sábado, 31 de enero de 2015


THE IMITATION GAME.

Muy merecido homenaje a un tipo fascinante que salvó millones de vidas, y que esto por mor de la seguridad nacional se ocultó, muriendo en la desidia, un ser clave en la Historia de la Humanidad que murió en el más absoluto anonimato, un genio pionero en la creación de computadoras, un hombre que luchó en su campo por librar al mundo del Yugo nazi, régimen totalitario que cercenaba las libertades, para después él en una triste paradoja del destino ser machacado vilmente por el país que había salvado, una Infamia, por ello cuando leo que fue perdonado por la Reina Isabel me dan arcadas, deberían flagelarse en público como penitencia, ellos debieran pedir perdón no concederlo, una tragedia nacional que mancha su bandera, además que pasa con todas las demás víctimas de estas nefastas leyes? No merecen una restitución de su honor? . La cinta tiene en la magnífica interpretación de Benedict Cumberbatch su gran pilar que da solidez a un conjunto sobre una historia de héroes olvidados.

El protagonista es Alan Turing (gran Benedict Cumberbetch) es un matemático y criptólogo, en Manchester en 1951 es detenido por la policía y cuenta una épica historia en un interrogatorio al agente Robert Nock (correcto Rory Kinnear), en plena WWII le fue dada la misión por el gobierno británico junto a un equipo de expertos en la materia, el campeón de ajedrez Hugh Alexander (correcto Matthew Goode ), John Cairncross (buen Allen Leech), Peter Hilton (correcto Matthew Beard), y la experta en crucigramas Joan Clarke (buena Keyra Knightley), de intentar descifrar el código secreto de comunicación nazi llamado Enigma,  lo harán en secreto en Código de Gobierno y Cypher School en Bletchley Park, construirán una máquina que Alana llamará Christopher para intentar dar con la solución, esto es el centro de la trama, también vemos en flash-back la adolescencia de Alan en un internado. En la historia tendrán importancia el comandante Denniston… (buen Charles dance y el agente de inteligencia Stewart Menzies (buen Mark Strong).

Dirige el noruego Morten Tyldum bajo el guión del debutante en largometraje Graham Moore desarrollan una bien engarzada mezcla de géneros como el thriller, el drama social, el romance platónico, salpicado de buenas dosis de humor, en una estructura narrativa ingeniosa, con un apreciable desarrollo de personajes, abordando un tríptico de tiempos manejados con pericia, con una narración en off del protagonista desde el interrogatorio que cuenta su azarosa vida, con flash-backs que saben ser efectivos y enriquecer el relato, con un desarrollo centrado en el desciframiento de Enigma, a través del cual se hace un estudio del personaje (Alan Turing), y mediante el cual hay dosis de intriga, duelos intensos, de dilemas morales. Una historia que toca temas profundos como el rechazo social, la excéntrica genialidad, el individualismo, la intolerancia, el amor platónico, la lealtad, el heroísmo anónimo o la homofobia. Nos cuentan la historia con cierta distancia sobre lo que sucede cerca, la brutal WWII, casi una obra intimista, donde incluso los insertos de archivo sobre los horrores de la guerra chirrían, la fortaleza de la cinta está en las relaciones entre personajes, en su diálogos, en sus miedos, en sus angustias, jugando con el espectador a que es una carrera contrarreloj por para la carnicería humana, lo cual acrecenta la intensidad. El realizador tiene el acierto de no caer en la sensiblería de exhibirnos una tragedia cruda, realiza un film ameno, dosificando el dramatismo, con lo que empatizamos mejor con el protagonista, llegando a untramo final donde conmueve por la injusticia que sufre

Nos adentramos en la oscura personalidad de un genio introvertido, asocial, arrogante, individualista, frío, cerrado, lacónico, taciturno, de hecho la cinta va sobre descifrar un enigma, y bien puede ser una alegoría de la compleja personalidad de Alan Turing.  Se nos expone hierático quizás como un escudo ante su “prohibida” tendencia sexual que lo hace sentirse diferente, vuelca en su obsesivo trabajo sus energías tal vez para huir de un mundo que lo rechaza. Para hacer posible  a este extraordinario hombre está un extraordinario Benedict Cumberbatch aportando una punzante personalidad, haciéndolo gris, retraído, dotándolo de matices, de carisma, de vulnerabilidad, de grietas, de timidez, de angustia vital, de manías, y haciendo a la vez tierno, con una gran expresividad gestual, de mirada honda, sabiendo ofrecer humor flemático,  como bien he leído viene a ser un cruce entre su Sherlock y el Sheldon de “Big Bang Theory”, excelso en su primer enfrentamiento el Comandante Dennison, el contrapunto a esta energía es su último encuentro con  Joan donde se atisba a un hombre derrotado, nervioso, hundido, muy divertido cuando pide el almuerzo acentuando su carácter seco y distante, también ayuda bastante a retratarlo Alex Lawther como el de adolescente, unas sensible y emocional interpretación, plantando la semilla de lo que luego será la introvertida personalidad de adulto.

Keira Knightley rezuma humanidad, autoconfianza, simpatía, un encanto de mujer con una gran química con Benedict, con una enternecedora mirada, una buena actuación que sirve de complemento al gran protagonista. Charles Dance aporta majestuosidad a su rol. Mark Strong, este infravalorado actor embiste a su sibilino papel de una oscura personalidad. Allen Leech aporta comprensión junto a villanía.  Matthew Goode está poco aprovechado. Matthew Beard tiene su minuto de gloria en el momento que cree poder salvar a su hermano de morir y se topa con la realidad del bien común.

La tara estaría en su poca valentía, no arriesga, se queda en el academismo y la despersonalización en la dirección, derivando en cierta planitud, sin momentos que te sacudan emocionalmente, de hecho hasta el que debiera ser una de las cumbres del film, cuando halla Turing la clave se queda en algo aturullado, queda forzado, nada creíble que una telefonista con <tiempo, salve y Hitler> sea la solución, a lo que le sigue el dilema moral (No sucedió) de si deben salvar al hermano de uno de ellos, se siente una casualidad chirriante, como grima da el momento <Yo soy Spartacus!>, cuando van a despedir a Turing y el resto del equipo gritan al unísono pues yo me voy, innecesario. No se entiende que dejen migas de pan con Turing repartiendo manzanas, y a la hora de mostrar su muerte a causa de esta fruta lo hurtan del film, es como diciendo que todo el mundo lo sabe y no hace falta enseñarlo, craso error.

Asimismo hay un elemento fundamental en la vida de Turing que es tratado de forma timorata, incluso parece fuese algo autocensurado, su homosexualidad, se toca de modo superficial, apenas se toca tangencialmente, no se ve su tormento por ser gay, y encima cuando se toca es de modo efectista para chantajear al protagonista, es algo que merecía mejor tratamiento, solo abordado sensiblemente en el bloque de la adolescencia de Turing, pero en el resto se toca de modo aséptico, no es la mejor forma de dar normalidad a una opción sexual prácticamente ocultarla, más bien refleja asexualidad, lo vemos al final atormentado por el tratamiento pero no hemos sentido su frustración sexual, sus posibles aventuras sexuales son fuera de plano, como avergonzados de mostrarlas en el film, se hace una leve pasada a las homófobas leyes británicas, no vemos la pantomima del juicio, por cierto leyes que hicieron emigrar en el siglo anterior a Oscar Wilde.

La puesta en escena rezuma sobriedad y buen quehacer, empezando por un meritorio diseño de producción de Maria Djurkovic (“El topo”, “Billy Elliott” o “Las horas”), recreando con tino la época y la pomposa “Christopher”,  fotografiado todo por el español Oscar Faura (“El orfanato” o “Lo imposible”) componiendo buenas tomas y dotando realismo visual al relato, adornado esto por la magistral batuta del músico galo Alexadre Desplat (“El Árbol de la Vida” o “El Gran hotel Budapest”), dotando de un lirismo elegante los fotogramas, bellos sonidos a piano y cuerda emitiendo la pasión del protagonista.

El guión ópera prima de Graham Moore (escritor, matemático y activista en defensa de los derechos de los homosexuales) se basa en el libro “Alan Turing: The Enigma” de Andrew Hodges, en 2011 fue el número uno en la Blacklist de Hollywood, referente a los mejores guiones no filmados, la Warner Bros compró el guión con la intención de que Leonardo Dicaprio la protagonizara, que mostró interés. Se barajaron los directores Ron Howard y David Yates, hasta que al final se anunció sería el noruego Morten Tyldum quien la comandaría, realizador del film escandinavo más taquillero, “Headhunters”, con su primer largo en inglés. La computadora “Christopher” es conocida popularmente como Bombe, una réplica de la original está en el museo Bletchley Park, la diseñadora de producción Maria Djurkovic afirmó que la Bombe que se ve en pantalla es más grande y con más mecanismos a la vista, esto para resultar más cinematográfica. The Weinstein Company adquirió el film por $ 7 millones, la cantidad más alta pagada jamás por la distribución de una cinta europea en USA. El título del film hace referencia a un artículo (“Maquinaria de Computación e Inteligencia”)  que Turing escribió en 1950 sobre la Inteligencia artificial, en el Turing se preguntaba si las máquinas podían pensar.

Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres, estudió en Cambridge, fue un matemático, criptoanalista, filósofo y precursor en la creación de ordenadores-computadoras, fichado por el Ejército Británico para descifrara los códigos secretos nazis conocidos como Enigma, su éxito ayudó en gran medida a derrotar a los alemanes, como a acortar la duración de la guerra, derivando en salvar según estudios a más de 14 millones de personas y acortar la guerra en dos años. Su computadora podía descifrar 159 códigos nazis en un día. Tras la contienda pasó al anonimato por cuestiones de seguridad nacional, para después la misma nación que debería haberlo encumbrado a los altares de los Héroes condenarlo por “indecencia moral”, eufemismo de homosexual, forzándolo a la castración química en 1951, el 7 de junio de 1954 en Cheshire, debido se cree a la depresión por el tratamiento agresivo le inyectó cianuro a una manzana, la mordió y se tumbó a esperar el Sueño Eterno (Turing era un gran fan de el cuento “Blancanieves y los 7 enanitos”), como anécdota se dice que Steve Jobs creó su logotipo de manzana mordida en honor del criptoanalista. El 24 de diciembre de 2013 el Gobierno del Reino Unido le concedió el perdón real. En 2011 el presidente de USA hizo un discurso en el Parlamento Británico, loó a 3 científicos ingleses, Isaac Newton, Charles Darwin y a Alan Turing. En en el centenario del nacimiento de Turing, 2012, su rostro apareció en un sello. En los 90 ya se llevó a los escenarios de Londres y Broadway una obra de teatro centrada en el desciframiento de Enigma, “Romper el código”, Derek Jakobi hizo de Alan Turing.

Hay historiadores que señalan que se han tergiversado hechos reales para dramatizarlos, se alude a su relación entre Turing y Joan Clarke, que se maximiza mucho más de lo que fue. También se criticó la minimización expositiva de la homosexualidad de Alan Turing. Referente al trabajo de desciframiento en Bletchley Park de Enigma se alteran muchas realidades, como que no fue el esfuerzo de número pequeño de personas quienes, fueron miles de personas las que colaboraban en el proyecto desde 1939, con además más de 200 Bombes, todas se destruyeron tras la guerra, manteniéndose la operación en secreto durante décadas. La máquina fue originalmente ideada y diseñada en 1938 por la polaca Marian Rejewski, que junto a otro grupo de sus compatriotas criptógrafos descifró durante la década de los 30 descifraron mensajes nazis (nada de esto se menciona en el film), pero los germanos cambiaron las máquinas de encriptados y los polacos quedaron bloqueados. Entonces entre 1939 y 1940 Alan Turing rediseñó la máquina, con ayuda del matemático Gordon Welchman (tampoco se menciona), siendo dirigidas las instalaciones inglesas por Harold Keen. En el film una vez resuelto el Enigma, uno del grupo, Peter Hilton descubre que los alemanes vana hundir un navío de la Royal Navy en el que está su hermano, Turing le dice que no pueden salvarle para salvaguardar el secreto, esto es ficción, Hilton no tenía un hermano, asimismo la decisión de que barcos salvar y cuáles no, era decisión de la Inteligencia Naval. Se caracteriza a Alan Turing como si tuviera una patología entre el síndrome de aspergen y el autismo, asocial, pero esto dicho por gente que lo conoció es falso, tenía muchas amistades, mucho sentido del humor, y buenas relaciones con compañeros de trabajo. En el film se dice el arresto de Alan Turing fue 1951 y fue en el 52, se dice en el film que se le investigó por espionaje para los soviéticos, y es falso, fue investigado por homosexual tras un robo en su vivienda, el detective que lo interroga es inventado. Cuando murió Turing, estaba inmerso en una investigación de biología mecánica, basándose en su caso de cambio por la castración química. Hay quien sostiene no fue su muerte un suicidio, se apoyan en que el tratamiento de castración química acabó 14 meses antes, y apuntan que pudo haber fallecido por los gases de cianuro fruto de un experimento en su casa, pero la versión oficial dictaminó suicidio.

Momentos para el recuerdo, aparte de los ya mencionados: El evocador tramo del Turing adolescente; Cuando Turing va a casa de Joan y encuentra allí a Menzies, este le dice han detenido a Joan por espía, Turing se viene abajo y le cuenta que un compañero (que le chantajeaba)  es el espía, al acabar la conversación Menzies le dice que Joan ha salido a hacer la compra, y que llegará pronto; El estremecedor último encuentro entre Joan y Turing donde ella para consolarlo de su tortura tanto física como mental le repite uno de los mantras del film < A veces es la gente de la que nadie imagina nada quienes hacen las cosas que nadie puede imaginar>; Cuando Turing le dice al policía que lo interroga que juzgue cual ha sido su maldad, en realidad está diciéndoselo a todos los espectadores, que por supuesto estamos de su lado.

Nos queda una inmensa actuación protagonista de Benedict Cumberbatch, en un convencional homenaje a un ser Único al que se le pagó con Intolerancia y Villanía social. Fuerza y honor!!!



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