E.T. EL EXTRATERRESTRE.
Con motivo del 40 aniversario (Festival de Cine de Cannes el 26 de mayo de 1982) del estreno de este icónico film lo he vuelto a revisar, cinta que pertenece a la cultura popular, quedándome algo arrugado por el paso del tiempo, dejando en muchos momentos al aire sus costuras típicas ochenteras. Rezumando demasiada inocencia en muchos tramos, donde los niños son los buenos y los mayores los malos, rozando lo sensiblero en otros, pareciendo un film navideño de buenas intenciones al que solo le falta que la nave espacial en su haz de luz escriba ‘Paz en el mundo’.
Mítica película dirigida y producida por el Rey Midas
de Hollywood (y más con este film, el más taquillero de la historia, superando al
de su amigo George Lucas “Star Wars”, y descollado por el mismo 11 años después
con “Parque Jurásico), Steven Spielberg, con el guión nominado al Oscar de
Melisa Mathison (“Kundun”), en lo que es un relato del despertar de la
inocencia, centrado en un niño que se hace amigo de un extraterrestre apodado
ET, este extraviado en la Tierra cuando su nave debe huir tras ser acosada por
agentes de la NASA. Spielberg tomó mucho de su vida para volcarlo en esta
película que siempre ha dicho que es su trabajo más personal. El concepto de la
película se basó en un amigo imaginario que Spielberg creó después del divorcio
de sus padres. En 1980, Spielberg conoció a Mathison y desarrolló una nueva historia
a partir del proyecto no realizado ‘Night Skies’. En menos de dos meses,
Mathison escribió el primer borrador del guión, titulado “ET and Me”, que pasó
por dos reescrituras. El proyecto fue rechazado por Columbia Pictures, que
dudaba de su potencial comercial (menudo ojo!”). Universal Pictures finalmente
compró el guión por $ 1 millón. El rodaje se llevó con un presupuesto de 10,5
millones de dólares.
A diferencia de la mayoría de las películas, ET se
filmó en un orden cronológico aproximado para facilitar actuaciones emocionales
convincentes del joven elenco. Los animatrónicos de la película fueron
diseñados por el maestro en la materia Carlo Rambaldi, que ya había trabajado
con Spielberg en “Encuentros en la tercera fase”, precisamente una de las ideas
iniciales era que “E.T.” fuera una secuela de esta. Pudiendo verse como una
revisión de la misma centrándose en una familia suburbana estadounidense, pero
en esta ocasión desde el punto de vista de los niños (y con padre ausente por
separación), y donde también el encuentro con seres de otros mundos actuando de
deux machine.
Relato que mezcla la ciencia ficción (ya desde el
inicio cuando vemos aterrizada una ve espacial con Aliens a su alrededor en un
bosque, el drama (superficial) de una familia donde el padre acaba de dejar la
casa por separación, la comedia (esos disfraces que ponen al pobre E.T.; la
borrachera;...), la aventura (esos niños ayudando a escapar de las garras del
gobierno al pobre Alien), y todo ello revestido con un halo de ternura
emocional en la relación fraternal entre el niño y E.T., para desembocar en un
final visto hoy día (los años igual me pesan) almibarado y complaciente.
Es apreciable como Spielberg gotea guiños cinéfilos por
todo el metraje, ya desde el nave extraterrestre muy similar a la “Encuentros
en la tercera fase”, los guiños a “Star
Wars” con los muñequitos que tiene Elliot y le enseña a E.T., también en la
divertida escena en que E.T. disfrazado de fantasma con una sábana por la calle
ve a un niño disfrazado de Yoda y corre tras él gritando ‘Mi casa, mi casa!’;
También Spielberg da su particular homenaje a su gran referente John Ford con
una escena legendaria de “El Hombre Tranquilo”, la de estando en Blanca Mañana
Maureen huye tras limpiar la casa y John Wayne en medio de una ventisca la coge
del brazo y la arrastra a dentro, donde le da un beso, escena que reproduce el
director con Elliott y una compañera de cole; También hay una referencia
literaria, a su vez llevada a cine multitud de ocasiones (Una de ellas por el
propio Spielberg con su secuela “Hook”), cuando escuchamos el relato de ‘Peter
Pan’ (contado por la madre a Gertie), con el que este film tiene paralelismos encarnado en E.T. ese ser
venido del más allá, cargado de candidez e inquietudes, pero que no puede vivir
en nuestro mundo, y donde los piratas se tornan en agentes de la NASA; Yendo
más lejos hay quien ha visto en la historia una alegoría del cristianismo, con
es ese ser puro de corazón, venido del cielo, capaz de hacer resucitar a lo
muerto (ocurre con las plantas), y algo más (no quiero spoilear); También se
han visto algunos paralelismos con obras tan conocidas como “Mary Poppins”
(alguien que viene de fuera para revolucionar un hogar disfuncional, “Pinocho” (el
ser extraño en un hogar desestructurado, que causa el caos), “King Kong” (por
del ser ‘monstruo’ a ojos de los adultos que quieren sea un producto de
feria/investigación), e incluso de “El Mago de Oz” (hay quien ha visto en E.T.
a Dorothy llegando a un lugar extraño para él y que anhela regresar a su mundo,
y en el trayecto encuentra a amigos).
Posee un inteligente inicio con siete minutos sin
palabras, desde la filmación del basto espacio estrellado, pasamos a la acción,
unos extraterrestres en la noche, bajados de una nave espacial con decenas de
luces, estamos en medio de un bosque buscando plantas y rocas, seres a los que
vemos a medias, entre sombras y entre vegetación, entrelazado a coches y
personas buscándolos por los alrededores, la tensión se palpa en la
nocturnidad, con las linternas y el ajetreo. La acción se precipita y la
intensidad se rasga, cuando vemos que la nave despega y deja aun pobre Alien
allí, este corre y se oculta como puede de los perseguidores. Hasta que pasamos
a una casa suburbana con un grupo de niños jugando imitando a los mayores.
Especial mérito del film es que el espectador conecte
emocionalmente con el extraterrestre, para ello la imagen de desvalido del ser interplanetario
es crucial, temeroso, pacífico, frágil, de pasitos cual pingüino, de un enorme
cabezón telescópico, con unos ojos enormes (esto siempre despierta empatía),
con un larguísimo dedo que se le ilumina cuando quiere regalar su Don, que es
siempre que ve algo herido, y que se comunica o bien por mimo o por gruñidos
agudos. Amén de tener un corazón que se le ilumina translucido de su piel.
Siendo un gran éxito como el transalpino Rambaldi crea una enternecedora
expresividad en E.T., lo hace grácil en su relación con Elliot, transpira
humanidad (¿?); Y es que la actuación de Henry Thomas dando vida a Elliot es un
aliciente por la humanidad que transpira, haciendo su relación con E.T.
creíble, con sus ententes cargados de inocencia, tiene la difícil misión de con
su interpretación hacer veraz al extraterrestre, y lo consigue con sus
naturales reacciones en sus encuentros, así como emocional cuando sufre por lo
que le pasa a E.T.; Robert MacNaughton como Michael, el hermano mayor de Elliot
cumple sin más; la que sale triunfadora como secundaria es la que hace de
hermana menor, con solo 6 añitos Drew Barrymore (que hizo una prueba no
superada para “Poltergeist”, producido por Spielberg, pero este la escogió para
“E.T.”), la que da una lección de frescura y proyección de inocencia pura; Dee
Wallace como la madre da una buena actuación demostrando sin subrayados su
zozobra ante la separación del esposo; Peter Coyote durante la mayor parte del
metraje es una especie de ‘Tiburón’ de Spielberg, en el modo en que su figura
solo se ve a trozos y sin serlo su rostro, aunque cuando en el tramo final se
ve queda un tanto deshinchado su carácter, un villano sin serlo plano, quiere
tener buena relación con el ‘socio’ de E.T., no es un clásico Mad Doctor, lo
cual es de agradecer no caer en la caricatura.
Llama la atención como Spielberg quiere inducirnos al
punto de vista de los niños con el recurso (en la primera parte del film) de
que todo sea visto a su altura (excepto cuando aparece la madre, cual ente
superior), sintiéndonos al nivel de ellos; Tras conocer Elliot a E.T. en el
cobertizo, comienza la relación entre el ser venido de otro mundo y un niño, con
recursos de como lo esconde, como se comunica con él con mímica, como aparecen
elementos mundanos que E.T. los convierte en icónicos, la tele (con la escena
referida de “El Hombre Tranquilo”), por supuesto el teléfono, como se lo comunica
sus hermanos, como tiene E.T. telepatía emocional y traza un vínculo invisible
con Elliot, provocando una escena paralela con E.T. en casa ocioso (viendo la
tele y emborrachándose) y Elliot en clase provocando el caos con ranas a punto
de ser sacrificadas.
Es un film que indaga en los sueños de los niños, como
es poder tener un amigo especial, como es vivir aventuras al margen de los
mayores, poder volar con tu bici, ser un héroe al que todos admiren.
La película dista (no sé si entonces, pero hoy día) de
tener un ritmo un tanto discordante, con sub tramas eliminables, algún michelín
liposuccionable, que podría aportar más ritmo, así como un nivel de
infantilidad que por momentos resulta de trazo grueso (lo de los astronautas
invadiendo el hogar de Elliot resulta disparatado).
La fotografía es de Allen Daviau (“El Imperio del sol”
o “El color púrpura”), sabiendo amoldarse a la mencionada visión de los
pequeños, jugando mucho con la escasa luz, jugando con las sombras y los
contraluces, y sobre todo dejándonos una mítica imagen con la bici voladora con
E.T. en el manillar surcando la silueta de la Luna (imagen logotipo dela
compañía spielbergiana Amblin), toda una oda a los sueños infantiles. La banda
sonora es compuesta por el maestro neoyorkino John Williams (el de siempre de
Spielberg, salvo contadas excepciones), regalándonos una melodía orquestal que
proyecta el sentido entre épico emociónate que requiere el tono de la cinta,
auqnue lejos de sus obras maestras (“Superman”, “Star Wars”, “Tiburón”, “Indiana
Jones”, “Parque Jurásico”, “La lista de Schindler”, “Harry Potter” o “Solo en
casa”).
Carlo Rambaldi, quien diseñó a los extraterrestres para
Encuentros cercanos del tercer tipo , fue contratado para diseñar los
animatrónicos para la propia pintura de ET Rambaldi Mujeres de Delta lo llevó a
darle a la criatura un cuello extensible único. Su rostro se inspiró en los de
Carl Sandburg, Albert Einstein y Ernest Hemingway. Se crearon cuatro cabezas
para la filmación, una como animatrónico principal y las otras para las
expresiones faciales, además de un disfraz. Un equipo de titiriteros controló
la cara de ET con animatronics. Dos personitas, Tamara De Treaux y Pat Bilon,
así como Matthew DeMeritt, de 12 años, que nació sin piernas, se turnaron para
usar el disfraz, según la escena que se filmara. DeMeritt en realidad caminó
sobre sus manos y representó todas las escenas en las que caminaba torpemente o
se caía. La cabeza se colocó por encima de la de los actores, y los actores podían
ver a través de las rendijas en su pecho. Caprice Roth, un mimo profesional,
llenó prótesis para jugar las manos de ET.
El títere fue creado en tres meses a un costo de $1.5 millones.
El principal trabajo de voz de ET para la película fue
realizado por Pat Welsh . Fumaba dos paquetes de cigarrillos al día, lo que le
dio a su voz una calidad que le gustaba al creador de efectos de sonido Ben
Burtt . Pasó nueve horas y media grabando su parte y Burtt le pagó $ 380 por
sus servicios. También grabó a otras 16 personas y varios animales para crear
la "voz" de ET. Estos incluyeron a Spielberg, la actriz Debra Winger,
su esposa dormida enferma de un resfriado, un eructo de su profesor de cine de
la USC, mapaches, nutrias y caballos.
La película fue nominada a nueve Oscar, incluida la de
Mejor Película. “Gandhi” ganó ese premio, pero su director, Richard
Attenborough, dijo: "Estaba seguro de que no solo ganaría ET, sino que
debería ganar. Fue ingenioso, poderoso [y] maravilloso. Hago películas más
mundanas". Ganó cuatro premios de la Academia: Mejor banda sonora
original, Mejor sonido (Robert Knudson, Robert Glass, Don Digirolamo y Gene
Cantamessa), Mejor edición de efectos de sonido (Charles L. Campbell y Ben
Burtt) y Mejores efectos visuales (Carlo Rambaldi, Dennis Muren y Kenneth F.
Smith); En los Globos de Oro, la película ganó Mejor Película en la categoría
Drama y Mejor Banda Sonora; también fue nominado a Mejor Director, Mejor Guión
y Mejor Nueva Estrella Masculina para Henry Thomas.
Duda que me asuiste, para que le hacen falta los amigos
(estos sin carácter alguno) que acompañan a Elliot y E.T. en su huida hacia la
nave? Lo que hacen lo podrían haber hecho sin ellos solo van de séquito.
E.T. y Jesucristo: Los dos vienen de los cielos; Los
dos son pacíficos; Los dos reviven lo muerto; Los dos resucitan; Y los dos se
elevan tras la resurrección a los cielos.
La especie a la que pertenece E.T. hace un cameo en el
Senado Galáctico de Star Wars en el Episodio III, en un guiño que da a entender
que provienen nada menos que de la república galáctica. Haciendo de vasos
comunicantes cuando en E.T. se hacen referencia a la saga “Star wars.
Los médicos que trabajan en el Centro Médico de la USC
fueron reclutados para interpretar a los que intentan salvar a ET después de
que los agentes del gobierno se apoderaran de la casa de Elliott. Spielberg
sintió que los actores en los papeles, interpretando líneas de diálogo médico
técnico, parecerían poco naturales.
El equipo rodó en un bosque de secoyas cerca de
Crescent City en el norte de California durante los últimos seis días de la
producción. La escena exterior de Halloween y las escenas de persecución de la
"bicicleta voladora" se filmaron en Porter Ranch.
Según Spielberg, la escena en la que ET se disfraza de
muñeco de peluche en el armario de Elliott fue sugerida por su compañero
director Robert Zemeckis después de leer un borrador del guión que Spielberg le
había enviado.
Hubo acusaciones de que la película fue plagiada de The
Alien, un guión de 1967 del director indio Satyajit Ray, quien declaró:
"ET no habría sido posible sin que mi guión de The Alien estuviera
disponible en todo Estados Unidos en copias mimeografiadas". Spielberg lo
negó y afirmó: "Yo era un niño en la escuela secundaria cuando su guión
circulaba en Hollywood". El amigo de Spielberg, el director Martin
Scorsese, también alegó que la película fue influenciada por el guión de Ray.
Revista Star Weekend cuestionó la afirmación de Spielberg, señalando que se
graduó de la escuela secundaria en 1965 y comenzó su carrera como director en
Hollywood en 1969. The Times of India señaló que ET y Close Encounters of the
Third Kind (1977) tenían "notables paralelos" con The Alien, incluida
la naturaleza física del extranjero. En su guión, que Ray escribió íntegramente
en inglés, describió al extraterrestre como "un cruce entre un gnomo y un
niño refugiado hambriento: cabeza grande, extremidades delgadas, un torso
delgado. ¿Es hombre, mujer o neutro? No lo hacemos". Lo que su forma
transmite básicamente es una especie de inocencia etérea, y es difícil
asociarle un gran mal o un gran poder; sin embargo, hay una sensación de
inquietud debido a la semejanza con un niño humano enfermizo".
Las referencias a la infancia de Spielberg ocurren a lo
largo: Elliott finge estar enfermo acercando un termómetro a la bombilla de su
lámpara mientras se cubre la cara con una almohadilla térmica, un truco
frecuentemente empleado por el joven Spielberg. Michael molestando a Elliott se
hace eco de las burlas de Spielberg hacia sus hermanas menores, y la evolución
de Michael de torturador a protector refleja cómo Spielberg tuvo que cuidar de
sus hermanas después de que su padre se fuera.
En 1994, la película se agregó al Registro Nacional de
Películas de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que la consideró
"cultural, histórica o estéticamente significativa".
Film que despierta en mi la nostalgia de la niñez, tiene
momentos icónicos del cine, como las primeras palabras de E.T., pero vista hoy
día queda muy azucarada, epítome de esto es su no apto para diabéticos rush final
en que E.T. no termina de marcharse en una despedida sin fin de los humanos,
donde resulta que el que lo perseguí asiste de convidado de piedra a la escena
sin hacer nada. Aun así, tiene cosas sugestivas que la hacen buena. Gloria
Ucrania!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario