MOGAMBO.
Grácil melodrama
romántico con dosis de aventuras en radiante technicolor. Lo he visto con
motivo del 70 aniversario de su estreno (23/09/1953), es remake de "Red
Dust", producción también de la MGM en 1932 que dirigió Victor Fleming y
ya entonces contó con Clark Gable de protagonista. Jean Harlow interpretaba el
papel de Ava Gardner y Mary Astor el de Grace Kelly. La principal diferencia es
que aquella estaba ambientada en Indochina. Aquí dirige el maestro John Ford.
Filmada en locaciones de África Ecuatorial, con banda sonora compuesta
enteramente de música tribal africana real grabada en el Congo, adaptada por
John Lee Mahin (“Scarface” o “Capitanes intrépidos”, también escribió la
primera versión) de la obra “Red Dust” de Wilson Collison. Aunque el avance
original de la película explica que "Mogambo" significa "el más
grande", en realidad la palabra "Mogambo" no tiene ningún
significado. Al productor Sam Zimbalist se le ocurrió el título alterando el
nombre del Mocambo, un famoso club nocturno de Hollywood. La Metro estaba
encontrando un buen filón haciendo versiones en color de sus viejos éxitos en
blanco y negro, y este, basado en una otra de teatro del año 1928, fue uno más
de ellos, junto a “Las minas del rey Salomón” o “Quo vadis”.
John Ford hizo el film como
un trabajo por contrato, el mismo año en que hizo su más personal “The Sun
Shines Bright”. Es un triángulo romántico sin mucha profundidad, pero ágil en
su desarrollo, con buenos diálogos, sobre todo los que maneja una brillante Ava
Gardner en puede su mejor papel en cine, es la roba-escenas de la cinta, nunca
ha lucido más bella y sensual, mostrándose divertida (agudos y muy valientes
las bromas sobre las orejas de soplillo de Gable), simpática, frágil, luciendo
además de tipazo una labia de víbora mordaz seductora, con viperinas frases de
doble sentido pícaro, y todo ello con el exótico marco de fondo de la sabana
africana.
Ford juega a ser el
Huston de “La Reina de África”, no llegando ni mucho menos a esta, si ofrece un
producto bonito y satisfactorio en su miscelánea de géneros, donde se mezclan
amores furtivos con acción remanente de estar entre elefantes, leones, jirafas o
gorilas, siendo claramente un preludio esta historia de la posterior hawksiana
“Hatari” (1962). Todo esto enaltecido por la lustrosa cinematografía de Robert
Surtees (“Ben-Hur” o “El Graduado”) y Freddie Young (“Lawrence de Arabia” o “El
Doctor Zhivago”), es maravillosa en sus cromatismos arenosos, exhibiendo las
praderas africanas selváticas, sus ríos, las cascadas, sus acantilados, su
fauna, la jungla de los gorilas, o las hileras de porteadores tan típicas del
pan colonialismo, ello luciendo vigorosos planos generales. Lástima de como
cantan las escenas en que se suponen están cerca animales salvajes y los
humanos, son planos y contraplanos sin más (incluso se nota es rodada con otro
tipo de objetivo!), sin siquiera haber retroproyecciones, Ford no se preocupa
de esto, y resta realismo y tensión esta falta de imaginación para hacernos
creer lo amenazante ambiental.
La neoyorquina Eloise
"Honey Bear" Kelly (Gardner) llega a un remoto puesto de avanzada
africano en busca de un rico maharajá conocido, sólo para descubrir que ha
cancelado su viaje debido a los disturbios en su reino. Mientras espera el
próximo barco fluvial, departe con el trabajador cazador de caza mayor de
animales salvajes Victor Marswell (Gable) de USA, inicialmente la considera de
mala reputación. El socio comercial de Marswell es el valiente inglés y cazador
de caza mayor John "Brownie" Brown-Pryce (Philip Stainton).
"Brownie" simpatiza con Kelly y cree sus "cicatrices no son
visibles, pero están ahí". Marswell también tiene una relación semihostil
con su empleado, el brusco ruso Leon Boltchak (Eric Pohlmann), en una sub trama
extraña que no se sabe que pinta ahí, pues este es humillado por su jefe y no
pasa nada, nunca lo vemos relacionarse para bien o mal con este. Kelly y
Marswell luego desarrollan una atracción mutua. Luego, el barco fluvial trae a
la pareja londinense Donald Nordley (insípido Donald Sinden) y su esposa Linda
(Kelly). Honey Bear sale en el vapor con el capitán británico a instancias de
Marswell, aunque ella preferiría quedarse con Marswell y él expresa cierto
pesar por su separación. Los Nordley desean ir de safari para grabar los gritos
de los gorilas.
Es destacable la
fulgente química entre la Kelly y Gable, se nota el calor entre ellos, esto
seguramente por que este amor traspasaba la actuación, pues tuvieron un affaire
real durante el rodaje, de ahí como se respira naturalidad en sus miuradas,
roces y besos. Pero también hay gran compenetración del gran ‘Rhett Butler’ con
la Gardner, los ‘tiritos’ constantes de esta son respondidos con gestos
maravillosos por este que se sabe acertado estos punzantes. Gable proyecta ser
un tipo seguro de sí mismo, cínico, valiente, es el carisma con patas, un Macho
Alfa con mayúsculas, sus ojos medio entornados seducen has a un hetero,
sensacional como emite testosterona a través de la pantalla, un playboy de 51
años con canas que mantiene intacto su sex apple, hace verosímil que jóvenes
como la Gardner de 29 años o la Kelly de 22 las veamos caer rendidas ante su
seductora personalidad. Lástima de ese final que le hace caer en lo simplón de
lo políticamente correcto que no corresponde con el carácter libertario
mostrado (*spoiler); El tercer vértice del triángulo es Grace Kelly, hermosa,
angelical, de apariencia cuasi-virginal, pero que esconde la satisfacción tras
un matrimonio ‘feliz’, y el aventurero Victor es el contrapunto a su manso
esposo. Esto lo refleja la actriz ewn su tercer papel en cine de forma
vibrante. No fue la primera elección de Ford para el papel de Linda, Gene
Tierney abandonó debido a problemas de salud.
Las dos mujeres son la
eterna ‘lucha’ entre las morenas y las rubias, las dos contrapuestas en
personalidad. La Gardner extrovertida, simpática, sincera, irónica,
autosuficiente, frente a la rubia Kelly inocentona, hipócrita, reprimida,
infeliz, las dos son la tentación de este Macho Alfa, y nuestras simpatías (al
menos las mías) van para la morena, que se muestra mucho digna y orgullosa que
la fatua Kelly/Linda. Desluce que el marido de Linda sea un pusilánime que no
se entera de nada de lo que pasa a su alrededor, le falta que se acuesten en su
tienda su mujer y Victor y aun así no le daría importancia, un idiota que ni
telegrafiándole que su mujer es un pendón se daría por aludido.
Todo llega al clímax
durante una cacería de gorilas, donde Victor pretende enseñar las cartas al marido
cornudo (sin saberlo), pero hay entonces un ataque de simios (muy mal editado
en los planos contraplanos de gritos y el mico, muy pobre la recreación). Esto tendrá
su continuación durante una borrachera en una tienda entre el cazador y Eloise
con intrusión de Linda, acabando todo de forma aparatosa, pero dejando relucir
los sacrificios de unos y otros. Muy bueno esto, pero la resolución final me
chirría más que el Titanic partiéndose en dos (*spoiler).
Spoiler:
*En
el final Linda vuelve con su esposo empujada por el teatrillo de Victor y Eloise
(quien le hacen pensar a ella que para Vic Linda ha sido un pasatiempo, ello
por lo que le dijo el esposo durante la caza), que hacen quedar bien a Linda.
Esdto me ha sido muy estridente por lo demostrado por Vic durante la historia,
no nme es creíble, a él le importa este tipo zero coma zero. En realidad, Linda
sigue pensando de su marido que es un débil y no lo ama, lo que como él otro la
ha dejado pues no tiene nada mejor a mano, pero seguro a las primeras de cambio
se ira con el mecánico o bombonero. Pero ya el final con Eloise saltando de la canoa
al rio para abrazarse a Vic que le ha pedido en matrimonio me ha resultado
grimante, pues no cuadra con la personalidad de uno y otro, él es un ave libre
que lñe gusta pivcotear por aquí y por allí, no lo veo pidiendo matrimonio,
pero ya lo de humillar a Eloise para que acepte feliz, cuando sabe que ella es plato
de segundas, es vejatorio para la personalidad de mundo que tiene ella, no encaja,
lo cual resta.
La música que aparece en
la película fue interpretada por tribus nativas locales (a excepción de Gardner
acompañado de un piano), inusual en Hollywood, y la película registra un estilo
tradicional africano y de safari .
Se realizó en Okalataka,
Congo francés; Monte Kenia, Thika, Kenia: el monte Longonot y el lago Naivasha,
ambos en el valle del Rift de Kenia, y las catorce cataratas cerca de Thika se
ven como telón de fondo: el río Kagera, Tanganica; Isoila, Uganda, y los
interiores se rodaron en los MGM-British Studios, en Borehamwood,
Hertfordshire, Inglaterra.
La censura en España
sobre esta película consistió que Donald Sinden y Grace Kelly no estuviesen
casados para no mostrar el adulterio, que fuesen hermanos, obligando así a
eliminar una escena de dormitorio en la que sólo una cama está presente, pero aun
así la gente de aquellos tiempos no entendía porque dos hermanos se diesen
besos en la boca, fuesen tan cariñosos entre sí y a la vez sintiesen celos, un
despropósito.
El tema de lo estirado
de los británicos merece mencionarse, porque John Ford tenía una verdadera
espina clavada con esto: descendiente de irlandeses maltratados por el imperio,
tenía una manía instintiva hacia cierto tipo de tópicos ingleses, y aquí se manifestó
en varias ocasiones: entre la gente asignada al rodaje para proveer protección
y alimento estaba un Cazador Blanco profesional (así se los llamaba) llamado
Lord Marcus Wallscourt, vizconde de Mandeville, a quien Ford se dirigía siempre
con mucha dureza y desprecio, en especial en público. Se supo después que el
abuelo de Ford, que luego emigraría a América, había sido explotado en Irlanda
por los mismísimos antepasados del vizconde, así que se trataba todo de una
especie de venganza retardada generaciones más tarde. Donald Sinden, el actor
inglés que interpreta al marido, Mr Nordley, recuerda que Ford no le trataba
con mucha cortesía, y que esto se debía a que el director del casting le había
dicho a Ford que Sinden siempre se tomaba su trabajo muy en serio, a lo que
Ford había respondido: «Pues ya le quitaremos eso bien quitado». Y bueno, Grace
Kelly, a pesar de ser estadounidense, enseguida en su carrera empezó a hacer
personajes de gente rica y distinguida, e incluso su acento se aproximaba ya mucho
al británico (Ava Gardner también hizo a menudo de condesa y princesa y demás),
y su lectura del personaje aquí, sin descender hasta la caricatura, también
puede verse como parte de la misma manía personal de Ford. La Gardner le echó
una mano en esto cuando el gobierno local (británico todavía, antes de la
independencia) se quejó de que ella se bañara cada día en una bañera exterior
cerca del set, y que los nativos podían verla: ella se rio y se paseó desnuda
por el campamento. Su marido, Frank Sinatra, encargó entonces que le
construyeran una ducha privada.
El rodaje se produjo
durante una revuelta en Kenia, y las lluvias durante el otoño causaron la
muerte a cuatro empleados, entre ellos el director ayudante, John Hancock. En
la escena en la que aparecen rinocerontes se mató a dos de ellos cuando
cargaron contra el vehículo. Clark Gable, cuyo pecho era lampiño, insistió en
que cualquier otro hombre que apareciera por el rodaje sin camisa, saliera en
pantalla o no, debía afeitarse el pecho también, para no parecer él menos
varonil que los demás. Ava Gardner estaba embarazada de Sinatra al inicio del
rodaje, y sufrió un aborto. Esto nunca se contó en público (ni siquiera que
estaba embarazada), y simplemente se dijo que había ido a Londres a recuperarse
de una anemia producida por el calor. Sí se sabe también que en ese momento de
su relación ella y Sinatra se peleaban (y reconciliaban) con tanto ardor que
ella no quería tener un hijo suyo. Sinatra intentó estar en el rodaje todo lo
que pudo y, según Ford, solo se lo permitió porque invitó a comida italiana traída
ex profeso para todos los empleados. Sinatra estaba en la ruina y le regaló a
Ava, como regalo de primer aniversario, un anillo… y luego la factura de lo que
costó. Ella fue también quien ayudó a sacar a su marido de su mala situación al
interceder ante Harry Cohn, el director de Columbia Pictures, para que lo
contratara como secundario en De aquí a la eternidad. Ella hizo la llamada,
Clark Gable pagó el billete de Sinatra de ida y vuelta a Hollywood, Sinatra
consiguió el papel, lo celebró ruidosamente con la parienta, su carrera se
rehízo decisivamente… y Grace Kelly perdió el Oscar a mejor secundaria contra
Donna Reed por esa película precisamente; Una de las cosas más sonadas, sin
embargo, fue que Gable y Grace Kelly se liaron de verdad durante el rodaje,
especialmente durante la parte de interiores, que se llevó a cabo cerca de
Londres. La madre de ella estaba tan encantada con el affair, y ya se veía como
suegra de tan gran estrella, que él rompió la relación, y cuando Kelly fue a
contárselo a Gardner, ésta le dijo que «a él le gusta conquistar, y cuando lo
consigue, las deja». A pesar de eso, al año siguiente, 1954, los dos retomarían
el romance durante otro rodaje, no obstante, los 30 años de diferencia de edad.
El prestigioso estreno
de MGM, realizado con un presupuesto de 3 millones de dólares, generó enormes
beneficios en taquilla: más de 8 millones de dólares. Fue la undécima película
más comercial de 1953: El film tuvo dos nominaciones a los Oscar, fueron para Mejor
actriz Ava Gardner (lo ganó Audrey Hepburn por “Vacaciones en Roma”) y Actriz
de reparto Grace Kelly (lo ganó Donna Reed por “De aquí a la eternidad”).
Sumado lo bueno y lo
malo me da un interesante film de John Ford, pero lejos de sus mejores obras.
Gloria Ucrania!!!
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