EL DIARIO DE ANA FRANK
Delicioso drama biográfico, aun con sus defectos, es
más que interesante la propuesta valiente de denuncia de la intolerancia al
diferente. George Stevens se unió al Cuerpo de Señales del Ejército de EE. UU.
y dirigió una unidad cinematográfica de 1943 a 1946, bajo el mando del general
Dwight D. Eisenhower. Su unidad filmó imágenes, incluida la única película en
color de la guerra en Europa (permaneció archivada durante décadas), documenta
el desembarco de Normandía (Día D), la liberación de París, el encuentro de las
fuerzas estadounidenses y soviéticas en el río Elba y el descubrimiento aliado
tanto del campo de trabajo de Duben como del campo de concentración de Dachau.
Stevens ayudó a preparar las imágenes de Duben y Dachau y otro material para su
presentación durante los Juicios de Nuremberg; esto fue publicado como “Los
campos de concentración nazis” de una hora de duración (1945). Fruto de este
compromiso contra los nazis surgió este famoso film (En el momento de la
producción de la película, el libro ya había vendido millones de copias en todo
el mundo, considerándose el libro de no ficción más leído de la historia) basada
en la obra de teatro homónima ganadora del Premio Pulitzer de 1955, que a su
vez se basó en el diario publicado póstumamente de Ana Frank, niña judía nacida
en Alemania que vivió escondida en Amsterdam con su familia durante la WWII. Guión
de Frances Goodrich y Albert Hackett. Es la primera versión cinematográfica
tanto de la obra como de la historia original, y cuenta con tres miembros del
elenco original de Broadway. Todos los escritos de Frank en su diario fueron
dirigidos como "Querida Kitty". Fue publicada después del final de la
guerra por su padre, Otto Frank. Toda su familia había sido asesinada en el
Holocausto. Los interiores se rodaron en Los Ángeles en un escenario de sonido
duplicado de la fábrica de Ámsterdam, y los exteriores se filmaron en el
edificio real. La versión que he visto es la íntegra de tres horas, con esa
práctica común para los films de larga duración de colocar obertura,
intermisión y fin alargado.
Este es un ejercicio de estilo al contar la historia
de 8 personajes encerrados en unos pocos metros (en el ático de una fábrica en
la Amsterdam ocupada por los nazis), donde pasaran meses, un relato épico de
supervivencia. Stevens tiene gran éxito en transmitir la claustrofobia y el
dramatismo inherente a la situación, gracias al fenomenal trabajo en la
cinematografía en glorioso b/n de William C. Mellor (“Vidas Borrascosas” o “Un
lugar bajo el sol”), filmando en Cinemascope extra ancho, con marcados
contrastes de grises, juegos de claroscuros, la cámara apenas sale del edificio
o habitaciones donde se escondieron los protagonistas, el objetivo fluye por la
estancia, con trémulos primeros planos, con contrapicados que encorsetan en los
techos a los protagonistas, con hermosos insertos poéticos del exterior por la
ventana de la buhardilla, puerta al espíritu de libertad, con ese cielo
infinito, con el paso de las estaciones, como cuando vemos la nieve entrar por
la ventana rota, esa hermosa escena con la ropa tendida y Anne y Peter
sorteando las telas de modo juguetón, como genial en la construcción de la
tensión en las escenas en que irrumpen furtivamente en la fábrica. Esto en
miscelánea con la dirección artística de George W. Davis (“Eva al desnudo”) y Lyle
R. Wheeler (“Lo que el viento se llevó”), que crea unos escenarios que cual
casa de muñecas la cámara en conjunción con la edición hace nos sintamos
adentro traspasando los suelos.
Salpicando el relato de tensión con discusiones entre
los ‘escondidos’, con problemas de espacio, con problemas de comida, con
chantajistas, con los bombardeos, los problemas que da el gato, la tensión por
el abrigo de piel, pero también sus momentos de alegría con la llegada de la
radio que les da noticias de la guerra, con la noticia del desembarco aliado en
África, con la celebración de Hanukkah, la forma tan hermosa en que Anna
describe se ha convertido en ‘mujer’ adulta desde la guardilla, la inyección de
esperanza de saber del Día D, con ladrones abajo, tramo este que se repite
rodado con gran gusto para transmitir emoción palpitante en silencio, esto
enlazado a cuando el ladrón sale huyendo y deja abierta la puerta de la calle,
de cortar la respiración lo que sucede.
Aunque no es una película perfecta. Tiene un romance
(cuasi-triángulo) que me chirría en la forma de darse, y sobre todo me repatea
que me quieran conmover con una historia real, que ya tiene su chicha, que
tiene suficientes ingredientes para estremecerme, como para que me cuelen un
amor que no fue rea, es una licencia que me cruje, y encima la forma en que se
lo toman las familias, me es estridente y nada verosímil; También para un
metraje de tres horas le falta historia, para querer hacernos sentir allí el
director reitera situaciones, estira otras, incurriendo en tramos de densidad
que estanca el desarrollo.
Historia narrada en racconto. En 1945, Otto Frank (Joseph
Schildkraut) regresa a Ámsterdam después de terminada la WWII. Después de subir
las escaleras hacia una buhardilla desierta, se le unen y le brindan consuelo
Miep Gies (Dodie Heath) y el Sr. Kraler (Douglas Spencer), trabajadores de
oficina lo protegieron a él y a su familia de los nazis. Otto comienza a buscar
el diario escrito por su hija menor, Anne (Millie Perkins). Miep lo recupera
rápidamente para él y recibe consuelo leyendo las palabras escritas por Anne
tres años antes. Ahora, en este flash-back que cubre el grueso de la historia,
oiremos omniscientemente la narración en off del diario de Anna Frank. La
acción se remonta a julio de 1942, y Anne comienza escribiendo sobre las
restricciones impuestas a los judíos que llevaron a los francos a esconderse
sobre la fábrica de especias. Compartiendo el escondite de los Frank están los
Van Daan, Petronella y Hans (Shelley Winters y Lou Jacobi) y su hijo
adolescente, Peter (Richard Beymer). Kraler, que trabaja en la oficina de
abajo, y Miep, su asistente, han preparado el escondite y advierten a las
familias deben guardar estricto silencio durante las horas del día mientras los
trabajadores estén allí. Kraler entrega comida y una caja para Anne compilada
por Otto, que contiene sus amadas fotografías de estrellas de cine y un diario
en blanco. A medida que pasan los meses, la energía incontenible de Anne se
reafirma y constantemente se burla de Peter, cuyo único apego es su gato,
Mouschi. Tiempo después Kraler les pide acojan a otra persona, un dentista
judío llamado Albert Dussell (Ed Wynn), quien relata las terribles condiciones
afuera, en las que los judíos desaparecen repentinamente y son enviados a los
campos de concentración, y confirma la desaparición de muchos de sus amigos.
Millie Perkins está maravillosa como la enternecedora
Ana Frank (Susan Strassberg la hizo en teatro), he leído críticas en su contra,
pero a mí me ha resultado muy entrañable, su rostro fino (un cuasi-clon de
Audrey Hepburn, a la que Ana se parecía, de hecho, Otto Frank le pidió a la
actriz belga la interpretara). En su debut en cine me resulta conmovedora, te
la crees con esa mirada limpia, pura, sientes su dolor, su alegría, su
frustración, como la ves aterrada tras la pesadilla con una amiga que ve en un
campo de concentración y se despierta gritando. Te daña su melancolía, la
sientes un alma libre con ilusiones, como bien le dice a Peter sobre querer ser
escritora (ha sido la de más éxito de la historia, lástima que tuviera que
morir para ello); Joseph Schildkraut repite su actuación del escenario. Maravilloso
exhibiendo temple, humanidad, cariño, sabiduría, orgullo, cautivador en su
relación con la hija. Su imagen quebrada al inicio del film estremece, muy
bueno; Shelley Winters está brillante (cuando no?) como la Sra. Daan, áspera,
adusta, protectora, una mujer simple, que siente que su mundo ha colapsado y
quiere mantener a pesar de ello algo a lo que asirse (su abrigo de piel),
excelsa expresando emociones de modo natural. Winters aumentó 15 libras extra
antes de comenzar el rodaje y luego, a medida que avanza la historia y su
nutrición disminuye, perdió 25 libras; Lou Jacobi como Hans van Daan repitiendo
su papel teatral, otro que borda su pusilánime personaje arrastrado por los instintos
básicos; Richard Beymer como Peter van Daan, impregna de nostalgia y
frustración su papel, desea unirse al esfuerzo de guerra contra los nazis.
Tiene buena química con Millie; Diane Baker como Margot Frank, la madre de
Anne, se muestra como una mujer de carácter, con una complicada relación con su
hija, desplegando gran sentimiento que nos toca la fibra, tenido su gran clímax
cuando descubre al ‘ladrón’ derrochando fuego en su ira incontenible, así como
con su reacción posterior dolida consigo misma, muy buena; Gusti Huber como
Edith Frank repitiendo su papel teatral, tiene poca cancha en su actuación, muy
lacónica, expresando mucho con su mirada y timidez, buena; Ed Wynn aporta dosis
de humor en su rol quisquilloso como el Sr. Dussell, refugiado soltero de
mediana edad; Douglas Spencer como el Sr. Kraler y Dody Heath como Miep, dueños
del refugio que amparan y procuran comida a los escondidos aportan cariño,
aunque me faltaría algo de su temor.
Spoiler:
Rush final: Una mañana, Van Daan intenta robar un poco
de pan a los demás, pero Edith lo atrapa y lo denuncia, ordenándole a él y a su
familia que se vayan. Mientras Dussell y la señora Van Daan se pelean por la
comida, por la radio llega la noticia de la invasión aliada de Francia y el
señor Van Daan rompe a llorar de vergüenza. Alentados por la noticia, todos se
disculpan por sus duras palabras y Anne sueña con volver a la escuela en otoño.
En julio de 1944, la invasión se había estancado y Kraler fue hospitalizado con
úlceras. Al enterarse de que la policía ha encontrado la máquina de escribir
robada, Anne escribe que su diario le proporciona una forma de seguir viviendo
después de su muerte. Los Van Daan comienzan a pelear una vez más, y Peter
declara que no puede tolerar la situación y Anne lo tranquiliza recordándole la
bondad de quienes han acudido en su ayuda. Su conversación es interrumpida por
las sirenas de un camión de policía que se acerca. Seguros de su inminente
arresto, se besan apasionadamente. Mientras la policía uniformada alemana
derriba el local y la entrada de la estantería, Otto declara que ya no tienen
que vivir con miedo, sino que pueden seguir adelante con esperanza. En 1945,
Otto les cuenta a Miep y Kraler su largo viaje a casa después de su liberación
de Auschwitz. Se enteró de las muertes de Edith, Margot, los Van Daan y
Dussell, y espera que Anne haya sobrevivido de alguna manera hasta que
tristemente revela que conoció a una mujer que había estado en Bergen-Belsen
con Anne y confirmó su muerte. Luego echa un vistazo al diario de Ana y lee:
"A pesar de todo, sigo creyendo que la gente es muy buena de
corazón", y reflexiona sobre su optimismo inquebrantable.
Ganó 3 Oscar, incluido el de Mejor Actriz de Reparto
para Shelley Winters. Shelley Winters luego donó su Oscar al Museo de Ana
Frank. En 2006, fue honrada como la decimoctava película estadounidense más
inspiradora en la lista 100 años...100 Cheers de AFI.
Justo antes de ser arrestado, Otto Frank: “Durante los
últimos dos años vivimos con miedo, ahora podemos vivir con esperanza”.
El epílogo intenta sin lugar a dudas enviar un mensaje
optimista. Todo se remonta a 1945, cuando Otto les cuenta a Miep y Kraler que
después de ser liberado del campo de concentración se enteró de cómo habían
muerto Edith, Margot, los Van Daan y Dussell. Aunque siempre había esperado que
Anne sobreviviera de alguna manera, luego revela con tristeza que mientras
estaba en Rotterdam, conoció a una mujer que había estado en Bergen-Belsen con
Anne y ella le confirmó la muerte de su hija. Luego, Otto echa un vistazo al
diario de Ana y lee: "A pesar de todo, sigo creyendo que la gente es
realmente buena de corazón".
Nueve nominaciones al Oscar: Película; Director George
Stevens; Actriz de reparto Shelley Winters; Actor de reparto: Ed Wynn;
Fotografía (b/n): William C. Mellor; Dirección de arte-decoración del decorado
(b/n) Lyle R. Wheeler y George W. Davis; Walter M. Scott y Stuart A. Reiss;
Diseño de vestuario (b/n): Charles LeMaire y Mary Wills; Música de una película
dramática o de comedia Alfred Newman; Premios Óscar 3: Actriz de reparto,
Cinematografía, Dirección artística. En 1959, la epopeya histórica de William
Wyler “Ben-Hur” arrasó con la mayoría de los premios Oscar, incluidos Mejor
Película y Mejor Director; Shelley Winters como la señora van Daan ganó su
Oscar como mejor actriz de reparto. Winters donó el Premio al Museo de Ana
Frank en Ámsterdam, después de prometerle a Otto Frank que lo haría si ganaba
el premio y permanece en exhibición permanente en el museo hasta el día de hoy.
Otto Frank -bien interpretado por Joseph Schildkraut- y uno de los hombres que
habían ayudado a su familia, Johannes Kleiman, fueron contratados como asesores
técnicos. Otto Frank trabajó estrechamente con la producción, se reunió con
Diane Baker y Millie Perkins y aprobó su elección para interpretar a sus
difuntas hijas Margot Frank y Ana Frank. Sin embargo, nunca se atrevió a ver la
obra o la película.
La fotografía principal se llevó a cabo del 5 de marzo
al 11 de agosto de 1958, con escenas adicionales rodadas en noviembre. El
trabajo de localización se realizó en Ámsterdam, mientras que el decorado del
anexo se construyó en los estudios 20th Century-Fox de Los Ángeles.
Dice mucho sobre que el final original, encontraba a
Ana en Bergen-Belsen, no tuvo buenos resultados con el público, por lo que
Stevens pasa a una toma de gaviotas en el cielo y un fragmento de narración que
no está tomado del libro.
Hay varios comentarios biográficos sobre Ana Frank:
Ella nació el 12 de junio de 1929 en Frankfurt am Main, Alemania. Sus padres
fueron Otto y Edith Frank. Durante los primeros cinco años de su vida, Anne
vivió con sus padres y Margot, su hermana mayor, en un apartamento en las
afueras de Frankfurt. Después de que los nazis llegaron al poder en 1933, Otto
Frank huyó a Amsterdam, en los Países Bajos, donde tenía contactos comerciales.
Pronto siguió el resto de la familia Frank, siendo Ana la última en llegar en
febrero de 1934 porque se había quedado con sus abuelos en Aquisgrán. El
destino de los francos y otros judíos de Ámsterdam estuvo marcado por la
ocupación alemana de la ciudad. Ciudad, que comenzó en mayo de 1940. A
principios de 1942, los alemanes comenzaron los preparativos para deportar
judíos de los Países Bajos a centros de exterminio en el este. En aquel momento
exigieron que todos los judíos holandeses se concentraran en Amsterdam. También
decidieron internar a todos los judíos no holandeses en el campo de tránsito de
Westerbork. Desde Westerbork, los funcionarios alemanes deportaron a judíos a
los centros de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Sobibor en la Polonia ocupada
por los alemanes. El primer transporte de deportación salió de Westerbork el 15
de julio de 1942 con destino a Auschwitz-Birkenau. Estas deportaciones y la
intensificación de las medidas antisemitas alarmaron a muchos judíos en los
Países Bajos, entre los que se encontraban los francos. Ana y su familia
decidieron esconderse en los primeros 15 días de julio de 1942. Más tarde se
les unieron otros cuatro judíos: Hermann, Auguste y Peter van Pels, así como
Fritz Pfeffer. Durante dos años, todos vivieron en un apartamento secreto en el
número 263 de Prinsengracht. El apartamento se encontraba detrás de las
oficinas comerciales en las que Otto Frank había trabajado como director de
empresa. En su diario, Ana se refiere al escondite como el "anexo
secreto". Johannes Kleiman, Victor Kugler, Johan Voskuijl, Bep Voskuijl,
Jan Gies y Miep Gies, amigos y colegas de Otto Frank, ayudaron a montar el
escondite y llevaron comida y ropa de contrabando a los Frank, arriesgando sus
propias vidas. Durante el tiempo que estuvieron escondidos, Ana llevó un diario
donde escribió sobre sus miedos, esperanzas y experiencias. Luego se produce el
arresto y la deportación. El 4 de agosto de 1944, las SS y la policía alemanas
descubrieron el escondite. Durante mucho tiempo se creyó que las autoridades
habían actuado siguiendo una pista de un holandés anónimo, pero una teoría más
reciente encontró que los alemanes descubrieron el escondite por casualidad
mientras investigaban informes de trabajo ilegal que se estaba realizando en la
casa y cometieron fraude con los cupones de racionamiento.
Ana Frank: El diario de una joven se publicó por
primera vez en Europa en 1947, y luego en inglés en el Reino Unido y Estados
Unidos en 1952. El verdadero diario de una niña judía que pasó dos años
escondiéndose de los nazis en un ático de Ámsterdam. junto a su familia, una
segunda familia y otro hombre, inmediatamente capturó la atención del mundo por
su relato honesto y sincero de una joven en crecimiento y sus experiencias en
la Segunda Guerra Mundial. Fue aún más conmovedor por el hecho de que los francos
y sus amigos finalmente fueron descubiertos, y que, aunque el diario de Ana
sobrevivió a la guerra, ella no. Murió en el campo de concentración de
Bergen-Belsen en 1945. Tenía quince años. En 1955, los escritores Frances
Goodrich y Albert Hackett escribieron y pusieron en escena una versión teatral
del diario, retitulada El diario de Ana Frank , por la que ganaron un Pulitzer.
Unos años más tarde, Goodrich y Hackett adaptaron la obra para la gran
pantalla. George Stevens, que además de dirigir clásicos como Un lugar en el
sol y Gigante también había dirigido documentales para la posguerra, se hizo
cargo del proyecto, y la película ganadora del Oscar de El diario de Ana Frank
se estrenó en 1959.
Otto Frank le escribió a Audrey Hepburn para
preguntarle si interpretaría el papel de su hija, Ana. Le dijo que su hija se
habría sentido honrada de que una actriz tan famosa de Hollywood la
interpretara en una película, y también destacó el asombroso parecido que
existía entre Ana y Hepburn cuando ella era adolescente. Al principio, ella se
interesó en el papel y su nombre aparece en la contraportada de las copias del
diario impresas y vendidas para promocionar la "próxima película".
Durante el período de casting, Hepburn finalmente respondió rechazando la
oferta, diciendo que sentía que era demasiado mayor y que carecía de las
habilidades para interpretar a Anne. Dijo que se sentía muy honrada de que se
le hubiera dado la opción y destacó la similitud entre su propia experiencia de
guerra y la de los francos y los demás en el anexo. Hepburn y Anne nacieron con
un mes de diferencia entre mayo y junio de 1929, y ambas pasaron su
adolescencia en la Holanda ocupada por los nazis. El papel fue para la recién
llegada estadounidense Millie Perkins.
“The Diary” se publicó por primera vez como una
memoria y luego se convirtió en la fuente de una obra de Broadway de Frances
Goodrich y Albert Hackett. Desde 1959 se han realizado varios documentales,
películas para televisión y miniseries sobre la víctima del Holocausto,
intentando contar la historia desde diferentes perspectivas.
Muy recomendable obra humanista. Gloria Ucrania!!!
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