QUEIMADA.
Notable e infravalorado film épico
dirigido por el combativo y comprometido políticamente Gillo Pontecorvo,
destacando sobre manera el carismático Marlon Brando en un complejo rol maestro
de marionetas y agitador revolucionario con intereses torticeros. Una obra de
un gran valor didáctico que aúna una buena historia con una dura crítica a los
Imperialismo soterrados, al capitalismo despiadado, al racismo, a las
democracias con pies de barro, de cómo las grandes potencias siempre se han
aprovechado del tercer mundo, explotándolo vilmente en pos de sus intereses
económicos, creando y deshaciendo lideres a su antojo, ello en un relato
absorbente, con una absorbente ambientación, rebosante de realismo y crudeza. Fue
un fracaso taquillero, pero paradójicamente en su
autobiografía “Brando: Las
canciones me enseñó mi madre”, Brando afirma: "He hecho mi mejor actuación
en “Queimada”.
El escenario es la isla
caribeña en las Antillas Menores, Queimada durante el SXIX, una colonia
portuguesa donde se explota la caña de azúcar con esclavos negros traídos de
África. Hasta allí llega el británico Sir William
Walker (Brando), un agente del gobierno imperial de Inglaterra, su misión
provocar una revolución del pueblo para echar de la ínsula a los lusos, y
colocar un gobierno manipulado en la sombra por los ingleses, así dejar vía
libre a la poderosa compañía azucarera inglesa
Antillas Real Sugar Company. Walker encuentra en un negro portamaletas,
José Dolores (Evaristo Martínez), el peón con el que liderar la revuelta popular.
También tendrá importancia en la historia Teddy Sánchez (Renato Salvatori), idealista
líder blanco revolucionario, representante de la burguesía.
Es una obra de claro sesgo
izquierdista, una cinta marcadamente de su convulso tiempo, hay que enmarcarla
en su contexto, con efluvios a la Revolución de Cuba, solo diez años atrás
había triunfado con Fidel castro a la cabeza, que había querido ser aplastada
por el vecino del norte en Bahía Cochinos en 1961, similitudes como una isla
caribeña, las plantaciones de azúcar explotadas por compañías extranjeras, y
como los revolucionarios se refugian en Sierra Madre, llamado igual que la
sierra donde tenía su cuartel Fidel. También está latente un tiempo en que los
imperios europeos descolonizaban de mala manera África, e incluso se estaba
recrudeciendo la Guerra de Vietnam, viéndose una crítica a todos estos
intervencionismos “imperialistas” en el tercer mundo.
El guión de Franco Solinas
(“La Batalla de Argel”, “Estado de sitio” o “Hanna K”), y Giorgio Arlorio (“El
zorro”, “Salario para matar” o “Solo falta el asesino”), basado en una historia
de Gillo Pontecorvo, que a su vez se inspira en una serie de libros de Norman
Gant, también los guionistas cogen mucho del ensayo revolucionario del escritor
de color Frantz
Fanon "Los condenados de la Tierra". Desarrollan un
manual muy ameno y didáctico del proceder sibilino de las grandes potencias,
estas a su vez manejadas por los grandes capitales reflejado en las omnímodas
compañías privadas oligopólicas, sus estrategias
políticas, sus intereses económicos o sus tácticas militares. De cómo manipular
las legitimas ansias de libertad de un pueblo oprimido a favor del afán
capitalista de enriquecerse de unos pocos. Primero es
buscar un lugar rico en alguna materia prima fundamental, en este caso azúcar;
Como este es una colonia decadente, la portuguesa, se decide manufacturar una
revolución, y se envía a un agitador profesional; Este sobre el terreno debe
buscar un manejable líder entre los esclavos que personifique la revuelta
popularmente, armar a este y sus seguidores, a su vez buscará otro moldeable
líder entre la burguesía que presida la nación y con esto provocar la salida
del imperio luso; Y una vez fuera un Imperio y colocados gobiernos títeres,
llega otro Imperio, que cual vampiro sorberá la “riqueza” azucarística en su
favor, ya no habrá esclavos, serán peones libres, pero también explotados,
misión cumplida, el monopolio llegó para quedarse sustentado por el Imperio; PD.
Si hay contratiempos y los libres, pero oprimidos se vuelven a levantar en
armas se les aplasta sin remisión.
La historia reflexiona con
notables argumentos neomarxistas sobre las corrientes independentistas que
vienen patrocinadas por potencias extranjeras que solo quieren sacar beneficio,
sin importarle la población autóctona, se analiza el concepto existencialista
de que es la libertad, se hace un fresco desolador del colonialismo en todas
sus vertientes, la invasora y la empresarial, un desgarrador alegato en contra
de los intervencionismo siempre interesados de los extranjeros. Pontecorvo
desde su militancia izquierdista hace una cruenta crítica al capitalismo, a sus desalmadas formas de humanismo.
Desarrolla la narración con pulso firme, con picos de diálogos punzantes, con
escenas de gran impacto visual, todo encauzado con un gran sentido en su
unidireccional mensaje
La cinta tiene uno de sus
epicentros en la violencia, en el atávico salvajismo inherente en el ser
humano, en este modo de proceder para “acabar” con los problemas, violencia ya
expuesta desde el inicio al contarnos el motivo del nombre de la isla,
“Quemada”, lugar en el que los gobernantes colonizadores, para sofocar una
violenta revuelta decidieron usar violencia extrema, prendieron fuego a la isla
para exterminar a los insurgentes, de ahí el nombre de la ínsula.
Asistimos al violencia a través de
ejecuciones con garrote vil, decapitaciones, fusilamientos, incendios de
plantaciones para sacar a los rebeldes, apuñalamientos, batallas sangrientas,
esta violencia como alegoría de la represión de los gobernantes.
Walker es el eje de la
historia, el símbolo de las tropelías de los Imperios colonialistas, la
personificación de sus inteligentes artes manipuladoras, es un profesional de
la agitación y el engaño, pero a pesar de eso tiene sentimientos, no es un
desalmado, entiende a los que combate. En el otro lado está José Dolores, un
Don nadie al que Walker moldea a su antojo, los hace un revolucionario a su
pesar, creando una “bestia” a la que luego se verá obligado a combatir, e
intentará no sea un mártir, pues esto es peor que un líder vivo, José sabe que
puede valer más muerto que vivo, sabe le valor del sacrificio por una causa
mayor, que lo importante es sembrar la semilla del librepensamiento en su
gente, que piensen libres, que razones y cuestionen lo que pasa a su alrededor,
para finalmente puedan combatir las injusticias.
Se hace una devastadora crítica
al capitalismo despiadado, reflejado sobremanera cuando el sibilino Walker hace
un mordaz discurso <Si usted quiere sólo sexo, qué cuesta más mantener a una
esposa, o contratar el tiempo que usted quiera a una puta?>, viniendo a
decir que la esclavitud no es buena abolirla por humanidad, si no que es más
cara de mantener, que tener peones a los que les pagas una miseria y ellos se
busquen la vida, incisiva metáfora que define la carroñería del capitalismo más
deshumanizado. Y así lo exponen en el film, se acaba con la esclavitud, la
gente es “libre”, o al menos eso cree al principio, pues luego se dan cuenta
que su yugo pasan a ser los cicateros
salarios, con los que no tienen para comer.
Marlon Brando está sublime
como el ambiguo mercenario agitador, un sofisticado y elegante tipo que destaca
por un pomposo y gran pañuelo al cuello, destila personalidad, majestuosidad,
matices, fragilidad, sentido del deber, aunque le duela, exhibe un poderío
interpretativo arrollador, ilumina la pantalla con su carácter indomable, con
ese toque turbador de la cabellera rubia, excelso en sus parlamentos y
discusiones, para hacer este papel Brando rechazó uno de los protagonistas de
“Dos hombres y un destino”, y “El compromiso” de Elia Kazan, y al alargarse el
rodaje tuvo que renunciar a un rol importante en “La hija de Ryan” (1970). Evaristo
Márquez era un actor amateur que desarrolla una muy sentida actuación, infunde
a su líder carisma, mundo interior, lo hace con mesura, sabiendo transmitir la
rabia de los oprimidos.
Una de las taras del film es
que no hay más secundarios de peso, queda muy polarizada la historia entre los
dos, no hay personajes que den tonalidades grises con lo que en cierto modo se
resiente la narración queda una visión muy unidireccional. También en algunos
momentos adolece de cierta frialdad, cayendo en el esquematismo del
cuasi-documental, solo el personaje de Brando, Walker posee tridimensión y
debilidades el resto quedan en cierto modo acartonados por el rígido mensaje,
derivando en aminorar la tensión y emoción.
La puesta
en escena resulta bastante buena, con un fabuloso diseño de producción de Sergio Canevari (“Yo soy la revolución”, “Salvatore Giuliano” o “Bahía
de sangre”), rodándose gran parte en Cartagena (Colombia), también en Marrakech
(Marruecos), en Roma (Italia) y en Saint-Malo (Francia), recreando con gran
realismo la colonia antillana, con sus muy bien manejadas masas de extras, esto realzado por la cruda fotografía Marcelo
Gatti (“Los cuatro días de Nápoles”, “La Batalla de Argel” o “La Piovra”) y
Giuseppe Ruzzolini (“Mi nombre es ninguno”, “Teorema” o “Allonsonfan”),
potenciando el caos y bullicio de la ciudad caribeña, transmitiendo calor,
sofoco, sudor, con muy expresivos primeros planos, con tomas panorámicas
electrizantes, en las batallas cercanas al estilo Eisenstein, rodando la acción
cámara en mano para emitir veracidad y llegando por momentos al docudrama. Todo
esto atomizado por la trémula música del maestro Ennio Morricone (“El bueno, el
feo y el malo”, “Erase una vez en América” o “La Misión”), una partitura que
eleva el valor de las secuencias, destila pasión, épica, sentimientos, en
miscelánea con las imágenes te sobrecoge, evocadora.
Spoiler:


Momentos recordables: Los
líricos créditos de apertura con la
evocadora y deliciosa música de Ennio Morricone, con neurálgicos fotogramas de
la población negra, estos van ardiendo en rojo y sobre el fuego la represión de
los blancos; La escalofriante escena de la ejecución al rebelde a garrote vil,
de enorme crudeza, luego veremos de lejos como decapitan, y a continuación su
mujer e hijos lo echan en un carro tiran de él lastimeramente por un terroso
camino hasta llegar a su cabaña, muy sórdido; El modo en que Walker elige a
José dolores líder rebelde, intentado cabrearlo; Como durante el carnaval
Walker manipula a Teddy Sanchez para asesine al gobernador portugués, incluso
dirigiendo su pistola al mandatario, ello para explosionar y servir de espoleta
a la Revolución; A raíz de la victoria del
levantamiento, Dolores a caballo galopa por la playa en un caballo blanco
rodeado seguido de sus fieles que lo vitorean cual Dios Libertario, ello
mientras de fondo oímos los hermosos y estremecedores acordes de la música de
Morricone, con cantos tribales; La escalofriante quema de plantaciones de caña
para expulsar de ellas a los rebeldes, rodado cámara en mano dando un tremendo
vigor a las imágenes; El sentido discurso que da Dolores a los soldados que le
han capturado, intentando sembrar los sentimientos de libertad, lo rostros de
los que lo oyen son expresivos; El viaje que una vez preso Dolores hace atado
hacia el fuerte, un tránsito adornado por una bella melodía, los lugareños
negros que ven a Dolores se ponen en pie en señal de respeto, vemos los
estragos de la guerra de represión de los rebeldes, tierras y aldeas quemadas, muertos
esparcidos por los suelos olisqueados por peros, niños huérfanos entre los
escombros, desolador; Dolores diciendo a un soldado que si los ingleses lo
quieren vivo es que lo mejor es morir, tremendo; Dolores preso intentando
inocular en un soldado la semilla de la libertad <Si un hombre te da la
libertad, no es
libertad. La libertad es algo que tú, y solo tú, debes alcanzar>; Cuando Walker les explica asus gerifaltes que no es bueno ejecutar a
Dolores, que lo harían un mártir y esto es peor que un líder vivo; Walker yéndose del fuerte justo cuando van a
ahorcar a Dolores, se oyen los redobles pre-ejecución, llevan a Dolores al
patíbulo y este grita a Walker que se frena <Inglés! Recuerda lo que dijo?
La civilización pertenece a los blancos. Pero, que civilización? Y, hasta cuándo?
Walker en una alegoría visual nada sutil lo escucha bajo la bandera inglesa y se
aleja a caballo poéticamente.
El rodaje estuvo envuelto en
muchos problemas. Brando tenía un concepto distinto de Pontecorvo de cómo debía
ser su personaje, el director quería que fuese un villano asentimental,
mientras el actor lo quería enfocar de un modo más complejo, dotándolo de ambigüedad
moral, Brando se quejaba de que el realizador le hacía recitar pasajes del
"Manifiesto Comunista" de Marx, estos roces repercutían en la
repetición de escenas. El enfrentamiento llegó al extremo paradójico de que
Brando se rebelón contra Pontecorvo, por que se le diera mejor comida a los
actores blancos que a los negros, curioso en un
film en contra del racismo, dejó el rodaje en Colombia, marchándose a
Los Ángeles, volvió cuando se le aseguró que todos serian tratados por igual.
Las vicisitudes no acabaron ahí, el calor insoportable en el país cafetero hizo
que la filmación se trasladara al Norte de África.
El protagonista, el agitador
William Walker, está inspirado en una persona real que vivió en el SXIX, en vez
de británico era estadounidense, fue un revolucionario y guerrillero que
consiguió una efímera independencia de La California Baja de México, luego
agitó la convulsa Nicaragua, llegando a ser presidente electo del país
centroamericano tras un sonado pucherazo, pero al no dejarse manejar por los
interés estadounidenses fue atrapado y fusilado por sus tropelías, llegó a
instaurar en Nicaragua la esclavitud. En 1988 Alex Cox dirigió el film “Walker”, sobre la figura de este llamado
también “El filibustero”, protagonizado por Ed Harris.
La colonia podría haber sido
francesa, pero la plata la ponían estos, idea desechada, podrían haber sido
españoles, pero era un mercado potencial al que mejor no molestar, idea
desechada, así que los esclavizantes colonizadores pasaron a ser portugueses, con
potencial comercial menor, en detrimento de la veracidad histórica, pues los
lusos eran grandes aliados de los ingleses. El arranque del relato se basan en
hechos históricos, en 1520 en el Caribe, para sofocar una revuelta indígena incendiaron
toda la isla, pasando a conocerse la ínsula como Quemada, pasando a repoblarse
con esclavos negros procedentes de África para dedicarlos al cultivo de caña
azúcar.
Hay dos
versiones, la que se estrenó en USA, de 112 minutos, y otra de 132 minutos
doblada al italiano, estos 20 minutos se cercenaron por intereses taquilleros,
supongo que debido a esta cercenación es la tosca aparición de la narración en
off a medio film, supongo que había más en el metraje eliminado, y es que yo la
que he visto es la versión USA.
En
conjunto me queda un film que me atrapó desde el inicio, me sentí ante una muy
valiosa clase de geopolítica, con un discurso mensajístico mostrado con mucha
fuerza, y con un Brando sensacional. Fuerza y honor!!!
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