sábado, 23 de abril de 2016



EL HIJO DE SAUL.

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmImponente debut en un largometraje del húngaro László Nemes, donde parecía que ya no había lugar para mostrar de modo original y punzante algo como el Holocausto nazi, este inteligente director lo consigue con creces, hace un absorbente ejercicio de estilo donde modo sublime el fondo se funde con la forma, para el espectador haga una inmersión como nunca se ha visto en cine, sintiéndose víctima en primera persona de la mayor de las atrocidades que “humanos” han realizado contra los humanos, la SHOAH. Escrita por el director junto a Clara Royer, en un relato asfixiante, sofocante, claustrofóbica, sintiéndonos presos estremecidos desde el inicio en que la cámara se pega a la nuca del protagonista de la que no se despegará en todo el metraje, con electrizantes planos-secuencia, donde se hace un manejo de los fuera de campo, de imágenes difusas en las esquinas de los fotogramas, del sonido, absolutamente Antológico. Una labor de cámara Mátyás Erdély vibrante, co-protagonista del film, con sublimes coreografías, en pos de hacernos sentir estar en Averno, un descenso escalofriante en las entrañas en lo peor de la Condición Humana, nos hace sentir una pesadilla, nos remueve las tripas con una sensación de realismo turbador. Filmada con gran valentía, sin acudir a sensiblerías y maniqueísmos baratos, sin música que te empuje, sin casquería, sin gore, mostrando la crueldad fría y ordinaria, la llamada banalidad del mal, enmarcada en los controvertidos Sonderkommando, estos ya tratados en films como “Kapo” (....) y “La zona gris” (....), pero en esta ocasión te sentirás la segunda piel de ellos, en una Obra Maestra que no dejará indiferentes. Memorable la interpretación del protagonista Géza Röhrig, de una naturalidad que duele. Es una cinta que no es entretenimiento, es una experiencia conmovedora, emocional, trémula, donde no se acude a la exposición de planos del Holocausto, si no que hacen trabajar a nuestra imaginación de modo tenebroso. El film se estrenó en Cannes ganando el Gran premio, asimismo fue galardonado con el Oscar al film de habla no inglesa. Al director László Nemes le asesinaron parte de su familia en Auschwitz-Birkenau.


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Resultado de imagen de saul fia 2015 filmAunque nunca se dice, por los hechos que se relatan estamos en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau durante los días 7 y 8 de octubre de 1944. El protagonista es Saul Ausländer (Géza Röhrig), un prisionero judío-húngaro, tiene la desagradable función de ser miembro de los Sonderkommando, prisioneros encargados de guiar a recién llegados a las cámaras de gas, manteniendo el engaño de que son duchas, limpian de cuerpos muertos las cámaras de gas, llevan estos a los hornos crematorios, se deshacen de las cenizas, y limpian de restos humanos las cámaras, para volver a empezar la rutina. Estos Sonderkommando tenían el privilegio de un mejor trato. Un día, sacando cadáveres de las cámaras hay un niño que aún respira, asfixiándolo un nazi, Saul dice que es su hijo y decide que este no será uno más en la infernal cadena de muerte nazi, intentará darle sepultura al modo judío, teniendo que esconder el cuerpo con ayuda del médico Miklós (Sándor Zsótér), su misión es encontrar en el campo un rabino que rece ante su sepultura el Kaddish, oración judía por los muertos. Entre medias los Sonderkommando planean una revuelta contra los nazis. Tendran importancia personajes como los Sonderkommando, Abraham (Levente Molnár), el Oberkapo Biedermann (Urs rechn), Yankl (Fritz Attila), o el preso Apikoyres (Márton AGH).

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmResultado de imagen de saul fia 2015 filmResultado de imagen de saul fia 2015 filmSomos testigos del infierno en primera persona, no nos roza, se nos hunde en el alma, Saúl filmado en foco bajo, él será nuestros ojos, asiste  (asistimos) al terror de modo rutinario y gélido, a (nuestro) su alrededor las puertas de las tinieblas despliegan su engrasada maquinaria de muerte, vemos desenfocado, en segundo plano, cuerpos amontonados desnudos, gente que los arrastra mecánicamente, muertos empujados a los hornos crematorios, limpieza de restos humanos en las cámaras de gas, ejecuciones sumarias con tiros en la nuca, tirado de (montañas) cenizas de muertos al río, todo ello difuso, en consonancia con la mente del protagonista, parece vivirlo todo de modo irreal, deshumanizado, un desenfoque que junto a los sugestivos fuera de plano (gracias al sonido) provocan que el espectador tenga que recomponer lo que apenas ve y lo que no, de forma que su mente edifica los claroscuros con piezas pesadillescas que motivan nuestra conciencia más que las peores de las imágenes. Una tensa e intensa ambientación, que nos sacude, nos sentimos parte de la desgarradora odisea física y existencial de Saúl, un arrollador relato que nos arrastra a la locura, llevados por una cámara sutil en plano medio que nos inquieta, siempre moviéndose, siempre sugiriendo en segundo plano, siendo poco explícito en imágenes, derivando en una experiencia única, un dispositivo sensorial, con tremebundo encadenado de toma sin pausa que impregna de veracidad cada fotograma, jugando con los encuadres, con escasa profundidad de campo, oprimiéndonos, angustiándonos, hastiándonos, cámara al hombro que danza alrededor de Saúl, dejando tras él figuras humanas borrosas, actos horripilantes esbozados, y fuera de foco los horrendos sonidos como gritos, disparos, jadeos, golpes, susurros, desconcertándonos.

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmResultado de imagen de saul fia 2015 filmY en medio de las fauces del Infierno el muerto en vida que era Saúl encuentra una razón para vivir, cree dar sentido moral a su patética, insensible  y deshumanizada existencia, ve un cuerpo muerto (recién asfixiado) de un niño que identifica (nunca sabremos si lo es o no) que dice es su hijo, esto le da al protagonista motivos para volver a sentirse humano, para salir de su robotizada vivencia, se autoimpone un sentido religioso para la salvación de su alma salvando la de su (o no) hijo, se propone un objetivo para encontrar algo de luz en medio de la oscuridad más aterradora, un rayo de esperanza redentora. A través de misión cuasi-mística se hace una compleja radiografía de los caminos de la locura, de los efectos de convivir con el terror rutinariamente, para acentuar esto se enmarca esta “misión” individual con otra colectiva de rebelión de los sonderkomando, esto sirve al director para hablarnos de las diferentes visiones de la dignidad y el sentido metafísico de la libertad, donde cada uno a su modo intenta dar sentido a su vida, unos (Abraham) intentando escapar del Averno, otros fotografiando (Biedermann) el infierno para dar a conocer lo que allí pasa y Saúl cree que el cuerpo del niño es el alma de todas las víctimas, reflejará para él un halo de esperanza intentando dar digna sepultura a ese muerto, que serán todo.

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El estilo de cámara en la nuca para sentirnos más dentro de la acción no es original del film de Nemes, es algo muy manejado por los hermanos belgas Dardenne, que también son de encuadrar sus relatos en periodos cortos de tiempo, pero aquí acaban las similitudes, para los belgas todo en su segundo plano es nítido y diáfano, mientras aquí es borroso.

Géza Röhrig como Saúl está magnífico, expone con naturalidad un desgarrador mundo interior, soporta una de las labores de actuación más colosales que el cine ha parido, aguantando de modo glorioso la cámara sobre su rostro todo el metraje, es el alma del film, el que nos hace sentir, emite al principio una frialdad apabullante, dejando entrever dolor, angustia, frustración, desesperación, demencia, de una fenomenal sutil expresividad, mesurado y contenido, con un gradual arco de desarrollo, que deja traslucir ilusión por un objetivo, vivimos a través de él extenuados, asfixiados, abrasados, Colsal labor. Géza Röhrig es un poeta húngaro afincado en nueva York, no había actuaba en cine desde la década 1980. El resto del elenco tiene poco peso y deja entrever poco de sus exiguas apariciones.

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmLa puesta en escena es memorable, con un excelso diseño de producción László Rajk, recreando de modo perfeccionista todas las instalaciones de los hornos crematorios de Auschwitz-Birkenau en los Mafilm Taller de Budapest y en Budafok, sobre la base de fotos con asesoramiento de  historiadores que investigaron el tétrico lugar, todo esto recogido con la asfixiante cámara de Mátyás Erdély, filmando en 35 mm y en formato 1:33 para comprimir la visión del espectador y jugar más con el fuera de campo, rodando en tonalidades apagadas, feistas, mugrientas, ocres terrosas, pardas, grisáceas, resaltando los pocos rojos (sangre y las aspas de los sonderkomando) y verdes (color esperanza) que se ven, y más labor prodigiosa comentada arriba, brillantes sus travellings y cámara en mano con largos y extenuantes planos-secuencia, su metraje contiene solo 85 planos, impresionante pericia puesta al servicio de provocar al espectador, y esto atomizado por el descomunal diseño de sonido Tamás Zányi, cinco meses en post-producción fueron necesarios para crear ese co-protagonista que es el fuera de campo, formado en base a los sonidos inquietantes y estremecedores, con gritos neurálgicos en hasta ocho idiomas, lamentos, llantos, sonidos industriales de la maquinaria de la muerte. Todo esto en fascinante miscelánea conforma una atmósfera Magna, donde el minimalismo de su propuesta hace que nuestro cerebro lo atomice todo de modo que resulta aún más cruento.

Spoiler:

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmResultado de imagen de saul fia 2015 filmMomentos recordables, se puede decir que sería un todo: Su desasosegante inicio, seis minutos y medio de plano-secuencia, arranca con una imagen desenfocada, sobre lo que parece un bosque, vemos figuras humanas al fondo, una se acerca a la cámara, la imagen se hace nítida sobre él, quedando ya esta alojada cuasi permanentemente a su torso, es Saúl, un sonderkomando, estamos en un tremebundo plano-secuencia, por derecho propio uno de los mejores de la Historia del Cine, estamos en ante la engrasada cadena industrial de la muerte de los nazis, el protagonista junto con otros guían a cientos de recién llegados en vagones de tren a la antesala de unas supuestas duchas, una voz fuera de campo les dice que se desnuden y cuelguen la ropa en perchas con números, después de ducharse serán reasignados en sus tareas profesionales en el campo, todo mentira, los van a gasear, se desnudan las víctimas, entran en las “duchas”, y los sonderkomando fríamente recogen las ropas buscando objetos de valor, mientras de fondo oímos los desgarradores gritos y golpes de los gaseados,...; Cuando sacan de las “duchas” a un niño aún respirando y un nazi vestido de médico lo ausculta, tras esto gélidamente lo asfixia; Saúl llevándonos por los hornos crematorios; Cuando vemos arrastrar los cuerpos amontonados de los muertos; Cuando se representa un hecho real, las fotos que se hicieron en Auschwitz-Birkenau por sonderkomando (fueron cuatro), mientras quemaban una pila de cuerpos; Cuando Saúl va al Canadá (lugar donde almacenaban los nazis las pertenencias de los gaseados) a recoger algo importante, en el sitio trabajan mujeres afanosamente, una de ellas se dirige a Saúl, le pasa algo, luego ella intenta darle la mano a él, y este la retira, dejando a relucir una sufriente intrahistoria; El tramo nocturno, cuando seguramente por estar saturado el campo los nazis deciden matar con un tiro en la nuca a cientos de presos y que vayan cayendo en una fosa, esto visto por la luz tenue de un  foco, en medio Saúl buscando entre la cola de víctimas un rabino, al encontrarlo él se expone a ser confundido con uno de los próximos ejecutados, viviéndose un momento de sublime intensidad; Todo el tramo de la rebelión y huida del campo por el bosque, a Saúl solo le importa dar judía sepultura a “su hijo”, al que lleva al hombro en medio de la cruenta refriega, arrastrándolo lastimeramente a través de un río, viéndose obligado a soltarlo corriente abajo, todo visto en un colosal plano-secuencia; Su lírico final, Saul descansa junto a otros sonderkommando huidos en un cobertizo, ve a un niño en el exterior que le observa, los dos cruzan sus miradas unos segundos, y Saúl sonríe, como si en el chico viera el espíritu libre de “su hijo”, entonces el niño se va y la cámara deja por vez primera a Saúl, el niño corre por el bosque, cuando un soldado nazi lo coge, le dice que se calle y aparecen más soldados, lo dejan suelto y corre por en medio de la vegetación, alejándose mientras oímos un tiroteo fuera de plano, suponemos los nazis están masacrando a los huidos...

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmEl realizador juega de modo ambiguo con el chico muerto, deja abiertas diferentes sublecturas sobre si es hijo o no de Saúl, compañeros de él le dicen que él no tiene hijos, con lo que nos deja la duda, será realmente su hijo? Verá en él al hijo que alguna vez tuvo? Él no tiene hijos, pero verá en él niño muerto a su inocencia ya perdida? O que Saúl simplemente haya perdido la razón en medio de tanta demencia existencial? Este elemento que deriva en críptico y que nunca se aclara confiere aún más riqueza y hondura dramática al film, haciéndolo aún más trascendente, con esa última mirada de ilusión de Saúl al niño que ve en el bosque.

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmUn plano del film reproduce de manera exacta la imagen de una de las cuatro fotografías halladas en Auschwitz que sirvieron de detonante para su realización. Desde una especie de cuarto de herramientas se intuye, envuelta en humo, una pira de cadáveres lista para su cremación. La imagen, tomada en 1944 por un miembro de uno de esos sonderkomando que intentaron fugarse del campo de concentración, tiene un valor simbólico descomunal. Recoge la necesidad de dar testimonio de lo que allí pasó, de negar la negación del holocausto pretendida por los nazis.[dixit]

Resultado de imagen de saul fia 2015 filmEl realizador László Nemes concibió la película del libro “Los Rollos de Auschwitz”, colección de testimonios de miembros del Sonderkommando,  después de descubrirlo durante la producción de Béla Tarr “El hombre de Londres en 2005, cuando trabajaba como asistente de Tarr. Nemes comenzó a trabajar en el guión con Clara Royer en 2010 y completó el primer borrador en 2011. Ambos pasaron varios años de investigación, siendo asistidos por historiadores como Gedeón Greif , Philippe Mesnard y Zoltán Vági. El libro del Prof. Gedeón Greif "Lloramos sin lágrimas" inspiró al director László Nemes para crear una película dedicada a los Sonderkommando, tema delicado, complicado y sensible en el Holocausto. Fue complicado encontrar financiación debido al enfoque poco convencional de la película y la falta de experiencia de Nemes en la dirección de largometrajes. Originalmente iba a ser producción francesa con protagonista francés, al final fue producida enteramente en Hungría, tras potenciales socios de coproducción de Francia, Israel, Alemania y Austria rechazaran el proyecto, el 1,5 millones de € del ​​presupuesto cubierto por el the Hungarian National Film Fund, Hungarian tax credits and the Claims Conference, que representan, respectivamente, el 70%, 25% y 5%. Nemes insistió en la selección de actores que hablaran lenguas propias de sus personajes. 


Una Obra Maestra, no recomendable a todos los paladares, profunda, densa, y de un arrollador calado emocional, de las que te deja aturdido por su potencia conmovedora, hacía tiempo que una película no me absorbía tanto. Fuerza y honor!!!

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