MINORITY REPORT.
Irregular thriller de ciencia ficción dirigido por Steven Spielberg. Lo he revisionado con motivo del 20 aniversario del estreno (17/06/2002), y me he encontrado un film con mucho bueno y mucho regulero (siendo benévolo), muchos artificios difíciles de soportar. Escrita por Scott Frank (“Out of sight” o “Logan”) y Jon Cohen (en su hasta ahora, único trabajo en cine), es la adaptación libre del homónimo de 1956 del maestro de la ciencia ficción Philip Kindred Dick (varias de sus obras han sido llevadas al cine, como “Blade Runner”, “Total Recall” o “Paycheck”), un relato enmarcado en Washington DC (el original era Los Ángeles) en año 2054, donde hay una unidad policial ‘Precrime’, departamento de policía especializado, que detiene a los delincuentes basándose en el conocimiento previo proporcionado por tres psíquicos llamados "precogs". Protagonizado por la estrella Tom Cruise en la primera colaboración con Spielberg (luego formarían otro tándem en “La Guerra de los Mundos”), como el héroe atormentado por un trauma familiar (algo original del guión y no del cuento, en lo que es un recurso manido del universo Spielberg), que se ve embarcado en una carrera contrarreloj por demostrar su inocencia (cual mítico Richard Kimble de “El Fugitivo”), para lo que debería paradójicamente ir contra el sistema que tanto ha defendido (en el material de origen era un tipo mayor y calvo ¿?), el actor neoyorkino impregna a su personaje de melancolía (Spielberg lo humaniza cuando lo vemos drogarse mientras ve grabaciones de su hijo desaparecido), así como es intrépido en las varias escenas de acción-persecución (el actor siempre rechaza dobles), emitiendo vigor. Le acompaña como la figura paterna el gran Max von Sydow, como alma mater del proyecto Precrime, y Colin Farrell en un papel al que da fuerza dramática (papel rechazado por Javier Bardem), Samantha Morton como la líder de los precog, aporta veracidad y nervio, del resto destaco al infravalorado Tim Blake Nelson como un suigeneris guardia de singular presidio.Ah, y el jocoso rol de ‘Mad Doctor’ del siempre roba escenas Peter Stormare.
Un film en el que
el llamado rey Midas de Hollywood pretende hacer su particular homenaje al
género noir (esto realzado en laultra-saturada fotografía del habitual de Spielberg desde “La lista de
Shindler”, el polaco Janusz Kaminski, potenciando los granulados en azul y
negros), mezclado con sus ansias de crear mundos nuevos futuros no tan alejados
del nuestro, para hacerlos creíbles, ello con mucha acción espectacular,
tensión, un juego de ‘whodunit’. Y en el fondo temas trascendentes como el
enfrentamiento entre el libre albedrío vs determinismo, si está escrito el
destino o podemos cambiarlo. También se aborda hasta qué punto estamos dispuestos
a dar poder al estado por nuestra seguridad, llevando al límite la idea cuando
vemos en la historia que se detienen y condenan a gente que aún no ha cometido
un crimen, pero según sus ‘métodos’ lo van a cometer, es esto algo cercano al
fascismo que detiene por ideas, no por actos, un debate moral pernicioso y tramposo,
pues en realidad todos somos dueños de cambiar en el último momento, cuantos no
lo hemos hecho en nuestras vidas, la presunción de inocencia queda anulada. Indagando
en los márgenes en sistemas de control modernos que nos pueden llevar a vivir
en una especie de Gran hermano controlados por una simple mirada a cámara a través
de nuestro iris.
Spielberg vuelca
todo un arsenal visual en la película, creando iconos visuales como es ese Tom
Cruise manejando un ordenador táctil sobre la nada con guantes especiales. El
director crea un mundo futuro creíble en su miscelánea entre elementos reales
de ahora con otros que se ven veraces, con hincapié en los sistemas de
publicidad que se convierten en individuales por mor del iris (utilizando esto
a modo de gag en algún momento, como cuando una de estas ‘vallas’, la de American
Express le dice: "Parece que necesita un escape, y Blue puede llevarlo
allí"), las ciudades se ven como un remanente atomizado de la “Metropolis”
de Fritz Lang, las autopistas que se desdoblan de forma disfuncional en
vertical sobre edificios, donde puedes aparcar el auto empotrándolo sobre el salón
de tu hogar, tenemos policías que llevan mochilas para volar, especie de arañas
detectoras de iris, o los tenemos periódicos hologramas (esto es algo obsoleto
con los móviles). El diseñador de
producción Alex McDowell fue contratado en base a su trabajo en Fight Club y
sus guiones gráficos para una versión cinematográfica de Fahrenheit 451 que
habría protagonizado Mel Gibson. McDowell estudió arquitectura moderna y sus
decorados contienen muchas curvas, formas circulares y materiales reflectantes.
La diseñadora de vestuario Deborah L. Scott decidió hacer que la ropa que
usaran los personajes fuera lo más simple posible, para que la representación
del futuro no pareciera anticuada.
Hay un inicio espectacular de un cuarto de
hora, donde pone al espectador en medio de este futuro utópico. Vemos a Anderton
frente a una pantalla holográfica, manejando clips al modo que haría Sherlock
Holmes, para desentrañar en estas imágenes aleatorias que coloca y deshecha en una
coreografía hipnotizante, pistas sobre el lugar de un potencial crimen, donde
un marido va a matar su adúltera esposa (aún no sabemos el sistema). Un montaje
trepidante donde las imágenes de promedio no duran más de 5 segundos para 171
tomas), ello con retroiluminación difusa, con enfoques y desenfoques extraños,
con profundidades de campo que desconciertan, hasta que por fin nos situamos en
esta montaña rusa de comienzo.
Tras la presentación de situación es este mundo
aparentemente idílico en lo referente a seguridad. Entramos en la paradoja de
que el principal agente de esta agencia es el pre-criminal. Y entonces siguiendo
la huida y a la par investigación del ínclito por saber la verdad entramos a
conocer un poco mejor este futuro quimérico.
Donde la acción se sucede en varios momentos potentes. Como la (inverosímil)
huida de Anderton en un callejón de varios agentes con mochilas impulsoras que
les hacen volar, espectacular como levitan, saltan, caen, son hombres cohetes,
atraviesan ventanas, techos; Esto se encadena a otra persecución a pie que
deriva en una fábrica de autos (es que nadie la supervisa?), esquivando la maquinaria,
las grúas, los ganchos, las remachadoras, mientras pelean, y disparan con armas
impresionantes en su especie de bolas de aire atómicas, acabando en una
divertida situación (cuando la cadena de montaje termina un coche); La
persecución por auto por las infernales autopistas de autos inteligentes,
donde Anderton deberá saltar por vehículos a toda velocidad surcando las vías verticales
(esto supera la razón, me hja sido de súper-héroe, por muy buenos sean los
efectos visuales, este atropello a la realidad me ha sido como ver algunas secuencias
similares de la saga “Star Wars”); Tenemos el brillante tramo en que Anderton
está escondido en un piso tras haberse echo una operación, la policía lanza en
el edificio especie de arañas que se cuelan bajo puertas para revisar el iris
de los habitantes para discernir si está allí Anderton, ello filmado de modo
cenital, saltando las diferentes estancias desde lo alto, seguramente
inspirándose en la escena clímax de la scorsesiana “Taxi Driver”, con la cámara
operando igual, con el suspense de cómo escapará el prota a este asedio, con
ese gran momento burbuja (no quiero spoilear) y la reacción de la araña. Ello
desplegando en las diferentes estancias que visitan los nano robots humor (esa
pareja que pelean y se detiene al ver los ‘bichejos’, son auscultados, se
marchan los ‘revisores’ y continúan su disputa como si nada); Tenemos un
ingenioso tramo en que Anderton huye con una ‘Precog’ por un centro comercial y
esta le da pistas sueltas (precognitivas) sin aparente importancia que le son vitales
para escapar de sus perseguidores.
También es curioso
como Spielberg parece (igual es solo mi impresión) criticar el mundo invasivo
de la publicidad, con sus métodos agresivos de detectar quien eres a través de paneles
publicitarios, pero a la vez es un hipócrita del ‘copón’, pues las marcas que aparecen
en pantalla han pagado un ‘pastón’ por salir en el film, desde Lexus, Reebok,
Nokia, The Gap, Guinness, American Express, Bulgari y Aquafina de Pepsi-Cola,
entre otros. Lexus pagó 5 millones de
dólares por salir con una versión (ficticia) futurista de uno de sus
automóviles. Amén como parte del trato, también entregó un nuevo y brillante
convertible Lexus SC 430 de $ 62,000 a Spielberg (se le preguntó al
vicepresidente de marketing de Lexus, Mike wells: “Por qué Lexus invertiría
todo ese dinero en ayudar a Spielberg a diseñar par de autos que nunca se
venderán?, y este respondió: "Queríamos mostrarle al mundo que Lexus, como
marca, se mantendrá firme en 50 años"; El fabricante de teléfonos Nokia gastó apx. $
2 millones para diseñar los teléfonos futuristas que Cruise y otros usan en la
película, según las fuentes (una marca que con el paso de los lustros ha pasado
a ser muy secundaria en el mundo Smartphone).
Entre las taras
cabe añadir el flashback que nos cuelan de Anderton con su hijo en una piscina,
donde desapreció el niño, muy pasteloso e innecesario, propio del Spielberg
dulzón y sensiblero. Por cierto, como en un mundo futuro no hay una
investigación con las cámaras que debería haber en estos recintos? Y su final
me ha resultado acomodaticio y poco inspirado, sin fuerza emocional alguna,
incluso copiando al film “El fugitivo” con esa terraza en las alturas. Aunque
esto puede variar si piensas en un pequeño detalle de una frase que puede hacer
girar todo*.
El director de
fotografía Janusz Kamiński filmó la película con película de alta velocidad en
formato Super 35 para aumentar el grano general, que Spielberg prefirió al
entonces emergente formato de video digital. El trabajo de cámara de la
película es muy móvil, alternando entre tomas de mano y Steadicam, son
"exageradas por el uso de lentes de gran angular y el ángulo de cámara
bajo ocasional" para aumentar la percepción del movimiento. Las visiones
de los pre-cogs se presentan en una serie fragmentada de clips que utilizan un
dispositivo de "lente blanda", que distorsiona las imágenes,
desenfocando sus bordes y creando ondas a través de ellos. Minority
Report fue la primera película en tener un diseño de producción completamente
digital. Denominado "previz", como abreviatura de previsualización
(término tomado de la narrativa de la película), el diseñador de producción
Alex McDowell dijo que el sistema les permitía usar Photoshop en lugar de
pintores y emplear programas de animación 3D (Maya y XSI) para crear un
escenario simulado, que podría llenarse con actores digitales y luego usarse
para bloquear tomas por adelantado.
La música, como en
el 99% de films de Speilberg es del maestro John Williams, adaptándose bien al
tono de suspense de la obra, inspirándose en el Bernard Herrmann de Hitchcock,
pero que no es de las que pasará al gran repertorio del compositor neoyorkino.
Spoiler:
Resulta que nos
enteramos que son tres hermanos ‘precog’, pero a la hora de la verdad solo lo
es ella, Agatha. Los otros dos son comparsas; Me ha sido un insulto a la
inteligencia la forma tan fácil en que Anderton entra en la compañía ‘Precrime’
y se lleva a Agatha. Yo esperaba una infiltración tipo ‘Misión Imposible’
descolgándose por los techos, pero no, lo hace con sus antiguos ojos
extirpados, primero es que menudos inútiles que son los de ‘Precrime’ al no
haber eliminado de la base de pases ‘vip’ a Anderton, luego no pasa más
filtros, solo llega, coloca los ojos de la bolsita y ya está, pero que medidas de
seguridad de Mo4rtadelo y Filemón tiene en el futuro?; Luego que nos tengamos que
tragar que los ojos extirpados son igual con el flujo sanguíneo que sin él
(puaj!); No siendo bastante esto luego vemos a la ex mujer (creo) de Anderton infiltrándose
de esta forma en la prisión de los ‘Precrime’, esto es una tomadura de pelo, aunque
esta parte podría tener una doble lectura que daría un cariz mejor a la
conclusión*.
Minority Report fue originalmente el título de
un relato corto escrito por Philip K. Dick en 1956. Los guionistas Ronald
Shusett (de Alien) y Gary Goldman (Golpe en la Pequeña China) pensaron en
utilizar la historia como base para una posible secuela de Desafío total (1990,
escrita también por Goldman). En ese tratamiento de guión, la acción se
trasladó a Marte y los precogs se convirtieron en mutantes. La identidad del
protagonista se cambió por la de Douglas Quaid, el personaje interpretado en la
primera película por Arnold Schwarzenegger. Al final, el proyecto no salió
adelante, pero los guionistas, que todavía eran los propietarios de los
derechos del relato de Dick, reescribieron la historia apartándola del universo
de Desafío total. En 1997, se contrató al novelista John Cohen para rehacer
completamente el guión de cara a una adaptación cinematográfica que dirigiría
el holandés Jan de Bont. Tom Cruise tuvo
acceso al guión y se lo propuso a Steven Spielberg, con quien quería trabajar
desde hacía muchos años. Éste aceptó a condición de pulir la historia (para lo
que trajo a Scott Frank, quien ya había firmado previamente el libreto de
películas como El pequeño Tate, Morir todavía o Cómo conquistar Hollywood) y
que tanto él como Cruise, en lugar de sus habituales salarios cobraran un
porcentaje del beneficio, lo que permitiría mantener el presupuesto de la
película por debajo de los cien millones de dólares. Al final, como suele
suceder con los relatos de Philip K. Dick, hay muchas diferencias entre la
historia original y la adaptación cinematográfica.
*El final positivo y ejemplarizante al que no
pudo sustraerse Spielberg, probablemente no hubiera sido el elegido por Philip
K. Dick (bastante diferente a lo que puede leerse en su relato). Se ha apuntado
la interesante teoría de que el auténtico final de la película está escondido
en la misma y no es lo que parece. Cuando Anderton es capturado y colocado en
coma, el guardia declara: “Dicen que tu vida pasa frente a tus ojos, que todos
tus sueños se hacen realidad”… Y eso es exactamente lo que sucede luego:
escapa, vence al villano, se queda con la chica e incluso tiene otro hijo.
Ergo, el final que se nos muestra no es más que una fantasía creada por la
mente de un Anderton condenado injustamente a una eternidad de no-vida. Es algo
mucho más acorde con el tipo de engaños y giros sobre los que Dick gustaba
apoyar muchas de sus novelas y cuentos y que pueden resumirse en que las cosas
no son lo que parecen (solamente en lo que a cine se refiere, podemos citar
como ejemplos Desafío total, Infiltrado, Next, Blade Runner, Paycheck o Destino
oculto). Probablemente no es lo que el optimista Spielberg tenía en mente, pero
resulta interesante que la película pueda interpretarse de esas dos formas
diametralmente opuestas (el triunfo de la voluntad humana o la ilusión del
libre albedrío) sin dejar de resultar entretenida.
Se suponía que el proyecto de “Minority Report”
era una secuela de la adaptación de Dick de 1990 Total Recall, protagonizada
por Arnold Schwarzenegger. El novelista Jon Cohen fue contratado en 1997 para adaptar
la historia a una posible versión cinematográfica que habría sido dirigida por
el cineasta holandés Jan de Bont. Mientras tanto, Cruise y Spielberg, quienes
se conocieron y se hicieron amigos en el set de la película de Cruise Risky
Business en 1983, había estado buscando colaborar durante diez años. Spielberg
estaba destinado a dirigir a Cruise en Rain Man, pero se fue para hacer Indiana
Jones and the Last Crusade. Cruise leyó el guión de Cohen y se lo pasó a
Spielberg, quien sintió necesitaba algo de trabajo. Spielberg no participó
directamente en la escritura del guión, aunque se le permitió decidir si el
guión de la película estaba listo para ser filmado. Cuando Cohen envió una
revisión aceptable, llamó a Cruise y le dijo: "Sí, haré esta versión del
guión". Spielberg se sintió atraído por la historia porque, como misterio
y película ambientada 50 años en el futuro, le permitió hacer "una mezcla de
géneros" que lo intrigó.
Cruise y Spielberg, ante la insistencia de
este último, aparentemente acordaron tomar cada uno el 15% de los ingresos
brutos en lugar de cualquier dinero por adelantado para tratar de mantener el
presupuesto de la película por debajo de los 100 millones de dólares. Spielberg
dijo que había hecho lo mismo con actores de renombre en el pasado con gran
éxito: "Tom Hanks no recibió dinero en efectivo por Salvar al soldado
Ryan, pero ganó mucho dinero con su participación en las ganancias".
Cuando Spielberg originalmente firmó para
dirigir, planeó tener un elenco de apoyo completamente diferente. Le ofreció el
papel de Witwer a Matt Damon, Iris Hineman a Meryl Streep, Burgess a Ian
McKellen, Agatha a Cate Blanchett y Lara a Jenna Elfman. Streep rechazó el
papel, Damon optó por no participar, y los otros papeles fueron modificados debido
a los retrasos. Spielberg también ofreció el papel de Witwer a Javier Bardem,
quien lo rechazó.
El rodaje tuvo lugar en Washington, DC,
Virginia y Los Ángeles. Los lugares de rodaje incluyeron el Edificio Ronald
Reagan (como sede de PreCrime) y Georgetown. El horizonte de Rosslyn, Virginia,
es visible cuando Anderton sobrevuela el río Potomac. Una toma rápida de Indian
Field Creek, que cruza Colonial Parkway en Yorktown, Virginia, se ve cuando
John lleva a Agatha a la casa de su esposa. La ubicación de la pequeña isla
inexplorada en la última toma de la película es Butter Island en North Haven,
Maine, en Penobscot Bay. Aunque tiene lugar en un mundo futuro imaginado de
tecnología avanzada, Minority Report intenta incorporar una descripción más
"realista" del futuro. Spielberg decidió que para ser más creíble, el
escenario debía mantener tanto elementos del presente como aquellos que los
especialistas esperaban que vendrían. Así, Washington, DC, tal como se muestra
en la película, conserva edificios conocidos como el Capitolio y el Monumento a
Washington, así como una sección de edificios modernos al otro lado del río
Potomac.
El equipo de dobles fue el mismo que se usó en
Misión: Imposible 2 de Cruise, y fue responsable de escenas de acción
complejas. Estos incluyeron la escena de persecución en la fábrica de
automóviles, filmada en una instalación real utilizando accesorios como un
robot soldador, y la pelea entre Anderton y los oficiales vestidos con mochilas
propulsoras, filmada en un escenario de callejón construido en el lote del
estudio Warner Bros.
Industrial Light & Magic hizo la mayoría
de los efectos especiales, mientras que PDI/DreamWorks fue responsable de los
robots Spyder. La empresa Pixel Liberation Front hizo animaciones de
previsualización. Las proyecciones holográficasy las instalaciones de la
prisión fueron filmadas por varias cámaras itinerantes que rodeaban a los
actores, y la escena en la que Anderton se baja de su automóvil y corre a lo
largo de los vehículos Maglev se filmó con accesorios estacionarios, que luego
fueron reemplazados por vehículos generados por computadora.
Diferencias en la trama: ‘La historia de
Philip K. Dick solo te da un trampolín que realmente no tiene un segundo o
tercer acto. La mayor parte de la película no está en la historia de Philip K.
Dick, para disgusto de los fanáticos de Philip K. Dick, estoy seguro’— Steven
Spielberg, junio de 2002
Como la mayoría de las adaptaciones
cinematográficas de las obras de Dick, muchos aspectos de su historia cambiaron
en su transición al cine, como la incorporación de Lamar Burgess y el cambio de
escenario de la ciudad de Nueva York a Washington, DC, Baltimore y el norte de
Virginia. El personaje de John Anderton
se cambió de un anciano calvo y fuera de forma a un oficial atlético de unos 40
años para adaptarse a su retratador y las escenas de acción de la película. La
película añade dos historias de familias trágicas; la de Anderton, y la de los
tres pre-cogs. En el cuento, Anderton está casado y no tiene hijos, mientras en
la película es el padre divorciado de un hijo secuestrado, probablemente haya
fallecido. Aunque está implícito, pero no está claro en la película si Agatha
está relacionada con los gemelos pre-cogs, su familia quedó destrozada cuando
Burgess asesinó a su madre, Anne Lively. Los precogs eran individuos
intelectualmente discapacitados y deformados en la historia, pero en la
película, son descendientes genéticamente mutados de drogadictos. El futuro
asesinato de Anderton y las razones de la conspiración cambiaron de un general
que quiere desacreditar a PreCrime para recuperar algunos fondos militares, a
un hombre que asesinó a la madre de un precog para preservar PreCrime. Los
asesinatos posteriores y la trama se desarrollaron a partir de este cambio. El
final de la película también difiere del de la historia corta. En la historia
de Dick, Anderton evita el cierre de la división PreCrime, sin embargo, en la
película, Anderton provoca con éxito el fin de la organización. Se actualizaron
otros aspectos para incluir la tecnología actual. Por ejemplo, en la historia,
Anderton usa una máquina de tarjetas perforadas para interpretar las visiones
de los precogs; en la película, usa una interfaz de realidad virtual.
Sumando lo bueno y lo malo, me da un
interesante producto, que brilla en su ritmo (aunque se estura demasiado en su
rush final), su composición del mundo futuro y algunas buenas escenas de
acción. Gloria Ucrania!!!