domingo, 29 de septiembre de 2024

 


ENTRE COPAS.

 

Encantadora comedia dramática, un incisivo retrato de la tan traída crisis de los 40, una punzante deconstrucción de la masculinidad, de sus inseguridades, de esa búsqueda de un lugar en el mundo en ese momento parteaguas que marcará el resto de nuestras vidas. La he visto con motivo del 20 aniversario del estreno (../09/2004), y la cinta sigue igual de fresca o más que cuando se estrenó. Dirige Alexander Payne, que guioniza con su inseparable Jim Taylor, adaptando la novela homónima de Rex Pickett (con mucho de autobiográfica) de 2004. Siguiendo a dos amigos (se conocieron siendo compañeros de habitación en la universidad) de mediana edad, Miles Raymond encarnado por un gran Paul Giamatti, profesor deprimido y escritor fracasado, y Jack Cole al que da vida un radiante Thomas Haden Church, actor que ya pasó su mejor momento, emprenden un viaje por carretera de una semana a la región vinícola del condado de Santa Bárbara para celebrar la próxima boda de Jack. Sandra Oh (esposa de Alexander Payne) y Virginia Madsen también protagonizan papel de las mujeres que conocen durante su viaje. Una carta de amor a la cultura de Baco, que con inteligencia se entrelaza a las personalidades de los protagonistas ello expresado cuando se dice (más bien se sugiere) que, como las personas, el vino madura con la edad, alcanzando punto álgido en el que está en su mejor momento, antes de pasar a un lento declive, y cada uno es diferente en su tiempo y lugar. Ello adornado por un humor sutil, aunque tiene su momento exagerado en el campo de golf, también humor sexual (como pilla Miles a Jack y Stephanie en el motel), o de gags desternillantes (como provocan el accidente del auto), pero sobre todo por su suave desarrollo confrontando a los dos amigos. Toda esta odisea  

 

Aunque no soy precisamente yo aficionado al vino, más bien lo detesto, me da asco hasta su olor, aunque gracias a varios de los diálogos consigo entender la pasión que despierta en muchos. Miles (Giamatti) es el que más pasión expone en su labia fina y sobre todo alegórica sobre el sabor de diferentes caldos, sobre todo en una emocionante charla nocturna con Maya (Madsen), muy bucólica en el porche de una casita sobre la cata de vinos, en un cuasi doble sentido con el sexo (sobre todo teniendo en cuenta que en el dormitorio de la casita hay una pareja fornicando salvajemente). Él le cuenta por qué le encanta el pinot noir, y con ello la alegoría sobre sí mismo: “Es una uva difícil de cultivar. Es de piel delicada y temperamental. No es una sobreviviente como el Cabernet, que puede crecer en cualquier lugar y prosperar incluso cuando se la descuida. El Pinot necesita atención y cuidados constantes”; Ella le cuenta sobre la evolución de los vinos, y en realidad es a ella a la que se describe: “Una botella de vino está viva, en realidad. Está en constante evolución y ganando complejidad, hasta que alcanza su punto máximo y comienza su constante e inevitable declive. Y sabe tan jodidamente bien”. Todo rezumando dulzura sin ser sensiblero por como transpira naturalidad y calor humano. Fluyendo unos lazos entre ambos de vulnerabilidad conmovedores, una química chispeantemente entrañable. Film que hay el debate enólogo sobre una supuesta guerra de trincheras entre los aficionados al Pinot y los del Cabernet.

 

Un desarrollo que con gran ingenio y buen gusto entrelaza con humanismo el drama y el humor y viceversa, ello mediante una narración fluida, con mordaces diálogos, frases agudas, situaciones que combinan la comedia con el drama emocional, deja poso de amargura y desesperanza durante casi todo el minutaje. Una road movie delinea unos personajes cargados de defectos, frágiles, dubitativos, mentirosos, presos de sus bajos instintos, lo que se dice muy humanos, haciendo que el espectador (ósea, yo) empatice con ellos, sobre todo cuando los amigos se encuentren con las dos amigas camareras, donde las alegrías, las confidencias, el sexo, las mentiras, incluso a uno mismo irán deconstruyendo la amistad y las relaciones maduras amorosas, los desengaños, las frustraciones, los temores, los fracasos, todo ello saldrá a flote, y sobre todo brillando como puede machacar el paso del tiempo en medio de la nada, ah, y las degustaciones placenteras de vino.

 

Tiene una buena primera parte en que se nos presenta la pareja protagonista con agilidad y gran poder descriptivo, antagónicos en su carácter, esto hace que choquen en varias chispeante ocasiones. Jack está buscando su "último sabor de libertad", estaría satisfecho con un Merlot barato, tipo simpático, mujeriego, con Don de gentes, frente al quejica, tristón, y patético aspirante a escritor. Luego pasamos a la chicha de la relación de las dos parejas, para llegar a un clímax crudo, pasando a un final que sin ser acomodaticio te deja una sonrisa de satisfacción por lo visto.

 

Miles es un perdedor (cuando se emborracha llama a su ex de modo plañidero) pero sibarita refinado enólogo que busca el Pinot perfecto; Sin embargo, estos contrastes hacen que tengan una química fulgente, sobre todo por la gran actuación de ambos. Paul Giamatti es en realidad el que lleva el peso de la trama, todo se ve desde su foco, derrocha carácter en esta desbordante actuación, cargando de inseguridades que nos llegan en su relación con Maya, ejemplo ese momento en que Miles duda si besar o no a Maya, desistiendo y casi se pueden ver los engranajes de su cabeza girar en sus miserias, gracias a la gran expresividad de su rostro, como estupendo en las discusiones con Church, con una gran compenetración con la Madsen, y con un rush final estremecedor (esa botella que bebe en un fast-food dice mucho); Thomas Haden Church es sobresaliente como el libertino (otros dirían bragueta brava) Jack, juega con su encanto maduro, no tan preocupado por los vinos como por quienes los sirven, un individualista egocéntrico que solo le importa sí mismo, magno cuando se derrumba ante Miles, nos roza su colapso desorientado autodestructivo.

 

Frente a ellos las dos mujeres, que tiene en común que son divorciadas. Virginia Madsen desborda encanto, simpatía, naturalidad, deja entrever las grietas de heridas de anteriores ‘batallas’ afectivas, muy buena; Oh está estupenda como la sexy escanciadora, con chispa, tenido una última escena que derrocha temperamento y dolor a una,

 

La película, transcurre durante una semana, dividida en capítulos por día, marcando el arco de desarrollo de los roles. Ello con ese arranque en que Miles en su aventura de una semana con Jack, hace una inesperada parada en casa de su madre (buena Marylouise Burke), con la excusa de que es el cumpleaños de ella, y le gustará ver a Jack, al que idolatra, pero en realidad vemos que esta visita es solo para hurtarle dinero escondido de la madre para pasar estos días, dejando constancias en ello de lo pusilánime que es Miles. Una vez en el californiano valle vinícola en Solvang, cenan en el Hitching Post, lugar fetiche de degustación de vinos de Miles. Allí aparece un personaje crucial del relato, la camarera Maya (Virginia Madsen), que se nota tiene simpatía por Miles, aunque este se muestra frio y tímido con ella, Jack le ‘empuja’ hacia ella y este se resiste. Al día siguiente, en una bodega, mientras degustan vino, Jack le tira la onda (que expresión tan maravillosa argentina) a la sexy escanciadora Stephanie (Sandra Oh), y Jack se entera que ella conoce a Maya, planea una doble cita de parejas. Una relación de parejas donde ellos las basaran, todo impulsado por Jack, en las mentiras para darse importancia, pero sobre todo Jack ocultando a Stephanie que se casa el fin de semana.

 

Tiene una bonita puesta en escena con una luminosa cinematografía de Phedon Papamichael (“Mousehunt” o “Nebraska”), reflejando el sol que baña los viñedos en exteriores, con bonitas estampas que desprenden melancolía; La deliciosa banda sonora original incluye 15 alegres temas instrumentales de jazz compuestos y producidos por Rolfe Kent (“Election” o “Gracias por fumar”), orquestado y arreglado para la banda por Tony Blondal. El leitmotiv romántico compartido por Miles y Maya está extraído de Symbiosis de Claus Ogerman y Bill Evans. Añadiendo las rítmicas composiciones ajenas "Two Tickets To Paradise", "Face To Face", o "Sad Songs".

 

Spoiler:

Rush final: Después de la ceremonia nupcial de Jack, Miles se encuentra con su ex esposa Victoria y conoce a su nuevo esposo, Ken. Victoria le dice a Miles que está embarazada. Miles se escapa antes de la recepción y regresa a su apartamento de San Diego. Solo, bebe su preciado vino, un Château Cheval Blanc de 1961, en un vaso de poliestireno desechable en un restaurante de comida rápida. Un día, después de regresar a casa de su trabajo como profesor, Miles recibe un mensaje de voz de Maya, le dice disfrutó de su manuscrito y lo invita a visitarlo. Miles regresa a la región vinícola y llama a la puerta de Maya, y nos deja sin saber ver siquiera a Maya abrir, deja abierto su relación que esperamos sea de felicidad.

 

Notable comedia romántica, de las que recuerdas con placer. Gloria Ucrania!!!

 

Impacto en la industria del vino: Las bodegas y los lugares del valle de Santa Ynez aparecen de forma destacada en la película, lo que atrae la atención y aumenta el turismo hacia la región vinícola de Sta. Rita Hills AVA en el condado de Santa Bárbara y la costa central de California. Durante la película, Miles habla con cariño de la variedad de vino tinto Pinot noir mientras denigra el Merlot. Después del estreno de la película en Estados Unidos en octubre de 2004, las ventas de Merlot cayeron un 2%, mientras que las de Pinot noir aumentaron un 16% en el oeste de Estados Unidos. Una tendencia similar se produjo en los puntos de venta de vino británicos. Un estudio de 2009 de la Universidad Estatal de Sonoma concluyó que Sideways desaceleró el crecimiento del volumen de ventas de Merlot y provocó la caída de su precio, pero el principal efecto de la película en la industria del vino estadounidense fue un aumento del volumen de ventas y el precio del Pinot noir y del consumo general de vino. Un estudio de 2022 en el Journal of Wine Economics descubrió que Sideways provocó una reducción en la demanda de Merlot y un aumento en la demanda de Pinot noir en los Estados Unidos, lo que llevó a los enólogos de California a cultivar uvas Pinot noir en tierras inadecuadas y mezclar esas uvas con las uvas cultivadas en áreas de alta calidad solo para satisfacer la demanda, lo que puede haber dado lugar a peores vinos Pinot noir. Sideways Fest es un evento anual de tres días organizado por la Sta. Rita Hills Wine Alliance que celebra el estreno de la película y que muestra la viticultura y los paisajes locales.

 

En los Óscar fue nominada a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto (Haden Church), Mejor Actriz de Reparto (Madsen) y Mejor Guion Adaptado, este último premio que ganó.

 

 


THE BATMAN.


Sugestiva nueva aventura del súper héroe sin súper poderes, Batman, o The Batman aquí (supongo que para diferenciarlo del film de Tim Burton), la que para mí sería el segundo mejor film sobre el Hombre Murciélago (aquí se empeñan en llamarlo ‘Vengador’) de DC Comics, tras la ‘nolaniana’ “El Caballero Oscuro”. Dirige Matt Reeves con pulso sólido el guión lóbrego de Peter Craig (“The Town” o “Top Gun: Maverick”), siendo un reinicio de la franquicia cinematográfica de Batman producida por DC Films. Robert Pattinson interpreta a Bruce Wayne/Batman, acompañándole un elenco estupendo de secundarios que dan vigor y apuntalan el relato, con Zoë Kravitz, Paul Dano, Jeffrey Wright, John Turturro, Peter Sarsgaard, Andy Serkis y Colin Farrell.

 

La historia empieza in media res, con Batman en su segundo año luchando contra el crimen en Gotham City, intenta descubrir quien ha asesinado al alcalde, con lo que se irá desmadejando un reguero de corrupción en la ciudad con vínculos con la propia familia Wayne. Destacando desde el inicio como a Batman se le confiere un aire detectivesco con ínfulas a Sherlock Holmes, sumergiendo al protagonista en una especie de narración de cine negro, con el marco de este género, en un mundo rebosante de amoralidad, un ‘Sam Spade’ estoico y cuasi anti héroe, atormentado por su pasado, tendremos una femme fatale en Catwoman, villanos retorcidos, juegos mentales, y un final nada complaciente. Un relato muy estirado de casi tres horas, teniendo sus altibajos, pero que aun así estos contrarrestados sensorialmente por la belleza gótica del film, haciendo que la tensión sea casi siempre efectiva, todo solemne, sin lugar para el humor, para una historia de niños huérfanos.

 

Ello en un argumento que de modo inteligente se aleja de mostrar el origen ya consabido del héroe, así como omite la muy sobada muerte de los padres de Bruce Wayne (Thomas y Martha Wayne). Ya es muy conocido en la ciudad como el Vengador Vigilante, una sombra que asusta con su halo invisible, como deja patente en el sugerente inicio paseándonos por el Averno de una ciudad violenta, y la voz en off de Batman muestra como el temor aque salga de la oscuridad es el mejor remedio contra el crimen. Ya tiene relación policial con Jim Gordon. También llama la atención el subtexto de crítica a los políticos que prometen renovación en modo populista.

 

Todo ello calando en consonancia al atomizado por una ambientación tétrica epidérmica por su simbiosis con la ennegrecida historia, con un aire operístico. Gracias al prodigioso diseño de producción de James Chinlund (“La Fuente de la Vida” o  “La guerra del planeta de los simios”), inspirándose en una Nueva York fosca, maximizada mediante ampliaciones de decorados y efectos especiales por ordenador, todo muy hosco, deprimente, una ciudad a medio hacer, un grupo negro de edificios se alza en el lugar donde estaría el bajo Manhattan, con varios espléndidos visualmente momentos con Batman en su lugar de reunión a varia altura en uno de estos edificios sin terminar desde donde se ve una urbe hostil. Esto atomizado por el DP Greig Fraser (“La Noche Más Oscura” o “Dune: Parte 1”), que incide sobre la labor de Wally Pfister en la trilogía ‘batmanica’ de Nolan, yendo más allá aun en los tonos lóbregos, inspirándose nada menos (así lo ha reconocido el Fraser) en la cinematografía del ‘Maestro de las Tinieblas’ Gordon Willis, remarcando el goticismo de la ciudad, el expresionismo gótico en sus sombras, los claroscuros, las penumbras, ello en simbiosis con la urbe ominosa remanece con su aire que nos cala tóxico, con su lluvia, sus luces de neón, con sus cielos grises. Así como muy buena en las secuencias de acción. Jugando con la luminosidad de modo dramático en cada acromatismo; Como reseñables son las vistosas coreografías de las peleas, diáfanas y crudas, aunque me falta la mala baba en este aspecto de por ejemplo “Deadpool”, que no haya miedo a la sangre y los huesos rotos, que no hay tanta pleitesía por ser un film para toda la familia; La banda sonora original es de Michael Giacchino (habitual de PIXAR), creando un (ya mencionado) aire de ópera al desarrollo, oyéndose a Beethoven, Gabriel Fauré, o Schubert (su micónico ‘Ave María’ para el funeral), esto alternado de modo iconoclasta con temas de Nirvana, Dean Martin o Al Martino.

 

Este Batman interpretado con desgarradora intensidad por Robert Pattinson (inspirado en su imagen en Kurt Cobain), es un tipo vulnerable, que parece llevar sobre sí el peso de los pecados de Gotham City, es una versión muy humanizada del mega héroe, sus gadgets no son nada espectacular (si acaso las lentes de contacto con cámara oculta, que parecen sacadas del mítico episodio de la serie “Black Mirror; Tu historia completa”; también con la capacidad de salto base, y por supuesto con sus ganchos, amén de su batmovil y batmoto), los golpes se notan le duelen, las caídas las sufre, tiene en sus espaldas las cicatrices de las mil batallas, excelente los matices que posee. Este Bruce ya no es el playboy de otras versiones. Lo conocemos al ritmo de la canción de Nirvana "Something in the Way" (1991), de ahí la inspiración del director para Batman en el cantante del grupo grunge Kurt Cobain, con sus andares y su peinado, reconociendo el escenario de un crimen (es él, también por la misma causa violenta). El personaje del Michael Corleone de “El Padrino”, también influyó en la interpretación de Reeves de Bruce, por lo del hijo que debe heredar el Imperio a su pesar. Es un Bruce melancólico, nostálgico, tristón, que deja traslucir sus emociones a través de la capucha. Pattison le confiere un aura de hondura penetrante, su laconismo, su parquedad oral. Ello en una travesía donde se cuestiona la toxicidad de la Venganza, si el involucrarse en una espiral de violencia no es más que dar cuerda al infinito tiovivo del terror. De hecho, aquí se le llama no Batman, sino Venganza (ello desde la escena inicial en que aparece ante una pandilla violenta callejera e intentan brularse de él: “Qué demonios se supone que eres?”, el vigilante ataviado de murciélago les espeta: “Soy Venganza”.

 

Teniendo muchas influencias cinéfilas declaradas a films como “Chinatown” y “Todos los hombres del presidente”, asimismo el film setentero “Klute” es la influencia para la relación entre Batman y Catwoman, por la del Sutherland y la Fonda. También hay mucho de los films de Fincher como “Seven”, por la ambientación y el villano (este persigue el pecado capital de la corrupción en todos sus aspectos), como de “Zodiac” por la forma en que se comunica el psicópata, incluso por los juegos macabros del retorcido Enigma tiene mucho del Jigsaw de “Saw”.

 

Por supuesto con piezas de acción espléndidas, siendo la más espectacular la de la persecución nocturna automovilística de Batman con su magnífico Batmovil (esas llamas infernales azules que salen del motor) a Coppelport, aconteciendo de modo hermoso bajo una copiosa lluvia, con lo que los haces de luz de los faros crean una sensación espectral, todo un alarde de coreografía de coches por un lado y otro, con choques en cadena tremendos, explosiones, giros de campana, saltos entre llamas épicos. Inspirándose, como no, en famosa persecución de automóviles en “The French Connection” (1971).  Reeves originalmente planeó filmar la escena en una autopista de Liverpool, pero en su lugar la filmó en el aeródromo de Dunsfold después de determinar que una pista de carreras permitiría un mayor control. También se filmaron partes en la refinería de Coryton.

 

Tenemos varios formidables combates en tomas con pocos cortes para emitir veracidad, tiroteos en pasillos oscuros, con la dramática iluminación de los centelleos de las balaceras, combates en un club nocturno con ese juego dramático de luces rojas parpadeando, para en el tramo final escenificar una especie de Apocalipsis tsunámico. Aunque para el final esperaba un clímax enfrentamiento entre los némesis y me queda esto un poco coitus interruptus, no me llena lo que debería.  

 

 

Zoe Kravitz como Selina Kyle/Catwoman es maravillosa como la atormentada femme fatale, felina, sensual, compleja, sin superpoderes, con una gran química con Pattinson, como lo demuestra ese abrazo cuando se esconden de los malos y parecen fundirse en una sola respiración. Es una joven de imagen esbelta, de movimientos gatunos, con uñas peligrosamente puntiagudas, también con sus traumas acuestas que la hacen vulnerable, pero con el marcado objetivo de la Venganza, muy buena la rabia interior que emite. Aunque le sobra el ramalazo Woke (no es culpa de ella, lo es del guion) con la fuera de lugar frase de que hay que acabar con ‘los imbéciles blancos privilegiados".

 

John Turturro como el mafioso Falcone lo borda con un carisma fulgente, se nota disfrutando en su papel de malo malísimo con estilo Armani; Colin Farrell como Oswald Coppelpot-Pingüino, está irreconocible bajo el amasijo de 25 kg de prótesis que lo engordan y desfiguran el rostro, da bien con un rol al que le falta cancha, dando la sensación que todo es la preparación para darle más metraje en las secuelas planeadas; Jeffrey Wright como el fiel amigo policía de Batman, es algo plano, sin carácter más allá de acompañar al protagonista, su gran momento es en el interrogatorio a Coppelport; Andy Serkis (el eterno Gollum tras el capture-motion) como Alfred Pennyworth, tiene una cálida relación con Bruce Wayne, de índole claramente paterno-filial, teniendo su momento en la charla con Bruce en el hospital, cumplidor

 

El último que analizo es Paul Dano, encarnando a un villano que solo aparece durante la mayor parte del tiempo en clips en monitor embutido en cuero dominatrix, pero cuando se hace presente inunda la pantalla en plan roba escenas, demostrando es uno de los actores más infravalorados del cine. Extraordinario en el entente con Batman, un vengador clasista que se cree emparentado en motivaciones con Batman, ambos justicieros en las sombras que atacan las corruptelas y hipocresía de la ciudad, ejecutando sus castigos en plan Jigsaw. Ello en una dinámica desde el inicio jugando con Batman, al que le deja notas en cada ‘ejecución’. Una actuación corta, pero de una intensidad apabullante, tanto como para ser, tras el Joker de Ledger, el más aterrador de los villanos de la saga del Hombre Murciélago.

 

La pregunta que uno se puede hacer es si este inicio rebot podrá competir con la trilogía de Nolan, era escéptico de si habría margen para un nuevo enésimo relato con mismos villanos, pero sin ser obra maestra, si sabe cautivar con sus armas, atrapa con una ácida revisión del héroe alado. Gloria Ucrania!!!

 

 

Chinlund se inspiró en las películas de David Fincher y mezcló varios estilos arquitectónicos, como los de los edificios de los años 1920 a 1940. Dado que las fallidas recuperaciones económicas de Gotham dejaron una arquitectura inacabada, Chinlund "llenó el horizonte con estos rascacielos inacabados" para mostrar "la arena que hay allí arriba". La Torre Wayne, que sirve como mausoleo de Wayne, se inspiró en el Castillo Hearst ; lo describió como barroco , gótico y ornamentado. La estética del Iceberg Lounge se inspiró en las obras de Robert Moses. Fraser dijo que Gotham City se inspiró en la representación de las ciudades de Chinatown y la de las calles de la ciudad de Nueva York en Klute . Mientras que Fraser eligió una "paleta más amplia, que se inclinaba hacia lo sombrío y lo sombrío", Chinlund optó por utilizar una paleta de colores diferente al diseñar la residencia de Selina Kyle en el barrio rojo. Se inspiró en las películas de Wong Kar-Wai y la definió como una "paleta romántica en algunas de esas películas que nos encantaban, como el neón y mucho color de la luz de la calle. Nuestro mundo es sombrío en muchos lugares, y ese era un entorno en el que podíamos dejar que algo de color resaltara".

 

Reeves imaginó un diseño hecho a mano y con los pies en la tierra para el Batimóvil, con Chinlund y el artista conceptual Ash Thorp diseñando el motor del vehículo para que se pareciera a un murciélago. Reeves quería que el Batimóvil se sintiera como una "bestia salvaje" y alejarse del diseño tipo tanque popularizado por las películas de El caballero de la noche de Nolan en favor de uno que pareciera un muscle car. Buscó inspiración en la novela de Stephen King, Christine (1983), trata sobre un automóvil poseído por fuerzas sobrenaturales: "Me gustó la idea del automóvil en sí como una figura de terror, haciendo una apariencia animal para asustar realmente a la gente que Batman persigue". Reeves y Chinlund querían que el Batimóvil se sintiera como su propio personaje, y Chinlund priorizó la función que reflejaba el "enfoque único de Batman en la misión". Chinlund utilizó un parachoques de acero para el marco, de modo que Batman pudiera "abrirse paso a través de cualquier obstáculo", así como el techo de un Dodge Charger de 1969 ; dejó la parte trasera abierta ya que no requería protección. Se construyeron cuatro unidades de Batimóvil, con la unidad motriz principal impulsada por un motor Chevrolet V8 de 650 bhp construido a partir de más de 3000 piezas mecanizadas, y las otras unidades equipadas con cardanes, dispensadores de agua y una versión electrónica para mayor facilidad de uso. Otra unidad fue construida sobre un chasis Tesla para tomas en interiores y nocturnas. [

 

El Batitraje fue diseñado por el supervisor Dave Crossman y el artista conceptual Glyn Dillon en el transcurso de un año, con dos conceptos rectores: necesitaba "verse apropiado", equilibrando la luz y la oscuridad sin restarle valor a la emoción de Pattinson, y tenía que ser flexible; Pattinson quería poder moverse y pelear con él, inspirado por la representación de Batman en la historia de Batman: Legends of the Dark Knight "Shaman" (1989) de O'Neil y Edward Hannigan. Pattinson también le pidió consejo a Bale durante el proceso de diseño, y él en tono de broma le aconsejó "asegurarse de que podrá aliviarse" mientras usaba el traje. El equipo tomó escaneos del cuerpo de Pattinson mientras filmaba Tenet y los usó en referencia al arte conceptual dibujado por Dillon. Imprimieron una copia preliminar de cada elemento después de refinarlo con software digital antes de que fuera moldeado por el modelador de efectos de vestuario supervisor Piere Bohmaned. Se realizaron más modificaciones a cada pieza hasta que Reeves examinó el traje final para su aprobación. El equipo creó más de veinte trajes para usar en la filmación. El traje final es más flexible que los Batsuits anteriores, hasta el punto de que Pattinson "inmediatamente comenzó a hacer volteretas con él solo porque podía" cuando se puso el primer prototipo.

 

La capucha se imprimió después de ser esculpida digitalmente y se creó a partir de caucho de poliuretano, y estaba destinada a parecerse al cuero; las costuras alrededor de la frente y los parches de la nariz fueron influenciados por el traje de Adam West de la serie de televisión Batman de la década de 1960. Dillon agregó que quería que Batman se sintiera como la "Parca" con una capucha con forma de calavera. La capa se creó con cuero japonés artificial, ya que no era práctico usar cuero real debido a su peso. El traje de alas de Batman fue creado por una empresa de trajes de alas con sede en Seattle utilizando el material del Batsuit. Las botas se inspiraron en las botas de combate austriacas, mientras que Ian Jones, el fabricante de accesorios de vestuario, agregó una polaina de cuero en la parte superior para embellecer las escenas de lucha y las escenas en las que Batman conduce una motocicleta. El departamento de utilería de vestuario también agregó un puerto especial al Batitraje hacia el final de la filmación para ayudar en una escena en la que Batman se inyecta adrenalina. La pistola de agarre de Batman, que puede deslizarse a través de un artilugio oculto en su brazo, fue influenciada por la pistola de Travis Bickle de Taxi Driver (1976). El símbolo del murciélago en su pecho también sirve como cuchillo; Dillon sintió que no era realista que el símbolo fuera de cuero, por lo que el equipo decidió convertirlo en un arma.

 

El diseño de vestuario estuvo a cargo de Jacqueline Durran. La maquilladora Maria Donne modeló el peinado de Bruce Wayne según Cobain, mientras que su delineador de ojos cuando se vistió como Batman presentó una mezcla de pigmentos y productos que soportarían la lluvia y el sudor. El traje de Catwoman fue diseñado para sentar las bases de lo que se convertiría en su atuendo de cómic y al mismo tiempo sentirse "lo más práctico posible". Las prótesis faciales que Keoghan usó para retratar al Joker fueron diseñadas por el maquillador Mike Marino; aunque el Joker solo aparece en silueta en el corte final, Reeves aún hizo que Marino desarrollara un diseño completo. Reeves quería que se pareciera al personaje de Conrad Veidt en El hombre que ríe (1928), Gwynplaine, inspiró la representación original del Joker en los cómics. Reeves hizo que la sonrisa perpetua del Joker fuera el resultado de una condición biológica, en lugar de una cicatriz facial como en películas anteriores, para distinguir la nueva encarnación. El traje de Riddler se basó en bocetos del Asesino del Zodíaco; conserva el abrigo verde tradicional del personaje al tiempo que agrega una máscara de combate, que Dano quería mostrar que Riddler "probablemente sentía mucha vergüenza o autodesprecio o dolor".

 

Para interpretar al Pingüino, Farrell usó prótesis y un traje de gordo creado por Marino. Reeves lo describió como "casi como un gángster de Warner Bros." similar a los actores John Cazale, Sydney Greenstreet y Bob Hoskins. Farrell eligió usar un traje de gordo en lugar de aumentar de peso porque había sufrido problemas de salud cuando ganó peso para la serie de televisión The North Water (2021). El disfraz de Farrell no presenta el monóculo y el sombrero de copa tradicionales del Pingüino, y Warner Bros le prohibió fumar tabaco como lo hace en los cómics. Farrell luchó para permitirle llevar un cigarro en lugar de cigarrillos, pero Warner Bros no cedió.

 

La escena final silenciosa entre Batman y Catwoman es muy bien llevada emocionalmente, con ese viaje juntos en moto sin saber si se irán juntos, pero llegados a un cruce ella tira a un lado y al otro Batman.

 


LA HORA 25.


Interesante film esta coproducción europea que con grandes medios compone algunas espectaculares. Dirige con ágil ritmo el infravalorado francés de origen armenio, pero nacido en Turquia, Henri Verneuil, una sugerente adaptación de la novela homónima del rumano Virgil Gheorghiu publicada en 1949, guionizado por el propio director y los acreditados François Boyer (“Juegos prohibidos”) y Wolf Mankowitz (“El día que la Tierra se incendió”). En lo que es un alegato contra las guerras, un ataque estremecedor a la barbarie en que nos hunde la intolerancia, los prejuicios y el supremacismo moral, sobre todo si frente a ello está la ignorancia, la cobardía, la envidia, o la indiferencia, esto dando sustento a la Maldad. Ello no dejando títere con cabeza en su denuncia contra los abusos del poder, la opresión del estado, la sinrazón del victorioso, en esta espiral no solo arremete contra el fascismo rumano, el nazismo, el antisemitismo, también embiste contra los ganadores de la contienda, los estadounidenses y como trataron a los alemanes, sobre todo contra el ejército rojo que fueran hordas de violadores (*spoiler) por donde pasaron, como se da testimonio durante un juicio.

 

En 1939, en el pueblo rumano de Fontana, Iohann Moritz (Anthony Quinn) vive feliz con su esposa, Suzanna (Virna Lisi) y sus dos hijos, pero el jefe de la policía local desea abiertamente a Suzanna. Cuando el gobierno rumano decide agrupar a "judíos e indeseables", el sargento Dobresco (Grégoire Aslan) policía incluye a Iohann en la lista, lo arresta y lo envía a un campo de trabajo para cavar un canal. A pesar de haber tomado medidas hasta la capital, Suzanna no puede obtener la liberación de su marido. Luego se ve obligada a solicitar el divorcio para conservar su granja y así tener lo suficiente para criar a sus hijos. En 1941, Iohann escapó con un grupo de prisioneros judíos que partieron hacia Hungría, un país “donde la vida es menos dura para los judíos”.

 

Todo ello protagonizado por un brillante Anthony Queen, radiante de fuerza, un clásico Big Than Life, poderoso en físico, pero aquí frágil y achuchable en su ingenuidad bobalicona, derrocha intensidad, pasión, candidez, y todo ello con una exultante vitalidad reflejada en esa sonrisa perenne con que acepta cual Santo Job cada una de las barreras que se le presentan. Es un ingenuo campesino rumano que es víctima de una ‘aventura’ llevado por el albedrio, aunque impulsada por los celos, todo lo que le sucede posteriormente es una suerte de viaje cuasi-surrealista en el que, siendo cristiano, pasa a ser ‘judío’, luego ‘húngaro’, y hasta ejemplo de ‘ario’, y siempre sin pretender ser nada, lo único que anhela es volver con su mujer, pero el torbellino de sin razón en que se ve envuelto le aleja más y más. Ello regado por un retorcido humor negro (ejemplo el ‘examen’ para ver si el protagonista está o no circuncidado), sabiendo modular los diferentes tonos entre el marco del sangrante drama con los trazos de comedia oscura.

 

Tiene una trepidante primera parte, con la presentación de personajes y situación. Con momentos ingeniosos de mordacidad, como la escena en que el bebé de los Moritz llora al escuchar un incendiario discurso de Hitler por la radio. Tendremos como la envidia y celos son la espoleta para el calvario en que se sume el desdichado protagonista, en este casi para él si es una desgracia tener una esposa bella. Entrando en como el sistema (por los abusos del poder arbitrario) lo devora poco a poco de modo bizarro, donde se le acusa de algo que no es, pero es que la ‘acusación’ general ya es hedionda, el crimen de estos cientos de personas es profesar una religión maldita para estos gerifaltes. Iohann desea le libren de la culpa de ser judío, cuando lo grave es que esto sea delito. Johann nunca se plantea la empatía con los judíos allí forzados a trabajar, nunca empatiza con este sin sentido, él se sabe cristiano y por tanto quiere librarse. Esto se podría ver como especie de efecto kármico, donde Iohann es tomado como el chivo expiatorio de todos los que miraron para otro lado cuando debieron combatir contra el antisemitismo, el asume las culpas de los que miraron para otro lado, así lo puedo entender. Esto también incide en como el protagonista es una especie de pluma mecida por la brisa (Forrest Gump) de la guerra, es apolítico, no tiene conciencia moral alguna sobre lo que pasa a su alrededor, es un ser primario con el instinto básico de querer volver con su amada Suzanna, el resto no le cala, es un superviviente que solo vive para ello, sin enterarse de porque le ocurre lo que le ocurre; Teniendo en este tramo el protagonista una turbadora relación con el encargado militar del campo de trabajo, este harto de sus demandas, le examina de circuncisión, en una escena que dice mucho de la estulticia de los prejuicios; Esta travesía del Iohann se salpica con el sufrimiento de la esposa en su granja con escenas algo caricaturescas con los ‘acercamientos’ del sargento Dobresco.

 

El siguiente tramo es en Budapest. Allí Iohann es un cristiano que no puede ser ayudado por los judíos por no serlo, a pesar de estar pasando un calvario por haber sido tomado como hebreo (un poco lioso) y acaba siendo tomado como húngaro por las autoridades y siendo mandado como ‘trabajador voluntario’ para el esfuerzo de guerra a Alemania, con una turbadora parada del tren que los lleva para adornar los vagones recogen flores recogidas del campo por ellos mismos, notándose la inocencia del protagonista en cómo se esfuerza en ello; Estando en un campo de trabajo tenemos una de las escenas cumbres, cuando un oficial nazi ‘experto’ en la raza aria examina ante varios nazis a Iohann, y determina en una delirante secuencia que este es un ario modélico (alguien le espeta que es de tez y cabello moreno a lo que este experto le replica que los arios provienen de la India y por tanto…). Con lo que Iohann pasa a ser epítome del ario; Y las diferentes idas y venidas del protagonista tendrán más ‘pantallas’.

 

Este protagonista que me recuerda a un cruce entre los posteriores personajes Forrest Gump (no me extrañaría el libro en que se basa el referido film de 1994 estuviera influido por este otro de Gheorghiu), y el muchacho Solomon Perel del drama bélico “Europa, Europa”, el primero por cómo es una cáscara vació sin ideales mecido por el azar, y el segundo por como también Solomon es un superviviente en plena WWII, que incluso en su afán de supervivencia se hace pasar por alemán y llega, como Iohann, a ser tomado (siendo judío) como referente ario. Este Iohann es para mí un ejemplo de los prejuicios de los que se enfrentan en las guerras, de cómo sus motivaciones si se escarban y se reflejan en individualidades son ridículas, pues carecen de base real. Donde el común de los ciudadanos pueden entrar de modo fachoso en una kafkiana odisea fruto de la sinrazón de los totalitarismos.  

 

La puesta en escena resulta espectacular, secuencias de masas de extras brillantes gracias al fenomenal duiseño de producción de Robert Clavel (”Belle de Jour” o “Gran jugada en la Costa Azul), entonces no había CGI para multiplicar digitalmente a la gente, como la impresionante rea de esclavos judíos construyendo el canal; la de los húngaros recogiendo flores del campo para adornar el tren, o la de los campos de prisioneros; ello en comunión con la fulgente cinematografía de Andréas Winding (“Sección especial” o “Playtime”), con tomas panorámicas que proyectan la épica de la historia; Ello punteado con emocional tino por el compositor francés George Delerue (“Un hombre para la eternidad” o “Chacal”).

 

De entre los secundarios destaca un gran Serge Reggiani como un intelectual que traba amistad con Iohann, posee una incisiva personalidad introspectiva, tipo profundo que no puede soportar la futilidad de la situación; Virna Lisi despliega fuerte personalidad en su rol de madre coraje, muy buena, pero sobre todo enl,ka escena cortante final con ese rostro; Grégoire Aslan como el viscoso sargento Dobresco, da una actuación algo caricaturesca, sobre todo en sus guiñolescos ententes con Suzanna.

 

Spoiler:

 

Iohann desde su ahora posición de soldado nazi libera un camión lleno de sus compañeros “húngaros” y dispara a tres alemanes. Aquellos a quienes ayudó le dicen a los estadounidenses que los salvó y que no es un nazi, pero hay todas esas fotos de propaganda, y Johann es retenido durante 17 meses en el mismo campo en el que estuvo (primero como prisionero, luego como guardia) ahora dirigido por el conquistador ejército estadounidense. Para llegar al proceso de Nuremberg, impulsado por americanos británicos y rusos, donde queda la estremecedora lectura de la carta de Suzanna a Iohann, denuncia los desmanes sistemáticos del ejército rojo contras las mujeres por donde pasó en su conquista hacia Berlín, ellos nunca fueron parte de la solución, fueron siempre el problema, de hecho pactaron con Hitler repartirse el este de Europa y si no hubiera sido por que el Führer los traicionó habrían sido grandes amigos contra las democracias europeas y USA; Finalmente liberado en 1949, diez años después de su primera deportación, se reunió con su esposa en la estación, que había huido de Rumania, y con sus tres hijos, uno de los cuales fue fruto de la violación por parte de un soldado soviético. Un fotógrafo estadounidense presente por un motivo completamente diferente decide inmortalizar este reencuentro y multiplica las fotografías, exigiendo que Iohann y su esposa sonrían cada vez con mayor convicción, creando unas estampas incómodas por como muestran la falsedad de la sonrisa y solo exudan el sufrimiento padecido.


Después de casi dos horas de interminable sufrimiento en pantalla, Anthony Quinn se sienta en el banquillo de los acusados ​​en el juicio de Nuremberg para criminales de guerra.

-‘Por qué estás aquí?’ le pregunta un abogado en los juicios de Nurenberg a Iohann.

-‘Señor, desde hace ocho años no sé si estoy en ningún sitio’, responde Iohann.

 

Para el recuerdo queda el estoicismo con que Trajan Koruga (Reggiani) decide acabar con su vida tras 46 semanas encerrado por no se sabe que laberinto. Como en solitario cruza el campo de prisioneros y se adentra en la zona prohibida, no atiende a razones de los guardias para que pare, y se echa encima de la valla y le disparan letalmente.

 

Drama bélico que muestra la estulticia de las guerras. Gloria Ucrania!!!

*La mayor parte de los ataques fueron cometidos en la zona de ocupación soviética; se calcula que el número de mujeres violadas por soldados soviéticos va de decenas de miles a dos millones.​ En muchos casos las mujeres eran violadas repetidamente, algunas hasta 70 veces.​ Se cree que 100.000 mujeres fueron violadas en Berlín,​ con un número próximo a las 10.000 mujeres con resultado de muerte tras las agresiones.​ El número total de mujeres víctimas de violaciones en Alemania se calcula en 240.000.9​10​ Antony Beevor lo describió como «el fenómeno de violaciones masivas más importante de la historia», y concluía que al menos 1,4 millones de mujeres fueron violadas solo al este de Prusia.

 

 


GRAN JUGADA EN LA COSTA AZUL

 

Primero decir que esta crítica es un tributo a una de las grandes estrellas del cine francés (‘No era más guapo porque ya no se podía. El muy cabrón’, Arturo Pérez Reverte dixit), Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold, conocido mundialmente como Alain Delon, nació el 8 de noviembre de 1935 en Sceaux (Sena- Francia), y murió pacíficamente el 18 de agosto de 2024 en su casa de Douchy, Francia, rodeado de miembros de su familia, a los 88 años. Tiene en su haber films como “A pleno sol”, “Rocco y sus hermanos”, “El Gatopardo”, “El Círculo Rojo”, o “El silencio de un hombre”, siendo un Icono del Séptimo Arte. Abordo este thriller del subgénero ‘heist’, pues de sus grandes películas ya había colgado su crítica aquí, y siguiendo la escala de puntuación por arriba la siguiente a acometer era esta que no había visto.

 

Muy dinámico film de tensión, ágil, entretenido, con un final que cala, y sobre todo con una pareja protagonista desbordante de carisma en las figuras del propio Delon y del veterano Jean Gabin, donde pareciera el actor de “La Gran ilusión” le pasaba el relevo al sex symbol. Dirige el infravalorado Henri Verneuil (con la asistencia del luego combativo políticamente desde la dirección Costa-Gavras, con guión de Albert Simonin, diálogos de Michel Audiard, basado en la novela “The Big Grab” (1959) de Zenial Marko, historia con grandes paralelismos con la cinta del Rat Pack “La cuadrilla de los 11” de 1960, que, aunque anterior, esta historia francesa es originaria de un libro anterior al film enmarcado en Las Vegas. Contando ambas el sofisticado atraco a un casino de un famoso lugar de recreo para la jet set, en este caso en la Costa Azul en Cannes, llamándome la atención por como para el rebot dirigido por Soderbergh del 2001 copian la forma de describir en off el plan metódico para robar la cámara acorazada.

 

Narrado visualmente con sofisticada elegancia, destilando glamur, enaltecido por la maravillosa fotografía en glorioso b/n de Louis Page (“La kermesse heroica”), en un matizado Cinemascope, dotando de lustre a un idealizado Cannes de los años 60, con juegos visuales punzantes, ello punteado por la jazzística música del compositor r Michel Magne (dirige la orquesta en Palm Beach) explotó el mismo tema musical a lo largo de la película, bañando con un aire distendido y ligero la trama, siendo incisiva en el cortante clímax final en la piscina. .

 

Obra que bebe del género atracos como la ‘dassiniana’ “Rififi”, sobre todo por el tramo del atraco, 26 minutos sin apenas diálogos donde se muestra el profesionalismo de los ejecutores en una coreografía silente sublime, con un Delon derrochando fisicidad en sus movimientos, reptando por conductos del aire (cuantas veces plagiado esto desde entonces), y teniendo también mucho en común con otra aclamada cinta que no nombraré aquí para no inducir a spoiler*. Film que solo es un pasarratos ameno, no pretende más, carece de profundidad, o de introspección d ellos personajes, prevalece el estilo a la sustancia.

 

1962, en un tren de cercanías, mientras sueña despierto con las historias de vacaciones de los usuarios vecinos, Charles (Gabin), gánster de sesenta años, liberado una hora antes después de cinco años de prisión, regresa a su vivienda de Sarcelles. Charles está perdido porque Sarcelles se encuentra en plena reconstrucción urbana hasta el punto de no reconocer el lugar donde vivió. Esto exponiendo lo fuera de lugar que ya se encuentra este veterano de mil batallas, la modernidad lo arrasa; Al regresar a casa, es recibido por su esposa Ginette (Vivien Romance). Ella le sugiere mudarse al Sur (un promotor le ofreció 15 millones por su casa) para pasar allí unos días felices dirigiendo un negocio. Pero Charles quiere poner fin a su carrera de ladrón con una nota importante antes de retirarse a Canberra. Su amigo Mario (Henri Virlojeux) le habló de un robo en el Palm Beach, el hotel-casino de Cannes dirigido por Grimp (el español José Luis de Villalonga) tiene un plano detallado de la bóveda, pero, cansado y enfermo, se niega a participar. Charles recurre a Francis Verlot (Delon), un compañero de celda de veintisiete años que vive a expensas de sus padres, un chico de carácter fuerte, impetuoso y grácil. Aquí se da el mencionado relevo generacional, como bien le dice Charles a Francis si tuviera algunas décadas menos no le haría falta tenerlo en su ‘equipo’, pero la edad no perdona, y donde le llega la mente no le llega el físico y hay entra el reemplazo para ser Francis lo que Charles no puede, con simpatía, emprendedor, con Don de gentes, y físicamente imponente para infiltrarse cual Ethan Hunt en el casino; Louis Naudin (Maurice Biraud), su cuñado, un mecánico honesto, es contratado como conductor. En Cannes, Francis, bajo la identidad de un gran apostador, primero se integrará en el ecosistema de su lujoso hotel, para tendremos una notable escena en que soborna al camarero para que este le cuente las intimidades de las mujeres que hay en la piscina, divertida disección del mujeril panorama. Tras lo que entra tras los bastidores del casino, para ello ‘confraternizará’ con la trama la bailarina sueca Brigitte (buena Carla Marlier).

 

Tendremos un análisis de diferentes vertientes del crimen como sentido vocacional. Por un lado, está el veterano y experimentado Charles que está de vuelta de todo, que se embarca (el manido recurso) en un último atraco para retirarse en plan jubilación de oro. Ello encarnado por un Jean Gabin con su habitual carisma de piedra, sentando cátedra en su parca expresividad que dice mucho, quizás en esta ocasión demasiado frio, con una chispeante química con Delon en sus ententes de sobre todo índole de choques generacionales, le espeta de modo estoico a este: ‘Ve preparando los planes y mientras tanto, haz lo que te dé la gana, tanto si follas como si no’; Está el nuevo y joven Francis, dinámico, libertino, arrogante, quiere comerse el mundo, pero le falta el temple y cerebro del experimentado Charles. Delo infunde un encanto y simpatía radiante. Aportando, en una trama ciertamente alargada para la nada que suma, varias ardientes escenas con Carla Marlier; Está Mario como el ajado ladrón que ya se ve impotente de realizar robos. Henri Virlojeux en una sola escena deja patente su fuerza dramática; Y Louis Naudin, el que antes de empezar se ve agobiado por entrar en la espiral de crimen. Maurice Biraud le confiere un aire nihilista cansado.

 

Tiene sus defectos en cierta dispersión en la parte central de la previa al atraco, alargan demasiado los prolegómenos cuando en realidad el plan es menos complejo de lo que senos quiere hacer ver, ejemplo de este estiramiento con michelines es la relación que se establece entre Francis y Brigitte, que luego apareciera pudiera tener su importancia, pero lo que denota es que es un relleno, dándose la misoginia con frases de Francis: ‘Si le doy una patada a una palmera caen cincuenta zorras como tú (Brigitte)... A las putas, a medida que se acerca el invierno, les gustan más las pieles’.

 

Todo para desembocar en un brillante rush final, maravillosamente reflejado en el marco de una gran piscina, con los policías en charlando con empleados y el director del casino, mientras escucha Francis por un lado y al otro Charles, todo un prodigio de composición, y ello adornado pro la jazzística música que adorna con gran sentido lúdico.

 

Spoiler:

 

Rush final: Después de arrastrarse por el conducto de ventilación (puede sea el primero en hacerlo en un film, luego tantas veces copiado), Francis aterriza en el hueco del ascensor, abre una escotilla y entra a la sala de conteo para robar a Grimp y a los empleados del casino con una ametralladora. Abre la puerta blindada detrás de la cual Charles lo esperaba. Este último mete los bultos en dos grandes bolsas y sale de la habitación, seguido poco después por Francis, esconderá las bolsas en su cabina privada de la piscina. Al amanecer, Charles descubre en la portada del periódico que Francis aparece en una foto en el casino, aunque no es el tema de la foto, Charles teme que esto represente un peligro inminente, porque podría ser reconocido. Charles ordena recojan las bolsas y se las lleven cerca de su mesa junto a la piscina. Francis llega a la piscina, pero decide esperar cerca de ella, frente a la mesa de Charles al otro lado, porque periodistas y policías, a pesar de la temprana hora, se han apoderado del lugar, inspeccionando la zona de baño, denunciando las bolsas de cambio que, además, hablar en voz alta como únicas pistas seguras. Al otro lado de la piscina, Charles, con mirada preocupada detrás de sus gafas oscuras, ve la complejidad de la situación. Luego, Francis deja que las bolsas se deslicen hacia la piscina. Una de las bolsas se abre y los billetes suben lentamente, cubriendo la superficie de la piscina en pocos minutos bajo la mirada impasible y desconsolada de Charles y Francis, mientras los policías se quedan atónitos al descubrir los cientos de billetes flotando en la piscina. superficie del agua; Final con muchas similitudes con el del kubrickiano “The Killing” (1956), donde cuando van a subir las maletas con el dinero del atraco al avión caen al suelo, abriéndose y por los motores encendidos del mencionado avión todos los billetes salen en una tormenta surrealista por toda la pista ante la mirada impasible del atracador (Sterling Hayden), aquí la tormenta se convierte en una marea de billetes ante la mirada gélida de Delon y Gabin.

 

Thriller heist con mucha clase. Gloria Ucrania!!!

 

El rodaje en Cannes, Alpes Marítimos, en el sur de Francia, también es una delicia: Palm Beach Casino, Place Franklin Roosevelt, Cannes (el lugar del atraco), Hôtel Majestic, 10 Boulevard de la Croisette, Cannes, Résidence Marly, 104 Boulevard de la Croisette, Cannes, (Hotel de Francis), y Piscine du Palm Beach, Place Franklin Roosevelt, Cannes. También se filmó en locaciones de París. Solo una parte del trabajo en el estudio, en Studios de la Victorine, 16 Avenue Edouard Grinda, Niza, Francia.

 

Para el papel de Francis, la producción quería contratar a Jean-Louis Trintignant, pero Alain Delon expresó el deseo de filmar Mélodie en sous-sol. Delon acababa de adquirir fama internacional con Plein Soleil y Rocco y sus hermanos y quería mejorar su rating ante el público francés, que prefería a Jean-Paul Belmondo, que acababa de rodar Un mono en invierno con el trío Gabin, Verneuil y Audiard. Pero Metro-Goldwyn-Mayer se negó a contratarlo, Gabin les bastaba como cabeza de cartel. Particularmente interesado en el proyecto, Delon renunció a sus honorarios (los productores aceptaron que participara en la película si lo hacía gratis) y se ofreció a protagonizar la película a cambio de los derechos para Japón, la URSS y Argentina. Una vez terminada la película, Alain Delon la subtitulará en japonés, viajará a Japón y la distribuirá en Japón. La película será un éxito y Delon ganará mucho dinero con sus derechos de producción. Gabin no lo creerá y afirmará que Delon ganaba entonces diez veces más que él. Henri Verneuil se atribuye este subterfugio para eludir el hecho de que los productores americanos consideraban a Alain Delon demasiado poco conocido.

sábado, 28 de septiembre de 2024

 


PLANETA PROHIBIDO

 

Interesante film de ciencia ficción, famoso por varios aspectos pioneros en su momento. Se supone con esta cinta de la Metro-Goldwyn-Mayer el género dio un salto sobre las pelis serie b hechas hasta entonces. Fue la primera película de ciencia ficción en mostrar a humanos viajando en una nave espacial más rápida que la luz hecha por el hombre, primera en estar ambientada completamente en un planeta que orbita otra estrella, muy lejos de la Tierra y del Sistema Solar. El personaje Robby el Robot es de los primeros robots cinematográficos que era más que una "lata" mecánica con patas. Robby muestra personalidad distintiva y es personaje secundario integral en la película, confecciona vestidos, elaborar whisky bourbon, habla 187 idiomas, o transporta toneladas de peso sin esfuerzo; Fuera de la ciencia ficción, la película fue innovadora como la primera de cualquier género en utilizar una banda sonora completamente electrónica, obra de Bebe y Louis Barron.

 

Los peros llegan en su dirección atrompicada, no sabiendo equilibrar tonos, ello seguramente merced de la dirección de un regularcillo Fred M. Wilcox (que nunca hizo nada más destacable en cine, se hizo un nombre trabajando en producciones con la perra Lassie), con guion de Cyril Hume (otro mediocre en lo suyo) se basó en una historia cinematográfica original de Allen Adler e Irving Block, aunque claramente inspirándose en la ‘shakesperiana’ “La Tempestad”, con  personajes y entorno aislado, y la trama contiene sucesos análogos a la obra, lo que lleva a considerarla adaptación libre.

 

La película ahonda en la psicología de sus personajes, pero de modo muy torticero y simplista. Tenemos caracterizaciones bastante clichés como es el Mad Doctor, que incluso hace coña él mismo sobre esta condición, lo cual ya anticipa, carácter tópico de humano jugando a ser Dios, la soberbia humana generando el Mal; planos como el que da vida Leslie Nielsen (el eterno Frank Drebin de la saga “Police Squad”); cuando no directamente idiotas como el cocinero; y con una resolución bastante cogida por los pelos en sus ansias de trascender freudianamente.

 

Como era normal en estas producciones de ciencia ficción que proliferaron en los 50, las actuaciones resultan parte del decorado, sin apenas vida interior, esta si acaso destaca por tener a Walter Pidgeon como carismático cuasi-Mefistófeles ya desde su misma apariencia que anticipa su sibilino comportamiento, emitiendo una gélida arrogancia y con ello plano; resto no pasan el corte con sus interpretaciones en roles acartonados, desde un Leslie Nielsen liso de comportamiento aturullado cual quinceañero obsesionado por la chica; a una Anne Francis florero, sexy, sensual con esas minifaldas vertiginosas (se dice fueron las primeras minifaldas en cine, arregladas por esas bellas piernas), con esa belleza núbil-virginal, pero con un comportamiento idiotesco-infantiloide irritante, con frases tan estúpidas en el contexto del film como: ‘Tenía muchas ganas de conocer a un joven. Y ahora, tres a la vez!’. Por no hablar del romance exprés chusco que nos cuelan como deux machine para lo que se va a avecinar.

 

Pero el film es popular por otros motivos, filmada en Eastmancolor y CinemaScope, con colores brillantes, los efectos visuales fueron un boom en su momento (nominada al Oscar por ello, perdió ante los de “Los Diez Mandamientos”), con momentos tan atractivos (siempre poniendo el filtro de cuando se hizo) de la aproximación de la nave espacial al planeta Altair IV, pero sobre todo el ataque del enorme monstruo atrapado en las ondas eléctricas mientras los soldados les disparan con sus blaster; gracias al diseño de producción de los no acreditados de Irving Block y Mentor Huebner (“La Cosa”, “Blade Runner”, “Dune” o “Total Recall”), la imaginería novedosa en su momento del planeta, con la vivienda futurista, el sub mundo de los Krells con ese puente pasarela Kolossal (claramente influyó en Star Wars) y sobre todo el robot Robby (actor disfrazado), una creación que creó escuela (saliendo en varias producciones más, además de claramente haber inspirado al C-3PO de Star Wars). Aunque los fondos mate para reflejar el horizonte de este planeta desértico resulten muy teatrales; estos elementos adornados por la techno música creada por Louis y Bebe Barron, que crea un atmósfera extrañamente turbadora en sus ominosas melodías; Esto surtido por el misterio de la amenaza invisible, que cuando se resuelve me resulta impostada.

 

En el siglo XXIII, después de más de un año de viaje, la nave espacial C-57D de los Planetas Unidos llega al lejano planeta Altair IV para determinar el destino de la nave Bellerophon, enviada allí 20 años antes. El Dr. Edward Morbius, uno de los científicos de la expedición original, advierte a la nave que no aterrice por razones de seguridad, pero el comandante John J. Adams ignora su advertencia. Adams y los tenientes Jerry Farman y "Doc" Ostrow son recibidos por Robby el Robot, quien los transporta a la residencia de Morbius. Morbius describe cómo todos los demás miembros de su expedición habían sido asesinados, uno por uno, por una "fuerza planetaria" invisible, con el Bellerophon siendo vaporizado mientras los últimos sobrevivientes intentaban escapar. Solo Morbius, su esposa (que luego murió por causas naturales) y su hija Altaira eran de alguna manera inmunes. Morbius se ofrece a ayudar a la nave espacial a regresar a casa, pero Adams dice que debe recibir más instrucciones de la Tierra.

 

Tras el buen comienzo con la llegada al planeta y el encuentro con el par de habitantes humanos y su robot, la cinta entra en una fase bastante ordinaria, con el humor tosco rudimentario que se supone mana del robot, bien sea su fuerza o sea su capacidad para crear whisky. Pero sobre todo con los ridículos flirteos de los ‘salidos’ recién llegados, todos hombres esclavos bobalicones de sus instintos primarios, con la ninfa Altaira, se abalanzan sobre ella como depredadores sexuales, anhelando engañarla para besarla (en realidad quieren meterse bajo su minifalda), se pasea ante ellos con esos cortísimos vestidos poniéndolos como motos, hasta la vemos nadar supuestamente desnuda, aunque al salir del agua se nota lleva un vestido color carne, hasta que, como no, el jefe de la expedición es el que se lleva a la inocentona joven al huerto, primero la reprende por llevar ropas excitables para los excitables machos, con ello toca la tecla sensible de ella y ya son tortolitos enamorados. En realidad, con la edad de la joven, ya ha debido tener picores sexuales, pero se nos quiere hacer ver que el padre la ha educado en ser la Venus del planeta, pero sin atisbo de apetencias sensuales. Toda esta parte central es algo arrítmica. Hasta que llegamos a como Morbius cuenta al comandante y su segundo que guarda el planeta en su interior, ello relatado cual si esto lo hubiera encontrado el anfitrión en una enciclopedia, con pelos y señales, todo lo referente a una cultura mega inteligente desaparecida que dejó toda una ciudad bajo tierra, movida por una tecnología superior, incidiendo en como una inteligencia suprema se mueve fuera de los seres, y con ello el deseo de ser Dioses

 

Spoiler:

 

“Otro de esos nuevos mundos. Sin cerveza, sin mujeres, sin salas de billar, sin nada. No hay nada que hacer más que tirar piedras a las latas, y tenemos que llevar nuestras propias latas”.

 

"Te habría merecido si no hubiera... y él... oh, anda, sal de aquí antes de que te haga salir corriendo del área bajo vigilancia, ¡y luego pondré más guardias sobre los guardias!"

 

Rush final: Adams intenta persuadir a Altaira para que se vaya. Ostrow se escapa y usa el potenciador de intelecto Krell y resulta fatalmente herido. Antes de morir, le informa a Adams que el propósito de la máquina subterránea era crear cualquier cosa con el mero pensamiento, en cualquier lugar del planeta. Sin embargo, le dice a Adams que los Krell olvidaron una cosa: "monstruos del ello ". La máquina dio rienda suelta a los deseos subconscientes de los Krell con poder ilimitado, causando su propia extinción. Adams deduce que el subconsciente de Morbius creó lo que mató a los miembros originales de la expedición y atacó a su tripulación. Abro paréntesis para mencionar que en este planeta lo prohibido es en realidad la joven Altaira, ello por su padre Morbius que parece ser la quiere para él solo, cual deseo del subconsciente inconfeso incestuoso y por ello se rebela su mente creando al monstruo; Morbius se niega a creerle. Altaira le dice a Morbius que se va de Altair IV con Adams. Robby detecta que la criatura se acerca. Abro otro paréntesis, pues porque el monstruo del subconsciente se crea a lo lejos y no allí mismo? De donde viene este bicho?; Morbius le ordena a Robby que la mate, pero el robot sabe que es Morbius y se apaga, ya que está programado para nunca matar a un humano. Adams, Altaira y Morbius se esconden en el laboratorio Krell, pero la criatura se abre paso a través de las gruesas puertas. Morbius finalmente acepta la verdad y se enfrenta a su otro yo y lo repudia, pero la criatura lo hiere fatalmente antes de que desaparezca. Antes de morir, hace que Adams active un sistema de autodestrucción planetaria, advirtiéndoles que deben estar muy lejos en el espacio profundo. A una distancia segura, Adams, Altaira, Robby y la tripulación sobreviviente presencian la destrucción de Altair IV. Adams le asegura a Altaira que en aproximadamente un millón de años, la raza humana estará donde estuvieron los Krell. Se abrazan mientras C-57D regresa a la Tierra.

 

El equipo de efectos especiales fue nominado al premio Óscar a los mejores efectos visuales. Tony Magistrale lo describe como uno de los mejores ejemplos del primer tecno-terror.  En 2013, la película fue seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".

 

En realidad, no se dice, pero los animales del mini zoológico de Morbius son también creación de su mente, esto remarcado por el libro que se publicó posteriormente sobre esta historia. Esto sirve para dar sentido a la escena del ataque del hasta entonces amigable tigre, que al ser los propios ojos de Morbius se siente celoso por los ‘arrumacos’ cariñoso entre el comandante y Altaira y los ataca (o de él solo, o de nadie).

 

Me queda un simpático y entretenidillo film, con un subtexto (políticamente incorrecto) de análisis sobre el incesto. Aunque su fama supera en mucho su resultado final, el tiempo tampoco pasa en balde, arrugándola. Gloria Ucrania!!!

 

Los decorados de la película Planeta Prohibido se construyeron en un plató de sonido de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) en su estudio de cine de Culver City y fueron diseñados por Cedric Gibbons y Arthur Lonergan. La película se rodó íntegramente en interiores, y todas las escenas exteriores de Altair IV se simularon mediante decorados, efectos visuales y pinturas mate. Como director artístico de la película, Lonergan se tomó la libertad de construir decorados que eran mucho más grandes de lo que permitía el presupuesto. Los decorados ya estaban medio terminados cuando el departamento de presupuesto se enteró y era demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Se construyó una maqueta a tamaño real de aproximadamente tres cuartas partes de la nave espacial para sugerir su ancho total de 170 pies (51 m). La nave espacial estaba rodeada por un enorme ciclorama pintado que mostraba el paisaje desértico de Altair IV; este escenario ocupaba todo el espacio disponible en uno de los estudios de sonido de Culver City. La fotografía principal se llevó a cabo desde el 18 de abril hasta fines de mayo de 1955.

Con un costo de aproximadamente $125,000, Robby el Robot era muy caro para un accesorio de película en este momento; representó casi el 7% del presupuesto de $1.9 millones de la película y equivale a al menos $1 millón en dólares de 2017. Tanto el vehículo de pasajeros controlado eléctricamente conducido por Robby como el camión/tractor-grúa descargado de la nave espacial también fueron construidos especialmente para esta película. Robby luego protagonizó la película de ciencia ficción The Invisible Boy (1957) y apareció en muchas series de televisión y películas.

 

Las secuencias animadas de Forbidden Planet, especialmente el ataque del Monstruo del Id, fueron creadas por el veterano animador Joshua Meador, prestado a MGM por Walt Disney Productions. Según un featurette "Behind the Scenes" en el DVD de la película, una mirada cercana a la criatura muestra que tiene una pequeña barba de chivo , lo que sugiere su conexión con el Dr. Morbius, el único personaje con esta característica física. Inusualmente, la escena en la que el Monstruo del Id finalmente se revela durante su ataque a la nave de la Tierra no fue creada utilizando la animación tradicional de celuloide. En cambio, Meador simplemente dibujó cada fotograma de la secuencia completa con lápiz negro sobre papel vitela translúcido para soporte de animación; luego, cada página fue fotografiada en alto contraste, de modo que solo los detalles principales permanecieran visibles. Luego, estas imágenes se invirtieron fotográficamente en negativo y las imágenes de líneas blancas resultantes se tiñeron de rojo, creando el efecto de que el cuerpo del Monstruo del Id permaneciera en gran parte invisible, con solo sus contornos principales iluminados por la energía del campo de fuerza y ​​los rayos bláster. El monstruo era considerado tan aterrador que en algunos estados su imagen fue eliminada de la película para no asustar a los niños. Meador también fue responsable de los demás efectos visuales, como los rayos de la pistola y las escenas de desintegración.

 

La innovadora banda sonora electrónica de Forbidden Planet (acreditada como "tonalidades electrónicas" debido a disputas con el sindicato de músicos) compuesta por Bebe y Louis Barron. Originalmente, se había planeado los dos contribuyeran con veinte minutos de efectos de sonido y piezas electrónicas, ya que el compositor de vanguardia Harry Partch debía contribuir con la música. Cuando Partch dejó el proyecto, los Barron se hicieron cargo de toda la banda sonora. El productor de MGM, Dore Schary, había sido abordado por ellos en un club nocturno en Greenwich Village durante una visita familiar de Navidad a ciudad de Nueva York, donde le preguntaron si estaba interesado en escuchar demostración de su música electrónica. Schary les dijo que regresaría a California a la mañana siguiente, pero para calmar su decepción, prometió darles una oportunidad si alguna vez venían a California. Suponiendo que había escuchado lo último de ellos, se sorprendió cuando aparecieron en Hollywood unas semanas después. Cumpliendo su promesa, escuchó su música y, después de una consulta con el jefe del departamento de música de MGM, Johnny Green, y el productor de la película, Nicholas Nayfack, aceptó contratarlos. Cuando se negaron a que todo su equipo fuera transferido de Nueva York a Hollywood para un trabajo de tres meses, el estudio aceptó y la película se convirtió en la primera producción de MGM en tener su banda sonora producida fuera del estudio. Si bien el theremin se había utilizado en las bandas sonoras de Spellbound (1945) y The Day the Earth Stood Still (1951), a la de los Barron se le atribuye ser la primera banda sonora cinematográfica completamente electrónica, precediendo al desarrollo de sintetizadores analógicos por Robert Moog y Don Buchla a principios de la década de 1960.

Utilizando ideas y procedimientos del libro Cybernetics: Or Control and Communication in the Animal and the Machine (1948) del matemático e ingeniero eléctrico Norbert Wiener, Louis Barron construyó sus propios circuitos electrónicos que utilizó para generar los "pitidos, zumbidos, silbidos, gemidos, latidos, zumbidos y chillidos" de la partitura, haciendo un uso intensivo de la modulación en anillo. Después de grabar los sonidos básicos, los Barrons manipularon aún más los sonidos con reverberación, retardo, filtros y manipulaciones de cinta (como se empleó en la pieza Williams Mix, que habían ayudado a John Cage a realizar en su estudio de Greenwich Village). Como Bebe y Louis Barron no pertenecían al Sindicato de Músicos, su trabajo no podía ser considerado para un Premio de la Academia ni en la categoría de "banda sonora" ni en la de "efectos de sonido"; esto hizo necesario el crédito de "tonalidades electrónicas".

 

Los trajes que lució Anne Francis fueron diseñados por Helen Rose. Sus minifaldas provocaron que “Planeta Prohibido” fuera prohibida en España; no se mostró allí hasta 1967. Otros trajes fueron diseñados por Walter Plunkett.

 

Al principio, el robot Robby fue operado por el pequeño doble de riesgo Frankie Darro. Lo despidieron poco después de una de las primeras escenas porque había consumido un almuerzo de cinco martinis antes de que se filmara la escena; casi se cae al intentar caminar dentro del costoso accesorio.

Muchos elementos de vestuario y utilería fueron reutilizados en varios episodios diferentes de la serie de televisión The Twilight Zone, la mayoría de los cuales fueron filmados por Cayuga Productions de Rod Serling en el estudio MGM en Culver City, incluido Robby the Robot, los diversos modelos C-57D , la maqueta a escala real de la base de la nave (que apareció en los episodios " To Serve Man " y " On Thursday We Leave for Home "), las pistolas bláster y los rifles, los uniformes de la tripulación y las tomas de efectos especiales.

 

A fines de septiembre de 2015, varios artículos usados ​​en pantalla de Forbidden Planet se ofrecieron en la Subasta de Hollywood 74 de Profiles in History, incluido el disfraz de "Morbius" de Walter Pidgeon, un rifle bláster iluminador, una pistola bláster, un poste generador de campo de fuerza y ​​una escultura de pez prehistórico de acero original de Sascha Brastoff vista afuera de la casa de Morbius; también se ofrecieron varias tarjetas de vestíbulo y fotos publicitarias. El 2 de noviembre de 2017, Bonhams ofreció en subasta el accesorio original de Robby the Robot, y ganó US$5,3 millones, incluida la prima del comprador. Estableció un nuevo récord para las subastas de TCM-Bonhams, superando los US$4 millones ganados por un halcón maltés en 2013, lo que lo convirtió en el accesorio de película más valioso jamás vendido en una subasta.

 


RAMBO III

 

Plagio fallido de la anterior, una especie de incluso parodia de la pretérita, pues tiene más de lo mismo, pero más exagerado hasta lo caricaturesco. En su momento, de adolescente en 1985 fue para mí un impacto parteaguas la visión de “Rambo: First Blood Part II” (menudo engendro de título), en mi época videoclubera supuso un antes y después, con el tiempo esa sensación se fue mitigando en mi mente, que fue evolucionado a degustar films mejor trabajados en todos los aspectos, pero aquel impacto en casa de un amigo al verla me ha quedado para los restos, siéndome con el tiempo aquello de un ‘placer culpable’. Pero ya en su momento esta tercera parte no me hizo especial tilín, me fue una copia burda de la que acontece en Vietnam, y 36 años después de su estreno la he vuelto a ver y mis sensaciones han sido peores. Fue una producción de Sylvester Stallone que tenía contratado de director a Russell Mulchay (venía de dirigir la exitosa “Los Inmortales”), pero una vez en Israel (donde se iba a rodar), por desavenencias artísticas Sly lo despidió y en su lugar fichó a Peter MacDonald, director de segunda unidad de la anterior Rambo, en lo que sería su primer largo en este crédito. El guion es del propio Stallone y David Leitch (“Contacto sangriento”), repitiendo la misma fórmula de que Rambo es reclutado para una misión en un país asiático hostil dominado por los soviéticos, en este caso cambiando las selvas vietnamitas por el desierto afgano, y la misión en vez de hacer unas fotos a un campamento de presos en la jungla, ahora es rescatar a su único amigo, el Coronel Trautman (repitiendo papel Richard Crenna), preso de los soviéticos, incluso tenemos un emulo de la joven vietnamita, ahora es el niño Hamid, tenemos una infiltración fallida en el campamento soviético (como en la anterior), consigue huir, y vuelve para salir de allí con presos en un helicóptero (como en la anterior), tenemos su arco con flechas explosivas (como en la anterior), un tramo en que Rambo se va deshaciendo uno a uno de los malos con sus tácticas de despiste, todo similar, pero peor, la belleza de la selva ha sido reemplazada por áridos páramos, y el clímax resulta esperpéntico en cómo es risible lo que sucede (*spoiler).

 

Un film rebosante de acción, Rambo usa pistolas, detonadores, helicópteros de última generación, su cuchillo para cortar y trocear, fusiles con lanzagranadas, dispara con bazuca, ese arco y flechas con punta de bomba, caballos, un tanque, y hasta combatiendo con un par de palos, ello teniendo que subir solo con sus manos tajos vertiginosos con un fusil a la espalda, enfrentándose a centenares de enemigos armados hasta los dientes y él sin amilanarse. Pero todo ello falto de imaginación, huele a sobado ya por la de 1985, todo me es previsible, carece de emoción, todo es muy plano, los rusos malos malísimos y (lo que son las cosas) los afganos buenos muy buenos. Como bien he leído, Stallone ya cree que su alter ego ha sobrepasado los límites humanos y es un superhombre nietzscheano donde su espíritu debe imponerse a la moral y a la educación de la paz que son motores inventados por lo débiles para dominar a los demás. Ello en una actuación digna de Razzie, tipo duro, serio, lacónico, mirada tensa, inexpresivo hasta la médula, encantado de haberse conocido hace que la cámara resalte sus aceitados músculos, incluso lñaqs venas que los recorren, en un ejercido onanista pedante, y es que vera un soldado a pecho descubierto en su misión no hay motivo sano para esto, solo el querer decir al mundo que tiene la mejor musculatura del mundo mundial.

 

Aquí en múltiples ocasiones se rebasan los límites de lo posible, para repantigarse en lo comiquero, lo de la forma de curarse una herida de una astilla en su costado resulta entre brutal y ridículo (cauterizando la herida con pólvora y prendiéndola). Stallone ha desarrollado su musculatura hasta el punto de que apenas parece humano (aceitado, sus brazos parecen caoba barnizada), esta vez se ha dejado crecer el pelo, y esto, junto con los ojos soñolientos y sufrientes, lo hace parecer un Cristo de Caravaggio, con pectorales vigorizados. Es una máquina de matar que cuando se activa se pone en modo genocidio, dispara de forma espasmódica y siempre acierta, pro supuesto sus enemigos son aprendices de clones (Star Wars) en su calamidad de puntería. No tiene remordimientos morales por sus actos sanguinarios. Por cierto, eso falta en esta entrega, sangre, con la cantidad de asesinatos cruentos que hay, pues apenas aparece este rojo elemento, le puede Rambo clavar un gran machete a su enemigo en el cuello que no hay sangre, seguramente para hacer que la cinta fuese para todos los públicos y con ello amansando el divertimento que es ver la caricaturización de la hemoglobina, quítale los geiseres de sangre a “Grupo Salvaje” y pierde mucho. Los diálogos son parcos, pero quieren dar más de lo que pueden, llamativo por el modo de endiosarlo unas líneas que seguro escribió Sly, donde l soviético gerifalte de los torturadores al respecto de Rambo le dice a Trautman: "Quién crees que es este hombre? Dios?", y el Coronel le espeta una frase para esculpir en mármol: "No, Dios tendría piedad. Él no lo hará". El guion incluso contiene notas de humor extemporáneas en la parte final.  

 

Al principio Trautman intenta atraer al ahora budista que lucha con palos a su misión operación, el Cornel ejerce de simplón político populista atacando a los soviéticos sobre la invasión soviética a Afganistán. Pero él no quiere participar en ella. "Mi guerra ha terminado", dice. Para ayudarlo a "cerrar el círculo", Trautman le cuenta una pequeña historia: Un escultor que retira los pequeños pedazos para revelar la hermosa escultura que siempre ha vivido dentro de la piedra. Rambo es como esa escultura, dice. "No te hicimos una increíble máquina de pelear. Simplemente retiramos los pequeños pedazos". Y tras marcharse sin su recluta, Rambo parece reflexionar, y verlo en estas secuencias resulta bastante gracioso, y lo malo es que pretende ser seria la peli.

 

Rambo acaba colaborando tangencialmente con los muyahidines, a los cuales se presenta poco menos que como unos oprimidos luchadores por la libertad. Lo vemos relacionarse con ellos jugando una especie de polo arcaico con una piel de cordero, hasta que la violencia se desata con una ataque ruso al poblado. Lo curioso es que, unas semanas antes del estreno, la URSS abandonó Afganistán, por lo que, de la noche a la mañana, la película se quedó sin su principal baza.

 

Hay por supuesto varias set pieces que harán las delicias de los que esperen un espectáculo Pulp-comic rayando en cine de súper héroes, con énfasis en un tramo en una enorme cueva, este un recurso que me es de película de bajo presupuesto, y no lo esperaría en la hasta entonces más costosa producción del cine. Aquí saca a relucir Rambo su ya mítico arco de flechas ‘boom’, con el clímax de esta parte en un descafeinado duelo contra el fortachón ruso (que no que decir tiene es otra copia barata del que similar que tiene en la peli de 1985), con un final de enfrentamiento muy jocoso por lo aparatoso (Spoiler). Y cuando ya parece que todo ha pasado tenemos cerca de la frontera de la salvación una batalla ‘épica’ propia de los dibujos animados pueriles, no tiene el menor sentido toda la secuencia, parece haber sido escrita por quinceañeros con acné. Lo de que haya un ejército de jeeps, tanques y un helicóptero (otra vez, como en la anterior hay un helicóptero como el bastión a derribar para la libertad) contra dos en campo abierto es un insulto a la mínima inteligencia, el simple aparato de hélices solo tiene que acercárseles y lanzarles un petardo y a otra cosa mariposa, pero no! Debe alinearse de modo cómico con el resto del ejército para dar empaque a la imagen. Llegados a este punto Sly parece ya dejarse de tomarse en serio lo que él mismo ha escrito y cuela un chiste sobre que los van a rodear con Trautman. Lo que sigue a continuación es de aurora boreal.

 

Spoiler:

 

De lo mejor es ver aparecer a Rambo sobre el risco de una montaña con el arco tensado y apuntando a un helicóptero, que por supuesto acierta explotándolo.

 

La forma de acabar con el ‘Hércules’ (némesis de cuerpo de Rambo), es muy guiñolesca. Primero tenemos a este malo malísimo que lo espera sobre el agujero de la cueva, a que salga Rambo emergiendo subiendo por la cuerda, este malo además de serlo es tonto, pues un soldado se le supone con armas de fuego, pues no le dispara! Tampoco le le suelta la cuerda para que caiga de letal altura (aparece la roquita en que está amarrada la cuerda y es de mal chiste creer que aguanta el peso de Rambo subiendo), tampoco corta la cuerda para se desplome, tampoco le arrea con una piedra en la cabeza! Pero es que nos enteramos que lleva una granada y no se la tira! Le ayuda a que salga para pelearse! Luchan ferozmente hasta que Rambo le amarra al cuello la cuerda por la que ha salido, le quita la anilla a la granada que lleva en su chaleco y lo lanza por el agujero por el que el entró, con lo que vemos que cuando cae ahorcándose explota en un millón de pedazos.

 

En la batalla final tenemos a Rambo junto a Trautman cerca de la frontera de Pakistán, por el desierto caminando, pero aparece el ejército soviético, que se alinea ridículamente, tiene carros de combate, tanques, vehículos acorazados, y hasta un helicóptero que se coloca junto a su gente al ralentí, esto es una idiotez, pues con solo el helicóptero acercándose a los dos (Rambo tiene su lado cómico cuando dice a Trautman que los pueden rodear ¿?) bastaría para reventarlos, pues no tiene donde esconderse. Pero de la nada aparecen los salvadores el ejército muyahidín, montados a caballo, pero esta ridiculez de carga de caballería basta para poner en problemas a los soviéticos, esto provoca que en medio de la refriega Rambo se haga con un tanque (que en modo súper héroe es capaz de conducirlo y cargar el cañón como si nada) y con esto mantiene un duelo bufonesco con el helicóptero que podría haber jugado con el acorazado dándole vueltas y explotarlo a su antojo, pero prefiere enfrentarlo de cara y por supuesto el cañón del tanque atraviesa el parabrisas del helicóptero y estalla al malo, quedando indemne Rambo (¿?). Por supuesto, entre medias los arcaicos muyahidines acaban con los soviéticos, por imperativo del guion. Después de la batalla, Rambo y Trautman se despiden de los muyahidines y abandonan Afganistán.

 

Diálogo final de donde subrepticiamente se deja claro se han pasado (entiendo yo): "Odio admitirlo", le dice Trautman a Rambo en un momento dado. "Pero creo que nos estamos volviendo un poco blandos".

"Quizás sólo un poco", dice Rambo.

 

La película se rodó en Israel, Tailandia y Arizona. Según MacDonald, los productores: Había muchas restricciones en Israel, sobre dónde se podía y dónde no se podía filmar. Los productores y Stallone decidieron regresar a Arizona, donde habían estado buscando mucho antes de que yo estuviera en la película. Había un grupo allí llamado los recreadores. Teníamos alrededor de doscientos cincuenta de estos tipos que recreaban la Guerra Civil estadounidense. Los llamaron para hacer secuencias de lucha, lo cual les encantó.

 

Los helicópteros Mil Mi-24 que se ven en la película son helicópteros de transporte Aérospatiale SA 330 Puma modificados con alas atornilladas fabricadas similares a los Hind-D reales que se usaron principalmente en el antiguo Bloque del Este. El otro helicóptero representado es un Aerospatiale Gazelle ligeramente remodelado.

 

La película termina con el título en pantalla: "Esta película está dedicada al valiente pueblo de Afganistán". En algún momento después de los ataques del 11 de septiembre, comenzó una leyenda urbana que decía que la dedicatoria en realidad decía "... a los valientes combatientes muyahidines de Afganistán" cuando la película se estrenó en los cines, pero luego cambió a "el valiente pueblo de Afganistán" después de los ataques de 2001, ya que los muyahidines ahora estaban asociados en cierta medida con los talibanes. Esta leyenda urbana ha sido repetida por algunos académicos. Sin embargo, esto no es cierto, y algunas críticas de la película después de su estreno incluso mencionaron la dedicación al "valiente pueblo de Afganistán".

 

El compositor estadounidense ganador del Óscar Jerry Goldsmith escribió una extensa banda sonora para la película , dirigiendo la Orquesta de la Ópera Estatal de Hungría; sin embargo, gran parte de ella no se utilizó. En cambio, gran parte de la música que Goldsmith escribió para la entrega anterior fue reciclada.

 

“Rambo III” se estrenó en todo el mundo el 25 de mayo de 1988. En el momento de su estreno, Rambo III fue la película más cara jamás realizada, con un presupuesto de producción de entre 58 y 63 millones de dólares. Recaudó menos que su predecesora, “Rambo: First Blood Part II” que recaudó 189 millones de dólares en todo el mundo.

 

La realidad es superior al poder de la nostalgia. Gloria Ucrania!!!

 

En 2008 se estrenó una secuela, llamada aquí en España “John Rambo”, con Stallone repitiendo su papel y también dirigiendo la película; En 2019 se estrenó por ahora la última secuela de la saga “Rambo:Last Blood” dirigida por Adrian Grunberg.

 


ME LLAMO EARL. (Serie TV 4TC)


Acabo de terminar una deuda pendiente con esta serie comedia comenzada en su momento, pero que por diferentes motivos nunca termine, y ahora por fin lo he hecho, con la decepción de que en el último episodio de la cuarta y última temporada nos dejan colgando con una incógnita y un continuara, esperando el creador continuar con la quinta temporada que nunca llegó. Aún así hay que agradecer el fabuloso camino hasta aquí con una serie original, fresca, bizarra, con un humor que traspasa la pantalla, surtiendo el metraje con brillantes secundarios parte de los  fascinantes protagonistas, todo un hito de culto de la TV. Creada por Greg García se emitió en NBC desde el 20 de septiembre de 2005 hasta el 14 de mayo de 2009, cuatro temporadas compuestas por 96 episodios

 

Protagonizada por un descacharrante Jason Lee como el personaje titular, Earl Hickey, ladrón de poca monta con vida complicada; a su lado su amigo Ethan Suplee, como su orondo e inocentón hermano, todo un arrollador roba escenas en la humanidad que transmite; una maravillosamente cani Jaime Pressly (hermana gemela de Margott Robbie separadas al nacer), como la ex de Earl, despliega un espíritu de choni adorable, teniendo una gran rivalidad con Catalina (ejemplo el episodio en que la tropella y la secuestra); un fabulosamente hierático Eddie Steeples como el Señor Cangrejo pareja de la ex, dueño de una espléndida inexpresividad; y la sensual Nadine Velázquez como la stripper de noche y ‘kely’ de día de gran corazón, además de sexy es excelente en su rol.

 

Estos personajes y muchos más embarcados en guiones ingeniosos, mordaces, cargados de un desternillante humor negro, seres que transpiran humanidad en sus defectos, se les coge un gran cariño. Es una oda Homérica a la llamada en USA ‘white trash’, en este caso cercana al lumpen. Todos en una localidad ficticia al estilo Springfield de Los Simpson, jugando en muchos casos con casi decir donde es y nunca hacerlo, me refiero a Camden. Allí seguiremos al titular en su odisea por redimirse de sus ‘pecados’ del pasado, acudiendo al karma, con ello tendremos como premisa de que nos presentan una situación, tras ello Earl cae en que hizo ‘daño’ a alguien y con ello vemos un flash-back de lo que perpetró cuando era un gañán de cuidado, y tras ello su misión de rectificar en lo posible el perjuicio, ello una gran lección de vida que nos van inoculando, de hecho yo la he revisto ahora con mi hijo de 10 años y he sentido le servía para reír, pero también para aprender lecciones de vida.  Todo ello regado con un sentido del humor que se mueve entre el caustico, el slapstick, el de los dobles sentidos, el surrealista, el escatológico, o hasta el absurdo, todos con giros sorpresa inteligentes que suelen dar una vuelta a lo que hemos visto, y por supuesto en el tránsito de estos apenas veinte minutos que dura cada capítulo provocando un puñado de sonrisas, cuando no carcajadas. 

 

Earl Hickey es un ladrón de poca monta que vive en la ciudad rural ficticia de Camden y que pierde su billete de lotería de 100.000 dólares tras ser atropellado por un coche mientras celebraba su buena suerte. Acostado en una cama de hospital, aprende sobre el karma durante un episodio del programa de entrevistas Last Call con Carson Daly. Convencido de que tiene que cambiar su vida para ser feliz, Earl se entrega al poder del karma. Hace una lista de todas las cosas malas que ha hecho y de todas las personas a las que ha hecho daño, y se esfuerza por arreglarlas todas. Tras hacer una primera buena acción, encuentra el billete de lotería de 100.000 dólares que había perdido. Viendo esto como una señal de que el karma le recompensa por su compromiso, Earl utiliza su nueva riqueza para hacer más buenas acciones según su lista.  La esposa de Earl, Joy, lo echa de casa y se queda con sus dos hijos: Dodge, a quien concibió antes de empezar a salir con Earl, y Earl Jr., que fue engendrado durante su matrimonio, pero no por Earl. Earl se muda a un motel y vive con su hermano Randy, y conocen a Catalina, la bella criada del motel que emigró ilegalmente de algún lugar de América Latina. Earl trabaja en la lista, que en su mayoría incluye a extraños y viejos conocidos a los que ha hecho daño, pero también contiene elementos que involucran a su familia. Inicialmente, Joy planea matar o chantajear a Earl para quedarse con sus ganancias de lotería, pero luego se da por vencida. Joy se casa con Darnell Turner, un amigo en común que trabaja en un restaurante local llamado Crab Shack, y con quien había estado teniendo una aventura. Hasta finales de la cuarta temporada, se acepta generalmente que Darnell fue el padre de Earl Jr. En el final de la primera temporada, Earl descubre que había comprado los billetes de lotería con dinero que le robó a otra persona, pero cuando intenta devolverle sus ganancias a esa persona, esta última sufre un mal karma, por lo que le devuelve el dinero a Earl.

 

La mayoría de los episodios de la primera temporada, y luego solo unos pocos del resto, comenzaron con Earl presentando la premisa de la serie: ¿Conoces a ese tipo de persona que solo hace cosas malas y luego se pregunta por qué su vida es una mierda? Bueno, ese era yo. Cada vez que me pasaba algo bueno, siempre había algo malo esperándome a la vuelta de la esquina: el karma. Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía que cambiar. Así que hice una lista de todo lo malo que he hecho y, uno por uno, voy a enmendar todos mis errores. Solo estoy tratando de ser una mejor persona. Mi nombre es Earl.

 

Segunda temporada: Hay un desvío de la lista de Earl cuando Joy se mete en problemas por el robo de un camión de reparto con el chófer que la pueden llevar a la cárcel y entonces Earl decide ayudarla. También Catalina es deportada a su país y Randy con Earl va en su ayuda, pues el primero está enamorado de ella. El final de temporada se da durante el mencionado juicio. 

 

La tercera temporada: Earl está en prisión, donde tendrá barrios encontronazos con presos, también con las bandas. Asociándose Earl con el alcaide Jerry (un formidable Craig T. Nelson) para ayudar en los problemas de este con los reclusos y con ello Earl poder rebajar días de reclusión. Entre medias, como Randy no puede estar sin el hermano se hace guardia de la prisión. También habrá una fase onírica con Earl en coma viviendo su propia sit-com, sátira bizarra de las pastueñas del género. 

 

Cuarta temporada: Earl vuelve a centrarse en hacer buenas obras para tachar de su lista. Un arco argumental importante durante esta temporada es Darnell, descubrimos de su oscuro pasado, tenido que ver su padre en un desternillante cuasi-cameo Danny Glover. Para llegar al rush final primero con un delirante doble episodio sobre que fue del dueño de Crab Shack, Ernie, esto a través de un programa especial presentado por el famoso en USA Geraldop Rivera, haciendo una brillante parodia de sí mismo. Y acabando, sin saberlo Greg García, con un capítulo donde la paternidad de los hijos de Joy es la protagonista.

 

Esta es una serie que me ha destacado por como afronta los problemas de las familias, como afronta las infidelidades, los latrocinios, las ofensas, todo desde un prisma de que la vida es un suspiro y solo debemos intentar ser felices y saber perdonar los deslices de quienes amamos, sin hacer un gran drama de ello, de hecho la serie nunca cae en el sentimentalismo facilón, sabe reírse de todo y todos.

 

Hay cosas que han quedado como sello eterno de esta serie: Como las existenciales reflexiones de Randy a Earl en el epílogo de los capítulos con ambos acostados en la cama (ejemplo el del cheeto saltarín, no se habla de otra cosa en la taberna del cangrejo); El mítico saludo de: "Hola Earl", "Hola, hombre Cangrejo"; Earl cerrando los ojos en las fotos; Como Earl y Randy son un quebradero de cabeza para sus padres (un maravilloso cascarrabias Beau Bridges y una dulce Nancy Lenehan); El Mítico Crab Shack donde se reúnen todos los del pueblo a tomar cervezas y ver la tv; El ‘redneck’ barrio de caravanas donde vive Joy; El motel donde Earl vive con su hermano; La mujer coja persiguiendo a saltos a Earl mientras le dispara esta con una escopeta por la calle; El duelo espagueti western con música de Morricone entre Joy y la cazarrecompensas (encarnada por una estupenda Juliette Lewis); El amigo gay Kennny (adorable Gregg Binkley) y como descubren que lo es con reacción; Los ya legendarios bailes a saltitos de Catalina al son de "Jump Around!"; El poli gay reprimido; Los descojonantes capítulos “Cops”; Earl cantando el “Eye of the Tiger” mientras su padre va a pegar al amante de su mujer, y acaba con la esposa de este siendo un Terminator; Las depresiones de Randy que mitiga melancólicamente con un radiocasete sonando el “Time after time” de Cindy Lauper; Los estrafalarios peinados de Joy; El baile de la caña de Randy en un club gay; El capítulo del ‘voyeur’ del barrio de caravanas; Cuando a Earl lo encierran en una celda de castigo con al lado un gran enemigo, separados por una valla, como el enemigo Glen Shipley (aterrador Ben Foster) intenta llegar hasta él escarbando un hoyo mientras le espeta a Earl formas de cómo va a matarlo; El muñeco de mano de Randy; La adorable puta Patty, mereciera un spin-off por lo adorable que resulta, por ser de lo último recuerdo ese genial comentario de ella agita la cerveza (Catalina sobre como calienta a Ernie) y yo descorcho la botella”; El robo de Earl y Randy a la casa de la abogada sorda; la competición en el pueblo de Catalina; El reportaje sobre Earl y Randy donde la reportera lo edita para que Randy parezca aún más tonto; La pelea en el ring de Joy contra su hermanastra negra (buena Tamala Jones); el acento de la abogada sorda de Joy; El episodio en que se hace una parodia de “Me llamo Earl”, haciendo varias intros con los diferentes secundarios; Randy jugando con el croma azul del mapa del clima; El ‘Me la pido’ de Randy cuando ve algo que le gusta (cosa o mujer); La fobia de Randy a las avescon su épico encuentro con un avestruz; El breakdance de Earl; y mucho más…

 

Además de sensacional plantel de personajes recurrentes, hay de vez en cuando apriciones especiales que realzan la calidad de la serie:  Juliette Lewis, Burt Reynolds, Danny Glover, Jon Favreau, Christian Slater, Geoffrey Lewis, John Leguizamo, Giovanni Ribisi (desopilante su papel de macarrilla que termina enamorado de una mujer mayor), John Waters, Seth Green, o el cartero Willie encarnado por Bill Suplee, padre de Ethan.

 

Randy: "Crees que los monos se preocupan por su aspecto?"

Earl: "Ya te lo he dicho, si lo hicieran, llevarían pantalones"

 

Spoiler:

 

 

El episodio final del programa, "Dodge's Dad", es divertido pero ‘coitus interruptus’, pues se nota los guionistas de la serie no sabían estaban escribiendo el último capítulo y nos dejan con un errado: "Continuará"; Aunque Greg García quiso hacer un guiño al final de la serie desde su siguiente creación para tv, la sit-com “Raising Hope” (2010), en el episodio piloto de esta producción en la tv que se reproduce de fondo tiene un locutor de noticias que dice "un delincuente de poca monta con una larga lista de errores que estaba enmendando finalmente terminó, y nunca adivinarás cómo terminó", sin embargo, la televisión se apaga antes de que él dé más detalles y no se hace ninguna otra mención. También se vio al Ranchero verde que Earl compró para Randy como el vehículo desde el que se arrojó el periódico que chocó contra la camioneta.

 

Donde es Camden: En el episodio "BB", la dirección de la licencia de conducir de Earl es "Pimmit Hills Trailer Park, Space C-13, Camden County", pero el estado no está indicado. El creador Greg García dijo que el condado de Camden está vagamente inspirado en Pimmit Hills, Virginia, el vecindario donde creció. El lugar de rodaje en Los Ángeles no era un parque de caravanas, sino que se construyó para que pareciera uno. Muchas de las locaciones fueron filmadas en el Valle de San Fernando en California.

 

Uno de los picos catódicos. Gloria Ucrania!!!