martes, 3 de septiembre de 2024

 


MARY POPPINS.

 

Clásico imperecedero del cine familiar de la Disney (única nominación al Oscar de un film de la casa del logo del ratón con precisamente Walt Disney en vida) esta famosa comedia musical, aunque el tiempo pasado desde su estreno, la he revisto con motivo del 60 aniversario de su estreno (27/08/1964), dejan traslucir algunas de sus debilidades, pero que se encuentran rascando tras el precioso envoltorio de su puesta en escena. Con sus encantadores decorados, sus vanguardistas f/x (levitaciones, recogida de desorden por telequinesia, e incluso en ellos interactuando con dibujos animados), por sus atractivos protagonistas, sus pintorescos secundarios, por su humor blanco para toda la familia, por sus archi populares temas musicales (música y letra de hermanos Richard M. Sherman y Robert B. Sherman, se inspiraron en la música del music hall británico de la época eduardiana; Irwin Kostal arregló y dirigió la banda sonora; imposible no conocer el "Supercalifragilisticoespialidoso"), por la vistosidad de sus coreografías (coreógrafos Dee Dee Wood y su marido Marc Breaux; Kolossal la de los deshollinadores en loes terrados), e incluso por su mensaje de vivir la vida con alegría y es mucho mejor que hacerla solemne y aburrida, con ello se hace una crítica a como algunos padres dejan de lado disfrutar con los hijos por el trabajo, aunque esto de modo muy superficial e inconsistente. Dirige Robert Stevenson (artesano de la casa Disney) con ritmo ágil, con guion de Bill Walsh (“La Bruja Novata”) y Don DaGradi (“La Dama y el Vagabundo”), basado en la serie de libros Mary Poppins de PL Traver, en lo que puede ser visto como un cuento de hadas moderno. Protagonizada por Julie Andrews en su debut cinematográfico como Mary Poppins como niñera que cuidará a dos niños en Londres, con un padre banquero y una madre activista por el sufragio de las mujeres a principio

 

En 1910, Winifred Banks (Glynis Johns) regresa a su casa en Londres después de una manifestación de sufragistas ("Sister Suffragette") y se entera de que sus hijos, Jane (Karen Dotrice) y Michael (Matthew Garber), se han escapado, "por cuarta vez esta semana", lo que impulsó a su niñera Katie Nanna (en un divertido cuasi cameo de la maravillosa Elsa Lanchaster) a dejar su trabajo. Esa noche, el estricto y ambicioso esposo de Winifred, George (David Tomlinson), regresa a casa de su trabajo en el banco ("The Life I Lead") y coloca un anuncio en el periódico solicitando una niñera estricta y sensata. Jane y Michael presentan su propio anuncio para una niñera amable y comprensiva ("The Perfect Nanny"). George rompe la carta y arroja los restos a la chimenea. Un fuerte viento arrastra los restos por la chimenea hacia el cielo. Al día siguiente, varias niñeras con cara de pocos amigos esperan fuera de la casa de la familia Banks, una fuerte ráfaga de viento las arrastra mágicamente. Jane y Michael ven entonces a una joven que usa un paraguas como paracaídas para descender elegantemente del cielo. La mujer entra en la casa de la familia Banks y se presenta como Mary Poppins (Julie Andrews). Para sorpresa de George, Mary sostiene el anuncio de los niños y los trozos se han vuelto a juntar. Ella está de acuerdo con las peticiones del anuncio, pero le promete a George que será firme con sus hijos. Mary manipula a George para que la contrate. Arriba, Mary ayuda a los niños a limpiar mágicamente su cuarto de niños ("Una cucharada de azúcar").

 

Es un film de enorme ligero entretenimiento de calidad, donde sobresale su espíritu de alegría contagiosa, un chute de vitalismo. Ya resulta cautivador el film desde esa misteriosa imagen de una mujer sobre una nube acicalándose con despreocupación, bajamos a Londres y estamos con un hombre-orquesta que anuncia canturreando que algo va a pasar con el viento del este y niebla gris; Tras lo que hace de maestro de ceremonias rompiendo este hombre-orquesta la cuarta pared para presentarnos el barrio de los dos nuños protagonistas; con ese jolgorioso detalle de esa casa vecinal que pasada por el filtro de su dueño el almirante Boom (jocoso Reginald Owen con ese descriptivo nombre), es un barco de vela con cañones, que en el tejado hace que su primer oficial, el señor Binnacle (Don Barclay), dispare un cañón desde su tejado cada 8:00 a.m. y 6:00 p.m., que veremos sus chistosas consecuencias en el hogar protagonista; Con esa carta que los niños escriben sobre los requisitos de la próxima niñera; Pero sobre todo desde la Homérica aparición de Mary Poppins descendiendo de los cielos asida de su desplegado paraguas ante la pasmada mirada de los niños, mientras un gran viento barre a las aspirantes a babysitters; Tras lo que tendremos una sesión de tauromagia (primero sacando Mary de su bolso lo imposible) por parte de Mary Poppins recogiendo el desorden (juguetes, cajones, camas que se hacen, puertas se mueven al ritmo de ordenes mentales, etc) de los niños al ritmo vivaraz del “A Spoonful of Sugar”;…

 

… Luego llegará el tramo más famoso del film, todo un prodigio de su tiempo, 18 minutos glorioso tecnicamente, donde acción real se integra entre paisajes y personajes toons de modo fantástico. Mientras caminan por parque Mary y los hermanitos, se encuentran con Bert (Dock Van Dyke), amigo de Mary, trabaja como pintor callejero, con ayuda mágica de Mary Poppins, el grupo se introduce en uno de estos dibujos, integrándose los dibujos animados con acción real de estos cuatro humanos, primero por un colorido campo inglés, con Mary y Bert ataviados al modo festivo cantando ‘Jolly Holiday’ con trajes añejos pastorales entre animales toons, donde incluso el bastón de él y la sombrilla de ella toman vida para bailar levitando también; Con un brillante número de Bert bailando con cuatro pingüinos e imitándolos. Y vuelven a aparecer los niños con los adultos, montándose todos en los caballitos de un tiovivo, estos se salen del ‘redil’ y comienzan por un camino una carrera radiada, introduciéndose entre medias de una (elitista) partida de caza del zorro, a este Bert lo ayuda a escapar, introduciéndose con ello en medio de una carrera equina en un hipódromo, habiendo un sorprendente vencedor, esto dará en la entrega de premios con el más conocidos de los temas del film, el archi-conocido ‘Supercalifragilisticexpialidocious’;…

 

…Luego tendremos, tras el día ajetreado, los niños yéndose a dormir acompañados de la nana "Stay Awake" entonada por Mary; Al día siguiente hay un ingenio imaginativo fascinante, ello en la visita del trio y Bert al tío Albert de Mary, que tiene ‘el problema’ de estar levitando pro l habitación el salón, ello porque es una persona alegre. Tipo delirante en su sonrisa contagiosa, contando chistes a doquier que provoca que los demás también cuenten, y con ello todos levitando mientras incluso toman te. Pieza adornada por el tema ‘I Love to Laugh’ cantado Dick Van Dyke, Julie Andrews, y Ed Wynn, desternillante tramo. Ed Wynn como el tío Albert, un maravilloso roba escenas con su carisma natural; Llegamos a la noche y para dormir a los niños Mary canta otra nana, ‘Feed the Birds’, esta sobre una mujer que vende comida para pájaros en las escaleras de la Catedral de San Pablo;…

 

…Al día siguiente los niños, tras haber liado Mary al padre, van con este al banco, los niños conocen al jefe de George, el anciano Sr. Dawes Sr. (Dick Van Dyke muy maquillado de hombre muy mayor), aconseja a Michael invierta sus dos peniques (sacados de su hucha) en el banco, y finalmente le arrebata la moneda de la mano al ritmo del ‘Fidelity Fiduciary Bank’, Michael exige que se los devuelva, provocando por equivocación en los clientes la paranoia a perder sus ahorros, en una escena que recuerda a una de “Que bello es vivir”;…

 

… Jane y Michael huyen del banco y se pierden en el East End. Bert, ahora como deshollinador (¿? No les busquemos coherencia a la historia!), los encuentra (los niños no lo reconocen y se asustan de él al verle negro el rostro, esto es un chiste racista?) y acompaña a casa al ritmo del oscarizado tema ‘Chim Chim Cher-ee’, rítmico y muy pegadizo, espléndido; Tras un interludio en que al pobre Bert le encasquetan ser niñero (es el día libre de Mary Poppins, que hace esta hada en su jornada de asueto?), llegamos al gran tramo de coreografía del film, ello combinando

espectaculares f/x (siempre con el filtro del tiempo) con gloriosos bailes por los tejados de Londres al ritmo del ‘Step in Time’ cantado por Dick Van Dyke, moviéndose gozosamente con otras decenas de deshollinadores;…

 

…En el rush final Bert regaña a George por descuidar a Jane y Michael y le aconseja pase más tiempo con ellos antes que crezcan al ritmo del ‘A Man Has Dreams’; tendremos un chorreante ritual de despido banquero (rompiendo una flor de un ojal, destrozando un bombín y reversando un paraguas). Para un final efectivo y satisfactorio pro el mensaje de que los padres deben pasar tiempo con los hijos, estos tardan poco en hacerse grandes. Pero que tiene algunos peros (*spoiler).

 

Julie Andrews como Mary Poppins es un icono en el acerbo popular, su sonrisa y figura (ataviada con esa vestimenta y paraguas) surcando los cielos es un icono del Séptimo Arte. La polifacética artista inglesa canta de modo fabuloso, además de bailar notablemente. Pero curiosamente es para mi el personaje más antipático del film, rol resabiado, muchas veces maquillándose y mirándose al espejo, diciendo a todos los maravillosa y perfecta que es, aguafiestas, siempre coartando las ganas de divertirse de todos, mientras es ella la que los involucra a todos. Personaje más plano que un folio, nada sabremos de ella, de donde viene, porque hace lo que hace, rol sin fondo, sin hondura, simplemente aparece desde los cielos para aleccionar a unos padres acomodados, tanto que tienen plata para dos sirvientas y una nodriza, este elitismo me cruje. Tampoco es que enseñe buenas cosas a los peques, pues les muestra que no hay que recoger con las manos el desorden que han provocado, lo pueden hacer con la mente, menuda estulticia! Que la Andrews lew ganara el Oscar a la Sofia Loren de “Matrimonio a la italiana” dice muy poco en favor de la actuación. Andrews prestó su voz en otras dos secciones de la película, durante ‘A Spoonful of Sugar’, proporcionó armonía silbante para el petirrojo, y también fue una de las cantantes de Pearly durante ‘Supercalifragilisticexpialidocious’.

 

Dick Van Dyke está sensacional, este si desparramando empatía, con esos andares peculiares de piernas larguísimas, magno bailando, estupendo cantando, robando escenas a la Andrews con su versatilidad tremenda. Aunque hay una tensión sexual no resuelta entre él y la titular. Van Dyke también interpreta al Sr. Dawes, antiguo director del banco donde trabaja el Sr. Banks; David Tomlinson como George Banks, padre estricto, y disciplinado de Jane y Michael. Trabaja en el banco Dawes Tomes Mousley Grubbs Fidelity en Londres, da bien con su rol y su arco de desarrollo como ejemplo de la moralina del film. También Tomlinson, proporcionó voces del paraguas parlante de Mary, primer oficial del almirante Boom y otras partes de doblaje; Glynis Johns como Winifred Banks, distraída esposa de George Banks y madre de Jane y Michael. Se la representa como miembro del movimiento sufragista "Votos para las mujeres" de Emmeline Pankhurst, su arco de desarrollo es más abrupto que el de su esposo, aunque resulta muy grácil; Karen Dotrice como Jane Banks, hija del señor y señora Banks y hermana mayor de Michael, se muestra simpática pero sin más; Matthew Garber como Michael Banks, hijo del señor y señora Banks y hermano menor de Jane, joven se nos dice travieso, pero tampoco es que veamos esta condición, simpatiquillo sin dejar especial huella.

 

Spoiler:

 

Rush final: Con la esperanza de enmendarse, Michael le da a George los dos peniques. Afligido por el arrepentimiento, George camina lentamente por Londres hasta el banco, donde le dan una humillante reprimenda. Sin palabras, George exclama "Supercalifragilisticexpialidocious", cuenta un chiste que el tío Albert les había contado a los niños y camina felizmente a casa. Cuando el Sr. Dawes Sr. entiende el chiste, flota en el aire, riendo. Al día siguiente, Mary Poppins les dice a los niños que debe irse. George repara la cometa de sus hijos y lleva a la familia a volarla, que la madre dice va a adornar con la banda de ‘VOTES FOR WOMEN’. En el parque, la familia se encuentra con el hijo del Sr. Dawes Sr., el Sr. Dawes Jr., quien revela que su padre murió de risa por el chiste (" Vamos a volar una cometa "). El Sr. Dawes Jr. dice que su padre nunca había estado más feliz y agradecido vuelve a contratar a George. Mary observa a la familia y decide que su trabajo está hecho. Mientras Mary se va volando, Bert mira hacia arriba y dice: "Adiós, Mary Poppins. No te quedes lejos demasiado tiempo"; La moraleja es ensalzable, pero que nos quiere decir el film? Que es malo el idealismo de la madre queriendo luchar porque las mujeres voten? Pues la forma de tratar este tema me ha resultado chirriante, cono si fuera un capricho tonto de ella. Es que una mujer con dos asistentas, una niñera y sin trabajo no tiene tiempo más que suficiente para dedicarle horas a sus niños? Además, el padre es feliz por ya no tener ese trabajo y poder estar con sus hijos. Esto ya de inicio me resulta idiotesco, pues de que vivirán a partir de ahora? Pero es que en el final le vuelven a ofrecer el trabajo de banquero y lo acepta feliz, entonces volverá a dejar de lado a sus hijos?

 

“Mary Poppins” fue un grandioso éxito de crítica y comercial, recaudó 44 millones de dólares en taquilla en salas de cine en su presentación original. Se convirtió en la película más taquillera de 1964 en USA, y en el momento de su estreno se convirtió en la película más taquillera de Disney. Durante su vida en salas, recaudó más de 103 millones de dólares en todo el mundo. Recibió un total de trece nominaciones al premio Óscar (récord para cualquier película estrenada por Walt Disney Studios), incluida a Mejor Película, y ganó cinco: Mejor Actriz para Andrews, Mejor Montaje de Película, Mejor Banda Sonora Original, Mejores Efectos Visuales y Mejor Canción Original por " Chim Chim Cher-ee". Se considera el mayor logro de acción en vivo de Walt Disney y es la única de sus películas en obtener una nominación a Mejor Película durante su vida.

 

Se filmó íntegramente en los estudios Walt Disney en Burbank, California, utilizando escenas de fondo pintadas de Londres; En 2013, la Biblioteca del Congreso la seleccionó para su preservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".

 

Julie Andrews, a quien se le negó el papel de Eliza en “My Fair Lady”, a pesar de haberlo originado en el musical de Broadway, tuvo la satisfacción de ganar el Oscar a la Mejor Actriz por “Mary Poppins”, mientras que Audrey Hepburn, su reemplazante en “My Fair Lady”, ni siquiera fue nominada. Pero entonces, Disney había hecho un magnífico trabajo al adaptar el personaje de PL Travers a la pantalla, utilizando al máximo los efectos cinematográficos para crear una historia encantadora.

 

Durante la secuencia "Jolly Holiday", los tres gansos cockney cantantes fueron todos doblados por Marni Nixon, cantaba regularmente para actrices con voces de canto deficientes. (Nixon luego proporcionó la voz cantante de Hepburn en My Fair Lady, e interpretó a una de las monjas compañeras de Andrews en The Sound of Music). Andrews más tarde venció a Hepburn por el Premio a la Mejor Actriz en los Globos de Oro por sus respectivos papeles. Andrews también ganó el Oscar a la Mejor Actriz por su papel (Hepburn no fue nominada por él). Richard Sherman, uno de los compositores, también prestó su voz a un pingüino y a uno de los Pearlies. Robert Sherman prestó su voz a Jane Darwell porque la voz de Darwell era demasiado suave para ser escuchada en la banda sonora. Se le escucha decir la única línea: "Alimenta a los pájaros, dos peniques la bolsa".

 

Me queda un bonito clásico del cine para niños, teniendo evidentes defectos, empezando por su poco empática protagonista en su arrogancia. Gloria Ucrania!!!

 


EL REINO DEL PLANETA DE LOS SIMIOS.


Muy entretenido film de aventuras, con ribetes de distopia es la cuarta entrega perteneciente a la saga “El Planeta de los Simios”, iniciada (aparte dejo el muy errado remake de Tim Burton del 2001) en 2011 con la precuela de Rupert Wyatt, "El origen del planeta de los simios", revivió una franquicia de cinco décadas de antigüedad (que abarcaba libros, películas, series de televisión y cómics desde los años 60), marcando inteligentemente de donde viene el dominio mico del planeta, siempre incidiendo en el alienamiento humano como causa principal. Esta es una secuela independiente de “War for the Planet of the Apes” (2017), protagonizan (tras el capture-motion) Owen Teague, Kevin Durand, Peter Macon, y sin ‘máscara digital’ están Freya Allan y William H. Macy. La película tiene lugar muchas generaciones después de los eventos de War y sigue a Noa (Teague), joven chimpancé se embarca en un viaje junto a Mae (Allan), mujer humana, para determinar el futuro de los simios y los humanos por igual. Dirige Wes Ball y guioniza Josh Friedman (“La Guerra de los Mundos”), inspirándose en parte por la Obra Maestra “Apocalypto” (2006). Film muy ameno, ágil en su ritmo, que hace que sus casi dos horas y media se opasen si aburrimiento, aun con sus defectos, que los tiene si rascas un poco, es una cinta que tiene su subtexto en como indaga en el origen e las religiones a través del culto a primer simio inteligente, Cesar, como se maneja su mensaje tras su muerte a modo de profeta (justicia, modo de vida, solidaridad, lealtad, relación con los humanos, etc.) y se tergiversa en función de los intereses del que lo pregona, y con ello las diferentes facciones que toman como un dogma lo que ellos potencian interpretar.

 

También se puede ver una reflexión sobre si la violencia es siempre nociva, o hay momentos en la vida en que has de tomar las armas para combatir al Mal, el pacifismo puede convertirse en la balsa de aceite de la villanía. A través de esto se indaga sobre si podrá haber un futuro en que los humanos y los simios puedan convivir en armonía, que se puede ver como una alegoría sobre el racismo llevado a nuestro tiempo.

 

300 años después de la muerte de César, los simios han establecido numerosos clanes, mientras los humanos se han vuelto animales e incapaces de hablar. Noa (Owen Teague), joven chimpancé de un clan de cetrería, se prepara para una ceremonia de mayoría de edad recolectando huevos de águila salvaje para vincularse con el ave por nacer, ello con sus amigos Anaya (Travis Jeffery) y Soona (Lydia Peckham), en una espectacular secuencia en alturas de vértigo sobre las copas de los árboles y sobre riscos altísimos. Tras la vuelta a su poblado, Noa intenta complacer a su padre Koro (Neil Sandilands), pero se le muestra que todavía tiene mucho que aprender sobre cómo ser un líder. Un carroñero humano sigue a Noa a su casa y, sin darse cuenta, rompe su huevo durante una pelea antes de huir. Durante su búsqueda de un huevo de reemplazo, Noa se encuentra con un grupo de asaltantes de simios que usan armas eléctricas. Mientras Noa se esconde de ellos, los simios siguen a su caballo de regreso a su clan. Noa se apresura a volver a casa para encontrar su aldea en llamas.

 

Tras el ataque de los orangutanes hostiles, todo un pogromo, arrolladora secuencia donde se pueden hacer paralelismos con otras matanzas famosas, con el fuego, muertes, y apresamiento de esclavos; la película entra en una fase de aventuras en odisea con el viaje que debe emprender el protagonista donde se le irán uniendo seres, y donde irá aprendiendo más de como era la vida antes con los humanos, sobre todo con la aparición del orangután de Borneo Raka (Peter Macon), que vive en una terminal del antiguo y comido por la vegetación, aeropuerto LAX (Los Ángeles) que le muestra murales de humanos, así como le cuenta sobre los predicamentos del líder mesiánico mico Cesar (ejemplo: "simio no mata a simio" y "simios juntos fuertes"). Aparecerá una mujer (Freya Allan, demasiado bonita y arreglada como para creerse o que se crean los micos que es un ‘eco’, u animal salvaje; tampoco, tras saberse su ‘secreto', no me creo vaya detrás de los simios buscando comida, chirría esto) que será recogida cual mascota por el dúo Raka-Noa. También ira teniendo enfrentamientos con los monos hostiles (orangutanes), con una pieza notable de persecución para cazar humanos que se cruzan con Raka y Noa muy bien trenzada, añadiendo un grito inesperado para dar color al tramo; Hay una vibrante secuencia sobre un puente colgante sobre un rio bravo.

 

Y todo desemboca en el campamento-Reino de los Simios, y aquí los defectos son claros, pues es bastante torpemente explicada la vida allí, pues no sabes bien para que son esclavizados los monos, allí no hacen más que oír soflamas del Rey, y por la mañana intentar abrir una gran puerta de acero de una cueva. Luego nada más ahí, los simios se mueven con libertad absoluta, nadie les somete, como se demuestra en el tramo final que ejecutan un plan con la humana sin nadie vigilándoles (¿?). Ah, tampoco entiendo para que ‘cazaban’ humanos los de este reino, pues no hay allí ninguno, excepto el que encarna William H. Macy (desaprovechado en grado sumo con un rol cliché de colaboracionista que pasaba por allí); Aunque en este tramo se da una emociónate secuencia cuando Noa se erige en líder y con ello el símbolo de esta epifanía se refleja en como se comportara un ave (no quiero spoilear), trasladando al espectador cierta neuralgia; Hay un debate de ideas sobre cómo afrontar y qué hacer con lo que hay dentro del ‘búnker’, saliendo a relucir con esto la perfidia humana y resquemor al entendimiento con el diferente (o hablamos de razas humanas?); Para desembocar en un rush final cargado de acción y adrenalina, una carrera contrarreloj por la vida en medio de peleas épicas, teniendo que dar licencias (*spoiler) para disfrutarlo mejor, hast allegar al duelo final en la cumbre.

 

La puesta en escena es digna de la superproducción que es. Con fenomenal diseño de producción de Daniel T. Dorrance (“La jungla: Un buen día para morir”), llevándonos por parajes que transmiten el post-apocalipsis, como el asentamiento del Clan de las Águilas, los bosques que atravesamos, el aeropuerto, el planetario, el puente, y el núcleo central en la parte final del reino, con ese gran barco a medio derruir entre óxido, y el búnker; esto potenciado por la fotografía de Gyula Pados (“Sin destino”), jugando con el dramatismo de la luz tenue, cielos nublados, adaptándose notablemente a la acción; Y estos elementos en miscelánea con los impresionantes efectos visuales supervisados por el ‘mago’ Erik Winquist (el de toda la saga simiesca, amén de ser responsable de los de “Avatar”, “King Kong” o “El retorno del Rey”), lo mejor que se puede decir de ellos es que no se notan, fluyen con naturalidad, consigue que los simios tengan enorme expresividad, sus movimientos son naturales.

 

Gracias a estos f/x se consigue que Owen Teague transmita sentimientos, ello nos llega en su laconismo, sus gestos torcidos, su mirada penetrante, muy bueno; Peter Macon como Raka es otro que deja carisma en medio del capture-emotion; Kevin Durand como Proximus Caesar es otro que demuestra que se puede hoy día dar una buena actuación, incluso tras el maquillaje digital.

 

Spoiler:

 

Rush final: Noa se reúne con su clan y es presentado al rey de los simios, Proximus Caesar. Proximus ha esclavizado a otros clanes, obligándolos a trabajar en la apertura de la bóveda para poder acceder a la tecnología humana encerrada en el interior. Proximus invita a Noa a cenar con Mae y Trevathan (William H. Macy), otro prisionero humano parlante que le está enseñando a Proximus sobre el antiguo mundo humano. Proximus cree la intuición de Noa podría ayudar a abrir la bóveda y le advierte que Mae solo tiene su propia agenda. Noa se enfrenta a Mae, exigiendo la verdad a cambio de su ayuda. Mae revela el conocimiento de una entrada oculta a la bóveda y que busca un libro capaz de restaurar el habla a la humanidad. Noa acepta ayudarla a entrar y destruir la bóveda. Noa, Mae, Soona y Anaya colocan explosivos en secreto alrededor de los muros marinos que protegen el asentamiento. Trevathan los atrapa y tiene la intención de advertir a Proximus, Mae lo estrangula hasta la muerte. El grupo entra en la bóveda y encuentra un arsenal de armas y el "libro" de Mae, que en realidad es una clave de descifrado de satélites. Los simios descubren viejos libros ilustrados para niños que representan a los humanos como la especie que alguna vez fue dominante y a los simios en jaulas en un zoológico. Mientras el grupo sale del búnker, se enfrentan a Proximus y sus seguidores. Lightning, uno de los lugartenientes de Proximus, amenaza con matar a Soona, pero Mae lo mata con un arma y activa los explosivos, inundando el búnker con los simios dentro. Mae huye del asentamiento mientras los simios suben a un terreno más alto a través del búnker. Noa es perseguido por Sylva, a quien atrapa y deja que se ahogue.

 

Noa luego escapa del búnker, pero es atacado por Proximus en la salida del bunker en la cima. Esto es para darle licencia de credibilidad escasa, pues solo consigue de los ‘malos’ escapar Proximus, que casualidad, esto está cogido por los pelos. Noa lidera a su clan en la invocación de sus águilas para atacar a Proximus y hacer que caiga de un acantilado al mar. LO que se demuestra en realidad, es la cobardía de decenas de chimpancés asustados por un solo gorila.

 

Mientras el clan de Noa regresa para reconstruir su hogar, Mae llega para despedirse de Noa. Explica que destruyó el búnker para evitar que los simios obtuvieran sus armas. Noa y Mae se preguntan si los simios y los humanos pueden coexistir pacíficamente, dadas sus disparidades. Mientras Noa lleva a Soona a mirar a través de un telescopio que encontró en su viaje, Mae viaja a un asentamiento humano inteligente en una base satelital. Mae entrega la clave de descifrado, lo que les permite reactivar los satélites y comunicarse con éxito con otros humanos inteligentes en todo el mundo.

 

Ball pretendía que lo que Noa, Mae y Soona vieron a través del telescopio en la mitad y el final de la película permaneciera ambiguo, diciendo: "Pensé que no había nada que pudiera mostrarles que fuera más fuerte que lo que la imaginación de la audiencia pudiera evocar... Claro, puede que desanime a algunas personas, pero a otras les gustará. Tengo ideas de lo que están viendo... El espacio obviamente es una idea clave en todas estas películas. Entonces, quizás se trata de ellos mirando hacia el futuro?"

 

A los humanos inteligentes solo les preocupa obtener la clave de cifrados para comunicarse con otros asentamientos humanos. Pero si en el bunker hay todo un arsenal de ejército para ’reconquistar’ el mundo! No hubiera sido más lógico, sabiendo lo que allí ahí mandar a un comando para infiltrarse por el agujero en la cima y volver a dominar el mundo? Y confiar solo en una muchacha para esta misión, si hubiera caído por el rio se acabó todo, no tiene sentido.

 

Y lo del último encuentro entre Noa y Mae es poco veraz tras lo que ella les ha hecho, suelta una bomba para que se inunde el bunker y se larga, viendo como los simios van a ahogarse si no corren lo suyo y más. No hay reprimenda alguna por parte de Noa, incluso le regala un amuleto a ella. No tiene sentido que ella vaya a despedirse de los simios, puede esperar una reacción visceral contra ella.

 

Pasarratos de calidad, aun con sus taras. Gloria Ucrania!!!

 

lunes, 2 de septiembre de 2024

 


BRUTOS, SUCIOS Y MALOS.


Extraordinario film de Ettore Scola (dirige y coguioniza con Ruggero Maccari, este autor de libretos tan excelentes como “la Escapada” o “Una jornada particular”), he de dar gracias al Dios del cine porque aún me siga sorprendiendo con films tan fenomenales como este. Esta es una comedia negra corrosiva hasta el tuétano, una bizarra obra cargada de mala leche, un retrato malsano de la cainita condición humana, una especie de cruce turbador entre un Buñuel, un Fellini y un Berlanga, y sobre todo de Kusturica, radiografiando a los pobres como desheredados amorales, medradores, egoístas, patéticos, lujuriosos, endogámicos, libidinosos, ladrones, avarientos, codiciosos, asesinos, prostitutas, chaperos, impresionante el lienzo desesperanzador de estas gentes sumidas en su espiral de la que no aspiran a salir solo a sobrevivir.


Afueras de Roma, mediados de los años setenta: la vida cotidiana de una familia de unas veinticinco personas transcurre en la pobreza de un barrio de chabolas. A la cabeza de todos está el viejo Giacinto Mazzatella (NinoManfredi) de Apulia (cuyo dialecto conserva), tuerto y despótico, trata a su familia como a animales. Como todos los días, la familia poco a poco se despierta para ir a ganar algo de dinero, sólo unos pocos ganan en actividades honestas. Una gran celebración para toda la familia es el día de la pensión de la abuela, todos van juntos a cobrarla, como una tribu, pero después de haber retirado el dinero y repartido entre todos los miembros de la familia, cada uno sigue su propio camino dejando sola a la anciana con sus hijos, quienes tienen la tarea de traerla a casa. Giacinto tiene un millón de liras, indemnización del seguro por la pérdida de un ojo a causa de un chorro de cal viva. El hombre guarda celosamente este dinero y está obsesionado con que sus familiares puedan robárselo, por lo que continuamente lo esconde en diferentes lugares. Una noche, en medio de una pesadilla en la que ve a sus familiares gastando su dinero, se despierta sobresaltado y va a comprobar el escondite del dinero, pero no lo encuentra. Enfurecido, despierta a toda la familia y empieza a buscar el millón debajo de los colchones; Al no haber logrado aún encontrarlos, toma la escopeta que siempre lleva cargada y amenaza de muerte a todos los presentes si no devuelven el dinero inmediatamente.

 

En el centro de la película están los suburbios (asentamientos ilegales asquerosos) romanos de principios de los años setenta y sus barrios de chabolas, contando sin piedad todas sus miserias morales y materiales, con epicentro en la familia Mozzarella, que viven los patriarcas, hijos, esposas, parejas, nietos y más (termina llegando la amante prostituta del patriarca que mete en la cama con la mujer), visto en un portentoso travelling circular de 360 grados, viéndose amontonados cual grotesco tetris humano-lata de sardinas, de modo asfixiante (innumerables) en una mugrienta choza de una habitación. Ello expuesto en un brillante plano secuencia al principio donde los vemos acostados a todos de noche (algunos no duermen precisamente), todo ello a la sombra de la Ciudad Eterna donde sobresale la Cúpula de San Pedro a modo de recordatorio de que estamos en el basurero de la comodidad burguesa. Son los marginados sociales que gustan de vivir así, unos miserables todos, nadie escapa al fresco deprimente. Una prole sórdida que son una foto del lumpen más harapiento, donde se convive con peleas, violencia física, abusos sexuales, conspiraciones de asesinato, prostitución (esa joven que trabaja en la pornografía y su madre está orgullosa), envenenamientos, quema de ‘viviendas’, donde los niños son encerrados en un corral al aire libre a modo de suigéneris guardería.

 

Una mirada despiadada a la pobreza, desmitificando a los más necesitados, no vemos maltrato del capitalismo, aquí solo hay lumpen, gente al límite que se conforma con las migajas, sin aspiraciones. Una comedia áspera que cada sonrisa que provoca (y son muchas) lleva consigo un sentimiento de culpa por lo sombrío que muestra. Todo ello Scola lo hace poblar de personajes pintorescos, ácidos, grises, donde tenemos actuaciones sensacionales, de las que recordaras por siempre, pro supuesto el primero un Nino Manfredi Kolossal en su rol de miserable patriarca de este disfuncional clan, y de apoyo unos secundarios en estado de gracia como una apoteósica Linda Moretti como la matriarca de fuerte carácter, Franco Merli, Alfredo D'Ippolito, Francesco Annibali, Ettore Garofolo y más. Todo derivando en un humor rozando el esperpento.

 

Con una ambientación cargada de neorrealismo italiano en feísmo y suciedad, gracias a la magna miscelánea entre la ágil cinematografía de Dario Di Palma (“Las estaciones de nuestro amor”), y el diseño de producción del binomio Luciano Ricceri (“Fellini 8½”), y Franco Velchi (“Agáchate, maldito!”), creando un universo atribulado en su vitriolismo mugriento. Todo desarrollado cin ritmo sostendio, trepidando en varias fases por secuncias catrgadas de mala baba que te atrapan en su mezquindad humana. Un aparente caos formidablemente exhibido, pero todo funcionado a modo de collage del ‘estercolero’ de las grandes ciudades, una crítica cruda a como los estados dejan de lado a estos arrinconados sociales, nadie se preocupa por ellos (ejemplo: la policía pasa olímpicamente de ellos cuando se denuncian malos tratos). Sobre todo, un torpedo escalofriante a la sagrada institución de la familia (el propio Scola hico un retrato diferente de la familia en el film homónimo de 1987).

 

Una película regada de escenas arrolladoras en la maestría como el director mueve a los numerosos personajes, como ese comienzo apabullante con la paranoia de Giacinto, Homérico como domina la acción Manfredi. Una escenificación de la vida rutinaria en esta podredumbre moral de este extrarradio vomitivo. Como llevan en comanda una tropa de familiares a la abuela al banco, tremendo como se ven unas pirañas intentando repartirse el botón y dejar sin anda a la propietaria de la pensión; Esas miradas furtivas de Giacinto al chapero travestí Nando (notable Franco Merli) que se tira a la mujer del hermano, y luego el patriarca aprovecha de noche para fornicar con ella chantajeándola en el asqueroso retrete; La caricaturesca pelea que tienen Giacinto y su arpía de mujer Matilde, que acaba a cuchillazos con la abuela de por medio; La situación sufre una catarsis cuando aparece en escena la meretriz oronda (muy felliniana) Iside, una joven de buen corazón, pero que todo el clan ve como una amenaza para que le saque los cuartos al padre. Extraordinaria la noche que Giacinto la lleva a la chabola, como todos los machos de allí, cual perros en celo fornican con ella y esta se deja como si nada; Y traman envenenarlo con espaguetis con raticida, nada menos que durante la celebración de un bautizo, dándose previamente una muy teatral escena con todo el clan alineado como un coro sobre la parte trasera de un camión descubierto, todos mirando a la cámara; magnífica toda la escena de la mencionada celebración, todo un prodigio de coreografía de diálogos, de miradas, de tensión, de bromas, con ese niño que quiere probar del palto del ‘viejo’, desembocando esta escena en un rush tremebundo. Para un final estupendo dentro del tono astracanada (en el mejor de los sentidos), calando ese último plano, que es circular, con un mensaje incisivo (no quiero spoilear).

 

Nino Manfredi lleva el peso de la película sobre sus espaldas y lo hace de modo Épico, es un Titán soberbio en el carisma desbordante que transmite, un ser repelente, nauseabundo, libertino, putero, tacaño, egocéntrico, psicópata social, violento, pero a la vez con un encanto de gañán delicioso, actuación Antológica, una lección de actor totémica (verla en contraste con su José Luis Sánchez de “El Verdugo” da la medida del portentoso intérprete que es); del resto del elenco destaco una Linda Moretti que es capaz de hacer sombra a Manfredi, traspasa la pantalla su encarnación de una matriarca de personalidad intensa, manteniendo duelos chispeantes hasta ser ardientes con su ‘esposo’; y una Maria Luisa Santella extraordinaria como la prostituta ingenua Iside un papel que podría haber caído en lo zafio, la actriz napolitana embiste a su rol de humanidad y personalidad grácil, de hecho es el único personaje que desprende alma y moral, maravillosa; Giovanni Rovini como la abuela Antonecchia da una encarnación sublime en la frescura de su personaje, con comentarios siempre hirientes y sarcásticos.

 

Spoiler:

 

Rush final: En presencia de todos sus hijos y nietos, incluida Iside, Giacinto come en la celebración del bautizo una enorme ración de pasta con berenjenas, aderezada con veneno para ratas, de repente se da cuenta de lo que ha hecho y huye del banquete. Se las arregla para salvarse vomitando y usando una bomba de bicicleta para obligar al agua de mar a bajar por la garganta. Escena asombrosa por el realismo asqueroso que emite.

 

Una vez recuperado, para vengarse, decide hacer acaben como los ratones, prende fuego a la choza con los miembros de la familia dentro, la familia sale de adentro despavorida. Le ruegan a Nando que vaya a sacar a la abuela en silla de ruedas, y vemos al travesti entrar entre las llamas, y sale con su peluca de trabajar (¿?). Otro de los nietos si entra a rescatarla y la saca con la cabeza en llamas, no por amor, si no para seguir cobrando la pensión.

 

Hay una elipsis y vemos a Giacinto e Iside acostados juntos fornicando en uan postura singular, glorioso el comentario ingenuo de ella sobre los espaguetis de la celebración, dice que los de Giacinto eran veneno, pero que el resto estaban muy sabrosos (¿?). Luego Giacinto vende la chabola por 800.000 liras a otro desplazado, se presenta con su numerosa familia para tomar posesión de él. La familia Mazzarella no sabe nada de esto y está en contra de la venta, por lo que estalla una pelea entre las dos familias. Secuencia brutal de cómo son ratas batallando por un agujero inmundo. Mientras tanto, llega Giacinto en un auto descapotable, comprado con el dinero de la venta de la choza, al no tener experiencia en la conducción choca contra una pared de la casa, destruyéndola y resultando herido. Hay una elipsis y en el final, las dos familias quedan reunidas en la choza renovada, las intenciones de Giacinto son siempre las mismas: ahuyentar a todos después de haber recuperado el dinero, confía a Iside lo ha escondido en el yeso de su brazo. La película termina con una de las sobrinas de Giacinto, María Libera, como cada mañana, va a buscar agua a la fuente: esto es circular, pues al principio la hemos visto ir a recoger agua mientras una joven se pavoneaba ante ella del mucho dinero que sacaba haciéndose fotos desnuda, creando en María esa aspiración de futuro. Pero ahora la vemos con una panza prominente de embarazada, aun con su inocencia reflejada en las botas amarillas y sus andares, y al fondo la Ciudad eterna como inalcanzable a los parias del mundo. Con el nítido mensaje de que nadie puede escapar de este sub mundo, los niños destinados a procrear y no poder salir del basurero humano.

 

La película está rodada casi íntegramente en Roma, en la zona de Monte Ciocci, que lleva el nombre de la granja de Ciocci, Torre di Guardia, exactamente en honor a la Escuela Agrícola de via Domizia Lucilla; desde aquí el panorama que domina la Cúpula de San Pedro y la Olimpica. Hasta 1977, la zona estuvo ocupada por chozas llenas de rezagados y trabajadores que trabajaban en las obras de construcción en via Baldo degli Ubaldi y via di Boccea.

 

Film a reivindicar. Gloria Ucrania!!!

 

PD. La película ganó el premio al mejor director en el Festival de Cine de Cannes.

domingo, 1 de septiembre de 2024

 


TRUST

 

Buena serie, thriller dramático basado en hechos reales, aunque añade después de cada episodio: “Esta serie está inspirada en hechos reales. Algunos diálogos se crearon en consonancia con esos hechos. Se combinaron varios hechos con fines dramáticos”. Teniendo el defecto de que sus diez episodios terminan por hacerse muy largos, hubiera sido mejor y habría dado más solidez narrativa haber acortado a cinco o seis, pues en su bloque central pierde el impulso que tenía en sus primeros episodios. Creada y escrita por el guionista inglés Simon Beaufoy (ganador del Oscar a Mejor Guion Original por “Slumdog Millionaire”), marcando la pauta del estilo narrativo y estético la dirección de Danny Boyle (realiza los tres primeros episodios, amén de ser productor), con su manejo de una iluminación marcadamente artificial, sus cortes fragmentados, sus tomas dramáticas opresivas descriptivas expresionistas, todo ello en miscelánea con el manejo emocional de la banda sonora enormemente rítmica de James Lavelle (“La Saga Crepúsculo: Eclipse”), pero sobre todo por la ristra a de temas pop reconocidos como de los Rolling Stones, David Bowie o Pink Floys, ello con el tono de humor negro tan ‘boylesco’.

 

Ambientada en 1973 y relata el secuestro de John Paul Getty III, entonces heredero de Getty Oil, mientras se encontraba en Italia en medio de una vida bohemia-hippy de bon vivant. Esta es una producción que brilla por su brillante ambientación, desde el diseño de producción, la fotografía, la música o el vestuario, dotando de atractivo al relato, ello enaltecido por varias actuaciones fenomenales, como las de Hillary Swank, Silas Carson, Brendan Fraser, pero sobre todo un majestuoso Donald Sutherland (razón por la que me he acercado a ver la serie, como tributo a su reciente muerte el 20 de junio de 2024), se nota disfrutando con este despreciable millonario, y esto lo transmite con ladino sentido del cinismo. Retratando la serie a todo un clan Getty, tóxico, alienante, cainitas, sin empatía alguna, ni tan siquiera se salva el joven ‘secuestrado’, se muestra en la serie es un vividor de 16 años que disfruta del hedonismo de una vida hippy sin dar golpe en Roma, drogándose, regocijado de bacanales y todo ello a crédito de la mafia, todo muy loable (ataque de cinismo), y ya en el colmo, ante la falta de liquidez decide planear con mafiosillos romanos su propio secuestro, plan que se descontrola.  En lo que es un análisis de como la riqueza corrompe el alma humana, como el tener al alcance todo te puede llevar a la nada en tus miserias, y con ello lo que más debería importarte que es tu familia, que es tu relevo en el mundo cuando nos toca dejarlo se convierten en parias por la de cadencia que produce tanto poder pecuario, y es que el cariño no se compra, ni vende, se da o no se da.

 

El patriarca es como un tío Gilito que vive en su palacio (Sutton Place) donde es el Rey del Mundo (se decía entonces que era el hombre más rico del planeta) con harem propio (cuatro mujeres de diferentes edades esperan las escoja para cada noche de sexo, hasta tiene para ayudar a la excitación una persona a sueldo para le narre historias picantes mientras fornica ¿?) al que solo le importa tener más y más plata, mientras su prole se autodestruye en vicios y hedonismo. Esto se muestra, se incide, se remarca, pero en su bloque central se itera y con ello la serie se estanca en la nada un tiempo. Donald Sutherland es un Tótem fascinante encarnando al muchi-millonario, sarcático, cínico, perverso, un arrogante sabedor de su poder y se regodea en él con situaciones como cuando pregunta a sus ‘cortesanas’ quien le ama más. Gusta de reírse de sus numerosos invitados, sabedor que nadie le replicará, como cuando lleva a un león a un sarao en Sutton Hall. Es una roca al que no le penetran los sentimientos, ejemplo cuando sale en conferencia de prensa y tras el ‘secuestro’ para declarar no pagará "ni un solo centavo" por la liberación de su nieto. Luego más adelante como regatea la cantidad de botín a pagar, o como pretende sacar tajada con intereses que debe pagar el padre del secuestrado por el nieto, un Miserable con mayúsculas, que incluso cuando paga lo hace para sacar de re bote aún más dinero, la Codicia en persona. Es el reflejo de como el tener, mucho dinero acaba con tu lam Joh n Getty, pero esto también contagia cual virus letal a su progenie.

 

Los primeros tres episodios de Trust dirigidos por el productor ejecutivo Danny Boyle, adaptan variedad de estilos como en el director es habitual marcando a fuego su peculiar estilo cercano al videoclip: con esos clásicos suyos interludios de rayas de color vaporosos, yuxtaposiciones a cámara lenta y cámara rápida, exposiciones múltiples, ediciones sensacionales para transmitir el ‘cuelgue’ de la drogadicción (Homéricos los de su totémico “Trainspotting”).

 

El primer capítulo es una especie de comedia negra sit-com, con la presentación del magnate del petróleo en su ‘Castillo’ inglés, de refilón tenemos a su prole. Comienza antes de los créditos con una toma de un campo de girasoles en un soleado día, en este bucólico lar aparece un joven delgado, con cabellos rojizos largos que corre desesperado, el nieto del millonario patriarca. Tras los créditos vemos en primer plano el mítico letrero de HOLLYWOOD y 1973 sobreimpresionado, la cámara baja y estamos en una fiesta en Hollywood alrededor de una piscina, todo es jolgorio al ritmo del clásico ‘Money’ de Ponk Floyd (alusivo claramente a los Getty), hasta que vemos que un tipo se ha encerrado en un garaje, está claramente con síntomas de drogadicción, dice que quiere acabar con su sufrimiento y se clava un tenedor de barbacoa bajo la caja torácica.

 

Otro salto, y nos situamos en Sutton Hall (UK), asistiremos a cómo vive el billonario, John Paul Getty (Donald Sutherland), que recibe la noticia del suicidio del vástago con flema asentimental. Es un avariento que tiene cabina de teléfonos en su residencia para que los que quieren telefonear dejen dinero, se lava sus calcetines él mismo, que pone a secar en su dormitorio, se queja de que el periódico ha subido un penique. Tiene un póker de ‘novias’ que utiliza cual sultán en su harem, viven en armonía, relacionándose con tedio y sin mala baba por esperar cada una un trozo de las migajas de la herencia del magnate. La que más carácter tiene es Penelope Kittson (buena Anna Chancellor), con al que Getty tiene más confianza.

 

También asistimos a como sus hijos son unos cafres decadentes, uno de ellos al principio se suicida en un garaje, el otro es un drogadicto que cree haberlo dejado, este tiene envidia del acercamiento del padre al nieto hijo suyo. Al nieto lo trata de modo caprichoso, ahora te tomo cariño y ahora te echo de malas maneras de mi casa. Getty padre hace la comparación con Shakespeare durante la cena en una de las primeras escenas, menciona a El rey Lear y Ricardo III, el ‘buen shaskesperaino’ entenderá. Vemos se cree un nuevo sultán con su cohorte de concubinas, teniendo problemas para una erección (entonces no había viagra), de hecho, tiene un final épico esta primera entrega, cuando su doctor particular le pone una inyección en el miembro que le hace poderoso en su tiesura, y mientras fornica con ‘su novia’ italiana grita: "Soy magnífico!".

 

En el segundo capítulo nos trasladamos a Roma, los tonos son luminosamente mediterráneos. Iniciándose un estilo de pantalla fragmentada en multipantalla. Aquí el protagonismo se lo lleva James Fletcher Chace, ‘reparador’ de problemas de Getty padre, con un estilo teatral este habal a cámara rompiendo la cuarta pared, especie de brújula moral que con sus comentarios juzga con sutilidad, soltando jugosos monólogos cargados de mordacidad sobre la vida de estas élites. Un vaquero texano que viste como tal, con su sombrero Stetson y ropa alusiva. Hace pareja con la madre del ‘secuestrado’, con la que se establece una buena química. Es un investigador flemático, pero hábil e ingenioso. Brendan Fraser le da vida con gran carácter, con encanto, con simpatía, hace gran punto la humanidad que desprende frente el cainismo Getty, notable actuación.

 

En el tercer capítulo el centro es John Paul Getty III, nos acercamos a su modo de vida en Roma antes del ‘rapto’, el título “La Dolce Vita” dice mucho de como disfruta d ellos placeres de la Ciudad Eterna, exhibiendo el desenfreno de un joven que vive para el disfrute sin más de la vida, peor al final alguien debe pagar la cuenta. El final del capítulo es muy lírico, Paul III es expulsado de un club en Roma por un socio de la gente a la que le debe dinero, y llega a un callejón sin salida en una fuente. Sabiendo sus captores se acercan, dice: "El agua ha estado corriendo de su boca durante dos mil años. Piensen en eso. Dos mil años. Yo ni siquiera he vivido dieciséis". Y luego se pone el saco que sus captores le dieron sobre la cabeza.

 

En los siguientes episodios entramos en una fase con buenos tramos, como el quinto capítulo en que Paul escapa con uno de los sicarios del secuestro, todo un thriller agobiante por si solo este episodio a contrarreloj, claustrofóbico, exhibiendo la mafia su poder de telaraña omnímodo. Asistimos a luchas intestinas entre los raptores sobre como afrontar lo duro que es sacar plata a John Getty. Tenemos el sufrimiento de una madre coraje luchando por que se le haga caso. Hay flashbacks para conocer más en perspectiva la relación entre esta disfuncional familia Getty. Pero hay mucho relleno que estira la trama, y con ello resta solidez narrativa. Tampoco entiendo como nunca vemos las pesquisas e investigación policial, pareciera estamos en un país donde las fuerzas policiales son inexistentes y esto me chirría.

 

Hilary Swank está muy bien como la progenitora que empatiza y ama a su hijo, la notamos desesperada, simpatiza con ele espectador por ser de las pocas personas en pantalla con sentimientos, tiene un boinita química con Fraser; Harris Dickinson da una actuación correcta, aunque le falta personalidad, se ve algo blandito, demasiado ingenuo; Uno que se deja notar por el peso que le da el guion es Silas Carson como el mayordomo personal de John Getty, es nuestra especie de visión moral en el Universo Getty, deja detalles de cómo juzga sutilmente, como tiene sus gustos sexuales reprimidos, como es una bomba a punto de estallar que se sabe controlar, ello con un porte y elegancia notable; Luca Marinelli como el secuestrador Primo, el que más minutos tiene entre los ‘villanos’ resulta plano en su sadismo.

 

Spoiler:

 

El 16 de marzo de 2018, se informó que Ariadne Getty, la hermana de John Paul Getty III, estaba considerando emprender acciones legales contra FX y los productores de la serie. Su abogado Martin Singer publicó una declaración en la que calificaba la serie de "representación falsa tremendamente sensacionalista" de la familia Getty y que "resulta irónico que haya titulado su serie de televisión Trust. Títulos más apropiados serían Lies o Mistrust, ya que la historia difamatoria que cuenta sobre los Getty coludiendo en el secuestro es falsa y engañosa". En la declaración, Singer continuó explicando cómo su cliente se opone a la supuesta representación de la familia como si hubiera jugado un papel en el secuestro y que considera difamatorio acusar falsamente a alguien de un delito. Simon Beaufoy ha declarado que su decisión de retratar a Getty como cómplice de su propio secuestro estaba justificada por su investigación sobre el asunto, aunque ninguna de las biografías escritas llega explícitamente a esa conclusión. Afirmó que al leer la biografía de Paul III de 2013, Uncommon Youth, escrita por Charles Fox, "quedó claro, leyendo entre líneas... en realidad se secuestró a sí mismo...". Según su teoría, la trama se salió del control de Paul cuando su abuelo se negó a pagar, lo que provocó que varios de sus captores vendieran su participación a un sindicato de mafiosos más despiadados.

 

Sumado lo bueno y morralla me da una buena serie, con un Titán en estado de gracia como Donald Sutherland. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Coincidió que el año anterior al estreno de esta serie, hubo otro proyecto que contaba lo mismo, el secuestro nuclear, aunque era en formato película, dirigida por un Ridley Scott al ralentí, sin chispa alguna en esta realización. Ganando en la comparativa (no era difícil) esta de Beaufoy.