viernes, 27 de junio de 2014


EL DÍA MÁS LARGO.


Fastuosa recreación producida por el megalómano Daryl F. Zanuck, fresco sobre las 24 horas que cambiaron el mundo, gran homenaje sobre la operación militar más grande de la historia e, Día D, batalla decisiva para el devenir de la contienda, una superproducción con 10 millones $ fue la más costosa en blanco y negro hasta “La Lista De Schindler”, teniendo la particularidad de que se ve desde todos los ángulos, desde el lado aliado y desde el alemán, con ello se da personalidad a los villanos germanos y no se les caricaturiza, incluso todos hablan en su lengua original, alternándose el inglés con el teutón y el francés, contando con un cuantioso elenco actoral como nunca se ha visto, dirigido por 4 directores que se dedicarían cada uno a un segmento, Ken Annakin rodaría los exteriores con ingleses y galos, Andrew Marton con los estadounidenses , Gerd Oswald las de los paracaidistas y Bernard Wicki todo referente a los alemanes, y coordinándo todo el productor, incluso dirigió sin créditos finales.

Zanuck para sacar a la Fox de la crisis económica producida por el descalabro de “Cleopatra” decidió llevar a cabo este mastodóntico proyecto, pagó 175000 $ a Cornelius Ryan por los derechos de su homónimo libro bélico (no llega a 300 pag., hecho a partir de entrevistas a participantes en el Día), este estuvo como corresponsal de guerra en el desembarco, aunque mucho de lo que aparece en el film no pertenece a la novela. Lo guioniza el propio escritor, y sobre el libreto trabajan Romain Gary (“Perro Blanco”), James Jones (“De Aquí A La Eternidad”), David Pursall (“Las águilas Azules”) y Jack Seddon (“Mañana No Amanecerá”). El film recoge todos los puntos de vista, quizás abarca demasiado, empiezan en la tensa espera en el bando aliado con cientos de miles de hombres esperando el momento adecuado para cruzar el canal de la Mancha, el mal tiempo pospuso el Día D, en el otro lado están los nazis, saben que la invasión es solo cuestión de días, lo que no saben es el lugar, luego llega la primera oleada de invasores en la noche, con ataques aéreos y después saltan los paracaidistas y su misión controlar puntos estratégicos, primero es el caos del desperdigamiento de paracas, además hay movimientos de la resistencia francesa en la que sabotean comunicaciones nazis, por la mañana llega el desembarco épico, la batalla será encarnizada, con la famosa escalada al Point Du Hoc, en el bando alemán asisten primero a lo que creen es una maniobra de despiste y después al asombro de como los mandos están atados de manos ante una esperpéntica situación, Hitler se ha tomado una pastilla para dormir y ha dado órdenes de que no se le despierte, es el único que puede movilizar los tanques para defender las playas de Normandía.

Es una cronología detallado de los acontecimientos que con hábil montaje nos ofrece un mosaico esclarecedor de los hechos, ello sin posicionarse políticamente, no hay buenos ni malos, solo soldados cumpliendo órdenes, esto sirve para dotar de humanidad a los personajes estén en el bando que estén, sobre todo a los alemanes a los que se embiste de honor, nobleza y orgullo, para no ensuciarlos no hay un solo saludo nazi (<Heil Hitler!>). El relato está surcado por decenas de historias, que van desde los altos mandos con sus dudas y arrebatos, y los soldados de a pie, unas con más minutos en pantalla que otras, con algunas microhistorias que son cameos, entrelazándose de modo desigual, alternándose el drama de la Guerra con sugestivas dosis de humor.  Se exalta la valentía, los sentimientos del deber, la resistencia, ello enmarcado en un sangriento día en el que las posibilidades de estar vivo al acabarlo no eran muchas. La cinta son 3 horas muy entretenidas, donde nunca acude el tedio, rebosantes de acción, de escenas prodigiosas, de frases ingeniosas, pero con todo esto bueno tiene la tara de que al querer acoger mucho se pierde en profundidad, se pierde en capacidad emocional, y se gana en superficialidad y en un sentido frío de docudrama. La cinta posee escenas visualmente impresionantes, tomas aéreas magníficas, explosiones suntuosas, artillería pesada  de gran veracidad, movimientos de masas de personas espléndidas, y es que la puesta en escena es su pilar más fuerte. Posee una fabulosa dirección artística de Léon Barsacq (“Los Niños Del Paraíso” o “Las Maniobras del Amor”), Ted Haworth (“Con Faldas Y A Lo Loco”, “Extraños En Un Tren”, “La Invasión De Los Ladrones De  Cuerpos”), Vincent Korda (“El Ladrón de Bagdad”, “Ser O No Ser” o “El Tercer Hombre”) con una exuberante recreación de los lugares reales, engrandecido los escenarios por la gloriosa fotografía en b/n de Jean Bourgoin (“Mister Arkadin”, “Mi tío” u “Orfeo Negro”), Walter Wottitz (“El Tren”, “El Ejército de Los Hombres” o “Crónica Negra”), jugando con la cámara con planos generales, travellings, movimientos de masas, imprimiendo una tonalidad grisácea muy acorde con el tiempo, asemejándola a los noticiarios de la época. Y esto adornado por la excelsa música de Maurice Jarre (“Lawrence de Arabia”, “Doctor Zhivago” o “Único Testigo”), dotando de tintes épicos a la narración, incluyendo extractos de la Quinta Sinfonía de Beethoven, se añade el tema “A Longest Day” de paul Anka.

                                                                                                                                                            
La cinta para ganar en realismo contó con asesores militares que 18 años antes participaron en la Operación Overlord (nombre en clave del Día D), tomaron parte gente como el General alemán Günther Blumentritt, el General estadounidense James M. Gavin, el oficial galo Philippe Kieffer (al que da vida Christian Marquand, lidera el grupo que libera Ouistreham, además fue juinto con dos de sus hombres los primeros miembros del Ejército de Libre de Francia que entró en París), el General germano Max Pemsel (fue el primero que coordinó la respuesta nazi a la invasión), John Howard(mayor británico que dirige el grupo aerotransportado que conquista el Puente Pegasus), Werner Pluskat (primer oficial alemán que ve el desembarco en la playa de Omaha, en la cinta su rol lleva el nombre de Hans Christian Blech), y Josef "Pips" Priller (piloto alemán, retratado en el film como Heinze Riencke), el británico Frederick Morgan (Jefe Adjunto del Estado Mayor en SHAEF ), el escocés General de Brigada Lord Lovat (interpretado por peter Lawford), Marie- Pierre Koenig (comandaba las Fuerzas Francesas Libres en la invasión), Max-Joseph Pemsel (un general alemán), y Lucie Rommel (viuda del Mariscal  Erwin Rommel ).

La cinta desde su arranque posee un tremendo atractivo visual, está el homérico discurso del mariscal rommel sobre como debe acabar con la esperada invasión aliada en la orilla de la playa, en lo que él espera sea <El Día Más Largo>, o un  travelling hacia atrás en un hangar, unos soldados juegan a los dados y la cámara retrocede poco a poco mostrando un infinito reguero de literas de 3 alturas con una superpoblación hacinada de militares, dando muestra de la magnitud de lo que acontecerá, o como van cayendo los paracaidistas sobre el pueblo de Sainte-Mére-Églese, comenzando las hostilidades con los nazis, uno de los paracas (Red Buttons) queda enganchado sobre la aguja del campanario de la iglesia, en esta imagen se funden el horror de cómo es testigo este de la refriega de disparos con el humor de no poder hacer nada y permanecer estoico, o cuando un capellán paraca en la noche busca desesperado su maletín de oficios en el río, o el vibrante asalto británico al Puente Pegaso, o el descarrilamiento por explosión de un tren de tropas nazis, espectacular, o la delirante cuando dos grupos de soldados uno americano y otro alemán se cruzan en la noche separados por un muro de piedra, como van mirando el cielo con los aviones no se percatan el uno del otro, o la impactante primera visión de un oficial nazi de la mgigantesca flota de la Invasión, o la Colosal oleada masiva de soldados arribando a las playas de las barcazas, con travellings, coreografías brillantes, explosiones, muertos, o la Apoteósica toma aérea  desde los dos zazas alemanes que acribillaron a decenas de aliados en las playas de Juno y Gold,  un descomunal barrido flotando sobre cientos de cabezas de los aliados, los tiros se sienten reales, los muertos caen uno tras otro (hecho real), fascinante, o la flema británica representada en el gaitero que acompaña a un grupo de soldados o en un mando que lleva a su mascota en la playa, un bulldog, o la tensa y valerosa subida de 30 m. de los Rangers USA al Point du Hoc defendido por la Wehrmacht, encarnizada batalla, o la epopéyica batalla por Ouistreham, comenzando con una toma aérea Antológica, un glorioso travelling de minuto y medio con un puerto en el centro, con movimientos de decenas de soldados en combate, con explosiones y disparos,  con la cámara danzando al son de la acción, levitando por los techos con las defensas nazis, siendo protagonista de la secuencia, prodigioso, con un apocalíptico enfrentamiento por el casino de la villa donde se concentran los nazis, o la penúltima escena el que el personaje de Burton, un piloto herido  se encuentra con un soldado americano y charlan, definiendo Burton la guerra <Está muerto. Estoy lisiado. Estás perdido. Crees que es siempre así? Me refiero a la guerra>, terminando con la frase del soldado <Me pregunto quién habrá ganado?>. Luego viene el final que es sensiblemente mejorable (spoiler).


La galería de actores importantes que salen es interminable, ello en papeles que van desde unas pocas apariciones en pantalla con algunas de solo uno, los más importantes son John Wayne como un coronel paraca, bastante prepotente, Robert Mitchum, brigada en la playa de Omaha, no le va el rol, demasiado chistoso, impertérrito con su cigarro en la boca, no infunde dramatismo, casi se toma la invasión como un picnic con hormigas molestosas, Hnery Fonda como un orgulloso oficial familia del presidente Theodore Roosevelt, poco peso en la cinta, sale Richard Burton con el mejor personaje, emitiendo una gran melancolía existencial en medio del caos de la guerra, Sean Connery en un papel de alivio cómico sin más cumple, Rod Steiger que sale para a través de un radar y sus múltiples puntos (barcos aliados) explicarnos la grandeza de lo que va  a suceder, Curt Jürgens como el oficial nazi que con un tremenda tristeza ve en la desidia de Hitler su derrota y dice < Vamos a perder la guerra porque al Führer no se le puede despertar. un hecho que asombrará a los historiadores y analistas militares del mañan >, Gert Frobe es un soldado nazi proveedor de leche, otro alivio cómico, otro actor desaprovechado, Mel Ferrer frío analista en la sala de mandos con los grandes mapas, además salen e cuasi-cameos y de muy poco peso como Sal Mineo, Peter Lawford, Paul Anka, Roddy McDowall, Roberr Ryan, George Segal o Robert Wagner.

Es un film que no termina de ser la Obra Maestra que pretende, al tocar tantos personajes se pierde en profundidad, en hondura dramática, llegando a ser simples esbozos superficiales con pocas líneas para provocar emociones, la magnitud de la epopeya supera a las actuaciones, la suma de estrellas no siempre es proporcional a su resultado emocional, de hecho aquí puede restar autenticidad al por momentos las estrellas querer estar por encima de la historia. Tampoco el sentido del humor un tanto derivado del triunfalismo ayuda a la intensidad, con algunas situaciones un tanto rozando la caricatura, ejemplo el erróneo casting de Mitchum, como tampoco me gusta el modo displicente con que se trata a los muertos o heridos, soldados pasando por encima de cadáveres como si nada, la escena en que van poner descargas en el muro mueren soldados y los de detrás los empujan como si nada, en la playa no vemos atender a heridos, los muertos son tratados como algo impersonal, casi como si fueran peones sin alma, tampoco vemos debates morales de los participantes, no vemos pánico, ni cobardía, todo resulta muy plano en este sentido, todos son valientes, no hay matices, no hay ambigüedad, no hay complejidad, otro elemento más que resta autenticidad, como también lo es que en una carnicería con miles de muertos apenas se vea sangre, no digamos ya mutilaciones, en este sentido vuelvo a lo de la frialdad con que se tratan heridos y muertos, en esto “Salvar Al Soldado Ryan” la vapulea.

 
En conjunto queda un notable film, de una espectacularidad grandiosa, con la tara de falta de alma en algunos aspectos. Fuerza y honor!!!


Spoiler:



Tras la escena entre Burton y el soldado que se cuestiona sobre quién habrá ganado hay un corte demasiado triunfalista a la playa donde vemos el despliegue inmenso de tropas americanas atravesar el muro derribado, Mitchum hace su último chascarrillo con un puro, se monta en un jeep y cruza el muro ello con música de marcha militar, me falta algún homenaje a los caídos en batalla, como si no hubiera habido fallecidos, se esconden al espectador, llegando a parecer este detalle un panfleto propagandístico patriotero que se hace durante la Guerra. El guión original acababa con un soldado llorando en la playa entre la sangría humana, esto si habría sido valiente y de un tufillo facilón, de hecho Zanuck dijo arrepentirse de no haberlo terminado así, a buenas horas…

El día 6 de junio de 1944 por parte aliada participaron en la Operación Overlord fuerzas de 14 países incluidos republicanos españoles, dos tercios eran estadounidenses, 815000 aliados frente a 380000 nazis, hubo 68000 muertos y 1460000 heridos en el bando ganador y 150000 entre muertos y desaparecidos en el lado germano. Un día que se recordará por Siempre.

Frases la lapidarias: <Créanme, señores, las primeras veinticuatro horas de esta invasión serán decisivas! Será para los aliados, así como para los alemanes, el día más largo>, <En el corazón de la oscuridad, en lo más profundo de la noche, nunca debemos perder la esperanza. Vamos a mantener nuestra fe intacta, firme! Para cada uno de nosotros, la liberación se acerca>, <Sólo dos clases de personas se va a quedar en esta playa: las que ya están muertos y los que se va a morir>, <Esta es la historia. Estamos viviendo un momento histórico. Vamos a perder la guerra porque nuestro glorioso Führer ha tomado una pastilla para dormir y no debe ser despertado. A veces me pregunto de qué lado está Dios>, <Estamos en la víspera de un día que la gente va a hablar mucho después de que hayamos muerto y desaparecido>.

La cinta posee infinidad de curiosidades: El sargento Kaffeekanne se traduce como “Bote de Café”, guiño a lo que siempre lleva en pantalla. El Gaitero Mayor que aparece es Leslie de Laspee, gaitero de cámara de la Reina Isabel. Richard Todd da vida al líder de la brigada británica que tomó el famoso puente Pegaso, Todd participó realmente en la misión, además este llevaba el casco que usado este día. Curd Jürgens encarna al General alemán Blumentritt, es encarcelado por incompetencia, Jürgens fue llevado a prisión por los nazis de joven. Se le propuso al General Eisenhower interpretarse a sí mismo y este aceptó, posteriormente se desechó la idea al no poder el maquillaje rejuvenecerlo, haciéndolo Henry Grace, decorador de escenarios sin experiencia interpretativa aunque era un clon de Ike a la edad requerida. El paraca (John Steele en la realidad) que vemos engancharse en la iglesia es real, como homenaje en la población de Sainte-Mère-Èglise han puesto un muñeco atrapado de dicho lugar. En la escena del desembarco en la playa de Omaha los extras de soldados americanos no querían saltar al agua por estar fría, Robert Mitchum encolerizó, saltando el primero al mar, los extras saltaron por vergüenza tras él. Joseph Lowe participó en el asalto real al Point du Hoc, en el film también lo hace como extra. Richard Burton y Roddy McDowall estaban contratados en el rodaje interminable de “Cleopatra”, con muchos días esperando a actuar, aburridos llamaron a Zanuck para les diera algún rol en la película, el productor los traslado en avión al lugar de filmación, y en un día hicieron sus apariciones, sin cobrar. Fue la última aparición en cine de sean Connery antes de saltar al estrellato con el mítico agente secreto James Bond, además en la película salen varios villanos de la saga, Gert Frobe y Curd Jürgens en “Goldfinger” y Karl stromberg en “La Espía Que Me Amó”. Todos los actores aceptaron una tarifa plana de 25000 $, excepto John Wayne que exigió 250000 $ para vengarse de Zanuck que lo había tildado como <El pobre John Wayne> tras el descalabro de “El Álamo”. Hay muchas más.

Se rodó en Francia, Isla de Ré como la playa Omaha, playa de Saleccia en Saint-Florent (Córcega), Port-en-Bessin-Huppain es Ouistreham , y los lugares reales del Puente Pegaso cerca de Bénouville, Calvados , Sainte-Mere-Eglise y Pointe du Hoc (estos 6 lugares en Normandía) y Les Studios de Boulogne en Boulogne-Billancourt. La Sexta Flota USA puso a disposición de la producción buques de desembarco anfibio y embarcaciones para las escenas rodadas en Córcega, el USS Springfield y USS Little Rock , cruceros ligeros de la WWII usados en escenas de la orilla del bombardeo.

Fue una exageración para dar más dramatismo al desembarco lo del muro de varios metro de altura y de grosor, en el lugar más alto en la realidad era de un metro y estaba hecho de rocas. Los canadienses se quejaron de su mención en el film, cuando fueron los únicos que obtuvieron los objetivos marcados. Los paradummies “Rupert” (Operación Titanic)  utilizados en el film son mucho más sofisticados que los usados en la realidad, estos estaban hechos de lona y sacos rellenos de arena, con ellos saltaron 6 soldados de la Special Air Service que llevaban grabaciones con sonidos de batallas para despistar a los alemanes.

Los primeros soldados que comenzaron sobre el terreno la Operación Overlord fueron 3 franceses paracaidistas que saltaron sobre Bretaña  el 5 de junio a las 23:30, reflejado fielmente en el film. El primer soldado aliado muerto en la Operación el teniente Den Brotheridge del segundo Ox & Bucks Infantería Ligera cuando cruzaba el puente Pegasus a las 0:22m del 6 de junio.