jueves, 7 de abril de 2016



LA ÚLTIMA ORDEN. (1928)

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMEl austriaco Josef Von Sternberg nos regaló una de las Obras Maestras del cine silente, un drama con varias sublecturas, cine que se mira el ombligo, sugestivo juego de espejos que en plena Belle Epoque de Hollywood hace una mordaz crítica a este universo emparejándolo a la Revolución Rusa, haciendo ver que siempre los poderosos se han aprovechado de los necesitados para y deshacer con ellos, nutriéndose de sus miserias. Un film que además nos habla de la integridad, del orgullo, del crepúsculo, del idealismo, del amor verdadero, del patriotismo, o del despotismo, ello lo hace con poder de calado. Con un brillante guión de John F. Goodrich, con intertítulos de Herman J. Mankiewicz (“Ciudadano Kane”, “El orgullo de los yanquis” o “El mago de Oz”), desarrolla una historia del realizador y Lajos Biró (“La vida privada de Don Juan”, “Las cuatro plumas” o “El ladrón de Bagdad”), basado parcialmente en hechos reales, Ernst Lubitsch conoció en Rusia a un General del Ejército Imperial del Zar, Theodore A. Lodigensky, años después lo volvió a encontrar en Nueva York, huyendo de la Revolución en su país, había abierto un restaurante de comida rusa, Lubitsch volvió a encontrárselo en Hollywood, estaba con su uniforme de General en busca de trabajo como extra a $ 7.50 por día, Lubitsch contó a Lajos Biró la anécdota, que luego este adornó y desarrolló. Bajo el nombre de Theodore Lodi, Lodigensky pasó a encarnar un puñado papeles entre 1929 y 1935, incluyendo al Gran Duque Miguel, exiliado ruso obligado a trabajar como portero de hotel en un film de 1932 “Down to earth”. Destacar la impresionante interpretación del llamado mejor actor del cine mudo, el actor suizo Emil Jannings, teniendo además el honor de ser el primer intérprete en ganar el Oscar, dándose el curioso caso de que lo ganó por dos actuaciones, la de este film y “The Way of All Flesh” de Victor Fleming, siendo este el único año en que esto se dio, a partir de entonces las nominaciones fueron por película. Fue la segunda película dirigida por von Sternberg para la Paramount, tras “Underworld” (1927).

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMResultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILM

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMArranca en 1928 en Hollywood, el director de cine Leo Andreyev (William Powell) mirando fotos de extras para su próximo film encuentra una cara conocida, Sergei Alexander edad (Emil Jannings), y pide a su ayudante ( Jack Raymond ) que sea elegido para un papel, el de General ruso, Imperio zarista pre-revolucionaria. Sergei se presenta en los Estudios Eureka con decenas de extras entre una marabunta de personas para recoger sus uniformes, mientras Sergei se viste de General se mira tembloroso al espejo y la acción retrocede a 1917, allí Sergei es el Gran Duque, primo del zar y comandante de todos los ejércitos rusos, estamos en plena Gran Guerra y con la latente insatisfacción de la pre-revolución rusa, Sergei es informado que dos actores que han llegado para entretener a las tropas son en realidad peligrosos revolucionarios (eufemismo para denominar a los bolcheviques), decide entrevistarlos para divertirse, primero con Leo Andreyev, al que decide encarcelar tras azotarlo en el rostro, al entrevistar al segundo revolucionario se encuentra con una bella mujer por la que siente atraído, Natalie Dabrova (Evelyn Brent).

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMUna conmovedora historia que arranca de modo que parece una comedia negra arremetiendo contra la trastienda de Hollywood, los anónimos extras que son manejados como ganado en una cadena de montaje, su despersonalización, o como un tipo poderoso desde un despacho elige a su antojo quien trabaja y quien no, muy de Señor feudal, que para más escarnio ha sido un revolucionario ruso, que luego, cuando entramos en el flash-back de Rusia vemos los paralelismos con el llamado proletariado, gente vilipendiada por gerifaltes, reflejo con mucho cinismo de esta floreciente industria del cine, hasta que entra en el mencionado flash-back en Rusia, el tono cambia a un drama romántico con acusados ribetes políticos, conocemos de lleno en los protagonistas, se desarrolla un sentido romance, con una pareja que se demuestra matizada, con aristas, con giros inesperados, con momentos de enorme emoción, con situaciones vibrantes que recuerda a “Doctor Zhivago”, con una recreación de la Rusia revolucionaria formidable, reflejando a los de “arriba” y los de “abajo” con esmero, con secuencias  de masas muy bien manejadas para emitir electricidad al espectador, para volver al Antológico tramo final en el presente, donde el juego de metacine, cobra un turbador sentido sentimental, recordando en su concepto a la posterior “Sunset Boulevard” (1950) de Billy Wilder. 

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMSternberg se abstiene de realizar juicios de valor sobre buenos y malos en la revolución rusa, para él hay buenos y malos en ambos bandos, la gente de a pie tiene en su miseria las motivaciones para rebelarse contra el despotismo de un Zar mostrado como alguien que no le importa su pueblo, pero a su vez exhibe que los líderes revolucionarios son tanto más malos que a los que intentan derrocar, expuestos como una turba violenta que se mueve sin mucho sentido, culmen la fiesta hedonista en el tren, donde vemos que estos líderes rebeldes lo que pretenden realmente es ponerse los abrigos de los derrocados para ser igual de déspotas que ellos, en el otro lado está el General zarista, tipo íntegro, idealista que se preocupa de sus soldados frente a los caprichos zaristas. Intenta ser equidistante con el tema.



Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMLa puesta en escena resulta brillante, con una magnífica dirección artística de Hans Dreier (“Perdición”, “Sunset Boulevard” o “Un lugar en el sol”), rodándose todo en los Studios Paramount en Hollywood, formando dos planos, uno la impresionante recreación de la recogida de vestuario de la marabunta de extras frente a las ventanillas, y otra en la de la Rusia Revolucionaria, con un excelente realismo, con excelsas coreografías de cientos de extras, con una parada militar, con una manifestación y su posterior represión violenta, con calles deprimentes nevadas, con un tren lujoso para los mandamases oficiales, con un maravilloso vestuario de Travis banton (“Un ladrón en mi alcoba”, “El signo del Zorro” o “Carta de una desconocida”), con una espectacular escena (para su tiempo) de derrumbe de un tren por un puente, todo ello con gran sentido del realismo, maximizado por la fenomenal fotografía de Bert Glennon (“La diligencia”, “Rio Grande” o “Los crímenes del museo de cera”), en glorioso b/n, con momentos de exuberante expresionismo alemán, con tomas de masas espléndidamente encuadradas, con expresivos primero planos que sacan los mejor de las actuaciones, con vivaces travellings. Todo esto sumado da una gran inmersión y equilibrada en los dos tiempos en que se mueve la trama en una deliciosa miscelánea.

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILMEmil Jannings es el amo y señor de la acción, un titán que desborda con su arrolladora personalidad la pantalla, a su rol le infunde carisma, carácter, idealismo, orgullo, idealismo, fragilidad, arrogancia, amor, sensibilidad, locura, y todo en un arco de desarrollo fascinante, una desgarradora actuación, atravesándonos con punzantes primeros planos, una montaña rusa de sensaciones emite, al principio melancólico, un Coloso radiante con aura de Grande, luego está lo bien que expresa gestualmente y con su poderosa mirada su relación con Natalie, y tras el giro el peso de la frustración le va aplastando poco a poco, hasta explotar en el clímax del film, sublime, un papel en cierto modo similar al que él mismo encarnó en “El último” (1924) de Murnau, Jannings llegó un año antes a con contrato a la Paramount en Hollywood precedido por su merecida fama, pero la llegada del sonoro le obstaculizó seguir, tenía un fuerte acento germano que en el “The patriot” (1928) de Lubitsch tendría que ser doblado por ser ininteligible su inglés, lo que le hizo tener que volver a Alemania. Evelyn Brent como Natalie realiza una sentida interpretación, enérgica, vitalista, pasional, encendida, excitante, de gran vehemencia. William Powell cumple con un personaje con menos peso dramático, más bien un complemento de apoyo al dueto protagónico. El resto de secundarios carecen de enjundia para enjuiciarlos.


Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILM

Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILM
Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILM
Resultado de imagen de THE LAST COMMAND 1928 FILM

Momentos recordables: La recreación de cómo los extras de un film se mueven como una marabunta caótica por las ventanillas de vestuario del gran estudio, siendo tratados con displicencia por los empleados de logística, esto visto con magníficos travellings de ventanilla en ventanilla; ; El lírico modo en que nos trasladamos al flash-back en que sucede gran parte del film, mientras el ex General se mira al espejo vestido de militar; La entrevista que hace el General a Andreyev, destapándose la impetuosa y feroz personalidad de Sergei; La otra entrevista que el general hace, en este caso a la bella Natalie, en la que el militar queda prendado de ella; La crucial escena donde Natalie y Sergei destapan sus verdaderos sentimientos, el General visita el dormitorio de ella, descubre que Natalie esconde una pistola bajo un cojín, esto en un gran primer plano, no se da por enterado, espera flemático a ver qué ocurre, se produce un intercambio de miradas entre los dos, ella le pide le prepare una copa, él sabe que es para que le dé la espalda, pero asiente y mientras da la espalda observa por un espejo que Natalie saca el arma y le apunta, Sergei espera acontecimientos, entonces ella se derrumba, y solloza, él se da la vuelta sabedor de que el amor de él es correspondido por ella, la abraza y le dice <A partir de ahora eres mi prisionero de guerra, y mi prisionero del amor>; Cuando el tren del General es paralizado en una estación por una horda de revolucionarios, él se baja con pose regia el gentío en la estación no se atreve a acercarse, lo miran con temor, él les aguanta la mirada, entonces aparece Natalie que se une furibunda a los revolucionario enarbolando una bandera, se acerca a Sergei y le escupe, entonces el general se viene abajo; Cuando Sergei está preso echando carbón a la locomotora, aparece Natalie a hurtadillas, le dice a Sergei que no lo ha traicionado, si no que ha planeado salvarlo, y le da el collar que él le dio, para consiga huir de Rusia, le ayuda a saltar del tren en marcha, pero mientras el mira melancólico el tren como cruza un puente, este explota cayendo al río helado, su cara se desencaja, ha muerto la persona que amaba; Todo el tramo final, en un increscendo apasionante, el jefe del estudio. Andreyev, para humillar a Sergei le hace vestirse de General para estar en una escena de batalla en una trinchera donde será humillado por un revolucionario, pero en medio de la escena Sergei se transmuta en quien fue, cuando va a dar un discurso a su desanimada tropa, un actor-soldado le dice <Usted ha dado su última orden>, y entonces Sergei se rebela y se transforma, y el general azota al soldado en el rostro (recordando Andreyev, que observa, así fue golpeado él años atrás por Sergei), fuera de sí Sergei, enarbola al viento (de un gran ventilador) una gran bandera zarista, se cree un medio de una batalla real, y realiza un enfervorecido discurso conminando a sus soldados a luchar por Rusia, su rostro poseído por la grandeza de quien fue, en su delirio cae en colapso al suelo, moribundo su preocupación es preguntar a Andreyev si han ganado la batalla, este compadecido le responde que sí, y Sergei muere feliz,  un ayudante de Andreyev <Ese tipo era un gran actor>, este responde en la última frase del film, alegórica <Él era más que un gran actor, era un gran hombre>, secuencia donde el jugo de cine dentro del cine es tremebunda en su fusión.


Muy recomendable Obra Maestra del Séptimo Arte, de las que te emociona y te deja huella cinéfila. Fuerza y honor!!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario