Matrix Reloaded
Decepcionante secuela de
la rompedora “Matrix”, que no mala, pues tiene algunos elementos que no la
hacen del todo olvidable. Pero tras verla la impresión es de que han cogido un
film como el original, con su historia atractiva, con un desarrollo atractivo
por lo del Mesías que se tiene que ir haciendo, tiene su aprendizaje, tenía su
estética anime ciber-punk, sus efectos especiales engarzados a potentes escenas
de acción a cámara lenta espectaculares (donde hasta los disparos se podían
esquivar), con peleas remanentes del cine de artes marciales, derivadas del
coreógrafo Yuen Woo-Ping (aquí repite el de “Tigre y Dragón”) y el diseñador de
efectos visuales John Gaeta (tiene más del doble de f/x esta secuela que la
original), con fondos de resonancias urbano-apocalípticas, había una filosofía
existencial sobre las ‘elecciones’ cruciales que tomamos en la vida, creando
escuela y muchos plagiadores, tiene su satisfactorio final. Pero al hacer esta
secuela han estirado el chicle sin más para recoger réditos, no han añadido
recursos de los márgenes, no han arriesgado, simplemente han extendido sin
mucha más inventiva una buena idea hasta hacerla cuasi cansina. Como la
primera, escrita y dirigida por los hermanos Andy & Larry Wachowski, y al
igual que la primigenia es protagonizada por Keanu Reeves, Laurence Fishburne,
Carrie-Anne Moss, Hugo Weaving y Gloria Foster, añadiendo entre los secundarios
Jada Pinkett Smithy Monica Bellucci. La película fue un gran éxito comercial
recaudando 741,8 millones de dólares en todo el mundo, rompiendo el récord de “Terminator
2” al convertirse en la película con clasificación R más taquillera de todos
los tiempos, hasta que Deadpool lo superó en 2016. Además, fue la tercera
película más taquillera de 2003, detrás de “El Señor de los Anillos: El Retorno
del Rey” y “Buscando a Nemo”. Una secuela directa titulada “The Matrix
Revolutions” (rodada sin parar tras esta “Matrix Reloaded”) fue lanzada seis
meses después, el 5 de noviembre.
Lo que si han hecho en
esta secuela es añadir más de todo, se notan más recursos, más personajes,
escenas de acción más pomposas, pero en esta huida hacia delante de los
hermanos han dejado de lado el núcleo de la primera en pos de impactar
visualmente al espectador. Aquí el viaje iniciático de Neo ha perdido mucho
sentido, pues ya es un súper hombre (un Superman le llaman), es omnipotente,
puede volar, pelear contra cien agentes Smith, y hasta resucitar a muertos, ha
perdido el atractivo en su perfección. Y encima le han añadido ya
explícitamente un romance con Trinity muy pasteloso, sin aristas, dos seres
pulcros e inmaculados. Han sumado una visita al último bastión de urbe humana
en la ciudadela subterránea de Sion, pero este tramo me ha resultado falto de
imaginación, muy básico y simplón, una urbe de las cavernas donde todos
incomprensiblemente visten con harapos (ello claramente artificioso para
diferenciarse de la elegancia en que se atavían en Matrix), con ramificaciones
huecas de contenido sobre la política del lugar, y con una ridícula (igual me
quedo corto) secuencia de discoteca con los asistentes en aparente trance
alucinógeno bailando en frenesí fuera de lugar por el contexto. Añaden en la
marabunta personajes que aportan poco (que es decir mucho), hay sub tramas que
se quedan en coitus interruptus (la del triángulo romántico de Morfeo con una Niobe
y su superior en Sion, Locke). Quieren abarcar mucho y aprietan poco, a veces
(este es el caso) más es menos.
Como he mencionado en mi
enunciado, hay elementos ensalzables, sobre todo la homérica persecución por la
autopista de unos arrolladores 14 minutos. Filmada en una carretera
parcialmente amurallada especialmente construida en la Bahía Este de San
Francisco (el Puente de la Bahía es ocasionalmente visible en el fondo), la
persecución es un ejemplo emocionante de puesta en escena de acción ante la cámara
y coreografía de acrobacias, mientras los personajes atacan, disparan y chocan
unos con otros. En un tramo particularmente sorprendente, Trinity invierte el
campo en una moto y se desvía entre el tráfico que viene en sentido contrario
con una pulgada o dos de sobra a cada lado. Habiendo peleas sobre camiones,
saltos a toda velocidad entre vehículos. Pero todo más con sentido de
videojuego que realmente hacerte sentir intensidad alguna.
Está la divertida pelea
contra los cientos de Agentes Smith, diseñado para sorprender al
sobredimensionar el duelo Neo-Smith del original, los personajes aquí se
doblan, contorsionan, corren, saltan, golpean y cortan en mixturas que desafían
la razón, antes de que Neo haga salir despedidos a decenas de Smith cual si
fuera Neo un cañón. Aunque si sabemos que Neo puede volar a toda velocidad,
porque no utiliza este recurso en la lucha, los saltitos y patadas son nada si
puedes ser un misil ataviado de reverendo.
Y también reseñable la
batalla entre Neo y los dos gemelos rubios albinos (Adrian y Neil Rayment),
todo un apoteósico tour de forcé de artes marciales, un deleite para los fans
de las mismas, donde las leyes de física por supuesto ni están ni se las conoce
Pero incluso lo bueno
que tiene es saboteado por ese afán de sobresaltar lo falsario de este Matrix,
que anula cualquier tensión dramática, te engancha en su fantasía, pero no te
emociona porque sabes que todo lo que ves es un trampantojo de la realidad, las
pasadas de vuelta donde todo (y digo TODO) es posible en este universo
paralelo, y más si sabes que hay un Superman que puede con todos y todo.
El guion de los hermanos
Wachowski, termina por tomarse demasiado en serio su paja mental insertando
filosofía low cost con influencias a Hermann Hesse a Heidegger al budismo a la
Biblia a los metaversos, resultando una amalgama que se hace bola cuando
quieren dártela a cucharadas y deseas pasen estos desvaríos para ver si en la
acción te amenizan. Y es que cuanto más quieren explicarte este universo
particular, más se lían y embarullan en algo confuso, con lo fácil que era de
entender en la primera, al alargar la historia quieren ser más listos de lo que
pueden y la cagan, y encima parecen darse cuenta pues en un momento dado el
‘arquitecto’ de Matrix le dice a Neo: ‘Hay cosas comprenderás y otras que no (o
algo así)’, o sea, utiliza a Neo en epítome del espectador, diciéndote que no
eres lo suficientemente inteligente para seguir la trama, y se quedan tan
panchos (puaj!!!). Tan simple como es ‘Terminator’, las máquinas quieren
dominar el mundo y esclavizar a los humanos, todo lo demás es morralla barata.
Seis meses después de
los acontecimientos de The Matrix, Neo y Trinity ahora tienen una relación
sentimental. Morfeo recibe un mensaje del Capitán Niobe del Logos convocando
una reunión de emergencia de todos los barcos de Sión. Un ejército de
centinelas está abriendo un túnel hacia Sión y llegará allí en 72 horas. El
comandante Lock ordena a todos los barcos que regresen a Sión para prepararse,
pero Morfeo pide que un barco se quede para contactar al Oráculo. Dentro de
Matrix, la tripulación del barco solitario se encuentra con el ex Agente Smith,
quien se copia a sí mismo sobre el cuerpo del miembro de la tripulación Bane y
usa la línea telefónica para salir de Matrix.
Hay escenas que te sacan
un poco del desvarío, como es la visita de Neo al Oráculo (Gloria Fuster), la
actriz imprime carisma a su rol, inspiradora como insufla carácter a Neo; Hay
otras que parecen metidas con calzador, como es la reunión en un
restaurante de Neo, Trinity y Morfeo con
Merovingian (Lambert Wilson), un snob francés atractivo que suelta una
parrafada insufrible sobre la elección humana y la causalidad, para luego darte
cuenta que todo ha sido un juego Rube Goldberg, pues lo importante es que su
esposa Perséfone (siempre impresionante en su sensualidad Monica Bellucci,
lástima de su papel florero), le propone un estúpido juego a Neo para conseguir
su objetivo; Y ya cuando la Montaña pare un ratón se produce en el encuentro
entre Neo y el Arquitecto (Helmut Bakaitis), donde este último en su arrogancia
del Mago de Oz tras la cortina, espeta un soliloquio aturullado para venir a
decirnos al final que si no lo entiendes es normal, no tienes cerebro para tanto, y yo añadiría para tanta
tontería metafísica insondable.
Tampoco es que las
actuaciones sean la bomba. El mejor un poderoso Laurence Fishburne que derrocha
carácter y fuerte personalidad con solo parpadear, pero un rol que no le da
mucha cancha dramática; Reeves demuestra que es una estrella, pero no un actor
de expresividad. Ahora en el mundo Matrix vistiendo un a sotana de sacerdote,
demostrando ser el gurú. Brillante es las secuencias físicas y nulo en las que
requieren emocionar, como son las que comparte con su interés amoroso Carrie,
parecen dos amebas; Precisamente Carrie-Anne es más de lo mismo, excelentemente
sexy embutida en el mono de cuero dominatrix, peleando con él cual Catwoman,
pero negada en su poder de transmitir sensaciones, por lo que ese momento que
se supone clímax en el tramo final, nunca me llega a tocar fibra alguna.
Neo se encuentra con un
programa llamado Architect, el creador de Matrix, quien explica que, como Uno,
Neo es él mismo parte intencional del diseño de Matrix, que ahora se encuentra
en su sexta iteración. Neo está destinado a detener el fatal colapso del
sistema de Matrix que se repite naturalmente debido al concepto de elección
humana que contiene. Al igual que con los cinco anteriores, Neo tiene una
opción: reiniciar Matrix desde la Fuente y elegir un puñado de supervivientes
para repoblar Zion, que pronto será destruida, como hicieron todos sus
predecesores, o ir a salvar a Trinity en peligro, provocando que Matrix se
estrelle y matando a todos los que estaban en ella. Neo elige lo último, lo que
provocó una respuesta desdeñosa del Arquitecto. La visión de Neo de Trinity se
hace realidad cuando el Agente Thompson le dispara mientras se cae de un
edificio. Antes de que caiga al suelo, Neo llega y la atrapa. Luego le quita la
bala del pecho y le reinicia el corazón. Regresan al mundo real, donde los Centinelas
los atacan. El Nabucodonosor es destruido, pero la tripulación escapa. Cuando
los Sentinels los alcanzan, Neo se da cuenta de que es capaz de sentir las
máquinas en el mundo real y las destruye telepáticamente, pero cae en coma por
el esfuerzo. La tripulación es recogida por otro barco, el Hammer. Su capitán
revela que otras naves que defendían a Zion fueron aniquiladas por las máquinas
después de que alguien activó prematuramente un EMP. Sólo se encontró un
superviviente: Bane, poseído por Smith.
Matrix Reloaded se filmó
principalmente en Fox Studios en Australia. El rodaje comenzó el 1 de marzo de
2001 y finalizó el 21 de agosto de 2002, simultáneamente con el rodaje de la
segunda secuela, Revoluciones. La persecución en la autopista y las escenas de “Burly
Brawl” se filmaron en la Estación Aérea Naval desmantelada de Alameda en
Alameda, California. Los productores construyeron una autopista de 1,5 millas
en las antiguas pistas específicamente para la película. Algunas partes de la
persecución también se filmaron en Oakland, California, y el túnel que se
muestra brevemente es el Webster Tube, que conecta Oakland y Alameda. También
se realizaron algunas ediciones de posproducción en antiguos hangares de
aviones de la base. General Motors fue contratada para donar más de 300
automóviles para ser utilizados durante la producción, destruyéndolos para
crear arte. Se necesitaron 27 días para
filmar la secuencia de Burly Brawl, que se combinó con captura de movimiento y
CGI. Esta se convertiría en una de las escenas de acción más caras, con un
costo de realización de 40 millones de dólares.
Don Davis, que compuso
para The Matrix, volvió a componer la música de Reloaded . Para muchas de las
secuencias de acción fundamentales, como “Burly Brawl”, colaboró con Juno
Reactor. Algunas de las pistas colaborativas de Davis y Juno Reactor son
extensiones del material de Juno Reactor; por ejemplo, se utiliza una versión
de “Komit” con las cuerdas de Davis durante una secuencia de vuelo, y “Burly
Brawl” es esencialmente una combinación de “Multiple Replication” no utilizada
de Davis y una pieza similar a “Masters of the Universe” de Juno Reactor. Una
de las colaboraciones, “Mona Lisa Overdrive“, se titula en referencia a la
novela cyberpunk del mismo nombre de William Gibson , una gran influencia para
los directores.
Me queda una secuela
mejor por partes que en conjunto, pues este me ha sido una pelota hecha de
harapos mal cosida que no aguanta jueguen con ella pues se deshilacha nada más
tocarla. Gloria Ucrania!!!
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