Austin Powers en Miembro de Oro
Soy alguien que lo ha
pasado genial con las dos primeras partes, entiendo que haya quien no le guste,
con lo que no tiene que estos se acercaran siquiera a la segunda, y mucho menos
a esta tercera. El cine no todo puede ser Ingmar Bergman o Scorsese, tiene que
haber lugar para pasarratos ligeros que te provoquen risas con el poso de un
chiste olvidable. Pero en su debe tengo que decir que esta tercera se nota ha
perdido parte del ‘mojo’ con respecto a las dos primeras, tiene grandes
momentos, tiene unos valores de producción notables (los escenarios, la
fotografía, los efectos especiales, la música o el fastuoso vestuario), pero
también tiene más bajones que las otras, de hecho tiene un comienzo apabullante,
pero la promesa con este arranque no se mantiene, aunque vuelvo a decir, los
amantes de la saga tendrán nuevas recompensas en forma de gags algunos
excelentes, pero reitero, con ,más valles, ejemplo calor es fracaso en el nuevo
rol villano de Goldmenber, insoportable e irritante. Tercera y última parte
(aunque se llevan rumoreando más de dos décadas con una cuarta entrega) de las
aventuras del titular espía más cachondo y de la dentadura más prominente del
Séptimo Arte, la saga que nació como parodia sobre todo de la saga de James
Bond, esta lo es desde el ´titulo “Goldfinger”, pero también hay elementos de
“Solo se vive dos veces” y “El hombre de la pistola de oro”, “La espía que me
amó” o “GoldenEye”. Dirige como en las anteriores Jay Roach, y por supuesto
vuelve Mike Myers dando vida al protagonista al villano Dr. Evil, al Fat
Bastard que ya hizo en la segunda parte y ahora incorporando a un cuarto rol en
que se transforma como es el errado titular Goldmember, amén de Myers escribir
el guion junto al de las dos mencionadas, Michael McCullers, en realidad su argumento es solo una excusa, como
en las pretéritas, para ir entrelazando gags, muchos de los recursos ya
estirados, como el de los viajes en el tiempo, aquí los revitalizan con una
parodia mod del Delorian de “Regreso al futuro”, pero en varias fases caen en
lo irregular, repiten la pelea del Mini Yo vs Auastin, pero ya carece del
impacto de la anterior, parece más cansado el ingenio. Epítome de ello es lo
inanes que son las escenas descartes durante los créditos finales.
El guion vuelve a ser
una ametralladora de gag sobre gag, pretende provocarte sonrisas en el efecto
acumulativo sin fin, tantos que por el propio peso de la inercia termina por
sacarte risas, o al menos muchas muecas de ellas, siendo picos considerables
los varios números musicales.
Repiten la mayoría de
secundarios como Michael York aportando su elegancia y nombre (y poco más),
Robert Wagner (con solo una intervención graciosa hablando de su inversión en
una agencia de representación y ya nada más), Mindy Sterling (como subalterna del
Dr. Evil, tiene su escena cumbre en una visita presidiaria a su jefe), Seth
Green (dando vida al sardónico hijo del Dr. Evil), repite de la segunda el
pequeñito Verne Troyer (sensacional, con más protagonismo, con épicos momentos,
como cuando hace el número musical en la cárcel, o cuando se transforma en el
Mini Yo, pero de Austin Powers); Hay nuevos a reseñar la cantante Beyoncé
Knowles, como en la saga bondiana, referente paródica de la saga ‘austiniana’,
hay una chica (sexy) diferente para el prota en cada entrega, aquí haciendo su
debut en cine la cantante de las Destiny's Child, irrumpiendo con un
embelesador bikini dorado, personaje de Foxxy Cleopatra como homenaje a las
películas del “blaxploitation”, siendo ella
una mezcla afro de los nombres del film Cleopatra Jones (1973) con
Tamara Dobson y de Foxy Brown (1974) que le dio vida Pam Grier, también a
Christie Love cuando suelta: "Estás bajo arresto, cariño!". Pero en
un papel soso de actuación sin gracia alguna, pero luciendo sensualidad a
borbotones; También está en el cartel el gran Michael Caine en un rol de padre
de Austin Powers, en un papel para el que el actor no estaba contento o se la
soplaba como quedara, resulta anodino, no me extraña que la primera elección
fuera Sean Connery, este si hubiera dado juego de meta-ficción al ser el primer
Bond real. Al parecer el papel de
Caine era una parodia propia de un personaje suyo en como Harry Palmer en “The
Ipcress File” (1965).
Es un akelarre de todo
tipo de gags, desde los visuales, el slapstick, el juego de palabras, incluso
se ríen de sí mismos en varias ocasiones, como cuando reviven un gag parecido a
las diferentes forma s de decir pene en un montaje delirante por el mundo, en
esta ocasión con los senos de mujer, y termina saliendo Ozzy Osbourne diciendo
que había un gag parecido en la peli anterior, ello mientras ve la peli (gag de
meta cine). Ello regando de algunos gags muy imaginativos el metraje, como el
gag sobre los subtítulos sobreimpresionados (genial), con mucho de revisión de
chistes ya vistos en las anteriores, como es el juego de sobras chinescas que
provocan una percepción equivocada en el que lo ve, en este caso espectacular
con Austin Powers y el Mini Yo en una dantesca secuencia de primero toqueteo
onanista y al final parto (¿?), tampoco pueden faltar los chistes sexuales, o
el humor escatológico, aunque en esta ocasión menos acusado (y es de
agradecer): Como es norma en la saga no pueden faltar todo un jubiloso elenco
de cameos (aunque en su origen no era esto la palabra), como de John Travolta,
Steven Spielberg, Kevin Spacey, Danny DeVito, Tom Cruise, Britney Spears, Ozzy
Osbourne and family, Gwyneth Paltrow, Quincy Jones (como el que hace la música para
“Austinpussy”), Britney Spears, Katie Couric, o Burt Bacharach.
Tiene tanto poso y
popularidad que crean un inicio rompedor con una escena de acción en el
desierto de Utah (supongo Monument Valley) fabulosa, con deportivo descapotable
Shaguar sin conductor por la vía, con la bandera Union Jack al que llega
‘Austin’ en paracaídas, moto, y un helicóptero, todo con la parafernalia de la
saga, donde un tipo vestido como Powers salta sobre el helicóptero en una
pirueta imposible mientras dispara a los de dentro. Luego vemos que no es
Austin, es Tom Cruise haciendo de él, en lo que es una película, “Austinpussy”
(título parodia de la bondiana “Octopussy), con Kevin Spacey haciendo de Dr.
Evil y Danny de Vito como Mini Yo, Gwyneth Paltrow como la chica sexy, y
dirigiendo nada menos que Steven Spielberg, todos ellos haciendo cameos de sí
mismos, lo cual da idea del poderío del film. Esto encadenará con el final,
donde aparecerá John Travolta como Goldmember. Para luego entrar en la trama,
pura gamberrada, siendo un buen punto que la guarida ahora de Dr. Evil está
tras el famoso letrero de la colina con las letras HOLLYWOOD.
Hay parodias de
películas con gran sentido humorístico de films tan populares como esa visita
que Austin Powers hace a Suiza al Dr. Evil, encerrado en una habitación de
cristal, claramente inspirada en “El silencio de los corderos”, incluso el
diálogo entre ambos es inspirado en el de Clarice y Hannibal, sin ir más lejos
lo del clásico ‘quid pro quo’; La ya mencionada de “Regreso al futuro”
cambiando el auto mítico por un gangsta "pimpmobile" rosa y púrpura,
dodne lo mejor sin embargo es cuando Austin entra en la Disco (69) ataviado
como una parodia de macarra negro de los 70; la de las peleas de imposibles de levitaciones
infinitas de “Tigre y Dragon”, en este caso con Fat Bastard; O la sensacional
parodia del tema del musical “Annie”, ‘It's the Hard Knock Life. Ello en la
prisión con Dr. Evil cantándola en rap gangsta, con el Mini YO de por medio, y
con un grupo de figurantes delirantes; y más.
Tiene sus clásicos
momentos de humor grueso, como es el de pedos de Fat Bastard, o el del
submarino con forma de Dr. Evil haciendo su clásico gesto con el meñique en la
comisura de la boca que conforme avanza suelta la presión del agua por el
trasero, así como otras cosas; hay chistes sobre orina, siendo este uno de los
grandes momentos cuando Austin intenta reemplazar como trampantojo el pis de
una estatua fuente (cual Manneken Pis), para que un guardia no sospeche,
desternillante; hay sobre penes (el del Mini Yo o la llave de oro), siendo
bufos los del ‘miembro’ del Mini Yo, grotesco; hay sobre pechos de mujer; hay
sobre ménage à trois; o sobre juegos de palabras zafios sobre fornicación.
Pero desgraciadamente
los lastres son mucho más acentuados (algunos ya mencionados) y menos
ocultables que en las anteriores. Empezando por el nuevo villano Goldmember,
desagradable, sin gracia, sin chispa, reiterativo en sus chistes, sin
motivaciones claras sobre porque quiere destruir el mundo si es un rey en su
Studio 69 de 1975. El nombre fue inspirado por el villano de James Bond, Auric
Goldfinger. Los orígenes holandeses y los rasgos de carácter de Goldmember se
inspiraron, según Myers, en un episodio de la serie de televisión de HBO “Real
Sex” con un holandés que operaba un "granero de sexo" al norte de
Rotterdam. Las distintas formas de expresión del hombre llamaron la atención de
Myers mientras escribía. Pues al parecer lo que a él le cayó en gracia se ha
reflejado en un personaje sin gracia, repelente, con ese gusto por comerse las
escamas de su piel que no se a quien le
puede provocar risas, con ese reiterativo gag de dar patadas de 90 grados al de
detrás, incluso con las dos piernas a la vez, siempre diciendo las mismas
tonterías sobre dorarlo todo, es un chiste que se estira hasta provocar
rechazo; tampoco, como ya he mencionado Michael Caine tiene mucho chispa en su
papel, además con una sub trama de enredos familiares al que no se puede buscar
lógica en este universo, pero si algo de humor, y no me provoca algo; Luego
tenemos además un reguero de chistes con nulo humor, como el de las japonesas y
sus nombres (hay que entender el juego de traducción al inglés, Fook Me y Fook
Yu), y se supone debemos reírnos. Al parecer, este gag inspirado en "Quién
va primero?" de Abbott y Costello; Hay otros gags que se quedan en algo
sosos y poco inspirados, como es el de Nathan Lane como ‘suigéneris’ alter ego
de Beyoncé; El del Nº 3, encarnado por Fred Savage (el eterno Kevin Arnold de
la espléndida serie “Aquellos maravillosos años”), un topo con su ‘topo’ en el
labio, y este gag de mirar la verruga se supone que debe hacernos reír?;
Asimismo encuentro que el potencial del flash-back en que seguimos a Austin y
el que luego será Dr. Evil (allí Master Evil) en un colegio internado Academia
de Inteligencia Británica en 1958, con las versiones juveniles de Basil y Nº 2,
es una buena idea de premisa, pero no se saca ni el mínimo jugo que se podría;
aparte tenemos un defecto propio de nuestra Piel de Toro, y es el ver la cinta
doblada, siendo la estrella en este sentido el cómico Florentino Fernández, y
ni mucho menos es mala, pero me repatea que se crean más inteligentes que los
que los que han hecho el film que prostituyen con su voz, y no se limitan, como
debería, a reproducir las líneas que les dan, y es que creen que los
espectadores no entenderán algunos chistes de la cultura popular anglosajona, y
meten morcillas rancias que descolocan, como lo de hacer chistes con Chiquito
de la Calzada, esto me da grima.
Spoiler:
Tenemos una traca final
de culebrón venezolano, cuando el padre de Austin confiesa que también lo es de
Dr. Evil (en un chusco flash-back vemos como sucedió), y los tres se dan un
abrazo fraternal (se les une Mini Yo), pero el hijo de Dr. Evil, Scott, se
rebela y huye (con ese peinado Anasagasti tan ridículo). Tras lo que padre y
dos hijos, junto a Beyoncé y Mini Yo (por supuesto) hunden el rocambolesco plan
de Goldmember. Y acaba fundiéndose la imagen con la película “Austinpussy” del
principio con Cruise haciendo de Austin. Todo es entusiasmo en la platea con
todos los protagonistas, acabando con un beso con fuegos artificiales entre
Austin y Foxxy (antes hemos visto entre los espectadores a Fat Bastard, ahora
delgado, con toda la piel colgándole, dice más o menos que su cuello parece una
vagina. Y hay un epílogo en que vemos a Scott en la guarida tras el letrero de
HOLLYWOOD, vestido cual Dr. Evil, pero de negro, y diciendo siniestramente: ‘Te
atraparé Austin Powers’. Salta de su asiento de villano y baila.
El título de la
película, Goldmember, llevó a que MGM, los distribuidores de la franquicia
cinematográfica de James Bond, iniciaran acciones legales, lo que llevó
brevemente a que el título de la película fuera eliminado del material
promocional y los tráileres. Se prepararon varios posibles títulos de
reemplazo, incluidos License to Shag, Live and Let Shag, You Only Shag Thrice y
Never Say Member Again. La disputa se resolvió rápidamente y el título de la
película se mantuvo sin cambios con la disposición de que la película incluiría
avances en sus estrenos cinematográficos para la próxima película de James
Bond, Muere otro día y El señor de los anillos: Las dos torres.
Con un presupuesto de
producción de $ 63 millones e ingresos brutos de taquilla de $ 213 millones
(nacional) y $ 296 millones (mundial). Las tres películas de la serie fueron rentables,
cada una ganó más que su predecesora.
Me queda una muy
disfrutable comedia, con el filtro de saber a que nos enfrentamos, aunque un
escalón por debajo de las primeras. Gloria Ucrania!!!
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