EL CIRCO. (1928)
Clásico del genial Charles Chaplin, un
enternecedor homenaje a un mundo que tanto él conocía, como el de la farándula
circense. Nos habla de aquello tan clásico de los payasos son gente triste que
intenta hacer reír, a través de su icónico Vagabundo nos adentramos en un film donde sobresalen
unos cuantos gags delirantes de imaginación, de ingenio, y de coordinación
física, una muy humorística galería de slapstick de gran fisicidad, donde como
casi siempre en el cine de este símbolo del cine se funden las risas con el
drama y el romance. Como casi siempre Chaplin, produce, escribe, dirige,
protagoniza e incluso pone la música, esto lo hace en una restauración en 1970
para la que escribe una canción, la de los créditos iníciales. Este fue el
séptimo film más taquillero de la era muda con 3,8 millones $. Los premios de
la Academia (Oscars) fueron creados en 1928, su primera ceremonia el 16 de mayo
de 1929, Chaplin estaba nominado a mejor actor y mejor director por este
trabajo, se decidió concederle un premio Honorífico fuera de concurso, con la
finalidad de limpiar públicamente su nombre (tras los múltiples problemas
acaecieron durante el rodaje), por «el genio y la versatilidad demostrados al
interpretar, escribir, dirigir y producir "El circo"».
El protagonista es el icónico
Vagabundo (Charles Chaplin), este se encuentra en una feria donde tras huir de
la policía por un malentendido va a aparar accidentalmente a un circo, donde es
contratado como clown por el dueño del circo (Tiny Sandford). Allí conoce a la
encantadora hija del dueño, Merna (Merna Kennedy), de la que se enamora. También
tendrá importancia en el relato Rex, Rey del Aire (Harry Crocker).
Es una muy
disfrutable obra de Chaplin en la que trata su galería de temas, poniendo en el
centro a su Vagabundo, un perdedor que sufre la dureza y crudeza de nuestra
sociedad, hablándonos del hambre, de la pobreza, de las duras condiciones
laborales, de la violencia machista, del amor platónico, del que ama desinteresadamente,
de los sinsabores de la vida, y sobre todo de lo que estás dispuesto a
sacrificar por aquello que quieres, y siempre en un tono agridulce, en una
miscelánea excelente. Chaplin ya te atrapa en su frenético arranque 15 minutos
fascinantes de ingeniosos gags, con carreras, malentendidos, torpezas, caídas,
golpes, peleas, todo en un lenguaje físico portentoso encauzado a hacerte reír.
El Vagabundo es un tipo que ve el mundo con mucha ternura, un pobre hombre que
intenta sobrevivir en una jungla de aprovechados de todo tipo, desde ladrones a
jefes despóticos y violentos, y en este caso se enamora y no es correspondido,
pero aún así ve el modo de dar sin tener que esperar recibir, es una frágil
pluma golpeada por unos y otros, pero nunca deja de detentar una enorme
dignidad. Chaplin sabe desarrollar una sensible relación entre la chica y el
vagabundo, ya desde que se conocen, para luego llegar a la decepción de él al
darse cuenta no es correspondido, algo que llega al espectador.
Chaplin
también intenta hacer una reflexión sobre el humor, sobre el humor que emana de
su icónico personaje Charlot, emparejándolo a los clown del circo, y es que
estos intentan hacer reír haciendo payasadas exageradas y Charlot no es así, de
hecho su cariz humorístico brota de la cotidianidad, de su patetismo, de su picardía,
de su necesidad de supervivencia, es por
ello que el humor del clown es efímero, mientras el de Charlot perdura por su
humanización, por sentirnos empatizados con su sufrimiento.
La puesta en escena resulta de
gran dinamismo, aportando fluidez narrativa visual, con una brillante dirección
artística de Roland Totheroth (“La quimera del oro”, “Tiempos modernos” o “El
Gran Dictador”), rodándose en los Studios Chaplin en Los Ángeles, el final
filmado en Glendale (California), recreando con mimo el microuniverso de las
ferias y el bullicio circense, realzado por la excelente fotografía de Charles
D. Hall (“Sin novedad en el frente”, “El Doctor Frankenstein” o “Drácula”), con
sugestivos travellings, contrapicados fabulosos como el de la escena
funambulista, todo en pos de sacar lo mejor de humor del slapstick. El film fue
reelaborado por Chaplin y Hanns Eisler en 1948, Günter Kochan escribió una partitura para musicalizarla, Chaplin escribió la letra de la música y cantó él
mismo "Swing little girl" sobre los créditos deapertura, con Merna Kennedy
balanceándose de fondo en un trapecio, para el reestreno de la película en 1970. Chaplin
compuso nueva bso para la película en 1967 estrenada en 1969-1970. 1947, Hanns Eisler trabajó en la música, utiliza la música para compuso para su septeto Nº 2 (“Circo") para flauta y flautín, clarinete en
si, fagot y cuarteto de cuerda bemol.
Spoiler:
Momentos recordables: La escena
de apertura sobre los créditos de inicio Chaplin canta “Swing, Little girl”
mientras la protagonista del filme se balancea en tiernamente en un trapecio; Todo
el tramo inicial es trepidante, hasta que Charlot aparece en el circo, un
encadenado de slapstick prodigiosos, con el carterista que le coloca sin
saberlo la cartera a Charlot para rehuir a la policía, vemos al Vagabundo en su
hambre le mordisquea a escondidas de su padre a un niño su comida, queda
retratada la pícara y necesitada personalidad del protagonista; o cuando los
gags desembocan en un Antológico plano, cuando Charlot huye de la policía por
una calle, vemos aparece este por la izquierda corriendo y a la vez vemos al
carterista aparecer por la derecha, y los dos corriendo en paralelo hacia la
cámara, sublime plano de los dos mirándose en su huida,y Chaplin saludándolo, y
los dos se vuelven a separa cada uno por un lado de la cámara, un prodigio de
coordinación; desembocamos en la huida con Charlot en una sala de espejos, un
poli aparece y lo detiene, pero los múltiples reflejos lo despistan chocando
con los reflectantes cristales (puede ser antecedente de la Icónica escena de
“La Dama de Shanghái” de Welles); luego está el delirante gag del protagonista
y el carterista fingiendo ser unos autómatas de feria para despistar a la
policía, con Charlot dando golpes con una porra en la testa del ladrón,
formidable los movimientos mecánicos; acabando Charlot tropezando con el circo,
con el jocoso gag de desmontar todos los trucos del mago “Profesor Bosco”
(George Davis), tramo tsunami de inventiva encauzada al humor; El enternecedor
momento en que Merna y el Vagabundo se conocen, a través del hambre de ella, y
él compartiendo en un bello gesto; El divertido tramo en que Charlot hace la
prueba para clown, ve entusiasmado a mandíbula batiente un número de payasos
parodiando el clásico momento de la manzana sobre la cabeza de Guillermo Tell,
en contraste con la seriedad de los otros que la observan, quedando patente la
candidez del Vagabundo; El impactante momento en que Charlot se queda atrapado
por accidente dentro de la jaula del león, un alarde de pantomima; El apoteósico
clímax funambulista de Charlot, este pretende ganar el amor de Merna, para ello
sustituye al especialista en la cuerda floja, pero ante el temor a la altura se
coloca un arnés con un cable de seguridad que un operario manejará desde el suelo,
esto los espectadores lo percibirán, entonces Charlot realiza acrobacias sobre
la cuerda tremendas, haciendo incluso el pino, pero el arnés se le suelta y
Charlot no se da cuenta y sigue feliz en la cuerda, hasta que se da cuenta y
comienza su miedo, el peligro se acentúa
cuando un grupo de monos del circo le acosan y lo atacan, delirante como
intenta mantener la verticalidad mientras los simios le hacen caer los
pantalones. Chaplin practicó durante semanas para poder rodar esta escena. No
usó dobles, él mismo se subió al alambre, en ocasiones llegó a estar a 12 m
altura, durante la edición se deterioró el negativo y tuvo que volver a
grabarse la escena. Según el propio Chaplin, la primera versión era más
graciosa que la que finalmente hemos podido ver; Su final, toda una oda al amor
puro, al sacrificio por lo que amas, por la felicidad de a quien quieres, hace
de Celestina Charlot, uniendo a Merna y al funambulista, y él decide, aunque
ella ha intercedido para que lo vuelva a contratar su padre para el circo, él
mira como la caravana del circo se aleja, se da la vuelta y se aleja
alegremente, la vida continua...
Chaplin tenía en proyecto un
film sobre el mundo del circo desde 1920, en 1925 comenzó a trabajar en el
desarrollo de la película en los Charlie Chaplin Estudios. El escenógrafo Danny Hall esbozado llevó a cabo primeras ideas de
Chaplin para la película. Chaplin
era un admirador de mucho tiempo del cómico francés Max Linder, este había muerto en octubre
de 1925, y a menudo Chaplin tomó prestados gags y dispositivos de la trama de
las películas de Linder. Algunos
críticos han señalado las similitudes entre “The
Circus” y la última película
terminada de Linder. Después del primer mes de rodaje, se descubrió el negativo
de la película había sido rayado; trabajos
de restauración ajustaron el tiempo del negativo. Un gran incendio en los estudios de
Chaplin, en septiembre, retrasó la producción durante un mes, además la madre
de Chaplin murió. Asimismo le
llegaron los papeles de divorcio de Lita Grey en diciembre, y litigios sobre
esto retrasaron el estreno de la película un año más. Y es Chaplin era un perfeccionista en sus películas y una calamidad en su vida
privada. Estas dos características se enfrentaron cuando realizaba
"El Circo", de sus películas más problemáticas. Siempre atraído
por las chicas jóvenes, se casó con la joven de 16 años, Mildred Harris en
1918, cuando tenía ‘el 29. Después de los affaires con Pola Negri y Marion
Davies, en 1924 se casó con Lita Grey, que tenía 16 años. Él supo que estaba
embarazada mientras se preparaba "El Circo", y después ella le
demandó el divorcio, se pusieron de acuerdo en 600.000 $, mientras la Agencia federal de recaudación fiscal determina al mismo tiempo que
le debía $ 1 millón en impuestos atrasados. Chaplin había contratado a Merna
Kennedy como partenaire para "El Circo" por recomendación de Lita. Cuando
se descubrió el vínculo que se había desarrollado entre los Merna y Chaplin,
comenzó el proceso de divorcio y Lita hizo todo para evitar la película se
estrenara. El rodaje se interrumpió durante varios meses, y se ocultaron las
bobinas filmadas para evitar su destrucción. Calamidades golpearon la
producción. El conjunto de carpa del circo se quemó. Se perdió un
rollo de película terminado. Su perfeccionismo exigió 200 tomas para la
escena en la cuerda floja. El Circo finalmente se estrenó en Nueva York el 6 de enero de 1928, en el Teatro Strand , y en Los Ángeles el 27 de enero en el Teatro Chino de Grauman. Se llegó justo al
comienzo del advenimiento de la era sonora en el cine, con la primera película sonora, “The
Jazz Singer” (1927), estrenada
sólo unos meses antes.
En octubre 2010, para la
restauración de la cinta en DVD, se recuperaron unas imágenes, muestran de
fondo a una mujer hablando en lo que parece ser un teléfono móvil. La versión semi-oficial es que esto
sería un audífono celular, como el fabricado por Siemens en 1924.
Citas de Charles Chaplin que
lo definen: “Un día sin reír es un día perdido”; “La primera obligación del
hombre es ser feliz y la segunda hacer felices a los que lo rodean”; “Haz de
los obstáculos escalones para aquello que quieres alcanzar”; “La vida es una
obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive
intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine
sin aplausos”; “Toda la vida seré un clown,
nada más ni nada menos, lo que me sitúa a mucha más altura que cualquier
político”.
Clásico imperecedero del gran
Charles Chaplin, comedia con unos cuantos gags excelsos. Muy recomendable a todos los
que gusten de pasar un rato ameno. Fuerza y honor!!!
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