QUE?
De lo
malo que es resulta hasta divertido en su humor chusco, ello por pensar el
director polaco que estas bufonescas situaciones pasadas por un filtro erótico
podrían provocar emociones de comedia en el espectador. Pensaba que la crítica
general habría desbarrado al denigrar un film dirigido por Roman Polanski, en
su haber ya películas tan buenas como “El cuchillo en el agua”, “Repulsión”,
“El baile de los vampiros” o la majestuosa cima del terror psicológico “La
semilla del diablo”, amén de venir de hacer una maravillosa adaptación
shakesperiana de “Macbeth”. Si a esto le sumamos la producción del magnate
italiano Carlo Ponti (prestando su esplendorosa villa en Amalfi para escenario
de la cinta), guion propio junto a su inseparable Gérard Brach (con quien
Polanski escribió El Baile de los Vampiros, Repulsión, Cul-de-sac, El
Inquilino, Tess, Piratas, Frenético y Luna de Hiel), haciendo una adaptación
libre erótica de “Alicia en l País de las Maravillas” de Lewis Carroll, estando en el reparto el
multifunciones Polanski, con nada menos que Marcello Mastroianni, como puede
salir mal, pues el cineasta de “Chinatown” lo consigue, hace un bodrio infumable,
donde solo destaca por la belleza núbil de la estadounidense (nacionalizada
italiana) Sydne Rome, que con apenas 21 despliega una belleza y sensualidad
arrolladora, y bien que lo aprovecha Polanski para hacerla lucir palmito en un
crescendo ‘dramático’ de cómo se va quedando desnuda a medida que avanza la
peli hasta el final… pues eso. Pero esto no es ni de lejos aliciente suficiente
para recomendar este bodrio de peli. Una comedia pretendidamente surrealista.
Es un producto donde ocurre esto de que los que participan en ella se notan
disfrutando mucho más de lo que lo hace el espectador, de hecho, mucho de lo
que se ve es improvisado, fruto de que el guion es una amalgama de avances mal
hilados, no hay desarrollo entendible, todo son escenas estrambóticas una sobre
tora, surtida por personajes esperpénticos, a cual más idiotesco, empezando por
esta particular Nancy, alter ego de Alicia, y siguiendo por una retahíla de
seres caricaturescos en el peor de los sentidos, montándolos en secuencias a
cual más absurda y vergonzante. Donde el único atisbo de esperanza comercial
reside en el nombre del cartel de Mastroianni, pero sobre todo el cuerpazo que
muestra en todo su fulgor la Rome, resto es bacalá de la mala.
Polanski es imposible se
tomara mínimamente en serio este akelarre de pseudo-film, creo que tras su
tragedia del asesinato de su ninfa de esposa embarazada Sharon Tate (a manos de
la banda de dementes de Charles Manson, curiosamente él no estuvo presente en
el magnicidio), volcó su ira en la violenta y mugrienta “Macbeth”, y esta peli
le dio la oportunidad de tener un descanso no solo cubierto de gastos, si no
que cobraría además por pasar unas semanas en la Costa Amalfitana, pues quien
puede pedir más. Luego Ponti se volvió ojiplático al ver la astracanada de peli
que Polanski había rodado, de ahí se dice el título, por lo que dijo el
productor al verla (Che?). Ponti, desesperado, hizo imprimir todas las tomas
descartadas de Polanski (las tomas descartadas son versiones de una toma que el
director decide no utilizar). Con la ayuda de editores expertos, Ponti intentó
sustituir varias tomas descartadas en un intento de construir una película que
se pareciera a una película. Pero no hubo por donde cogerlo y quedó esta
bazofia con bonito envoltorio. Porque eso sí, tiene una preciosa fotografía, exteriores de la villa filmados por Giuseppe
Ruzzolini (Mi nombre es nadie o Firestarter), acentuando los tonos intensos
mediterráneos. El director de fotografía principal, Marcello Gatti (Moisés el
legislador), cambiando a tonalidades más tenues, moviéndose con fluidez por
la anárquica residencia; Villa a la que
para realzar el encanto el propio Ponti trajo consigo obras de arte
seleccionadas (pinturas de varios maestros que adornan las paredes de la villa
son reales) y los pasillos y las escaleras interiores de la villa están
estructurados como un elaborado laberinto. Evocando el laberinto mítico de
Creta y al Minotauro, Nancy camina con cautela por sus largos pasillos; y una
deliciosa banda sonora surtida por temas de música clásica, con melómanos
arreglos de Claudio Gizzi de composiciones de Mozart, Franz Schubert, Cuarteto
para Cuerda Número 14 en re Menor alias La Muerte y la Doncella (1824), y
Ludwig van Beethoven, Sonata para Piano Número 14 en do Sostenido Menor alias
Claro de Luna (1802); lástima que esto se desperdiciara en este engendro.
Argumento: Mientras está
viajando por Italia en autostop, Nancy, una joven estadounidense, está a punto
de ser violada por tres hombres
(Carlo Delle Piane, Mario Bussolino y Livio Galassi), donde en medio de la
salvajada uno de los violadores pretende sodomizar auno de sus amigos (Único
momento en que esbozado una medio sonrisa). Consigue escapar mediante un
teleférico que la lleva directamente a la peculiar y lujosa mansión de Joseph
Noblart (Hugh Griffith), un hombre mayor que está agonizando, siendo recibida
por un perro que se engancha a ella pretendiendo también violarla (¿?). El
guardia (Pietro Tordi) la confunde con una invitada y la instala la sirvienta
(Nerina Montagnani) en una de las habitaciones. Al día siguiente, Nancy está
sin sus maletas desaparecidas con el trio de violadores, además por la noche le
han robado su camiseta, y como estamos en la era hippy pues no lleva sujetador,
se tapa con una servilleta (¿?). Mientras va descubriendo las curiosas
costumbres de los extraños personajes que están alojados en la mansión. Sus
aventuras en los viajes y en esta las deja constancia en su diario, en el que
escribe idioteces propias de un parvulario.
Alex encarnado por
Mastroianni, no deja de repetir: “Creo que sería bueno que nos reuniéramos para
cenar”, es un ex proxeneta que, de cuatro prostitutas, con gustos sexuales
sadomasoquistas, disfrazándose a tal efecto, bien sea con una piel de tigre
pidiendo ser fustigado por su domadora, bien de guardia vintage italiano que
azota a su detenida engrilletada) en su pompis desnudo. Una grotesca
interpretación, solo perdonable por como lo emparejan con 48 años con la núbil
Rome; está Mosquito encarnado por Polanski, otro esperpento que gusta de bucear
y pescar con arpón, amén de ser un cleptómano que le ha robado la camisetita
que lleva puesta a Nancy; Vemos un par de veces a una pareja de francesas
pasear a la playa, una es nudista y la otra no (Renate Langer y Birgitta
Nilsson), las cuales sólo hablan entre ellas y gustan de tomar sol; Jimmy
(Roger Middleton) y Tony (Gianfranco Piacentini), par de idiotas que gustan de
jugar al ping pong, con el supuesto running gag (de doble sentido?) de que se
le cae la pelotita donde está Alex y este la aplasta (humor inteligente?); hay
clérigo católico (Guido Alberti), previene a Nancy sobre la corrupción y la
decadencia de la villa y de Alex en especial, pero el disfruta hedonistamente
de los placeres del lugar edénico; Hay una anónima mujer (Christiane Barry) que
está varias veces bajo las mantas mantenido sexo con Tony; Y esta el dueño de
la villa, Joseph Noblart al que da vida
el gran (aquí no!) Hugh Griffith, como un guiñolesco estereotipado anciano
lujurioso que se mueve en silla de ruedas.
Los momentos surrealista
(sin ingenio alguno) se suceden, combinando lo burlesco con la nadería, como
bizarras las dos escenas sexuales entre la Nancy y Alex, ellas parecen sacadas
de una revista pin un calenturienta soft, la segunda todo un sueño libidinoso
tener atada de esa ‘peculiar’ forma a la Rome con el culito en pompa (grrrrr!).
A la cabra tira al monte (el ques chulo putas…) y Alex termina ofreciendo a
Nancy a un acreedor; La forma en que Nancy es despertada del sillón-mano, con
una cabeza desconocida (el doctor Giovanni encarnado por Romolo Valli) entre
sus piernas, acabando no con ella abofeteándolo, si no con ambos tocando al
piano (¿?) una composición de Mozart, Sonata para Teclado a Cuatro Manos en do
Mayor; Momentos tan estúpidos como la pareja (Charlie por Richard McNamara y
Ruth por Cicely Browne) que van a la habitación de Nancy a instalarse (¿?) con
ella dentro y se lo toman de modo flemático; Nancy en la playa, intentando
darle cuerda a un despertador (referencia tácita a”Alicia en el ¨país de las
Maravillas”) que implosiona en sus piezas (¿?); Cuando Nancy duerme en un
colchón hinchable en la playa y al despertarse ya no lleva sus ajustados jeans
(con un pequeñito arco iris en una nalga), se los han robado y dejado sus
esbeltas piernas al descubierto y algo más redondito en la cima; Cuando un
pintor (el mítico Alvaro Vitalli de Jaimito), en un descuido de Nancy, le pinta
la pierna izquierda de azul; Tenemos
al viejo Noblart pegándole una patada en la testiculina al sacerdote (¿?): Se
supone además, un subtexto freudiano cuando la protagonista habla de que las
situaciones se repiten en un déjà vu (¿?); Todo ello coronado por un final en
cierto modo circular, y donde sobresale el humor metacine.
En cierto
modo, Polanski vuelca en la peli su visión de macho y como desearía que fuesen
las mujeres en su mundo, todos esbeltas y bellas ninfas, fáciles de tratar,
ingenuas, siempre dispuestas, nunca quejándose, gustosas de que les peguen, deseosas
de que les toquen el culito, sin pudor a enseñar sus encantos, que si intentan
violarlas (esto tiene su substrato meta, pues en 2017, Renate Langer acusó a
Roman Polanski de violarla en 1972, cuando tenía 15 años, antes y durante el
rodaje de esta película), ellas se lo tomen como un pellizquito sin importancia,
dodne la cámara se deleita una y otra vez en mostrar su sexy cuerpo desnudo.
Ella aquí es una idealización burda de la mujer que Polanski desea, o cree que
todo hombre (fetichista) anhela.
Una
película donde el ritmo es acelerado, no paran de suceder cosas, una sobre
otra, pero a todas ellas les falta mordacidad, inteligencia, y le sobra tanta
sal gorda, con reminiscencias onanistas.
Spoiler:
Rush final: Nancy se
presenta ante un convaleciente en cama Noblart. Este le pide le muestre la
pierna pintada de celeste, una teta y finalmente la vagina, lo que genera que
caiga muerto y la mujer empiece a huir de todos los moradores del lugar,
incluidos dos germanos de traje blanco (Mogens von Gadow y Dieter
Hallervorden), quienes asimismo la persiguen sólo porque ella escapa (como la
perseguían los tres violadores del inicio), después enterándose del
fallecimiento de Joseph. El perro, le muerde el pijama y la deja ya desnuda,
optando por escapar por el mismo ascensor del comienzo (comienzo y final
circular) y subiéndose a la parte trasera de un camión que transporta cerdos (¿?)
en medio de una noche lluviosa, todo mientras trata de explicarle a gritos a
Alex que están en una película (el referido metacine) que se titula “Qué?” y
que ella debería marcharse porque la susodicha está por terminar, no obstante,
el ex alcahuete queda atrapado en la espiral compulsiva de antaño y la invita a
tomar el té a solas.
En España, debido a la
censura franquista, no se programaría en los cines hasta la época de la
Transición, ello a causa de las escenas con Sydne Rome totalmente desnuda.
Film vitriólicamente
malo de Polanski. Gloria Ucrania!!!
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