martes, 27 de enero de 2015

EL APARTAMENTO.

Una de los Grandes films de la Historia del Cine, una Magna Obra Maestra rebosante de un romanticismo exacerbado, y eso sin haber un solo beso, un Billy Wilder en estado efervescente nos regalo tras la fantástica “Con faldas y a lo loco” un film todavía mejor, uno de los mejores si no el mejor retrato que se haya hecho de la pusilanimidad del espíritu humano, del patético y anónimo currante mangoneado por todos con la esperanza de que sus jefes le den algo de migajas, una desoladora fotografía de la prostitución “obrera”, del enchufismo, del peloteo, de una sociedad corrompida, en descomposición, en decadencia moral, un sutil misil al capitalismo despiadado que utiliza a su antojo a su “peones”. Tras el ´ñexito de crítica y taquilla de “Con faldas…” , Wilder y su guionista IAL Diamond querían darle otro film a Jack Lemmon. Una idea le rondaba la cabeza desde que vio el film de David lean “Breve encuentro”, relataba los encuentros de dos amantes que se reunían en el piso de un amigo, a Wilder se le ocurrió darle la vuelta a la historia y contar la vida del tipo que prestaba su vivienda, a este relato los dos guionistas añadieron y se inspiraron en sucesos reales, un alto ejecutivo de Hollywood, JennningsLang, fue baleado por Walter Wanger, un productor de cine, por estar Lang teniendo una aventura con su esposa, la bella actriz Joan Bennett, los encuentros de los amantes sucedían en el apartamento de un empleado de bajo nivel, otro suceso que suman friccionándolo se refiere a un amigo de Diamond al que una novia se suicidó tras romper con ella. La cinta fue otro gran éxito, avalado por 10 nominaciones a los Oscars, ganando 5, 3 fueron a Wilder, película, dirección y guión. Siendo además precursora en echar abajo el Código Hayes junto a la coetánea “Psycho”.


El escenario es Nueva York, el protagonista es Calvin Clifford (CC) Baxter (gran Jack Lemmon), un empleado más entre los cientos de una enorme compañía de seguros, con sede en un gran rascacielos, su anhelo es ir subiendo en la empresa, su método es prestar su humilde apartamento en el Upper West Side como picadero para los encuentros de varios de sus superiores, Dobsich (buen RayWalston), Vanderhoff (WillardWaterman), y Eichelberger (David White) ,  casados con amantes, para que estos lo promocionen, esto hace que CC pasé muchas noches a la intemperie, y que sus vecinos crean que es un mujeriego empedernido, especialmente el Dr. Dreyfuss (buen Jack Kruschen), el problema viene cuando el director de personal Jeff D. Sheldrake (buen Fred MacMurray ), se entera de esto, lo que ocurre es que él también quiere entrar en el juego, tiene como amante a Fran Kubelik (gran Shirley MacLaine), CC ve una vía más rápida para ascender, pero la cosa se complica al enamorarse de una ascensorista de su compañía, es Fran Kubelik.

El guion es simplemente uno de los mejores de la historia del cine una obra de relojería donde cada pieza encaja en un puzle perfecto, en una sabrosa combinación de romanticismo, humor negro, crítica social, drama sórdido, con diálogos y frases brillantes, mordaces, ácidas, punzantes, rebosante de detalles simbólicos, con construcción de situaciones vibrantes, con un desarrollo de relato que te cala, con un increscendo dramático sublime, para llegar a uno de os finales más originales y extraordinarios del Séptimo Arte (final que creo homenajearía-copiaría Buñuel para su “Viridiana), con una construcción de personajes gloriosos, con secundarios bien edificados, destilan humanidad, matizados, mostrándose con sus virtudes y sus muchos defectos. Wilder coge una historia en apariencia sencilla sobre un tipo que no duda en prostituir su piso (por ende su alma) para tener un mejor puesto de trabajo, esto en manos de otro podría haber caído en una edulcorada comedia, pero en manos de este genial austriaco deriva en una narración a la que se le sabe dar multitud de capas de reflexión, sobre la codicia, la publicidad, la ambición, el despotismo, el amor no correspondido, el matrimonio, la mentira, la infidelidad, el enchufismo, la falsa moral, el egoísmo, la hipocresía social, la dignidad personal, la soledad, la sumisión al poder, el rebelarse contra las injusticias, derivando en una fascinante comedia agridulce en un remarcado tono melancólico, océano de perdedores donde pululan frustraciones vitales, amargura, insatisfacción  o mentiras.  Historia que ahonda en lo tóxico del capitalismo despiadado, en como deshumaniza a las personas, se aborda el abuso del poder, enmarcándolo en una alegoría cercana al medievalismo donde los señores feudales abusaban a su antojo de sus siervos, esperando estos recoger las migajas que estos les dejaran caer.Su humor revestido de una turbadora mezcla de ternura y patetismo tiene efluvios del mejor Chaplin, donde a partir de situaciones agrias sabía hacer relucir humor conmovedor, componiendo una estructura del éxito en función de que en que piso del edificio trabajes, cuanto más alto estés eres más grande, reflejando el ámbito de una empresa como una carrera de hienas donde lo que prima es el peloteo en vez del buen trabajo, se puede entender como una fábula satírica impregnada de ingeniosas dosis de cinismo y de muy mala leche, universo donde la cúspide de la pirámide social es representada de modo bufo como “la llave para el baño de ejecutivos”. La cinta es una loa a las personas anónimas, personas grises que se afanan en caer simpáticos para ascender, un rastrillo de las miserias humanas, fresco desolador de la mediocridad, vendiendo entre líneas su alma al diablo del dólar, y que en la travesía se dan cuenta que el alma no tiene precio.Todo esto encuadrado temporalmente en lo que se supone un tiempo de artificiosa felicidad, la Navidad y Fin de Año, me encanta esto, yo odio esas maniqueas fechas en las que hay estar alegre porque sí, me repatea este impostado tiempo y que el Maestro Wilder arremeta con fina ironía contra estos días me encanta, los desnuda con saña, las dos catarsis, una en Nochebuena y la otra en Nochevieja, mostrando el lado perverso de tas vomitivas fiestas.


Fue la última película en b/n en ganar el Oscar hasta “La lista de Schindler”. La escena de la fiesta de Navidad en la oficina fue rodada filmada el 23 de diciembre de 1959, con lo que el espiitu navideño que mana de la secuencia es real, de hecho Billy Wilder la rodó en una sola toma, diciendo posteriormente <Me gustaría fuese siempre así tan fácil. Solo he tenido que gritar acción y retirarme>.Lemmon sufrió varios percances durante la filmación, en una escena tenía que estar en un banco del parque habiendo temperaturas bajo cero, cogiendo un resfriado, asimismo entra escena Lemmon es golpeado, pues el actor es golpeado realmente, Wilder cogió esta toma para el montaje final.En 1968 se estrenó en Broadway el musical “Promesas, promesas” de Neil Simon, con música de BurtBucharach y letras de Hal David basado en el guión de “El apartamento”.

La puesta en escena es sobresaliente, con una dirección artística de Alexandre Trauner (“Othello” de O. Welles, “Rifif” o “El hombre que pudo reinar”) exuberante, haciendo de los escenarios fuente de impulsos emocionales, ejemplo es la recreación de la cuasi-infinita oficina en la que trabajan cientos de empleados en mesas anónimas, en un juego de perspectiva maravilloso, donde no se ve el fin, con tropecientos escritorios alineaos perfectamente, pues esto es falseado, pues lo que hacen es colocar escritorios más pequeños conforme se retira la imagen, donde incluso para ganar en dimensión se coloca a personas más bajitas y al fondo a niños, para irradiar esta sensación de pequeños eslabones de un engranaje en el que los empleado queda deshumanizado, esta oficina se inspira claramente en “Y el mundo marcha” (1928) de King Vidor. También es muy acertado el apartamento de Baxter, angosto y deprimente, para dar impresión de vetusto se utilizó mobiliario de segunda mano, parte de ello del propio Wilder. Esto fotografiado con maestría en glorioso b/n por Joseph Lasalle (“Laura”, “La Conquista del Oeste o “En bandeja de plata”), la falta de color repercute sabiamente en transmisión de tristeza ambiental, pues las imágenes podrían potenciar falsamente el falsario colorido navideño, el formato de pantalla ancha (panavisión) potencia la soledad de los personajes, son más insignificantes en los planos abiertos, se juega con los grises, los claroscuros, la aspereza del negro, con estupendos planos de las fiestas en oficina o bares, con tomas  en las que vemos a unos personajes en primer plano que pregonan tristeza y languidez y en segundo plano el jolgorio de las fiestas, , o en las tomas en que vemos a Baxter esperando en el exterior de su apartamento nos cala el frío magnífico. Y todo adornado por la deliciosa música de Adolph Deutsch (“Con faldas y a lo loco” o “7 novias para 7 hermanos”), con hermosa melodías de saxo enfatizando la melancolía del relato, el tema de los crédito iníciales es de Charles Williams "Jealous Lover", se escuchó primera vez en película de 1949 “La época romántica”, se añaden fragmentos de temas de Glenn Miller (“Jarrita marrón”) y Tchaikovsky ("Capricho italiano").

Es de destacar la Sibarita utilización de objetos en el guión por parte de Wilder a los que se recurre durante el metraje con inteligencia, desde la llave del apartamento y del baño de ejecutivos, la botella de champán, la raqueta para filtrar fideos, los clínex, el bombín de CC, símbolo de su ascenso y al final símbolo de lo vacuo cuando se lo pone a un limpiador, el billete de 100 $, lo material como alegoría de huecos sentimientos, el espejo roto, metáfora de espíritus quebrados, las aceitunas con palillos del martini que CC pone a modo de estrella, símbolo contradictorio de su infelicidad, la corona de papel, alegoría de que ya tiene su ansiado reinado, y por supuesto la baraja de cartas.

Jack Lemmon está colosal como el ser anodino, ninguneado, mangoneado, reflejo del hombre corriente, con matices, con una evolución creíble, humaniza a  un trepa de existencia vacía, con un lenguaje corporal y gestual excelso, con una sonrisa cándida, con una mirada final a Shirley conmovedora. Wilder le dejó improvisar en algunas escenas, ejemplo cuando hace spaguetis con la raqueta, derivando en una encarnación llena de naturalidad, siendo su segunda nominación al Oscar al mejor actor, la primera por “Con faldas y a …”. Shirley MacLaine rebosa la pantalla con un tremendo encanto y dulzura, un atractivo y simpatía irresistible, emitiendo fragilidad, angustia, frustración, hastío, y con una sonrisa que apabulla, y con Lemmon una química Legendaria, una de las parejas del cine por antonomasia, aún sin darse un beso irradian un gran amor, su conexión se produce por la afinidad de frustraciones, por lo triste de sus vidas, Excelente. Y el tercer vértice del triángulo es un Fred MacMurray majestuoso, carismático, autosuficiente, arrogante, su altanería y egocentrismo nos llega diáfano, Wilder pensó originalmente que este rol lo hiciera Paul Douglas pero este murió. Entre los secundarios resalto a un estupendo Jack Kruschen, desprendiendo un tremendo humor.  

Spoiler:


Billy Wilder y sus 3 Oscars
Arranca el film de modo atractivo, acentuando su tono cínico-burlón, con un monólogo de Baxter en el que desgrana su patética vida, de cómo no está en la oficina a altas horas por su dedicación stajonovista, es que no tiene un sitio mejor donde estar, su método para ascender laboralmente, ceder su Apartamento a sus superiores para sus aventurillas extramaritales, trabaja en la mesa 861 del piso 19 en un rascacielos propiedad de una compañía de seguros, la inmensa oficina superpoblada, aspira a subir al piso 27, donde viven los “nobles” directivos. Y seguimos con momentos de los que se quedan perennes en la memoria por su calado y profundidad: Cuando CC lleva un montón de botellas de alcohol vacías a la basura y se cruza con su vecino Dr. Dreyfuss, este le pide deje cuando muera, remarca que por lo que escucha por las noches no será muy tarde, que deje su cuerpo a la ciencia, jocoso; Cuando Baxter en la soledad de su apartamento, ante comida recalentada se dispone a ver en la tele el film “Gran Hotel”, pero se dice que va a haber un anuncio antes de empezar, CC cambia de cadena mientras tanto, ve unos segundos un film del oeste, vuelve al canal , y oye <Pero antes, escuchen el mensaje de nuestro segundo patrocinador>, desilusionado apaga el televisor, voraz crítica a la tele y la publicidad; Cuando uno de los crápulas que pasa por el picadero del apartamento sale del piso y la amante le pregunta <Traes a otras mujeres aquí?>, el tipo responde cínicamente <Por supuesto que no! Soy un hombre felizmente casado>; Cuando CC tiene que cuadrar la agenda de su apartamento, teniendo que hacer llamadas a unos y a otros, en lo que parece un tetris de horas, divertidísimo; La triste imagen de CC solo delante del teatro, sonándose la nariz con un paquete de clínex que lleva bajo la gabardina, esperando a su cita que nunca llegará; La frase de una chica que sale del ascensor con otras <Y le dije “Nunca más. Búscate un coche más grande o una chica más pequeña”>; El tramo en la fiesta de Navidad en la oficina en que CC charla alegremente con la Sta. Kubelik enseñándole su bombín, cuando esta le pasa su espejo roto para se mire como le queda, entonces CC se desmorona, se entera que es la amante de su jefe, que no tiene con ella posibilidades, ella le dice que al mirarse el reflejo da como ella se siente; Cuando CC conoce en un bar a una mujer en Nochebuena, con diálogos surrealistas y en el bar vacío un baile cabeza contra cabeza antológico, y de fondo un Papa Noel emborrachándose, alegoría de la tristeza de la Navidad; En Nochebuena en el apartamento de CC están Fran y Sheldrake, ella le regala el disco con música del pianista del bar donde se reunían los dos, él le corresponde con un billete de 100 $ para que se compre lo que quiera, definitorio de los sentimientos de una y otro; Cuando CC le cuanta a Fran su accidente con un revólver por culpa de una chica <Tardé un año en poder mover la rodilla, pero olvidé a la chica en 3 semanas>; Baxter le dice a la Sta. Kubelik una desgarradora frase <Solía vivir como Robinson Crusoe, quiero decir, naufragó entre 8 millones de personas Y entonces, un día vi una huella en la arena, y allí estabas>; Cuando hacia el final Fran se encuentra con CC en el lobby de la empresa, él le dice que está saliendo con una bella chica que está al fondo sola, y que todo le va bien, terminan de hablar CC se dirige hacia la chica, en realidad va al kiosco, un hombre coge a la chica del brazo y se van, le ha mentido a Fran; La amenaza de Sheldrake a CC <Lo que has ganado en dos meses, lo puedes perder en un segundo>; El momento Épico en que CC dice basta, Sheldrake le exige la llave de su apartamento, CC le entrega una llave, Sheldrake le dice que se ha equivocado, que no es la su piso, CC le responde no se ha equivocado es la de los baños de los ejecutivos, esto lo dice mientras recoge sus cosas del su nueva oficina, sabe lo despedirá, Homérico; Y por supuesto su magno final, estamos en Nochevieja, CC prepara la mudanza de su piso, recoge las cosas, al ver la raqueta ve un spagueti sobre las cuerdas, lo lía en su dedo, recordando claramente cuando preparó la comida para Fran, entonces la imagen salta a Fran que está en una fiesta con una corona de papel, pero ella tiene la mirada perdida entre el jolgorio general, Sheldrake llega a la mesa con bebida, este le cuenta a Fran que CC le negó la llave, y le dijo que menos aún se la dejaría para estar allí con ella, Fran suelta una sutil sonrisa, de pronto suena la música de Fin de Año, la gente del local se levanta a cantar, Sheldrake se da la vuelta para entonar, se vuelve y ya no está Fran, sobre la silla su corona, alegoría de que ha dejado de aspirar a ser una “Reina”, la vemos correr sonriente por la calle, entra en el bloque de CC, sube las escaleras y de pronto oye un estallido, su rostro cambia, piensa es un disparo de suicidio, grita desesperada ante la puerta de CC, este le abre con una botella descorchada de champán en la mano, entra en el piso y ve las cajas de mudanza, CC le dice que se va a otro barrio y a otro trabajo, ella responde que va a hacer igual, flemáticamente ella coge una libreta y un lápiz y pregunta por las cartas mientras se sienta en el sofá, él le pregunta por Sheldrake, ella mientras baraja cartas dice que le enviará todas las Navidades un pastel (guiño a una historia anterior), él la mira estupefacto, ella le pide corte la baraja, lo hace y le dice que la quiere, ella mira las cartas, el remarca que está locamente enamorado de ella, ella le pasa las cartas, le sonríe tiernamente y le dice <Calla y reparte>, se quita el abrigo y CC reparte naipes, ICONO del Séptimo Arte.


Obra Maestra que reviste de travesía épica la Odisea de unos seres comunes que buscan su lugar en el mundo. Fuerza y honor!!!


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