sábado, 1 de marzo de 2025

 


ERASE UNA VEZ EL OESTE. (Serie TV 1TC)

 

Atractiva miniserie de tv de seis episodios producida por Netflix, un crudo western basado libremente en hechos reales, con claras influencias al film de aventuras fronterizo “The Ravenant” (2015), y es que el guión es del escritor de esta oscarizada producción, Mark L. Smith, y de ello se aprovecha el director de todos los episodios, el veterano  Peter Berg (“La Sombra del Reino” o “Friday Night Lights”), para componer algunas escenas en plano secuencia cámara en mano con efluvios a la cinta de Iñárritu. Se trata desde una óptica revisionista muy de los tiempos la creación de los USA con los colonizadores que poblaron sus tierras cruzando el país de este a oeste buscando su particular Tierra Prometida. En este caso se aborda la colonización de pioneros en el estado Utah, para ello se toma como deux machine el incidente de la masacre de Monte Meadows en 1857, uno de los episodios más negros de la historia de los mormones en Estados Unidos, en que fallecieron 120 colonos, aunque el episodio difiere de lo que sucedió en realidad.

 

Todo esto con una gran potencia sensorial gracias a la espléndida puesta en escena, fundamental para transmitir un estado de ánimo pesaroso, sensacional ese aire en perpetuo arremolinar de dientes de león o algo parecido. Empezando por brillante labor en la cinematografía de Jacques Jouffret (“Milla 22” o “Gran Turismo”), con un vigor apoteósico en cómo se rueda en (falso) plano-secuencia. Y es que la fotografía es gran protagonista en como envuelve al espectador en este lar hostil, desbordando el frío ambiental, el viento, con recursos visuales excelentemente utilizados como contrapicados, planos holandeses, travelling subjetivos, asfixiantes primeros planos, detallistas. Proyecta la belleza salvaje de los agrestes lares, con épicas tomas de las llanuras fundidas con los cielos infinitos, capturando la acción de modo seco y adusto. La banda sonora corre a cargo de la banda texana post-rock Explosions in the Sky, trabajó anteriormente con Berg en la película “Friday Night Lights” (2005) y “Lone Survivor” (2013) mezcla de música instrumental melancólica y tensa, acentúa el clima ominoso de los episodios. Tambiéwn destacable la gran edición de sonido para hacer la inmersiva experiencia más vivida, con el sonido del viento constante, los disparos impactantes, o los intensos silencios.  

 

A través de esta masacre la acción se abre en varios frentes. Por un lado, está la batalla por un fuerte que quiere comprar el líder mormón y el dueño se resiste; está el ejército investigando la masacre, tenido como sospechosos a los mormones y estos con su milicia haciéndoles frente; está un mormón al que casi cortan la cabellera en la masacre, que busca desesperadamente a su esposa, mientras esta está raptada por la tribu nativa de shoshones; y por otro lado está una mujer que huye con su hijo en busca de su esposo acompañado de un misterioso lacónico tipo, mientras cazarrecompensas los acechan.

 

Es una serie con una ambientación maravillosa, creando una atmósfera malsana inmersiva, de resonancia atávica en cada pelea, en cada flechazo, en cada golpe, en cada muerte, secuencias de una brutalidad arrolladora, te hacen sentir en un mundo salvaje, donde la muerte acecha en cada segundo. Una narración sombría, sórdida, una especia de entrada el Averno por la violencia que rezuma ese espíritu de supervivencia con el que se expandió USA, entrando de lleno en las tensiones que se dieron entre diferentes facciones, como los pioneros, emprendedores, fundamentalistas religiosos, el ejército, los nativos empujados de sus tierras, todo ello en un caldo de cultivo de violencia latente. Abordando temas como la búsqueda de la libertad, la redención, el nihilismo, el radicalismo religioso, o el sacrificio por un bien mayor. Todo con una ágil dirección entrelazando hábilmente las subtramas, nivelando la acción tremebunda con los momentos en que los personajes se abren para tener profundidad, ello ayudado por un puñado de estupendas actuaciones. El rush final resulta está bien llevado, aunque con algunas pegas (*spoiler).

 

Debido a la naturaleza de la estructura que se ramifica, hay numerosas interpretaciones, la mayoría rayan a gran altura. Taylor Kitsch como Isaac Reed/Spotted Hawk, borda al estoico y lacónico héroe afectado por el duro pasado, impregna de carácter su adusto rol. Aunque adolece de la química necesaria con Betty Gilpin para el giro final. Espléndido en las escenas de acción, desplegando la personalidad salvaje que requiere; Betty Gilpin como Sara Rowell, madre coraje que, junto a su hijo Devin (correcto Preston Mota), emprende un peligroso viaje hacia el Oeste huyendo de su pasado y en busca de una vida mejor. Da una actuación cargada de mundo interior en ebullición, nota llevar el peso del mundo a sus espaldas y lo hace con enorme dignidad, notable; Shea Whigham como Jim Bridger, experimentado colono de la frontera, fundador y líder del puesto comercial de Fort Bridger, derrocha carisma en cada secuencia, portentosa la suficiencia con que afronta cada problema, brillante; Kim Coates como Brigham Young, controvertido líder mormón, figura histórica, primer gobernador del Territorio de Utah y el segundo presidente de la Iglesia SUD. Inunda la pantalla con un liderazgo sutil, sin aspavientos, mesurado, pero pisando siempre con porte amenazante; Lucas Neff como el capitán Edmund Dellinger, oficial del ejército de EE. UU. destinado cerca de Fort Bridger, en un momento dado se convierte en narrador omnisciente mediante la escritura de su diario exponiendo la agitada situación del territorio. Cumple sin más en un papel que parece tendrá importancia, pero se rebela casi como un convidado de piedra; Dane DeHaan como Jacob Pratt, joven mormón, junto a su esposa Abish, busca establecerse en la Tierra Prometida de Utah. Pero tras la masacre el matrimonio queda separado, el herido de modo aparatoso se embarca en una peligrosa odisea por encontrar a su ‘amada’. Es una muy intensa actuación; Saura Lightfoot-Leon como Abish Pratt, joven mormona, a su pesar esposa de Jacob: Tras la masacre se ve arrastrada a una espiral de peligros donde surge el espíritu de supervivencia, pero al convivir con la tribu shoshone encuentra un sentido a su infortunada vida. Buena la actriz, aunque me ha faltado (culpa del guion) que nos llegara mejor y no ha empellones su asimilación a los nativos para entender la postura que toman estos en el rush final; Joe Tippett como James Wolsey, líder de la milicia mormona, bueno como el amenazante brazo violento de los mormones.

 

Spoiler:

 

Hay una encerrona de la milicia mormona contra el asentamiento del ejército, espectacular en su realismo atroz. Los mormones exterminan a todos los militares. Pero a esto no se le da respuesta de que pasó después, acabar con parte del ejército USA debía tener respuesta.

 

La milicia mormona decide acabar con la tribu shoshone porque supuestamente la testigo viva de la masacre que los puede incriminar, está allí, Me parece que s matar moscas con una bomba atómica. Ella podría haber huido a otro lado, o escapar en la refriega. Me resulta un plan ridículo. Luego, si los shoshone saben que van a venir los de la milicia mormona, no pueden preparar un mejor plan que rodearlo y luego lanzarse sobre ellos en plan suicida, tan ridículo como los mormones. Como me ha sido muy forzado que los shoshone acojan de esa forma tan rápida a Abish con ellos, hasta defenderla todos con sus vidas, no he visto elementos que hagan esta conexión creíble.

En la parte del dueño del fuerte Jim Briger, el tira y afloja para que el gobernador mormón lo compre, acaba con el primero vendiendo. Vemos al final como Jim sale del fuerte, mientras los mormones le meten fuego de noche, las llamaradas ‘adornan’ su salida de allí.

 

La otra sub trama es la de la huida de Sara con su hijo, con la india recogida por el camino (no se sabe bien que pinta en la película), guiados y protegidos por Isaac. Este las deja a las puertas de su meta (Crooked Springs), pero antes, Sara e Isaac se dan un beso de amor, esto me ha sido algo metido con calzador, pues no ha habido chispa entre ellos. Se marcha Isaac, pero ante algo que encuentra por el camino, vuelve y encuentra al último caza recompensas amenazando al grupo de Sara. Hay un enfrentamiento de este con el malo, lo mata, pero Isaac hes herido letalmente en el abdomen, ha dado su vida para salvar a Sara e hijo. Tras enterrarlo, Sara decide viajar a California y no volver con su marido.

 

En una batalla posterior entre la milicia mormona y los Shoshone, Jacob, cegado por la furia y el deseo de venganza, dispara sin mirar… y, cómo no, termina matando a Abish, sin darse cuenta de que es ella. Porque claro, ¿qué es más cliché que un hombre disparando a su esposa sin reconocerla en plena refriega caótica? En un momento de revelación tardía y altamente dramática, Jacob descubre su error y, completamente devastado, decide quitarse la vida. El desenlace es tan exagerado y trágico que, en lugar de emocionar, resulta casi absurdo. La serie parece empeñada en subrayar la ironía cruel del destino de Jacob y Abish, pero lo hace con un trazo tan grueso que el espectador no puede evitar preguntarse si este giro argumental era realmente necesario o si fue diseñado únicamente para maximizar el sufrimiento de los personajes. Al final, su historia deja un sabor agridulce: una tragedia que podría haber sido conmovedora, pero que termina pareciendo más una lección forzada sobre la brutalidad del Oeste que una narrativa genuinamente impactante.

 

El incidente de monte Meadows en 1857, no transcurrió como en la serie. Un grupo de mormones e indios paiute, atacaron efectivamente a la caravana Baker-Fancher, colonos que viajaban desde Arkansas hacia California, pero el asedio duró varios días, 5 en concreto. Finalmente, los líderes de la milicia mormona temieron que los migrantes hubieran descubierto la identidad real de los atacantes. Como resultado, el comandante de la milicia, William H. Dame, ordenó a sus fuerzas que mataran a los emigrantes. Para entonces, los emigrantes se estaban quedando sin agua y provisiones, y permitieron que algunos miembros de la milicia, que se acercaron con una bandera blanca, entraran en su campamento. Los miembros de la milicia aseguraron a los emigrantes que estarían protegidos, pero después de entregarles sus armas, los emigrantes fueron escoltados fuera de su posición defensiva, y tras caminar una cierta distancia, fueron atacados y asesinados por un grupo de mormones e indios paiute que estaban escondidos cerca. Al final, mataron a 120 personas, todos los adultos y niños mayores del grupo, perdonándoles solo la vida a diecisiete niños menores de siete años, que fueron los únicos supervivientes. Por lo tanto, no sobrevivió ningún adulto.

 

Se incorporaron personajes de la vida real como Jim Bridger, pionero atrapado entre facciones en guerra; Brigham Young, líder de la Iglesia SUD comandaba su ejército conocido como la Legión de Nauvoo; y Wild Bill Hickman, agente de la ley y miembro de esta milicia.

 

El rodaje se llevó a cabo en Nuevo México. Las ubicaciones de Nuevo México utilizadas incluyeron las pequeñas ciudades de Cochiti Pueblo y Santa Clara Pueblo, los estudios de sonido en Santa Fe y Pajarito Ski Mountain, así como el Bonanza Creek Ranch en el norte de Nuevo México y el Charles R Ranch cerca de Santa Fe. Los constructores de sets utilizaron solo herramientas disponibles en el siglo XIX para construir su versión de Fort Bridger.


 Buena serie formato western. Gloria Ucrania!!!


PD. Seguro que a los actuales feligreses de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días no habrán quedado satisfechos con la imagen que «Érase una vez el Oeste» da de ellos.

 


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