jueves, 9 de junio de 2022



    ALGO SALVAJE. Tributo a Ray Liotta (26/05/2022)

Raymond Allen Liotta (18 de diciembre de 1954 - 26 de mayo de 2022) fue un actor y productor de cine estadounidense. Fue más conocido por sus papeles de Shoeless Joe Jackson en Field of Dreams (1989) y Henry Hill en Goodfellas (1990) de Martin Scorsese. Fue un actor ganador del Premio Primetime Emmy y recibió nominaciones para un Globo de Oro y dos Premios del Sindicato de Actores de la Pantalla. Liotta llamó la atención por primera vez por su papel de Ray Sinclair en la película de Jonathan Demme Something Wild (1986), por la que recibió una nominación al Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto - Película . Continuó protagonizando películas como Unlawful Entry (1992), No Escape (1994), Cop Land (1997) Hannibal (2001), Blow (2001), Narc (2002), John Q (2002), Identity (2003) , Mátalos suavemente (2012), El lugar más allá de los pinos (2012), Mata al mensajero (2014),Marriage Story (2019) y laprecuela de Los Soprano The Many Saints of Newark (2021).

Sugerente y atractiva propuesta fílmica del realizador Jonathan Demme, un thriller que mezcla géneros de modo equilibrado, aun con sus defectos se convierte un muy ameno producto donde se dan cita la comedia, la road-movie, el romanticismo y por último la acción desbocada. Siendo sus grandes pilares un guión hábil del principiante E. Max Frye (“Foxcatccher”), donde lo imprevisible es nota predominante, con lo que gana al espectador, relato con claras influencias de la maravillosa “After hours” (1985) de Martin Scorsese, donde un yupi de la floreciente Manhattan de los 80 es puesto su acomodado mundo contra las cuerdas por un encuentro con una mujer, donde vemos que hay otros mundos tras la fachada de la supuesta Arcadia en que viven los hombres de negocios, por otro lado está un trio actoral, (Melanie Griffith, Jeff Daniels y un debutante Ray Liotta), en estado de gracia, teniendo nominaciones los tres a los Globos de Oro. Una narración claramente partida, primero una comedia romántica ágil, con momentos delirantes, con situaciones de genuino screw-ball que beben claramente de la maravillosa “La fiera de mi niña” (1938) de Howard Hawks, donde el protagonista masculino sufre gradualmente una transformación por el encuentro con una díscola y extrovertida chica, y la segunda parte que arranca a la mitad con la aparición en escena del ciclón Ray Liotta, marcando el cambio de registro hacia el drama de acción, un penetrante psyco-thriller, aun así con gráciles toques de humor. Relato que tiene su fuerte en la metamorfosis que sufre Charlie (Jeff Daniels), haciendo el realizador que nos identifiquemos con este desorientado rol que se ve envuelto en una vertiginosa aventura, primero voluntariamente sintiendo el gusanillo por salir de la rutina, y luego al verse forzado a cambiar de personalidad. Curiosos son los cameos de los directores John Sayles (agente de policía) y John Waters (vendedor de coches de segunda mano). Demme después de haber comenzado su carrera en la escuela de Roger Corman, caracterizada por sus películas serie B “exploitation” (género donde se mezclan el erotismo, la violencia, e incluso las drogas), debutando en 1.974 con “La cárcel caliente”, luego mezcló films intrascendentes con la dirección de videos musicales y documentales de conciertos (la película del concierto de Talking Heads “Stop Making Sense” (1984), siendo su zenit la Obra Maestra Icono “El silencio de los corderos” (1991).

Arranca en Nueva York, Charlie Driggs (Jeff Daniels) es un ordinario ejecutivo en la hora de almorzar, tras un incidente con la cuenta conoce a Lulu (Melanie Griffith), con ella comenzará una aventura que lo llevaran a una celebración que reúne a veteranos exalumnos del instituto, allí aparecerá en escena Ray (Ray Liotta), un tipo misterioso.

Demme despliega una cinta a un ritmo trepidante, donde no paran de suceder acontecimientos, con giros inesperados, con un avance con bastante humor ingenioso, mezclando en un coctel explosivo a un tipo ordinario epítome del ejecutivo plano junto a una femme fatale dicharachera y volcánica, esta arrastra al “lado oscuro” al pacífico tipo, involucrándolo en varias situaciones extremas (le engaña haciéndose pasar por una camarera, le fuerza a tener que escapar haciendo un “sinpa”, le hace pasar por su marido, y más). La historia es una oda a la rebeldía, al inconformismo, a la aventura, atacando el aburguesamiento y al modo de vida americano, sus huecas y artificiosas existencias de falsa placidez, que cuando salen de su zona de confort se estrellan con el mundo de verdad. En su vertiente road-movie sabe explotar que cada etapa en el recorrido vire en conocer más a los personajes y a la vez que estos evoluciones en un arco de desarrollo notable. Demme delinea con esmero a unos personajes que transpiran humanidad, con aristas, defectos y matizados, donde los choques de personalidades provoca chispas de humor, o de violencia, y en el trayecto del metraje los personajes van evolucionando, retroalimentándose unos de los otros, donde las máscaras de carácter se van resquebrajando a medida que se van conociendo, la fortaleza y autosuficiencia e impulsividad de ella demuestra muchas grietas e inseguridades, y el aburguesamiento y docilidad aparente de Charlie tiene sus fugas. Esta transformación del dueto protagónico es mostrada de modo creíble, exhibido mediante momentos que los ponen contra las cuerdas a los dos, y donde sus reacciones hablan de su mutación, todo de modo natural.

La cinta no es redonda, el comportamiento de los personajes en algunos momentos se vuelven incoherentes, abruptos, ejemplo máximo es el cambio radical que sufre Lulu al llegar a su pueblo, muda en Audrey y se acabó el volcán imprevisible y travieso, queriendo tocar el romanticismo en este tramo chirria un tanto. Aún con estas taras, es muy apreciable como producto ameno.

Melanie Griffith encarna con gran sentido impulsivo, extrovertido, vivaraz, sensual, divertida, con gran expresividad sin caer en la sobreactuación, resultando cautivadora en su entusiasta personalidad, un espíritu libre que pone en modo caos a Chalie, tras esa autosuficiencia se hayan debilidades que a medida que transcurre la narración salen a flote, transmutación que escenifica con su cabello y vestimenta, cuando es morena y viste de negro es un torbellino que improvisa a cada momento, pero cuando torna a rubia y viste de blanco su carácter se ablanda y serena, maravillosa actuación; Jeff Daniels encarna al yuppie Charlie de un modo que rebosa autenticidad, dotando a su rol de una gran vis cómica, con recursos gestuales y físicos fenomenales, tipo que dentro de su rutinario porte esconde una vena gamberra que intenta explorar cuando conoce a Lulu, manteniendo una química formidable con la Griffith, mostrando una transición estupenda;… (sigue en spoiler)
spoiler:
… Ray Liotta debutó con este film en cine y lo hace con unas tablas impresionantes, dota a su Ray de un carácter radiante, en los primeros compases desprendiendo de modo sibilino misterio, encantador en su sonrisa pero dejando traslucir que algo esconde, pero cuando destapa su verdadero yo es un huracán incontenible, con su mirada aterradora, su sonrisa se convierte en psicopatía, un tipo duro, amoral, obsesionado con Lulu, de una intensidad arrolladora, un villano de los que recordaras; Dana preu como la madre de Lulu la encarna con una tremenda dulzura.

La puesta en escena resulta buena, con un estupendo diseño de producción de Norma Moriceau (“Cocodrilo Dundee” o “Juego de patriotas”), rodando en Nueva York City, Nueva Jersey (Jersey City, Ringwood, Rahway, y Paramus) Florida (Tallahassee, Havana, Quincy [Fiesta de ex alumnos, y escenas de la Gasolinera]) y Pennsylvania, esto filtrado por la excelente fotografía de Tak Fujimoto (“El silencio de los corderos” o “El sexto sentido”), mostrando progresivamente un cambio de tonalidad, desde el fulgurante cromatismo pastel de la comedia de la primera parte, al más turbio y seco cuando entra el thriller en escena, sabiendo moverse por la acción, sabiendo jugar con los estados de ánimo. La música original corre a cargo de bso compuesta por John Cale (“American Psycho”) y Laurie Anderson (“Antes que anochezca”), siendo lo más destacable su ecléctico repertorio de temas cantados, como los amigos de Demme, los “The talking Heads” David Byrne (“Loco de amor”), y Jerry Harrison (“Man with a gun” y “Cherokee Chief”), New Order (“Temptation”), Neil Diamaond (“I’m a believer”), The Feelies (“Crazy rythm” o “Fame”), estos últimos son los que tocan in situ en la fiesta de ex alumnos, Oingo Boingo (“Not my slave”), UB-40 (“Zero Zero Seven Charlie”), o en sus deliciosos créditos finales con Sister Carol (“Wild thing”), y muchos más en una heterogénea selección que suena de modo diegético (lo que escuchan los espectadores, lo que escuchan los personajes, surge de las radios de autos, en bailes, en la calle con grupo de raperos en estación de servicio, hasta el mencionado final, mientras se muestran créditos, Sister Carol interpreta “Wild Thing” tema central del filme. título canción de David Byrne, cantantes "" Oriente y Tejidos Su, coloristas títulos de crédito con la marchosa canción de David Byrne.

Momentos recordables: El divertido primer encuentro de Lulu con Charlie en la puerta de la cafetería; Cuando Lulu fuerza a Charlie a salir corriendo de un restaurante sin pagar; La tierna visita de Lulu con Charlie a casa de la madre de ella, Lulu lo hace pasar a él como su marido y le dice a su madre "Mira, mama justo el tipo de hombre con el que me dijiste que debía casarme", su madre se alegra, pero después de comer, cuando lava los platos con Charlie le dice a este que sabe la verdad, que él no es su marido; El baile estrafalario de Charlie con ya Audrey en la fiesta de ex alumnos (alegoría de lo feliz que está); Charlie yendo a rescatar a Audrey de las garras de Ray en la cafetería aprovechando que está la policía allí comiendo, demuestra una seguridad en sí mismo atronadora, con ese running-gag final de dejarlo allí sin dinero para pagar la cuenta; El clímax con la cruenta pelea en casa de Charlie con Ray enloquecido contra Charlie y Audrey.

En conjunto queda una buena película, de las que te deja buen sabor d evoca. Fuerza y honor!!!

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