Dos hombres en la ciudad
Extremadamente panfletario y por tanto manipulador film francés, tanto como para sentirme incómodo. La he visto con motivo del medio siglo de su estreno (25/10/1973). Es un drama policial que aborda en principio los problemas de rehabilitación de ex convictos, que en el rush final aborda la pena de muerte (guillotina). Dirige José Giovanni, la idea para el film surgió cuando la lucha de Robert Badinter para abolir la pena de muerte (no se abolió en Francia hasta 1981) resonó en el director José Giovanni, pero realmente esto solo surge en el tramo muy al final y no hay tiempo para hacernos sentir la zozobra del protagonista, todo lo anterior, sabiendo los antecedentes del realizador, me resulta un ajuste de cuentas contra el sistema (policial [el avieso agente Goitreau], judicial [la caricatura del jurado dormido] y carcelario [esto nos lo cuelan de rondón, pues no hemos visto la vida en presidio, pero durante el juicio se hace una semblanza de como es el día a día allí, y me resulta hiriente que tengamos que sentir pena por encarcelados que han cometido delitos y les ponen de comer gachas]) que lo llevó a prisión e incluso condenó a muerte por asesinato. Giovanni, fue un matón detenido en 1945 por un asunto de extorsión que salió mal, fue condenado a la pena capital en 1948, antes de ver su pena conmutada por veinte años de trabajos forzados gracias a la intervención de su padre y ser puesto en libertad en 1956. Convertido en novelista, luego guionista y cineasta, Giovanni evoca el crimen organizado en su trabajo en películas potentes y con un reparto prestigioso. El director, todavía atormentado por su pasado, decide afrontar la lucha de Badinter realizando una película que cuenta la historia de un ex recluso que quiere reintegrarse con la ayuda de un educador, pero es acosado por un policía convencido de que el ex criminal reincidirá. También se inspiró en la experiencia de un amigo y su propio educador. Un relato con similitudes con la obra maestra de Victor Hugo “Los Miserables” (1862), donde el protagonista salido de prisión Gino Strabliggi sería Jean Valjean, que intenta dejar atrás su pasado de forma noble, pero un Javert en modo inspector Goitreau le hará la vida imposible con la excusa de creer que los criminales nunca se reforman, en esto un calco del libro referido. Pero aquí el acoso del policía me resulta chirriante, no es creíble un agente policial se dedique día y noche a vigilar a alguien que no ha dado motivo alguno, es un ataque preventivo aparatoso, desproporcionado, tanto como para que el propio policía cometa el delito no solo del acoso policial, a la novia, incluso comete allanamiento por sus sospechas, me pregunto si es que no hay delitos en la ciudad de este inspector que se puede dedicar a esta cacería sumarísima? Esto solo es movido por el imperativo del guion de Giovanni para atacar de modo estridente a la policía. Es tan maniquea que me resulta irritante, te lo dan todo manufacturado, masticado, no hay sutilidad alguna, pretenden que nos pongamos del lado de Gino, pues es atropellado por el sistema una y otra vez, mientras él se mantiene firme y digno, sin caer en la tentación, ser cuasi a beatificar en su bondad, mientras el sistema lo oprime. Y eso me hace torcer el gesto ante tanta agitprop que intenta marionetizarte. Aquí todos los civiles son buenos con el protagonista, desde el educador, la familia de este, el jefe de la imprenta, el preso que le niegan la salida es un buenazo, o las dos abnegadas parejas que se echa, los únicos malos son la policía y los jueces, fuera caretas, aquí el mensaje es diáfano, propio de Barrio Sésamo en su simpleza de parvulario.
Lo de que a un criminal
no haya que juzgarlo solo por su crimen, si no por la trayectoria que ha
llevado el susodicho me es una idea de un buenismo que me soliviante y enerva,
ese modo de disculpar al delincuente por que ha tenido una mala vida me resulta
un insulto para los que han superado
esto sin tener que robar o matar, una aberración.
El trabajador social
Germain Cazeneuve (Jean Gabin) trabaja incansable como puente entre los
prisioneros y las autoridades, haciendo lo mejor que puede para permitir a los
hombres buenos una segunda oportunidad. Ha logrado convencer a la junta de
libertad condicional del ladrón de bancos Gino Strabliggi (Alain Delon) de la
sinceridad de llevar una vida honrada. En el exterior, Gino se mantiene fiel a
su palabra, evitando el contacto con sus amigos del pasado, manteniendo su
empleo en una pequeña imprenta rural (ya que a aquellos con antecedentes
penales no se les permitían puestos legítimos en París y otros centros urbanos)
e intentando disfrutar vida con su novia (ins´pida Ilaria Occhini). Pero llega
la tragedia y Strabliggi pierde de vista sus nuevos objetivos. Huye al sur de
Francia y conoce a Lucie (inane Mimsy Farmer), una atractiva cajera de banco y,
a pesar de su ocupación, intenta tener un romance. Pero el entrometido
inspector Goitreau (Michel Bouquet) comienza a interesarse morbosamente por
Strabliggi y comienza a acosarlo descaradamente, seguro de que el ex criminal
seguramente recurrirá a sus formas de vida anteriores.
Los protagonistas son
Alain Delon (también productor del film), alejado de su clásico rol de gañán,
de arrogante, de tipo duro cínico seguro de sí mismo, aquí es una víctima del
sistema, asfixiado poco a poco por este. Me ha sido un papel plano, sin matices,
es bueno y punto, no te puedes creer fuera en el pasado un atracador maleante,
aunque eso sí, en el rush final tiene un cruce de mirada intenso y turbador con
su amigo. No entiendo que aporta la sub trama de la novia primera que tiene un
accidente, aporta entre nada y zero al corazón de la película. Tampoco entiendo
que suma que la hija del amigo esté ‘secretamente’ enamorada de Gino, son
elementos que desvían y no se saben si son ideas del guion que iban a algún
lado y al final se abandonaron; Jean Gabin da vida al educador-reinsertor, un
tipo bueno que cree en la bondad de la gente, es el ejemplo de un buenismo que
me da dentera en su dogmatismo que parece reflejar que en este mundo la gente
es buena si la dejan, ojalá! Un papel plano para el gran actor que es, pero al
que dota de mesura e intensidad dramática con ese carisma que tiene y que el
hace traspasar la pantalla, gran convicción (torticera) en el discurso que da
en el juicio), lástima sea con un papel tan liso; El tercero en discordia es el
rol de Michel Bouquet como el inspector
policial, entra muy avanzado el metraje para ser la discordia en una personaje
guiñolesco en su maldad porque sí, al menos podrían haberle puesto alguna
motivación personal, no simplemente porque yo lo valgo.
Engañosamente no es un
film de acción, como pòr el título y los protagonistas se podría pensar, es un
drama adusto. Es por ello que desentona la secuencia de atrapar a una banda de
atracadores (entre los que está un jovencísimo Gerard Depardieu), rodada con
brío aparatoso, es como si el director se diera cuenta de que podía aburrir
tanta redundancia y decide meter algo de acción con fórceps.
El supuesto alegato
contra la pena de muerte es demasiado corto en su manejo, muy apresurado como
para que termine de calar mínimamente. Aunque siendo escasito en tiempo sabe
dar calado en como se rueda, de forma seca y dura ese tramo final cortante,
cargado de miradas conmovedoras, en silencio, con un momento apabullante
(*spoiler). Aunque esto suma, no redime de la manipulación vista hasta
entonces.
Spoiler:
Spoiler: Gino consigue
trabajo en una imprenta en Montpellier. Strabliggi allí entabla relación con Lucy
(Mimsy Farmer), una empleada de banco. En Montpellier también está el inspector
jefe Goitreau (Michel Bouquet), el policía que lo arrestó. Convencido de que el
ex mafioso recaerá, el policía comienza a vigilarlo, mientras informa a su
empleador y a Lucy de su pasado. El acoso llega al punto de amenazar a Lucy por
cómplice de Gino, este al oírlo se pone fuera de sí y termina estrangulando al
agente. Dándose la paradoja de que Gino era un tipo sin mácula como ex
presidiario hasta que el policía quiso encontrar al delincuente presionándolo y
este afloró. Detienen a Gino y hay un juicio ridículo (hasta con jurados
durmiéndose), pues nadie habla del acoso del policía, nadie comenta de las
amenazas enfermizas, solo se dedican a comentar el pasado de Gino, ni tan
siquiera este cuando puede se defiende. Y al final le condenan a muerte por
guillotina. Tras serle denegado el indulto asistimos al ritual de ejecución.
Despiertan a Gino en su celda (me resulta extraño duerma cuando se supone sabe
cuando le van a ejecutar), se niega a recibir al cura, le visten y conducen por
un pasillo. En una sala le cortan el cuello de la camisa (para no estorbar a la
cuchilla), y entonces *se descorre una gran cortina y aparece el patio con una
guillotina. Gino se dirige a ella cruzando una entrañable mirada con Germain.
Lo tumban y vemos rápidamente, sin declaraciones o discursos como la hoja de
metal baja y corta (fuera de plano) la cabeza.
José Giovanni fue un
hombre con una vida digna de ser llevada al cine. Nacido en Paris, de origen
corso, pasó su juventud ejerciendo trabajos de lo más variado: leñador, minero,
posadero, alpinista... participando activamente también en la II G.M. En 1948
es condenado a morir guillotinado por su participación en un golpe mafioso
organizado por su tío, en el que mueren varias personas. La sentencia es
conmutada por 20 años de trabajos forzados. Tras su salida de prisión 8 años
después decide plasmar su experiencia carcelaria en la novela "Le
trou", que Jacques Becker llevaría magistralmente al cine poco después. Su
carrera como novelista hace que otros directores como Melville o Sautet se
interesen por sus obras, y de ahí dará el salto a la dirección hasta llegar a
esta magnífica "2 hommes dans la ville", mirada lúcida y negrísima al
sistema carcelario y judicial francés, supuesto adalid de la democracia y el
desarrollo, que no erradicó el uso de la guillotina hasta 1981.
Película que quiere
empujarte por su discurso contra el sistema, y me siento violentado por tanto
elemento agitador, y donde todo te lo subrayan tras ser retorcido en su idea
contra el poder. Un discurso anarquista peligroso. Solo se salva el
estremecedor rush final del amanecer de la guillotina. Gloria Ucrania!!!
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