martes, 27 de enero de 2015




LA NOVIA DE FRANKENSTEIN.


Por Un Nuevo Mundo De Dioses Y Monstruos.

Un clásico imperecedero del terror, una excelente secuela que ha creado como la primera Iconos del Séptimo Arte, como la Novia, con su moño cónico con rayos a los lados del peinado, y con sus peculiares chillidos. Tras el éxito de la primera, 4 años después repite equipo, con mismo realizador, James Whale, mismo Dr. Frankenstein, Colin Clive y mismo impresionante Monstruo, Boris Karloff. Los guionistas cogen material de la novela de Mary Shelley "Frankenstein: or, The Modern Prometheus" (1818), que no tomaron en la primera, para hacer una versión libre de la historia. En esta se vuelve a profundizar en similar temática sobre las fronteras que no hay que rebasar en la ciencia intentando jugar a ser Dioses, además se aborda la soledad, la necesidad de compañía, el ostracismo social, la amistad o la lucha contra la muerte. Lo hace superando en belleza gótica a su antecesora, con alegorías visuales que han dado que hablar, con imaginería religiosa, necrófila y homosexual.

Arranca una tormentosa noche en una mansión, allí están reunidos Percy Bysshe Shelley (Douglas Walton ) y Lord Byron (Gavin Gordon) y Mary Shelley (Elsa Lanchester), la afamada escritora tras una diatriba sobre la lección moral que era su popular relato sobre el Monstruo creado por Frankenstein , les conmina a seguir escuchando la segunda parte. Entonces nos adentramos justo en la continuación de “El Doctor Frankenstein”, la Criatura (gran Boris Karloff) ha sido quemada en el molino, la muchedumbre observa cómo se calcina, mientras se llevan en camilla al Doctor Henry que creen muerto. Pero cuando la turba de gente se marcha, el Monstruo emerge de un pozo bajo el molino, dejando a su paso 2 víctimas. El Doctor es llevado a su residencia junto a su novia Elizabeth (inane Valerie Hobson), el Doctor revive milagrosamente. Ha visitar a Frankenstein llega su antiguo mentor, el siniestro Doctor Septimus Pretorius (gran Ernest Thesiger ). Este está obsesionado con dar vida a una mujer, para lo que intenta recabar la ayuda de Henry, este se niega,  pero los acontecimientos se precipitan con la relacón que consigue Pretorius con la Criatura, viéndose forzado por chantaje Henry a ayudar a Pretorius.

Whale en esta secuela ahonda en el drama del Mosntruo, lo humaniza, le da sentimientos, le hace hablar, incluso llora, pero cuanto más aprende menos le gusta lo que ve, será consciente del Monstruo que es y se odiará, sus reacciones violentas serán conscientes, no como en la primera. Aquí el Dr. Frankenstein se arrepiente de lo hecho, y entonces la cinta necesita un villano nuevo, y aquí aparece el formidable Dr. Pretorius, el nuevo “Doctor Loco”, un malvado sibilino, elegante, sutil, manipulador, maravillosa encarnación de Ernest Thesiger, un obseso de la recreación de vida. Esta cinta además posee un substrato más subliminal de sugerencias que la primera, dotando a la historia de más ambigüedad moral, de más complejidad, por ejemplo, el Monstruo comienza matando a una pareja en el molino, pero sin embargo a continuación salva a una pastorcita de morir ahogada. Los personajes están muy bien definidos, la historia fluye a un ritmo trepidante, quizás demasiado, no deja aposentarse lo que sucede, con destellos de suspense, intriga, horror, miedo, humor o romance.



Posee un inicio atractivo y sugestivo, una cámara se acerca en una tormentosa noche a una mansión (Villa Diodati-Suiza), nos adentramos por un ventanal donde charlan distendidamente Lord Byron, el poeta Percy B. Shelley y su amante Mary Shelley, Lord Byron loa a Mary por su “Frankenstein”, y esta les dice que su relato no ha terminado, Lord Byron la incita <Cuéntanos tus infiernos mientras el cielo brama>,  ella se dispone a continuar su Homérico cuento de terror, antes Lord Byron nos refresca la memoria sobre lo antecedido con flashes de la primera parte, y Mary comienza <Una noche perfecta para el misterio y el horror, el aire mismo está lleno de monstruos> y Lord Byron remarca <Somos todo oídos. Mientras el cielo hace estallar la noche ahí fuera, ábrenos los abismos del infierno...>,  vemos el molino de viento ardiendo y ya nos tiene enganchados la narración. Curioso que empiecen con Mary Shelley puesto que el film no es fiel al libro, pequeña licencia concedida.



La puesta en escena es aún más brillante que en la primera, con una gran dirección artística de Charles d. Hall (“Drácula” o “Sin novedad en el frente”), con un estupendo sentido gótico, con la mansión de Mary Shelley, con la mansión de Frankenstein, el dormitorio de Henry, con la celda en la que encierran al Monstruo, con la cripta, o con la torre y el laboratorio, esto fotografiado espléndidamente por John J. Mescall (“El Príncipe estudiante” 1925) en glorioso b/n, con un remarcado toque expresionista alemán, con tenebroso patinado, acentuando las sombras los claroscuros, con angulaciones, ejemplo la lúgubre escena del primer encuentro Pretorius y el Monstruo, picados, contrapicados, tomas que dan amplitud infinita, todo ello nos da una gran expresividad de decorados, canalizando sensaciones, a esto se añade algo no presente en la primera, música, la de Franz Waxman (“Capitanes intrépidos”), construyendo 3 temas leitmotiv, para el Monstruo, para Pretorius y para la Novia, con unas melodías adecuadas para imbuirnos del drama, Constantin Bakaleinikoff (“Encadenados”) con 22 músicos grabó la puntuación en una sola sesión de nueve horas.

Pero no todo es redondo, hay desequilibrios, están sus toques de humor, sobre todo a cargo del personaje de Minnie (histriónica Una O´Connor), grotescos y chirriantes, así como la escena en que Pretorius enseña los homúnculos (humanos diminutos), al Dr. Frankenstein, me ha sido fuera de lugar, no se sabe que pintan ahí, que importancia tienen, descolocan, desvían la atención de lo primordial, es un número de fantasía mezclado con humor que cruje, parece como si tuvieran que meter los avances en f/x como fuera, aunque he leído que Mary Shelley hace referencia en la novela, aún así desafinan. Tampoco la subtrama entre Elizabeth y Henry tiene fuerza alguna, resultan más fríos que el hielo. Otras taras tienen que ver con el final, las cuento en spoiler, esto me implica que sea más una historia de momentos que de relato sólido, estas irregularidades la torpedean.


De las interpretaciones los más destacable es un conmovedor Boris Karloff con su evolución del personaje atormentado, con apariencia de Monstruo, pero que solo es un espejo donde se reflejan las verdaderas bestias, los humanos, aportando el actor sutil sensibilidad que hace nos duela lo que le pasa. Ernst Thesiger compone a un malo malísimo sibilino, sofisticado, mordaz, de sonrisa perversa, un hedonista retorcido y manipulador, movido por sus obsesiones. O.P. Heggie como el ciego dota a su breve rol de un tremendo encanto y empatía.

Momentos para el recuerdo: La irr5everente crucifixión sobre un palo del Monstruo, con un plano contrapicado inquietante; Cuando el Monstruo está en el calabozo, formidable el asiento que tiene y como se desata su furia volcánica; Cuando vagando por el bosque oye la hermosa música de violín del “Ave María” y sigue su melodía hasta una cabaña, allí un ciego ermitaño (gran O.P. Heggie), el ciego no le teme y lo toma por una bendición para remediar su soledad, estableciéndose entre los dos una tierna amistad, el ermitaño le enseña a pronunciar algunas básicas palabras, además de a comer pan, vino, y has a fumar, haciendo brotar del Monstruo  emociones de amistad; La cena furtiva que se da el Monstruo con Pretorius en las catacumbas, perturbadora, utilizando un ataúd de mesa, fascinante; o por supuesto su clímax final en la torre (spoiler).


El tramo final resulta conmovedor, primero las cometas captando los rayos en la torre, la Novia es dada a la vida, la plataforma donde reposa (inspirada en “Metrópolis” de Lang) se verticaliza, y la vemos a modo de momia (inspirada en Nefertiti) , y en un juego fotográfico precioso la vemos metamorfoseado con la túnica y con el peinado cónico con rayos, mítico, se mueve a modo de robot, intenta andar, y entonces ve al Monstruo, y ella entra en pánico, grita (Elsa dijo que inspirándose en cisnes que vio en un estanque, tanto gritó que quedo dolorida en la garganta), el Monstruo se frustra, ella se coge a Henry asustada, y el Monstruo dice compungido <Ella me odia>, a él lo vemos lagrimear, y se coge a la palanca de autodestrucción de la torre, y dice a Henry que se vaya que va a matar a los 3, al Dr. Pretorius, a la Novia y a él mismo, emocionante, acabando el sonido con un acorde disonante, indicación de Whale, remarcando el momento explosión.

Las taras a las que me refería en el final: No entiendo porque el Monstruo tira a Karl de la torre, que ataque de furia le ha dado?, Tampoco entiendo como se ha escapado Elizabeth de la cueva, se nos ha hurtado información, seguramente en un torpe montaje, tampoco sé donde aparece de la nada una palanca de autodestrucción, menuda fantasía atemporal, y para rematar tampoco entiendo porque el Monstruo deja escapar a Henry, el causante de todos los males, incoherente, de hecho Pretorius es el único que ha querido comprenderle y darle compañía.

Referente a los homúnculos hay quién ha querido darles un sentido, cada uno de ellos representaría estereotipos diferentes, de índole del poder, con la reina y el rey, de índole sexual, la bailarina y la sirena, y de índole moral-religiosa, el arzobispo y el demonio.

La Universal Pictures con el éxito de “Frankenstein” (1931) planeó una secuela, pero problemas con el guión hicieron post-poner el rodaje. James Whale no deseaba dirigirla, pensaba no daba más de sí la historia, el productor Carl Laemmle Jr. (“Frankenstein”), insistió en que la realizara tras triunfar Whale con “El Hombre Invisible” (1933), esto lo aprovechó Whale para obtener carta blanca. El primer guión fue de Robert Florey (“Doble asesinato en la calle Morgue”), se titulaba “Las nuevas aventuras de Frankenstein”, rechazado en 1932, Tom Reed hizo en 1933 otro llamado “El retorno de Frankenstein”,  título que se iba a mantener, se presentó a la oficina censora del Código Hays para su revisión, pero a Whale no le gustó como quedó y se contrató a  Lawrence G. Blochman (“Fascinación”) y Philip MacDonald (“Rebeca”), pero no dejó satisfecho al director que echó mano en 1934 de John L. Balderston (“Drácula” o “Frankestein”), y este incorporó el elemento crucial de la nueva compañera para la Criatura, en el libro lo destruyen antes de tener vida, además incorporó el singular prólogo con Mary Shelley, al perfeccionista Whale no le agradó del todo y los dramaturgos William J. Hurlbut (“Imitación a la vida”) Edmund Pearson (“El Lobo Humano”), quedando al final como una amalgama de un poco de todos. El final de la primera parte fue modificado, en ella Henry es recogido con vida tras la caída del molino, y llevado a su residencia junto a su padre, en esta es recogido aparentemente muerto y rvitalizado sorpresivamente, además de no aparecer el padre.

En noviembre de 1934 fue pasado a la oficina Hays, el censor principal de la oficina de Hays, Joseph Breen se opuso, al igual que en la primera a una frase en que Henry se compara con Dios, también recortó el número de asesinatos del Monstruo, asimismo suprimió una escena en que el sobrino Glutz mata a su tío y culpa al Monstruo, se eliminaron tomas de Elsa Lanchaster como Mary Shelley en que la cámara se acercaba su escote pronunciado, un plano del Monstruo corriendo por un cementerio y chocando este con un Jesucristo se censuró, pero dejó pasar por alto la escena en que el Monsttruo es preso a un tronco e izado cual figura cruciforme.

Bela Lugosi y Claude Rains se consideraron para el papel de Dr. Pretorius. Mae Clarke fue la novia de Henry en la primera, pero su mal estado de salud hizo cambiar a la actriz por Valerie Hobson en el rol. Brigitte Helm y Phyllis Brooks fueron pensadas para rol de Mary Shelley, antes que Elsa Lanchaster, que Whale decidió una vez empezado el rodaje haría también de Criatura femenina, Elsa estaba en Londres tras acompañar a su marido, Charles Laughton, a Hollywood, Whale la reclamó para el film. Boris Karloff y Colín Clive repitieron papel, este último con problemas graves de alcoholismo. Karloff no quería que el Monstruo hablara, creía que si hablaba perdería encanto, que hablara provocó un cambio en la mandíbula del Monstruo, para que pudiera pronunciar debía tener una placa dental. Un experto en la materia seleccionó con niños las 44 palabras que la Criatura. Dwight Frye repitió en el film, en la anterior hizo de ayudante del Dr. Frankenstein y muere estrangulado por el Monstruo, aquí será otro ayudante, pero del Dr. Pretorius. Elsa Lanchester aparece en los créditos iníciales solo como Mary Wollstonecraft Shelley, en un guiño al film anterior, la novia del Monstruo aparece como "?".

El mítico peinado de “La Novia”, con su cabello cónico y betas zigzagueante blancas a los lados, fue creado por Jack Pierce (repetía) con sugerencias de Whale, inspirándose en Nefertiti y en María de “Metrópolis”, este además innovó con el Monstruo, añadiéndole secuelas por ser quemado en molino, con cicatrices, y pelo chamuscado, además de ropa raída, asimismo fue moderando los daños a medida que avanza el relato como si fueran sanando. Kenneth Strickfaden volvió a encargarse de de los mecanismos de la creación, con un fascinante laboratorio, con toda una serie de máquinas que han influenciado a tantos, como las bautizadas por él “Cosmic Ray Difusor", y el "Nebularium”. Los f/x fotográficos fueron cosa de John P. Fulton (“Los 10 mandamientos” o “Vértigo”), junto con David S. Horsley, efectos ópticos (“Regreso a la Tierra” 1955) crean los seres diminutos del Dr. Pretorius, los homúnculos, en el contexto del tiempo, extraordinariamente buenos.

En el final original Henry muere cuando huye de la explosión del castillo, pero Whale se arrepintió y lo dejó vivir, aunque Henry si se fija uno se podrá ver en el castillo en momento del estallido. En diferentes lugares, Ohio, Inglaterra y China los censores arremetieron contra una escena de reminiscencias necrófilas en que el Monstruo mira con cariño a la mujer inanimada. Además el film posee subliminales alegorías cristianas, la referida del Monstruo encontrándose con el Cristo en el camposanto, o la de su cuasi-crucifixión el ermitaño ciego tiene un crucifijo en la pared de su cabaña, o la “parodia” de última cena del Monstruo con la comida con el ermitaño con vino y pan, que se repite con el Dr. Pretorius. Hay críticos que dicen que Whale identificaba al Monstruo con Jesucristo, otros dicen que Whale solo pretendía burlarse de la religión, por ello lo de un Hombre creando vida de la nada, sin Dios de por medio, incluso con lo de que se revierten los elementos, el Monstruo primero se levanta de entre los muertos para ser crucificado. Los exégetas también han rascado y encontrado un subtexto gay, Whale era gay, hay quien cree que el Monstruo es una alegoría gay, un ser perseguido por los demás por ser diferente, además el Monstruo nace de un hombre, sin intervención de mujer, asimismo está la figura del Dr. Pretorius, un amanerado, que es capaz de separar a unos novios la noche de bodas con sus artimañas seduciéndolo hacia el lado oscuro, en este caso de la ciencia, además Pretorius explica que fue echado de la universidad por ser diferente (quizás alegoría de por ser gay), también está la relación del Monstruo con el ermitaño, hay quien ha visto tendencias homosexuales en su asociación, dos hombres disfuncionales viviendo lejos marginados de la gente en un bosque, eso es lo bueno de una película que de para tantas visiones distintas, esto hace que tenga vida propia.


Como curiosidad, existe en la cultura popular la impresión de que Frankenstein es el Monstruo y no su creador, a esto contribuye el mismo título del film, “La Novia de Frankenstein”, supongo que “La Novia del Monstruo” o “La Novia del Monstruo que creó Frankenstein”, no tenian marketing, también se suma esto el comentario de Lord Byron al principio, que llama al Monstruo Frankenstein, y el Dr. Pretorius cuando han dado vida a la mujer la nombra como “La Novia de Frankenstein”. También aquí es donde se dice <Por un mundo nuevo de Dioses y Monstruos> (Dr. Pretorius), de donde se extraer el título para el film de Bill Condon “Dioses y Monstruos” sobre James Whale.

En conjunto un notable clásico, con Icónicos momentos que han trascendido al tiempo. Fuerza y honor!!!


8

No hay comentarios:

Publicar un comentario