martes, 27 de enero de 2015



NACIDO EL 4 DE JULIO.

<Quiero ir a Vietnam. Voy a morir allí si tengo que hacerlo>



Oliver Stone en su mejor época creativa nos obsequio con un notable film antibélico basado libremente en la biografía de Ron Kovic, un combatiente voluntario en Vietnam, segunda parte de su trilogía sobre el conflicto tras “Platoon”, Stone habla desde su posición de veterano de esta Guerra , sirvió en la infantería USA de septiembre del 67 a noviembre del 68, obteniendo la Estrella de Bronce y el Corazón Púrpura con un racimo de hoja de roble, quedando punzado. Este es un relato nada fácil, áspero, duro, una apasionante cinta de transformación, de maduración, de despertar, de desengaño, de cómo nos educan para ser de una forma determinada y a veces lo que nos han contado no se corresponde con la realidad que nos han formado, gran parte del mérito de la fuerza de la historia está en la espléndida actuación de un Tom Cruise en estado cumbre. Aunque cabe achacarle cierto grado manipulador unidireccional, y cierta vaguedad en ciertos momentos del guión, guión que visto por partes nos deja escenas de una solidez tremenda pero que hiladas una con otra deja endeblez en cierto punto.
 
La historia está estructurada en varios tramos, lo que son un viaje del despertar de la inocencia del protagonista, se inicia en 1960, Ron Kovic (gran Tom Cruise) es un muchacho acomodado en Massapequa (Nueva york) nacido el 4 de julio, pertenece a una familia conservadora, con unos padres (buen Raymond J. Barry y buena Caroline Kava),  muy católicos, y con un carácter educacional muy patriótico, lo vemos de niño disfrutar de un idílico verano, disfrutando del primer beso inocente de una chica, y fascinado por los veteranos de guerra durante el desfile del día USA (4 de julio), años después USA está sumergida en la Guerra de Vietnam apoyando al Sur contra el comunista Norte, Ron tras una enfervorecida charla en la high school de un marine reclutador (gran Tom Berenger), decide como muchos amigos suyos se alista en la infantería, a lo que es inducido también por el anticomunismo de su madre. Este tramo es un bloque sólido contado idealizadamente, comienza con Ron jugando en un bosque  con sus amigos a la guerra, juego de espejos en el que el reflejo retorcido es el segundo tramo. El segundo tramo acontece en 1968 en la Guerra en Vietnam, es el contraste radical al primer bloque, Ron es sargento, durante una incursión en una aldea que creían con enemigos realizan un tiroteo en el que descubren han realizado una masacre entre civiles, varios mujeres y niños, durante la retirada de la aldea llegan los norvietnamitas atacándoles, en el caos entre las dunas Ron cree haber disparado y matado a un compañero entre la confusión, estos errores causan en Ron una tremenda angustia por los sentimientos de culpa,  3 meses después, en otra refriega contra el enemigo Ron es herido de gravedad, este tramo es corto pero marcará a fuego el resto del metraje. El tercer tramo acontece en el hospital militar del Bronx, allí nos enteramos que Ron está paralizado de pecho para abajo, el protagonista tratará de sobreponerse intentando poder mover las piernas a pesar de de lo que le han dicho los médicos. Las condiciones de vida en el hospital son deprimentes, material viejo, pocos asistentes, e instalaciones asquerosas de salubridad, suciedad, con hasta ratas deambulando entre los heridos, y con pacientes drogándose, parece las antesala al Averno. En 1969 Ron vuelve al hogar con sus padres en silla de ruedas, allí primero es recibido como un héroe, pero poco a poco Ron siente el rechazo de muchos por la guerra, su hermano, un amigo, manifestaciones pacifistas con quemas de banderas, … Ron comienza una transformación por el hastío, la angustia, ellos fantasmas de lo que pasó en Vietnam le acosan, cayendo en el alcoholismo y la agresividad, desembocando en una dura discusión con su madre, su padre le aconseja que vaya de viaje a México, donde van muchos veteranos a reponerse. En el quinto tramo seguimos a Ron en sus vacaciones hedonistas en una ciudad mexicana con más veteranos, el alcohol y las prostitutas no faltan, pero el vacío por sufrimiento le acosa. El sexto tramo lo entiendo como la redención de Ron, intenta purgar sus conflictos interiores, primero con una confesión a una familia y luego intenta ser la voz de los indignados y desengañados con la Guerra.


Oliver Stone (aparece en el film en la tele como un reportero) y el propio Ron Kovic (aparece en el film en la secuencia del desfile del 4 de julio como soldado que se asusta al oír petardos explotar) adaptan el libro homónimo autobiográfico, relatan la odisea de desengaño que sufre un estadounidense medio, un muchacho criado en la fe cristiana y en el patriotismo, dos dogmas de fe que no se discuten, se aceptan sobre todas las ideas, y se combate a aquel que las ponga en peligro, chico que nos retratan en una infancia y adolescencia idealizada, feliz, jugando con sus amigos, yendo a desfiles de la patria, fascinándose por los veteranos de guerra, con padres cariñosos, con bailes de escuela en los que besa a su amada, pero llega el marine con su enfervorecida charla hace que el protagonista quiera darlo todo por mantener esta vida que él cree peligrar, todo muy de estampa bucólica del espíritu yanki, el Edén de su pueblo se torna en Averno, el contraste en la Guerra, donde el honor, la nobleza, la dignidad son algo bastante retorcible, muertes de niños, mujeres inocentes, muertos por fuego amigo, y ya en el hospital se da cuenta de que su Patria no lo cuida, lo deja cuasi- a la intemperie, en un hospital que es casi peor que Vietnam, una especie de nivel del Inferno de Dante, es un despojo que su país no cuida, vuelve a su casa y lo que él espera un recibimiento acorde con lo que ha dado por su nación se vuelven caras de lástima y un ambiente hostil hacia la Guerra que él creía necesaria, los fantasmas, los remordimientos y las secuelas de la Guerra le visitan, le oprimen y le hacen sufrir una metamorfosis. Stone pretende mostrarnos el anverso sombrío del patriotismo, cuando la gloria ansiada se torna en vejaciones, indiferencia o deshonor. Stone retrata con inteligencia una época convulsa, donde mandaban a miles de jóvenes a luchar por la “libertad” a miles de km mientras en USA existía la segregación racial, donde se luchaba por los derechos civiles, un tiempo en que los jóvenes americanos se rebelaban ante un Estado que los manipulaba con espúreas motivaciones. Se radiografían las huellas psíquicas que deja una guerra, las marcas que deja en los combatientes, no existen las buenas guerras, se ahonda en el tormento pesadillesco enmarcándolo en un drama de tremenda intensidad, con esta narración sobre la pérdida de la inocencia, de cómo un chiquillo de gran bondad cree que morir por defender el estilo de vida americano es un buen destino, y se topa de silla de ruedas con la realidad. Stone en su anterior film sobre la guerra del Vietnam nos sumergía en el Infierno del conflicto, en su caos, en como convierte en salvajes a los soldados, aquí apenas se detiene en el Vietnam físico, aquí lo que hace es un desalentador fresco del después de estar allí, ausculta a la sociedad, disecciona como se adoctrina a los jóvenes y cuando retornan  casa la Guerra está allí, las loas y gloria son un estigma.



Hay varios puntos negativos que la impiden ser redonda, la evolución de ferviente creyente patriota en anti-guerra-Vietnam me queda algo confusa, me resulta forzada, repentina, como si algo se hubiera quedado en la mesa de montaje, igual entre las elipsis se ha colado esta vital información, todo su conflicto interno parece estar sostenido en que se quedó en una silla de ruedas y estéril, él fue voluntario, estaba dispuesto a morir por USA, sabía que podría pasarle lo que le ocurrió, son gajes de las guerras, me da la impresión que si no hubiera sido herido habría seguido siendo pro-guerra, si este cambio se hubiera dado tras el hospital sería entendible pero en casa sigue defendiendo la guerra, va orgulloso al desfile del 4 de julio, y escucha a un niño llorar, entra en estado de shock y parece que esto es el detonante, va la universidad donde se concentran en contra de la guerra y no se posiciona, pasamos a una pelea en un bar con Ron borracho, vuelve a casa y ya está en contra discutiendo soezmente con su madre, esgrimiendo que no tiene pene, esto es la Patria, tener pene? Demasiado enclenque. En el libro Kovic resulta claro en que el hospital y las concentraciones pacifistas en la universidad de Kent le hicieron variar su visión del conflicto, en el film esto queda tenue. Luego él mata por error a un soldado y esto le angustia, normal, pero lo hizo él, no USA, no puede culpar a la Patria de lo que él ha hecho, y es que me llega la impresión de que Estados Unidos es el chivo expiatorio de los fantasmas que él ha edificado, un recurso facilón para quitarse las culpas. Y luego está su componente manipulador político unidireccional, Stone tiene un enemigo al que ataca sibilinamente mezclando verdades con mentiras, por voz de Ron dice que fueron a luchar contra pobres campesinos, cuando la verdad es que fueron a luchar junto a otros vietnamitas contra otros vietnamitas que les querían imponer el comunismo, estará bien o mal pero ayudaban a un bando, no iban solos, y de hecho el bando del norte también fue ayudado por otras potencias como China, La URSS, Crea del Norte y hasta Cuba. Stone dirige sus dardos contra un solo partido político, sus odiados republicanos, menuda patraña, los que iniciaron la intervención USA en Indochina fueron primero Kennedy y después Lyndon B. Johnson, y con ese final bastante maniqueo embiste contra Nixon, el que inició el repliegue de tropas  y ensalza a los Demócratas el partido de JFK y Johnson, hay que ser muy retorcido, y otro “Demonio Republicano”, el presidente Gerald Ford fue el que firmó la retirada total de tropas, esto no se comenta, se distorsiona la verdad siguiendo la máxima de que la realidad no oculte mi objetivo político. Además, Stone se toma licencias dramáticas (spoiler) con respecto a la verdad para sostener su nada sutil mensaje, esto si haces gala de que lo que vemos pasó resulta harto torticero.

El alma de la cinta es un Tom Cruise inmenso, impregna de una intensidad trémula a su Ron, sabe infundirle pasión, ilusión, idealismo, para acabar en patetismo, frustración, desengaño, ira, dotándolo de tridimensionalidad, humanizándolo, haciéndonos participes de su dolor, lo tiñe de un tremendo carisma, un tipo enérgico, con brío, pero que sabe emitir gran sensibilidad, enorme el momento cuando está dando el discurso y oye el llanto del bebe, o en la volcánica discusión nocturna con su madre, o la mirada que le echa a la prostituta bajando por las escaleras acompañado por un tipo,  o en la pelea en México con Charlie (Willem Dafoe), en la turbadora confesión a los padres y esposa, es mesurado, sin caer fáciles histrionismos, con un lenguaje físico soberbio, Extraordinaria actuación que vino a demostrar que tras una cara bonita habitaba un gran actor. El resto de secundarios cumplen con creces, Caroline Kava resulta buena en su rol de ferviente católica y patriótica, Kyra Sedgwick muy dulce en su papel, Frank Whaley emite un gran tormento interior, Tom Berenger sublime en sus pocos segundos en pantalla, un Titán, Willem Dafoe buenísimo como trastornado veterano en México, Cordelia González resulta enternecedora como la meretriz comprensiva, y más estupendas actuaciones son gran apoyo para la historia.

La puesta en escena es prodigiosa, una gran alarde sensorial, con un sobresaliente diseño de producción Bruno Rubeo (“Platoon”, “Pactar Con ElDiablo” o “El Mercader De Venecia”), con escenarios de gran veracidad jugando con las diferentes épocas, Stone pretendía rodar en Vietnam pero las heridas de la Guerra aún no habían cicatrizado y tuvo que filmar en Filipinas como ya lo hizo en “Platoon”, y cada momento enaltecido de modo distinto por la fabulosa fotografía de Robert Richardson (“JFK”, “Casino” o “Shutter Island”), en el tramo de la juventud con cromatismo suave evocando cuasi-ensueño, y desprendiendo gran nostalgia, luego el tramo en Nam, rodando los combates y las marchas a contraluz sepia , con el fuego del sol abrasando cual Averno, con esa muerte cuasi- sombra chinesca que recuerda a la icónica foto de Frank Capa, con colores más apagados en el hospital, y más calidad en pos de exponer la travesía vital de Ron. Y todo envuelto en la épica música de John Williams (“Tiburón”, “Superman” o “Star Wars”), de resonancias vibrantes, de la que te pone el vello enervado, canalizando de modo elegiaco el relato, a esto se añade un repertorio de temas contextuales Colosal de Frankie Avalon, Bob Dylan, Van Morrison, The Temptations, Don McLean o John Fogerty, que acunan las secuencias de modo excelso.

La cinta posee su gran poderío en la intensa construcción de las secuencias, de una enorme brillantez visual y de fuerza dramática, algunos ya mencionados, otros: Todo el tramo inicial en la juventud de Ron está envuelto en un halo cuasi-onírico, con una tonalidad estética deliciosa, un viaje mágico a la felicidad donde todo es idílico, ese beso de la niña a Ron y este responde haciendo flexiones, es la candidez de la niñez, esa mirada obnubilada de Ron a los veteranos bajo los acordes épicos de John Williams estremece, esas charlas comprensivas con los padres, o el enardecido discurso del reclutador, o esa carrera bajo la lluvia para ir a bailar con su amada Donna con el evocador tema “Moon River”, Stone da una clase magistral sobre como reflejar el “American Way Of Live”, y llega el tramo en Vietnam lejos de los aires selváticos de “Platoon” aquí nos traslada a lares semi-desiertos fotografiados hermosamente, y llegamos al hospital especie de preámbulo del Averno, por lo que he leído bastante cercano a la realidad, con momentos perturbadores, me quedo con la emocionante defensa a ultranza que hace Kovic de sus piernas inútiles para que no se las corten, o el contradictorio desfile del 4 de julio con Ron, hay gente que lo alaba y otra que lo ataca, o cuando la prostituta le hace el amor mientras el llora de felicidad, estremecedor, hay más momentos … 



Este film cuando lo vi en su momento me fue redondo, me causó un gran impacto, pero con posteriores visones he detectado los dos elementos que la hacen bajar de puntuación, la manipulación política, con invención de hechos y retorcimiento de otros, y que la evolución de pro a anti no me es gradual. Con lo cual me queda un film de escenas prodigiosas, de gran calado emocional por si solas pero que entrelazadas me falta algo de gradualidad. Aún así, con todos los defectos, en la báscula de lo bueno y malo me es una notable película. Fuerza y honor!!!

Spoiler:



Me extraña y no entiendo porque Stone nos hurta de escuchar el discurso final de Ron en la asamblea de los demócratas de 1976, incomprensible.



RON KOVIC A LA IZQUIERDA, TOM CRUISE A LA IZQUIERDA
En lo de la manipulación y tergiversación hay elementos como que la madre de Ron protestó contra la imagen de fanática religiosa que se da ella, también el oficial real al que Ron en Vietnam confiesa haber matado por error a un compañero, dijo que era falso lo relatado en el film, no se hizo borrón sobre los hechos, si no que se abrió una investigación y se declaró a Ron inocente. En la protesta universitaria se escenifica que la policía cargó violenta e indiscriminadamente porra en mano contra los manifestantes, pues la protesta sucedió pero asistentes al evento dijeron que tranquila y sin presencia policial antidisturbios. Hacia el final Ron junto a otros veteranos de guerra en silla de ruedas intenta acceder a la convención republicana donde habla Nixon, en el film es sacado salvajemente del lugar y posteriormente deriva en una brutal carga policial contra los manifestantes, en la realidad Ron swi fue sacado del lugar pero cruentamente y mucho menos hubo una carga de los antidisturbios (menuda mala publicidad hubiera sido para los republicanos), estos indignados estuvieron fuera sin arremeter nadie contra ellos. Stone se inventa que Ron vaya a pedir perdón a la familia del soldado que este creer haber matado erróneamente, esto dramáticamente queda estremecedor pero jamás ocurrió. Si es una historia de ficción vale tantas licencias pero si nos cuentan que esto es realidad y quieren “evangelizar” se siente uno algo estafado al saber la realidad. Hay más licencias como que Donna (Kyra Segdwick) es un personaje ficticio, Ron no tuvo este amor, se nos muestra que Ron al salir del hospital vuelve a la casa de los padres, esto es falso, él se instala en un apartamento y asiste a la universidad por un tiempo, esto se omite del film. 

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