viernes, 27 de septiembre de 2024

 

QUE?


De lo malo que es resulta hasta divertido en su humor chusco, ello por pensar el director polaco que estas bufonescas situaciones pasadas por un filtro erótico podrían provocar emociones de comedia en el espectador. Pensaba que la crítica general habría desbarrado al denigrar un film dirigido por Roman Polanski, en su haber ya películas tan buenas como “El cuchillo en el agua”, “Repulsión”, “El baile de los vampiros” o la majestuosa cima del terror psicológico “La semilla del diablo”, amén de venir de hacer una maravillosa adaptación shakesperiana de “Macbeth”. Si a esto le sumamos la producción del magnate italiano Carlo Ponti (prestando su esplendorosa villa en Amalfi para escenario de la cinta), guion propio junto a su inseparable Gérard Brach (con quien Polanski escribió El Baile de los Vampiros, Repulsión, Cul-de-sac, El Inquilino, Tess, Piratas, Frenético y Luna de Hiel), haciendo una adaptación libre erótica de “Alicia en l País de las Maravillas” de Lewis Carroll, estando en el reparto el multifunciones Polanski, con nada menos que Marcello Mastroianni, como puede salir mal, pues el cineasta de “Chinatown” lo consigue, hace un bodrio infumable, donde solo destaca por la belleza núbil de la estadounidense (nacionalizada italiana) Sydne Rome, que con apenas 21 despliega una belleza y sensualidad arrolladora, y bien que lo aprovecha Polanski para hacerla lucir palmito en un crescendo ‘dramático’ de cómo se va quedando desnuda a medida que avanza la peli hasta el final… pues eso. Pero esto no es ni de lejos aliciente suficiente para recomendar este bodrio de peli. Una comedia pretendidamente surrealista. Es un producto donde ocurre esto de que los que participan en ella se notan disfrutando mucho más de lo que lo hace el espectador, de hecho, mucho de lo que se ve es improvisado, fruto de que el guion es una amalgama de avances mal hilados, no hay desarrollo entendible, todo son escenas estrambóticas una sobre tora, surtida por personajes esperpénticos, a cual más idiotesco, empezando por esta particular Nancy, alter ego de Alicia, y siguiendo por una retahíla de seres caricaturescos en el peor de los sentidos, montándolos en secuencias a cual más absurda y vergonzante. Donde el único atisbo de esperanza comercial reside en el nombre del cartel de Mastroianni, pero sobre todo el cuerpazo que muestra en todo su fulgor la Rome, resto es bacalá de la mala.

 

Polanski es imposible se tomara mínimamente en serio este akelarre de pseudo-film, creo que tras su tragedia del asesinato de su ninfa de esposa embarazada Sharon Tate (a manos de la banda de dementes de Charles Manson, curiosamente él no estuvo presente en el magnicidio), volcó su ira en la violenta y mugrienta “Macbeth”, y esta peli le dio la oportunidad de tener un descanso no solo cubierto de gastos, si no que cobraría además por pasar unas semanas en la Costa Amalfitana, pues quien puede pedir más. Luego Ponti se volvió ojiplático al ver la astracanada de peli que Polanski había rodado, de ahí se dice el título, por lo que dijo el productor al verla (Che?). Ponti, desesperado, hizo imprimir todas las tomas descartadas de Polanski (las tomas descartadas son versiones de una toma que el director decide no utilizar). Con la ayuda de editores expertos, Ponti intentó sustituir varias tomas descartadas en un intento de construir una película que se pareciera a una película. Pero no hubo por donde cogerlo y quedó esta bazofia con bonito envoltorio. Porque eso sí, tiene una preciosa fotografía, exteriores de la villa filmados por Giuseppe Ruzzolini (Mi nombre es nadie o Firestarter), acentuando los tonos intensos mediterráneos. El director de fotografía principal, Marcello Gatti (Moisés el legislador), cambiando a tonalidades más tenues, moviéndose con fluidez por la  anárquica residencia; Villa a la que para realzar el encanto el propio Ponti trajo consigo obras de arte seleccionadas (pinturas de varios maestros que adornan las paredes de la villa son reales) y los pasillos y las escaleras interiores de la villa están estructurados como un elaborado laberinto. Evocando el laberinto mítico de Creta y al Minotauro, Nancy camina con cautela por sus largos pasillos; y una deliciosa banda sonora surtida por temas de música clásica, con melómanos arreglos de Claudio Gizzi de composiciones de Mozart, Franz Schubert, Cuarteto para Cuerda Número 14 en re Menor alias La Muerte y la Doncella (1824), y Ludwig van Beethoven, Sonata para Piano Número 14 en do Sostenido Menor alias Claro de Luna (1802); lástima que esto se desperdiciara en este engendro.

 

Argumento: Mientras está viajando por Italia en autostop, Nancy, una joven estadounidense, está a punto de ser violada por tres hombres (Carlo Delle Piane, Mario Bussolino y Livio Galassi), donde en medio de la salvajada uno de los violadores pretende sodomizar auno de sus amigos (Único momento en que esbozado una medio sonrisa). Consigue escapar mediante un teleférico que la lleva directamente a la peculiar y lujosa mansión de Joseph Noblart (Hugh Griffith), un hombre mayor que está agonizando, siendo recibida por un perro que se engancha a ella pretendiendo también violarla (¿?). El guardia (Pietro Tordi) la confunde con una invitada y la instala la sirvienta (Nerina Montagnani) en una de las habitaciones. Al día siguiente, Nancy está sin sus maletas desaparecidas con el trio de violadores, además por la noche le han robado su camiseta, y como estamos en la era hippy pues no lleva sujetador, se tapa con una servilleta (¿?). Mientras va descubriendo las curiosas costumbres de los extraños personajes que están alojados en la mansión. Sus aventuras en los viajes y en esta las deja constancia en su diario, en el que escribe idioteces propias de un parvulario.

 

 

Alex encarnado por Mastroianni, no deja de repetir: “Creo que sería bueno que nos reuniéramos para cenar”, es un ex proxeneta que, de cuatro prostitutas, con gustos sexuales sadomasoquistas, disfrazándose a tal efecto, bien sea con una piel de tigre pidiendo ser fustigado por su domadora, bien de guardia vintage italiano que azota a su detenida engrilletada) en su pompis desnudo. Una grotesca interpretación, solo perdonable por como lo emparejan con 48 años con la núbil Rome; está Mosquito encarnado por Polanski, otro esperpento que gusta de bucear y pescar con arpón, amén de ser un cleptómano que le ha robado la camisetita que lleva puesta a Nancy; Vemos un par de veces a una pareja de francesas pasear a la playa, una es nudista y la otra no (Renate Langer y Birgitta Nilsson), las cuales sólo hablan entre ellas y gustan de tomar sol; Jimmy (Roger Middleton) y Tony (Gianfranco Piacentini), par de idiotas que gustan de jugar al ping pong, con el supuesto running gag (de doble sentido?) de que se le cae la pelotita donde está Alex y este la aplasta (humor inteligente?); hay clérigo católico (Guido Alberti), previene a Nancy sobre la corrupción y la decadencia de la villa y de Alex en especial, pero el disfruta hedonistamente de los placeres del lugar edénico; Hay una anónima mujer (Christiane Barry) que está varias veces bajo las mantas mantenido sexo con Tony; Y esta el dueño de la villa,  Joseph Noblart al que da vida el gran (aquí no!) Hugh Griffith, como un guiñolesco estereotipado anciano lujurioso que se mueve en silla de ruedas.

 

Los momentos surrealista (sin ingenio alguno) se suceden, combinando lo burlesco con la nadería, como bizarras las dos escenas sexuales entre la Nancy y Alex, ellas parecen sacadas de una revista pin un calenturienta soft, la segunda todo un sueño libidinoso tener atada de esa ‘peculiar’ forma a la Rome con el culito en pompa (grrrrr!). A la cabra tira al monte (el ques chulo putas…) y Alex termina ofreciendo a Nancy a un acreedor; La forma en que Nancy es despertada del sillón-mano, con una cabeza desconocida (el doctor Giovanni encarnado por Romolo Valli) entre sus piernas, acabando no con ella abofeteándolo, si no con ambos tocando al piano (¿?) una composición de Mozart, Sonata para Teclado a Cuatro Manos en do Mayor; Momentos tan estúpidos como la pareja (Charlie por Richard McNamara y Ruth por Cicely Browne) que van a la habitación de Nancy a instalarse (¿?) con ella dentro y se lo toman de modo flemático; Nancy en la playa, intentando darle cuerda a un despertador (referencia tácita a”Alicia en el ¨país de las Maravillas”) que implosiona en sus piezas (¿?); Cuando Nancy duerme en un colchón hinchable en la playa y al despertarse ya no lleva sus ajustados jeans (con un pequeñito arco iris en una nalga), se los han robado y dejado sus esbeltas piernas al descubierto y algo más redondito en la cima; Cuando un pintor (el mítico Alvaro Vitalli de Jaimito), en un descuido de Nancy, le pinta la pierna izquierda de azul; Tenemos al viejo Noblart pegándole una patada en la testiculina al sacerdote (¿?): Se supone además, un subtexto freudiano cuando la protagonista habla de que las situaciones se repiten en un déjà vu (¿?); Todo ello coronado por un final en cierto modo circular, y donde sobresale el humor metacine.

 

En cierto modo, Polanski vuelca en la peli su visión de macho y como desearía que fuesen las mujeres en su mundo, todos esbeltas y bellas ninfas, fáciles de tratar, ingenuas, siempre dispuestas, nunca quejándose, gustosas de que les peguen, deseosas de que les toquen el culito, sin pudor a enseñar sus encantos, que si intentan violarlas (esto tiene su substrato meta, pues en 2017, Renate Langer acusó a Roman Polanski de violarla en 1972, cuando tenía 15 años, antes y durante el rodaje de esta película), ellas se lo tomen como un pellizquito sin importancia, dodne la cámara se deleita una y otra vez en mostrar su sexy cuerpo desnudo. Ella aquí es una idealización burda de la mujer que Polanski desea, o cree que todo hombre (fetichista) anhela.

Una película donde el ritmo es acelerado, no paran de suceder cosas, una sobre otra, pero a todas ellas les falta mordacidad, inteligencia, y le sobra tanta sal gorda, con reminiscencias onanistas.  

Spoiler:

 

Rush final: Nancy se presenta ante un convaleciente en cama Noblart. Este le pide le muestre la pierna pintada de celeste, una teta y finalmente la vagina, lo que genera que caiga muerto y la mujer empiece a huir de todos los moradores del lugar, incluidos dos germanos de traje blanco (Mogens von Gadow y Dieter Hallervorden), quienes asimismo la persiguen sólo porque ella escapa (como la perseguían los tres violadores del inicio), después enterándose del fallecimiento de Joseph. El perro, le muerde el pijama y la deja ya desnuda, optando por escapar por el mismo ascensor del comienzo (comienzo y final circular) y subiéndose a la parte trasera de un camión que transporta cerdos (¿?) en medio de una noche lluviosa, todo mientras trata de explicarle a gritos a Alex que están en una película (el referido metacine) que se titula “Qué?” y que ella debería marcharse porque la susodicha está por terminar, no obstante, el ex alcahuete queda atrapado en la espiral compulsiva de antaño y la invita a tomar el té a solas.

 

En España, debido a la censura franquista, no se programaría en los cines hasta la época de la Transición, ello a causa de las escenas con Sydne Rome totalmente desnuda.

 

Film vitriólicamente malo de Polanski. Gloria Ucrania!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario