lunes, 4 de diciembre de 2023

 

Matrix Reloaded


Decepcionante secuela de la rompedora “Matrix”, que no mala, pues tiene algunos elementos que no la hacen del todo olvidable. Pero tras verla la impresión es de que han cogido un film como el original, con su historia atractiva, con un desarrollo atractivo por lo del Mesías que se tiene que ir haciendo, tiene su aprendizaje, tenía su estética anime ciber-punk, sus efectos especiales engarzados a potentes escenas de acción a cámara lenta espectaculares (donde hasta los disparos se podían esquivar), con peleas remanentes del cine de artes marciales, derivadas del coreógrafo Yuen Woo-Ping (aquí repite el de “Tigre y Dragón”) y el diseñador de efectos visuales John Gaeta (tiene más del doble de f/x esta secuela que la original), con fondos de resonancias urbano-apocalípticas, había una filosofía existencial sobre las ‘elecciones’ cruciales que tomamos en la vida, creando escuela y muchos plagiadores, tiene su satisfactorio final. Pero al hacer esta secuela han estirado el chicle sin más para recoger réditos, no han añadido recursos de los márgenes, no han arriesgado, simplemente han extendido sin mucha más inventiva una buena idea hasta hacerla cuasi cansina. Como la primera, escrita y dirigida por los hermanos Andy & Larry Wachowski, y al igual que la primigenia es protagonizada por Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Carrie-Anne Moss, Hugo Weaving y Gloria Foster, añadiendo entre los secundarios Jada Pinkett Smithy Monica Bellucci. La película fue un gran éxito comercial recaudando 741,8 millones de dólares en todo el mundo, rompiendo el récord de “Terminator 2” al convertirse en la película con clasificación R más taquillera de todos los tiempos, hasta que Deadpool lo superó en 2016. Además, fue la tercera película más taquillera de 2003, detrás de “El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey” y “Buscando a Nemo”. Una secuela directa titulada “The Matrix Revolutions” (rodada sin parar tras esta “Matrix Reloaded”) fue lanzada seis meses después, el 5 de noviembre.

 

Lo que si han hecho en esta secuela es añadir más de todo, se notan más recursos, más personajes, escenas de acción más pomposas, pero en esta huida hacia delante de los hermanos han dejado de lado el núcleo de la primera en pos de impactar visualmente al espectador. Aquí el viaje iniciático de Neo ha perdido mucho sentido, pues ya es un súper hombre (un Superman le llaman), es omnipotente, puede volar, pelear contra cien agentes Smith, y hasta resucitar a muertos, ha perdido el atractivo en su perfección. Y encima le han añadido ya explícitamente un romance con Trinity muy pasteloso, sin aristas, dos seres pulcros e inmaculados. Han sumado una visita al último bastión de urbe humana en la ciudadela subterránea de Sion, pero este tramo me ha resultado falto de imaginación, muy básico y simplón, una urbe de las cavernas donde todos incomprensiblemente visten con harapos (ello claramente artificioso para diferenciarse de la elegancia en que se atavían en Matrix), con ramificaciones huecas de contenido sobre la política del lugar, y con una ridícula (igual me quedo corto) secuencia de discoteca con los asistentes en aparente trance alucinógeno bailando en frenesí fuera de lugar por el contexto. Añaden en la marabunta personajes que aportan poco (que es decir mucho), hay sub tramas que se quedan en coitus interruptus (la del triángulo romántico de Morfeo con una Niobe y su superior en Sion, Locke). Quieren abarcar mucho y aprietan poco, a veces (este es el caso) más es menos.

 

Como he mencionado en mi enunciado, hay elementos ensalzables, sobre todo la homérica persecución por la autopista de unos arrolladores 14 minutos. Filmada en una carretera parcialmente amurallada especialmente construida en la Bahía Este de San Francisco (el Puente de la Bahía es ocasionalmente visible en el fondo), la persecución es un ejemplo emocionante de puesta en escena de acción ante la cámara y coreografía de acrobacias, mientras los personajes atacan, disparan y chocan unos con otros. En un tramo particularmente sorprendente, Trinity invierte el campo en una moto y se desvía entre el tráfico que viene en sentido contrario con una pulgada o dos de sobra a cada lado. Habiendo peleas sobre camiones, saltos a toda velocidad entre vehículos. Pero todo más con sentido de videojuego que realmente hacerte sentir intensidad alguna.

 

Está la divertida pelea contra los cientos de Agentes Smith, diseñado para sorprender al sobredimensionar el duelo Neo-Smith del original, los personajes aquí se doblan, contorsionan, corren, saltan, golpean y cortan en mixturas que desafían la razón, antes de que Neo haga salir despedidos a decenas de Smith cual si fuera Neo un cañón. Aunque si sabemos que Neo puede volar a toda velocidad, porque no utiliza este recurso en la lucha, los saltitos y patadas son nada si puedes ser un misil ataviado de reverendo.

 

Y también reseñable la batalla entre Neo y los dos gemelos rubios albinos (Adrian y Neil Rayment), todo un apoteósico tour de forcé de artes marciales, un deleite para los fans de las mismas, donde las leyes de física por supuesto ni están ni se las conoce

 

Pero incluso lo bueno que tiene es saboteado por ese afán de sobresaltar lo falsario de este Matrix, que anula cualquier tensión dramática, te engancha en su fantasía, pero no te emociona porque sabes que todo lo que ves es un trampantojo de la realidad, las pasadas de vuelta donde todo (y digo TODO) es posible en este universo paralelo, y más si sabes que hay un Superman que puede con todos y todo.

 

El guion de los hermanos Wachowski, termina por tomarse demasiado en serio su paja mental insertando filosofía low cost con influencias a Hermann Hesse a Heidegger al budismo a la Biblia a los metaversos, resultando una amalgama que se hace bola cuando quieren dártela a cucharadas y deseas pasen estos desvaríos para ver si en la acción te amenizan. Y es que cuanto más quieren explicarte este universo particular, más se lían y embarullan en algo confuso, con lo fácil que era de entender en la primera, al alargar la historia quieren ser más listos de lo que pueden y la cagan, y encima parecen darse cuenta pues en un momento dado el ‘arquitecto’ de Matrix le dice a Neo: ‘Hay cosas comprenderás y otras que no (o algo así)’, o sea, utiliza a Neo en epítome del espectador, diciéndote que no eres lo suficientemente inteligente para seguir la trama, y se quedan tan panchos (puaj!!!). Tan simple como es ‘Terminator’, las máquinas quieren dominar el mundo y esclavizar a los humanos, todo lo demás es morralla barata.

 

Seis meses después de los acontecimientos de The Matrix, Neo y Trinity ahora tienen una relación sentimental. Morfeo recibe un mensaje del Capitán Niobe del Logos convocando una reunión de emergencia de todos los barcos de Sión. Un ejército de centinelas está abriendo un túnel hacia Sión y llegará allí en 72 horas. El comandante Lock ordena a todos los barcos que regresen a Sión para prepararse, pero Morfeo pide que un barco se quede para contactar al Oráculo. Dentro de Matrix, la tripulación del barco solitario se encuentra con el ex Agente Smith, quien se copia a sí mismo sobre el cuerpo del miembro de la tripulación Bane y usa la línea telefónica para salir de Matrix.

 

Hay escenas que te sacan un poco del desvarío, como es la visita de Neo al Oráculo (Gloria Fuster), la actriz imprime carisma a su rol, inspiradora como insufla carácter a Neo; Hay otras que parecen metidas con calzador, como es la reunión en un restaurante  de Neo, Trinity y Morfeo con Merovingian (Lambert Wilson), un snob francés atractivo que suelta una parrafada insufrible sobre la elección humana y la causalidad, para luego darte cuenta que todo ha sido un juego Rube Goldberg, pues lo importante es que su esposa Perséfone (siempre impresionante en su sensualidad Monica Bellucci, lástima de su papel florero), le propone un estúpido juego a Neo para conseguir su objetivo; Y ya cuando la Montaña pare un ratón se produce en el encuentro entre Neo y el Arquitecto (Helmut Bakaitis), donde este último en su arrogancia del Mago de Oz tras la cortina, espeta un soliloquio aturullado para venir a decirnos al final que si no lo entiendes es normal, no tienes  cerebro para tanto, y yo añadiría para tanta tontería metafísica insondable.

 

Tampoco es que las actuaciones sean la bomba. El mejor un poderoso Laurence Fishburne que derrocha carácter y fuerte personalidad con solo parpadear, pero un rol que no le da mucha cancha dramática; Reeves demuestra que es una estrella, pero no un actor de expresividad. Ahora en el mundo Matrix vistiendo un a sotana de sacerdote, demostrando ser el gurú. Brillante es las secuencias físicas y nulo en las que requieren emocionar, como son las que comparte con su interés amoroso Carrie, parecen dos amebas; Precisamente Carrie-Anne es más de lo mismo, excelentemente sexy embutida en el mono de cuero dominatrix, peleando con él cual Catwoman, pero negada en su poder de transmitir sensaciones, por lo que ese momento que se supone clímax en el tramo final, nunca me llega a tocar fibra alguna.

 

Neo se encuentra con un programa llamado Architect, el creador de Matrix, quien explica que, como Uno, Neo es él mismo parte intencional del diseño de Matrix, que ahora se encuentra en su sexta iteración. Neo está destinado a detener el fatal colapso del sistema de Matrix que se repite naturalmente debido al concepto de elección humana que contiene. Al igual que con los cinco anteriores, Neo tiene una opción: reiniciar Matrix desde la Fuente y elegir un puñado de supervivientes para repoblar Zion, que pronto será destruida, como hicieron todos sus predecesores, o ir a salvar a Trinity en peligro, provocando que Matrix se estrelle y matando a todos los que estaban en ella. Neo elige lo último, lo que provocó una respuesta desdeñosa del Arquitecto. La visión de Neo de Trinity se hace realidad cuando el Agente Thompson le dispara mientras se cae de un edificio. Antes de que caiga al suelo, Neo llega y la atrapa. Luego le quita la bala del pecho y le reinicia el corazón. Regresan al mundo real, donde los Centinelas los atacan. El Nabucodonosor es destruido, pero la tripulación escapa. Cuando los Sentinels los alcanzan, Neo se da cuenta de que es capaz de sentir las máquinas en el mundo real y las destruye telepáticamente, pero cae en coma por el esfuerzo. La tripulación es recogida por otro barco, el Hammer. Su capitán revela que otras naves que defendían a Zion fueron aniquiladas por las máquinas después de que alguien activó prematuramente un EMP. Sólo se encontró un superviviente: Bane, poseído por Smith.

 

Matrix Reloaded se filmó principalmente en Fox Studios en Australia. El rodaje comenzó el 1 de marzo de 2001 y finalizó el 21 de agosto de 2002, simultáneamente con el rodaje de la segunda secuela, Revoluciones. La persecución en la autopista y las escenas de “Burly Brawl” se filmaron en la Estación Aérea Naval desmantelada de Alameda en Alameda, California. Los productores construyeron una autopista de 1,5 millas en las antiguas pistas específicamente para la película. Algunas partes de la persecución también se filmaron en Oakland, California, y el túnel que se muestra brevemente es el Webster Tube, que conecta Oakland y Alameda. También se realizaron algunas ediciones de posproducción en antiguos hangares de aviones de la base. General Motors fue contratada para donar más de 300 automóviles para ser utilizados durante la producción, destruyéndolos para crear arte.  Se necesitaron 27 días para filmar la secuencia de Burly Brawl, que se combinó con captura de movimiento y CGI. Esta se convertiría en una de las escenas de acción más caras, con un costo de realización de 40 millones de dólares.

 

Don Davis, que compuso para The Matrix, volvió a componer la música de Reloaded . Para muchas de las secuencias de acción fundamentales, como “Burly Brawl”, colaboró ​​con Juno Reactor. Algunas de las pistas colaborativas de Davis y Juno Reactor son extensiones del material de Juno Reactor; por ejemplo, se utiliza una versión de “Komit” con las cuerdas de Davis durante una secuencia de vuelo, y “Burly Brawl” es esencialmente una combinación de “Multiple Replication” no utilizada de Davis y una pieza similar a “Masters of the Universe” de Juno Reactor. Una de las colaboraciones, “Mona Lisa Overdrive“, se titula en referencia a la novela cyberpunk del mismo nombre de William Gibson , una gran influencia para los directores.

 

Me queda una secuela mejor por partes que en conjunto, pues este me ha sido una pelota hecha de harapos mal cosida que no aguanta jueguen con ella pues se deshilacha nada más tocarla. Gloria Ucrania!!!

 

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