sábado, 31 de enero de 2015


THE IMITATION GAME.

Muy merecido homenaje a un tipo fascinante que salvó millones de vidas, y que esto por mor de la seguridad nacional se ocultó, muriendo en la desidia, un ser clave en la Historia de la Humanidad que murió en el más absoluto anonimato, un genio pionero en la creación de computadoras, un hombre que luchó en su campo por librar al mundo del Yugo nazi, régimen totalitario que cercenaba las libertades, para después él en una triste paradoja del destino ser machacado vilmente por el país que había salvado, una Infamia, por ello cuando leo que fue perdonado por la Reina Isabel me dan arcadas, deberían flagelarse en público como penitencia, ellos debieran pedir perdón no concederlo, una tragedia nacional que mancha su bandera, además que pasa con todas las demás víctimas de estas nefastas leyes? No merecen una restitución de su honor? . La cinta tiene en la magnífica interpretación de Benedict Cumberbatch su gran pilar que da solidez a un conjunto sobre una historia de héroes olvidados.

El protagonista es Alan Turing (gran Benedict Cumberbetch) es un matemático y criptólogo, en Manchester en 1951 es detenido por la policía y cuenta una épica historia en un interrogatorio al agente Robert Nock (correcto Rory Kinnear), en plena WWII le fue dada la misión por el gobierno británico junto a un equipo de expertos en la materia, el campeón de ajedrez Hugh Alexander (correcto Matthew Goode ), John Cairncross (buen Allen Leech), Peter Hilton (correcto Matthew Beard), y la experta en crucigramas Joan Clarke (buena Keyra Knightley), de intentar descifrar el código secreto de comunicación nazi llamado Enigma,  lo harán en secreto en Código de Gobierno y Cypher School en Bletchley Park, construirán una máquina que Alana llamará Christopher para intentar dar con la solución, esto es el centro de la trama, también vemos en flash-back la adolescencia de Alan en un internado. En la historia tendrán importancia el comandante Denniston… (buen Charles dance y el agente de inteligencia Stewart Menzies (buen Mark Strong).

Dirige el noruego Morten Tyldum bajo el guión del debutante en largometraje Graham Moore desarrollan una bien engarzada mezcla de géneros como el thriller, el drama social, el romance platónico, salpicado de buenas dosis de humor, en una estructura narrativa ingeniosa, con un apreciable desarrollo de personajes, abordando un tríptico de tiempos manejados con pericia, con una narración en off del protagonista desde el interrogatorio que cuenta su azarosa vida, con flash-backs que saben ser efectivos y enriquecer el relato, con un desarrollo centrado en el desciframiento de Enigma, a través del cual se hace un estudio del personaje (Alan Turing), y mediante el cual hay dosis de intriga, duelos intensos, de dilemas morales. Una historia que toca temas profundos como el rechazo social, la excéntrica genialidad, el individualismo, la intolerancia, el amor platónico, la lealtad, el heroísmo anónimo o la homofobia. Nos cuentan la historia con cierta distancia sobre lo que sucede cerca, la brutal WWII, casi una obra intimista, donde incluso los insertos de archivo sobre los horrores de la guerra chirrían, la fortaleza de la cinta está en las relaciones entre personajes, en su diálogos, en sus miedos, en sus angustias, jugando con el espectador a que es una carrera contrarreloj por para la carnicería humana, lo cual acrecenta la intensidad. El realizador tiene el acierto de no caer en la sensiblería de exhibirnos una tragedia cruda, realiza un film ameno, dosificando el dramatismo, con lo que empatizamos mejor con el protagonista, llegando a untramo final donde conmueve por la injusticia que sufre

Nos adentramos en la oscura personalidad de un genio introvertido, asocial, arrogante, individualista, frío, cerrado, lacónico, taciturno, de hecho la cinta va sobre descifrar un enigma, y bien puede ser una alegoría de la compleja personalidad de Alan Turing.  Se nos expone hierático quizás como un escudo ante su “prohibida” tendencia sexual que lo hace sentirse diferente, vuelca en su obsesivo trabajo sus energías tal vez para huir de un mundo que lo rechaza. Para hacer posible  a este extraordinario hombre está un extraordinario Benedict Cumberbatch aportando una punzante personalidad, haciéndolo gris, retraído, dotándolo de matices, de carisma, de vulnerabilidad, de grietas, de timidez, de angustia vital, de manías, y haciendo a la vez tierno, con una gran expresividad gestual, de mirada honda, sabiendo ofrecer humor flemático,  como bien he leído viene a ser un cruce entre su Sherlock y el Sheldon de “Big Bang Theory”, excelso en su primer enfrentamiento el Comandante Dennison, el contrapunto a esta energía es su último encuentro con  Joan donde se atisba a un hombre derrotado, nervioso, hundido, muy divertido cuando pide el almuerzo acentuando su carácter seco y distante, también ayuda bastante a retratarlo Alex Lawther como el de adolescente, unas sensible y emocional interpretación, plantando la semilla de lo que luego será la introvertida personalidad de adulto.

Keira Knightley rezuma humanidad, autoconfianza, simpatía, un encanto de mujer con una gran química con Benedict, con una enternecedora mirada, una buena actuación que sirve de complemento al gran protagonista. Charles Dance aporta majestuosidad a su rol. Mark Strong, este infravalorado actor embiste a su sibilino papel de una oscura personalidad. Allen Leech aporta comprensión junto a villanía.  Matthew Goode está poco aprovechado. Matthew Beard tiene su minuto de gloria en el momento que cree poder salvar a su hermano de morir y se topa con la realidad del bien común.

La tara estaría en su poca valentía, no arriesga, se queda en el academismo y la despersonalización en la dirección, derivando en cierta planitud, sin momentos que te sacudan emocionalmente, de hecho hasta el que debiera ser una de las cumbres del film, cuando halla Turing la clave se queda en algo aturullado, queda forzado, nada creíble que una telefonista con <tiempo, salve y Hitler> sea la solución, a lo que le sigue el dilema moral (No sucedió) de si deben salvar al hermano de uno de ellos, se siente una casualidad chirriante, como grima da el momento <Yo soy Spartacus!>, cuando van a despedir a Turing y el resto del equipo gritan al unísono pues yo me voy, innecesario. No se entiende que dejen migas de pan con Turing repartiendo manzanas, y a la hora de mostrar su muerte a causa de esta fruta lo hurtan del film, es como diciendo que todo el mundo lo sabe y no hace falta enseñarlo, craso error.

Asimismo hay un elemento fundamental en la vida de Turing que es tratado de forma timorata, incluso parece fuese algo autocensurado, su homosexualidad, se toca de modo superficial, apenas se toca tangencialmente, no se ve su tormento por ser gay, y encima cuando se toca es de modo efectista para chantajear al protagonista, es algo que merecía mejor tratamiento, solo abordado sensiblemente en el bloque de la adolescencia de Turing, pero en el resto se toca de modo aséptico, no es la mejor forma de dar normalidad a una opción sexual prácticamente ocultarla, más bien refleja asexualidad, lo vemos al final atormentado por el tratamiento pero no hemos sentido su frustración sexual, sus posibles aventuras sexuales son fuera de plano, como avergonzados de mostrarlas en el film, se hace una leve pasada a las homófobas leyes británicas, no vemos la pantomima del juicio, por cierto leyes que hicieron emigrar en el siglo anterior a Oscar Wilde.

La puesta en escena rezuma sobriedad y buen quehacer, empezando por un meritorio diseño de producción de Maria Djurkovic (“El topo”, “Billy Elliott” o “Las horas”), recreando con tino la época y la pomposa “Christopher”,  fotografiado todo por el español Oscar Faura (“El orfanato” o “Lo imposible”) componiendo buenas tomas y dotando realismo visual al relato, adornado esto por la magistral batuta del músico galo Alexadre Desplat (“El Árbol de la Vida” o “El Gran hotel Budapest”), dotando de un lirismo elegante los fotogramas, bellos sonidos a piano y cuerda emitiendo la pasión del protagonista.

El guión ópera prima de Graham Moore (escritor, matemático y activista en defensa de los derechos de los homosexuales) se basa en el libro “Alan Turing: The Enigma” de Andrew Hodges, en 2011 fue el número uno en la Blacklist de Hollywood, referente a los mejores guiones no filmados, la Warner Bros compró el guión con la intención de que Leonardo Dicaprio la protagonizara, que mostró interés. Se barajaron los directores Ron Howard y David Yates, hasta que al final se anunció sería el noruego Morten Tyldum quien la comandaría, realizador del film escandinavo más taquillero, “Headhunters”, con su primer largo en inglés. La computadora “Christopher” es conocida popularmente como Bombe, una réplica de la original está en el museo Bletchley Park, la diseñadora de producción Maria Djurkovic afirmó que la Bombe que se ve en pantalla es más grande y con más mecanismos a la vista, esto para resultar más cinematográfica. The Weinstein Company adquirió el film por $ 7 millones, la cantidad más alta pagada jamás por la distribución de una cinta europea en USA. El título del film hace referencia a un artículo (“Maquinaria de Computación e Inteligencia”)  que Turing escribió en 1950 sobre la Inteligencia artificial, en el Turing se preguntaba si las máquinas podían pensar.

Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres, estudió en Cambridge, fue un matemático, criptoanalista, filósofo y precursor en la creación de ordenadores-computadoras, fichado por el Ejército Británico para descifrara los códigos secretos nazis conocidos como Enigma, su éxito ayudó en gran medida a derrotar a los alemanes, como a acortar la duración de la guerra, derivando en salvar según estudios a más de 14 millones de personas y acortar la guerra en dos años. Su computadora podía descifrar 159 códigos nazis en un día. Tras la contienda pasó al anonimato por cuestiones de seguridad nacional, para después la misma nación que debería haberlo encumbrado a los altares de los Héroes condenarlo por “indecencia moral”, eufemismo de homosexual, forzándolo a la castración química en 1951, el 7 de junio de 1954 en Cheshire, debido se cree a la depresión por el tratamiento agresivo le inyectó cianuro a una manzana, la mordió y se tumbó a esperar el Sueño Eterno (Turing era un gran fan de el cuento “Blancanieves y los 7 enanitos”), como anécdota se dice que Steve Jobs creó su logotipo de manzana mordida en honor del criptoanalista. El 24 de diciembre de 2013 el Gobierno del Reino Unido le concedió el perdón real. En 2011 el presidente de USA hizo un discurso en el Parlamento Británico, loó a 3 científicos ingleses, Isaac Newton, Charles Darwin y a Alan Turing. En en el centenario del nacimiento de Turing, 2012, su rostro apareció en un sello. En los 90 ya se llevó a los escenarios de Londres y Broadway una obra de teatro centrada en el desciframiento de Enigma, “Romper el código”, Derek Jakobi hizo de Alan Turing.

Hay historiadores que señalan que se han tergiversado hechos reales para dramatizarlos, se alude a su relación entre Turing y Joan Clarke, que se maximiza mucho más de lo que fue. También se criticó la minimización expositiva de la homosexualidad de Alan Turing. Referente al trabajo de desciframiento en Bletchley Park de Enigma se alteran muchas realidades, como que no fue el esfuerzo de número pequeño de personas quienes, fueron miles de personas las que colaboraban en el proyecto desde 1939, con además más de 200 Bombes, todas se destruyeron tras la guerra, manteniéndose la operación en secreto durante décadas. La máquina fue originalmente ideada y diseñada en 1938 por la polaca Marian Rejewski, que junto a otro grupo de sus compatriotas criptógrafos descifró durante la década de los 30 descifraron mensajes nazis (nada de esto se menciona en el film), pero los germanos cambiaron las máquinas de encriptados y los polacos quedaron bloqueados. Entonces entre 1939 y 1940 Alan Turing rediseñó la máquina, con ayuda del matemático Gordon Welchman (tampoco se menciona), siendo dirigidas las instalaciones inglesas por Harold Keen. En el film una vez resuelto el Enigma, uno del grupo, Peter Hilton descubre que los alemanes vana hundir un navío de la Royal Navy en el que está su hermano, Turing le dice que no pueden salvarle para salvaguardar el secreto, esto es ficción, Hilton no tenía un hermano, asimismo la decisión de que barcos salvar y cuáles no, era decisión de la Inteligencia Naval. Se caracteriza a Alan Turing como si tuviera una patología entre el síndrome de aspergen y el autismo, asocial, pero esto dicho por gente que lo conoció es falso, tenía muchas amistades, mucho sentido del humor, y buenas relaciones con compañeros de trabajo. En el film se dice el arresto de Alan Turing fue 1951 y fue en el 52, se dice en el film que se le investigó por espionaje para los soviéticos, y es falso, fue investigado por homosexual tras un robo en su vivienda, el detective que lo interroga es inventado. Cuando murió Turing, estaba inmerso en una investigación de biología mecánica, basándose en su caso de cambio por la castración química. Hay quien sostiene no fue su muerte un suicidio, se apoyan en que el tratamiento de castración química acabó 14 meses antes, y apuntan que pudo haber fallecido por los gases de cianuro fruto de un experimento en su casa, pero la versión oficial dictaminó suicidio.

Momentos para el recuerdo, aparte de los ya mencionados: El evocador tramo del Turing adolescente; Cuando Turing va a casa de Joan y encuentra allí a Menzies, este le dice han detenido a Joan por espía, Turing se viene abajo y le cuenta que un compañero (que le chantajeaba)  es el espía, al acabar la conversación Menzies le dice que Joan ha salido a hacer la compra, y que llegará pronto; El estremecedor último encuentro entre Joan y Turing donde ella para consolarlo de su tortura tanto física como mental le repite uno de los mantras del film < A veces es la gente de la que nadie imagina nada quienes hacen las cosas que nadie puede imaginar>; Cuando Turing le dice al policía que lo interroga que juzgue cual ha sido su maldad, en realidad está diciéndoselo a todos los espectadores, que por supuesto estamos de su lado.

Nos queda una inmensa actuación protagonista de Benedict Cumberbatch, en un convencional homenaje a un ser Único al que se le pagó con Intolerancia y Villanía social. Fuerza y honor!!!



miércoles, 28 de enero de 2015



EL HOMBRE DE ALCATRAZ.

Clásico del Séptimo arte, una aleccionadora obra sobre la fortaleza del ser humano, de su poder de cambiar, arremetiendo contra el sistema penitenciario, se toma como vehículo la épica historia del preso más famoso en USA junto a Al Capone, Robert Stroud, un violento tipo que encontró su rehabilitación vital en prisión a través de la inocencia de los pájaros, mediante la inquietud por estudiarlos. La cinta es un poderoso alegato a favor de la esperanza, la ilusión por vivir, de la redención, incluso en las peores circunstancias, esto es posible gracias a una magnífica dirección de John Frankenheimer, de una ambientación formidable, y de un actor en estado de gracia, Burt Lancaster, en un formidable tour de forcé narrativo con otro grande, Karl Malden. No es una cinta carcelaria típica, no hay planes de fugas, ni bandas, ni funcionarios sádicos, es el Hombre frente a un Poder omnímodo implacable.




Robert Stroud (gran Burt Lancaster) es un preso de carácter indómito que acaba de llegar a la penitenciaría federal de Leavenworth (Kansas), está allí por un asesinato en Alaska, el rígido alcaide es Harvey Shoemaker (gran Karl Malden). Stroud es castigado  por una pelea, cuando sale se entera ha sido castigado sin visitas, con lo que su madre (gran Thelma Ritter) que ha venido de miles de km. a visitarlo no podrá verlo, monta en cólera y en una disputa mata a un guardia, es condenado a muerte por ello, pero la intervención de la madre llegando a entrevistarse con la esposa del presidente USA hace que le conmuten la pena a perpetua, el alcaide Shoemaker se la convierte en aislamiento completo. La rutinaria vida de Stroud da un vuelco cuando tras un paseo por el patio cae un rayo que rompe la rama de un árbol y de él cae un nido con un huevo de gorrión, lo coge lleva a su celda, dándole calor para que nazca, comenzando Stroud con el pajarito una de las aventuras más grandes vividas en prisión, Stroud inicia una afición sobre las aves que le harán el preso más famoso de USA, haciéndose gracias a los estudios y sus experiencias con aves un gran ornitólogo, llegando a publicar libros, esto le pone en contacto con otra amante de las aves, Stella Johnson (buena Betty Field).

El guión de Guy Trosper (“El rostro impenetrable” o “El espía que surgió del frío”) se basa en el libro homónimo de Yhomas E. Gaddis de 1955, arremete contra la deshumanización del sistema penitenciario USA, contra el afán vengativo antes que el de redimir, para ello se adentra en un incisivo relato humanista sobre la búsqueda de la redención del alma a través de alcanzar la dignidad en medio de la nada, para ello el símbolo es un ave, alegoría de la libertad, en este ámbito se reflexiona sobre la reinserción social, sobre la violencia, sobre el perdón, sobre búsqueda de uno mismo, sobre el lugar de uno en el mundo, sobre el carácter indómito de la Condición Humana, se habla sobre la fugacidad de la vida, sobre el peso del tiempo, sobre el amor maternal, sobre el complejo Edipo, sobre el odio, sobre el amor puro, sobre el castigo a unos actos imperdonables, pariendo una conmovedora que no sensiblera obra, cargada de melancolía, emotiva, con uina dirección de Frankenheimer que deja sus sello indeleble con destacados simbolismos, como que de un rayo de Dios (el que hace caer la rama con huevos)  nazca el sentido de la vida de Stroud, como ver a Stroud fabricando una jaula para pájaros, una jaula dentro de otra (la cárcel), acentuando los símiles entre las aves y él, o la escalofriante mirada de Stroud cuando enseña a volar a sus pájaros y al final se alejan de la prisión flotando en el aire, o la estremecedora de cuando uno de los pájaros de Stroud tras tiempo fuera vuelve con él.

Momentos para el recuerdo: El comienzo con la presentación de Thomas Gaddi (Edmond O'Brien), en el puerto de San Francisco nos cuenta que hay una persona que nuca a hablado por teléfono, ni ha conducido un coche, y de fondo vemos Alcatraz en la bahía de San Francisco, habla con pasión de Stroud; La presentación de Stroud, en el tren, el calor se palpa y Stroud engrilletado rompe una ventana, vemos su rostro impasible en primer plano mientras un guardia le amenaza; El primer encuentro entre Stroud y el alcaide Harvey; El hermoso nacimiento del primer canario, rodado con un mimo exacerbado, se mueve el cascarón, y cuando rompe es difícil no estremecerse; Cuando Stroud pide a un guardia, Bull Ransom (buen Neville Brand), que le de la caja de madera en la que está sentado, el guardia le dice que no, lo justifica en el poco respeto que le tiene, deriva en unas conmovedoras disculpas del preso; La discusión entre Stroud y su madre, áspera y de gran angustia; La negociación entre Harvey y Stroud para le deje con investigación, denotándose la inteligencia de Stroud; El soliloquio enaltecido que Stroud le suelta a Harvey En Alcatraz poniendo de vuelta y media el sistema penitenciario y su mal llamado afán rehabilitador del preso, radiante Lancaster; El tramo del inicio del motín en alcatraz es de una enorme tensión, con una coreografía extraordinaria, con una secuencia en silencio excelsa; y más. 

<Si un preso se adueña de los huevos de un canario de otro preso, es un estafador, un carota>
<Volad amigos míos, os concedo la ilusión de la libertad, disfrutadla>
<La vida es un don demasiado precioso para tirarla. El primer deber de la vida es vivirla>
<Si ustedes, los de San Francisco, tuvieran un poco de orgullo cívico, harían saltar por los aires esa isla. Ofende a la vista>






Burt Lancaster fue el impulsor del proyecto, siendo Charles Crichton el director elegido, este abandonó ya empezada la filmación y le sustituyó John Frankenheimer, volvió a rodar muchas escenas ya filmadas, cambiando además parte del guión. Al film se le ha criticado por endulzar el carácter de Stroud, el ex preso Glenn Williams dijo <No era buena persona, era un asesino vicioso, y Burt Lancaster nos debe una disculpa>, el ex preso Jim Quillan dijo que Stroud era un imbécil amante del caos y las revueltas, diciendo del film que era una excelente comedia.




Burt Lancaster realiza una actuación memorable, mostrando una evolución tanto física como psicológica del personaje de una enorme naturalidad, con una mirada poderosa que transpira humanidad, emite un desarrollo gradual de la arrogancia al nihilismo de aceptación de este mundo con matices, con momentos catarquicos trémulos, pasando por la cólera, la ira, haciendo que la pasión (por los pájaros) le haga serenarse, y aparte el rencor de su mente, personaje introspectivo, con muchos silencios donde sus actos hablan nítidamente de lo que siente, carismático, majestuosos, con una oratoria electrizante en ententes con el alcaide o con su madre, sublime. Karl Malden brillante en su antipático papel, representa a la maquinaria burocrática asentimental, con unos titánicos choques con Lancaster, derrochando una fascinante química entre los dos. Betty Field derrocha cariño en empatía con su delicado rol. Telly Savalas hace de preso simpático, aportando dosis de humor y ternura. Thelma Ritter es la sobreprotectora madre de Stroud, encarnada con brío y frescura. Neville Brand (héroe WWII en la vida real) es guardia que se hace amigo de Stroud, tiene su momento de apogeo en una desgarradora reprimenda que le hace al “Birdman”, conmueve su firmeza.

La puesta en escena es excelente desde su estupenda dirección artística de Fernando Carrere (”La Gran Evasión” o “La Carrera Del Siglo”), componiendo ambientes minimalistas en las celdas contrarrestando con la toma general del comedor superpoblado de la prisión de Leveanworth, o su profusión de elementos alegóricos, esto enaltecido por la expresionista fotografía en glorioso b/n de Burnett Guffey (“De aquí a la eternidad” o “Bonnie & Clyde”), jugando con los claroscuros, las sombras, la oscuridad, los grises, con las proyecciones de los barrotes sobre los personajes, o sosteniendo primeros planos abrasantes como el del nacimiento de los pajaritos, con algún vibrante plano-secuencia, todo esto acunado en la bellísima música de Elmer Bernstein (“EL Cabo del Miedo” o “Casino”), de las que mueve a emociones, nominado por partida doble ese año, por esta y “Matar A Un Ruiseñor”.




Robert Franklin 
Robert Stroud
Robert stroud
Stroud (28 enero 1890 al 21 noviembre 1963), nació en Seattle (Washington), a los 13 años escapó de su alcohólico abusivo padre, a los 18 era un proxeneta en Cordova (Alaska). El 18 enero 1909 baleó mortalmente a un camarero que había atacado a una de sus prostitutas, se entregó posteriormente a la policía, el 23 de agosto de 1909 fue condenado a 12 años de prisión, los comenzó a pasar en la penitenciaría federal de Puget Sound 'sMcNeil Island, fue considerado crimen federal al no ser territorio federal aún Alaska. En prisión se comportó de modo violento y pendenciero, el 5 septiembre 1912 fue condenado por apuñalar a un preso a 6 meses, siendo trasladado a Leavenworth (Kansas), el 26 de marzo 1916 mató a un guardia por ser responsable le impidieran ver a su hermano menor al que no veía en 8 años, declarado culpable a ser ejecutado por ahorcamiento el 23 de abril de 1920, la madre de Stroud, Elizabeth, hizo un llamamiento al presidente Woodrow Wilson y su esposa Edith, y 8 días antes de del ajusticiamiento,  con el patíbulo ya construido la sentencia fue conmutada a cadena perpetua, pena que pasaría el alcaide de Leavenworth, T.W. Morgan consiguió fuera en aislamiento en su prisión. En 1920 sucedió algo que cambiaría su anodina existencia, en un rutinario paseo por el patio encontró un nido con 3 gorriones heridos, los acogió y cuidó en su celda, en unos años tenía en su celda más de 300 canarios, con los que hacia negocio vendiéndolos entre los reclusos. Esto provocó en Stroud curiosidad ornitológica, con el consentimiento y la manga ancha del nuevo alcaide, Bennett, veía en él ejemplo de rehabilitación, Stroud comenzó a estudiar el tema con libros, contribuyó en mucho al estudio de enfermedades de aves, llegó a curar más de 18 enfermedades letales de aves, intercambió correspondencia con expertos en materia, ellos no sabian donde estaba Stroud. siendo considerado una eminencia entre ornitólogos y agricultores. A Stroud llegó a permitírsele que sus pájaros volaran libres por la celda, derivó en que escribió un libro sobre enfermedades de canarios, sacado de la cárcel a escondidas y que fue un éxito de ventas, con otra edición en 1943. En 1931 su afición era muy molestosa para la prisión e intentaron cercenársela, pero con la ayuda de una ornitóloga de Indiana, Della Mae Jones, hizo que su situación se conociera en periódicos y revistas, provocando una campaña de firmas de apoyo que llegó al presidente Herbert Hoover, su situación de ornitólogo no solo se mantuvo es que además le dieron otra celda más para ampliar sus estudios. Stroud creó con Della una empresa de venta de medicamentos de aves compuestos por él, los funcionarios de la prisión ante el crecimiento de actividades de Stroud intentaron fuera trasladado a otra prisión, pero Stroud bajo una ley de Kansas que impedía el traslado de presos casados, y por esto tomó en matrimonio a Della. Esto enfureció a las autoridades carcelarias, que no le dejaron contacto con ella, asimismo su madre encolerizó, derivando en que su posesiva madre se puso en contra del hijo, estando en contra de su libertad condicional, no tuvo más contacto con él, murió en 1937.  En 1933 se publicó que Stroud no había recibido las ganancias por la venta de libros del editor, este en represalia impulsó el traslado de prisión de Stroud, no se le movió, pero su investigación fue mermada, solo le dejaron tener 2 pájaros. Pero unos años más tarde se descubrió que el equipo de investigación lo utilizaba para destilar alcohol, esto no lo pudo salvar y l 19 de diciembre de 1942, sin previo aviso, dándosele solo 10 minutos para recoger sus cosas y dejar allí sus pájaros (fueron enviados a su hermano), fue llevado a Alcatraz (San Francisco), donde no pudo seguir sus indagaciones ni tener pájaros, pasando allí 17 años, 6 en segregación y 11 en la enfermería. Escribió allí dos manuscritos, una autobiografía y una historia sobre el sistema penal de USA, se le quiso impedir escribir pero un juez le dio permiso, no así para publicar, tras su muerte estos trabajos pasaron a su abogado Richard M. English. En 1959 debido a su delicado estado de salud fue trasladado al Centro Médico Federal para reclusos en Springfield (Missouri) , allí permaneció hasta su muerte  el 21 de noviembre (día antes del magnicidio de JFK) de 1963 con 73 años, estuvo encarcelado los últimos 54 años de su vida, de los cuales 42 fueron en régimen de aislamiento, está enterrado Metropolis (Illinois). En febrero de 1963 se reunió con Burt Lancaster para preparar el actor su papel sobre el preso, Stroud nunca llegó a ver la película, o leer el libro de 1955 de Thomas E. Gaddis en que se basa el film. Richard M. English intentó infructuosamente libertad condicional de Stroud, reuniéndose incluso con ex presidente Harry Truman, Robert Kennedy era el Fiscal General de USA en aquel momento, cuando recibió cientos de peticiones que le hacían para se concediera libertad a Stroud para pudiera morir en su casa, Kennedy contestó <Pero si su casa es la cárcel!>. Ha sido reconocido como posiblemente el ejemplo más conocido de la auto-mejora y rehabilitación en la prisión estadounidense.



Film muy recomendable a los que gusten de cine de calado y que te hace pensar. Fuerza y honor!!!