ERASE UNA VEZ EL OESTE. (Serie TV 1TC)
Atractiva
miniserie de tv de seis episodios producida por Netflix, un crudo western
basado libremente en hechos reales, con claras influencias al film de aventuras
fronterizo “The Ravenant” (2015), y es que el guión es del escritor de esta
oscarizada producción, Mark L. Smith, y de ello se aprovecha el director de
todos los episodios, el veterano Peter
Berg (“La Sombra del Reino” o “Friday Night Lights”), para componer algunas
escenas en plano secuencia cámara en mano con efluvios a la cinta de Iñárritu.
Se trata desde una óptica revisionista muy de los tiempos la creación de los
USA con los colonizadores que poblaron sus tierras cruzando el país de este a
oeste buscando su particular Tierra Prometida. En este caso se aborda la
colonización de pioneros en el estado Utah, para ello se toma como deux machine
el incidente de la masacre de Monte Meadows en 1857, uno de los episodios más
negros de la historia de los mormones en Estados Unidos, en que fallecieron 120
colonos, aunque el episodio difiere de lo que sucedió en realidad.
Todo esto con una gran
potencia sensorial gracias a la espléndida puesta en escena, fundamental para
transmitir un estado de ánimo pesaroso, sensacional ese aire en perpetuo
arremolinar de dientes de león o algo parecido. Empezando por brillante labor
en la cinematografía de Jacques Jouffret (“Milla 22” o “Gran Turismo”), con un
vigor apoteósico en cómo se rueda en (falso) plano-secuencia. Y es que la
fotografía es gran protagonista en como envuelve al espectador en este lar
hostil, desbordando el frío ambiental, el viento, con recursos visuales
excelentemente utilizados como contrapicados, planos holandeses, travelling
subjetivos, asfixiantes primeros planos, detallistas. Proyecta la belleza
salvaje de los agrestes lares, con épicas tomas de las llanuras fundidas con
los cielos infinitos, capturando la acción de modo seco y adusto. La banda
sonora corre a cargo de la banda texana post-rock Explosions in the Sky,
trabajó anteriormente con Berg en la película “Friday Night Lights” (2005) y “Lone
Survivor” (2013) mezcla de música instrumental melancólica y tensa, acentúa el clima
ominoso de los episodios. Tambiéwn destacable la gran edición de sonido para hacer
la inmersiva experiencia más vivida, con el sonido del viento constante, los
disparos impactantes, o los intensos silencios.
A través de esta masacre
la acción se abre en varios frentes. Por un lado, está la batalla por un fuerte
que quiere comprar el líder mormón y el dueño se resiste; está el ejército
investigando la masacre, tenido como sospechosos a los mormones y estos con su milicia
haciéndoles frente; está un mormón al que casi cortan la cabellera en la
masacre, que busca desesperadamente a su esposa, mientras esta está raptada por
la tribu nativa de shoshones; y por otro lado está una mujer que huye con su
hijo en busca de su esposo acompañado de un misterioso lacónico tipo, mientras
cazarrecompensas los acechan.
Es una serie con una
ambientación maravillosa, creando una atmósfera malsana inmersiva, de
resonancia atávica en cada pelea, en cada flechazo, en cada golpe, en cada muerte,
secuencias de una brutalidad arrolladora, te hacen sentir en un mundo salvaje,
donde la muerte acecha en cada segundo. Una narración sombría, sórdida, una
especia de entrada el Averno por la violencia que rezuma ese espíritu de
supervivencia con el que se expandió USA, entrando de lleno en las tensiones
que se dieron entre diferentes facciones, como los pioneros, emprendedores,
fundamentalistas religiosos, el ejército, los nativos empujados de sus tierras,
todo ello en un caldo de cultivo de violencia latente. Abordando temas como la búsqueda
de la libertad, la redención, el nihilismo, el radicalismo religioso, o el
sacrificio por un bien mayor. Todo con una ágil dirección entrelazando
hábilmente las subtramas, nivelando la acción tremebunda con los momentos en
que los personajes se abren para tener profundidad, ello ayudado por un puñado
de estupendas actuaciones. El rush final resulta está bien llevado, aunque con
algunas pegas (*spoiler).
Debido a la naturaleza
de la estructura que se ramifica, hay numerosas interpretaciones, la mayoría rayan
a gran altura. Taylor Kitsch como Isaac Reed/Spotted Hawk, borda al estoico y lacónico
héroe afectado por el duro pasado, impregna de carácter su adusto rol. Aunque
adolece de la química necesaria con Betty Gilpin para el giro final. Espléndido
en las escenas de acción, desplegando la personalidad salvaje que requiere; Betty
Gilpin como Sara Rowell, madre coraje que, junto a su hijo Devin (correcto Preston
Mota), emprende un peligroso viaje hacia el Oeste huyendo de su pasado y en
busca de una vida mejor. Da una actuación cargada de mundo interior en ebullición,
nota llevar el peso del mundo a sus espaldas y lo hace con enorme dignidad,
notable; Shea Whigham como Jim Bridger, experimentado colono de la frontera, fundador
y líder del puesto comercial de Fort Bridger, derrocha carisma en cada
secuencia, portentosa la suficiencia con que afronta cada problema, brillante; Kim
Coates como Brigham Young, controvertido líder mormón, figura histórica, primer
gobernador del Territorio de Utah y el segundo presidente de la Iglesia SUD.
Inunda la pantalla con un liderazgo sutil, sin aspavientos, mesurado, pero
pisando siempre con porte amenazante; Lucas Neff como el capitán Edmund
Dellinger, oficial del ejército de EE. UU. destinado cerca de Fort Bridger, en
un momento dado se convierte en narrador omnisciente mediante la escritura de
su diario exponiendo la agitada situación del territorio. Cumple sin más en un
papel que parece tendrá importancia, pero se rebela casi como un convidado de
piedra; Dane DeHaan como Jacob Pratt, joven mormón, junto a su esposa Abish,
busca establecerse en la Tierra Prometida de Utah. Pero tras la masacre el matrimonio
queda separado, el herido de modo aparatoso se embarca en una peligrosa odisea
por encontrar a su ‘amada’. Es una muy intensa actuación; Saura Lightfoot-Leon
como Abish Pratt, joven mormona, a su pesar esposa de Jacob: Tras la masacre se
ve arrastrada a una espiral de peligros donde surge el espíritu de supervivencia,
pero al convivir con la tribu shoshone encuentra un sentido a su infortunada
vida. Buena la actriz, aunque me ha faltado (culpa del guion) que nos llegara
mejor y no ha empellones su asimilación a los nativos para entender la postura
que toman estos en el rush final; Joe Tippett como James Wolsey, líder de la
milicia mormona, bueno como el amenazante brazo violento de los mormones.
Spoiler:
Hay una encerrona de la
milicia mormona contra el asentamiento del ejército, espectacular en su realismo
atroz. Los mormones exterminan a todos los militares. Pero a esto no se le da
respuesta de que pasó después, acabar con parte del ejército USA debía tener
respuesta.
La milicia mormona decide
acabar con la tribu shoshone porque supuestamente la testigo viva de la masacre
que los puede incriminar, está allí, Me parece que s matar moscas con una bomba
atómica. Ella podría haber huido a otro lado, o escapar en la refriega. Me resulta
un plan ridículo. Luego, si los shoshone saben que van a venir los de la milicia
mormona, no pueden preparar un mejor plan que rodearlo y luego lanzarse sobre
ellos en plan suicida, tan ridículo como los mormones. Como me ha sido muy
forzado que los shoshone acojan de esa forma tan rápida a Abish con ellos,
hasta defenderla todos con sus vidas, no he visto elementos que hagan esta conexión
creíble.
En la parte del dueño del
fuerte Jim Briger, el tira y afloja para que el gobernador mormón lo compre,
acaba con el primero vendiendo. Vemos al final como Jim sale del fuerte, mientras
los mormones le meten fuego de noche, las llamaradas ‘adornan’ su salida de
allí.
La otra sub trama es la
de la huida de Sara con su hijo, con la india recogida por el camino (no se
sabe bien que pinta en la película), guiados y protegidos por Isaac. Este las
deja a las puertas de su meta (Crooked Springs), pero antes, Sara e Isaac se
dan un beso de amor, esto me ha sido algo metido con calzador, pues no ha
habido chispa entre ellos. Se marcha Isaac, pero ante algo que encuentra por el
camino, vuelve y encuentra al último caza recompensas amenazando al grupo de Sara.
Hay un enfrentamiento de este con el malo, lo mata, pero Isaac hes herido
letalmente en el abdomen, ha dado su vida para salvar a Sara e hijo. Tras
enterrarlo, Sara decide viajar a California y no volver con su marido.
En una batalla posterior
entre la milicia mormona y los Shoshone, Jacob, cegado por la furia y el deseo
de venganza, dispara sin mirar… y, cómo no, termina matando a Abish, sin darse
cuenta de que es ella. Porque claro, ¿qué es más cliché que un hombre disparando
a su esposa sin reconocerla en plena refriega caótica? En un momento de
revelación tardía y altamente dramática, Jacob descubre su error y,
completamente devastado, decide quitarse la vida. El desenlace es tan exagerado
y trágico que, en lugar de emocionar, resulta casi absurdo. La serie parece
empeñada en subrayar la ironía cruel del destino de Jacob y Abish, pero lo hace
con un trazo tan grueso que el espectador no puede evitar preguntarse si este
giro argumental era realmente necesario o si fue diseñado únicamente para
maximizar el sufrimiento de los personajes. Al final, su historia deja un sabor
agridulce: una tragedia que podría haber sido conmovedora, pero que termina
pareciendo más una lección forzada sobre la brutalidad del Oeste que una narrativa
genuinamente impactante.
El incidente de monte
Meadows en 1857, no transcurrió como en la serie. Un grupo de mormones e indios
paiute, atacaron efectivamente a la caravana Baker-Fancher, colonos que
viajaban desde Arkansas hacia California, pero el asedio duró varios días, 5 en
concreto. Finalmente, los líderes de la milicia mormona temieron que los
migrantes hubieran descubierto la identidad real de los atacantes. Como
resultado, el comandante de la milicia, William H. Dame, ordenó a sus fuerzas
que mataran a los emigrantes. Para entonces, los emigrantes se estaban quedando
sin agua y provisiones, y permitieron que algunos miembros de la milicia, que
se acercaron con una bandera blanca, entraran en su campamento. Los miembros de
la milicia aseguraron a los emigrantes que estarían protegidos, pero después de
entregarles sus armas, los emigrantes fueron escoltados fuera de su posición
defensiva, y tras caminar una cierta distancia, fueron atacados y asesinados
por un grupo de mormones e indios paiute que estaban escondidos cerca. Al
final, mataron a 120 personas, todos los adultos y niños mayores del grupo, perdonándoles
solo la vida a diecisiete niños menores de siete años, que fueron los únicos
supervivientes. Por lo tanto, no sobrevivió ningún adulto.
Se incorporaron
personajes de la vida real como Jim Bridger, pionero atrapado entre facciones
en guerra; Brigham Young, líder de la Iglesia SUD comandaba su ejército
conocido como la Legión de Nauvoo; y Wild Bill Hickman, agente de la ley y
miembro de esta milicia.
El rodaje se llevó a
cabo en Nuevo México. Las ubicaciones de Nuevo México utilizadas incluyeron las
pequeñas ciudades de Cochiti Pueblo y Santa Clara Pueblo, los estudios de
sonido en Santa Fe y Pajarito Ski Mountain, así como el Bonanza Creek Ranch en el
norte de Nuevo México y el Charles R Ranch cerca de Santa Fe. Los constructores
de sets utilizaron solo herramientas disponibles en el siglo XIX para construir
su versión de Fort Bridger.
PD. Seguro que a los actuales
feligreses de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días no habrán quedado satisfechos
con la imagen que «Érase una vez el Oeste» da de ellos.
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