PLANETA PROHIBIDO
Interesante film de ciencia ficción, famoso por varios
aspectos pioneros en su momento. Se supone con esta cinta de la Metro-Goldwyn-Mayer
el género dio un salto sobre las pelis serie b hechas hasta entonces. Fue la
primera película de ciencia ficción en mostrar a humanos viajando en una nave
espacial más rápida que la luz hecha por el hombre, primera en estar ambientada
completamente en un planeta que orbita otra estrella, muy lejos de la Tierra y
del Sistema Solar. El personaje Robby el Robot es de los primeros robots
cinematográficos que era más que una "lata" mecánica con patas. Robby
muestra personalidad distintiva y es personaje secundario integral en la
película, confecciona vestidos, elaborar whisky bourbon, habla 187 idiomas, o transporta
toneladas de peso sin esfuerzo; Fuera de la ciencia ficción, la película fue
innovadora como la primera de cualquier género en utilizar una banda sonora
completamente electrónica, obra de Bebe y Louis Barron.
Los peros llegan en su dirección atrompicada, no
sabiendo equilibrar tonos, ello seguramente merced de la dirección de un
regularcillo Fred M. Wilcox (que nunca hizo nada más destacable en cine, se
hizo un nombre trabajando en producciones con la perra Lassie), con guion de Cyril
Hume (otro mediocre en lo suyo) se basó en una historia cinematográfica
original de Allen Adler e Irving Block, aunque claramente inspirándose en la
‘shakesperiana’ “La Tempestad”, con personajes
y entorno aislado, y la trama contiene sucesos análogos a la obra, lo que lleva
a considerarla adaptación libre.
La película ahonda en la psicología de sus personajes,
pero de modo muy torticero y simplista. Tenemos caracterizaciones bastante
clichés como es el Mad Doctor, que incluso hace coña él mismo sobre esta
condición, lo cual ya anticipa, carácter tópico de humano jugando a ser Dios,
la soberbia humana generando el Mal; planos como el que da vida Leslie Nielsen
(el eterno Frank Drebin de la saga “Police Squad”); cuando no directamente
idiotas como el cocinero; y con una resolución bastante cogida por los pelos en
sus ansias de trascender freudianamente.
Como era normal en estas producciones de ciencia
ficción que proliferaron en los 50, las actuaciones resultan parte del
decorado, sin apenas vida interior, esta si acaso destaca por tener a Walter
Pidgeon como carismático cuasi-Mefistófeles ya desde su misma apariencia que
anticipa su sibilino comportamiento, emitiendo una gélida arrogancia y con ello
plano; resto no pasan el corte con sus interpretaciones en roles acartonados,
desde un Leslie Nielsen liso de comportamiento aturullado cual quinceañero
obsesionado por la chica; a una Anne Francis florero, sexy, sensual con esas
minifaldas vertiginosas (se dice fueron las primeras minifaldas en cine,
arregladas por esas bellas piernas), con esa belleza núbil-virginal, pero con
un comportamiento idiotesco-infantiloide irritante, con frases tan estúpidas en
el contexto del film como: ‘Tenía muchas ganas de conocer a un joven. Y ahora,
tres a la vez!’. Por no hablar del romance exprés chusco que nos cuelan como
deux machine para lo que se va a avecinar.
Pero el film es popular por otros motivos, filmada en
Eastmancolor y CinemaScope, con colores brillantes, los efectos visuales fueron
un boom en su momento (nominada al Oscar por ello, perdió ante los de “Los Diez
Mandamientos”), con momentos tan atractivos (siempre poniendo el filtro de
cuando se hizo) de la aproximación de la nave espacial al planeta Altair IV, pero
sobre todo el ataque del enorme monstruo atrapado en las ondas eléctricas
mientras los soldados les disparan con sus blaster; gracias al diseño de
producción de los no acreditados de Irving Block y Mentor Huebner (“La Cosa”,
“Blade Runner”, “Dune” o “Total Recall”), la imaginería novedosa en su momento
del planeta, con la vivienda futurista, el sub mundo de los Krells con ese
puente pasarela Kolossal (claramente influyó en Star Wars) y sobre todo el
robot Robby (actor disfrazado), una creación que creó escuela (saliendo en
varias producciones más, además de claramente haber inspirado al C-3PO de Star
Wars). Aunque los fondos mate para reflejar el horizonte de este planeta
desértico resulten muy teatrales; estos elementos adornados por la techno
música creada por Louis y Bebe Barron, que crea un atmósfera extrañamente
turbadora en sus ominosas melodías; Esto surtido por el misterio de la amenaza
invisible, que cuando se resuelve me resulta impostada.
En el siglo XXIII, después de más de un año de viaje,
la nave espacial C-57D de los Planetas Unidos llega al lejano planeta Altair IV
para determinar el destino de la nave Bellerophon, enviada allí 20 años antes.
El Dr. Edward Morbius, uno de los científicos de la expedición original,
advierte a la nave que no aterrice por razones de seguridad, pero el comandante
John J. Adams ignora su advertencia. Adams y los tenientes Jerry Farman y
"Doc" Ostrow son recibidos por Robby el Robot, quien los transporta a
la residencia de Morbius. Morbius describe cómo todos los demás miembros de su
expedición habían sido asesinados, uno por uno, por una "fuerza
planetaria" invisible, con el Bellerophon siendo vaporizado mientras los
últimos sobrevivientes intentaban escapar. Solo Morbius, su esposa (que luego
murió por causas naturales) y su hija Altaira eran de alguna manera inmunes.
Morbius se ofrece a ayudar a la nave espacial a regresar a casa, pero Adams
dice que debe recibir más instrucciones de la Tierra.
Tras el buen comienzo con la llegada al planeta y el
encuentro con el par de habitantes humanos y su robot, la cinta entra en una
fase bastante ordinaria, con el humor tosco rudimentario que se supone mana del
robot, bien sea su fuerza o sea su capacidad para crear whisky. Pero sobre todo
con los ridículos flirteos de los ‘salidos’ recién llegados, todos hombres
esclavos bobalicones de sus instintos primarios, con la ninfa Altaira, se
abalanzan sobre ella como depredadores sexuales, anhelando engañarla para
besarla (en realidad quieren meterse bajo su minifalda), se pasea ante ellos
con esos cortísimos vestidos poniéndolos como motos, hasta la vemos nadar
supuestamente desnuda, aunque al salir del agua se nota lleva un vestido color
carne, hasta que, como no, el jefe de la expedición es el que se lleva a la inocentona
joven al huerto, primero la reprende por llevar ropas excitables para los
excitables machos, con ello toca la tecla sensible de ella y ya son tortolitos
enamorados. En realidad, con la edad de la joven, ya ha debido tener picores
sexuales, pero se nos quiere hacer ver que el padre la ha educado en ser la
Venus del planeta, pero sin atisbo de apetencias sensuales. Toda esta parte
central es algo arrítmica. Hasta que llegamos a como Morbius cuenta al
comandante y su segundo que guarda el planeta en su interior, ello relatado
cual si esto lo hubiera encontrado el anfitrión en una enciclopedia, con pelos
y señales, todo lo referente a una cultura mega inteligente desaparecida que
dejó toda una ciudad bajo tierra, movida por una tecnología superior,
incidiendo en como una inteligencia suprema se mueve fuera de los seres, y con
ello el deseo de ser Dioses
Spoiler:
“Otro de esos nuevos mundos. Sin cerveza, sin mujeres,
sin salas de billar, sin nada. No hay nada que hacer más que tirar piedras a
las latas, y tenemos que llevar nuestras propias latas”.
"Te habría merecido si no hubiera... y él... oh,
anda, sal de aquí antes de que te haga salir corriendo del área bajo
vigilancia, ¡y luego pondré más guardias sobre los guardias!"
Rush final: Adams intenta persuadir a Altaira para que
se vaya. Ostrow se escapa y usa el potenciador de intelecto Krell y resulta
fatalmente herido. Antes de morir, le informa a Adams que el propósito de la
máquina subterránea era crear cualquier cosa con el mero pensamiento, en
cualquier lugar del planeta. Sin embargo, le dice a Adams que los Krell
olvidaron una cosa: "monstruos del ello ". La máquina dio rienda
suelta a los deseos subconscientes de los Krell con poder ilimitado, causando
su propia extinción. Adams deduce que el subconsciente de Morbius creó lo que
mató a los miembros originales de la expedición y atacó a su tripulación. Abro
paréntesis para mencionar que en este planeta lo prohibido es en realidad la
joven Altaira, ello por su padre Morbius que parece ser la quiere para él solo,
cual deseo del subconsciente inconfeso incestuoso y por ello se rebela su mente
creando al monstruo; Morbius se niega a creerle. Altaira le dice a Morbius que
se va de Altair IV con Adams. Robby detecta que la criatura se acerca. Abro
otro paréntesis, pues porque el monstruo del subconsciente se crea a lo lejos y
no allí mismo? De donde viene este bicho?; Morbius le ordena a Robby que la
mate, pero el robot sabe que es Morbius y se apaga, ya que está programado para
nunca matar a un humano. Adams, Altaira y Morbius se esconden en el laboratorio
Krell, pero la criatura se abre paso a través de las gruesas puertas. Morbius
finalmente acepta la verdad y se enfrenta a su otro yo y lo repudia, pero la
criatura lo hiere fatalmente antes de que desaparezca. Antes de morir, hace que
Adams active un sistema de autodestrucción planetaria, advirtiéndoles que deben
estar muy lejos en el espacio profundo. A una distancia segura, Adams, Altaira,
Robby y la tripulación sobreviviente presencian la destrucción de Altair IV.
Adams le asegura a Altaira que en aproximadamente un millón de años, la raza
humana estará donde estuvieron los Krell. Se abrazan mientras C-57D regresa a
la Tierra.
El equipo de efectos especiales fue nominado al premio
Óscar a los mejores efectos visuales. Tony Magistrale lo describe como uno de
los mejores ejemplos del primer tecno-terror.
En 2013, la película fue seleccionada para su preservación en el
Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso
por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".
En realidad, no se dice, pero los animales del mini
zoológico de Morbius son también creación de su mente, esto remarcado por el
libro que se publicó posteriormente sobre esta historia. Esto sirve para dar
sentido a la escena del ataque del hasta entonces amigable tigre, que al ser
los propios ojos de Morbius se siente celoso por los ‘arrumacos’ cariñoso entre
el comandante y Altaira y los ataca (o de él solo, o de nadie).
Me queda un simpático y entretenidillo film, con un
subtexto (políticamente incorrecto) de análisis sobre el incesto. Aunque su
fama supera en mucho su resultado final, el tiempo tampoco pasa en balde,
arrugándola. Gloria Ucrania!!!
Los decorados de la película Planeta Prohibido se
construyeron en un plató de sonido de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) en su
estudio de cine de Culver City y fueron diseñados por Cedric Gibbons y Arthur
Lonergan. La película se rodó íntegramente en interiores, y todas las escenas
exteriores de Altair IV se simularon mediante decorados, efectos visuales y
pinturas mate. Como director artístico de la película, Lonergan se tomó la
libertad de construir decorados que eran mucho más grandes de lo que permitía el
presupuesto. Los decorados ya estaban medio terminados cuando el departamento
de presupuesto se enteró y era demasiado tarde para hacer algo al respecto.
Se construyó una maqueta a tamaño real de
aproximadamente tres cuartas partes de la nave espacial para sugerir su ancho
total de 170 pies (51 m). La nave espacial estaba rodeada por un enorme
ciclorama pintado que mostraba el paisaje desértico de Altair IV; este
escenario ocupaba todo el espacio disponible en uno de los estudios de sonido
de Culver City. La fotografía principal se llevó a cabo desde el 18 de abril
hasta fines de mayo de 1955.
Con un costo de aproximadamente $125,000, Robby el
Robot era muy caro para un accesorio de película en este momento; representó
casi el 7% del presupuesto de $1.9 millones de la película y equivale a al
menos $1 millón en dólares de 2017. Tanto el vehículo de pasajeros controlado
eléctricamente conducido por Robby como el camión/tractor-grúa descargado de la
nave espacial también fueron construidos especialmente para esta película.
Robby luego protagonizó la película de ciencia ficción The Invisible Boy (1957)
y apareció en muchas series de televisión y películas.
Las secuencias animadas de Forbidden Planet,
especialmente el ataque del Monstruo del Id, fueron creadas por el veterano
animador Joshua Meador, prestado a MGM por Walt Disney Productions. Según un
featurette "Behind the Scenes" en el DVD de la película, una mirada
cercana a la criatura muestra que tiene una pequeña barba de chivo , lo que
sugiere su conexión con el Dr. Morbius, el único personaje con esta
característica física. Inusualmente, la escena en la que el Monstruo del Id
finalmente se revela durante su ataque a la nave de la Tierra no fue creada
utilizando la animación tradicional de celuloide. En cambio, Meador simplemente
dibujó cada fotograma de la secuencia completa con lápiz negro sobre papel
vitela translúcido para soporte de animación; luego, cada página fue
fotografiada en alto contraste, de modo que solo los detalles principales
permanecieran visibles. Luego, estas imágenes se invirtieron fotográficamente
en negativo y las imágenes de líneas blancas resultantes se tiñeron de rojo,
creando el efecto de que el cuerpo del Monstruo del Id permaneciera en gran
parte invisible, con solo sus contornos principales iluminados por la energía
del campo de fuerza y los rayos bláster. El monstruo era considerado tan
aterrador que en algunos estados su imagen fue eliminada de la película para no
asustar a los niños. Meador también fue responsable de los demás efectos
visuales, como los rayos de la pistola y las escenas de desintegración.
La innovadora banda sonora electrónica de Forbidden
Planet (acreditada como "tonalidades electrónicas" debido a disputas
con el sindicato de músicos) compuesta por Bebe y Louis Barron. Originalmente,
se había planeado los dos contribuyeran con veinte minutos de efectos de sonido
y piezas electrónicas, ya que el compositor de vanguardia Harry Partch debía
contribuir con la música. Cuando Partch dejó el proyecto, los Barron se
hicieron cargo de toda la banda sonora. El productor de MGM, Dore Schary, había
sido abordado por ellos en un club nocturno en Greenwich Village durante una
visita familiar de Navidad a ciudad de Nueva York, donde le preguntaron si
estaba interesado en escuchar demostración de su música electrónica. Schary les
dijo que regresaría a California a la mañana siguiente, pero para calmar su
decepción, prometió darles una oportunidad si alguna vez venían a California.
Suponiendo que había escuchado lo último de ellos, se sorprendió cuando
aparecieron en Hollywood unas semanas después. Cumpliendo su promesa, escuchó
su música y, después de una consulta con el jefe del departamento de música de
MGM, Johnny Green, y el productor de la película, Nicholas Nayfack, aceptó
contratarlos. Cuando se negaron a que todo su equipo fuera transferido de Nueva
York a Hollywood para un trabajo de tres meses, el estudio aceptó y la película
se convirtió en la primera producción de MGM en tener su banda sonora producida
fuera del estudio. Si bien el theremin se había utilizado en las bandas sonoras
de Spellbound (1945) y The Day the Earth Stood Still (1951), a la de los Barron
se le atribuye ser la primera banda sonora cinematográfica completamente
electrónica, precediendo al desarrollo de sintetizadores analógicos por Robert
Moog y Don Buchla a principios de la década de 1960.
Utilizando ideas y procedimientos del libro
Cybernetics: Or Control and Communication in the Animal and the Machine (1948)
del matemático e ingeniero eléctrico Norbert Wiener, Louis Barron construyó sus
propios circuitos electrónicos que utilizó para generar los "pitidos,
zumbidos, silbidos, gemidos, latidos, zumbidos y chillidos" de la
partitura, haciendo un uso intensivo de la modulación en anillo. Después de
grabar los sonidos básicos, los Barrons manipularon aún más los sonidos con
reverberación, retardo, filtros y manipulaciones de cinta (como se empleó en la
pieza Williams Mix, que habían ayudado a John Cage a realizar en su estudio de
Greenwich Village). Como Bebe y Louis Barron no pertenecían al Sindicato de
Músicos, su trabajo no podía ser considerado para un Premio de la Academia ni
en la categoría de "banda sonora" ni en la de "efectos de
sonido"; esto hizo necesario el crédito de "tonalidades
electrónicas".
Los trajes que lució Anne Francis fueron diseñados por
Helen Rose. Sus minifaldas provocaron que “Planeta Prohibido” fuera prohibida
en España; no se mostró allí hasta 1967. Otros trajes fueron diseñados por
Walter Plunkett.
Al principio, el robot Robby fue operado por el
pequeño doble de riesgo Frankie Darro. Lo despidieron poco después de una de
las primeras escenas porque había consumido un almuerzo de cinco martinis antes
de que se filmara la escena; casi se cae al intentar caminar dentro del costoso
accesorio.
Muchos elementos de vestuario y utilería fueron
reutilizados en varios episodios diferentes de la serie de televisión The
Twilight Zone, la mayoría de los cuales fueron filmados por Cayuga Productions
de Rod Serling en el estudio MGM en Culver City, incluido Robby the Robot, los
diversos modelos C-57D , la maqueta a escala real de la base de la nave (que
apareció en los episodios " To Serve Man " y " On Thursday We
Leave for Home "), las pistolas bláster y los rifles, los uniformes de la
tripulación y las tomas de efectos especiales.
A fines de septiembre de 2015, varios artículos usados
en pantalla de Forbidden Planet se ofrecieron en la Subasta de Hollywood 74
de Profiles in History, incluido el disfraz de "Morbius" de Walter
Pidgeon, un rifle bláster iluminador, una pistola bláster, un poste generador
de campo de fuerza y una escultura de pez prehistórico de acero original de
Sascha Brastoff vista afuera de la casa de Morbius; también se ofrecieron
varias tarjetas de vestíbulo y fotos publicitarias. El 2 de noviembre de 2017,
Bonhams ofreció en subasta el accesorio original de Robby the Robot, y ganó
US$5,3 millones, incluida la prima del comprador. Estableció un nuevo récord
para las subastas de TCM-Bonhams, superando los US$4 millones ganados por un
halcón maltés en 2013, lo que lo convirtió en el accesorio de película más
valioso jamás vendido en una subasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario