lunes, 29 de agosto de 2022

 

MI PRIMA ANGÉLICA.

 

Sugestivo drama dirigido por Carlos Saura, con guión propio junto al gran Rafael Azcona (“Plácido” o “El verdugo”), siendo protagonizado por un espléndido José Luis López Vázquez, como un hombre de mediana edad cuyos recuerdos de su niñez durante la guerra civil española le hacen revivir su pasado en el hombre maduro que es. Film de gran éxito al conseguir en el Festival de cine de Cannes​ de 1974, el premio del jurado, pero que en España tuvo una gran polémica, donde grupos de ultraconservadores hicieron boicots frente a los cines donde se proyectaba, película que ya el guión, por la censura, tuvo que ser retocado hasta tres veces para poder ser filmado, ello por el modo de retratar a los dos bandos (el Nacional y el Republicano) en la guerra, y también por la visión que se da del clero (aterradora la pesadilla mantra de Luis con una monja con un candado en la boca y gusanos saliendo de su cuerpo).

 

La idea inicial de la película surgió de una referencia específica a una prima Angélica, en una escena de Ana y los lobos (español: Ana y los lobos), trabajo anterior del director Carlos Saura. En Ana y los lobos hay un poco de diálogo intrascendente que ocurre en la conversación privada entre la matriarca de la familia y el personaje del título. La anciana habla de cierta prima Angélica que, de pequeña, jugaba coquetamente con uno de sus hijos. A partir de esa alusión, Saura y el escritor Rafael Azcona desarrollaron un guión sobre los recuerdos de infancia de un hombre que ahora ronda los cuarenta y su prima coqueta, Angélica, de quien se enamoró cuando tenía diez años. Estos recuerdos se convierten en el atractivo para el reencuentro del protagonista con su pasado largamente reprimido.

 

La cinta está envuelta en una melancolía que termina calándote, haciéndonos partícipe el protagonista de la pesada carga de su mochila de recuerdos, de esos momentos en que pudo haber hecho esto o aquello para cambiar y no lo hizo, cuantos no hemos echado la vista atrás y pensado eso mismo. Y todo ello narrado con un ingenioso recurso con el que el espectador seguro se siente identificado, donde las escenas del presente se solapan con las del pasado sutilmente, para ello el protagonista Luis, al que enrola el actor de mayor (López Vázquez) se integra cual niño en esas remembranzas, donde los personajes del hoy se transforman por mor de la mente del protagonista (que vincula los acontecimientos del presente con los del pasado. Desde una melodía de piano; una obra de teatro escolar; la visita al campo con un monumento de piedra; o leer unos cuadernos escolares) en otros (de su rama familiar) del ayer, Fernando Delgado encarna al tiránico tío de Luis (y padre de Angélica) en el pasado y al marido de Angélica en el presente, y la joven María Clara Fernández de Loaysa embiste a la prima Angélica de 9 años y a la hija de ella en el presente, transiciones suaves, dónde solo lo percibes por el atuendo de Angélica o por los muebles.

 

Un juego punzante, donde la nostalgia se da la mano con la tristeza, resulta curioso ver a López Vázquez verlo haciendo de niño, ello en una actuación dual majestuosa, lejos de histrionismo, todo tan mesurado como empático. Al parecer este recurso surgió de una frase de Ramón del Valle-Inclán: "Las cosas no son como las vemos, sino como las recordamos".

 

Es un fresco melancólico de la niñez con las consecuencias de la Guerra Civil siempre en el fondo, retratando cual cainismo patrio el choque entre dos hermanos (cual si fuera España), uno Nacional y otro Republicano, y como esto afecto a sus respectivas familias. Siendo extraño y sorprendente como se pone claramente del lado de los perdedores (esa paliza desgarradora que el tío da a Luis quiere claramente ser una alegoría de la violencia imperante durante el régimen franquista), satirizando y caricaturizando a los vencedores, ello en una España aún Franquista, con su censura imperante. El protagonista con motivo de la muerte de su madre regresa, tras mucho tiempo, a un pueblo de Segovia donde vivió unos años de infancia al lado de su prima. Un retrato macilento sobre la mirada al mundo iniciático, que bien puede entroncar con la bergmaniana “Fresas salvajes” (1957), donde un hombre mayor durante un viaje hace

Carlos Saura incluye elementos autobiográficos en su cine y en este caso lo hace con el plano inicial que abre la película (se retrata a unos niños en un edificio que ha sufrido las consecuencias de un bombardeo, experiencia personal de Saura durante su infancia en un colegio de Barcelona que recibió el impacto de una bomba mientras él se encontraba en clase). Esto expuesto en el inicio donde vemos una habitación cargada de humo, mobiliarios tirado por los suelos, niños por el piso, mientras unos clérigos los ponen pie, estamos ante las consecuencias de la caída de una bomba en los aledaños de un colegio religioso.

 

Film que consigue conmover en gran mediada por el gran trabajo del madrileño López Vázquez, su mirada lánguida, su mesura, su flema, su laconismo, su dulce comportamiento con Angélica que mimetiza de un modo turbador con la hija de esta resulta una radiografía dolorida de un pasado que nunca llegó a consumar lo que él protagonista hubiera querido, esto reflejado en ese angustioso viaje en bici donde todo pudo haber cambiado. Un microcosmos del pasado marcado a fuego por las circunstancias geosociales, por la guerra y el miedo, esto reflejado en el tío de Luis y su radicalismo que intenta exponer al fascismo en su conservadurismo, y por la educación clerical fundamentalista, esto visto en varias fases, sobre todo remanente de que los padres de Luis lo dejaron interno en un colegio religioso, allí tenía pesadillas con una monja estigmatizada y mortificada, y también están los discursos de los curas sobre el enfrentamiento cainita entre los dos bandos. O el punzante interrogatorio sibilino que un cura hace a Luis sobre Angelica sobre si se han dado un beso. La familia de la madre es del bando Nacional y la del padre es del republicano, por ello son ‘la oveja negra’. Para Luis el modo de escapar a esta opresión ambiental es el amor que siente por su prima que nunca termina de dar el paso, lo deja en amor platónico. La inocencia, la pureza, la ilusión, todo ello conmueve en gestos como cuando Angélica marca sobre un monumento de piedra los nombres de ambos y la fecha, y pasamos al presente y la hija de Angelica con un papel calca esto, el pasado y presente unido, ello con la mirada compungida de Luis. Siempre barreras de por medio en este amor fou, de niños el cerril padre, y de mayores un matrimonio insatisfactorio, en ambos casos Luis no sabiendo o no queriendo por cobardía dar el paso definitivo.

 

La historia queda cincelada desde una maravillosa escena que describe la inquietud y el temor a lo desconocido. Estamos en el 18 de julio de 1936 en Logroño, los falangistas intentan un primer golpe de Estado en Barcelona: Estamos en un apartamento que nos transmite claustrofobia, no salimos de allí en toda la secuencia. Allí está el niño Luis, su abuela, su primo, su tío y su tía, tiene las persianas cerradas, la radio no funciona, afuera se oyen disparos continuos, dentro no saben lo que pasa, quien gana y quien pierde. Tocan violentamente a la puerta y el miedo asola a todos, se quedan en silencio mirándose unos a otros y sin querer abrir. Y entonces llega la ‘buena nueva’, gritan que son de los nuestros, pero el tío fascista (el mismo actor que en el presente espeta a Luis: "Ya veremos si las cosas van bien para tu padre y los de su prole".

 

Es el retrato de una generación marcada por la Guerra Civil y el post-conflicto, esa que marcó al director Saura. Una infancia donde muchas familias se partieron, donde muchas se vieron obligadas a separarse (esa dura secuencia en que Luis ve a su madre a la vera de una carreta en medio de la nada, tratando de consolar a su hijo sobre que lo pasará bien una temporada con su (fascista) tío (demasiado obvia la caricatura de que a este es alcanzado por metralla en el brazo y deben escayolárselo rígido hacia adelante, cual saludo facha), y con Luis queriendo no separarse de sus padres. Una generación dónde hubo vencedores y vencidos, donde muchos sueños fueron rotos.

 

El presente es mostrado mediante la familia de Angélica, casada con un charlatán que proyecta planes inmobiliarios de buenos réditos gracias a sus contactos con el poder de la dictadura. Mientras Angélica vive un matrimonio infeliz, casada con un tipo que la engaña. Hay entra cual potencial Príncipe Azul Luis, pero este tiene el mismo problema de su niñez, la falta de arrojo para dar el último paso.

 

Se le puede achacar que el film termina siendo algo esquemático y falto de punch para tener más profundidad, pero esto lo remarco porque pienso aún podría haber sido más. Aunque su rush final me ha resultado entrañable en su fuerza dramática dónde se funden presente y pasado de modo *punzante.

 

Spoiler:

 

*Me refiero a cuando Luis se marcha de casa de su prima Angélica, y ya en la calle ve a la hija (sin trenzas)paseando en bici, y le pide cogerla y entonces la monta en ella y pasean, y entonces vuelve el pasado, Luis lleva a su prima (con trenzas) en bici huyendo del pueblo en Logroño en el bando Nacional a Madrid en poder d ellos Republicanos, donde están los padres de Luis, ella le dice que seguro le gustará Madrid, pero se preocupa por su madre (no por su padre), Luis le dice que le puede escribir una carta. Pero se cruzan con unos militares, y estos los llevan de vuielta al hogar de los padres de ella. Allí el tío de Luis lo lleva a un cuarto donde le dice que se ponga de rodillas, él mayor se quita la correa y comienza a darle de correazos, Luis se retuerce en el suelo de dolor, mientras el ‘0verdugo’ no tiene compasión y continua, entonces la cámara pasa a que veamos a Angélica, sentada y con su madre tras ella haciéndole trenzas, mientras oímos de fondo los latigazos, rotos por la entrada del tema extradiegético “Rocío” entonado por Imperio Argentina, dejando un poso trémulo con el último plano de Angélica.

 

En el final se sobre impresiona que la película está dedicada a Charles y Oona Chaplin, los padres de la entonces compañera (y frecuente colaboradora) de Saura, Geraldine, quien no aparece en esta.

 

Saura describió a Luis, el personaje principal de la película, una persona profundamente tocada por la Guerra Civil. Personalmente, explicó Saura, “Nunca estuve de acuerdo con la idea generalizada de que los años de la infancia son los años dorados de la vida, tal vez por mis propias experiencias. Por el contrario, me parece que la infancia es un período particularmente incierto porque, entre otras razones, la infancia se vive casi en su totalidad en un mundo intermedio, y se desarrolla en un mundo de grandes miedos y grandes necesidades de todo tipo. Y todo eso deja cicatrices profundas e imborrables, sobre todo cuando uno tiene que vivir en un ambiente hostil, como los protagonistas de la película.

 

Estimulante film con una gran actuación de López Vázquez. Gloria Ucrania!!!

viernes, 19 de agosto de 2022

 


Better Call Saul

 

Mis sensaciones son encontradas, si, pero no, no, pero sí, sobre todo porque después siete años, con seis temporadas con sus 63 episodios (todas de 10, menos la última de 12+1, uno más que su original ‘BB’), lo que más te queda en la memoria es el final. Acabo de ver el último capítulo de la última temporada del spin off de ‘Breaking Bad’, centrado en la figura del materialista leguleyo conocida en la serie pretérita Saul Goodman (juego de palabras con su apellido: Buen Hombre"), pero que aquí nos enteramos que de judío tiene entre zero y nada, su nombre real es Jimmy McGill, pero en los flash-forward también usara otro, como es Gene Takavic, ahora un rutinario gerente de una tienda Cinnabon en Omaha (Nebraska). Seguiremos en un juego de malabares una precuela y secuela de ‘BB’, centrada en la génesis de este al comienzo timador, y acomplejado por el éxito de su arrogante hermano (Chuck McGill al que da vida un magnífico Michael McKean) como abogado, hasta la cima del éxito como letrado de los carteles de la droga mexicanos en que lo conocemos en ‘BB’; y en un b/n seco será el flash forward donde conoceremos el después de Jim/Saul/Gene. Serie creada por el mismo de la primigenia, Vince Gilligan y Peter Gould, este uno de los guionistas de referencia en ‘BB’, con el mismo protagonista, un maravilloso Bob Odenkirk, también a lo largo de la serie aparecerán otros personajes clásicos de ‘BB’, que nos sirven para ver como llegaron a ser lo que vimos en la ya muy mencionada ‘BB’, como el ex oficial de policía Mike Ehrmantraut (espléndido Jonathan Banks), Gus Frings (estupendo Giancarlo Esposito), el narco traficante con tapadera de dueño de una fast-food, lacónico y mesurado que se coinvierte en poderoso capo. Para esta odisea tendrá gran importancia (vital) Kim Wrexler (Rhea Seehorn en una gran actuación, lástima de cómo le hacen variar desde el guion en el rush final), abogada que será interés amoroso de Jim/Saul/Gene, única persona que conocerá realmente al protagonista.

 

Es una serie que intenta parecerse, pero marcar sus diferencias con su predecesora, intenta sembrar de huellas e incluso guiños a ‘BB’, pero a la vez crea sus disimiltudes, ello ya desde su pausado ritmo, para mi gusto demasiado lento en las dos primeras temporadas, habiendo eso sí, tramos atractivos y cautivadores (muchos argucias judiciales con los clientes un tanto disfuncionales de Jim), que hacen que esta serenidad con que suceden los acontecimientos tenga algunas recompensas, en modo de situaciones ingeniosas, tensas, y a otras muy divertidas en esta mezcla de géneros. Ello adornado por personajes con carácter, muy bien interpretados, donde la acción la impone sobre todo la vertiente en que aparecen los carteles mexicanos con los Salamanca y su disputa soterrada (o no tanto) con Gus Frings. En estas iniciales temporadas tengo la sensación de que los creadores tenían en mente durar seis temporadas para hacerla similar a ‘BB’, y como no tenían suficiente material para rellenar, pues meten mucho relleno y densidad, así como reiteraciones innecesarias, idas y venidas que solo hacen subrayar lo subrayado (ejemplo todo lo referente al caso con los ancianos, muy cansino todo esto). Esto se sobrelleva por lo bien delineados que están los roles, pero este tercio primero adolece de impulso, se estanca y cae en algunos valles, de los que (su diáfano espejo) no tenía ‘BB’. En la tercera, cuarta y quinta gana en agilidad, aun teniendo estos valles, amén de que los guiños a ‘BB’ son más numerosos. Eso sí, tenido la tara en la parte precuela de que sabemos cómo acabarán los personajes, esto resta intensidad, como ejemplo notorio es que sabemos Jim/Saul/Gene no va a morir. Seguramente por este lastre, llegados a la sexta y última temporada gana peso la parte secuela, aunque en el lado pre cuela acontece la (shockeante)  *catarsis que nunca se nos anuncia en ‘BB’, ningún remordimiento por algo del pasado, lo que hace que la sub trama ‘juguetona-vengativa’ (con momentos ,muy trabajados y jocosos) de Jim & Kim contra (el pobre) Howard Hamlin (maravilloso en su elegancia y flema Patrick Fabian) tome sentido, esto da la coda de la primera parte de la temporada (donde hubo un parón de meses), para cuando volvió ofrecernos uno de los mejores capítulos, con acción inteligencia, violencia, espectacular juego del gato y el ratón (lástima que sepamos que a Gus nunca le pasará nada malo) con el pistolero aterrador Lalo Salamanca (Tony Dalton). Para en el siguiente mostrarnos los efectos en Kim & Jim la mencionada catarsis, ello mediante un genial montaje mezclando acciones paralelas de ambos mientras de fondo se oye el tema Harry Nilsson “Perfect Day”, también se ve a Mike cual Sr. Lobo en un ´día más para él en la oficina. Para al final el choque que muestra como lo que antes para ellos era una diversión se ha convertido en algo trágico.

 

Para en los últimos capítulos (sobre todo los 4 finales) abandonar la precuela y hundirse en Gene Takavic, que tras el aburrimiento de su trabajo anodino en una fast-food, decide volver a las andadas con sus chanchullos (como siempre, obras de relojería en sus preparaciones [como repite su visita a los guardias de seguridad para ver distraídamente las cámaras], o como realiza los allanamientos en tres fases, Don de gentes, taxi y la droga, y por último el que ejecuta la ‘home invasión’]), lo cual está claro, será aquello de ‘la avaricia rompe el saco’, ello con la inclusión de una anciana que se nota será clave en el devenir del prota, Marion (sobresaliente Carol Burnett). Para derivar en unos flash backs excelentes, de lo mejor de la serie, primero con Mike Ehrmantraut en medio del desierto llevando a duras penas 7 millones $ para el cartel para el que trabajan, y en una parada hablan (con la excusa de si tuvieran una máquina del tiempo, un ‘easter egg’ sobre el libro de HG Wells) sobre de que harían si fueran al pasado, Mike dice que no cogería el primer soborno que le dieron de poli, mientras Saul dice que lo aprovecharía para ganar más dinero; Hay otro con un gran personaje (no quiero spoilear) con el comentan lo mismo, este personaje X le dice que no confiaría en unos antiguos amigos, mientras Saul le dice que impediría caerse y romperse la rodilla, a lo que X le dice que ‘Siempre has sido igual’, lo cual da la medida leit-motive de la serie, la diferencia con ‘BB’, donde un hombre bueno evoluciona a malo-malísimo, mientras esto nos viene a decir que Jim/Saul/Gene siempre ha sido malo.

 

Toda la serie cual ‘BB’ termina reduciéndose a si los actos criminales de Jim/Saul/Gene serán castigados o saldrá libre. Y para mí la cagan a base de bien no me pega lo que ocurre, me resulta moralismo de rastrillo, cual si estuviéramos viendo un film donde impera el Código Hayes.

 

La puesta en escena resulta lo brillante que fue ‘BB’, con una labor superlativa de cinematografía, marcando el tono en sus dos primeras temporadas Arthur Albert (“Breaking Bad” o “Blacklist”), jugando con los granulados, con la iluminación nocturna, con los saturados, y sobre todo con la marca de su original de la cámara colocada en los más insospechados lugares.

 

Spoiler:

 

Saul (pues en esta parte es más Saul que nunca) tras ser atrapado, nada alegóricamente sutil en un contenedor de basura (como lo remarca la viuda de Hank Schrader), realiza un teatrillo fabuloso manipulando a los agentes del FBi con su fina oratoria, esto intentando justificarse en que le obligaron, el que lleva la operación del FBI le dice que el jurado no se tragará eso y Saul le espeta: ‘Con que sea uno me basta’. Esto deriva en un muy ventajoso acuerdo de Saul con la fiscalía, siete años en una prisión de baja vigilancia y con buen tiempo. Esto me resulta muy natural y realista con este artista del embauco. Pero luego nos cuelan la lección de catequesis donde el sentimiento de culpa nos hace mejores (puaj!!!). Y Saul por amor a Kim rompe todo para salvarla de una posible prisión pues ella ha confesado lo que pasó realmente con Howard Hamlin (de lo que se ha enterado Saul), o quizás porque cuando hablaron por teléfono no esperaba ella confesara esto cuando él se lo echó en cara cuando le ‘aconsejó’ confesara. Me da igual, no pega esto, nadie se echa encima 86 años de condena así porque sí, había otras formas de liberar a Kim. Como no entiendo él en realidad no la odiara por echarle encima este encubrimiento. No me trago este gesto romántico, me da grima, es nada valiente, muy acomodaticio. Que leches! Pasar de 7 a 86 años de prisión por que sí, me es un insulto a la inteligencia, me hubiera sido más creíble haber confesado y a posteriori pegarse un tiro. No tiene ni pies, ni cabeza, quedará muy bien para mentes simples pero no para alguien con dedos de luces, me ha sido decepcionante estas conclusión. Amén de que al final lo pintan a Saul como el cerebro criminal del Cartel, cuando él solo administraba el dinero para blanquearlo, era solo una pieza más del engrasado engranaje, ni hacía la droga, ni la transportaba, ni la vendía, ni ordenaba asesinatos o secuestros, ni mucho menos era un sicario (la mujer de Hank le echa la culpa de la muerte de su esposo, cuando él ni pinchaba, ni cortaba en esto), elevan a Saul a un pedestal que no le corresponde. Por cierto, nos privan del mediático juicio a Saul, ocurre en elipsis. Amén de que, aun incriminándose Saul de todo, también tiene pupa ella por haber ayudado a encubrir un asesinato como suicidio, por tanto, según ese sentimiento de culpa también debería tener juicio ella. Aunque tiene dos buenos momentos finales, no redimen de lo malo, pero si suman a lo bueno. Como es cuando los presos en el bus de traslado a prisión reconocen a Saul y se arrancan a gritar y repetir con zapateo ‘Better Call Saul’, anunciando que por mucho que Jim quiera desprenderse de su alter ego es imposible. El otro es su epílogo poético en glorioso b/n, con los haces de luz entrando por las ventanuchas, donde Kim visita al encarcelado (en la prisión de Nebraska que no quería) Jim, y comparten un cigarrillo (donde la llama se ve en color), tal y como la conocimos a ella, circularmente acaba. Ella le alaba el gran acuerdo de 7 años al que llegó, mientras por ‘amor’ lo rompió y ahora dicen son 86 años, aunque el dice que con buena conducta puede salir antes. Los vemos mirarse, los dos han hecho las paces, lo que quería Jim, pero a un precio que me es inverosímil.

 

Me queda una serie buena, pero con taras la impiden ser más, y por supuesto, lejos de su matriz “Breaking Bad”. Gloria Ucrania!!!

domingo, 14 de agosto de 2022

 


LA CARRERA DEL SIGLO.

 

Este Es uno de esos films que guardaba un gran recuerdo de mi niñez, y de los que no he querido estropear el mismo con una revisión, hasta ahora que por precisamente mostrárselo a mi hijo le he revisionado, y me he topado con lo que me temía una comedia donde sus aspiraciones megalómanas (12 millones de dólares de presupuesto, equivalente a 98,36 millones de dólares en 2020, para ser la más costosa comedia de la historia hasta entonces reluce en muchos aspectos, pero no en el humor) superan en muy mucho su pueril resultado final. Un fuil m de un humor tan infantil como simplista en sus ajados mecanismos. Dirige Blake Edwards, quien en los 60 estaba en la cresta de la ola de Hollywood, debido al éxito de las películas anteriores como “Breakfast at Tiffany's”, “The Pink Panther” y su secuela “A Shot in the Dark”, el presupuesto de la película comenzó en $6 millones. Mirisch Productions inicialmente financió la película para United Artists. Los crecientes costos de la película llevaron a UA a abandonar la película, y Warner Brothers se hizo cargo del proyecto. Al hacer la epopeya de megapresupuesto de 1965, el director tenía el objetivo declarado de hacer la comedia más divertida de la historia a gran escala, fabulosa y de tirarlo todo a la pantalla.

 

El guion de Edwards y Arthur A. Ross (“Brubaker”) se inspiró libremente en la carrera de Nueva York a París de 1908. El 12 de febrero de 1908, la "Carrera de autos más grande" comenzó con seis participantes, comenzando en la ciudad de Nueva York y corriendo hacia el oeste a través de tres continentes. El destino fue París, lo que la convirtió en la primera carrera automovilística alrededor del mundo. Edwards solo tomó prestados la ruta aproximada de la carrera y el período de tiempo general en su esfuerzo por hacer "la comedia más divertida de la historia". La intención e Edwards era hacer un grandioso homenaje al cine mudo, al slapstick, al estilo cómico sobre todo de los Laurel y Hardy, el mejor ejemplo de esto último es la Batalla de Tartas que se da en la película, la cacareada como más enorme en este sentido de la Historia del Cine (tramo de 4 minutos y 20 segundos con un coste de 200.000 $ [$1.720.000 de 2021] para rodar, con más de 4000 tartas de proyectiles, esto lo popularizaron los en España llamados ‘Gordo y Flaco’ en su cortometraje de 1927 “The Battle of the Century”, donde volaron en la refriega ´bélica’ más de 3000, aunque estos en un solo día de filmación, mientras en al de 1965 necesitaron 5 días de rodaje. Curiosamente en ese momento se conocía principalmente solo a través de ese clímax; primer carrete se perdió hasta década de 1970 y resto del segundo carrete se perdió hasta 2015.

 

Pero todas sus loables aspiraciones se ven socavadas por una falta de inventiva y de humor mínimamente ingenioso que parece estemos viendo los cerebros de los guionistas con molinillos del desierto pasar de lado a lado, vamos, un erial de imaginación, con situaciones tontorronas, y todo notándose acartonado y cuasi-rancio en muchas ocasiones, y es que, pese a lo que piense Edwards, en cine y por ende, en una comedia más no tiene porque ser mejor, lo principal es tener buenas ideas que hagan avanzar al trama y de vez en cuando gags divertidos. Y aquí lo que tenemos es una super producción de (unos desproporcionados) 160 minutos (!!!), con su obertura musical, su intermisión musical y su cierre musical, que aspira a ir a rebufo de ser una mezcla entre la oscarizada “La vuelta al mundo en 80 días” (1956) por lo de la carrera alrededor del mundo, y “El mundo está loco, loco, loco, loco” estrenada con gran éxito solo dos años antes, siendo una comedia alocada con mucho de toon. Pero aquí los resultados son torpones, y lo que es peor y sangrante, llega a aburrir. Baste decir que tarda tres cuartos de hora en dar comienzo la carrea titular (donde ya se presenta el tono de humor para parvulario), hasta entonces la presentación reiterativa de los personajes y sus caracteres (lo de varias veces ver al profesor Fate fracasa en el sabotaje a su rival resulta cansino, sobre todo si es con recursos tan idiotescos, valga de muestra el ridículo gag con el periscopio).

 

Para dar lustre al cartel tomó Blake a la icónica pareja de “Some like it hot” (1959), que no trabajaban juntos desde entonces, pero en esta ocasión pasan de amigos a antagonistas, Tony Curtis (aunque el director pretendía a Robert Wagner, pero el estudio no quiso por haberse divorciado hacía poco de la que iba a ser co-protagonbista, Natalie Wood) de galán y héroe como el gran Leslie y Jack Lemmon como el caricaturesco villano de la función en la piel del Profesor Fate (aunque también tiene tiempo de desdoblarse en un jocoso y muy amanerado heredero a una corona europea), teniendo un escalón por debajo a una esplendorosa Natalie Wood (no da la impresión estuviera pasando por una crisis durante la filmación, y es que justo acabar el rodaje se intentó suicidar) como Maggie Dubois, ella como interés romántico, además de servir para la lucha de sexos, y con ello lanzar diatribas en favor de la emancipación femenina (entonces ni tan siquiera le estaba permitido votar en las elecciones). Ello para unas actuaciones propias del cartoon, sin alma, lisas, donde tenemos a un Curtis paseando prestancia, elegancia y belleza masculina de adonis, pero sin alma, actuación monocorde; Lemmon está pasado de vueltas en su histrionismo galopante, desmadrado, desafío en sus ademanes, sus berrinches, sus movimientos alocados, es malo porque si, no se sabe de dónde le viene su animadversión por Leslie, simplemente por imperativo del (penoso) guion, se redobla su sobreactuación cuando debe dar vida al afeminado aristócrata; De Natalie Wood lo mejor que se puede decir es que cuando aparece saliendo del lago en ropa interior es el mejor momento del film para mí, de esas sensaciones solo a la altura de la Andress saliendo del caribe con su bikini blanco, o siendo uno de mis sueños húmedos cuando (del cielo) cae sobre los brazos del malo en corsé y lencería (arghhhh!!!), pero su actuación aun teniendo vigor, carece de personalidad propia, un cliché, eso sí, con cuerpo de pecado. Seguro que disfrutó cuando en una escena (claramente en un loft de estudio) se hace ver llega a una ciudad rusa imperial con las gentes esperándolos con antorchas en las calles, no se sabe que va a pasar y entonces, Natalie se arranca a hablar en ruso, esto no es casual, pues la actriz era hija de emigrantes rusos, de hecho, su verdadero nombre es Natalia Nikolayevna Zajarenko.

 

Pero lo importante en una comedia es el humor y de eso aquí andamos escasos (siendo benévolos), todo son situaciones arbitrarias que incluso se reiteran donde no había risas y se explayan, la sutilidad humorística es un ente inexistente en el cuantioso minutaje. Ejemplo es que el film tiene dos grandes momentos ‘épicos’ climáticos, la paródica pelea en el salón del oeste (en que mundo vive esta gente, donde se ponen a hacer fiestas a gente que está  en medio de una carrera, y se molestan si pretenden continuar la misma?), y la mencionada batalla de tartas y ambas son coreografiadas de forma plana, sin gracia, y como parece consciente de ello el director lo único que se le ocurre es alargarla, como si estirar algo sin humor lo provocara. En el tercio final se sacan de la chistera de malos magos los guionistas (ante la falta de ideas) una parodia del clásico de aventuras “El prisionero de Zenda”, concretamente de la versión estrenada en 1937 (esto se nota en el duelo a espada donde hay una toma de sus sombras como en la del 37), que al menos vale apera sacar al disparatado Lemmon en un rol que se nota disfrutar como un niño. Pero donde el sentido de road-movie se pierde por completo. Un dislate propio de la anarquía de un relato caótico. Donde su estructura episódica resulta, más acartonada que el b loque de Iceberg.

 

Es curioso que comience con Tony Curtis como el gran Leslie, en un espectáculo ante un gran público, donde es atado a una camisa de fuerza y a la vez amarrado pro los pies a un globo aerostático sin piloto que asciende a los cielos, esto para que Leslie intente desatarse y subir a los ‘mandos’ de la cesta del globo, ello en un acto propio del Gran Houdini, y ahí viene la anécdota, pues Curtis lo encarnó en “Houdini” en 1953. Por supuesto el Profesor Fate con su ayudante Max intentarán sabotear la actuación con un cañón, no que decir tiene cual es el resultado.

 

Los fastos del enorme presupuesto  brillan sobre todo en el diseño de producción de Fernando Carrere (“La Gran Evasión” o “El Guateque”), creando ampulosos escenarios en sobre todo la gótica vivienda del Profesor fate, el salón de la pelea del oeste, y en los interiores de los palacios del ficticio país centroeuropeo; también está el estupendo vestuario creado por la gran Edith Head (ganadora de 8 Oscar) para Natalie Wood y su extraordinario guardarropa; también están los vehículos de los protagonista, auténticas maravillas, el del gran Leslie por su elegancia (con una delantera que haría las delicias del Dr. Freud en lo referente a las reminiscencias fálicas) y el otro, el del Profesor Fate por su diseño aterrador, y sus delirantes gadgets (el cañón, el elevador o el difusor de humo negro); pero sin embargo a la par discurren situaciones chirriantes, como son esas penosas tomas de los autos con una pantalla detrás, o las coreografías nada atractivas de bien sean bailes, o peleas, o el tramo supuestamente en Alaska con los autos rivales en medio de la nieve y entre ellos un oso polar, donde solo faltan las luces de neón para decir que estamos en un set de la Warner rodando, es que huelo el caro piedra del iceberg; Pero tampoco es que la cinematografía de Russell Harlan (nominado al Oscar sin premio, lo fue sin éxito en seis ocasiones; con trabajos en su haber tan buenos como “Matar a un ruiseñor” o “Hatari!”) sea nada especial, sobresale por el fulgor cromático que despliega, todo un festín de colorido, así como buena en las tomas generales; El maestro Henry Mancini (“La Pantera Rosa” o “Desayuno con Diamanates”) en la música no hace un trabajo a recordar.

 

Como intérpretes de apoyo están un siempre divertido Peter Falk, que demuestra buena química con Lemmon como su ayudante Max; Keenan Wynn como el ayudante Hezekiah, aporta la sutilidad de un actor clásico secundario; Arthur O'Connell y Vivian Vance como el disfuncional matrimonio Goodbody, él Henry es director de un periódico neoyorkino (al que se apunta a ‘empujones’ el personaje de la Wood como reportera para seguir la carrera) y ella Hester, una sufragista beligerante por los derechos de la mujer que ataca a al diario de su esposa que se muestra pusilánime ante el nervio de ella. Esta es una sub trama que se mantiene durante la primera mitad, conectando la carrera con las palomas mensajeras de la reportera (fruto de ello un gag que da el tono tontorrón del film, donde el secretario del director sale a la cornisa a gran altura para coger la paloma mensajera [como si las palomas no tuvieran su lugar de aterrizaje en palomares en azoteas] y termina cayendo al vacío ante la indiferencia de su jefe, para a la siguiente escena verlo vivo [milagrosamente es poco] con una venda en la cabeza), pero que luego se abandona tras la intermisión, ello proyectando el caos del guion.

 

Todo para desembocar por lo menos en un final inesperado (spoiler*), pues todo el film me era una especie de intento del Coyote (Profesor Fate de atrapar al Correcaminos (Gran Leslie), con lo que  esto implica el final de cada una de sus aventuras. Pero esto n o puede contrapesar toda la inanidad pomposa de un film tan grande en medios como escaso en ingenio.

 

Trabajando con Warner, el nuevo agente de Curtis, Irving "Swifty" Lazar, negoció 125.000 dólares por Curtis, más que Edwards y Lemmon, que iban a recibir 100.000 dólares cada uno. Después de que Warner firmó el contrato de Curtis, Lazar razonó que Edwards y Lemmon deberían ganar 125.000 dólares, y Warner aumentó su compensación para igualar a Curtis.

 

Natalie Wood no quería hacer La gran carrera, pero Warner la convenció. Wood no estaba contenta con su carrera y su vida personal, ya que se divorció de Robert Wagner en abril de 1962. Warner le preguntó a Curtis si le daría un porcentaje de las regalías de su película a Wood como un incentivo, pero Curtis se negó. Él dijo: "No pude darle nada para que quisiera hacer la película". En lugar de más dinero, Warner le prometió a Wood que si completaba La gran carrera, podría protagonizar el drama de Gavin Lambert Inside Daisy Clover, un papel que deseaba tener. Wood estuvo de acuerdo, pensando que la filmación sería breve en la película de Edwards.

 

Muchos de los chistes visuales de The Great Race fueron costosos de crear, y los costos se dispararon a 12 millones de dólares cuando se terminó la película. Edwards, a veces con Wood a cuestas, visitó repetidamente a Warner en su oficina para pedir más dinero. Warner aprobó casi todas las solicitudes. Cuando se estrenó, fue la comedia más cara jamás filmada.

 

El rodaje terminó en noviembre de 1964. Durante los cinco meses de rodaje, la infelicidad de Wood no fue visible para el elenco y el equipo, y su caracterización de Maggie DuBois fue divertida. Su hermana Lana Wood pensó que Wood se veía más bonita que nunca, pero Lana sintió que la película "fue físicamente agotadora" para Wood. El viernes 27 de noviembre, el día después del Día de Acción de Gracias, Wood terminó el último trabajo de diálogo, luego se fue a casa y se tragó una botella de píldoras recetadas. Aturdida por las drogas, llamó a su amigo Mart Crowley, quien la llevó al hospital para recibir tratamiento de emergencia.

 

El automóvil blanco del héroe, el Leslie Special, fue construido por Warner Brothers para parecerse a un Thomas Flyer, el automóvil que ganó la carrera de Nueva York a París de 1908. Según el Petersen Automotive Museum, se construyeron cuatro "Leslie Specials". Uno de los cuatro está en el Museo del Automóvil de Tupelo en Tupelo, Mississippi, catalogado como Leslie Special Convertible de 1963. Otro de los cuatro aparece pintado de verde oscuro en la película de Warner Brothers de 1970 La balada de Cable Hogue: se puede ver la rejilla con las palabras Leslie Special, con las ruedas y los neumáticos conservando su color blanco original. Este vehículo aparece durante los últimos 30 minutos de la película con un personaje principal y tiene un papel fundamental al final de la película.

 

El auto negro del villano se llamó Hannibal Twin-8; cinco fueron construidos. Uno está en exhibición en el Museo del Automóvil Petersen, propulsado por un motor industrial Volkswagen. Otro está en el Volo Auto Museum en Volo, Illinois. Este modelo incluye un "cañón" de utilería y un generador de humo que funciona. El museo Volo describe el Hannibal Twin-8 como construido por Warner Brothers a un costo de US $ 150,000 ($ 1,289,810 en dólares de 2021), propulsado por un motor Corvair de seis cilindros con transmisión manual de tres velocidades y seis ruedas. Las cuatro ruedas traseras están propulsadas por una cadena de transmisión.

 

Pelea de pasteles: La escena de la pelea de pasteles en la panadería real se filmó durante cinco días. El primer pastel que se lanzó fue parte de un gran pastel decorado para la coronación del rey. Después de esto, se lanzaron 4.000 pasteles, la mayor cantidad de pasteles jamás filmada en una pelea de pasteles. La escena dura cuatro minutos y 20 segundos y costó US$ 200.000 ($1.720.000 en dólares de 2021) para rodar; US$18,000 ($150,000 en dólares de 202) solo por la masa. Se utilizaron coloridas tartas de crema con rellenos como frambuesa, fresa, arándano y limón. Para la continuidad entre los días de rodaje, los actores fueron fotografiados al final de cada día y luego se maquillaron a la mañana siguiente para tener la misma apariencia colorida, las mismas manchas de masa de pastel y relleno. Edwards le dijo al elenco que una pelea de pasteles en sí misma no es graciosa, por lo que para hacerla divertida crearían tensión haciendo que el héroe, vestido todo de blanco, no fuera golpeado con ningún pastel. Dijo: "La audiencia comenzará a anhelar que lo consiga". Finalmente, el héroe debía recibir un pastel en la cara en "el momento justo". El rodaje se detuvo mientras los actores se tomaban el fin de semana libre. Durante el fin de semana, los residuos del pastel se echaron a perder por todo el escenario. Cuando los actores regresaron el lunes por la mañana, el set apestaba tanto que el edificio requirió una limpieza a fondo y grandes ventiladores para sacar el aire agrio. El residuo de pastel que faltaba se recreó cuidadosamente con más pasteles y se reanudó el rodaje. Al principio, los actores se divirtieron con la tarea de la pelea de pasteles, pero finalmente el proceso se volvió tedioso y peligroso. Wood se atragantó brevemente con el relleno del pastel que golpeó su boca abierta. Lemmon exageró que lo noquearon varias veces; dijo que "un pastel que te golpea en la cara se siente como una tonelada de cemento". Al final del rodaje, cuando Edwards gritó "¡corten!", fue bombardeado con varios cientos de pasteles que los miembros del elenco habían escondido, esperando el momento. La escena de la pelea de pasteles rindió homenaje a la práctica temprana de Mack Sennett de usar un solo pastel lanzado como puntuación cómica, pero en mayor medida, fue una celebración de las peleas de pasteles de películas como Detrás de la pantalla (1916) con Charlie Chaplin; La batalla del siglo (1927) protagonizada por Stan Laurel y Oliver Hardy; y In the Sweet Pie and Pie (1941) con los tres chiflados. En su guión de La gran carrera, Edwards pidió una " Batalla del siglo".-pelea de pasteles al estilo". Aunque Edwards usó 4000 pasteles durante cinco días, muchos de estos se usaron como aderezo para la continuidad. Laurel y Hardy usaron 3000 pasteles en solo un día de rodaje, por lo que se ven más volando por el aire. Leonard Maltin comparó la pelea de pasteles de The Great Race con La batalla del siglo y determinó que el ritmo de Laurel y Hardy era muy superior, que la película más moderna sufría de una "comprensión incompleta de las bufonadas", mientras que la pelea de pasteles de 1927 sigue siendo "una de las grandes escenas en toda la comedia de la pantalla."

 

"La carrera del siglo" inspiró aquella serie de Hanna-Barbera Productions titulada "Los autos locos" (1968), de 17 episodios, con 2 carreras por cada uno, donde el villano Dick Dastardly (en España Pierre Nodoyuna), es claramente el alter ego del profesor fate, con su bigote de manubrio y su sombreo alto, conduciendo un auto negro con gadgets, con delantera con punta de perforadora, tenido de ayudante a un torpe, en este caso no es un humano como Max, es un perro con una sonrisa aguda, Patán; También se puede atisbar al remedo del Gran Leslie en Peter Perfect, un corredor caballeroso, en el Turbo Terrific; Aunque en estas carreras hay muchos más participantes de todo tipo.

 

Fue nominado a cinco Premios de la Academia, ganando el Premio de la Academia a la Mejor Edición de Sonido.

 

Spoiler:

 

Con lo de final *sorpresa me refiero, por supuesto, a que la carrera la termina ganando el profesor Fate, ello por la ‘dimisión’ a un metro de la línea de meta en la Torre Eiffel, como muestra de amor a Maggie frena y deja la victoria en bandeja a Fate. Pero este termina por despreciar la copa por sentir que Leslie se la regalado y le propone otra carrera, pero a la inversa (París-Nueva York), comenzando esta justo tras el matrimonio Maggie-Leslie, lanzando ella el ramo desde la línea de salida y cogiéndolo Max. Dan el pistoletazo de salida y Fate deja se adelante Leslie, entonces saca el cañón y dispara contra su rival, se abre el plano y vemos la Torre Eiffel caer desplomada, humor inteligente (ataque de ironía).

 

Me queda uno de esos proyectos megalómanos con pies de barro en su falta calidad en las ideas. Gloria Ucrania!!!

viernes, 12 de agosto de 2022

 


Jersey Boys


Decepcionante drama musical del (no aquí) gran Clint Eastwood, que dirige y produce es te anodino y espeso film, realizado de modo monocorde, sin alma, sin gracia, sin más atractivo que escuchar temas musicales clásicos de la banda biografiada. El guion es de Marshall Brickman (habitual de Wooduy Allen en sus primeros trabajos: “El Dormilón”, “Annie Hall” y “Manhattan”) y Rick Elice, que adaptan su propio libreto de Broadway del musical jukebox homónimo ganador de 4 premios Tony de 2004 (incluido el de Mejor Musical), cuenta la historia del popular grupo musical “Four Seasons”, los miembros originales de la banda, Frankie Valli y Bob Gaudio (también compusieron la música de la película) actúan como productores ejecutivos. Historia de The Four Seasons y Frankie Valli (el rey del falsete), el cantautor y creador de las melodías del grupo Bob Gaudio, el bajista Nick Massi y el guitarrista y protegido de la mafia de aquel entonces Tommy DeVito, fueron verdaderos iconos de la música pop de los 60 en USA. Originarios de barrios conflictivos de Nueva Jersey, después de años de lucha y sacrificios impusieron un estilo muy personal, y en las listas de popularidad llegaron a superar a veces hasta a los Beatles, con sus canciones ligeras de mezcla de pop y soul (como la mítica "Can't Take My Eyes Off You"). Con infancias y adolescencias beligerantes se enfrentaron después al mundo de la farándula, que los desbordaba con el sexo, el alcohol, las drogas, y hasta la mafia. Cada uno de los cuatro actores principales, John Lloyd Young y Piazza, también está Erich Bergen como el compositor principal Bob Gaudio y Michael Lomenda como el bajista Nick Massi, se dirige a la cámara directamente, sus personajes nos cuentan cómo se sintieron acerca de un momento particularmente crucial en la progresión de la banda. Estas narraciones múltiples, a veces conflictivas, crean la expectativa de que Eastwood una vez más está alterando nuestra comprensión de nuestro pasado compartido.

 

Pero esto que puede tener potencial en manos del entonces octogenario (84 años) Eastwood se torna en una especie de trabajo que intenta imitar a Martin Scorsese, y hay naufraga ‘El manco’, pues Marti solo hay uno. Esos inicios retratando la vida en los 50 un barrio del extrarradio de una gran ciudad, con un tono ligero en reflejar los trapicheos, pequeños robos, pasadas por prisión cual si fueran unas vacaciones más, y ello mientras el narrador es uno d ellos protas que de vez en cuando rompe la cuarta pared para hablarnos directamente es muy scorsesiano, también esta ruptura es claramente obra del guionista Brickman, que ya lo hizo con Woody Allen en “Annie Hall”. Pero Clint adolece de la mala baba, de la perversidad, del sentido del humor negrísimo del cineasta de “Taxi Driver”. Pero es que además el relato tiene trazas de “Malas calles” (1973) en la relación que tiene Valli y Tommy, donde se pueden ver reflejados los roles de Harvey Keitel y Robert DeNiro, el sentido de la amistad llevado al extremo. Incluso se pueden ver elementos Scorsese en las viscerales discusiones maritales de Frankie y su esposa, tantas veces vistas en films como “Toro Salvaje”, “Goodfellas” o “Casino”. Pero si hasta se nombra a Joe Pesci! Pero repito, Clint no debe copiar lo que no sabe.

 

Es un film disperso, discurre a trompicones, con elipsis torpes y toscas, obra caótica en que no sabe que quiere ser de mayor. Una cinta con un devenir muy manido sobre el ascenso, éxito y caída en desgracia, donde por el camino asistimos a las fricciones típicas del tiempo juntos sobre el dinero, los resquemores, las muy rancias peleas conyugales porque el esposo está poco0 en casa (pero si está de gira!): Donde a pesar de la larga duración de más de dos horas, los protagonista resultan superficiales, nunca ahondamos en su interior, son clichés con patas, ojos y sobre todo boca para cantar  (el tímido, el ligón, el ambicioso, el mafioso...), son tan esquemáticos que nunca sabremos si realmente les apasiona cantar, si lo hacen potr devoición (en el rush final escuchamos a Franki decir que lo que su gran recuerdo es ellos cuatro tocando enm una calle nocturna bajo una farola, y esto no ha aparecido en el film, lo dicho, un caos), no sabemos si es un trabajo más, nunca los vemos ensayar, nunca les vemos disfrutar charlando sobre lo que hacen,  nunca oímos hablar de sus refrentes, nunca oímos hablar de sus coetáneos cantantes, es todo tan lineal, como difuso.

 

Comienza en plan de comedia gangsteril, para luego virar a estar en un musical donde realmente no sabemos bien como se ha formado el grupo, parece haber salido por combustión espontánea. Convirtiéndose en su avance en una mirada amarga hacia el éxito, este visto de refilón, nunca sentimos hayan triunfado, oímos han vendido millones de discos, pero esto parece provenir de la nada, ‘gracias’ a unos saltos temporales que parecen hechos por un enemigo, pues de la nada nos enteramos han vendido millones de discos, nunca tenemos esa sensación, y de la nada nos enteramos Tommy debe una millonada que no sabemos en que se los ha gastado, desaparece este de la escena, y hay un montaje horrible en que vemos la caída (aparentemente) del grupo tocando en garitos, donde parece cada vez les pagan menos, pero sin embargo pagan una deuda de seis cifras sin problemas, y entonces para que este montaje?

 

Como tenemos una atropellada relación de Franki Valli con su esposa, pasamos de la mejor escena del film, cuando Renee Marino como la pareja toma el control en un bar y lo manipula a su antojo, incluso le hace cambiar la Y final de su nombre por la I latina , pero la siguiente vez que la vemos está casada con ella y es una alcohólica irritante, y a la siguiente resulta que tiene una hija adolescente problemática  (Freya Tingley), todo me ha sido anárquico y sin poder empatizar mínimamente con los protagonista, a los que termina dando entre zero y nada lo que les pase.

 

Lo mejor del film es sobre todo para los melómanos, me refiero por supuesto a las pegadizas canciones del afamado grupo, pero esto, para mi no pasa de anecdótico, pues primero no están grabadas con seña alguna de identidad, la fotografía de Tom Stern y (el habitual de Clint desde “Deuda de Sangre” en el 2002, con cúspides como “Mystic River”, “Million Dollar Baby” o “Cartas desde Iwo jima”), la edición de Joel Cox (el habitual de Clint desde “Ruta Suicida” en 1977, con zenits como “Bird”, “Sin perdón” o “Banderas de nuestros padres”) & Gary D. Roach (otro habitual de Clint desde el 2008 con “El Intercambio”), resultan de esas que cubren el trámite sin chispa alguna. Mera funcionalidad, sobre todo en programas de tv (El de Ed Sullivan era el Icono)  alejada del buen gusto dramático del Clint de “Bird” (1988) en como enfocaba al saxofonista, aquí son cuatro imitadores que hacen buen play back de unos temas melodiosos, pero que no compensan la inanidad de una película olvidable. Escuchamos los grandes hits del grupo, “Sherry” (el comienzo de todo, en una hábil escena, aunque con Déjà vu, cuando la cantan al teléfono a Bob Crewe [correcto Mike Doyle] y este siente una epifanía), "Big Man in Town", "Big Girls Don't Cry" (tema que parte de modo un tanto cogido por los pelos de ver en tv un clásico de Billy Wilder como “El Gran Carnaval”, donde Crew en una escena comenta que ‘Las Chicas Duras no lloran’), "Walk Like a Man", "Dawn", "Rag Doll", "Cry for Me",  "Can't Take My Eyes Off You", o el muy sentimental (por a quien se dedica) “My Eyes Adored You”.

 

El inicio es un mal calco del Ray Liotta de “Goodfellas” (1990) hablando distendidamente a cámara (aunque Henry no hablaba a cámara [hasta el final], si era el narrador omnisciente), relatando los avatares de supervivencia en esos barrios delictivos, ello con humor, estamos en Nueva Jersey en 1951 en una comunidad italoamericana. “Si eres de mi barrio, tienes tres salidas: Podrías alistarte en el ejército. Podrías ser asaltado. O podrías convertirte en una estrella”, dice Tommy Devito (Vincent Piazza), este se convierte en gran parte en cronista de su historia, en el tramo final entran a romper también la cuarta pared el resto, incluso durante las propias actuaciones musicales. Tenemos en este comienzo situaciones de humor como cuando roban una gran caja fuerte, la echan en el maletero de un auto y este, por el peso, queda a dos ruedas y tras varios desfases termina estrellado.

 

Nos narran de modo idealizada la vida en este tiempo, siempre con una vena cómica entrando en la criminalidad organizada. Vemos sus comienzos en la música entrelazado a sus vidas personales desordenadas, todo muy convencional, en como se forma la banda, en sus peripecias íntimas, en sus choques, da te hace sentir estas ante algo por encima de la media. Tenemos como se forja el vínculo que traerá consecuencias, entre Franki y Tommy, como este le protege de los peligros de la calle, como cuando dos ‘amigotes’ le pretenden hacer un (rocambolesco e inverosímil) timo.

 

Tampoco hay unas actuaciones que sobresalgan del tono plano, si acaso, Vincent Piaza con su rol de bon vivant pilla-charcos, demuestra algo de nervio y gracia. Prueba de ello es que escribo la crítica 8 años después del estreno del film y ninguno de los 4 protagonistas, ni los secundarios han sacado la patita para ser conocidos mínimamente. Ejemploe s que el Franki Valli de John Looyd Young resulta muy blandito, siempre con cara de estreñido, sin personalidad alguna que deje traslucir. De esto saco por supuesto al gran Christopher Walken, que da vida a un mafioso sensible como Gyp DeCarlo, pero este se limita a dar una caricatura en la que se nota divertirse.

 

Tiene un final (al que hemos llegado sin que me importe demasiado que es de los protagonistas en sus cuatro décadas que han transcurrido; mención aparte merece el penoso maquillaje), con reminiscencias a Bollywood, en como hay un broche con todos los personajes del film (vivos o muertos) saliendo a pantalla a un número musical, por una calle de Nueva Jersey (no me cabe duda es en un set de estudio), donde Franki va del brazo de su esposa y por otro lado su novia, con todo el grupo alegremente interpretando uy bailando un tema con los demás y extras, pero sobre todo destacando por lo extraño, como está Christopher Walken danzando con grane estilo.

 

Precisión histórica: Si bien la hija de Valli, Francine, finalmente murió de una sobredosis de drogas, ocurrió en 1980. Esto fue 13 años después de que Valli grabara Can't Take My Eyes Off of You; Si bien Valli, Gaudio y Devito fueron arrestados en Ohio en 1965, no ocurrió en Cleveland como sugiere la película, sino en la Feria Estatal de Ohio en Columbus; Algunos de los detalles de la película sobre la vida de Devito, como su higiene, la inspiración para el personaje de Goodfellas de Joe Pesci llamado Tommy Devito y la razón para dejar The Four Seasons, eran inexactos. El propio Devito declaró: "Algunos son tonterías, donde orino en el fregadero y la ropa interior sucia. Probablemente era el tipo más limpio allí". Devito también había afirmado previamente que, de hecho, dejó el Four Seasons por su propia voluntad. Contrariamente a la sugerencia de la película de que la mafia lo obligó a salir, Devito culpó a cosas como los viajes excesivos y cambiarse de ropa tres veces al día por su partida.

 

Film de los que habla de la (desgraciadamente) decadencia de alguien que ha sido un grandioso director, pero ahora parece se dedica a esto por no estar parado, pero ya no pone el alma en su labor. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Gracioso guiño se hace a sí mismo Clint Eastwood introduciendo una escena en que vemos en la tv un clip de la serie que le dio fama como actor en los 60, el western “Rawhide”.

 

sábado, 6 de agosto de 2022

 


Oliver Stone: Entrevistas a Putin

 

Dentro de mi objetivo de conocer mejor el conflicto de la Invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Vladimir Putin me he visto este más que interesante serie documental centrado en la figura del tirano putinejo. Serie tv de cuatro horas y cuatro partes dirigidas por Oliver Stone, ese cronista del SXX y SXXI que tanto gusta de retratar a presidentes USA, como a JFK, a Nixon, o a George W. Bush, que también tiene en su haber una serie documental que pone en entredicho la historia oficial estadounidense, un tipo de izquierdas que hace gala tribalmente de ello (se le ve emocionado ante la tumba de John Reed en la necrópolis del muro del Kremlin), atacando constantemente el modo de vida americano (tenido entre sus chivos expiatorios a Hillary Clinton, a la que llama neocon), prueba de ello es uno de sus últimos films, “Snowden” (2016), al que petulantemente hace autorreferencia durante esta serie. Stone ejerce de entrevistador, demostrando que no es lo suyo, con los lametones (siendo benévolo y no queriendo hacer alusiones a limpiezas de sable) que una y otra vez despliega hacia Putin, cual si estuviéramos ante la entrevista para la hagiografía. Gastando tiempo en preguntas tan incisivas como: “Te sientes solo por las noches?, o si se hablan por el nombre o el apellido con los POTUS, que si Barack, que si Vladimir.

 

Oliver Stone es un maestro del ritmo en sus películas, de eso sabe mucho, y lo expone aquí, hace que las diferentes entrevistas sean surtidas por material de archivo constante a cada testimonio de Putin o propio, todo para apoyar sus (putinescas ambos) teorías, desde noticiarios, o políticos hablando. También aprovecha que tiene en la fotografía nada menos que al mexicano Rodrigo Prieto (“El Lobo de Wall St.”) y al inglés Anthony Dod Mantle (“127 horas”), para hacer alardes pirotécnicos en las numerosas angulaciones con que filman las interviews, con tomas amano, contrapicados, picados, detallismos (se fijan en primer plano en los gestos de las manos), primeros planos, tomas generales cual making off, haciéndonos sentir en movimiento constante.  

 

Mientras se encontraba en Moscú para entrevistar a Edward Snowden —trabajando en la película ‘Snowden’—, el director Stone se puso en contacto con Vladímir Putin y a partir de entonces surgió el proyecto. «Creo que [Putin] conocía mi trabajo y me respetaba. Sabía que lo escucharía de manera justa, que sería capaz de escucharlo», declaró Stone posteriormente. Las entrevistas se llevaron a cabo entre julio de 2015 y febrero de 20171 en el Kremlin de Moscú, en la ciudad de Sochi y en la casa de Putin ubicada en las afueras de Moscú, segmentos largos en diversos lugares (un recorrido a pie por la sala del trono del Kremlin, un partido de hockey, un recorrido por el campo) le dan a Putin un amplio espacio para exponer sus ideas sobre su país y el nuestro. El resultado final, un documental de cuatro horas de duración, fue montado a partir de dieciocho horas de material grabado. Todo ello con el afiche de un tercer convidado de piedra entre ambos, un joven traductor que siempre está entre ellos, e incluso llega a cambiar el tono de las palabras de Putin a su antojo, quedando en situaciones un tanto extrañas, como cuando Putin y Stone viajan en auto del Kremlin a su residencia en las afueras, conduce Vladimir y de copiloto está Oliver, hablan entre ellos, sobre todo del infausto Edward Snowden (por supuesto Stone, que le dedicó una hagiografía fílmica [colándonos de rondón clips de su película], se pone de parte del exiliado), Stone cuestiona a su interlocutor si lo considera un traidor a su patria, y este responde que ‘NO’, pues según él, nunca vendió información a país extranjero alguno (a alguno no, a todos si, publicándolo en las redes sociales), ósea, que vive a cuerpo de rey en Rusia escondido de los estadounidenses y lo hace sin haber filtrado información vital para la inteligencia rusa (nos toma por gili…s!),a lo que añade Putin que a él nunca le habría pasado, pues no espía a sus aliados (se refiere a USA), lo mejor de todo es que lo dice serio, sin reírse. Aunque se agradece como añade que Snowden, si no estaba de acuerdo con los métodos USA, debería haber dimitido. Me he extendido y saltado a otro tema, pero empecé este viaje en auto que teníamos una tercera cabeza que asomaba entre ambos cual si emergiera de entre una cortina (el traductor).

 

Enlazando con las injerencias de países en terceros, Putin es inquirido sobre las ‘supuestas’ interferencias en las en las elecciones estadounidenses de 2016, sobre todo en atacar al partido demócrata. Lo niega todo de modo, pero a continuación esgrime que lo que los hackers publicaron información se le ocultaba a la ciudadanía USA y que eso de ningún modo es, tal como lo presenta la prensa estadounidense, «hackear las elecciones». En opinión de Putin, el hackeo no alteró el resultado y agrega que los demócratas deberían haberse disculpado con el pueblo estadounidense por haberles mentido (con un par!”). Putin también habla en este sentido de su apoyo y connivencia con Donald Trump, lo hace por motivos (¿?) pacifistas, porque el rubio del tupé dijo quería entenderse con Putin (¿?). También en el colmo del cinismo Putin acusa a USA de interferir en las elecciones rusas de 2000 y 2012, como si el putinejo no las tuviera suficientemente manipuladas como para que, de igual todo, el resultado está visto para sentencia antes del día de autos. Pero después de tirar la piedra esconde la mano, diciendo que no le importa.

 

Stone se contenta en gran medida con escuchar, apenas repregunta, deja que el jerarca cuasi-zarista se explaye en sus soliloquios, e incluso en el colmo del entrevistador masajista le pone la pelota botando para que solo asienta las teorías Destroyer anti estadounidenses, llega a decirle, como si nada, que el objetivo estratégico de Estados Unidos es "destruir la economía rusa", esto da pie a la teoría victimista de Putin de que el odio estadounidense a los rusos es como el que los nazis tenían a los judíos. “Cuando la Unión Soviética colapsó, USA se ilusionó, porque creyeron que ya podrían hacer lo que quisieran y con total impunidad… En USA, cambian de presidente, pero las intenciones políticas nunca cambian” (como ellos no saben lo que es cambiar de presidente). Decir que todos los rpesdentes son iguales en USA, es como decir que no hace falta cambiarlos, ósea, como hacen en Rusia, que está él y punto.

 

Da grima escuchar al director de “Platoon” decir sobre Vladimir Putin: "El pueblo ruso nunca ha estado mejor" o entre lo logrado por Putin: “Creó numerosas industrias en muy diversos sectores de la economía. Incrementó notoriamente el producto interno bruto. Aumentó los salarios y las pensiones, y redujo el índice de pobreza en dos terceras partes. Reestructuró el ejército. Terminó la Guerra de Chechenia... y enfrentó a las nuevas oligarquías para hacer más equitativos los capitales”, total, el Nuevo Advenimiento del Mesías (puaj!). Momento zenit es cuando Stone se viene arriba loando a Putin por detener las privatizaciones del país, pero Putin le interrumpe y niega esto, dejando con el culo al aire a un Stone que se había trabajado poco esto. También lo alaba por (supuestamente) acabar con los oligarcas rusos. Pero si prácticamente los creo Putin!!! Pero si tiene una cohorte de amigachos mega-multimillonarios que pasean sus yates por todo el mundo, así, a bote pronto se me viene a la cabeza Roman Abramóvich, que se hizo rico gracias al colapso de la URSS. Pero sobre esto nada de preguntas. Sobre los Derechos Humanos, las detenciones masivas de opositores, sobre los ataques a disidentes con veneno polonio (Alexander Litvinenko por ejemplo), esto no existe para Oliver Stone.

 

Entiendo que alguien hostil no podría haberle hecho estas entrevistas, a las primeras de cambio lo despacha sin contemplaciones el judoca, pero de ahí a ser cómplice en las teorías de Putin va un trecho. Pero entonces hay que ver en los márgenes que dejan las horas de un Putin que llega a parecer relajado ante este Stone Mimosín. Putin es un demonio, un sátrapa, un Halcón pan-rusista, pero no es tonto, y lo demuestra aquí con una labia fina, con grandes conocimientos de historia, con enorme sabiduría en economía mundial e interna, es un tipo con la cabeza muy bien amueblada (aunque por desgracia, es para el Mal).

 

Hablan sobre los orígenes de Putin, de su familia, donde este no pone mucha pasión (comenta que tiene nietos uy no juega mucho con ellos, ósea, entre líneas, juega entre nada y zero con ellos), ni mucho interés, hace algunos comentarios sobre sus aficiones fuera de la política, como es el judo y el sobrevenido gusto por jugar a hockey sobre hielo, algo muy reciente. También se hace una semblanza de la historia de la URSS y su colapso (Putin es esquivo de sus predecesores, Yeltsin y Gorbachev). Para llegar al demonio que es para el plenipotenciario ruso la OTAN, el peligro de que esta organización llegue a sus fronteras, en referencia a Ucrania, y esto es un insulto a la inteligencia, pues Polonia tiene frontera con rusia y está en la misma, Letonia, Estonia, Lituania y Lituania también, pero sin embargo la que le molesta es Ucrania, además, cuando el pacto de Varsovia era la antagonista y llegaba a las fronteras de varios paisas OTAN no pasaba nada, llega a decir el líder ruso con respecto a la OTAN, que USA "no tiene aliados, solo tiene vasallos", añadiendo que USA sufre de “una conciencia imperial” y necesita construir un “enemigo externo” para fines internos, y es en su victimismo, Rusia. Y no me vale que entonces era la URSS, pues de ahí proviene este mandatario putinejo, de la KGB de la Unión Soviética, amén de que hablando en las entrevistas habla de la URSS igual que si fuera Rusia, para él, en su modo de hablar no hay diferencias, de hecho, en el colmo, llega a defender a Stalin, pues otros países han tenido a Napoleón y a Cromwell, menudo hipócrita. Lo ensalza por haber derrotado a Hitler, pero se olvida de un sensible detalle, y es el Pacto Ribentrop-Molotov, donde Hitler y Stalin se repartieron el este de Europa, incluida Polonia. Llega en sus monólogos (jaleados por su preguntador) a decir que Bin Laden fue creado por USA. Vemos a un Putin comedido, elegante en sus formas, siempre llamando socios a los estadounidenses, siempre mostrándose pacífico, y siempre paranoico en que todos los demás intentan influir en países, y él nunca lo hace.

 

Llega en uno de los colmos de sus afirmaciones, a decir, que el no se inmiscuyó en los problemas de Ucrania con su región Crimea, que fue esta península que legalmente (legalmente?), quiso hacer un referéndum para unirse a Rusia, y Putin solo puso el ejército para salvaguardar que fuera una votación sin disturbios. Pero será jeta, o sea, que el no se mete en los problemas de naciones independientes, pero mete a militares rusos para ‘proteger’ el plebiscito. Por supuesto sale un 105% de partidarios de Rusia (se que me he pasado en el porcentaje, pero no por tanto): pero encima Stone le asiente las gracias (¿?), como cuando habla y se extiende en Ucrania, y como él, que es un tirano de la peor calaña, habla de que Ucrania solo tenía un presidente legítimo cuando era partidario suyo (llega a comentar que los de Ucrania se sienten hermanos de Rusia, total, que el Holodomor fue algo irreal), luego ya no, y que si la gente se rebeló contra su socio putinejo en Kiev, fue por no querer tener que ver con el vecino del este, y si unirse a los socios del oeste. Stone apoya la teoría putinesca del golpe de estado en Ucrania con una especie de ‘JFK’ exprés donde las fuerzas occidentales meten a francotiradores en la capital para matar polis a diestro y siniestro, nada se dice de los centenares de heridos y decenas de muertos civiles que hubo, de cómo las fuerzas gubernamentales mandadas por el filo-ruso Víktor Yanukóvich masacraron a los ciudadanos con una violencia propia de regímenes sádicos, con leyes arbitrarias exprofeso (prohibieron esos días, por ejemplo, llevar casco). Toda una sarta de mentiras asquerosas, que solo ponen frente al espejo a Putin y a su colega de maquillaje Stone, que parece en este metraje el abogado defensor, eso antes de la Invasión a Ucrania. Tanto es así que como el títere mentiroso fue echado del paías tuvo que ser recogido en la madriguera rusa. Nada se dice de como Puitin ordenó envenenar al pro-europeista presidente ucraniano en 2004 Victor Yushchenko, con la marca de identidad rusa del veneno polonio, minucias.

 

Comenta que su país Rusia es libre, y que como prueba de ello “Tenemos cientos de empresas de radio y televisión, y el estado no las controla de ninguna manera”, hay que premiarle lo diga sin pestañear. Como cuando sin querer hacer pupa, Stone le pregunta sobre las leyes contra los homosexuales existentes y promulgadas por su gobierno en Rusia, Putin se defiende de forma bastante torpe, pero es imposible que la cabra no tire al monte y acaba entre risas con un chiste homófobo (comenta que él no iría a la ducha con un gay en un sub marino ¿?, porque provocarlo, dice). HY es que Putin muestra un sentido del humor bastante incorrectamente político y seguro que él siente no es así, como cuando comenta que él no tiene días malos como las mujeres, para a continuación, como un ,mal cómico, tener que explicar (por si había algún lento que no lo hubiera pillado) que se refería a los ciclos menstruales (¿?). Incluso montan un (penoso) sketch para mostrar el colegueo (por si por la entrevista no hubiera quedado claro) entre ambos, cuando Stone dramatiza un encuentro en un palacio cual si vieran entonces y no estuviéramos viendo estaban hablando de antes y se separan, pero Putin se hace el escurridizo y tarda en aparecer, y cuando lo hace es cual camarero con unca fe para Stone y hablando en inglés.

 

Asimismo comenta en clave interior que su nación es un Paraíso de entendimiento entre diferentes razas y religiones, total Chechenia (vuelve a acusar a USA de interferencia, cuando fue su ejército que lamino en el Apocalipsis a esta región) y Ucrania son prueba de ello. Tiene tiempo para hablar de la Guerra de Siria y colocarse en rol Salvapatrias, diciendo que el defiende al gobierno legítimo de al-Assad para combatir los terroristas de ISIS, ¡pero no habíamos quedado en que Rusia no interfería en países terceros! En este tramo tenemos el cinismo de Putin, cuando Stone le pregunta sobre porque no colabora con el gobierno turco de Erdogan (con muchos intereses en la zona, pues es el depositario de los camiones de petróleo que según él alimentan las armas del ISIS), y Putin se echa a reír espontáneamente, apostillando, “Bueno, es muy agradable hablar contigo”, sutilmente le toma por un ingenuo. Ah, y tenemos alguna morcilla ‘stoneana’, cuando se sorprende escuchar que en la coalición contra el ISIS en Siria también están Canadá y Australia, algo que en Wikipedia aparece.  

 

Stone le pregunta sobre su gran (supuesta) fortuna, pero por supuesto este lo niega. Habla de la democracia en Rusia, a la que dice no se puede homologar con las occidentales por ser más antiguas, y sobre todo (esto es cosecha mía) porque es un trampantojo para ocultar (malamente) lo que es una dictadura. Solo hay que ver cuales son los fieles aliados de Rusia para ver de que pata cojean, desde China, Corea del Norte, Irán, Venezuela o Cuba, lo mejor de cada crasa democrática (ataque de cinismo). Putin va hacer 24 años en el poder, con algún tiempo con un títere de por medio, tenido que lidiar con tres presidentes USA, todos ellos con dos mandatos de 8 años, y él sigue ahí, y eso le parece normal al ‘democrático’ Stone que no le pincha con ello. Ah, cuando Putin comenta esto de los POTUS, comenta como si nada que en ese tiempo le han intentado asesinar cinco veces, y Stone no le pregunta por ello (¿?), si no que salta a hacer pompa de si mismo y hablar de Fidel Castro y las entrevistas que le hizo (puaj!), donde salen a relucir 50 intentos de magnicidio.

 

Hay tramos realmente inquietantes por como Putin pretende abrirse al mundo cual, si no tuviera nada que esconder, como cuando desde su ‘Sala de Guerra’ conecta con el gabinete de defensa para le informen por videoconferencia sobre las novedades de la Guerra en Siria. Esto adornado con una coda en que Putin muestra orgulloso un video en su móvil de como los rusos Atacan con sus drones a ISIS. Esto fue muy comentado pues se dice que en realidad era el video un ataque estadounidense y Putin se equivocó.

 

Llama la atención el tramo en que Stone hace de sus gustos cinéfilos participe a Putin, y parece forzándolo a ver (no la había visto) la Obra Maestra kubrickiana “Dr. Strangelove…” (1963), para tengamos imágenes de Putin observando sin muchas ganas parte de la sátira de la Guerra Fría (la escena en que el presidente USA Muffley llama al premier soviético Dmitri, para informarle que Estados Unidos está a punto de bombardear accidentalmente la URSS). Tras ello Stone le regala el DVD del film a Putin, este se lo lleva a su oficina, pero antes que se cierre la puerta, vuelve y vemos que tiene el cajetín abierto y vacío, se olvidó el disco en el reproductor, y Putin hace una broma, “Típico regalo estadounidense”.

 

 

Durante una escena en la serie de entrevistas de Stone con Putin, el presidente sacó su teléfono para mostrarle a Stone un clip de cómo "nuestra aviación" estaba disparando contra los militantes en Siria. “Así es como operan nuestras fuerzas”, dijo Putin al director. “Estos militantes están corriendo con armas, no solo con ametralladoras”. Sin embargo, un video ruso publicado el 20 de junio de 2017 señaló fuertes similitudes entre el clip que reprodujo Putin y las imágenes de 2013 de un helicóptero Apache estadounidense disparando contra militantes en Afganistán. Las sorprendentes similitudes llevaron a las personas en las redes sociales a calificar el clip de "falso" y sugerir que el presidente ruso no se dio cuenta de que lo que estaba mostrando no eran sus propias fuerzas.

 

Buen documental por lo que deja ver en los márgenes, en lo que trasluce de la personalidad ególatra y megalómana de Putin, tantas horas con el dan para que aunque quiera ponerse una máscara esta se agriete y deje ver al Tirano. Donde es con protagonista Oliver Stone, demostrando una vis felacionista con los rusos propia de querer pedir asilo político allí. Hoy día en plena Invasión Rusa de Ucrania, tras casi seis meses de atropello inhumano, Stone no se baja del burro y sigue apoyando al putinejo, Stone ha dicho que "a Estados Unidos lo único que le preocupa es seguir vendiendo armas tremendamente caras a regímenes con los que cooperamos porque de esta manera su economía crece sin parar… nos ha llegado una imagen distorsionada de Putin al que califican como el nuevo Hitler y Stalin, cuando en realidad es un buen hijo de su país que quiere proteger a su pueblo. El hombre que yo conocí era bastante racional y reflexivo como un jugador de ajedrez". Con dos coj…s. El mismo se pilla los dedos, pues precisamente Hitler comenzó la WWII con la excusa de proteger primero a los descendientes de alemanes en los sudetes de Checoslovaquia, y como lo dejaron seguir continuó en su pan-germanismo invadiendo Polonia con la excusa de proteger a los descendientes de alemanes de la región de Danzing, con lo cual blanco y en botella, Putin es otro Hitler en potencia, sigue el mismo patrón. Rusia invade Ucrania, y la culpa la tiene USA, el psiquiátrico se queda pequeño para este cejudo demagogo. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Stone alaba el potencial enorme del ejército ruso, aseverando que con poco presupuesto hacen maravillas. Cuando tenían planeado que en cinco días caería toda Ucrania, y llevamos 5 meses y medio y no hay visos de fin.

martes, 2 de agosto de 2022

 


Una invención diabólica

Maravilloso film checoslovaco (Se considera la película checa de mayor éxito jamás realizada), de los que me hace sentir que el cine es infinito, nunca deja de sorprenderme, cuando creo haberlo visto todo, descubro joyas como esta que me hacen revitalizarme con el Séptimo Arte. Un fascinante homenaje al cine de aventuras centrado en la figura totémica del francés Julio Verne y su amplia bibliografía perteneciente a este género, dirigida por Karel Zeman, fanático del autor de Nantes, guion de Frantisek Hrubín (“Juraj Herz”) y diálogos de Milan Vácha (“Pysná princezna”), basándose en varias obras de Verne, principalmente su novela de 1896 “Frente a la bandera” (con la que la película comparte su título checo), obra a la que se insertan elementos de otras novelas ‘vernianas’, ejemplo claro son las alusiones submarinas que indefectiblemente nos llevan a “Veinte mil leguas de viaje submarino y al avión Albatross  de “Robur el Conquistador”, también hay cosas de “La isla misteriosa”, “Los quinientos millones de la Begún”, “El dueño del mundo” o “La asombrosa misión Barsac”. E incluso un a la “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson, en el rol del pirata Long John Silver. Obra de una creatividad arrolladora de las que ha influenciado claramente a cineastas como Terry Gilliam, Wes Anderson o Tim Burton.

 

Una banda de piratas al servicio del malvado Conde Artigas (Miloslav Holub) secuestra al científico Roch (Arnošt Navrátil) y a su ayudante Simon Hart (Lubor Tokoš), para obtener el secreto del arma futurista del científico. Esta arma está destinada a ser utilizada en el plan del Conde para dominar el mundo. Roch es secuestrado por un grupo de piratas, liderados por el sin escrúpulos Capitán Spade (František Šlégr).

 

La película también rinde homenaje al estilo del cineasta pionero Georges Méliès, del que Zeman probablemente vio su trabajo en el Archivo Nacional de Cine Checo en Praga, donde estaban disponibles copias coloreadas a mano de “El viaje imposible” (1904), “La bruja” (1906) y “El inquilino diabólico” (1909). Zeman usó libremente detalles del estilo de Méliès como inspiración; por ejemplo, la máquina de vapor a pistón y el submarino de Vynález zkázy son variantes creativamente adaptadas de las de “The Impossible Voyage”. Otras posibles influencias cinematográficas pueden ser el Fritz Lang de “Metropolis” (1927), la película de 1925 de Sergei Eisenstein “El acorazado Potemkin” y posiblemente incluso la versión de 1916 de Stuart Paton de “20.000 leguas de viaje submarino”. Con la ayuda de los tres directores de cinematografía Antonín Horák (“Cesta do praveku”), Bohuslav Pikhart (“El dirigible robado”), y Jirí Tarantík (“El Barón Fantástico”), en comunión epicúrea con el diseño de producción del propio Zeman y el decorador Zdenek Rozkopal (“El Barón Fantástico”), evocan en su filmación en un proceso denominado "Mysti- mación", implica mezclar acción, animación, cut-out, trabajo con modelos, títeres, o stop-motion, sumado a una estética cuasi-hipnótica en su belleza recreando con fidelidad los grabados victorianos (de Édouard Riou,Léon Benett y otros; estilo Gustave Doré) que aparecen en las ediciones originales de las novelas ‘vernianas’. Según la hija de Karel Zeman, Ludmila Zeman: "De niña, recuerdo que tenía todos los libros con esos hermosos grabados. Realmente no puedo visualizar la historia de otra manera. Y mi padre sentía, porque adoraba a Verne [ ...] solo puede ser una buena [re]narración usar las mismas técnicas". Evocando la magia de las novelas, proyectando un espíritu juvenil aventurero donde todo es posible.

 

Zeman y su equipo compusieron la película con varias formas de animación mencionadas, junto con efectos en miniatura y pinturas mate, dibujos, marionetas, todo diseñado para mantener el estilo de grabado uniforme. Incluso clips de material de archivo de pájaros, olas del mar y otros detalles se adaptaron para lograr el efecto imprimiendo la película con filtros alineados y fondos de cielo enmarañados. El director coloca a sus actores frente a telones de fondo pintados y grabados bidimensionales, antes y al lado de accesorios planos pintados y recortes animados, y los rodea con pinturas, recortes y títeres de cosas como peces extravagantes, un pulpo gigante, y varias máquinas fabulosas, todas ellas movidas mediante animación stop motion. Zeman edifica un mundo de ensueño que nos hace sentir adolescente y disfrutar de forma extasiante con una imaginación que desborda la pantalla con sus artilugios como aviones extraños e imposibles que vuelan por los cielos, extrañas máquinas animadas, un cañón gigantesco, dibujos articulados de peces e incluso camellos en patinetes.

 

Para igualar las imágenes, Zeman ordenó a sus actores que se movieran de una manera decorosamente estilizada, comentando: "A mis héroes ni siquiera se les permitía estornudar o rascarse la cabeza; tenían que adaptarse completamente a su entorno irreal". Hay una utilización de actores sobre un fondo de grabados en blanco y negro de los libros típicos del siglo XIX. Gran parte de esta impresión se creó en la cámara, gracias al diseño de producción de la película. El equipo de Zeman fabricó y usó rodillos de pintura de goma dura para agregar un sombreado similar al grabado en el escenario y el vestuario. Mezcla con actores y objetos reales, creando escenarios en los que la continuidad entre uno y otro medio es casi perfecta. Zeman hace sus intérpretes posen, se pongan en lugares precisos o se muevan de modo que se armonizan a la perfección con su entorno. Diferentes incidentes de los personajes acaecen sobre esos grabados de novelas vernianas con submarinos, minisubmarinos impulsados por aletas, dirigibles, navíos blindados, cañones gigantescos, globos aerostáticos, bicis submarinas, buzos con escafandras, islas huecas con fábricas, ataques de calamares o pulpos gigantes, héroes y heroínas.

 

Ello en una historia, que nos muestra los tintes proféticos de Julio Verne con los avances tecnológicos de la historia, como ejerciendo de amargo pitoniso en cómo se anticipó a la Bomba Atómica con ese artefacto que construye un científico que claramente es un aviso sobre lo que está por venir en la era atómica, ello en el contexto de entonces de la Guerra Fría, dejando un substrato pesimista en la autodestructiva Condición Humana, erigiendo uno de esos villanos megalómanos tan del gusto de la saga ‘bondiana’, incluso con sus exótica residencia (en este caso dentro de un volcán), colosal su pistola ametralladora con manivela.

 

Es una cinta de un fuerza visual sublime, con momentos tan hermoso como cuando observamos las profundidades marinas desde la óptica de Zeman, con seres bizarros, extraños, impactantes, y siempre enfocado a un sentido lúdico fascinante. Impregnándolo todo de un sutil sentido del humor, de es que nos hace esbozar una mueca de sonrisa, y permaneciendo está tiempo en nuestro rostro, ya desde los ingenioso inventos, pero también con secuencias, como el tipo de tren que lee un periódico y este es atravesado por una bala, y con mucha flema no sigue leyendo como si nada; la joven que seca su ropa sobre un cañón y alentándola con el calor de una baqueta calentada al fuego; esa enorme grúa utilizada para recoger con delicadeza un lápiz; cuando el protagonista (desde su óptica vemos toda la historia), logra introducirse por la ventana del dormitorio de Jana Zatloukalova, pero debe salir y esperar colgado del quicio mientras ella se viste; cuando vemos a los piratas surcar las profundidades sub marinas en bicis acuáticas para ‘visitar’ un barco hundido; hasta tenemos una escena con primitivo y ‘pionero’ proyector de cine donde vemos en la pantalla escenas vitriólicas, como unos camellos sobre patines; la escena en que Simos baja al desfiladero sub marino para arreglar un problema y se encuentra con un pulpo gigante, en la confusión Simon huye y cuando se está quedando sin oxígeno aparece un mini sub marino de los ‘buenos’, impulsado por unos remos con aletas, y lo rescata, pero a continuación tienen un sensacional duelo con un gran sub marino de Artigas; Y todo desembocando un bien manejado clímax, *spoiler.

 

Se le puede achacar (siendo un tikis mikis), en la vorágine que supone la fabulosa estética, se olvida de componer personajes con dimensión compleja, pero nadie puede esperarlo de un relato con sabor juvenil. Todos los roles se definen en unos pocos trazos, buenos malos, el científico ególatra que al final siete una epifanía, la chica guapa, todos son arquetipos, opero es que tampoco son con muchos matices en la obra de Julio Verne. Es una narración que se desarrolla con sencillez, directa, y con un gran mensaje sobre los riesgos de jugar a ser Dioses.

 

Spoiler:

 

Muy adecuado ese rush final en que el narcisista científico Roch se da cuenta (cual Coronel Nicholson en “El puente sobre el rio Kwai”), de que su ego no le ha dejado ver la realidad y al final decide inmolarse con su invento y con ello acabar con los malos. Muy Épico, amén de la pareja de tortolitos escapando en globo.

 

‘La música de la película escrita por Zdeněk Liška, compositor de cine de gran prestigio conocido por su habilidad con las caracterizaciones musicales y el humor, así como por su uso innovador de técnicas de música electrónica. A mediados del siglo XX, fue el principal compositor checo de bandas sonoras de películas fantásticas. Liska sugeriría editar cortes al director, para acelerar el ritmo de la película y hacer que su música fluya más suavemente con lo que está en pantalla. El tema principal, que recuerda a una caja de música, está escrito para clavecín, acompañado por un conjunto de cámara de instrumentos de cuerda y de viento. El tema del amor, aparentemente basado en la canción "Tit-willow" de la ópera cómica de Gilbert and Sullivan The Mikado, es interpretado por instrumentos de viento de madera y un clavicémbalo silenciado. La partitura de Liška también incluye varios temas breves, como un tema corto lleno de patetismo para el hundimiento del barco Amelie, golpes de teclado que coinciden con los ataques al pulpo gigante y un final sereno para orquesta de cuerdas. [dieciséis]La partitura de la película sigue siendo una de las obras más notables de Liška.’

 

‘Karel Zeman, un director de cine y animador checo, estuvo profundamente influenciado por las novelas de Julio Verne, hizo cuatro largometrajes entre 1955 y 1970, y se basó ampliamente en la serie Voyages Extraordinaires de Verne. El primero de ellos, “Viaje al principio de los tiempos”, inspirado en Viaje al centro de la tierra y presentaba una escena en la que sus héroes reconocían directamente su afición por leer a Verne. La segunda de las películas basadas en Verne de Zeman fue esta “Vynález zkázy”; los últimos fueron “The Stolen Airship”, basado en Two Years' Vacation, y “On the Come”, basado en Héctor Servadac.’

 

Entre 2014 y 2015, se realizó una restauración digital que incluye la reinserción de una escena cortada no incluida desde los avances originales de la película de 1958. Ahora tanto la versión original en checo, con subtítulos en inglés, como la versión doblada al inglés están disponibles internacionalmente, restauradas en video de alta definición bajo el título “Invención para la destrucción”. Esta versión es la que he visto yo.

 

Film a reivindicar en su explosión de originalidad y de demostrar que el cine es disfrute visual ante todo. Gloria Ucrania!!!