sábado, 27 de julio de 2024

 


EL COLOR DE LA GRANADA.


199/23(23/07/24) Con motivo de que este año se cumplen 35 años del estreno (octubre de 1969 en Yerevan-Armenia) de este film de culto avalado por un tropel de críticas positivas y por estar en el famoso libro de “1001 PELÍCULAS QUE HAY QUE VER ANTES DE MORIR” de Steven Jay Schneyder, me lo he visto y me he encontrado con una película de arte y ensayo experimental críptica solo accesible (creo) a los que sepan de la historia del poco conocido país de Armenia, la mayoría de los espectadores, entre los que me incluyo, se encontraran ante un producto no apto a personas que quieran algo entendible desde un punto de vista general. Rodada en Armenia durante la ocupación soviética, escrita y dirigida por Sergei Parajanov, tipo perseguido por la censura comunista, al que le recortaron e intervinieron el montaje añadiendo elementos ajenos a su idea, e incluso cambiaron el título de “Sayat Nova” a “El color de la granada”.

 

La pseudo historia es un tratamiento poético de la vida del poeta y trovador armenio del siglo XVIII Sayat-Nova. La película ahora se considera un hito en la historia del cine y fue recibida con gran aclamación entre cineastas y críticos. Se presenta con poco diálogo (que ya es decir muchos), utiliza cuadros activos que representan la vida del poeta en capítulos: Infancia, Juventud, Corte del Príncipe (donde se enamora de una zarina), El Monasterio, El Sueño, La Vejez, El Ángel de la Muerte y La Muerte. Hay sonidos, música y cantos ocasionales. Cada capítulo está indicado por una tarjeta de título y enmarcado tanto por la imaginación de Sergei Parajanov como por los poemas de Sayat Nova. La actriz Sofiko Chiaureli interpreta seis papeles en la película, tanto masculinos como femeninos. Parajanov adopta un enfoque poco convencional para la narración de historias aquí. En lugar de adherirse a una estructura narrativa tradicional, opta por serie de cuadros vivos visualmente atractivos y cuidadosamente compuestos para capturar la esencia de la vida y las creaciones del poeta Sayat-Nova. El resultado es una exploración visualmente simbólica del arte, la cultura y la espiritualidad, inspirado en las propias experiencias de vida de Parajanov. Todo ello apegado al folclore armenio, desde los escenarios, las iglesias ortodoxas, el colorido vestuario, o el costumbrismo patrio.

 

Representa sujetos vivos en composiciones estáticas, jugando con la dinámica entre el movimiento y la quietud, así como la interacción entre sujetos animados y objetos inanimados. Personas mirando a cámara de modo rígido. No hay una trama, ni historia inteligible. Actuaciones ataráxicas. Hay fascinación del director por la planitud, la textura y la superficie, así como su exploración de la animación de objetos inanimados cotidianos como temas artísticos. Cada escena de la película está meticulosamente elaborada para reflejar una pintura o fotografía viva, con actores colocados estratégicamente de maneras visualmente impactantes. La composición de cada cuadro es también un guiño deliberado a la estética visual que se encuentra en los manuscritos iluminados y el arte religioso armenios.

 

La obra se me presenta como un arcano, hay una barrera impenetrable entre las disposiciones que veo y que me quieren decir (Sayat entre libros secándose al sol mientras el viento agita sus hojas; el hombre besando al pavo real, símbolo cristiano de la vida eterna; el monasterio repleto de carneros). Al inicio siento curiosidad por este extraño proyecto surrealista, me siento cautivado por la hípercromática fotografía (de Suren Shakhbazyan), con profusiónd e colores primarios que inundan la pantalla (rojos, dorados, blancos, o azules), por sus composiciones simétricas, intento desentrañar lo que se esconde en lo que muestran, pero a medida que avanza el metraje me siento alejado, hasta desconectar, no entiendo nada, ya medida que avanza siento sopor, tedio, hastío, siéndome seguramente d ellos films más cortos (80 minutos) y a la vez más aburridos a los que he asistido, un ladrillo, al que le supongo sus virtudes, pero mis entendederas no me llegan. Que para poder alcanzar a disfrutar de un film tengas que tener a mano un libro de historia para entender que (a lo mejor) me ha querido decir Parajanov me es ridículo. He visto muchos films cargados de surrealismo de Buñuel, Jean Cocteau, Fellini, Polanski, Jan Švankmajer o Lynch, y todos ellos tiene simbología universal, abierta a interpretaciones, fallidas o no, pero esta cintra es como un club cerrado asolo gente que sepa de lo que va hablarnos visualmente Parajanov. Es por lo que me resultan unos snobs seguiditas el bulbo de críticas que ensalzan a los altares del cine esta obra que debería verse con un ‘traductor’ de simbolismos al lado que fuera parando cada secuencia para explicarnos lo que hemos visto o vamos a ver, me resultan borreguiles cual cuento de “El sastrecillo valiente”, nadie se atreve a decir que ellos ven al jerarca desnudo.

 

Algunas versiones rusas de “El color de la granada” tienen características de Edición Especial. “Las Memorias de Sayat Nova”, de Levon Grigoryan, es una sinopsis de 30 minutos que explica lo que está sucediendo en los cuadros y en cada capítulo de la vida del poeta. Cada imagen cuidadosamente compuesta en El color de las granadas está codificada con un significado, pero falta la clave para interpretarlas. Está de acuerdo con Parajanov en que "si alguien se sentara a ver El color de las granadas sin fondo (ósea, yo), no tendría idea de lo que está viendo". Con esta presentación queda claro que me declaro ‘incompetente’ para juzgar esta composición de tableaux filmados en planos estáticos generales

 

El poema comienza con granadas que derraman su jugo sobre un mapa de la antigua región de Armenia. Luego describe el ascenso del gran poeta y trovador Sayat Nova, de tejedor de alfombras a arzobispo y mártir. Nacido en Georgia en 1712 en una familia campesina y llamado Harutyun Sahakyan, es recordado por los armenios como Sayat Nova o Rey de las Canciones, homenaje a su estatus en la comunidad armenia como su mayor poeta y compositor musical. Contratado para ser el trovador y luego diplomático de Heracle II de Georgia, cayó en desgracia cuando intentó casarse con la hija del rey. El rey temía que, si eso sucedía, Sayat Nova tendría demasiada influencia sobre el pueblo y se apoderaría del reino, por lo que fue proscrito y obligado a convertirse en un vagabundo y más tarde en monje. Sayat Nova fue asesinado en 1795 por las fuerzas invasoras del caballero persa, Agha Mohammed Khan.

 

«Esta película no intenta contar la vida de un poeta. En su lugar, el cineasta ha intentado recrear su mundo interior, sus estados de ánimo, sus pasiones y sus tormentos, utilizando ampliamente el simbolismo y las alegorías propias de la tradición de poetas-trovadores de la Armenia medieval». Declaración de principios, abren Sayat Nova. «Yo soy aquel cuya vida y alma son tortura». Con este verso arranca el relato de la vida de Sayat.

 

Según Frank Williams, la película de Parajanov celebra la supervivencia de la cultura armenia frente a la opresión y la persecución: "Hay imágenes específicas que están muy cargadas: jugo rojo sangre derramándose de una granada cortada sobre una tela y formando una mancha con la forma de los límites del antiguo Reino de Armenia; tintoreros sacando madejas de lana de cubas con los colores de la bandera nacional, etc."  Pues vale (¿?).

 

Hay una narrativa aproximada que traza la vida del poeta vida desde la infancia hasta la fama, el retiro y la muerte, eso dicen (¿?). Los exégetas dicen que el film sugiere que nació con su forma imaginativa de percibir la vida y lo pinta como un artista nato. A lo largo de la película, aparecen intertítulos que presumiblemente dan extractos de la obra de Nova, pero no explican cual es la referencia (¿?). La artificialidad en la composición encuentra su eco en las pinturas cristianas, en representaciones a modo de tableaux vivant recuerdan a murales que adornan las iglesias o a las escenas tejidas en los tapices. La figura del ashik (así es como se denomina en armenio a estos poetas trovadores medievales) adquiere una dimensión divina mediante la idolatría a la que le somete Paradjanov. La música de Tigran Mansuryan es de resonancias medievales se mezclan con sonidos diegéticos para componer una melodía singular. Fusiona imagen, movimiento interno del plano y sonido para lograr armonía sensorial.

 

Para los estándares de hoy día, dan grima las escenas de la matanza de corderos, como los descuartizan, evisceran. Tampoco salen bien paradas las gallinas que vemos lanzadas desde gran altura por al forma en que rebotan contra el suelo entre velas en el tramo final. 

 

Spoiler:

 

En el rush final vemos cómo murió Sayat Nova. Su verdugo quedó impresionado por su talento y le pidió que cantara varias veces antes de asesinarlo finalmente (¿?).

 

Sayat Nova fue una cantante del siglo XVIII. Vivió mucho tiempo, especialmente si consideramos la esperanza de vida en ese entonces, ya que llegó a los 80 años y aun así murió solo porque fue decapitado por razones religiosas, es decir, se negó a convertirse en musulmán.

 

Paradjanov tuvo aún más problemas si cabe para continuar filmando (Sayat Nova ya se rodó en condiciones primitivas). Tras años sometido a vigilancia y bajo continua sospecha, es detenido en diciembre de 1973 y condenado meses después a 5 años de prisión. ¿Sus delitos? Entre otros, tendencias homosexuales, incitación al suicidio o tráfico de obras de arte. Gracias a la presión internacional de intelectuales como Louis Aragon o Elsa Triolet logrará ser liberado antes de cumplir la pena completa, aunque una vez en libertad se le prohíbe trabajar en el cine. Tras otro arresto en 1982, no es hasta 1985 cuando consigue de nuevo realizar su siguiente largometraje, La leyenda de la fortaleza de Suram, al que seguirá el documental Arabescos sobre el Tema de Pirosmani. Su delicado estado de salud le lleva a interrumpir el rodaje de la que iba a ser su cinta autobiográfica, Confesión, y en 1990 el director morirá en la Erevan, la capital armenia, a los 66 años. Poder disfrutar actualmente de una obra total, irrepetible y única como Sayat Nova es verdaderamente un regalo.

 

Parajanov dijo que su inspiración fue "la miniatura iluminada armenia " y que "quería crear esa dinámica interna que surge del interior de la imagen, las formas y la dramaturgia del color". También describió esta película como una serie de miniaturas persas.

La película se rodó en numerosos lugares históricos de Armenia, entre ellos el monasterio de Sanahin, el monasterio de Haghpat, la iglesia de San Juan en Ardvi y el monasterio de Akhtala. Todas son iglesias medievales en la provincia norteña de Lori. Las localizaciones en Georgia incluyeron el monasterio de Alaverdi, la campiña que rodea el complejo del monasterio de David Gareja y el complejo Dzveli Shuamta cerca de Telavi. Las localizaciones en Azerbaiyán incluyeron la ciudad vieja de Bakú y la fortaleza de Nardaran.

 

Los censores soviéticos y los funcionarios del Partido Comunista objetaron el tratamiento poético y estilizado que Parajanov dio a la vida de Sayat-Nova, y se quejaron de que no educaba al público sobre el poeta. Como resultado, el título de la película se cambió de Sayat-Nova a El color de las granadas, y todas las referencias al nombre de Sayat-Nova fueron eliminadas de los créditos y títulos de los capítulos en la versión original de estreno en armenio. El escritor armenio Hrant Matevosyan escribió nuevos títulos de capítulos en armenio, de un carácter abstracto y poético. Los funcionarios objetaron además la abundancia de imágenes religiosas en la película, aunque todavía quedan muchas de ellas en ambas versiones supervivientes de la película. Inicialmente, el Comité Estatal de Cinematografía de Moscú se negó a permitir la distribución de la película fuera de Armenia. Se estrenó en Armenia en octubre de 1969, con una duración de 77 minutos.

 

El cineasta Sergei Yutkevich, que había trabajado como lector de guiones en el comité editorial de guiones del Comité Estatal de Cinematografía, recortó ligeramente la película y creó nuevos títulos de capítulos en ruso para que la película fuera más fácil de entender y más agradable para las autoridades. Además de cortar algunos minutos de metraje (algunos de ellos claramente debido a su contenido religioso), cambió el orden de algunas secuencias. La película finalmente recibió solo un estreno limitado en el resto de la Unión Soviética, en la versión de 73 minutos de Yutkevich.

 

‘La película se caracteriza además por su imaginería queer y andrógina. Por ejemplo, la actriz principal Sofiko Chiaureli interpreta tanto al poeta como a su amante; imágenes como la caracola y la pluma, símbolos de lo femenino y lo masculino respectivamente, son utilizadas en tándem por múltiples personajes; y el despertar sexual del joven poeta llega cuando ve cuerpos desnudos de hombres y mujeres en la casa de baños. Esto está en línea con la propia vida de Parajanov, condenado por actos homosexuales, así como por nacionalismo, varias veces en Georgia (1948) y Ucrania (1973, encarcelado en Rusia), que discriminaban a las personas homosexuales debido a preocupaciones demográficas y una base ideológica estalinista: la homosexualidad era vista como enfermedad social que amenazaba el ethos soviético colectivo. Por lo tanto, esta androginia puede leerse como paralela a la ruptura de la unidad étnica tradicional que hace la película, permeada por la ideología estatal, que logra entrelazando facetas de las tradiciones culturales armenia, georgiana, ucraniana y rusa. ‘

 

La película biográfica espiritual del poeta armenio del siglo XVIII Sayat Nova, del director ruso Sergei Paradjanov, fue prohibida por los censores soviéticos, que temían que fuera una parábola nacionalista. No se le permitió salir de Rusia hasta 1983, ya que los censores acusaron al cineasta de “secretismo”, “esteticismo decadente”, perpetuar un “culto excesivo al pasado” y “antisovietismo latente”. No solo se prohibió la película del disidente, sino que se rechazaron proyectos futuros. En 1973 fue sentenciado a cinco años de prisión soviética en Ucrania por reaccionario y a ser reeducado por su homosexualidad. En 1969, el director soviético Sergei Yutkevich reeditó (cortando veinte minutos) e hizo la versión censurada en ruso de la película llamada Tsvet Granata, que aun así estuvo prohibida y archivada durante mucho tiempo.

 

Para mí, inclasificable film, es como calificar un libro de física cuántica, igual es buenísimo, pero yo no lo entiendo. Gloria Ucrania!!!

 

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