a su hermano menor de la Segunda Guerra Mundial. Un sutil alegato antiguerras realizado en el periodo de entreguerras donde hubo cintas tan aclamadas en su sentido pacifista, poniendo el foco en el sin sentido de esta guerra, en su deshumanización, en como las tropas eran peones de unos jugadores que movían las piezas desde lujosos palacios, con obras de tanto calado como “Yo acuso!”, “El Gran Desfile”, “Sin novedad en el frente”, “Adiós a las armas”, “Remordimiento” o “La Gran ilusión”. Esta es una película francesa dirigida por Raymond Bernard, con guion propio y de André Lang, adaptando la novela “Les croix de bois” de Roland Dorgelès de 1919, inspirada en la experiencia vivida por su autor durante la Gran Guerra Mundial, narrando la vida cotidiana de los soldados del ejército francés durante esta guerra, donde se exponían los horrores de una guerra arbitraria, orquestada desde las alturas por gente que no le importaban las vidas humanas (la WWII fue diferente, pues había unos nazis invasores), poniendo en primer plano a los soldados de infantería que peleaban en las asquerosas trincheras. Para dotar de mayor realismo el escenario, Bernard se rodeó de actores y extras que habían sido soldados durante la Gran Guerra, rechazando a los jóvenes reclutas que le ofrecía el Ejército, encontrándolos el director sin experiencia y poco creíbles. Asimismo, se filmó en el lugar de las trincheras reales de Fort de la Pompelle y Mount Cornillet. Fue también un rodaje difícil, en el escenario de los combates reales, y sucedió que afloraron cadáveres de soldados y proyectiles sin explotar. Todo ello adornado por diálogos extraídos directamente del libro, emitiendo naturalidad y frescura, para una película salpicada de grandes momentos, y coronada por un *final estremecedor, a la altura de el de la mencionada “Sin novedad en el frente” en su mensaje contra todas las Guerras.

 

El viaje de un escuadrón en el corazón de la Gran Guerra. En 1915, Gilbert Demachy (Pierre Blanchar), un estudiante de derecho y voluntario, se unió a su sección en Champagne, en el 39º regimiento de infantería. Idealista e ingenuo, se convierte en el protegido de Sulphart (Gabriel Gabrio), un alegre obrero, y del cabo Bréval (Charles Vanel), un pastelero que se desespera al recibir una carta de su esposa.

 

Relato rutinario de las vivencias en duras condicione de estos combatientes, donde vemos el terror, lo ordinario (las cartas que llegan de la retaguardia, las comidas, el temor a la muerte, …), el compañerismo, los permisos, el dolor, los sacrificios, la desesperanza, el sufrimiento, las muertes, y sobre todo el Averno de la Guerra en su máxima expresión con combates extraordinarios en su verité, sobre todo tenido en cuenta cuando se rodó.

 

El comienzo es ya toda una declaración de intenciones, cuando vemos a un gran grupo de soldados alineados en firmes, y esta imagen se transforma en un campo de cruces blancas, que va tornando en diferentes infinitos líneas de cruces de colores, hasta que aparece una en primer plano que pone ‘In Memoriam’, refiriéndose de modo diáfano a la dedicatoria a los caídos en la Gran Guerra.

 

Tras ello nos embarcamos en el (manipulado por gerifaltes) idealismo pasional de con el comienzo de las hostilidades en 1914 incontables civiles hicieron colas para alistarse en los ejércitos, en este caso el foco es en el francés. Tras ello seguimos al protagonista epítome de todos los reclutas, Gilbert Dimachy (buen Albert Blanchard), un pipiolo estudiante de derecho que cree en una guerra romántica, que se unió al ejército por idealismo patriótico y allí se encuentra con la dura realidad de lo fútil del belicismo. Allí se encontrará en medio de una compañía, el escuadrón del Trigésimo Noveno de Infantería al que seguiremos meses de 1915 en el distrito de Champagne. Siendo un claro reflejo de la sociedad gabacha, desde el dicharachero, el mesurado, o el melancólico, como el cocinero, un agricultor, un borracho, son arquetípicos, porque son todos los que combatieron. Hábilmente nos cuelan pequeños flash-backs para ofrecernos el agrio contraste entre la vida civil y la del frente de Guerra.

 

Nos embarcamos con diferentes fases de la Guerra, emanando la camaradería, la solidaridad, los momentos efímeros de alegría con el alcohol, las bromas, o los permisos, con ellos conviviremos sus temores (intenso el tramo en que se enteran en la trinchera que están haciendo los germanos un túnel bajo ellos para poner bombas), sus frustraciones, su dolor, su angustia, todo ello tiene su clímax en las impresionantes batallas en campo abierto, colosal recreación. En contraste cuando saltamos a los que en sus espaciosas habitaciones de palacios dirigen a los soldados a muertes cual juego amoral, exponiendo la hipocresía y demagogia de los poderosos.

 

Para los soldados el panorama es de presencia latente de la muerte, ello reflejado en multitud de momentos, ya desde el omnipresente símbolo de las cruces, también durante un desfile ‘triunfal’ ante un General,  maravillosa y líricamente vemos a los militares marchando mugrientos, con los uniformes embarrados y rotos, se superpone sobre ellos una marcha celestial de muertos; asimismo, vemos los traslados de muertos en medio de borracheras, donde los saltos de trincheras para a tacar son auténticos suicidios, pues a pecho descubierto avanzan contra bombardeos y ametralladoras, y que tenga suerte el que sobreviva, con combates frontales, con esa imagen de las bolsas de granadas a lanzar, con los cráteres de las explosiones que sirven paradójicamente para esconderse, con esos muertos que sirven de parapeto, lo más metafórico es cuando se refugian en tumbas, potenciales muertos en sus nichos de muerte ya envasados (¿?). Tenemos también una catedral donde se da una enervadora misa con el conmovedor ‘Ave maría’ mientras la cámara da un barrido aéreo cuando oímos quejidos y no sabemos de dónde vienen, y entonces vemos que el templo se ha partido para dar espacio a un hospital militar con decenas de heridos, muchos de ellos con amputaciones.

 

Las batallas que vemos son brutales, incluso 90 años después de estrenarse, electrizantes, tensas, con travellings siguiendo a los soldados por la tierra de nadie hacia el enemigo, cruzando las escalofriantes alambradas, con los atronadores sonidos de las bombas, los morteros, las explosiones, los muertos que riegan este Infierno estéril, las bengalas que dan un aspecto fantasmagórico, auténticas pesadillas, donde se pierde la identidad para ser parte de un todo del que se van cayendo piezas. Aquí no hay actos de heroísmo, prima la supervivencia y el compañerismo, no luchas por una causa patriotera, terminas haciéndolo defendiendo al de al lado.

 

Todo esto bueno en gran medida atomizado por la gran labor de sus dos DP, Jules Kruger (estuvo con Abel Gance en su épica “Napoleón”; y Rene Ribault  “La Poison de Sacha Guitry”), con aspecto de crudeza, emitiendo cuasi ser reportero de guerra en la s secuencias, esto alternado con otros tramos de emoción estéticas a flor de piel, como muchas de las secuencias ya referidas, con una exquisito manejo de las tomas nocturnas, esto atomizado por la gran edición de Lucienne Grumberg (en su único trabajo en cine en esta labor), con hermosas disoluciones, y cortes dolientes (alternando de modo agustinos planos generales y primeros planos en las batallas), con esos sempiternos fondos de cruces anticipando la muerte.

Spoiler:

 

Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): ; Demachy visita la tumba de un amigo soldado muerto, en una hermosa estampa, frente a la cruz, allí esparce las cenizas de una carta que llegó demasiado tarde;

En un cementerio tras horas y horas allí escondidos en tumbas, la sed de los soldados es enorme, así que el cabo Breval decide arriesgar su vida para llenar cantimploras en una fuente cercana, y este es herido por alemanes que le disparan, Demachy arriesga su vida para recogerlo, lo lleva a salvo, pero allí agoniza con dignidad, primero dice que busquen a su esposa y la maldigan, tras ello recapacita y les dice le digan ‘La perdono’, a su infiel mujer; Y tenemos ya, cuando prácticamente todos los compañeros de Gilbert han muerto (solo Sulphart ha sobrevivido al ser dado de baja por un dedo amputado [cuando el dicen que se lo cortarán contesta: “Da igual, no toco el piano”]), durante una batalla queda herido apoyado sobre una estaca, allí espera por la noche a que lleguen los sanitarios a recogerlo, pero estos en la penumbra nocturna pasan a su lado y no lo ven, el se da ánimos para aguantar, recuerda en flashes fiestas bailes, algarabías, pero terminamos viendo sobreimpresionado un desfile interminable de soldados llevando cruces al hombro ascendiendo al cielo, y Gilbert con los ojos tornados termina cayendo sin vida al suelo en la más absoluta soledad.

 

Sulphart: “No te preocupes, tendrás tu cruz... tu cruz de hierro, de guerra o de madera”.

 

Charles Vanel (Croix de guerre), Raymond Aimos, Jean Galland y Pierre Blanchar lucharon durante la “Gran Guerra”, al igual que la mayoría de los actores y extras. Para los extras, el ejército francés había proporcionado algunos batallones de jóvenes reclutas que estaban haciendo el servicio militar. No estando satisfecho con su actitud, ni con sus formas de pararse en la trinchera, Raymond Bernard decidió emplear veteranos de 14-18, con una actitud más "verdadera". Lo mismo ocurre con el lugar de rodaje, que es un verdadero campo de batalla, teniendo el ejército acceso autorizado a las zonas militares. el tiroteo fue. “Gran parte de la película se hizo en Champagne. Como aún no se habían borrado las huellas de las trincheras, todo lo que teníamos que hacer era restaurarlas. Trabajábamos con ardor y sólida convicción, una fe indeleble, la certeza de que colaborábamos en algo útil, en una obra que quedaría en la memoria de los hombres.

 

En el estreno de la película, Charles Vanel será fuertemente atacado, especialmente por los nacionalistas, incluida la Croix de feu, que reprochó a Vanel haber servido solo dos meses bajo las banderas, y se movilizó entre julio y septiembre de 1914, donde Vanel será reformado, y volvió a su casa, tras trastornos mentales. Charles Vanel contará con apoyo del actor Raymond Aimos, actuó en la película, y que había pasado cuatro años en las trincheras: para Aimos, Vanel era en efecto un "peludo", porque un mal psicológico era tanto comparable al físico, y el hecho de que Vanel tenía cicatrices en su carne.

 

Obra que debería ser un clásico a proyectar en los institutos para proyectar la inutilidad de las Guerras. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Gloria Ucrania no es un sin sentido con mi visión contra las guerras, pues si las hay que combatir algunas, como lo fue la WWII contra los nazis (y debió continuar contra los soviéticos), y como lo es cuando un Tirano te invade por que se cree con el poder divino (puaj!).

 

 


Black Bird

Buena, aunque irregular serie de una temporada cerrada de 6 episodios. Thriller psicológica desarrollado (en su primera experiencia como showrunner) por el gran escritor Dennis Lehane (“Mystic River”, “Gone Baby Gone” o “Shutter Island”), que adapta la novela autobiográfica de 2010 “In with the Devil: a Fallen Hero, a Serial Killer, and a Dangerous Bargain for Redemption” de James Keene (se basa en su experiencia en prisión) y Hillel Levin. Dirige los tres primeros Michaël R. Roskam (“La entrega” o “Bullhead”), marcando la línea a seguir con un ambiente turbador, con la mezcla de hilos argumentales, con ese primer capítulo donde dejan para el final la aparición de este singular sospechoso de psycho-killer, creando con ello un halo de misterio e inquietud. Le sigue en el cuarto Jim McKay (especialista en series tv con episodios “Breaking Bad”, “Better Call saul”, “The Good Wife”, o “Mr. Robot”), y los dos restantes son realizados por Joe Chappelle (otro especialista en series TV: “The Wire”, “Fringe” o “El parino de Harlem”), creando entre todos atmósfera de cuento de hadas malsano en su coctel de varias sub tramas, trasladando al espectador un estado de ánimo malsano. Un desarrollo incisivo, penetrante, que gana sobre todo en la relación entre los dos co protagonistas encarnados por un buen Taron Egerton y un impresionante Paul Walter Hauser, teniendo este entente claros efluvios a los de la gran serie de David Fincher “Mindhunter”, en como Egerton se convierte en un sibilino entrevistador que debe sonsacar información vital para un caso, ello auscultando de modo ingenioso en los fantasmas interno  de este alienado personaje, una especie de juego sutil del gato y el ratón, indagando con ello en los temores, traumas, obsesiones, y patologías sexuales, una sombría inmersión en el micro mundo de los psicópatas asesinos, ello a través de un potencial criminal lejos de inteligentes y arrogantes sociópatas, aquí en el epicentro está un tipo de mentalidad infantil, apocado, pueril, que da aun más terror en como es un ser anodino el que lleva dentro el demonio. Todo ello surtido de diálogos y conversaciones sustanciosas, muy bien llevadas y filmadas, mayormente en la penumbra., cual alegoría del Averno en que están.

 

Toma de apertura, tras un gráfico que dice que el programa está "inspirado en una historia real", escuchamos una voz tras ver a una joven en bici por un camino flanqueado por campos de maíz: “Todos hemos escuchado eso de que una mariposa bate sus alas en África y, meses después, hay un huracán en Miami. Si no lo has hecho, búscalo. Significa que las cosas que no crees que están conectadas, en realidad lo están”. Esto se refiere a como Jimmy Keene sin conocer a una joven núbil terminará conectado a ella.

 

James 'Jimmy' Keene (Taron Egerton) era una estrella de fútbol joven y prometedora que no logró impresionar al fútbol universitario. Se dedicó en Chicago a una vida delictiva traficando narcóticos hasta que fue arrestado como parte de la operación a llamada Operación Quitanieves. Aceptó (por consejo de su padre, "Big Jim" [Ray Liotta en uno de sus últimos papeles], ex policía) un acuerdo de culpabilidad que creía que era de cinco años, puesto en libertad condicional después de cuatro años. Sin embargo, además de su tráfico de drogas, fue acusado de posesión de varias armas de fuego ilegales y fue sentenciado a diez años sin libertad condicional. Tras siete meses en la cárcel, y una vez asentado allí con un negocio de alquiler de revistas porno, por su personalidad encantadora y su don para hablar, las autoridades federales le ofrecen oportunidad de una sentencia conmutada, a cambio de cambiar de presidio y allí sonsacar a un recluso, Larry Hall (Paul Walter Hauser) información sobre una chica desaparecida que este tras haber confesado, negó, con la excusa de ser ‘un confeso patológico’.

 

La serie tiene su alma y atractivo en como Jimmy se va a cercando sibilinamente a Larry, como se va haciendo amigo de este tenido que ir abriéndose a él deslizando sus pesares y alegrías, dejando al descubierto las grietas de su pasado. Pero con ello también consigue que Larry vaya relajándose y vaya dejando caer su caparazón y lo vea de igual a igual, van poniendo boca arriba cada uno sus traumas infantiles que le han marcado en su adultez. Todo ello de forma pausada, hasta que en el quinto episodio comienza una sensación de urgencia, cuando la fecha límite se acerca inexorablemente, ello mientras las migas de pan van apareciendo frente a Larry, lo que hace creer a Jimmy que está cerca.

 

El gran pico de la serie es la encarnación de Paul Walter Hauser del tímido Larry Hall, una actuación antológica en como se transforma en este aniñado hombre con ese aspecto extraño con la barba a lo Yosemite Sam, pero esto solo es la fachada, es arrollador en su gestualidad, sus andares, y en esa forma aguda de hablar que parece se le vayan a acabar las pilas, parece un tipo manso, que no te puedes creer sea un asesino. Maravilloso como salen a relucir las mochilas de su pasado con su padre, como la profesión de enterrador le marcó, dando a entender por donde van las secuelas del porque puede ser un sociópata depredador sexual. Excelsa interpretación que dentro del mismo espectro de psicópatas vendría a ser la cara opuesta a Hannibal Lecter; Como el otro vértice del relato está Jimmy Keene, al que da vida Taron Egerton, tipo simpático, abierto, guapo, fornido, con mucha labia, mantenido una perturbadora química con Hauser, cada uno a su modo abriéndose en canal, como a medida que se siente más cerca de Larry a su vez se siente más herido por lo que le hace aflorar esta relación.

 

El primer episodio resulta un tanto desconcertante, estando un poco desorientado el espectador con tanto salto temporal arriba y abajo y con diferentes personajes. Donde vemos en paralelo dos sub historias, por un lado la de Jimmy y sus problemas con su negocio, en el arranque lo vemos teniendo que lidiar con un ajuste de cuentas con otro capo, lo que sirve para veamos el carácter de Jimmy. Luego este ‘negocio’ le lleva a estar frente la justicia, una vida de lujo y hedonismo truncada; Por otro tenemos a Brian Miller (Grge Kinnear), agente policial de un pueblo de Indiana, que lleva un caso de desaparición de una joven, Jessica Roach (Laney Steibing), de 15 años. Estas pesquisas le llevan a conectar con otra detective policial, Lauren McCauley (Sepideh Moafi), indagaciones que les llevan a sospechar de un tipo aficionado a las representaciones de batallas de la Guerra Civil USA que se dan por todo el país.  Esta sub trama policial del exterior se mantiene durante toda la serie, siguen intentando encontrar pistas concluyentes de la culpabilidad de Larry. Pero esto, aun con las buenas actuaciones de Kinnear y Moafi, resulta como parte de otra serie, es algo que rompe el magnetismo del interior de la prisión con los protagonistas. Incluso con varios desvíos hacia el hermano mellizo (cual si estuviéramos en “Twins” con Schwarzenegger y DeVito), Gary (correcto Jake McLaughlin), para ofrecer aún más información de Larry.

 

Pero en realidad toda esta parte policial no hace más que alargar la serie, y quedándome con ello la sensación de que la serie podría haber sido un largometraje, y con ello ser más solida y sin michelines; Y es que además tenemos que las vicisitudes que pasa Jimmy en prisión son bastante naif, suaves, la montaña ha parido un ratón, y esperábamos el Infierno como nos habían anunciado cuando dijeron a Jimmy donde iría. Tiene allí, por un lado, un choque con un guardia, Carter (cumplidor Joe Williamson), que sin saber muy porque le chantajea (por cierto, su plan era meter droga en el interior de la prisión y venderla allí! Un sin sentido, si le cogen hubiera aumentado su condena y por lógica habría acabado la oferta policial de conmutación de pena), no termina de decírselo a sus contactos policiales para lo echen y lo deje de presionar, y cuando lo hacen estos incompresiblemente no hacen nada. Este le amenaza para le de miles de dólares y cuando no se los da no toma represalias, cuando le presiona para le diga para quien trabaja en el exterior y este no delata, tampoco toma represalias, un Mimosín; Tiene otra sub trama de pollo sin cabeza de Jimmy con un capo italiano del interior, Vincent Gigante (buen Tony Amendola), esto es otro apósito que estira el metraje hacia ningún lado; Luego tenemos el desentendimiento en el tramo final de los contactos de Jimmy con el exterior, lo abandonan a su suerte, desde los dos polis del exterior (hubo un plan de contactar con él por parte de la agente que se haría pasar como su novia, y este se olvida, es que el guionista aquí no sabe lo de ‘La pistola de Chejov’?), y tenemos al psicólogo que sin atender a sus responsabilidades se marcha de vacaciones sin decírselo a Jimmy, ni dejar a alguien con la información, y eso que estábamos en los últimos días para que soltaran a Larry, un despropósito; Pero también tenemos otra sub trama que es otra película en sí, me refiero a la de Jimmy con su padre ‘Big Jim’, todo lo referente a esto lo absorbe un descomunal Ray Liotta, con una actuación sensacional, embestida de una melancolía enervadora, de una expresividad devastadora en el amor que desprende por su hijo que se mimetiza con su enfermedad que le debilita, la tristeza que desprende son conmovedoras, las charlas que mantiene con su hijo son entrañables en cómo se siente con sentimientos de culpa. Ray falleció a los 67 años, el 28 de mayo de este mismo 2022, falleciendo antes del estreno de la serie el 8 de julio. Tampoco entiendo el porque Jimmy se lleva tan mal con su madrastra, Sammy (buena Robyn Malcolm) que parece dulce y cariñosa con su padre, me es estridente esto.

 

No es que esto sea malo, es que son como cortes de otra serie/película que no tienen conexión con lo importante aquí. Por si solo cada parte tiene su atractivo. Tiene la serie recursos cautivadores aparte del epicentro Larry/Jimmy, como son los flash-backs tributo a la chica desaparecida, cuasi- ensoñaciones de enorme poesía, con la propia víctima narrando su vida en off, viéndola con su hermana en la playa, comentando su feliz vida, estremeciendo sus palabras.

 

Spoiler:

 

Al final Jimmy consigue una confesión sobre como asesinó a Jessica, ello en un clímax desgarrador de su descripción de los hechos, no se destapa entonces, pero al día siguiente si lo hace. Pero no se sabe porque, encierran en aislamiento a Jimmy, este cree haber visto el mapa dibujado por Larry de donde están los cuerpos de las chicas asesinadas. Pero termina no aportando información en este sentido. No descubre donde están exactamente enterrados los cuerpos pero aun así le perdonan la condena y sale libre, ello por ser valiosa el dato que comentó Larry sobre como dejó la ropa de Jessica (solo lo sabía esto loa policía y el asesino; aunque esto ya lo dijo a la policía Larry y no valía, pero si se lo dice a Jimmy si [¿?]), esto valió para condenar a cadena perpetua a Larry. Hall estará en prisión por el resto de su vida por una condena por secuestro, pero las desapariciones y probables asesinatos de muchas jóvenes desaparecidas nunca han sido atribuidas con éxito a él.

 

Me queda una buena serie (a pesar de las taras mencionadas), pero con altibajos, quedándome en la memoria la soberbia actuación de Hauser. Gloria Ucrania!!!