martes, 18 de julio de 2023

 

Magallanes: la primera vuelta al mundo.

Cautivador documental francés abordando la mayor aventura que jamás el ser humano haya afrontado, ni tan siquiera la llegada de Colón a América o el Hombre a la Luna se puede comparar. El primero fue mucho menos tiempo y en el segundo iban sobre seguro, con muchísimas misiones de aproximamiento. Este viaje comandado por el portugués Magallanes y financiado por la corona española, supuso la primera globalización, la primera definición real de la tierra como esfera con sus medidas, definir la odisea de este viaje sería limitarlo, y no sería justo para la magnitud de la empresa. Es una vergüenza que en el 500 aniversario de la llegada de lo que quedaba de la expedición a España (Sevilla, 8 de septiembre de 1,522), no se haya celebrado como se merece tal hazaña. La España de no hoy no se merece a la España que fue. Que sea una producción gala la que homenajee con vigor este hecho Épico sublime es para hacérselo mirar. Dirigen François de Riberolles & Ugo Bienvenu, haciendo un seguimiento ingenioso de 4 episodios de casi una hora cada uno, que va siguiendo cronológicamente los hechos alternando testimonios de historiadores internacionales, uno luso, otro francés y un español, así como muy sentida y regia la voz de narración del gran Joe Coronado. Mezclándolo con documentos de archivo, imágenes de los lugares actuales, y sorteado en vez de chirriantes dramatizaciones teatrales con actores, tienen el buen gusto de escenificar eventos cruciales con dibujos creados por el artista gabacho Loïc Fontimpe (“Ballerina” o “Oficina de Infiltrados”), que se sienten realistas en su expresividad. Toda una fantástica labor didáctica que se adentra en esta epopeya asombrosa que llevó a estos hombres al límite. Sentimos a través de que Antonio Pigafetta creo un diario de abordo, y con la suerte de que fue uno de los 18 supervivientes que volvieron de los 239 que zarparon en la ida, de las cinco naves (Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago) solo una (la Victoria) circunnavegó (una de ellas, la san Antonio se rebeló y volvió desde el Estrecho de magallanes). Y mediante sus crónicas sabemos de la pasión de Magallanes en su proyectó, de las rebeliones de capitanes hispanos contra el portugués, del motín, de las dificultades en salir del laberinto que era el estrecho de Magallanes, con cientos de islas unas contra otras sin saber por donde salir, sabemos de cómo afrontaron la salida al mayor de los océanos, el inexplorado Pacífico, sus problemas de abastecimiento en islas con nativos caníbales, su llegada al  archipiélago de Filipinas que supuso la muerte en batalla de Magallanes al presionar para evangelizar a los aborígenes, el banquete masacre (por mor del traicionero esclavo), su exótico encuentro con el Sultán de Brunei, el mando del sádico Carvallo, el secuestro de mujeres, el pirateo por el Índico, la llegada a la Tierra Prometida de las Molucas, la partida de las dos naves que quedaban, la Trinidad por el Este y la Victoria (comandada por Elcano) por el Oeste, la navegación alrededor de áfrica sin tocarla por miedo a los portugueses, su desesperación de hambre al querer víveres en la colonia lusa de Cabo Verde, y su llegada tras tres años a Sanlúcar de Barrameda.

 

Me ha gustado mucho encontrar datos que desconocía, como el modo maquiavélico en que Magallanes sofocó el motín, el castigo que impuso al líder del mismo, las dificultades para sobrepasar el archipiélago al sur de la Tierra del Fuego, como quisieron cristianizar las Filipinas, como tras la muerte de Magallanes el mando de la expedición recayó en un sanguinario amoral, no sabía de qué los marinos más intrépidos de la Historia, se dedicaron por un tiempo entre las islas de la actual Indonesia al pirateo, que incluso secuestraron mujeres como pasatiempo sexual, y más elementos que me han arrojado luz y sombras sobre esta Kolosal Aventura. Todo narrado con ritmo fluido, entreteniendo, haciendo amenos los diferentes pasajes. Ello adornado por una luminosa y dramática fotografía  Vincent Mathias (“Nos vemos allá arriba”) y Maxime Beauquesne, y esto punteado por una climática música de Quentin Sirjacq (“El hermano”) y Nicolas Becker (“Sounds of metal”). Todo ello hace muy vivida la Magna Hazaña.

 

Aunque me hubiera gustado que tuviera más información sobre Juan Sebastián Elcano, al que  se ve como uno más en la expedición, no se le da la importancia que debe al que comandó la llegada, quizás por ser español y el doc francés, pero debería tener más acercamiento al marico vasco; También se pasa demasiado rápido por la fase de vuelta desde las Molucas, con el gusto por el detalle que la serie detentaba hasta entonces, da la sensación se le agotara el tiempo y debiera apresurarse, saltando de forma atropellada por miles de leguas en un plis plas; Asimismo no habría estado de más tener una coda con lo que pasó con estos 18 héroes.

 

‘Hace apenas 500 años, una tripulación de 237 hombres repartidos en cinco barcos partió de Sevilla en el Océano Atlántico, rumbo al oeste, hacia los confines del mundo conocido. Al frente de esta expedición, el capitán portugués Fernando de Magallanes hizo la apuesta insensata de encontrar un paso por el continente americano para llegar al Océano Pacífico y, al otro lado del mundo, llegar a la India. El objetivo de este gran viaje era llegar a las Islas Molucas en Indonesia, llamadas Islas de las Especias, objeto del deseo de los reinos rivales de España y Portugal. Tres años después, el 8 de septiembre de 1522, solo 18 debilitados marineros regresaron a casa sin su capitán Magallanes, a bordo del único barco que quedaba, luego de lograr la mayor proeza marítima de todos los tiempos: una circunnavegación completa del globo por mar.’

 

‘Finalmente el 6 de septiembre de 1522 los expedicionarios arribaron a Sanlúcar de Barrameda completando así la primera circunnavegación del globo. El mismo día de la llegada tomó a su servicio un barco para remolcar la Victoria por el Guadalquivir hasta Sevilla, por el mal estado en que se encontraba la nave. Los oficiales de la Casa de la Contratación de Indias de Sevilla prepararon una lancha con doce remos, cargada de provisiones frescas. Dos días después atracaba en Sevilla la Victoria. En el muelle esperaban las autoridades de la ciudad y los miembros de la Casa de la Contratación en pleno, junto a un numeroso público que contemplaba la llegada de la desvencijada nave. Aquel día los navegantes no desembarcaron. Solo lo hicieron a la mañana siguiente, en camisa y descalzos, con cirios en las manos y en procesión. Se dirigieron a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y a la capilla de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla,40​ como habían prometido hacer en momentos de angustia.13​ La nao Victoria fue descargada.’

 

<<Gracias a la Providencia, el sábado 6 de septiembre de 1522 entramos en la bahía de San Lúcar [...] Desde que habíamos partido de la bahía de Sanlúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero [...] El lunes 8 de septiembre largamos el ancla cerca del muelle de Sevilla, y descargamos toda nuestra artillería.>> Antonio Pigafetta. Relación del primer viaje alrededor del mundo.​

 

José Martínez de la Puente escribió en su Compendio de las Historias de la India Oriental en 1681: Los fragmentos de esta nao Victoria se guardan en Sevilla por memoria de haber sido ella quien dio vuelta entera a todo el orbe de la tierra y el agua.

 

La carga de especias que trajo en la nao Victoria cubrió con creces los gastos de toda la expedición (cinco naves en total); El rey del momento, Carlos I, otorgó en recompensa a Elcano la hidalguía y un escudo que añadía un orbe con una leyenda que decía "Primus circumdedisti me" en la parte superior.

 

Supervivientes de la expedición

Pérdidas humanas

De los 239 hombres que salieron de Sanlúcar de Barrameda en la flotilla capitaneada por Fernando de Magallanes, solamente a dieciocho les cupo la suerte de poder regresar a España al mando de Elcano después de haber vencido los temporales de toda la circunnavegación de la Tierra.

 

Primeros circunnavegantes: Placa conmemorativa en la fachada del antiguo ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con los nombres de los hombres que retornaron a la ciudad tras la primera circunnavegación.

 

Estos dieciocho hombres recalaron en Sanlúcar de Barrameda a bordo de la Victoria el 6 de septiembre de 1522.

Nombre   Puesto

Juan Sebastián Elcano, de Guetaria      Capitán

Francisco Albo, de Axio (Grecia)44​        Piloto

Miguel de Rodas, de Rodas (Grecia)     Piloto

Juan de Acurio, de Bermeo    Piloto

Antonio Lombardo Pigafetta, de Vicenza (Italia)  Sobresaliente

Martín de Yudícibus, de Savona (Italia) Marino 

Hernando de Bustamante, de Mérida   Marinero y barbero 

Nicolás el Griego, de Nauplia (Grecia)  Marinero

Miguel Sánchez de Rodas, de Rodas (Grecia)       Marinero

Antonio Hernández Colmenero, de Ayamonte      Marinero

Francisco Rodríguez, de Portugal   Marinero

Juan Rodríguez, de Huelva   Marinero

Diego Carmena Gallego, de Bayona  Marinero

Hans, de Aquisgrán (Alemania)             Artillero

Juan de Arratia, de Bilbao Grumete

Vasco Gómez Gallego el Portugués, de Bayona    Grumete

Juan de Santander,45​ de Cueto             Grumete 

Juan de Zubileta, de Baracaldo              Paje 

Otros supervivientes

 

Los doce hombres de la Victoria retenidos como prisioneros en Cabo Verde que regresaron algunas semanas más tarde a Sevilla, vía Lisboa:46​

Martín Méndez, secretario de la flota;

Pedro de Tolosa, despensero;

Richard de Normandie, carpintero;

Roldán de Argote, artillero;

Mestre Pedro, supernumerario;

Juan Martín, supernumerario;

Simón de Burgos, preboste;

Felipe Rodas, marinero;

Gómez Hernández, marinero;

Bocacio Alonso, marinero;

Pedro de Chindurza, marinero;

Vasquito, grumete.

 

Los cinco supervivientes de la Trinidad, que habían emprendido una ruta de regreso distinta desde las Molucas, también completaron la vuelta al mundo, aunque no regresaron a Europa hasta 1525 o 1526:

Gonzalo Gómez de Espinosa, alguacil mayor de la flota;

Leone Pancaldo, piloto;

Juan Rodríguez el Sordo, marinero;

Ginés de Mafra, marinero;

Hans Vargue, artillero.

 

 

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