TRAINSPOTING.
Icono
imperecedero de la cultura pop, uno de los soplos de aire fresco más
placenteros que el Cine nos haya regalado. El segundo largometraje del escocés
Danny Boyle supuso un hito fílmico, una Mítica Obra Maestra que aborda sin
complejos y sin moralinas el problema de las drogas, expone el tema con
nihilismo, sin dar fáciles soluciones, tiene la valentía de enfocarlo desde el
punto de vista de un yonki, su visión es sardónica, caustica, desencantada, y
sobre todo frenética, trepidante y rebosante de un humor negro que te atrapa
desde su Antológico inicio con Mark Renton corriendo de la policía por la
Princess St. De Edimburgo mientras escuchamos en off su tremendo monólogo en
que pone de vuelta y media a la acomodaticia e hipócrita clase media.
El escenario
principal es Edimburgo, el protagonista es Mark Renton (gran Ewan McGregor), es
un joven heroinómano sin más objetivo en la vida que chutarse, se junta con los
yonkis, Simon “Sick Boy” Williamson (gran Johnny Lee Miller), un elegante
muchacho obsesionado con la saga James Bond, y Daniel “Spud” Murphy (gran Ewen
Bremmer), un patético e inocente drogadicto, además tiene como amigo a Tommy
MacKenzie (buen Kevin McKidd), un aficionado al futbol, con una novia con la que
se graba en el sexo y que no se droga (todavía), y Francis Begbie, un
sociópata, que no se droga pero que bebe alcohol como si se fuera a acabar, se
drogan el cuchitril de Swaney “La Madre Superiora” (buen Peter Mullan). El
grupo intenta buscarse la vida en las calles de la urbe escocesa, entre robos,
peleas, y demás chanchullos. Mark intentará dejar las drogas, pero el entorno
le volverá a succionar a este submundo.
El oscarizado guión de John Hodge (“Trance”) se basa en la primera novela homónima (1993) de Irvine Welsh (hace un cameo como el camello Mikey Forrester que suministra la droga-supositorio a Mark Renton), el libro hacia un enfoque coral a la historia, cuenta 7 historias distintas con diferentes personajes, que al final se relacionan. Hodge hace de Mark Renton el protagonista, hace de su compleja evolución personal el motor del film, es al que oímos sus nihilistas pensamientos en off, sus tremebundos soliloquios, su visión pesimista del mundo que le rodea, su odio a la vida burguesa acomodada y ordinaria, que basa la felicidad en el materialismo vacío, no quiere trabajar, no se amarra a una pareja, es un amoral con lazos de amistad volubles, no está conectado a su familia, es un individualista con la única misión de conseguir su siguiente dosis de droga y como sea. El relato aborda con mordacidad y mucho humor oscuro el tema de las adicciones a las drogas, mezclando con un Descomunal ingenio lo escatológico, lo grotesco, lo sórdido, con lo surrealista rayando en lo onírico, ello con una incómoda frescura, a esto se añade un ritmo trepidante, extasiante, arrollador, con diálogos chispeantes, con momentos desbordantes de divertimento, en medio de una atmósfera underground deprimente. Se radiografía a una juventud perdida, insatisfecha, vacía, desorientada, desesperanzada, sin rumbo, nihilista, autodestructiva, que busca evadirse de la realidad con las drogas nos hace un macabro fresco de la insatisfacción de una generación perdida. La cinta fue muy polémica en su estreno por no intentar moralizar y mandar mensajes sobre lo malas que son las drogas, incluso se la acusó de hacer apología del consumo de estas nocivas sustancias, Danny Boyle tuvo la valentía de no pontificar con sermones morales, no se posiciona, esta no es su misión el exhibe con crudeza este submundo, lo vemos todo a través de sus ojos, su mezquina existencia, pero les da alma a estos yonkis, les da personalidad, los humaniza, nos toma como personas inteligentes que sabemos hacer nuestros propios juicios de valor, y esto me gusta, cada personaje refleja una un modo de afrontar esta sombría adicción, se delinean de modo tridimensional, no caen en la fácil caricatura, creando tipos con los que se empatiza con facilidad. Tipos cínicos que se desenvuelven con una vibrante labia, ágiles diálogos, divertidos, punzantes, que hablan una especie de ingles filtrado por un estilo barriobajero escocés, tan complicado de entender que en USA se dobló.
IRVINE WELSH |
La cinta se
puede partir en dos, la primera es hecha a base de un torrente set-pieces
geniales, carácter episódico, la velocidad a la que suceden los acontecimientos
es adrenalítica, un vendaval de sucesos que alternan el drama con la comedia
retorcida de modo brillante, con el Mark Renton en el centro viviendo sus vanos
intentos de dejar las drogas y recayendo una y otra vez, ello con apenas hilo
conductor, con arranque que te deja fascinado y escuchamos el soliloquio que
marca a fuego el resto de metraje, , impactante la aparición de Mark corriendo
por una calle de Edimburgo a los sones electrizantes de Iggy Pop (“lust For
Live”), la segunda parte la sitúo cuando Mark consigue dejar la heroína y se
traslada a Londres a intentar ser lo que tanto odia “un burgués”, el ritmo
aminora un poco, y entramos en un thriller de traficantes de medio pelo en el
que los principios morales del protagonista son puestos en juego.
La puesta en
escena es uno de sus grandes aciertos, colocando la acción en Edimburgo no
sacan de la urbe su gloriosa belleza, si no que retratan un microcosmos
deprimente, unos suburbios pusilánimes, edificios deslucidos, viviendas
decrépitas, mobiliario viejuno, pisos asquerosos con solo un asqueroso colchón,
bares mugrientos, una mirada feista, y hasta aparece “El Retrete Más Asqueroso
De Toda Escocia” (ampliable quizás a todo el mundo), gracias al sobresaliente
diseño de producción de Kave Quinn (“Layer Cake”), realzado por la sensacional
fotografía de Brian Tufano (“Billy Elliot”), impregnada de de grises apagados
en exteriores, con cromatismo cuasi-irreal en interiores, destacando el local
donde e se drogan, esto sumado nos da la visión de un drogadicto de Edimburgo,
su filtro patético la convierte en mugrienta, estropeada y grotesca. La trama
adornada por la Colosal galería de temas que canalizan de modo impetuoso la
acción, desde Iggy Pop, “Atomic” de Sleeper cuando Mark ve a Diane en la disco,
New Order, Brian Eno, Blur, Damon Albarn, o los technotemas de Leftfield,
Primal Scream, Ice MC o Underworld, e incluso temas de música clásica de Georges
Bizet y Johann Sebastian Bach, pero sobre todo el Apoteósico tema de Lou Reed
“A Perfect Day”, con al que nos nos trasladamos con mark a su ultramundo en un chute, tiñendo de lirismo melancólico las surrealistas
imágenes del subidón, de hecho esta crítica se la dedico a Lou Reed fallecido
recientemente y que en cuestiones fílmicas esta es su buque insignia. Todos los
temas están perfectamente al servicio de la trama, no son forzadas, encauzan las
emociones maravillosamente. A todo esto se añade el soberbio montaje de
Masahiro Hirakubo (“La Playa”), que dota de un ritmo palpitante y dinámico al
relato, sabiendo serenarse en los momentos adecuados para nos calen las
ensoñaciones, genial.
EL film posee algunos
momentos Sublimes, que recordaras por siempre: El comienzo ya referido con el
monólogo y de fondo Iggy Pop; Cuando a los sones de Bizet Mark cuenta su
sistema para dejar las drogas, y tras enumerar lo necesario…; Cuando se pone la
droga-supositorio y le entra diarrea, y se mete en “El Retrete Más Asqueroso de
Toda Escocia”, se le cae el supositorio por el váter y Mark se introduce poco a
poco en el sumidero a buscarla en medio de todas las heces, acabando en el
fondo del mar y consiguiendo atraparlo, una Magna parodia del anuncio de jabón
Fa en que una bella mujer en la bañera para coger la pastilla de jabón hace lo
mismo; El Abracadabrante gag escatológico que le
sucede a “Spud” tras acostarse un poco borracho y suelto de vientre, con el
desparrame final del viscoso contenido de una sábana en el comedor familiar,
impactantemente divertido, aunque no apto a mentes escrupulosas; Los desternillantes soliloquios de “Sick Boy” sobre James Bond; Cuando
a “Spud” le hacen la entrevista de trabajo; Cuando Tommy no encuentra su cinta
de sexo casero y cree que la ha cambiado
en el videoclub y vemos a Mark y “Sick Boy” verla en su casa; Cuando los yonkis
están en trance por el chute en la madriguera de “La madre Superiora” y son
despertados por los gritos desesperados de Allison, esta ha descubierto al bebé
en la cuna que está muerto, la cámara lo expone de modo estremecedor, los
drogadictos se miran aterrados, y como afrontan el shock? Con otro chute que
les abstraiga de la realidad; tremebundo; Cuando Mark Renton huye de sus padres
para otro chute, comenzando una de las Cumbres del Cine, Danny Boyle exhibe un
atronador ingenio al mostrarnos de modo onírico su subidón, son el “Perfect
Day” de Loy Reed de fondo, con fascinantes metáforas visuales, sus padres lo
encierran en su dormitorio para que se le pase el mono, asistimos a su
sufrimiento consiguiendo el realizador que nos sintamos en el averno
pesadillesco con Mark, siendo el Zenit el bebé muerto reptando por el techo del
dormitorio terminando dando la vuelta su cuello, vemos su rostro blanco de
muerto, horripilante, Hito del Séptimo Arte; Cuando Begbie lanza la jarra de
cerveza en el bar provocando una pelea; Cuando Begbie se enrolla con un
travesti; La mirada de conmovedora que “Spud” le hace a Mark cuando este se
dispone a huir con la plata; o … y más y más.
El título “Trainspotting” curiosamente
no se menciona en todo el metraje, proviene del nombre que le dan los
británicos a un pasatiempo solitario que consiste en anotar cuantos más números
mejor de las locomotoras de tren que se pueden ver en pasar por una estación,
esto se considera propio de solitarios “nerds” que visten con anoraks, y que
este juego es su mayor emoción, lo escoceses le dan otro significado en su
argot, es buscarse una vena para chutarse droga. En el libro de Irvine Welsh,
Mark entra con un Begbie en una estación de tren abandonada en los suburbios
edimburgueses a orinar, un viejo borracho les pregunta en broma si hacen
“Trainspotting”, Welsh comentó en el The New Yorker que “Trainspotting” es una
forma de adicción.
En conjunto queda una Obra
Maestra que en su momento me dejó petrificado por la grata sorpresa que me
causó, esperaba una historia tristona sobre este submundo y me encuentro con
este Hito. Fuerza y honor!!!
Frases:
<Elige la vida. Elige un
empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te
cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos.
Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a
interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y
maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de
putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los
domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que
embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida
basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo
miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has
engendrado para remplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida... pero por qué iba
yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. Y las
razones? No hay razones. Quién necesita razones cuando tienes heroína?>;
<Renunciando a la droga. Fase primera:
Preparación. Hará falta una habitación, que no abandonaras. Música relajante.
Sopa de tomate, diez latas. Sopa de champiñón, ocho latas (para tomar en frío).
Helado de vainilla, tamaño familiar. Evacuol, un frasco. Paracetamol, enjuague
bucal, vitaminas. Agua mineral, bebida isotónica. Pornografía. Un colchón. Un
cubo para la orina, otro para las heces y otro para los vómitos. Una televisión
y un bote de valium. Que ya he obtenido previamente de mi madre que es también a
su modo casero y socialmente aceptable una drogadicta. Ahora, ya estás listo.
Todo que necesito es un último chute para aliviar el dolor, mientras el valium
hace efecto.>;
<Coge el mejor orgasmo que
hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca>;
<Es una mierda ser escocés,
somos lo más bajo de entre lo más bajo, la escoria de la puta tierra. La basura
más servil, más miserable y más patética jamás salida del culo de la
civilización. Algunos odian a los ingleses, yo no, solo son soplapollas,
estamos colonizados por unos soplapollas. Ni siquiera encontramos una cultura
decente que nos colonice, estamos gobernados por unos gilipollas. Esto es una
grandísima mierda Tommy, y todo el aire puro del mundo no cambiara las putas
cosas.>;
<Y en eses momento, Spud,
Sick Boy y yo, hicimos una saludable, notificada y democrática decisión de volver
a la heroína lo más pronto posible>
<Ursula Andress, la chica Bond por excelencia.
Todo el mundo lo dice. La encarnación de su superioridad respecto a nosotros
¿no? Bella, exótica, altamente sexual y, sin embargo, totalmente inaccesible
para cualquiera de nosotros. Mierda! Quiero decir, admitámoslo, si se folló a
uno de Edimburgo es capaz de follarnos a todos.>;
<Dentro de diez años no habrá tíos y tías,
solo gilipollas>;
<El mundo está cambiando, la música está
cambiando, las drogas están cambiando, los hombres y las mujeres están
cambiando... Dentro de mil años no habrá tíos ni tías... solo gilipollas.>;
<Ahora voy a reformarme y
dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo, voy
a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te
cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas
eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto,
ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, tele-concursos, comida basura,
niños, paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf,
lavar el coche, jersey elegantes, navidades en familia, planes de pensiones,
desgravación fiscal... Ir tirando,…>.
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