domingo, 3 de diciembre de 2023

 


MOGAMBO.


Grácil melodrama romántico con dosis de aventuras en radiante technicolor. Lo he visto con motivo del 70 aniversario de su estreno (23/09/1953), es remake de "Red Dust", producción también de la MGM en 1932 que dirigió Victor Fleming y ya entonces contó con Clark Gable de protagonista. Jean Harlow interpretaba el papel de Ava Gardner y Mary Astor el de Grace Kelly. La principal diferencia es que aquella estaba ambientada en Indochina. Aquí dirige el maestro John Ford. Filmada en locaciones de África Ecuatorial, con banda sonora compuesta enteramente de música tribal africana real grabada en el Congo, adaptada por John Lee Mahin (“Scarface” o “Capitanes intrépidos”, también escribió la primera versión) de la obra “Red Dust” de Wilson Collison. Aunque el avance original de la película explica que "Mogambo" significa "el más grande", en realidad la palabra "Mogambo" no tiene ningún significado. Al productor Sam Zimbalist se le ocurrió el título alterando el nombre del Mocambo, un famoso club nocturno de Hollywood. La Metro estaba encontrando un buen filón haciendo versiones en color de sus viejos éxitos en blanco y negro, y este, basado en una otra de teatro del año 1928, fue uno más de ellos, junto a “Las minas del rey Salomón” o “Quo vadis”.

 

John Ford hizo el film como un trabajo por contrato, el mismo año en que hizo su más personal “The Sun Shines Bright”. Es un triángulo romántico sin mucha profundidad, pero ágil en su desarrollo, con buenos diálogos, sobre todo los que maneja una brillante Ava Gardner en puede su mejor papel en cine, es la roba-escenas de la cinta, nunca ha lucido más bella y sensual, mostrándose divertida (agudos y muy valientes las bromas sobre las orejas de soplillo de Gable), simpática, frágil, luciendo además de tipazo una labia de víbora mordaz seductora, con viperinas frases de doble sentido pícaro, y todo ello con el exótico marco de fondo de la sabana africana.

 

Ford juega a ser el Huston de “La Reina de África”, no llegando ni mucho menos a esta, si ofrece un producto bonito y satisfactorio en su miscelánea de géneros, donde se mezclan amores furtivos con acción remanente de estar entre elefantes, leones, jirafas o gorilas, siendo claramente un preludio esta historia de la posterior hawksiana “Hatari” (1962). Todo esto enaltecido por la lustrosa cinematografía de Robert Surtees (“Ben-Hur” o “El Graduado”) y Freddie Young (“Lawrence de Arabia” o “El Doctor Zhivago”), es maravillosa en sus cromatismos arenosos, exhibiendo las praderas africanas selváticas, sus ríos, las cascadas, sus acantilados, su fauna, la jungla de los gorilas, o las hileras de porteadores tan típicas del pan colonialismo, ello luciendo vigorosos planos generales. Lástima de como cantan las escenas en que se suponen están cerca animales salvajes y los humanos, son planos y contraplanos sin más (incluso se nota es rodada con otro tipo de objetivo!), sin siquiera haber retroproyecciones, Ford no se preocupa de esto, y resta realismo y tensión esta falta de imaginación para hacernos creer lo amenazante ambiental.

 

La neoyorquina Eloise "Honey Bear" Kelly (Gardner) llega a un remoto puesto de avanzada africano en busca de un rico maharajá conocido, sólo para descubrir que ha cancelado su viaje debido a los disturbios en su reino. Mientras espera el próximo barco fluvial, departe con el trabajador cazador de caza mayor de animales salvajes Victor Marswell (Gable) de USA, inicialmente la considera de mala reputación. El socio comercial de Marswell es el valiente inglés y cazador de caza mayor John "Brownie" Brown-Pryce (Philip Stainton). "Brownie" simpatiza con Kelly y cree sus "cicatrices no son visibles, pero están ahí". Marswell también tiene una relación semihostil con su empleado, el brusco ruso Leon Boltchak (Eric Pohlmann), en una sub trama extraña que no se sabe que pinta ahí, pues este es humillado por su jefe y no pasa nada, nunca lo vemos relacionarse para bien o mal con este. Kelly y Marswell luego desarrollan una atracción mutua. Luego, el barco fluvial trae a la pareja londinense Donald Nordley (insípido Donald Sinden) y su esposa Linda (Kelly). Honey Bear sale en el vapor con el capitán británico a instancias de Marswell, aunque ella preferiría quedarse con Marswell y él expresa cierto pesar por su separación. Los Nordley desean ir de safari para grabar los gritos de los gorilas.

 

Es destacable la fulgente química entre la Kelly y Gable, se nota el calor entre ellos, esto seguramente por que este amor traspasaba la actuación, pues tuvieron un affaire real durante el rodaje, de ahí como se respira naturalidad en sus miuradas, roces y besos. Pero también hay gran compenetración del gran ‘Rhett Butler’ con la Gardner, los ‘tiritos’ constantes de esta son respondidos con gestos maravillosos por este que se sabe acertado estos punzantes. Gable proyecta ser un tipo seguro de sí mismo, cínico, valiente, es el carisma con patas, un Macho Alfa con mayúsculas, sus ojos medio entornados seducen has a un hetero, sensacional como emite testosterona a través de la pantalla, un playboy de 51 años con canas que mantiene intacto su sex apple, hace verosímil que jóvenes como la Gardner de 29 años o la Kelly de 22 las veamos caer rendidas ante su seductora personalidad. Lástima de ese final que le hace caer en lo simplón de lo políticamente correcto que no corresponde con el carácter libertario mostrado (*spoiler); El tercer vértice del triángulo es Grace Kelly, hermosa, angelical, de apariencia cuasi-virginal, pero que esconde la satisfacción tras un matrimonio ‘feliz’, y el aventurero Victor es el contrapunto a su manso esposo. Esto lo refleja la actriz ewn su tercer papel en cine de forma vibrante. No fue la primera elección de Ford para el papel de Linda, Gene Tierney abandonó debido a problemas de salud. 

 

Las dos mujeres son la eterna ‘lucha’ entre las morenas y las rubias, las dos contrapuestas en personalidad. La Gardner extrovertida, simpática, sincera, irónica, autosuficiente, frente a la rubia Kelly inocentona, hipócrita, reprimida, infeliz, las dos son la tentación de este Macho Alfa, y nuestras simpatías (al menos las mías) van para la morena, que se muestra mucho digna y orgullosa que la fatua Kelly/Linda. Desluce que el marido de Linda sea un pusilánime que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor, le falta que se acuesten en su tienda su mujer y Victor y aun así no le daría importancia, un idiota que ni telegrafiándole que su mujer es un pendón se daría por aludido.

 

Todo llega al clímax durante una cacería de gorilas, donde Victor pretende enseñar las cartas al marido cornudo (sin saberlo), pero hay entonces un ataque de simios (muy mal editado en los planos contraplanos de gritos y el mico, muy pobre la recreación). Esto tendrá su continuación durante una borrachera en una tienda entre el cazador y Eloise con intrusión de Linda, acabando todo de forma aparatosa, pero dejando relucir los sacrificios de unos y otros. Muy bueno esto, pero la resolución final me chirría más que el Titanic partiéndose en dos (*spoiler).

 

Spoiler:

 

*En el final Linda vuelve con su esposo empujada por el teatrillo de Victor y Eloise (quien le hacen pensar a ella que para Vic Linda ha sido un pasatiempo, ello por lo que le dijo el esposo durante la caza), que hacen quedar bien a Linda. Esdto me ha sido muy estridente por lo demostrado por Vic durante la historia, no nme es creíble, a él le importa este tipo zero coma zero. En realidad, Linda sigue pensando de su marido que es un débil y no lo ama, lo que como él otro la ha dejado pues no tiene nada mejor a mano, pero seguro a las primeras de cambio se ira con el mecánico o bombonero. Pero ya el final con Eloise saltando de la canoa al rio para abrazarse a Vic que le ha pedido en matrimonio me ha resultado grimante, pues no cuadra con la personalidad de uno y otro, él es un ave libre que lñe gusta pivcotear por aquí y por allí, no lo veo pidiendo matrimonio, pero ya lo de humillar a Eloise para que acepte feliz, cuando sabe que ella es plato de segundas, es vejatorio para la personalidad de mundo que tiene ella, no encaja, lo cual resta.  

 

La música que aparece en la película fue interpretada por tribus nativas locales (a excepción de Gardner acompañado de un piano), inusual en Hollywood, y la película registra un estilo tradicional africano y de safari .

 

Se realizó en Okalataka, Congo francés; Monte Kenia, Thika, Kenia: el monte Longonot y el lago Naivasha, ambos en el valle del Rift de Kenia, y las catorce cataratas cerca de Thika se ven como telón de fondo: el río Kagera, Tanganica; Isoila, Uganda, y los interiores se rodaron en los MGM-British Studios, en Borehamwood, Hertfordshire, Inglaterra.

 

La censura en España sobre esta película consistió que Donald Sinden y Grace Kelly no estuviesen casados para no mostrar el adulterio, que fuesen hermanos, obligando así a eliminar una escena de dormitorio en la que sólo una cama está presente, pero aun así la gente de aquellos tiempos no entendía porque dos hermanos se diesen besos en la boca, fuesen tan cariñosos entre sí y a la vez sintiesen celos, un despropósito.

 

El tema de lo estirado de los británicos merece mencionarse, porque John Ford tenía una verdadera espina clavada con esto: descendiente de irlandeses maltratados por el imperio, tenía una manía instintiva hacia cierto tipo de tópicos ingleses, y aquí se manifestó en varias ocasiones: entre la gente asignada al rodaje para proveer protección y alimento estaba un Cazador Blanco profesional (así se los llamaba) llamado Lord Marcus Wallscourt, vizconde de Mandeville, a quien Ford se dirigía siempre con mucha dureza y desprecio, en especial en público. Se supo después que el abuelo de Ford, que luego emigraría a América, había sido explotado en Irlanda por los mismísimos antepasados del vizconde, así que se trataba todo de una especie de venganza retardada generaciones más tarde. Donald Sinden, el actor inglés que interpreta al marido, Mr Nordley, recuerda que Ford no le trataba con mucha cortesía, y que esto se debía a que el director del casting le había dicho a Ford que Sinden siempre se tomaba su trabajo muy en serio, a lo que Ford había respondido: «Pues ya le quitaremos eso bien quitado». Y bueno, Grace Kelly, a pesar de ser estadounidense, enseguida en su carrera empezó a hacer personajes de gente rica y distinguida, e incluso su acento se aproximaba ya mucho al británico (Ava Gardner también hizo a menudo de condesa y princesa y demás), y su lectura del personaje aquí, sin descender hasta la caricatura, también puede verse como parte de la misma manía personal de Ford. La Gardner le echó una mano en esto cuando el gobierno local (británico todavía, antes de la independencia) se quejó de que ella se bañara cada día en una bañera exterior cerca del set, y que los nativos podían verla: ella se rio y se paseó desnuda por el campamento. Su marido, Frank Sinatra, encargó entonces que le construyeran una ducha privada.

 

El rodaje se produjo durante una revuelta en Kenia, y las lluvias durante el otoño causaron la muerte a cuatro empleados, entre ellos el director ayudante, John Hancock. En la escena en la que aparecen rinocerontes se mató a dos de ellos cuando cargaron contra el vehículo. Clark Gable, cuyo pecho era lampiño, insistió en que cualquier otro hombre que apareciera por el rodaje sin camisa, saliera en pantalla o no, debía afeitarse el pecho también, para no parecer él menos varonil que los demás. Ava Gardner estaba embarazada de Sinatra al inicio del rodaje, y sufrió un aborto. Esto nunca se contó en público (ni siquiera que estaba embarazada), y simplemente se dijo que había ido a Londres a recuperarse de una anemia producida por el calor. Sí se sabe también que en ese momento de su relación ella y Sinatra se peleaban (y reconciliaban) con tanto ardor que ella no quería tener un hijo suyo. Sinatra intentó estar en el rodaje todo lo que pudo y, según Ford, solo se lo permitió porque invitó a comida italiana traída ex profeso para todos los empleados. Sinatra estaba en la ruina y le regaló a Ava, como regalo de primer aniversario, un anillo… y luego la factura de lo que costó. Ella fue también quien ayudó a sacar a su marido de su mala situación al interceder ante Harry Cohn, el director de Columbia Pictures, para que lo contratara como secundario en De aquí a la eternidad. Ella hizo la llamada, Clark Gable pagó el billete de Sinatra de ida y vuelta a Hollywood, Sinatra consiguió el papel, lo celebró ruidosamente con la parienta, su carrera se rehízo decisivamente… y Grace Kelly perdió el Oscar a mejor secundaria contra Donna Reed por esa película precisamente; Una de las cosas más sonadas, sin embargo, fue que Gable y Grace Kelly se liaron de verdad durante el rodaje, especialmente durante la parte de interiores, que se llevó a cabo cerca de Londres. La madre de ella estaba tan encantada con el affair, y ya se veía como suegra de tan gran estrella, que él rompió la relación, y cuando Kelly fue a contárselo a Gardner, ésta le dijo que «a él le gusta conquistar, y cuando lo consigue, las deja». A pesar de eso, al año siguiente, 1954, los dos retomarían el romance durante otro rodaje, no obstante, los 30 años de diferencia de edad.

 

El prestigioso estreno de MGM, realizado con un presupuesto de 3 millones de dólares, generó enormes beneficios en taquilla: más de 8 millones de dólares. Fue la undécima película más comercial de 1953: El film tuvo dos nominaciones a los Oscar, fueron para Mejor actriz Ava Gardner (lo ganó Audrey Hepburn por “Vacaciones en Roma”) y Actriz de reparto Grace Kelly (lo ganó Donna Reed por “De aquí a la eternidad”).

 

Sumado lo bueno y lo malo me da un interesante film de John Ford, pero lejos de sus mejores obras. Gloria Ucrania!!!

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