jueves, 30 de junio de 2016




ROBIN DE LOS BOSQUES.

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Clásico atemporal del género de aventuras, mítico film dirigido con trepidante dinamismo por Michael Curtiz y William Keighley, hipervitalista propuesta protagonizada por el australiano Errol Flynn en su papel más famoso, el que le catapultó al Olimpo de los Héroes cinéfilos, combinando de modo el susodicho género con la comedia, el romance y la acción. La Warner, compañía especializada hasta entonces en obras de cine negro de bajo coste, decidió dar un salto cualitativo en sus productos con una superproducción épica, con un costo de 2 millones $ era la de más alto presupuesto de la productora hasta entonces, su primera cinta en el caro formato Technicolor, aprovechando esto para dar un fulgor cromático desbordante a los fotogramas, fueron a lo seguro actualizando un éxito mudo homónimo de 1922, protagonizado por la mayor estrella del cine silente, Douglas Fairbanks, inspirándose en las narraciones legendarias de Robin Hood, que aparecen citadas por primera vez en "Piers Plowman" (1377), de William Langland, con dinámico guión de Norman Reilly Raine (“La vida de Emile Zola”) y Seton I. Miller (“Scarface”). Tiene la particularidad de estar dirigido por dos realizadores, por el estadounidense William Keighley y el húngaro Michael Curtiz, hay varias teorías sobre los quehaceres de cada uno, se dice que las escenas de exteriores fueron comandadas por el primero (las primeras que se ruedan), y las interiores por el segundo, otra versión es que cuando Jack Warner vio las primeras tomas en exteriores, rodadas en Chico (California), lo despidió y contrató a Michael Curtiz, que había dirigido a Flynn en “El capitán Blood” y “La carga de la brigada ligera”.

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938La acción tiene lugar en el condado de Nottingham (suroeste de Inglaterra), en 1194, tras la 3ª Cruzada. Robert de Locksley (Errol Flynn) es un noble sajón que se ve obligado a comportarse como un bandido cuando el príncipe Juan (Claude Rains) intenta usurpar el trono a su hermano Ricardo (Ian Hunter), apresado por Leopoldo de Austria. En los bosques de Sherwood toma el nombre de Robin Hood (Robín de la Capucha). Allí reúne a los sajones proscritos, perseguidos y desheredados, entre los que se cuentan Will Scarlett (Patric Knowles), el fraile Tuck (Eugene Pallette) , Little John (Alan Hale), el molinero Much (Herbert Mundin), etc. Con su apoyo se enfrenta a las ambiciones del príncipe Juan, se opone a los impuestos arbitrarios de Sir Guy de Gisbourne (Basil Rathbone), roba a los ricos y ayuda a los pobres. También tendrá importancia en el relato la bella Lady Marian Fitzwalter (Olivia de Havilland), pupila del Rey Ricardo, su doncella Bess (Una O'Connor), el Sheriff de Nottingham (Melville Cooper), o el degrado caballero Dickon Malbete (Harry Cording).  

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938La cinta resulta un chute de alegría, de optimismo, de vitalidad, para muchos una máquina del tiempo que nos traslada a nuestra inocente niñez, de los films que al acabar te sentías mejor, ello con el clásico tema de la lucha del bien contra el mal, en lo que se puede considerar una denuncia contra las tiranías, contra los despotismos del poder, contra el hedonismo de los poderosos, incluso contra la Iglesia siempre al lado del poder (sea quien sea), a favor de los oprimidos, de los humillados, de los vejados, del entendimiento de los diferentes, aquí normandos contra sajones, Robin Hood (sajón) llega a decir "No odio a los normandos sino a la injusticia", nos habla de que los pueblos a veces están legitimados para alzarse contra los estados, cuando estos abusan de sus prebendas, de un modo sibilino sugiere que la Revolución puede ser un medio para instaurar la justicia, cercano esto a lo que provocó la revolución de Francia. Esto es desarrollado de modo trepidante, ágil, con diálogos que se mueven entre la emoción, lo divertido, y lo romántico, destilando todo frescura, con escenas de acción vibrantes, donde tendrá gran importancia el maestro de esgrima belga Fred Cavens (“Romeo y Julieta”, “El hombre de la máscara de hierro” o “Cyrano de Bergerac”), creador de las eléctricas coreografías de espadas, un derroche de energía, con momentos intensos, con personajes bien delineados en pocos trazos, con actuaciones maravillosas, con secundarios espléndidos, con un gran uso del crescendo dramático. Utilizando con maña elementos del cine de aventuras: Héroe carismático, villano sibilino, peleas, persecuciones, asaltos, duelos de paladines, torneos de arco, romanticismo, camaradería, y clímax final apoteósico, apoyado todo esto en una ambientación brillante. Esta con connotaciones cercana al estilo cómic su radiante colorido, sus decorados grandilocuentes, sus coreografías de luchas, las bacanales con sus trompetistas, etc.

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Posee la película un mensaje político bastante reaccionario y marcado para su convulso tiempo, estamos en 1938, en Europa la Guerra parecía algo inevitable, Hitler y sus ansias de conquista amenazaban la frágil paz, a USA se le reclamaba tomar partido en la irrefrenable contienda a favor de Inglaterra, pero en los Estados Unidos la opinión estaba dividida entre los que consideraban había que combatir el nazismo y los que pensaban que lo mejor era el aislacionismo, pues Robin Hood en un momento dado hace un discurso al rey Ricardo con claras connotaciones para su tiempo, le achaca que fuera a guerrear a las Cruzadas a miles de kilómetros de su tierra, abandonando a sus súbditos, que quedaron bajo el nefasto amparo de su hermano, diáfano recado al gobierno USA para no fuera a la Guerra. Esto asimismo acrecentado por el supuesto nazismo de Errol Flynn, del que se llegó a decir que era un espía hitleriano.

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938La tara es que algunas arrugas se le notan, aunque enmascaradas tras su tremenda vivacidad, es un guión bastante inocente, que con el paso del tiempo y de los visionados sus costuras afloran, cándido en su evolución de situación central, vemos los asaltos de la gente de Robin con gente que se lo toma todo como si fueran a una fiesta, no vemos a los heridos en las refriegas del bosque, hay algunas situaciones que rozan la cursilería, con motivaciones un tanto avejentadas para nuestro tiempo, vemos a gente pobre y necesitada, se supone que Robin está robando a los ricos para dárselo a los pobres, pues no!!! Es para pagar el rescate de un Rey, y mientras que los necesitados pasan hambre y penalidades, todo sea por tener un monarca digno (¿?). Y es que si estudiamos un poco de historia nos daremos cuenta que Ricardo Corazón de León fue uno de los más sanguinarios reyes de la historia, un sanguinario sádico, descrito bien en la estupenda “Robin y Marian” (1976), bueno esto lo entiendo como una licencia, no es crucial para bajar nota, pero es reseñable. Tramos paradójicos que no aguantan análisis, tras tomar el dinero de la recaudación, vemos una fiesta-bacanal en el bosque de Sherwood, al estilo la aldea de Asterix, todo es felicidad, regocijo, risas, entonces para sensibilizarnos y enternecer a Lady Marian, Robin le muestra la “trastienda”, vemos a gente (sajona) demacrada, de miradas lánguidas, escondiéndose de las miradas, se suponen son pobres sin nada, especie de campo de refugiados, pero si a unos metros hay una comilona, porque no está esta gente?  Tampoco aguanta análisis la petulancia y narcisismo de Robin Hood yendo al torneo de arqueros sabiendo este que es una trampa, solo para henchir su inabarcable ego, y encima intenta pasar desapercibido bajándose el sombrerito, poniendo en peligro la rebelión. Fallo divertido es que Robin Hood lanza flechas y flechas, y siempre tiene unas cinco a sus espaldas.

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Deslumbrante puesta en escena, con una gran dirección artística de Carl Jules Weyl (“Casablanca”, “Yanqui Dandy” o “El sueño eterno”), rodándose en exteriores de California, en el Parque de Bidwell en Chico para el bosque de Sherwood, denominados los lares "Lago Sherwood" y "Bosque de Sherwood", por ser localizaciones para la producción de Douglas FairbanksRobin Hood en 1922, también en el Rancho Warner en Calabasas,el torneo de tiro con arco filmada en Baja Arroyo Park en Pasadena, los interiores con los prodigiosos decorados en los estudios Warner Bros en Burbank, se suma el fascinante vestuario creado por Milo Anderson (“El capitán Blood”, “Yanqui Dandy2 o “Tener o no tener”), de un cromatismo centelleante. Esto atomizado por la gloriosa fotografía en colosal Technicolor de Tony Gaudio (“La vida de Emile Zola”, “La carta” o “El último refugio”) y Sol Polito (“Ángeles con caras sucias”, “El sargento York” o “Arsénico por compasión”), con movimientos excelsos de grúa, con tomas generales excelentes, de un colorido explosivo, resplandeciente, resaltando los primarios rojos, verdes y azules en un juego cromático magno, componiendo todo junto lienzos de una belleza exuberante. Y en la música el checo Erich Wolfgang Korngold (“El príncipe y el mendigo”, "El capitán Blood" o “El Halcón de Mar”), adaptándose de modo memorable a la acción , al drama, a la épica, al romanticismo, con fanfarrias, con aires solemnes, con ternura, maravillosa.

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Errol Flynn derrocha vitalidad como Robin Hood, alegría simpatía, un volcán en permanente erupción, construye uno de los Iconos de aventuras del Séptimo Arte, con esa sonrisa contagiosa, con carisma, la imagen de la nobleza, la justicia, el Héroe, curiosamente el actor pensado originalmente para el rol era James Cagney, abandonó contrato con la Warner Bros, y el papel pasó a Flynn. Olivia de Havilland está majestuosa como lady Marian, con fuerte personalidad, hermosa, sensible, y con una tremenda química con Errol Flynn, dewstilando una divina compenetración, no en vano era la cuarta vez que trabajaban juntos para la Warner, de las nueve que lo hicieron. Claude Rains como el príncipe derrocha carácter, sutilidad, cinismo, sobresaliente actuación. Alan Hale compoen a un gran Little John, desde su primer encuentro en el río con Robin, deja constancia de su gran presencia, curiosamente interpretó el mismo personaje en la versión de Douglas Fairbanks de 1922, y lo volvió a encarnar en otro film de 1950, “Pícaros del bosque de Sherwood”. Basil Rathbone crea un villano artero, con vis maligna, notable. Ian Hunter crea a un Rey Arturo regio. Una O’Connor crea a un jocoso personaje siendo la doncella de Lady Marian. Eugene Pallette como el fraile Tuck crea aun tipo hilarante. Patric Knowles como Will Scarlett queda muy desdibujado.

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Spopiler:

Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Resultado de imagen de the adventures of Robin Hood 1938Momentos recordables: El formidable tramo del banquete del príncipe Juan en el castillo de Sir Guy de Gisbourne, en un enorme salón, decorado de modo atiborrado con tapices, estandartes, iluminado por decenas de antorchas, mesas rebosantes de comida, vestuario fastuoso, todo con un colorido impresiónate, allí irrumpe de modo homérico Robin Hood con un ciervo muerto en sus hombros, tirándolo sobre la mesa del príncipe, de modo sobrado se sienta a comer mientras habla con Juan, derivando por la valentía y arrogancia de Robin en una huida épica del castillo con todos contra él, con lanzas, espadas, flechas, delirante en su magnificencia; La mítica pelea con un palo, entre Little John y Robin sobre un tronco en un río, con una coreografía típica de un baile, fenomenal; El tramo en que los hombres de Robin toman el convoy de la recaudación con Sir Guy de Gisbourne, el sheriff de Nottingham y Lady Marian, con los “milicianos” cayendo sobre los caballos de los árboles a decenas como monos; Cuando Robin Hood a modo de Romeo sube por una enredadera a la habitación de Lady Marian; El torneo de arqueros, con el clímax de Robin parte en dos la flecha de su contrincante que estaba en el centro de la diana, no hay truco, la flecha fue lanzada por el especialista Howard Hill, que hace rival final (capitán de arqueros) de Robin; La batalla final en el castillo para rescatar a Lady Marian, con la lucha final épica a espada entre Robin y Sir Guy de Gisbourne, por escaleras, con fascinante proyección de sombra sobre una pared que agranda sus figuras mientras luchan.


En conjunto, un notable film al que para disfrutarla en plenitud, con espíritu infantil, hay que darle algunas licencias. Fuerza y honor!!!

viernes, 17 de junio de 2016



REFLEJOS EN UN OJO DORADO.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmNotable film de John Huston, una obra adelantada a su tiempo, arriesgada y provocadora, su obra más turbadora y velada, una historia agria, revestida de morbo malsano, pesimista, compleja, densa, un sombrío acercamiento al universo de represiones sexuales, frustraciones, tormentos, que acontecen en un lugar tan marcial y cuadriculado como un fuerte militar, un microcosmos poblado de personajes con patologías y angustias, aflorando adulterios, voyeurismo, homosexualidad latente, adulterios, fetichismo, cleptomanía, exhibicionismo y crímenes pasionales, lugar donde reina la infelicidad, la ociosidad y la insatisfacción. Ello sostenido por un guión turbio, bien desarrollado, en un increscendo dramático sofocante, por una notable puesta en escena, donde destaca esa tonalidad hiperrealista del patinado dorado, y sobre todo por un fenomenal elenco de actores. Escrito por Chapman Mortimer y Gladys Hill (“El extraño” o “El hombre que pudo reinar”) adapta la novela corta “Reflections in a Golden Eye” (1941), de Carson McCullers, pseudónimo de la escritora Lula Carson Smith, usa su propio apellido (Carson) y apellido de su esposo (McCullers), para firmar sus libros, mostrando ficticia identidad masculina por considerarlo más comercial, la novelista murió 12 días antes del estreno del film. En realidad escribió inicialmente el libro en 1939 bajo el título de “Correos del ejército”, inspirándose en una historia que su marido Reeves (ex soldado) le contó sobre un voyeur que había sido detenido en Fort Bragg (Carolina del Norte), un joven soldado había sido sorprendido espiando en el cuartel en el interior de casas de oficiales casados, McCullers lo escribió mientras que en Fayetteville, Carolina del Norte. Después de dos meses de ardua escritura, terminó el manuscrito y lo guardó en un armario alegoría del contenido). El historiador británico Anthony Slide, considera “Reflejos en un ojo dorado” una de las cuatro novelas homosexuales conocidas en idioma Inglés en la primera mitad SXX, las otras tres son “Nightwood” (1936) de Djuna Barnes, “Other voices, other rooms” (1948) de Truman y “The city and the pillar” (1948) . La película que no llego a España hasta finales de los 70 con el final de la censura.

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El escenario es una base militar estadounidense en Georgia, allí reside el capitán Weldon Penderton (Marlon Brando), con su esposa Leonora (Elizabeth Taylor), él es un tipo taciturno, con problemas de represión e identidad sexual, ella es una mujer de carácter que tiene un affaire con el Mayor Morris Langdon (Brian Keith), a su vez casado con Alison (Julie Harris), una mujer con problemas fuertes de depresión, que es asistida por un muy amanerado filipino, Anacleto (Zorro David). El soldado Ellgee Williams (Robert Forster) es el mozo de cuadras y asistente de Penderton, tipo con singulares aficiones, es un voyeur fetichista, de él está obsesionado Weldon.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmLa cinta desarrolla una historia escabrosa, repleta de secretos, mentiras, traiciones, prejuicios, demencia, sadomasoquismo, exhibicionismo, y más, gracias a un guión hábil en trenzar una telaraña que va apresando en su red los sentimientos reprimidos de unos personajes encerrados en sus rutinas, en su aburrimiento, en su ordinariez, de la que intentan escapar de modo truculento. Un collage de protagonistas con un atormentado mundo interior, que Huston explora y transmite con elegancia, en una evolución de situaciones que mezclan de modo turbador intensidad dramática con un humor áspero que te hace sentir incómodo, emitiendo profundidad en base a una dirección de actores con marcado enfoque en los gestos y miradas, con silencios muy expresivos, con incisivas alegorías tanto verbales como visuales (la de los caballos con los sementales, de cómo Leonora adora a los equinos por serlo y Penderton lo contrario), con punzantes elipsis, en un acentuado relato de insatisfacciones, de dolor anímico, de hipocresía, de falsas apariencias. Todo enmarcado en un lugar tan rígido y encorsetado como un fuerte militar, en medio de la rutina de paz vemos clases, fiestas, partidas de cartas, salidas a caballo, donde  los contrastes son más ácidos, con sobreentendidos, con muchas insinuaciones, traiciones. Un relato que radiografía con bisturí envenenando las represiones sexuales derivadas de la homosexualidad, provocan comportamiento malsanos, enfermizos, rozando lo patológico, obsesiones tórridas, que se dirigen hacia la tragedia remarcada en la sobreimpresión del inicio. 

Resultado de imagen de reflections eye golden filmTiene uno de sus fuertes en el enfrentamiento de personalidades: Penderton un oficial amanerado, acomplejado, insatisfecho, vejado por su esposa, incapaz de hacerle el amor, un cleptómano fetichista, que acaricia lascivamente los elementos robados, en realidad un homosexual reprimido que vive hastiado, y que encuentra una razón en la naciente obsesión por un soldado con el que cree haber conectado; Leonora, su esposa, una mandona dominante, y dominatrix, de carácter, promiscua, humilla y se ríe de la frigidez de su esposo, una avezada amazona que siente conexión con los caballos por ser sementales, lo contrario a su marido, entre los dos se deconstruye una relación nociva; El oficial Morris Langdon, símbolo de la machismo arcaico, tiene sometida a su esposa, tiene un affaire con Leonora, tipo rudo, y alegre; Alison, la esposa de Morris, una depresiva y neurótica que llegó a cortarse los pezones al perder a su hijo, vive atemorizada en su casa, alejada de su esposo, solo con la compañía de su afeminado criado Anacleto; El cadete Williams, no lo escuchamos decir palabra, peros sus silencios dicen mucho, un extraño tipo, con costumbres singulares como montar a caballo desnudo por el bosque, espiar al matrimonio Penderton, infiltrarse en el dormitorio de Leonora para verla dormir oliendo su ropa interior; Y Anacleto, un amanerado con mucha pluma que se convierte en la muleta de Alison construyendo entre los dos un mundo cerrado.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmEl lírico título del film proviene de una acuarela que pinta el criado Anacleto para Alison, en ella se ve un pavo real (símbolo de la fatuidad pomposa), y en él resalta un ojo dorado, alegoría de la fuerza sugestiva que tiene en el relato las miradas, las miradas de Penderton a Williams, las de Williams a Leonora, las miradas de desprecio de Leonora a su marido, de Williams espiando, las libidinosas miradas de Penderton los objetos robados, las miradas en espejos, miradas triste de Alison , para ello la gran importancia que tienen las ventanas, todos miran una y otra vez por ellas.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmLa puesta en escena resulta excelente en su expresionismo, con un notable diseño de producción de Stephen B. Grimes (“La hija de Ryan”, “En el estanque dorado” o “Memorias de África”), rodándose en Long Island (Nueva York-USA) y en Roma (Italia), recreando con sobriedad el fuerte, con los bucólicos bosques por los que montan a caballo o las caballerizas, pero lo que sobresale es la acentuada e hiperrealista  fotografía de Aldo Tonti (“Obsesión”, “Las noches de Cabiria” o “Barrabas”) y el sin acreditar Oswal Morris (“Moby Dick”, “Lolita” o “El violinista en el tejado”), en color (technicolor) y panavisión, exhibiendo la belleza de la naturaleza en contraste con el mórbido alma de los protagonistas, con mucho mimo por el detalle en primeros inquietantes planos, jugando con los contraluces, con la semioscuridad, siendo puntal el tórrido patinado dorado (alegoría del título), convirtiéndose en la nocturnidad en un tono sepia, componiendo cuadros de una beldad tremenda, influenciados por la pintura de Rembrandt o Caravaggio, estos recursos imprimen intensidad dramática, sensaciones de cuasi-surrealismo visual, turbación. Se suma la neurálgica música del japonés Toshiro Mayuzumi (“La calle de la vergüenza”, “La mujer insecto” o “La Biblia... en su principio”), sonidos disonantes de orquesta de viento y percusión, aportando estridencias que envuelven la acción en tenebrismo ambiental, en tensión latente.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmMarlon Brando realiza una actuación magistral, encarna con turbación desmedida a un atormentado sexual al que su mujer desprecia y humilla sádicamente, y él aguanta con mucha flema, aporta mesura, contención, mirada extraviada,  pose regia, dejando entrever mucha fragilidad anímica, excelso en las escenas con su obsesión masculina, desborda mundo interior reprimido, apoteósico, rol que iba a interpretar Montgomery Clift, su muerte antes de la producción hizo que Huston barajara otros, Richard Burton o Lee Marvin, Brando acabó interpretando al oficial alegando el actor escogió el papel por la oportunidad de montar a caballo. Elizabeth Taylor está radiante como Leonora, rebosa frialdad, cinismo, belleza, nihilismo, crueldad, sadismo, se mueve con una tremenda seguridad en sí misma, arrollando con su fuerza a su pusilánime marido, con lenguaje gestual vibrante, Colosal cuando se desnuda en la nocturnidad ante su esposo y sube las escaleras dejando ver su imponente figura dejándolo iracundo, parece flotar, impresionante, o cuando fustiga en el rostro a Penderton, soberbia. Brian Keith, la antítesis de Penderton, racial, visceral, sibilino, manipula a su esposa y pone los cuernos a su amigo, con un arco de desarrollo que dejará traslucir fragilidad. Julie Harris es Alison, muy buena en su rol de depresiva, acomplejada, insegura, atormentada que solo encuentra apoyo en su amanerado criado, con el que tiene una enfermiza relación, maneja de modo virtuoso la mirada para emitir melancolía. Zorro David compone un tipo singular, de un amaneramiento y pluma atronador, con una susodicha relación patológica con Alison. Robert Forster en su debut en cine da vida al objeto del deseo de Penderton, apenas habla, deja entrever un comportamiento peculiar, de estudio freudiano, voyeur, fetichista, nudista a lo Lady Godiva, su imperturbable rostro da bien con el jeroglífico que es su mente.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmResultado de imagen de reflections eye golden filmMomentos recordables: Comienza y termina con una misma frase de Carson McCullers, intrigantes palabras “Hay un fuerte en el Sur, donde hace algunos años se cometió un asesinato”; La visión de Penderton sudoroso y despeinado levantando pesas de un modo bastante torpe, acaba mirándose al espejo las músculos, en señal de su acomplejamiento soterrado; La primera y dominatrix aparición de Leonora, de amazona, en pantalones, con fusta y montando a caballo con maestría, alegoría de su potente personalidad; Penderton llega del trabajo y sale al jardín, Leonora está sentada en una hamaca, habla de su caballo con pasión, un purasangre blanco (Firebird), él la reprocha su amor por el animal, ella se levanta contrariada espetándole “Es un semental!”, se lee entrelineas que justo lo que su esposo no es; El primer encuentro entre Penderton y el joven soldado Williams, el primero observa, desde la ventana de su casa, la llegada del segundo, Penderton sale a recibirlo al jardín, pero la cámara permanece mirándoles desde el interior de la casa, a través de la ventana, en clara señal de lo que intenta hacernos el film, que nos sintamos voyeures; El perturbador tramo en que Leonora para provocar a su marido y hacerlo sentir incómodo y atormentado por su represión sexual, ella se queda desnuda y comienza a subir las escaleras lentamente , él la mira sudoroso y retorciéndose desde abajo, ella se da la vuelta y le espeta "Alguna vez te han llevado a la calle y apaleado por una mujer desnuda?"; Penderton en una de sus cimas de hastío monta en el caballo Firebird, el favorito de Leonora, por el bosque y comienza a fustigar violentamente al animal, este hace que se desboque el oficial, mientras de soslayo vemos en un claro a Williams desnudo tumbado junto a otro caballo, Penderton cae del animal salvajemente, se acerca al caballo y comienza a darle de modo demente y sollozante con la fusta en el rostro, haciéndole heridas, para de fustigarlo, entonces aparece lentamente Williams desnudo que consuela al animal, tremenda forma de transmitir el dolor represivo; La sádica escena en que Leonora iracunda por haber visto como su marido ha dejado de magullado su caballo favorito, le propina con una fusta varios latigazos en el rostro a Penderton, en plena fiesta y a la vista de todos los invitados, mientras él aguanta estoico los fustigazos, tremebundo; Una noche, con la obsesión de Penderton por el soldado Williams, lo sigue por la calle a cierta distancia, mirándolo con enfermiza emoción, en un momento dado se produce tras ellos un accidente de tráfico, Williams se da la vuelta y mira el suceso, pero Penderton mantiene la mirada de modo perverso sobre Williams, inquietante, esto que remarcado cuando Williams entra en su barracón, se pone a llover torrencialmente y Penderton aguanta en la calle observando el barracón poniéndose empapado, lo dicho, inquietante; El clímax final, Penderton en su casa observa por la ventana que en medio de una tormenta, Williams entra en su casa a escondidas, turbado y pensando el oficial viene “retozar” con él se sienta en la cama con la puerta entreabierta, se atusa coquetamente el cabello y apaga la luz,  esperando llegue el objeto de su deseo, son segundos que se eternizan, pero ve que el soldado entra a hurtadillas en el dormitorio de su esposa, encolerizada va hasta allí, con los relámpagos adornando tétricamente la escena, se queda unos segundos pensativo ante la puerta cerrada, desaparece y vuelve, abre la puerta, enciende la luz y allí, a los pies de la cama está Williams sentado mirando dormir a Leonora, los dos se miran, y Penderton levanta su mano con una pistola, le apunta y le dispara varias veces, despertándose entre gritos Leonora, hay unos movimientos bruscos de cámara yendo de uno a otro de los tres personajes, traspasándonos la tensión, Penderton se echa las manos a la cabeza, y aparece sobreimpresionada la frase del inicio, acabando el turbio y notable film.

Resultado de imagen de reflections eye golden filmMe llama la atención como el mundo del cine tomó ante la censura la alegoría de que una partida de cartas es una metáfora de una relación sexual, ejemplo en el final de “El apartamento” (1960) de Billy Wilder, Shirley MacLaine llega al piso de Jack Lemmon y se ponen a jugar a los naipes, cuando el director lo que quiere hacernos ver es que en realidad van a fornicar, otro caso es otro final, en este caso el de “Viridiana” (1961) de Luis Buñuel, aquí Paco Rabal se pone a jugar a las cartas con dos mujeres, en realidad es una insinuación de un menas a trois, aquí Leonora y Morris juegan ante la impasible presencia de Penderton, símil de cómo los dos se acuestan y este acepta los cuernos.


Resultado de imagen de reflections eye golden filmRecomendable film a los que gusten de relatos retorcidos, mórbidos, thriller psicológico con calado, sobre las obsesiones, la impotencia, las represiones... de los que olvidaras por su fuerza narrativa. Fuerza y honor!!!