LOS INMORTALES.

Film icónico para los que como yo crecimos con el cine ochentero, un clásico de videoclub, un producto típico de la década por la fantasía desprovista de querer profundizar en los personajes, una cinta que me trae recuerdos nostálgico de un tiempo ya muy lejano, y que queda aún más patente ante lo envejecido que ha quedado esta película, todo lo que me fascinó de por entonces, ya bien entrado en la cuarentena me queda desfasado, el laconismo hierático de su héroe se ha convertido filtrado por el tiempo en una inexpresividad superlativa, llegando a parecerse a un robot por su falta de alma y de transmisión de sentimientos, siempre con la misma cara de palo, que parece haber sacado matrícula en la “Academia de Actuación Chuck Norris”, con un desarrollo ramplón, con bastantes elementos prescindibles, con más agujeros de argumento que el cuerpo de Sony Corleone, orgánicamente se resiente, con comportamientos caótico de los personajes, con motivaciones mal descritas, con recursos que piden a gritos desplegarse y no lo hacen. Esa una lástima lo errático del relato, porque tras sus muchas taras se halla un film con mucho potencial, quizás parte del error (además del carta de piedra protagonista) fue darle la dirección a un advenedizo como el australiano Russell Mulcahy, realizador de videoclips (Elton John, Duran Duran, o Bonny Tylker), que sí, impuso un clima singular al film, sugestivo en muchos casos, con un sugerente trabajo en la edición, pero es torpe entramando una historia que se tropieza en varios momentos consigo misma. Lo bueno es que a pesar de sus faltas es una obra que no aburre, cumple su cometido de ser un pasarratos ameno, y por supuesto tiene la (esta si inmortal) un fascinante surtido de temas musicales de la banda británica Queen, lo que ocurre es que esta revisión compite con la original de hace 30 años y aquí mi chasco, no me meteré con lo ajados que quedan hoy día los f/x, o el mauillaje nefasto para avejentar personajes, es algo inherente a tres décadas atrás. Highlander fue la primera entrega de una saga seguida por Highlander II: The Quickening (1991), Highlander III: The Sorcerer (1994), Highlander: Juego Final (2000) y Highlander: The Source (2007). Existe también una serie de televisión franco-canadiense Highlander, serie derivada que se exhibió de 1992 a 1998.

La película cuenta la historia de los inmortales, humanos que solo pueden morir mediante la decapitación y que han existido a lo largo de los tiempos. Uno de ellos, el protagonista de la película, es Connor MacLeod (Christopher Lambert), del clan escocés MacLeod, mientras que su enemigo es conocido como El Kurgan (Clancy Brown). El destino de los inmortales es combatir entre ellos en duelos para alcanzar el Premio, que obtendrá el vencedor del duelo final. Los inmortales están sujetos a varias reglas sagradas durante sus duelos y a lo largo de sus vidas: No pueden luchar en terreno sagrado (no importa la naturaleza del mismo mientras esté consagrado). Los duelos deben ser uno a uno, sin interferencias externas de otros inmortales. El vencedor asume los poderes del derrotado. No pueden engendrar hijos (Al recibir la inmortalidad se vuelven estériles). Los duelos finales se desarrollarían en una lejana tierra entre los últimos inmortales, que es precisamente el momento que narra la película, siendo el marco la ciudad de Nueva York.

El guión de Gregory Widen (“Llamaradas”), Peter Bellwood (“Inmortales II”) y Larry Ferguson (“Superdetective II”) se caracteriza por desarrollar un mundo mitológico con sus propias reglas, códigos, y contraprestacioenes, un micromundo de superhombres, salpicando la cinta con varios duelos de paladines, pero a la hora de construir personajes de enjundia se quedan en lo rutinario, sumándose diálogos flojos, sin fuerza, tampoco destaca por giros que te sorprendan, todo discurre de modo lineal, en una clásica lucha (sempiterna) entre el Bien contra el Mal. Es un film que te atrapa en sus redes por su atractivo arranque, con impactante duelo a espada en el parking del Madison Square Garden mientras en las instalaciones deportivas acontece un combate de pressing catch, poniendo en paralelo el gusto por la violencia que siempre ha tenido la sociedad mundial, tras esto un salto siglos atrás con una batalla en el SXVI en los bellos parajes de los Highland, con el hermoso Castillo Eilean Donan de fondo, un arranque potente, en que poco a poco nos dosifican la información sobre esta raza superior, ello dotando de gran gusto estético-sensorial (Queen) el metraje, manejando con buen pulso los consabidos recursos videocliperos que tan bien conoce el director, con cautivadores insertos de elipsis temporales para el hábil salpicado de flash-backs, impregnando de ritmo constante a la acción, y con un actor con halo magnético poderoso, como lo es el escocés Sean Connery.

El director intenta impregnar al protagonista de un halo reflexivo sobre el “fatalismo” de la inmortalidad, la eternidad frente a ver a tus seres queridos envejecer y morir, pero esto le queda acartonado, plúmbeo, falto de introspección mínima, en parte ayudado por la “gran” (ataque de ironía) actuación de Lambert, no hay calado en entrar a ahondar en la complejidad de la perpetua juventud, se dan un par de brochazos aquí y allí con la relación con su primera mujer, pero todo muy esquemático, sin fuerza emocional para trascender. Tramos metidos con calzador como todo lo referente a la investigación policial que no va a lado alguno, o el apresurado y nada creíble romance entre el “héroe” y la chica, un pegote chirriante, un amor que surge de la nada, sin cimiento alguno, muy sosa. Tampoco se explica en qué momento uno deja de envejecer y se convierte en inmortal, Ramníerez cultiva ya canas, esto queda en una nebulosa como muchas otras cosas. Para más inri incluso las peleas a espadas me resultan hoy día bastante simplonas, no hay inventiva o clímax en ellas, todo sucede linealmente.

Chistopher Lambert... no seguiré atizándole, seguro que es que no da más de sí. Roxanne Hart es la mujer florero del presente, aporta de poco a nada, añádase un romance estridente con el protagonista. Beatie Edney es la mujer florero del pasado, un amor impostado con Connor, un esbozo mal trazado, y encima le colocan ese maquillaje espantoso, que parece sacado de una caja de regalo infantil. Sean Connery es el actor del film, él que da peso y aumenta la calidad, su presencia es un soplo de aire fresco, su arrollador carisma y empatía natural solo hace empequeñecer aún más a Lambert, lástima que se le dé tan poco fondo. Clancy Brown compone a un malo malísimo pasado de vueltas, exagerado, pero a la vez perversamente divertido.

La puesta en escena resulta muy bien llevada para crear un ambiente lúgubre y sombrío, con un gran diseño de producción de Allan Cameron (“Starship Troopers”, “La momia” o “El código Da Vinci”), rodando en lindos paisajes de los Highland escoceses, en el maravillos castillo de Eilean Donan, en Glen Coe (primer enfrentamiento Connor vs Kurgan), Loch Siel, Rannoch Moor, Slioch, Loch Kishorn, y The Stoor (Skye Island), partes de la batalla de los Highland fue filmada en Gales, y también se rodó en Nueva York y en Londres, en la esto potenciado por la expresionista fotografía de Gerry Fisher (“Evasión o victoria”, “Un lugar en ninguna parte” o “El exorcista III”), con extenuantes picados y contrapicados, con turbadores ojos de pez, con ultraexpresivos primeros planos que ahogan, con zoom neurálgicos, con excelsas panorámicas de los Highland, rodando fabulosos cielos infinitos, con verdes vibrantes, jugando en algunos casos con la penumbra, con claroscuros, con las sombras, gran labor, se le añade un montaje de Peter Honess (“L.A. Confidential”, “Troya”, o “Fast and furious”), contribuye a aportar ritmo, así como a los ingeniosos saltos temporales, se suma bien a los efectos especiales, buenos (para su tiempo, por que lo de la pelea Ramírez vs Kurgan en la torre canta más que Casillas que es cartón piedra en un estudio). Y por supuesto está su banda sonora, compuesta por Michael Kamen (“Brazil”, “La jungla de cristal”, o “Arma letal”), de acompañamiento constante con sus sonidos techno, pero el elemento vital para que la cinta haya perdurado en el tiempo, son los temas de la mítica banda Queen, por lo bien que está salpicada de sus temas, confeccionados alusivas con cada escena para contribuir a aumentar las sensaciones del espectador, canciones como “A Kind of Magic", One year of love”, Hammer to fall”, "Príncess of the universe”, (se utiliza para los créditos de inicio de la serie homónima),”Gimme the prize” (El tema de Kurgan), “A dozen red roses for my Darling”, “New, New York”, y por supuesto el legendario ya “Who wants to live forever”, que se oye en el lindo tramo en los Highland cuando Connor ve envejecer a su amada hasta morir, todo un Pelotazo.

 

Spoiler:

Gregory Widen escribió el guión de Highlander, originalmente titulado “Clan Shadow”, como trabajo de clase, mientras era estudiante en el programa de escritura de guiones en UCLA . Widen vendido el guión por US $ 200.000. Widen aparentemente viajaba por Escocia en sus vacaciones de verano y él estaba de pie frente a una armadura, y se preguntó "Cómo sería como si ese individuo estaba vivo hoy?" Y ahí es donde nació la idea del guión, idea de inmortales en conflicto entre sí, llevando vidas secretas que el resto de nosotros no somos conscientes, Widen también dijo que fuente de inspiración fue “Los duelistas” (1977) de Ridley Scott.

No se aprovecha lo de que se sientan todos los inmortales a enfrentarse, pues daría mucho juego que pelearan dos amigos, una pareja que nos caiga bien, esto se cercena en pos de eliminar los tonos grises y que el espectador se sintiera incómodo, plantamos a un villano horrible y ya está el duelo servido, le falta valentía al realizador. Tampoco entiendo el comportamiento de los inmortales, quien les ha enseñado las reglas? Porque Juan Sanchez Villa-Lobos Ramírez va a hacer de mentor de Connor? Por que preparar a un tipo que tarde o temprano podría ser tu enemigo en combate? Porque el Kurgan tras decapitar a Ramírez no vuelve para matar a Connor? Pues ya sabe donde vive? Porque es tan tonta la escena de sexo entre Connor y Brenda (Roxanne Hart), han hablado un par de veces escasamente segundos, él va y se clava u cuchillo en la barriga y le dice que es inmortal, y la tía va y se moja las bragas, los dos se acuestan y a la mañana siguiente él le dice que no quiere más relación con ella, y ella se lo toma como si nada. El “Héroe” y el villano pelean en la azotea de un gran edificio, se inunda de agua por un depósito, se rompe el suelo y caen los dos al interior del inmueble, pero, oh sorpresa, el agua se ha quedado en el techo. Lo del premio al ganador de “Solo puede quedar uno” es el gran misterio desde el maletín de “El beso mortal”, toda una nebulosa existencialista que ni se preocupan en explicarte mínimamente.

Momentos recordables: El arranque ya mencionado; Todo el tramo de adiestramiento de Ramírez a Connor, con ese salto vitalista de los dos por el acantilado, por cierto Connor lleva gayumbos, algo no acorde con la realidad, nada llevan los escoceses bajo el kilt; La pelea entre Ramírez y Kurgan, cuasi fantasmagórica; El tramo en los Highland que sintetizado vemos envejecer hasta la muerte a la amada de Connor, ello acunado por el fascinante "Who Wants To Live Forever"; El divertido duelo en el SXVIII entre Connor y otro amanerado tipo, Connor borracho no para de recibir estocadas mortales, levantándose ipsofacto, acabando con los nervios del rival; El aparatoso duelo final nocturno entre el enorme letrero de neón “Silvercup”;

“Del amanecer de los tiempos venimos. Nos hemos movido silenciosamente a través de los siglos, viviendo muchas vidas secretas hasta completar el número de los elegidos esperando la hora del combate final. La hora ha llegado: sólo puede quedar uno...”,

“Me llamo Connor MacCloud... y soy inmortal”

La historia inicial de la película era más oscura y más violenta. Connor nace en 1408 en lugar de 1518. Vive con su madre y su padre. Heather no existe; Connor se comprometió a una chica llamada Mara, que lo rechaza cuando se entera de que es inmortal. Connor deja su pueblo en lugar de ser expulsado. Su alias es Richard Tupin. Ramírez es un español nacido en 1100 en lugar de un antiguo egipcio de más de dos mil años. El Kurgan es conocido como el Caballero, usa el alias Carl William Smith. Él no es un salvaje, pero un asesino a sangre fría. Brenda es Brenna Cartwright. Los inmortales podían tener hijos; en el proyecto de Connor se dice que tenía 37. Cuando un inmortal mata a otro, se produce nada especial. Tampoco hay mención de un "premio". Cuando Connor finalmente mata al caballero, siente un dolor ardiente agudo. El espectador entonces no se le dice si permanece inmortal.

De acuerdo con el comentario de DVD, el clímax de la película fue originalmente destinado a tener lugar en la parte superior de la estatua de la libertad. Luego se cambió a un parque de atracciones y finalmente cambió a la azotea de la estudios Silvercup. La secuencia de apertura inicialmente estaba destinado a tener lugar durante un partido de la Liga Nacional de Hockey, pero la NHL se negó debido a que el equipo de rodaje tenía previsto enfatizar la violencia del partido. 

La escena en el callejón donde el Kurgan decapita Kastagir y luego apuñala al ex marine, seguido de una explosión, fue filmado en un callejón en Inglaterra a pesar de que se estableció en Nueva York. El director se mostró reacio a desencadenar la explosión en el callejón porque las ventanas estaban llenas de vidrio de estilo victoriano, pero se le dio permiso para hacerlo, porque ese sitio en particular iba a ser destruido en pocos meses de todos modos. 

La apertura de voz en off por Connery (en v.o.) tiene un efecto de eco, ya que se registró en el baño de su casa de campo española, en que había estado trabajando su acento español de la película con un entrenador de voz. Se hizo para los productores a través del teléfono, y lo aprobaron porque no pudieron discernir la calidad de la grabación. 

En conjunto una cinta que me despierta sentimientos encontrados, sumado lo bueno y malo me decanto por un “buena”, quizás gana mi lado nostálgico. Fuerza y honor!!!