La gran aventura de
Mortadelo y Filemón.
Con la reciente muerte
(15 de julio de 2023) el mítico comicquero barcelonés Francisco Ibáñez he
revisionado la más exitosa de sus obras llevadas al cine, esta taquillera
película dirigida por Javier Fesser en su segundo largometraje tras su gran
ópera prima “El Milagro de P. Tinto”, donde ya exponía que su universo
particular surtido de casticismo mezclado con suerrealismo era lo más parecido
a las historietas del maestro Ibáñez. Este, con algún pero (lo comento en *spoiler)
se mostró satisfecho con la adaptación de sus legendarios personajes (creados
en 1958), donde hay además, múltiples homenajes a otras obras de tebeos clásicos hispanos, como la inclusión
de Rompetechos, o el edificio de 13 Rue del Percebe, incorporando con ello
chistosas sub tramas de personajes como el ladrón con la puerta (es que en una
casa da amplitud ¿?), el tendero timador con la báscula, o la portera
limpiadora (genial en el derrumbe que solo se preocupa de que acaba de
barrer), amén de otros guiños más parcos (como las menciones a Anacleto, a Zipi
y Zape, o Las hermanas Gilda o el cartel ‘Ibáñez para Presidente’).
El argumento, como en
los tebeos clásicos, es solo una excusa para ir encadenando gags
descacharrantes, donde en la acumulación y el ritmo desenfrenado termina
sacándote sonrisas, al igual que tiene algunos más discutibles. Pero en
conjunto me es una cinta disfrutable, de las que te teletransporta a la niñez
de cuando los niños nos pasábamos las horas solazándonos con la lectura y
visión de las maravillosas viñetas. El proyecto nació cuando, en 2000, el
director de la película tuvo un sueño en el que aparecían ambos personajes. A
partir de ese momento él y su hermano Guillermo Fesser elaboraron un guion con
la intención de mantener vivo el espíritu original de los tebeos. Tras dar el
visto bueno, el autor de la obra comenzó el proceso de producción que duró dos
años, en la que destacan sus efectos visuales, por los que obtuvo cinco de los
seis Premios Goya a los que fue candidata. Su estreno mundial se produjo en España el 7 de febrero de 2003. En
su primer fin de semana consiguió recaudar 5,1 millones de euros en 325 cines,
convirtiéndose así en el segundo estreno más taquillero hasta ese momento en el
país. También consiguió la mayor recaudación por sala de cine, récord que
tardó una década en superarse. Acabó su periplo taquillero en su país de origen
con 4 750 000 espectadores y recaudando 22 847 733,13 euros, convirtiéndose en
la película más taquillera de España durante ese año.
Todo ello proyectando un tipo de humor aparatoso, dislocado, haciendo caricaturas propias del comic, riéndose de las jerarquías, haciendo continuas bromas sobre nuestras costumbres, sobre todo con las expectativas creadas, riéndose de la arrogancia de muchos, haciendo coñas de los autoritarismos, atacando el capitalismo remanente de la especulación inmobiliaria, con gags sexistas, arremetiendo contra el militarismo. Todo imbuido, gracias a su fenomenal miscelánea entre diseño de producción del colaborador habitual de Fesser, César Macarrón, poblando cada fotograma del espíritu Ibáñez (incluso en segundo plano con el clásico esquimal de Ibáñez, un mono cruzando un paso de peatones, los chorizos colgando, etc), más la cinematografía de Xavi Giménez (“Agora” o “El maquinista”), rebosante de cromatismos que requiere la vitalista visión de los tebeos, más los fenomenales efectos visuales, alarde de maestría al no notarse el truco nunca (con aplastamientos de personas, cabezas incorporadas a cuerpos de niños, derrumbamiento de edificio, y más), haciendo visible espíritu bastante fiel a la obra de FI.
Todo ello surtido por
personajes pintorescos, empezando por unos muy bien aprovechados Mortadelo y
Filemón, encarnado el primero por Benito Pocino, hasta esta película un
cartero sin experiencia actoral, pero que su imagen es el vivo reflejo del
personaje de los disfraces, narizón, calvo, con gafas y con su traje legendario
de funerario, aunque le falta expresividad (de hecho, tuvo que doblar le el
humorista Carlos Latre por no vocalizar Pocino correctamente), pero su sola
presencia es destacable. Es Pepe Viyuela (intentó conseguir como Filemón, papel
del otro agente, pero al no conseguirlo, decidió hacerlo por el de Filemón,
por el que se presentaron menos personas a las audiciones) el que se sale como
el altivo agente que se cree mucho más de lo que es, calvo, y con sus clásicos
pantalones rojos, camisa blanca y pajarita, es un portento de expresividad a
cada golpe que recibe, aunque le sobran los añadidos que no estaban en los comics
de lascivo aspirante (fracasado) a mujeriego; Entre los secundarios, aparte de
los que tienen más peso y aprovechan con buena vis cómica Mariano Venancio,
Janfri Topera (actor fetiche Fesser), Janusz Ziemniak, Dominique Pinon o Paco
Sagarzazu. Destacaría a una fabulosa María Isbert como madre con muy mala uva
de Filemón; Emilio Gavira como el icónico cegato Rompetechos, muy bueno, pero
me sobra la coletilla de franquista que le incrustado así porque sí, pues no
tiene nada que ver con el personaje real, de hecho, el propio Ibáñez dijo que lo
creó pensando en sí mismo, por lo que vaya insulto le han metido desde el
guion. Fesser dijo, "alguien bajito, con bigote y siempre enfadado tiene
que ser facha" porque los comunistas son todo alegría y buen rollo (ataque
de cinismo), los izquierdistas siempre tienen que meter la patita. Actor Gavira
que recupera (al igual que Topera de P. Tinto); Javier Aller (el otro enano
que trae de P. Tinto) como Mickey el gigante, es salir en pantalla y se te
escapa una sonrisa, y cuando habla en esa jerga lumpen te descojonas, pequeño
en estatura y papel, pero grande en comicidad natural; Está Emiliana Olmedo como
la reina de Inglaterra, despliega un gracejo cañí estupendo; Y no podía faltar
el actor fetiche por antonomasia del director, el veterano Luis Ciges con 81
años, como técnico especialista en pelotas de cemento fresco de Tirania. Ésta
fue su última actuación, falleció meses antes del estreno en el cine. En la
película apenas aparece un minuto en una sola escena, Fesser dijo: «Será solo
un minuto, pero un minuto genial».
En la película, se narra
el intento de recuperación del DDT (Desmoralizador de Tropas) por parte de los
agentes Mortadelo y Filemón, que ha sido robado por Nadiusko (notable Janusz Ziemniak; El director lo conoció por
casualidad en El milagro de P. Tinto en un taller mecánico donde preparaban el
motocarro de la película) y que ha caído en manos del tirano Calimero, que
quiere adueñarse del mundo para hacer construcciones de todo tipo (quiere hacer
desaparecer la selva amazónica para hacer un gran parking, o alicatar las
pirámides de Giza). Se entremezclan varios cómics, y los más destacados son
"El Tirano" (aparece en el comic el dictador Panocho, parodia del
chileno Augusto Pinochet, aquí Calimero), "El Sulfato Atómico" (los
agentes protagonistas viajan a Tirania, en lo que ue su primera aventura
extendida), “Safari Callejero”, “Chapeau el Esmirriau” y “Valor y Al Toro”.
También hay guiños evidentes a films populares como “Cadena perpetua” (la huida
de prisión por un agujero tapado con un póster) o "Indiana Jones y la
última cruzada" (el Santo Grial), guiños a humoristas de moda como el ‘Hasta
luego Lucas!’.
Con el prólogo se
establece a fuego el todo irreverente ya alocadamente demencial de la propuesta
que solo busca sacarte sonrisas cual ametralladora disparándote, que si no te
acierta un disparo lo puede hacer el siguiente, y aquí son muchos los aciertos,
también hay lo fallos, pero lo que predomina en tu rostro es la mueca de
entusiasmo. Ello con el inicio que estamos en la sede de la TIA (siglas de
"Técnicos de Investigación Aeroterráquea”, parodia notoria de la CIA).
Asistimos a como el profesor "Bacterio" (estupendo Janfri Topera), prueba
ante su jefe, el Súper (Mariano Venancio), su último invento, el DDT
(Desmoralizador De Tropas), lo hace con tres iracundos legionarios, tiene gran
éxito la misma, pero se ha infiltrado Nadiusko, un ladrón free-lance en la TIA
para robarlo. Todo lo que sucede en este akelarre del comienzo es arrollador,
con una labor de edición fabulosa combinando múltiples escenarios, desde como se
despiertan los socios Mortadelo & Filemón, el torpe vigilante de la entrada
a la TIA (‘Esa puertecita!), Eduardo Gómez con el manos libres y como entra en la sede ataviado con un buzón de correos disparando sin ton ni son. El
encuentro de M & F con el mítico “Matraca”, la entrada por la puerta
secreta a la TIA (señalada con un cartel), la escapada apoteósica de Nadiusko
con Filemón intentando pararlo cruzando sus dos brazos, Homérico arranque, que
aunque no mantenga el nivel durante lo que queda de metraje, si hace que el
humor sea constante en varios niveles.
Nadiusko planea venderle
el DDT al estrafalario (quiere provocar al Cuarta Guerra Mundial, cuando le
dicen que será la Tercera, el contesta que es solo para acojonar) dictador de
Tirania, ‘Calimero el Tirano’ (mordazmente jocoso Paco Sagárzazu), una clara sátira
del dictador ferrolano Francisco Franco (para cuando una parodia de los
dictadores comunistas?). El Súper para recuperarlo y envía para ello al fatuo
agente Freddy Mazas (Dominique Pinon). Aparecerá la secretaria del Super,
Ofelia (cumplidora Berta Ojeda), y el tratamiento que se da a sus apariciones
resulta errado, las bromas sexistas, los tocamientos en el ascensor, o las
miradas lascivas de voyeur del Super resultan fuera de lugar, no pegan en una
cinta para todos los públicos, esto es un michelín del film.
La cinta no está exenta
de un tropel infinito de violencia, que, si bien en comic resulta ligero, puede
que acción real impacte a los niños, igual en alguna parte Fesser se podría
haber cortado un poco. Hay aplastamientos, bombas, tiroteos, torturas,
decapitaciones, una ejecución por disparos de metralleta, un animal amasado por
dos rodillos, o un fuera de lugar desangramiento que parece Tim Roth en
“Reservoir Dogs”. Aunque lo que más me chirría es el procaz y soez lenguaje,
esto me sobra, podrían haber utilizado lenguaje menos ofensiva tipo ‘jopeta,
cabestro, puñetas, jolín, merluzo, mecachis, …’, pero manejar un nivel superior
me ha parecido ser poco imaginativo y con ello salirse para mal de lo que
debería. Javier Fesser dijo: «cuando en un bocadillo aparece un rayo
atravesando a un cerdo. Tú qué piensas que está diciendo el personaje?»,
Ibáñez aprobó esta decisión afirmando que el lenguaje de la historieta y el
cine son distintos y que al principio utilizaba este vocabulario para escapar
de la censura del momento. A mí me resulta estridente, yo leí estas historietas
de niño y esto es descarrilar. Súmense momentos tan grimantes como cuando dos
punkis mean sobre una estatua de parque, en realidad Mortadelo disfrazado con
Filemón dentro sufriendo la micción. Estos son elementos que le impiden ser
mejor. Bueno, también el rush final es sensiblemente mejorable, un
despropósito, incluso para el tono del film, no sabe Fesser estar a la altura
en la coda del excelente comienzo.
Spoiler:
Juan Luis Cano, pareja
humorísitica del guionista Guillermo Fesser en Gomaespuma, pone voz a uno de
los legionarios y el director que pone la voz de los titulares.
*Hubo diferencias entre
los realizadores y el autor en cuanto a la interpretación de los personajes, ya
que mientras Fesser quería que el personaje con el que se identificara el
espectador fuera Filemón en su papel de perdedor que, sin embargo, intenta hacer
bien las cosas, Ibáñez considera que sus personajes son dos «malas personas»
que «venderían a su propia madre» y siempre ha visto a Mortadelo como el
auténtico protagonista de la serie.
El rodaje, se realizó en
su mayor parte en interiores, pero las últimas imágenes del discurso de
"El tirano" en el balcón del ayuntamiento están rodadas en la
Universidad Laboral de Gijón. El desfile triunfal de Mortadelo y Filemón al
final de la película está rodado en el barrio del Carmen de Valencia al igual
que la situación de la 13 Rue del Percebe,13 encontrada en la calle Alta,
cuyos inquilinos tuvieron que parar la reforma de la casa a cambio de una
módica cantidad de dinero. Otras localizaciones se realizaron en la Comunidad
de Madrid.
La posproducción fue
realizada en Daiquiri, en la que trabajaban entre 15 y 30 personas diariamente,
quienes tuvieron la misión de digitalizar los 150 000 fotogramas de la
película, creando 400 planos digitales (habiendo un efecto especial por cada
dos planos) con más de 60 trucos digitales. De esta forma, se convirtió en la
película española con mayor número de efectos hasta ese momento, 260 entre
efectos digitales y especiales. Algunos de los trucos digitales utilizados en
la película fueron: Rompetechos y el gato: Ambos son reales, el truco se
encuentra en la superposición de planos reales y digitales. Ambos son filmados
por separado. Primero Rompetechos da vueltas a la manivela, luego el gato sobre
la secadora donde otra persona le agarra de las patas y tira de él. Más tarde,
por ordenador, se crea al gato pasando por el rodillo. Y luego se unen ambas
acciones en una sola; El despertar de Mortadelo y Filemón: Fue junto a la del
derrumbamiento del edificio 13 Rue del Percebe, la escena más difícil de rodar.
Ambos personajes fueron filmados por separado, al igual que el fondo de la
ventana, las camas y el peglatín. Posteriormente se crearon los elementos 3D;
en total, fueron cinco elementos filmados en dicha técnica.
Andy Chango compuso la
canción oficial de la película, Mortadelo y Filemón, dos capullos en acción,
Mario Gosálvez, a la derecha, compuso buena parte del resto. El resto de la banda sonora fue realizada por
Rafael Arnau y Mario Gosálvez e interpretada por la Orquesta Sinfónica de
Bratislava. A lo largo de la película aparecen otras canciones que no
pertenecen a su banda sonora original, como son Tombe du Ciel escrita e
interpretada por Charles Trenet; La vie en rose escrita por Mack David, Édith
Piaf, y Louiguy e interpretada por Louis Armstrong; Qué será, será escrita por
Ray Evans e interpretada por Jay Livingston; Mi carro escrita por Rafael Jaén e
interpretada por Manolo Escobar; King of the Road escrita e interpretada por
Roger Miller; Yes Sir, I Can Boogie escrita por Frank Dostal y Rolf Soja e
interpretada por Baccara; Somos novios escrita e interpretada por Armando
Manzanero; Españolear escrita por José Espeita y Luis Lucena e interpretada por
este último; y Martial escrita por Walter Collins. En la película Berta Ojea,
quien interpreta a Ofelia, canta la canción del Netol, un jingle del producto
homónimo que limpiaba y pulía los metales.
El largometraje no se
centra en ninguna historieta en concreto, pero toma ciertos chistes de algunas
de ellas que tuvieron fama, y los inserta en su guion;3 algunos de los chistes
proceden de los siguientes álbumes:
El sulfato atómico: el
destartalado autocar de la compañía «El Avión», el cartel visite Tirania y el
discurso final de Rompetechos.
Chapeau el
"esmirriau": destrozan el descapotable de El Súper.
El caso del bacalao:
utilizan la misma entrada de la farola.
Safari callejero:
despiertan de la misma manera.
La caja de los diez
cerrojos: la escena de El Súper montando en caballito de madera.
El estropicio
meteorológico: inventa el Profesor Bacterio el trasformador o trasmutador
meteorológico.
Los gamberros: Mortadelo
y Filemón echan un pulso para decidir quién de los dos lleva a cenar a Ofelia.
Uso habitual en las
historias: el zapatófono y los detalles «de fondo» bastante surrealistas como
un esquimal por la calle o un mono con un carro.
Diferencia importante es
relativa al padre de Filemón: en la película, Filemón se ha criado con su madre
y no conoce a su progenitor, mientras que en las historietas sí aparece el
padre de Filemón junto a su madre, concretamente en Su vida privada (1997) y
¡Misión Triunfo! (2002).
Me queda una divertida
cinta, que conllevando sus mencionadas taras, me he reído bastante más de lo
que me ha decepcionado. Gloria Ucrania!!!
PD. No suelo hacer
mención a la puntuación de los films en FA, pero la de esta peli me ha
resultado grotesca para mal la infravaloración.
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