Master
and Commander: The Far Side of the World
Muy ameno film de
aventuras bélicas marinas, un soplo de cine clásico añejo en pleno SXXI. Lo he
revisto con ocasión de su vigésimo aniversario del estreno (14/11/2003), y se
mantiene como una buena propuesta en su género, sin ser grandioso, pues el
argumento resulta algo plano (es un simple juego del gato y el ratón, estando
en el centro el enfrentamiento desigual entre David vs Goliat), le faltan
matices, pero si consigue atraparte para hacerte sentir un marinero más de
Surprise, por su fenomenal ambientación y recreación de la dura vida en estos
navíos (apenas salimos unos minutos de alta mar en el tramo fugaz en las
Galápagos), todo sublimado por la gran cinematografía de Russell Boyd (“El año
que vivimos peligrosamente” o “Gallipoli”), el extraordinario (solo hay que ver
el gusto por el detalle en el Surprise)diseño de producción William Sandell (“Desafio Total “ o “La Tormenta
Perfecta”), el vestuario de Wendy Stites (“Gallipoli” o “El show de Truman”), y
ello entrelazado de forma sensacional a los f/x obra de los maestros en la
materia de la Industrial Light & Magic, que lo mejor que se puede decir de
ellos es que parece que haya, ello sobre todo en las escenas de acción, pocas,
pero potentes en los dos enfrentamientos bélicos del Surprise con el
napoelónico Acheron, donde las astillas y el fuego parecen rozarte, así como
una labor en miscelánea con todo esto de edición de sonido fabulosa. Coescrita
(junto a John Collee [“Hotel Bombay”], producida y dirigida por el aussie Peter
Weir, se enmarca durante las Guerras Napoleónicas. La trama y los personajes de
la película están adaptados de tres novelas de la serie Aubrey-Maturin del autor
Patrick O'Brian, que incluye 20 novelas completas de la carrera naval de Jack
Aubrey.
La película está
protagonizada por un carismático Russell Crowe como Aubrey, capitán de la Royal
Navy, y por un roba escenas Paul Bettany como el cirujano del barco Dr. Stephen
Maturin, siendo gran parte de la sustancia del film la amistad entre ambos,
punteada por el estajanovismo sentido del deber del primero y por el espíritu
humanista del segundo, y unidos por su gusto por la música, uno toca el violín
y el otro el chelo, y hacen duetos en los ratos libre en la nave, dotando así
de un halo lírico a las secuencias ambientadas con Bach y Boquerini. Esta es la
segunda colaboración en pantalla de Crowe y Bettany, anteriormente
coprotagonizaron “A Beautiful Mind” de 2001.
La película fue un
proyecto personal del ejecutivo de Fox, Tom Rothman, reclutó a Weir para
dirigir el proyecto. El rodaje se realizó en mar abierto, en réplicas de barcos
en los tanques de agua de Baja Studios (los que se construyeron para el film
“Titanic”) y en las Islas Galápagos (primera vez que se filmaba en este edén ecuatoriano
sin ser un documental). La película costó 150 millones de dólares, siendo un
éxito moderado en taquilla, recaudando 212 millones de dólares en todo el mundo,
lo que impidió fuera la primera parte de una saga. Fue nominada a 10 premios
Oscar, incluidos Mejor Película y Mejor Director, ganando Mejor Fotografía y
Mejor Edición de Sonido.
Durante las Guerras
Napoleónicas, el capitán Jack Aubrey (Crowe) de la fragata HMS Surprise recibe
la orden de interceptar la fragata pesada Acheron, un corsario francés. Acheron
tiende una emboscada a Surprise frente a la costa de Brasil, causando graves
daños y resistiendo fácilmente el fuego de respuesta del Surprise. Se utilizan
barcos Jolly para remolcar la Surprise hacia un banco de niebla, poniendo fin a
la batalla. Los oficiales de Aubrey le dicen que el Surprise no es rival para
Acheron y que deberían abandonar la persecución. Aubrey responde que no se debe
permitir el Acheron saquee la flota ballenera británica y ordena que el
Surprise sea reparado en el mar, ello aprovechando un banco de arena. Poco
después, Acheron vuelve a tender una emboscada a Surprise.
Tierne un comienzo
cautivador el film, ello con la cámara durante el alba recorre de modo
placentero el infinito océano, hasta que el objetivo se adentra en modo cenital
por un barco de guerra inglés, el Surprise, que se desliza con sus velas
extendidas por el mar, exponiendo con detalle los elementos marinos, desde el
velamen, los mástiles, la superficie, los cañones, hasta que vemos a la
tripulación durmiendo en hamacas. Vemos la bruma cerrar el horizonte de modo
cuasi fantasmal. Un guardiamarina otea con su catalejo algo que le llama la
atención, duda con lo que cree atisbar, pero al final impulsa el zafarrancho de
combate, entonces vemos cual hormigas a los marinos subir cual por las cuerdas
para desplegar velas. El capitán dirige su mirada a una especie de sombra fantasmagórica
entre la espesa neblina, hasta que grita ‘Cuerpo a tierra!’, y es que ha visto
un fogonazo, esto se convierte en un cañonazo que destroza parte de la
cubierta. Comenzando el Surprise a ser destrozado por varias andanadas de
bolas, el Surprise apenas puede defenderse, incluso se quedan si timón. El
capitán decide que saquen esquifes al mar para llevar al barco a laniebla y
así poder despistar al poderoso buque de guerra galo Acheron. Tras ello
asistimos a los daños materiales, han dejado al Surprise gravemente averiado, y
sobre todo a los heridos atendidos en la bodega por el cirujano, esto exhibido
con un realismo palpable (como echan arena sobre la sangre del suelo para no
resbalar). Vemos la trepanación rudimentaria de un cerebro al carpintero del
barco, esto en la cubierta ante el asombro de la tripulación que observa
atónita. También vemos la amputación de un brazo del niño (con el nos damos
cuenta que la infancia en este tiempo no existía) guardiamarina Blakeney (Max
Pirkis), por riesgo de gangrena, a lo que el chico se comporta de modo estoico.
Tras todo ello llega el recuento de fallecidos y funerales, 27 muertos que son
lanzados al mar durante una solemne ceremonia. Todo ello es un notable arranque
que hace que ya estemos atrapados en este navío.
Luego nos imbuiremos de
la vida cotidiana militar en alta mar, de cómo reparan el barco, asistiremos a
la camaradería, a las asquerosas comidas, el entrenamiento para armar y
disparar rápido las andanadas de cañonazos, donde la recompensa por un trabajo
bien hecho es un trago extra de grog, a las
tormentas (el espectacular tramo cruzando el Cabo de Hornos), a las muy temidas
calmas del mar, a las supersticiones, con respecto a esto último es desgarrador
el tramo con protagonismo para el guardiamarina Hollom (notable Lee Ingleby),
al que la tripulación coloca el San Benito de Maldito, teniendo al sub trama un
final cortante y descorazonador. Le puede faltar conflictos y dudas morales
sobre como desempeñar el objetivo, pero se medio suple con gran despliegue de
naturalismo. Reflexionaremos en las charlas sobre el honor, el deber, la
lealtad, la amistad, la jerarquía imponiéndose sin tiranía ("Incluso en la
naturaleza existe la jerarquía" machacará Aubrey para justificar la
importancia de la disciplina en sus ententes con Stephen), pero sin displicencia
(para ello los castigos de latigazos por infracciones graves). Donde el Acheron
se convertirá en el Moby Dick de este suigéneris capitán Ahab/aubrey
Russel Crowe da vida al
capitán con fuerte personalidad, irradiando liderazgo (para ello ayudan los
épicos planos del mismo en la proa con el buque avanzando a toda vela, o cuando
lo vemos por fuera en el lateral), autoridad (‘Sin respeto no hay disciplina’,
le dice a un guardiamarina humillado por un subalterno), tipo valiente, audaz,
ingenioso (para ello sus tretas contra el Acheron: huir hacia la niebla,
colocarle un señuelo en la noche, o aprovecharse de la idea del camuflaje de un
animal para tomar ventaja ante este Goliat gabacho). El actor posee un físico
imponente que resulta amenazante cuando debe, divertido (‘Eso sería como
encontrar una persona honrada en el congreso’, le dice a un oficial) y cínico
cuando la la ocasión lo requiere (‘Pon mi nombre a un arbusto nuevo, pero que
esté lleno de espinas y que sean bien grandes’, le dice a su amigo cirujano).
Muy buena su encarnación; Paul Bettany es el fiel amigo del capitán, alguien
que no se calla lo que le tiene que decir, tipo simpático, con don de gentes,
con coraje, capaz de hacer una trepanación atávica que tapona con una moneda,
hasta en su seguridad en sí mismo es capaz de extraerse una bala que ha metido
un trozo de camisa en su cuerpo, todo ello el actor lo transmite con
sinceridad. Un naturalista al que vemos entusiasmado ante el archipiélago
singular de las Galápagos con su fauna particular de iguanas o cormoranes, siendo
el protagonista de esta visita a la isla en su viaje recorriéndola cual
científico. Entre él y Crowe hay una vigorosa química.
Uno de los defectillos
es que faltan secundarios de enjundia, solo destaca entre estos el adolescente Lord
Blakeney (Max Pirkis), un querubín rubio a quien la cámara adora en su encanto
luminario, conmoviendo como acepta como un gaje más quedarse manco, de ahí el
liderazgo combativo que demuestra en el combate. El capitán lo ve como su
propio yo del pasado, pues Aubrey sirvió con el mismo rol con Nelson. Pero
también se siente atraído por la afición naturalista del cirujano, al que ayuda
en su recopilación de información.
Se le puede achacar que
adolece de un final rompedor, es satisfactorio y esperado en el duelo final,
fenomenal el choque de barcos cada uno con sus ‘armas’, pero no llega a
trascender, pues nunca sorprende, no se sale de lo esperado.
Se hicieron grandes
esfuerzos para reproducir la apariencia auténtica de la vida a bordo de un
buque de guerra de principios del siglo XIX. Además de 2.000 sombreros y 1.900
pares de zapatos, se utilizaron unos 400 kilos de pelo en los actores. Sin
embargo, sólo diez días del rodaje transcurrieron en el mar a bordo del Rose
(una reproducción del barco de correos HMS Rose del siglo XVIII). Otras escenas
se rodaron en una réplica a escala real montada sobre cardanes en un tanque de
casi 20 millones de galones en Baja Studios en México, construido para el
rodaje de Titanic (1997). Hubo un tercer HMS Surprise que era un modelo a
escala construido por Weta Workshop . Se mejoró una secuencia de tormenta
utilizando imágenes compuestas digitalmente de olas filmadas a bordo de una
réplica moderna del Endeavour de Cook rodeando el Cabo de Hornos. Todos los
actores recibieron una profunda formación sobre la vida naval de la época para
que sus actuaciones fueran lo más auténticas posible.
Iva Davies, cantante de
la banda australiana Icehouse, viajó a Los Ángeles para grabar la banda sonora
de la película junto a Christopher Gordon y Richard Tognetti. Juntos ganaron el
premio APRA/ AGSC Screen Music Award 2004 en la categoría "Mejor Álbum de
Banda Sonora". La partitura incluye
una variedad de música barroca y clásica, en particular la primera de las
Suites para violonchelo sin acompañamiento de Johann Sebastian Bach, Suite No.
1 en sol mayor, BWV 1007, interpretada por Yo-Yo Ma; el tema de Estrasburgo en
el tercer movimiento del Concierto para violín nº 3 de Wolfgang Amadeus Mozart;
el tercer movimiento (Adagio) del Concierto de Navidad de Corelli (Concierto
grosso en sol menor, Op. 6, n.° 8); y una interpretación recurrente de Fantasía
sobre un tema de Thomas Tallis de Ralph Vaughan Williams. La música tocada en
violín y violonchelo antes del final es el Quinteto de cuerda (Quintettino) de
Luigi Boccherini para 2 violines, viola y 2 violonchelos en do mayor ("
Musica notturna delle strade di Madrid "), G. 324 op. 30. Los dos arreglos
de esta señal contenidos en el CD difieren significativamente del que se
escucha en la película. La canción que se canta en la sala de oficiales es
"Don't Forget Your Old Shipmates", una canción de la Armada británica
escrita a principios del siglo XIX y arreglada en 1978 por Jim Mageean de su
álbum Of Ships... and Men. Las melodías cantadas y tocadas por la tripulación en
cubierta por la noche son "O'Sullivan's March", "Spanish
Ladies" y "The British Tars" ("El alquitrán
náufrago"), que estaba ambientada con la melodía de "Bonnie
Ship". the Diamond" y llamado "Raging Sea/Bonnie Ship the
Diamond" en la banda sonora.
Si bien ningún capitán
inglés histórico es rival completo para Aubrey, se dice que las hazañas de dos
capitanes navales inspiraron eventos en las novelas, el mencionado Capitán Lord
Thomas Cochrane, y el Capitán William Woolsey. Cochrane utilizó el truco de
colocar una luz en un barril flotante por la noche para evitar la captura.
Woolsey, a bordo del HMS Papillon, disfrazó un barco bajo su mando como un
barco comercial; al descubrir información de que un barco rebelde estaba al
otro lado de una pequeña isla, navegó alrededor de la isla y capturó el barco
español, el 15 de abril de 1805.
La película combina
elementos de tres novelas diferentes de Patrick O'Brian, pero su fuente
principal es su décima novela, El otro lado del mundo. En la película, sin
embargo, la acción tiene lugar en 1805 (durante las guerras napoleónicas), en
lugar de en 1812 (durante el conflicto entre Estados Unidos y el Reino Unido de
ese período); la historiadora académica Cathy Schultz (Universidad de St.
Francis) afirma con confianza que "los cineastas pensaron que el público
estadounidense tal vez no quisiera ver a los estadounidenses como los villanos",
lo que los llevó a "cambiar los acontecimientos para 1805", una
afirmación fuertemente cuestionada por el director ejecutivo de 20th Century
Fox, Tom Rothman, quien inició el desarrollo de la película. Con respecto a
otras diferencias entre la novela original y la película, el oponente ficticio
fue cambiado del USS Norfolk a la fragata corsaria francesa Acheron. Además, la
película excluye escenas de los libros que tuvieron lugar en los puertos, y,
además de las mujeres brasileñas en una sola escena, los personajes femeninos
de las novelas no fueron adaptados. El episodio en el que Aubrey engaña al
enemigo mediante una balsa con linternas está tomado de Master and Commander,
mientras que el episodio en el que Maturin se opera a sí mismo, mientras
aprieta los dientes de dolor, para extraer una bala del HMS Sorpresa. La severa
persecución alrededor del Cabo de Hornos está tomada de la novela Isla
Desolación, aunque Acheron reemplazó al buque de guerra holandés Waakzaamheid
de 74 cañones. Surprise reemplazó al Leopard, y en el libro es Aubrey quien
está llevando a cabo una campaña en torno al Cabo de Buena Esperanza.
Richard Tognetti, quien
compuso la música de la película, le enseñó a Crowe a tocar el violín, mientras
Aubrey toca el violín con Maturin en su violonchelo en la película. Crowe
compró el violín personalmente ya que el presupuesto no permitía cubrir el gasto.
El violín fue fabricado en 1890 por el fabricante italiano de violines Leandro
Bisiach y vendido en una subasta en 2018 por 104.000 dólares. Bettany aprendió
a tocar el violonchelo para el papel de Maturin, por lo que se pudo filmar a la
pareja tocando con la postura y la técnica adecuadas en lugar de hacer mímica.
La grabación fue doblada en la versión final de la película.
Me queda un estimable
film de aventuras con una notable pareja protagónica. Gloria Ucrania!!!
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