Una de los Grandes films de
la Historia del Cine, una Magna Obra Maestra rebosante de un romanticismo
exacerbado, y eso sin haber un solo beso, un Billy Wilder en estado
efervescente nos regalo tras la fantástica “Con faldas y a lo loco” un film
todavía mejor, uno de los mejores si no el mejor retrato que se haya hecho de
la pusilanimidad del espíritu humano, del patético y anónimo currante
mangoneado por todos con la esperanza de que sus jefes le den algo de migajas,
una desoladora fotografía de la prostitución “obrera”, del enchufismo, del
peloteo, de una sociedad corrompida, en descomposición, en decadencia moral, un
sutil misil al capitalismo despiadado que utiliza a su antojo a su “peones”. Tras
el ´ñexito de crítica y taquilla de “Con faldas…” , Wilder y su guionista IAL
Diamond querían darle otro film a Jack Lemmon. Una idea le rondaba la cabeza
desde que vio el film de David lean “Breve encuentro”, relataba los encuentros
de dos amantes que se reunían en el piso de un amigo, a Wilder se le ocurrió
darle la vuelta a la historia y contar la vida del tipo que prestaba su
vivienda, a este relato los dos guionistas añadieron y se inspiraron en sucesos
reales, un alto ejecutivo de Hollywood, JennningsLang, fue baleado por Walter
Wanger, un productor de cine, por estar Lang teniendo una aventura con su
esposa, la bella actriz Joan Bennett, los encuentros de los amantes sucedían en
el apartamento de un empleado de bajo nivel, otro suceso que suman friccionándolo
se refiere a un amigo de Diamond al que una novia se suicidó tras romper con
ella. La cinta fue otro gran éxito, avalado por 10 nominaciones a los Oscars,
ganando 5, 3 fueron a Wilder, película, dirección y guión. Siendo además
precursora en echar abajo el Código Hayes junto a la coetánea “Psycho”.
El escenario es Nueva York,
el protagonista es Calvin Clifford (CC) Baxter (gran Jack Lemmon), un empleado
más entre los cientos de una enorme compañía de seguros, con sede en un gran
rascacielos, su anhelo es ir subiendo en la empresa, su método es prestar su
humilde apartamento en el Upper West Side como picadero para los encuentros de varios
de sus superiores, Dobsich (buen RayWalston), Vanderhoff
(WillardWaterman), y Eichelberger (David White) , casados con amantes, para que
estos lo promocionen, esto hace que CC pasé muchas noches a la intemperie, y
que sus vecinos crean que es un mujeriego empedernido, especialmente el Dr. Dreyfuss
(buen Jack Kruschen), el problema viene cuando el director de personal Jeff D.
Sheldrake (buen Fred MacMurray), se entera de
esto, lo que ocurre es que él también quiere entrar en el juego, tiene como
amante a Fran Kubelik (gran Shirley MacLaine), CC ve una vía más rápida para
ascender, pero la cosa se complica al enamorarse de una ascensorista de su
compañía, es Fran Kubelik.
El guion es simplemente uno de los mejores de la
historia del cine una obra de relojería donde cada pieza encaja en un puzle
perfecto, en una sabrosa combinación de romanticismo, humor negro, crítica
social, drama sórdido, con diálogos y frases brillantes, mordaces, ácidas,
punzantes, rebosante de detalles simbólicos, con construcción de situaciones
vibrantes, con un desarrollo de relato que te cala, con un increscendo
dramático sublime, para llegar a uno de os finales más originales y extraordinarios
del Séptimo Arte (final que creo homenajearía-copiaría Buñuel para su
“Viridiana), con una construcción de personajes gloriosos, con secundarios bien
edificados, destilan humanidad, matizados, mostrándose con sus virtudes y sus
muchos defectos. Wilder coge una historia en apariencia sencilla sobre un tipo
que no duda en prostituir su piso (por ende su alma) para tener un mejor puesto
de trabajo, esto en manos de otro podría haber caído en una edulcorada comedia,
pero en manos de este genial austriaco deriva en una narración a la que se le
sabe dar multitud de capas de reflexión, sobre la codicia, la publicidad, la
ambición, el despotismo, el amor no correspondido, el matrimonio, la mentira,
la infidelidad, el enchufismo, la falsa moral, el egoísmo, la hipocresía
social, la dignidad personal, la soledad, la sumisión al poder, el rebelarse
contra las injusticias, derivando en una fascinante comedia agridulce en un
remarcado tono melancólico, océano de perdedores donde pululan frustraciones
vitales, amargura, insatisfacción o
mentiras. Historia que ahonda en lo
tóxico del capitalismo despiadado, en como deshumaniza a las personas, se
aborda el abuso del poder, enmarcándolo en una alegoría cercana al medievalismo
donde los señores feudales abusaban a su antojo de sus siervos, esperando estos
recoger las migajas que estos les dejaran caer.Su humor revestido de una
turbadora mezcla de ternura y patetismo tiene efluvios del mejor Chaplin, donde
a partir de situaciones agrias sabía hacer relucir humor conmovedor, componiendo
una estructura del éxito en función de que en que piso del edificio trabajes,
cuanto más alto estés eres más grande, reflejando el ámbito de una empresa como
una carrera de hienas donde lo que prima es el peloteo en vez del buen trabajo,
se puede entender como una fábula satírica impregnada de ingeniosas dosis de
cinismo y de muy mala leche, universo donde la cúspide de la pirámide social es
representada de modo bufo como “la llave para el baño de ejecutivos”. La cinta
es una loa a las personas anónimas, personas grises que se afanan en caer
simpáticos para ascender, un rastrillo de las miserias humanas, fresco
desolador de la mediocridad, vendiendo entre líneas su alma al diablo del
dólar, y que en la travesía se dan cuenta que el alma no tiene precio.Todo esto
encuadrado temporalmente en lo que se supone un tiempo de artificiosa
felicidad, la Navidad y Fin de Año, me encanta esto, yo odio esas maniqueas
fechas en las que hay estar alegre porque sí, me repatea este impostado tiempo
y que el Maestro Wilder arremeta con fina ironía contra estos días me encanta,
los desnuda con saña, las dos catarsis, una en Nochebuena y la otra en
Nochevieja, mostrando el lado perverso de tas vomitivas fiestas.
Fue la última película en b/n
en ganar el Oscar hasta “La lista de Schindler”. La escena de la fiesta de
Navidad en la oficina fue rodada filmada el 23 de diciembre de 1959, con lo que
el espiitu navideño que mana de la secuencia es real, de hecho Billy Wilder la
rodó en una sola toma, diciendo posteriormente <Me gustaría fuese siempre
así tan fácil. Solo he tenido que gritar acción y retirarme>.Lemmon sufrió
varios percances durante la filmación, en una escena tenía que estar en un
banco del parque habiendo temperaturas bajo cero, cogiendo un resfriado,
asimismo entra escena Lemmon es golpeado, pues el actor es golpeado realmente,
Wilder cogió esta toma para el montaje final.En 1968 se estrenó en Broadway el
musical “Promesas, promesas” de Neil Simon, con música de BurtBucharach y
letras de Hal David basado en el guión de “El apartamento”.
La puesta en escena es
sobresaliente, con una dirección artística de Alexandre Trauner (“Othello” de
O. Welles, “Rifif” o “El hombre que pudo reinar”) exuberante, haciendo de los
escenarios fuente de impulsos emocionales, ejemplo es la recreación de la
cuasi-infinita oficina en la que trabajan cientos de empleados en mesas
anónimas, en un juego de perspectiva maravilloso, donde no se ve el fin, con
tropecientos escritorios alineaos perfectamente, pues esto es falseado, pues lo
que hacen es colocar escritorios más pequeños conforme se retira la imagen,
donde incluso para ganar en dimensión se coloca a personas más bajitas y al
fondo a niños, para irradiar esta sensación de pequeños eslabones de un
engranaje en el que los empleado queda deshumanizado, esta oficina se inspira
claramente en “Y el mundo marcha” (1928) de King Vidor. También es muy acertado
el apartamento de Baxter, angosto y deprimente, para dar impresión de vetusto
se utilizó mobiliario de segunda mano, parte de ello del propio Wilder. Esto
fotografiado con maestría en glorioso b/n por Joseph Lasalle (“Laura”, “La
Conquista del Oeste o “En bandeja de plata”), la falta de color repercute
sabiamente en transmisión de tristeza ambiental, pues las imágenes podrían
potenciar falsamente el falsario colorido navideño, el formato de pantalla
ancha (panavisión) potencia la soledad de los personajes, son más
insignificantes en los planos abiertos, se juega con los grises, los
claroscuros, la aspereza del negro, con estupendos planos de las fiestas en oficina
o bares, con tomas en las que vemos a
unos personajes en primer plano que pregonan tristeza y languidez y en segundo
plano el jolgorio de las fiestas, , o en las tomas en que vemos a Baxter esperando
en el exterior de su apartamento nos cala el frío magnífico. Y todo adornado
por la deliciosa música de Adolph Deutsch (“Con faldas y a lo loco” o “7 novias
para 7 hermanos”), con hermosa melodías de saxo enfatizando la melancolía del
relato, el tema de los crédito iníciales es deCharles
Williams"Jealous Lover",
se escuchó primera vez en película de 1949 “La época
romántica”, se añaden fragmentos de temas de Glenn Miller (“Jarrita
marrón”) y Tchaikovsky ("Capricho italiano").
Es de destacar la Sibarita
utilización de objetos en el guión por parte de Wilder a los que se recurre
durante el metraje con inteligencia, desde la llave del apartamento y del baño
de ejecutivos, la botella de champán, la raqueta para filtrar fideos, los clínex,
el bombín de CC, símbolo de su ascenso y al final símbolo de lo vacuo cuando se
lo pone a un limpiador, el billete de 100 $, lo material como alegoría de
huecos sentimientos, el espejo roto, metáfora de espíritus quebrados, las
aceitunas con palillos del martini que CC pone a modo de estrella, símbolo
contradictorio de su infelicidad, la corona de papel, alegoría de que ya tiene
su ansiado reinado, y por supuesto la baraja de cartas.
Jack Lemmon está colosal como
el ser anodino, ninguneado, mangoneado, reflejo del hombre corriente, con
matices, con una evolución creíble, humaniza a
un trepa de existencia vacía, con un lenguaje corporal y gestual excelso,
con una sonrisa cándida, con una mirada final a Shirley conmovedora. Wilder le
dejó improvisar en algunas escenas, ejemplo cuando hace spaguetis con la
raqueta, derivando en una encarnación llena de naturalidad, siendo su segunda
nominación al Oscar al mejor actor, la primera por “Con faldas y a …”. Shirley
MacLaine rebosa la pantalla con un tremendo encanto y dulzura, un atractivo y
simpatía irresistible, emitiendo fragilidad, angustia, frustración, hastío, y
con una sonrisa que apabulla, y con Lemmon una química Legendaria, una de las
parejas del cine por antonomasia, aún sin darse un beso irradian un gran amor,
su conexión se produce por la afinidad de frustraciones, por lo triste de sus
vidas, Excelente. Y el tercer vértice del triángulo es un Fred MacMurray
majestuoso, carismático, autosuficiente, arrogante, su altanería y egocentrismo
nos llega diáfano, Wilder pensó originalmente que este rol lo hiciera Paul
Douglas pero este murió. Entre los secundarios resalto a un estupendo Jack
Kruschen, desprendiendo un tremendo humor.
Spoiler:
Billy Wilder y sus 3 Oscars
Arranca el film de modo
atractivo, acentuando su tono cínico-burlón, con un monólogo de Baxter en el
que desgrana su patética vida, de cómo no está en la oficina a altas horas por
su dedicación stajonovista, es que no tiene un sitio mejor donde estar, su
método para ascender laboralmente, ceder su Apartamento a sus superiores para
sus aventurillas extramaritales, trabaja en la mesa 861 del piso 19 en un
rascacielos propiedad de una compañía de seguros, la inmensa oficina
superpoblada, aspira a subir al piso 27, donde viven los “nobles” directivos. Y
seguimos con momentos de los que se quedan perennes en la memoria por su calado
y profundidad: Cuando CC lleva un montón de botellas de alcohol vacías a la
basura y se cruza con su vecino Dr. Dreyfuss, este le pide deje cuando muera, remarca que por lo que escucha por las noches no será muy tarde, que deje su
cuerpo a la ciencia, jocoso; Cuando Baxter en la soledad de su apartamento,
ante comida recalentada se dispone a ver en la tele el film “Gran Hotel”, pero
se dice que va a haber un anuncio antes de empezar, CC cambia de cadena
mientras tanto, ve unos segundos un film del oeste, vuelve al canal , y oye
<Pero antes, escuchen el mensaje de nuestro segundo patrocinador>,
desilusionado apaga el televisor, voraz crítica a la tele y la publicidad; Cuando
uno de los crápulas que pasa por el picadero del apartamento sale del piso y la
amante le pregunta <Traes a otras mujeres aquí?>, el tipo responde cínicamente
<Por supuesto que no! Soy un hombre felizmente casado>; Cuando CC tiene
que cuadrar la agenda de su apartamento, teniendo que hacer llamadas a unos y a
otros, en lo que parece un tetris de horas, divertidísimo; La triste imagen de
CC solo delante del teatro, sonándose la nariz con un paquete de clínex que
lleva bajo la gabardina, esperando a su cita que nunca llegará; La frase de una
chica que sale del ascensor con otras <Y le dije “Nunca más. Búscate un
coche más grande o una chica más pequeña”>; El tramo en la fiesta de Navidad
en la oficina en que CC charla alegremente con la Sta. Kubelik enseñándole su bombín,
cuando esta le pasa su espejo roto para se mire como le queda, entonces CC se
desmorona, se entera que es la amante de su jefe, que no tiene con ella posibilidades,
ella le dice que al mirarse el reflejo da como ella se siente; Cuando CC conoce
en un bar a una mujer en Nochebuena, con diálogos surrealistas y en el bar
vacío un baile cabeza contra cabeza antológico, y de fondo un Papa Noel
emborrachándose, alegoría de la tristeza de la Navidad; En Nochebuena en el
apartamento de CC están Fran y Sheldrake, ella le regala el disco con música
del pianista del bar donde se reunían los dos, él le corresponde con un billete
de 100 $ para que se compre lo que quiera, definitorio de los sentimientos de
una y otro; Cuando CC le cuanta a Fran su accidente con un revólver por culpa
de una chica <Tardé un año en poder mover la rodilla, pero olvidé a la chica
en 3 semanas>; Baxter le dice a la Sta. Kubelik una desgarradora frase <Solía
vivir como Robinson Crusoe, quiero decir, naufragó entre 8 millones de personas
Y entonces, un día vi una huella en la arena, y allí estabas>; Cuando hacia
el final Fran se encuentra con CC en el lobby de la empresa, él le dice que
está saliendo con una bella chica que está al fondo sola, y que todo le va
bien, terminan de hablar CC se dirige hacia la chica, en realidad va al kiosco,
un hombre coge a la chica del brazo y se van, le ha mentido a Fran; La amenaza
de Sheldrake a CC <Lo que has ganado en dos meses, lo puedes perder en un
segundo>; El momento Épico en que CC dice basta, Sheldrake le exige la llave
de su apartamento, CC le entrega una llave, Sheldrake le dice que se ha
equivocado, que no es la su piso, CC le responde no se ha equivocado es la de
los baños de los ejecutivos, esto lo dice mientras recoge sus cosas del su
nueva oficina, sabe lo despedirá, Homérico; Y por supuesto su magno final,
estamos en Nochevieja, CC prepara la mudanza de su piso, recoge las cosas, al
ver la raqueta ve un spagueti sobre las cuerdas, lo lía en su dedo, recordando
claramente cuando preparó la comida para Fran, entonces la imagen salta a Fran
que está en una fiesta con una corona de papel, pero ella tiene la mirada
perdida entre el jolgorio general, Sheldrake llega a la mesa con bebida, este
le cuenta a Fran que CC le negó la llave, y le dijo que menos aún se la dejaría
para estar allí con ella, Fran suelta una sutil sonrisa, de pronto suena la
música de Fin de Año, la gente del local se levanta a cantar, Sheldrake se da
la vuelta para entonar, se vuelve y ya no está Fran, sobre la silla su corona,
alegoría de que ha dejado de aspirar a ser una “Reina”, la vemos correr
sonriente por la calle, entra en el bloque de CC, sube las escaleras y de
pronto oye un estallido, su rostro cambia, piensa es un disparo de suicidio, grita
desesperada ante la puerta de CC, este le abre con una botella descorchada de
champán en la mano, entra en el piso y ve las cajas de mudanza, CC le dice que
se va a otro barrio y a otro trabajo, ella responde que va a hacer igual, flemáticamente
ella coge una libreta y un lápiz y pregunta por las cartas mientras se sienta
en el sofá, él le pregunta por Sheldrake, ella mientras baraja cartas dice que
le enviará todas las Navidades un pastel (guiño a una historia anterior), él la
mira estupefacto, ella le pide corte la baraja, lo hace y le dice que la
quiere, ella mira las cartas, el remarca que está locamente enamorado de ella,
ella le pasa las cartas, le sonríe tiernamente y le dice <Calla y reparte>,
se quita el abrigo y CC reparte naipes, ICONO del Séptimo Arte.
Obra Maestra que reviste de
travesía épica la Odisea de unos seres comunes que buscan su lugar en el mundo.
Fuerza y honor!!!
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