EL MUNDO PERDIDO.
(1925)
Film de
aventuras silente interesante, que sin ser de los más famosos de la era muda,
si fue una obra parteaguas con respecto a lo pionero y avances en los efectos visuales
creados por el maestro en la materia Willis O'Brien, al que le sirvió este
trabajo como especie de ensayo para su obra magna ocho años después en “King
Kong”, desplegando ingenio y brillantez (siempre con el filtro de estar ante
una cinta con casi un siglo) en el manejo del stop-motion de figuras de arcilla.
Dirige Harry O. Hoyt y guioniza Marion Fairfax, adaptando por primera vez a la
pantalla la novela homónima de Arthur Conan Doyle de 1912, que aparece en el
prólogo presentando el film, Doyle mencionaba con frecuencia que el profesor
Challenger, no Sherlock Holmes, era su personaje favorito entre sus creaciones.
Producida y distribuida por First National Pictures, importante estudio de
Hollywood en ese momento. Este es un relato que tiene muchísimos paralelismos
con el mencionado ya “King Kong”. Con un grupo de expedicionarios que viajan a
un lugar ignoto, donde encontraran a animales prehistóricos, cazaran a uno de
ellos para llevarlo a la ‘civilización’ occidental a mostrarlo como trofeo,
este Dyno se escapará por una gran urbe causando el terror entre los lugareños,
llegando al clímax en un lugar mítico de la ciudad (en este caso en el Tower
Bridge londinense, en el otro era el Empire State Building, que aún no estaba
en 1925 en el Sky Line de Manhattan), aunque en “King Kong” todo fue mejorado, además
de los efectos visuales, está la historia mucho más pulida que esta, que es un
pastiche desolado de personajes superficiales, con motivaciones infantiloides, con
un desarrollo plano, y con un final desolador por lo anticlimático, donde
apuntan bastante con la irrupción del Dyno en Londres pero acaban pegándose un
tiro en el pie con el atrofiado broche conclusivo. Tampoco el director es bueno
en saber expresar con imágenes lo que cuenta, o al menos es inseguro, pues nos
deleita con un sinfín de intertítulos, muchos innecesarios, lo que provoca constantes
parones.
En el lado de lo bueno
está la influencia posterior que ha tenido, desde los efectos visuales que
perfeccionó Ray Harryhausen, la presencia de dynos en films posteriores, los
más famosos los de la saga “Jurassic Park”, o incluso en films animados como “Up”
(2009), el lugar donde llega la casita con globos es la meseta que aquí vemos.
Esta “The Lost World” es
una peli de aventuras, donde lo importante para el espectador, sobre todo de su
tiempo era ver a dynos interrelacionados con humanos, la primera vez que esto sucedía
en cine, lo cual tuvo que ser impactante. Porque lo que es la trama resulta más
lisa que un folio, con un romance pasteloso que se desarrolla de modo atropellado,
y con un rush final este amorío de vergüenza ajena. Pero lo que debía primar
eran los dynos de O'Brien. Este comenzó a trabajar con animación stop-motion en
1913, proceso minucioso en el que la ilusión de movimiento se construye creando
una figura pequeña, generalmente de arcilla, y fotografiando su movimiento
fotograma a fotograma, cuando las imágenes se reproducen a velocidad normal
(veinticuatro fotogramas por segundo) la figura cobra vida y se mueve ante
nuestros ojos, O'Brien siguió el éxito de “El mundo perdido” con otro clásico,
King Kong de 1933. Hace gran uso de la pantalla dividida con los actores en
primer plano mirando dinosaurios al fondo. Crea una sinergia de movimientos
bastante fluidos para las décadas pasadas, los dynos se mueven con fluidez,
incluso sus colas, llamativas son las secuencias de peleas entre los enormes
animales, impresionantes para su tiempo. Un despliegue cuasi didáctico de seres
antediluvianos que pasan por la pantalla como alosaurios, pteranodons,
triceratops, tiranosaurios, o un brontosaurios.
Edward Malone (Lloyd
Hughes) es un joven al que su novia rechaza hasta que no demuestre ser un
hombre valiente en alguna hazaña, encontrando este la solución en una conferencia
ala que asiste. Allí el profesor Challenger (Wallace Beery) dice estar
convencido de que en algún lugar de las “junglas sin huellas” de Venezuela, los
dinosaurios todavía caminan por la Tierra. Esta teoría se basa en unos bocetos
que se encuentran en un cuaderno que le regaló Paula White (Bessie Love).
Aparentemente, eso es suficiente para Challenger y desafía a cualquier hombre
que no le crea a seguirlo a esa misma jungla. Edward es reportero e implica a
su periódico a financiar la aventura, se unen un equipo heterogéneo al Dr.
Challenger y a Paula, con el aventurero Sir John Roxton (Lewis Stone), el
escéptico profesor Summerlee (Arthur Hoyt), el sirviente indio Zambor (Jules
Cowes con esa costumbre tan tracista del tiempo como eran los Babyface, pintar
los rostros de blancos de negro betún, como si los negros no pudieran ser
actores) y el mayordomo de Challenger, Austin (Francis Finch-Smiles).
La cinta tarda en entrar
en vida hasta que llegan al campamento base a los pies de la elevada meseta
donde se supone está el Mundo Perdido. Donde a los 35 minutos ven los
expedicionarios a un dyno volador, Pteranodon (llamándolo erróneamente
Pterodáctilo) comiéndose vivo a un joven Toxodon, confirmando ya de facto que
los bocetos del profesor White eran reales. Aunque ya hemos visto que les han
tirado una roca unos ‘hombres mono’, claro reflejo del llamado ‘eslabón perdido’,
que parecen querer guardar de invasores su región. Tendremos una espectacular secuencia
de como los aventureros pasan a la meseta mediante un puente-árbol, e
interviniendo en ello un Brontosaurio. Tras ello asistiremos a través d ellos ojos
de los expedicionarios a varias batallas a muerte entre dynos: Un Allosaurus
ataca a un Trachodon y lo arroja a un pantano; Luego, el Allosaurus ataca y es
ahuyentado por un Triceratops; Hasta que el Allosaurus llega al campamento y
ataca al grupo de exploración. Más adelante tendremos a un Agathaumas atacado
por el Allosaurus al que enfrenta con su cornamenta, un Tyrannosaurus ataca a
los Agathaumas, junto con un desafortunado Pteranodon. Todo un derroche
imaginativo, que tiene en su contra que no está integrado apenas en la historia,
los humanos apenas asisten ala espectáculo en tercera persona, y con ello la
capacidad de asombro, al reiterarse termina por desinflarse. Aun así, tiene
escenas muy apreciables. E incluso incrustando humor en el film, como es el
juego que da la aparatosa catapulta diseñada por Challenger.
Ay una subtrama mal
desarrollada que tiene que ver con unos Hombres Mono que intentan sabotear a
los aventureros, está punteada, pero nunca se explota quienes son, si bien
pueden ser el Eslabón Perdido. No sabemos si forman parte de alguna tribu.
Spoiler:
Cuando Ed confiesa su
amor por Paula y los dos se casan ‘oficiosamente’ con Summerlee de párroco es
ridículo.
El rush final en la
meseta perdida es bastante atractivo, con la erupción del volcán que deriva en
la estampida de dynos. El chimpancé Jocko (precedente de la famosa ‘tarzaniana’
Chita) sube por el tajo a llevar una cuerda para que bajen de allí, con la
cuerda suben una escalera, todos bajan, el último es Edward, y a medio camino
es atacado desde arriba por un Hombre Mono, desde abajo Roxton dispara acertándole
letalmente.
La parte en Londres es
muy atractiva por las imágenes del dyno por Londres destrozando edificios y
aterrando a la gente son esplendidas, de gran magnitud. Siendo probablemente el
primer film de catástrofes de Monstruos atacando grandes monumentos, en este
caso la Tower Bridge, que parte el puente cayendo al rio el bicho.
Pero todo lo demás que tiene
que ver con humanos en este final es de penoso a chusco. Lo de la conferencia a
los científicos que da Challenger y que sigan sin creerle es de traca, pues las
noticias de llevar en un barco a un dyno se hubieran propagado por todo el
mundo, incluso entonces, pero que una vez suelto el animal por Londres le sigan
llamando mentiroso, si solo tenían que asomarse por las ventanas; Lo de Edward con
su antigua pareja es de tomadura de pelo, la muy caprichosa pidió a Ed que
fuera un tipo intrépido y aventurero, él aceptó el reto, ella va y no le
espera, casándose con un dependiente de tienda que no ha salido de Londres. Ed
en vez de cuando menos arremeter contra ella, les felicita y se marcha a por
Paula, esta acepta a Ed sabiéndose segundo plato, no es dejar a la mujer en
buen lugar. Y ya el colmo es ver al dyno caido en el rio surcar las aguas
flotando, y sin saberse que será de él., Menos más que ocho años después se
pulieron las arisytas, dándole carác4ter al animal protagonista y haciendo del
final todo un icono del Séptimo Arte.
Este fue el primer
largometraje realizado en los Estados Unidos, posiblemente en el mundo, que
presentó animación de modelos como efecto especial principal, o animación stop
motion en general. Willis H. O'Brien había trabajado previamente, en 1918, en
una película llamada “El fantasma de Slumber Mountain” utilizaba fotografía
stop motion. En “El mundo perdido” combinó dinosaurios animados con imágenes de
acción real de seres humanos, pero al principio solo pudo hacerlo separando el
cuadro en dos partes (lo que también se conoce como pantalla dividida). A
medida que avanzaba el trabajo, la técnica de O'Brien mejoró y pudo combinar
imágenes de acción real y stop-motion en la misma parte de la pantalla. Para
las escenas de acción en vivo, se utilizó como río una alcantarilla abierta
detrás del estudio MGM en Los Ángeles.
Los dinosaurios de esta
película se basaron en la obra de arte de Charles R. Knight. Algunos de los
modelos de dinosaurios utilizados en la película pasaron a manos del
coleccionista Forrest J. Ackerman.
En 1929, apenas cuatro
años después del estreno original en cines de “El mundo perdido”, la viuda de
uno de los financistas originales de la película llegó a un acuerdo con First
National para retirarla de circulación y destruir todo lo conocido. huellas
dactilares. La teoría es que First National esperaba evitar eclipsar el
lanzamiento de la nueva epopeya sonora de temática similar, King Kong, que
también contaría con efectos visuales del único Willis O'Brien, asegurando que
el silencioso Mundo Perdido no sería comparado. desfavorablemente con este
nuevo espectáculo de efectos visuales. Afortunadamente, sus esfuerzos
fracasaron y, gracias a años de esfuerzo para reconstruir los elementos
dispares seleccionados de varias impresiones incompletas, tenemos una
restauración casi completa de “El mundo perdido” en todo su esplendor.
En 1998, la Biblioteca
del Congreso consideró "significativo cultural, histórico o estético"
a El mundo perdido y lo seleccionó para su conservación en el Registro Nacional
de Cine de los Estados Unidos.
Apreciable obra, que se puede
ver como un esbozo de la magistral “King Kong. Gloria Ucrania!!!
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