BETTER MAN
Sugestivo biopic del
cantante inglés Robbie Williams, un fulgente musical, que en realidad nos
cuenta la historia mil veces contada del artista que de la nada llega a la
cima, por el camino lucha contra su propio ego, sus inseguridades, tiene
romances tormentosos, tiene adicciones, tiene fantasmas del pasado que leatormentan, y el final es previsible, sobre todo si en la producción está el
propio Robbie. Pero aquí lo valioso es la radiante dirección y producción del
aussie Michael Gracey (también coescribe), impactando ya desde su premisa de la
imagen dada al cantante. Con la profusión de biopics (sobre todo de cantantes) últimamente
(Freddy Mercury, Elton John, Elvis Presley, Bob Dylan, etc), Gracey ha buscado ofrecer
algo novedoso y disfuncional, y con ello arriesga y gana. El director aprovecha
que durante una entrevista con Robbie este le dijo que siempre se sintió
"menos evolucionado que los demás". Con ello Gracey hace que Robbie sea
un chimpancé antropomórfico con imágenes generadas por computadora (CGI),
interpretado por Jonno Davies mediante captura de movimiento, y con voces de
ambos, una especie de primate salido de “El Reino del Planeta de los Simios”,
pero es una visión onírica propia del artista, pues nadie lo ve con esa imagen,
ningún otro personaje comenta sobre su apariencia. Esto hace ya la peli original,
con ello también no tenemos que hacer el juego de buscar el parecido del actor
que lo interprete con el cantante, dando una dimensión distinta a su rol. Esta
creación digital pasados unos minutos se integra de forma grácil en la narrativa.
Gracey se destaca como
un alumno aventajado de su compatriota Luhrmann, con un espectáculo visual y
auditivo apabullante, que hace que las carencias de un relato poco original se siga
por su vigor, por su potencia e intensidad, habiendo un ritmo trepidante desde
su inicio muy a lo “Trainspotting”, salpicando la trama de unos números
musicales arrolladores, por algunos momentos provocando el éxtasis con brío y electricidad,
con unas coreografías deslumbrantes en su imaginación brillo, con trucos de cámara
formidables, gracias al fulgente trabajo del DP Erik Wilson (“Paddington”),
llenando de cromatismos resplandecientes los fotogramas, jugando con la semioscuridad
en las escenas intimistas, con juegos de edición shockeantes, siendo el pico el
desbordante plano-secuencia del “Rock DJ”, pero esto combinado con la emoción a
flor de piel como es cuando se oye “Angels” en el contexto del cariño de Robbie
por su abuela. Si bien Williams regrabó muchas de sus canciones que aparecen en
la película, el vocalista Adam Tucker proporciona voces adicionales, incluyendo
"My Way" y "She's the One" (con Kayleigh McKnight). Gracey
declaró que las canciones serían «reinterpretadas» para adaptarse a la emoción
del momento en la película. Con ello los
temas musicales sirven como impulso narrativo entrelazado dramáticamente,
reflejando el estado de ánimo del protagonista. Exponiendo con rigor el patio
trasero del éxito, el hedonismo, el infantilismo, elegoísmo de estos exitosos
divos. Gracey nos guía por los picos de la carrera de Robert, desde el éxito
con la banda teenager Take That, su resurgir en solitario, hasta su concierto
en solitario que fue histórico en Knebworth.
En Stoke-on-Trent, en la
década de 1980, Robbie, de ocho años, es humillado durante un partido de fútbol
y se marcha furioso. En casa, encuentra consuelo en el apoyo de su abuela
Betty, y su padre, Peter, le enseña a cantar con estilo inspirado en Frank Sinatra,
aunque también suele hacer que Robbie se sienta inútil. Durante una
representación de Los Piratas de Penzance, la recuperación de Robbie de un
accidente impresiona al público. Sin embargo, su felicidad se ve truncada por
la ausencia de Peter. Más tarde se marcha en autobús, abandonando a la familia.
Robbie se aferra a objetos relacionados con su padre, rescatándolos durante una
mudanza a una casa más pequeña ("Feel"). De adolescente, Robbie
declara su ambición de ser un cantante famoso a pesar de las críticas durante
una sesión de orientación profesional. Su perseverancia alcanza su punto máximo
cuando se entera de una audición para una banda de chicos en Manchester. Inicialmente
rechazado, la determinación y la confianza de Robbie le aseguran un puesto en
el grupo pop Take That.
Tiene un cautivador inicio
cuando vemos a Robbie de niño chimpancé jugar con sus amigos en la calle al
futbol, es penoso. Cuando llega a casa su padre lo anima y canta juntos My Way,
que entonces suena en la tv, pero también tiene sus roces con él. Robbie aspira
a que su padre lo admire en la música, como él sueña en cantar como sus ídolos Frank
Sinatra, Sammy Davis jr, y Dean Martin (El Rat Pack). Pero llega el momento de
la separación de su padre, expuesto en el con movedor “Feel”, cargado de
sentimiento de perdida. Hasta que le llega su gran momento con Take That, con
comienzos cuando menos extraños tocando en clubs gays, para amenizar este
ascenso está el rítmico ‘I Found Heaven’. Hasta que para escenificar estar en
la cima vemos un Homérico videoclip en plano secuencia apoteósico, hacia mucho
que no sentía esa sensación de bailar arrastrado por el frenesí contagioso,
como sucede con el vibrante “Rock Dj” (en realidad es del propio Robbie
Williams de cuando ya había dejado la banda). Todo un subidón de adrenalina
como el quinteto implosiona en la nocturna y bulliciosa Regent St londinense, cienes
de bailarines cual tsunami inundan la avenida, con una coreografía Kolossal, un
chute de vitalismo que compite con el “Singin’ in the rain” por su explosión de
alegría que emite, con una cámara que hace virguerías, con unos efectos CGI
maravillosamente integrados, añadiendo jugosas dosis de humor, cambiando de vestuario
de modo mágico, saltando por autos, buses, pianos, acrobacias, tomas cenitales,
travellings, circulares, Magno; Pero Robbie se encuentra de secundario en una película
(Take That) de la que quiere ser prota,
y se lo impide el líder del grupo Gary Barlow (correcto Jake Simmance), al que
apoya su manager Nigel Martin-Smith (buen Damon Herriman). El hartazgo por el favoritismo
de Gary sobre Robbie llega durante la grabación del tema "Relight My
Fire" de Take That, Williams en la cabina derrocha ganas durante la
grabación, de fondo se ven a Martin-Smith y Barlow, tras un cristal en la mesa
de mezclas, insatisfechos por como la canta, esto lo nota sin oír lo que dicen
Robbie, y cuando sale oye y se cerciora de como lo marginan cuando alaban a
Gary cantado el tema. Esta insatisfacción (y más cosillas) hacen que caiga preso
de la adicción a las drogas, esto realzado por el tema "Relight My
Fire", entonado por la banda durante una multitudinaria actuación, donde
Robbie está claramente drogado, y donde ‘usurpa’ el micro al líder del grupo
(nada casual este ataviado de demonio con cuernos), ello ante la mitrada de su
dolida abuela entre el público; Esto hace que Robbie sea expulsado de la banda,
esto reflejado en el melancólico y autodestructivo “Come Undone”, ello en una
escena tremebunda con Robbie en su auto a toda pastilla, lloviendo en plan suicida
contra autos, camiones, adelantado sin sentido, mientras se cruza con sus
fantasmas ((sus fans, su padre, o la prensa sensacionalista), acabando sumergiéndose
en un lago. Comienza una fase de desorientación en su vida, que parece encauzar
cuando conoce a Nicole Appleton, miembro del grupo pop All Saints, esto
relación romántica maravillosamente proyectada en el tema cantado a dúo por Robbie
Williams y Kayleigh McKnight, el trémulo “She's the One”, en un baile sobre la
cubierta de un barco de noche impresionante en el jubiloso calor que desprenden
ambos, el amor se entrelaza en sus pasos y movimientos, y ello mientras la
edición fragmenta el baile con la vida juntos de ambos (la celebridad frente a
los foto calls, fiestas de chupitos, momentos de romanticismo en la pedida de
mano, lo que parece ser un embarazo y posterior aborto, como Robbie consuela a
ella, etc).
Robbie encuentra su rumbo en solitario con el compositor Guy Chambers (cumplidor Tom Budge), que hace despegar su carrera de solista, ello representado en la creación del tema "Something Beautiful"; Pero parece que el éxito de Nicole le acompleja, lo que da con problemas de relación. Esto reflejado en un jocoso tramo de aparición del grupo de Manchester Oasis, con los enfant terribles de los Gallager, Liam y Noel. El momento de tocar suelo es representado por la pérdida de un ser querido, al que se adorna con el sensacional “Angels”, en el contexto pone el vello de punta, que sirve de despedida de Nicole, y como comienzo de una nueva etapa, con los miedos y dudas por su actuación en el Festival de Knebworth (2003), con discusión emocional con su padre. Todo eclosionando en la actuación en referido evento, cantando el "Let Me Entertain You", filmando de modo extraordinario desde como arranca sobre los ojos de Robbie, y luego hay un plano Dolly (travelling invertido), y vemos al cantante colgado sobre el escenario en cruz invertida, y frente a él miles y miles de espectadores (125,000). Tema que deriva en una batalla campal apocalíptica donde Robbie se enfrenta a sus otros Yo del pasado, reflejando sus fantasmas internos, abracadabrante como lucha a muerte contra sus demonios, contra sus inseguridades, contra su baja autoestima.
Gracey aúna entretenimiento,
ritmo frenético, fascinación en sus números musicales, y ello trenzado con su
tormentosa vida íntima. Exponiendo su relación con su madre, con su cariñosa abuela,
pero sobre todo su agridulce trato con su padre, tipo con mucho parecido con su
hijo, que sacrificó su vida familiar por su sueño de ser cantante, aunque fuera
en tugurios, como bien le dice a su acomplejado hijo. Habiendo una turbadora relación
de amor-odio, con momentos entre ambos que saltan chispas. Azarosa relación que
culmina de modo previsible, pero satisfactorio en un hermoso epílogo en el
Albert Hall.
Hay tramos de gran inteligencia
en expresar la contradicción del protagonista, divertido en este contexto es
cuando arremete contra un antiguo amigo, atacándolo por no intentar ser alguien
importante como él, ello se lo espeta mientras tiene puesto una especie de
traje de neopreno y en la cintura se ha imbuido un tubo aspiradora, al parecer
para encajarse un traje par aun concierto (¿?).
El carisma del chimpancé
protagonista es tan radiante que opaca a los secundarios. La sub trama con el
mejor amigo de Robbie queda algo difuminada por la fuerte personalidad del
prota, incluso la relación con Nicole (se agradece no colaran una escena de sexo,
habría sido muy incómoda) resulta poco incisiva en el duelo de caracteres, él
la empequeñece muy mucho. También me ha sido frustrante no entrar en el proceso
creativo de la música de Williams, compone música y punto.
Robbie Williams posee
una personalidad fuerte, desea ser el foco de atención, no soporta compartir
escenario, ni el éxito, pero en la cima se siente inseguro y dice: "La
edad se detiene cuando te vuelves famoso". El mono en CGI resulta
asombroso mostrando toda una gama de emociones que te llegan, desde su
arrogancia, su depresión, su amor, su cariño por su abuela, su fragilidad
mental, la vulnerabilidad con su padre, y esto y traspasa la barrera digital
para hacerte empatizar con él. Aparte de la vitalidad que muestra en sus
números musicales en los que se integra de modo fantástico; El único que le
hace sombra es el roba escenas Steve Pemberton como el padre complejo,
inspirador y a la vez losa para el filio (me encanta el palabro), derrocha
energía y seguridad en si mismo, manteniendo los mejores duelos con Robbie.
El equipo de efectos
visuales de Gracey (liderado por los genios de Wētā, Luke Millar y Andy Taylor)
estudió horas de material de archivo para lograr la expresión facial del
cantante a la perfección, de modo que cada gesto, guiño y ceño fruncido
correspondan al verdadero Robbie.
Gracey usa muchas de las
canciones fuera de su cronología (se las escuchan muchas veces antes de que
hayan sido compuestas).
Spoiler:
Después del concierto de
Knebworth, Robbie casi intenta suicidarse antes de ceder, al darse cuenta de
que debe afrontar sus problemas. Tras el episodio, Robbie ingresa a
rehabilitación, se somete a una extenuante desintoxicación y comienza a cambiar
su vida. Se reconcilia con sus amigos y familiares, con quienes se había
distanciado, incluyendo un emotivo reencuentro con Nate y una despedida
amistosa de Nicole. Visita la tumba de Betty, hallando paz en su memoria, y se
compromete a ser una mejor versión de sí mismo y suena "Better Man".
En el Royal Albert Hall, Robbie se reconcilia con su padre Peter en el
escenario durante la interpretación de "My Way". Rinde un sentido
homenaje a Betty y finalmente aborda las visiones de su yo pasado,
transformándolas de antagonistas en fuentes de crecimiento personal. Ve una
visión de su yo más joven en el público, reafirmando su propósito de inspirar y
entretener, ("Forbidden Road").
Centrada en la vida de
Williams antes de 2001, la película lo presenta como un mono CGI (interpretado
por Davies). La idea surgió de las conversaciones que mantuvo con Williams,
frecuentemente comentaba se sentía como un mono actor; hipérbole el director
toma literalmente, ilustrando visualmente cómo el joven se siente feo y extraño
en comparación con quienes lo rodean.
Este es un musical que
hace que los sobrevalorados de este año, “Emilia Perez” y “Wicked”, sean
penosos en su impostada creatividad. Gloria Ucrania!!!
PD. Incomprensiblemente
ha sido un fracaso de taquilla, recaudando 20,3 millones de dólares con un
presupuesto de 110 millones.
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