martes, 10 de mayo de 2022

 


ONCE.


Con motivo del 15 aniversario del estreno de esta película la he revisionado. Es un exitoso  y bonito drama musical, aunque no tanto (en mi modesta) opinión como lo elevan, al que rezumando realismo, naturalidad y frescura le encuentro que aun siendo escaso de metraje (no llega a la hora y media) se hace largo, se hace reiterativo, alargando algunas escenas demasiado, excediéndose en los temas musicales, en claro sentido de no tener mucho que contar y hay que rellenarlo con canciones. Y es que parece que por ser un producto ‘indie’ de muy bajo presupuesto (y se nota, con apenas 112,000 € y filmándose en apenas 17 días, con los exte5riroes rodados a escondidas de las autoridades), filmado con cámaras de video, con actores no profesionales, y ya tiene puntos de premio ganados sin más, y para mi teniendo aciertos, tiene también defectillos. Es una historia clásica de ‘chico encuentra chica, ...’ (ambos conocido únicamente como el chico y la Chica, ello queriendo universalizar a los personajes) y lo que sigue, teniendo la particularidad de que los protagonistas son amantes de la música, un romance con mucho de platónico por el modo casto de darse sin contacto físico alguno, pero no por esto debe ser de alabar, no es el primero así, tiene un final entrañable por como transpira veracidad y a la vez pureza, esto adornando con el tema icónico (y oscarizado) del film, “Falling slowly”. Pero aun teniendo vibrantes secuencias, como son algunos temas musicales preciosos en cómo se muestran, hay algunos valles que para mí la lastran y la impiden ser lo que muchos pregonan, como son algunos tramos maniqueos que quieren empujarte a la lágrima fácil.


Producción irlandesa escrita y dirigida por John Carney, siendo protagonizada por los dos actores noveles (y que después no han actuado más en cine) Glen Hansard y Markéta Irglová como dos aspirantes a músicos profesionales en Dublín, Irlanda. Hansard e Irglová habían interpretado previamente música como ‘Swell Season’ y compusieron e interpretaron las canciones originales de la película. Siendo uno de los méritos del director el integrar de modo orgánico los temas musicales en la historia, cuando se escucha un tema es porque lo tocan (bien sea en una tienda de instrumentos musicales, en un bus, en un dormitorio, en una fiesta o en un estudio de sonido) o lo escuchan en una grabación (la Chica oyendo el cd que el Chico le ha pasado, esto mientras pasea a la tienda de noche con unas zapatillas aparatosas intentando poner letra a la música). Además, hay poco diálogos, ello pienso que para exponer el aislamiento de los dos protagonistas que se hablan más por miradas y gestos, además de por el sentido melancólico de los temas que oímos, marcados por el desamor del Chico. Siendo apreciable la genuina química que brota entre Hansard e Irglová, esto derivado claramente de que se hicieron pareja real durante la filmación, y esto se nota en sus ententes cargados de calor humano, siendo chispeante ya desde ese primer “Falling slowly” que tocan en la tienda al piano ella y él con su guitarra. Aderezado todo por un final adecuado y bonito en cómo no cae en lo acomodaticio (spoiler).


Ella es una joven checa emigrante en Dublín, viste de modo humilde, posee una grácil sonrisa, busca su lugar en el mundo, es aficionada a tocar el piano, con sus traumas a cuestas de estar con un bebe sola en la capital irlandesa, mientras casada, tiene a su marido en Chequia; Él es un guitarrista dublinés que ha vuelto a la ciudad para estar con su padre tras morir la madre, aunque trabaja en la tienda del padre como reparador de aspiradoras, tiene la pasión de triunfar en la música, para ello en sus ratos libres toca en la populosa calle de Grafton como pedigüeño. Lleva a cuestas el trauma de que su gran amor lo dejó hace poco, y esta amargura existencial la vuelca en sus tristones temas; Y en esta calle se conocen y poco a poco traban amistad, y para él esto va a más sentimentalmente hasta enamorarse de ella, peor la Chica sigue siendo fiel a su marido y no da pie a ir a más. Ello entre medio de temas musicales va forjándose una cariñosa relación. Donde transpiran las grietas anímicas de una y otro, la conexión que da estar solos, o su gusto por la música. Tienen un especial tramo cuando van en la moto Triumph del padre a un mirador a las afueras de Dublín, allí él quiere tocarle el corazón a ella pidiéndole le diga cómo se dicen frases románticas en checo, ella lo hace pero a una le responde en checo y le dice (dijo el director que esto fue improvisado por ella) que quiere decir (ni hay subtítulos, para quedarnos como el Chico), en realidad ella le dice que le ama.


Pero todo esto bueno queda un tanto contrapesado por otros tramos errados. Como es cuando el Chico ve un video de su ex novia mientras canta ‘Lies’ (dedicada claramente a la ex), pero esto me resulta muy facilón y simplista para empujarme a emocionarme artificiosamente; Como me ha sido rozando lo ridículo cuando la pareja van a pedir plata al banco, el ponen una cinta para la es cuche y sea este el aval (¿?), esto ya de por sí es ridículo, como si un banquero tuviera que saber de música para dar crédito. Pero es que luego como respuesta el banquero coge una guitarra y se les pone a cantar, muy chusco momento de pretendido humor, pues además estamos en Irlanda, donde la música es casi una religión más grande que el catolicismo; Como me resulta facilón cuando están en el estudio de grabación, y tenemos a un técnico de sonido pasota con ellos, y cuando se ponen a tocar "When your Mind's Made Up" queda extasiado; Adolecemos de información del pasado de ella, pues no sabemos por qué ha dejado Chequia, no es precisamente un país de gente que salga a buscarse la vida fuera, y tampoco es que ella sea alguien con estudios para tener un buen empleo remunerado en Dublín, de hecho trabaja como limpiadora, no es normal hay dejado su patria para vivir míseramente en Irlanda; Tampoco es que los personajes transpiren simpatía o ingenio alguno, son demasiado simples, él de hecho se enamora d ella porque sí, sin más, y la escena en que le pide que se quede con él esa noche es de vergüenza ajena; También es un poco extraña su necesidad económica, pues ella vende flores por la calle, y él toca en la calle por limosna, pero sin embargo tiene 1500 euros para alquilar un estudio de grabación (¿?). El padre le da dinero para establecerse en Londres, y él coge y se lo gasta en un costoso regalo (Spoiler).

De las actuaciones se puede decir que cumplen, notándose ser amateurs. Glen Hansard, el cantante, dota a su rol de melancolía, siendo una bonita estampa él paseando por Dublín con su guitarra a la espalda; Markéta Irglová está algo más inexpresiva, un tanto desorientada en su paraca expresividad, a la que al menos sabe dar esa sonrisa dulce. 


Encantador y estremecedor el final, con la canción "Falling Slowly". El Chico no ha podido dar con Ella el día que se marcha a Londres. Pero su amor por ella queda claro cuándo va a la tienda de instrumentos musicales y compra algo (lo intuimos sin verlo), lo vemos a él andar por el aeropuerto con expresiópn de satisfacción, tras lo que saltamos al hogar de ella. Donde algo llega, baja a ver lo que es, por supuesto un piano, ella lo toca feliz, que una vez colocado en la salita junto a la ventana ella toca, ello tras una elipsis está con su marido (ya ha venido de Chequia) y su hija. Un acto de amor de él por alguien que sabe nunca tendrá. Boinita conclusión. 


Los dos protagonistas, Hansard e Irglová, son músicos profesionales. El director Carney, ex bajista de la banda The Frames de Hansard , le había pedido a un viejo amigo que compartiera anécdotas de músicos callejeros y compusiera canciones para la película, pero originalmente pretendía que el protagonista masculino fuera interpretado por el actor Cillian Murphy, quien era un músico de rock casi contratado antes de dedicarse a la actuación. Murphy también iba a ser uno de los productores de la película, pero, según los informes, no le gustaba la perspectiva de actuar junto a la no actriz Irglová, que entonces tenía 17 años. Murphy también creía que no tenía la capacidad vocal para cantar las canciones de salto de octava de Hansard, por lo que se retiró, al igual que los otros productores de la película, y también retiraron su apoyo financiero. Carney luego recurrió al compositor Hansard, que solo había hecho un trabajo de actuación antes, un papel secundario como el guitarrista Outspan Foster en la película de conjunto de 1991 The Commitments, la historia de una banda de versiones de música soul de Dublín. Al principio, Hansard se mostró reacio, temiendo que no sería capaz de llevarlo a cabo, pero después de estipular que tenía que estar completamente involucrado en el proceso de realización de la película y que fuera de bajo presupuesto e íntimo, estuvo de acuerdo. 


El director dio su salario a las dos estrellas y prometió una parte de las ganancias a todos si la película era un éxito. Filmado con un equipo mínimo en un rodaje de 17 días, los cineastas ahorraron dinero usando luz natural y filmando en casas de amigos. La escena de la fiesta musical fue filmada en el propio piso de Hansard, con sus amigos personales interpretando a los asistentes a la fiesta/músicos. Su madre, Catherine Hansard, aparece brevemente cantando como solista. Las escenas de las calles de Dublín se grabaron sin permisos y con un objetivo largo para que muchos transeúntes no se dieran cuenta de que se estaba haciendo una película. El objetivo largo también ayudó a los actores no profesionales a relajarse y olvidarse de la cámara, y parte del diálogo fue improvisado. 


Durante el rodaje, Carney había predicho un romance, llamando a Hansard e Irglová su " Bogart y Bacall ". Hansard e Irglová se convirtieron en pareja en la vida real, se juntaron durante una gira promocional por América del Norte y vivieron juntos en Dublín, en el departamento de Hansard. 


La química entre (los) dos protagonistas... fue fácil de producir durante el rodaje de enero de 2006 en Dublín. "Me había estado enamorando de ella durante mucho tiempo, pero me decía a mí mismo que solo era una niña", dijo Hansard, de 37 años, quien conocía a su coprotagonista de 19 años durante seis años antes. "Definitivamente había la sensación de que estábamos documentando algo precioso y privado". 


Me queda una cinta un tanto lenta, pero con fases apreciables, una singular historia de amor sin un solo beso siquiera, y sobre todo con el delicioso “Falling slowly”. Gloria Ucrania!!!


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