jueves, 6 de febrero de 2014


LA MÁS GRANDE ENTRE LAS GRANDES.




EL PADRINO . Parte II.


(31/03/12) Simplemente La Mejor Película De La Historia, con esta Obra Maestra el cine tocó su zenit, está tocado por Dios, desprende un aura divina, todo en ella es deidad, si la perfección existe es ‘El Padrino II’, si la primera es un diez, esta es un once, es puro Arte, contiene todo lo que debe ser Arte, para mí es casi una religión, definirla sería limitarla, es el Universo en expansión, a cada visionado le encuentro detalles nuevos, una tragedia épico-familiar de proporciones bíblicas, envidio a quien está por verla por primera vez. Coppola ante el inesperado éxito de la primera entrega se volvió a aliar con el escritor Mario Puzo para desarrollar otro relato sobre la familia Corleone que es sobre Estados Unidos, tenían la duda de si hacer una precuela con los orígenes de Vito Corleone o continuar con Michael y su consolidación como poderoso, así que tuvieron el acierto hacer los dos historias en paralelo, quedando un encaje antológico, donde los contrastes entre el padre y el hijo son notorios, en Vito se ve amor y simpatía,  en Michael no hay alma, pero los dos rezuman individualismo y ansias de no ser manejados, uno formó una familia y otro mientras asciende la destroza. Comienza en Corleone- Sicilia en 1901 por estar enfrentado al capo local matan al padre y a la madre de un niño de 9 años, Vito (Oreste Baldini),  el chico consigue huir y se embarca rumbo a Nueva York, el arranque del otro relato se produce a finales de los 50, durante la primera comunión del hijo varón de Michael Corleone en su gran casa junto al lago Tahoe de Nevada, allí tiene sus más y sus menos con un hipócrita senador, cuando todos los invitados se han ido se produce un atentado contra la vida de Michael, sale ileso y este traza un plan para dar con el traidor que ha propiciado los hechos y para acometer una despiadada venganza.




72/26(31/03/12) Simplemente La Mejor Película De La Historia, con esta Obra Maestra el cine tocó su zenit, está tocado por Dios, desprende un aura divina, todo en ella es deidad, si la perfección existe es ‘El Padrino II’, si la primera es un diez, esta es un once, es puro Arte, contiene todo lo que debe ser Arte, para mí es casi una religión, definirla sería limitarla, es el Universo en expansión, a cada visionado le encuentro detalles nuevos, una tragedia épico-familiar de proporciones bíblicas, envidio a quien está por verla por primera vez. Coppola ante el inesperado éxito de la primera entrega se volvió a aliar con el escritor Mario Puzo para desarrollar otro relato sobre la familia Corleone que es sobre Estados Unidos, tenían la duda de si hacer una precuela con los orígenes de Vito Corleone o continuar con Michael y su consolidación como poderoso, así que tuvieron el acierto hacer los dos historias en paralelo, quedando un encaje antológico, donde los contrastes entre el padre y el hijo son notorios, en Vito se ve amor y simpatía,  en Michael no hay alma, pero los dos rezuman individualismo y ansias de no ser manejados, uno formó una familia y otro mientras asciende la destroza. Comienza en Corleone- Sicilia en 1901 por estar enfrentado al capo local matan al padre y a la madre de un niño de 9 años, Vito (Oreste Baldini),  el chico consigue huir y se embarca rumbo a Nueva York, el arranque del otro relato se produce a finales de los 50, durante la primera comunión del hijo varón de Michael Corleone en su gran casa junto al lago Tahoe de Nevada, allí tiene sus más y sus menos con un hipócrita senador, cuando todos los invitados se han ido se produce un atentado contra la vida de Michael, sale ileso y este traza un plan para dar con el traidor que ha propiciado los hechos y para acometer una despiadada venganza. Los guionistas le dieron un tono operístico mucho más melancólico y triste, es más oscura, más retorcida, los temas tratados son parecidos a los de la primera pero todo se acentúa más, es un fresco histórico colosal que nos habla de modo profundo e inteligente de temas universales y atemporales como la familia, el honor, la omertá, la dignidad, la corrupción política, el perdón, la avaricia, el orgullo, el poder enfermizo de la venganza, la soledad, la lealtad, el poder en la sombra, el chantaje, la inmigración o ‘El Sueño Americano’,  y lo hace con unos elementos prodigiosos empezando por su majestuoso guión, una obra de relojería fascinante.

Una puesta en escena primorosa, con una sombría y tenebrosa fotografía de Gordon Willis (habitual de Woody Allen), con lúgubres contrastes de luz, una sublime música de Nino Rota (habitual de Felini y Visconti), haciendo unas deliciosas variaciones con respecto a la primera,  punzando el dramatismo, evocadora de una  nostalgia emocionante, es un protagonista más, un diseño de producción sobresaliente de Dean Tavoularis (habitual de Coppola), con unas recreaciones de escenarios excelente, Little Italy en Nueva York, la celebración en Lake Tahoe, La Habana en la República Dominicana, Ellis Island, la comisión del senado, magno, un montaje de complicadísimo con unos encadenados entre historias extraordinario, los actores inconmensurables, desde los secundarios , Gaston Moschin/Fanucci, Lee Strasberg/Hyman Roth, Michael V. Gazzo/Pentangeli,  los principales son gloriosos, serán recordados por siempre por estos roles, John Cazale siempre será Fredo, Diane Keaton siempre será Kay, Talia Shire será Connie, Robert Duvall será Tom Hagen, Robert de Niro será Vito Corleone y por supuesto Al Pacino tocó el cielo con su papel, su mirada pétrea es acojonante, su flema es abrasadora, sus rasgos han perdido la inocencia de la primera, aquí es un ser de hielo, sin alma, con unos principios que lo devoran por dentro, el legado de su padre era que por encima del todo la Familia,  él lo ha retorcido, el que traiciona a la Familia debe ser eliminado, aunque sea Familia, un hombre trágico incapaz de amar, cuanto más cree estar haciendo por su Familia más la descompone, se cree un Dios en posesión de la Verdad Absoluta que cuanto más poder adquiere más solo se encuentra, y todo esto Al lo transmite de modo fascinante teniendo su culmen en el último plano en el lago Tahoe que ocurre después del Final más Sobrecogedor de la Historia del Cine, 7 minutos apabullantes. La cinta desde el primer momento te mantiene en vilo, como no emocionarse con ese enclenque pequeño Vito cantando en soledad frente a una ventana mientras  mira la Estatua de la Libertad, con un ritmo narrativo que decir perfecto sería decir poco, cada plano es maestría, cada escena combina la serenidad con la rabia interna, la conversación en el despacho de Michael con el senador es una declaración de intenciones que refleja la hipocresía moral de la que está cubierta nuestra sociedad, donde el político se mezcla con el mafioso y el mafioso hace política chantajista, sublime, y es que cada secuencia es pura magia, como no estremecerse con un joven Vito dirigiéndose por terrados neoyorkinos a un asesinato, mientras en un plano inferior, en la calle hay una procesión (la religión siempre presente) y se produce la apoteosis , o como una simple llamada de teléfono se convierte en cine de terror sin más ayuda que un pequeño travelling y unas sabanas de satén negro, arrollador, o la escena de ‘El Beso de la Muerte’, o el hipócrita abrazo de Michael con su hermano Fredo, o la discusión entre Kay y Michael, o la deliciosa conversación en un solo plano de Tom con Frank Pentangeli (gran Michael V. Gazzo), o la de Michael cerrando la puerta en la cara de Kay, y más y más. Es una deprimente radiografía de la Condición Humana, una desgarradora crítica a nuestro modus vivendi, al sistema caníbal capitalista (vaya por delante que es el menos malo que hay), Coppola definió la obra con esta acertada aseveración: “El film muestra la sucesión de poder y el hecho de que la Mafia ha dejado de ser una forma de gangsterismo para convertirse en parte integrante del credo americano, según el cual todo es bueno mientras proporcione dinero”. Lo que en la primera era un relato casi cerrado a Nueva York, la lucha por el dominio de una ciudad, aquí hay dos niveles, una la de Vito por dominar un barrio y en el oro Michael ansiando manejar la Nación, controla Las Vegas, utiliza a senadores en Washington, tiende sus redes en Cuba, sus horizontes no tiene fin. El verla me produce el Síndrome de Stendhal. Mantén cerca a tus amigos pero más cerca a tus enemigos!!!
 Los guionistas le dieron un tono operístico mucho más melancólico y triste, es más oscura, más retorcida, los temas tratados son arecidos a los de la primera pero todo se acentúa más, es un fresco histórico colosal que nos habla de modo profundo e inteligente de temas universales y atemporales como la familia, el honor, la omertá, la dignidad, la corrupción política, el perdón, la avaricia, el orgullo, el poder enfermizo de la venganza, la soledad, la lealtad, el poder en la sombra, el chantaje, la inmigración o ‘El Sueño Americano’,  y lo hace con unos elementos prodigiosos empezando por su majestuoso guión, una obra de relojería fascinante, una puesta en escena primorosa, con una sombría y tenebrosa fotografía de Gordon Willis (habitual de Woody Allen), con lúgubres contrastes de luz, una sublime música de Nino Rota (habitual de Felini y Visconti), haciendo unas deliciosas variaciones con respecto a la primera,  punzando el dramatismo, evocadora de una  nostalgia emocionante, es un protagonista más, un diseño de producción sobresaliente de Dean Tavoularis (habitual de Coppola), con unas recreaciones de escenarios excelente, Little Italy en Nueva York, la celebración en Lake Tahoe, La Habana en la República Dominicana, Ellis Island, la comisión del senado, magno, un montaje de complicadísimo con unos encadenados entre historias extraordinario


Los actores inconmensurables, desde los secundarios , Gaston Moschin/Fanucci, Lee Strasberg/Hyman Roth, Michael V. Gazzo/Pentangeli,  los principales son gloriosos, serán recordados por siempre por estos roles, John Cazale siempre será Fredo, Diane Keaton siempre será Kay, Talia Shire será Connie, Robert Duvall será Tom Hagen, Robert de Niro será Vito Corleone y por supuesto Al Pacino tocó el cielo con su papel, su mirada pétrea es acojonante, su flema es abrasadora, sus rasgos han perdido la inocencia de la primera, aquí es un ser de hielo, sin alma, con unos principios que lo devoran por dentro, el legado de su padre era que por encima del todo la Familia,  él lo ha retorcido, el que traiciona a la Familia debe ser eliminado, aunque sea Familia, un hombre trágico incapaz de amar, cuanto más cree estar haciendo por su Familia más la descompone, se cree un Dios en posesión de la Verdad Absoluta que cuanto más poder adquiere más solo se encuentra, y todo esto Al lo transmite de modo fascinante teniendo su culmen en el último plano en el lago Tahoe que ocurre después del Final más Sobrecogedor de la Historia del Cine, 7 minutos apabullantes.


 La cinta desde el primer momento te mantiene en vilo, como no emocionarse con ese enclenque pequeño Vito cantando en soledad frente a una ventana mientras  mira la Estatua de la Libertad, con un ritmo narrativo que decir perfecto sería decir poco, cada plano es maestría, cada escena combina la serenidad con la rabia interna, la conversación en el despacho de Michael con el senador es una declaración de intenciones que refleja la hipocresía moral de la que está cubierta nuestra sociedad, donde el político se mezcla con el mafioso y el mafioso hace política chantajista, sublime, y es que cada secuencia es pura magia, como no estremecerse con un joven Vito dirigiéndose por terrados neoyorkinos a un asesinato, mientras en un plano inferior, en la calle hay una procesión (la religión siempre presente) y se produce la apoteosis , o como una simple llamada de teléfono se convierte en cine de terror sin más ayuda que un pequeño travelling y unas sabanas de satén negro, arrollador, o la escena de ‘El Beso de la Muerte’, o el hipócrita abrazo de Michael con su hermano Fredo, o la discusión entre Kay y Michael, o la deliciosa conversación en un solo plano de Tom con Frank Pentangeli (gran Michael V. Gazzo), o la de Michael cerrando la puerta en la cara de Kay, y más y más. Es una deprimente radiografía de la Condición Humana, una desgarradora crítica a nuestro modus vivendi, al sistema caníbal capitalista (vaya por delante que es el menos malo que hay), Coppola definió la obra con esta acertada aseveración: “El film muestra la sucesión de poder y el hecho de que la Mafia ha dejado de ser una forma de gangsterismo para convertirse en parte integrante del credo americano, según el cual todo es bueno mientras proporcione dinero”. Lo que en la primera era un relato casi cerrado a Nueva York, la lucha por el dominio de una ciudad, aquí hay dos niveles, una la de Vito por dominar un barrio y en el oro Michael ansiando manejar la Nación, controla Las Vegas, utiliza a senadores en Washington, tiende sus redes en Cuba, sus horizontes no tiene fin. El verla me produce el Síndrome de Stendhal. Mantén cerca a tus amigos pero más cerca a tus enemigos!!!



Frases:

- Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera." - Michael a Tom Hagen (Robert Duvall)
- El dinero y la amistad son como agua y aceite
- Podemos rechazar a la sociedad; podemos rechazar las normas que nos rigen; podemos rechazar incluso a aquellos que nos rodean... Pero lo que no podemos rechazar nunca es nuestra sangre y su legado. Michael Corleone ha asumido el poder.

Tom: Michael por que los quieres matar a todos?
Michael : A todeos no, solo a mis enemigos:
Mi memoria se fija justo después del sonido de un disparo, Michael Corleone sentado en una sillón y la cámara acercándose a su rostro.
Fredo explota porque está harto de ser el hermano débil, es un ejemplo de una puesta en escena expresiva. Si nos fijamos bien, Fredo parece encadenado con grilletes invisibles a su asiento, en una especie de interrogatorio y confesión fundidos en un diálogo magistral. Por cierto que Cazale está, a falta de otra palabra mejor, espectacular.

Michael a Fredo: “sé que fuiste tú Fredo, ¡me rompiste el corazón! …me rompiste el corazón”.