miércoles, 19 de junio de 2024

 


Fahrenheit 451


 "Si nadie lee, todos seremos iguales."

 

Sobrevalorado drama distópico que fue la única producción en inglés (el resto fueron en francés) del director François Truffaut. La película fue la primera producción europea de Universal Pictures. Muy envejecida producción por el paso del tiempo, que además fue un borrón para el propio realizador de “Los 400 golpes”, pues no acabó nada satisfecho, la barrera del idioma que no hablaba y sus disputas con el protagonista Oskar Werner. El guion de Truffaut y Jean-Louis Richard (colaborador habitual del director en films como “La novia vestía de negro” o “La noche americana”) se basa en la novela homónima de Ray Bradbury de 1953 (que no he leído, y no sé si fallos del film pueden provenir del libro o de la adaptación), se desarrolla en una sociedad controlada en un futuro opresivo, el gobierno envía bomberos para destruir toda la literatura para impedir la revolución y el pensamiento. Los créditos iniciales de la película son hablados en lugar de tipográficos, sobre fondos de antenas de tv (Truffaut atacando la televisión), cual serian en una película en este mundo que se retrata. Es una obra que bebe indefectiblemente de la icónica ‘orwelliana’ “1984”, sobre el control de las masas mediante el anulamiento del pensamiento libre a través de la literatura y cualquier escritura (pastillas no tienen nombre ni instrucciones ni nada, simplemente un color y un número, o como las fichas de los delincuentes solo llevan imágenes, al igual que comics, sin texto), con lo que se crean mentes mansas, que se les alecciona en la nadería a través de la tv que les aborrega, presentándonos a una sociedad fría, superficial, analfabeta. De hecho se puede considerar que esto es volver a hundir al mundo en la prehistoria, pues esta acaba con la aparición de la escritura hacia el año 3000 a.C. Siendo protagonizada la película por un desubicado Oskar Werner y una grimante por la dualidad de roles Julie Christie, en unos roles insulsos y sin chispa alguna, monótonos y sin fondo.

 

En el futuro, un gobierno totalitario empleará la fuerza conocida como Bomberos para buscar y destruir toda la literatura. Pueden buscar a cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento, y quemar cualquier libro que encuentren. Uno de los bomberos, Guy Montag (Oskar Werner), conoce a una de sus vecinas, Clarisse (Julie Christie), joven adolescente puede estar en el radar del gobierno debido a sus opiniones poco ortodoxas. Los dos hablan de su trabajo y ella le pregunta si alguna vez lee los libros que quema. Curioso, comienza a esconder libros en su casa y a leerlos, empezando por David Copperfield de Charles Dickens. Esto genera un conflicto con su esposa, Linda (otra vez Julie Christie), quien está más preocupada por ser lo suficientemente popular como para ser miembro de The Family, un programa de televisión interactivo se refiere a sus espectadores como "primos". En la casa de un coleccionista de libros ilegal, el capitán de bomberos, Beatty (Cyril Cusack), habla (el leit-motive de esta sociedad) extensamente con Montag sobre cómo los libros hacen infelices a las personas y les hacen querer pensar que son mejores que los demás, lo que se considera antisocial.

 

La historia parte de una idea mordaz sobre anular el pensamiento individual a través de hacerlos a todos igual de analfabetos, idea muy propia del ideario comunista, todos iguales, todos tontos, todos infelices contentos, menos las élites. En realidad, esta idea es tramposa, porque las dictaduras no querrían extinguir los libros, sino solo los que le interesan a ellos, y dejarían los que apoyaran sus tesis, sería más fácil militarizar políticamente a las masas si tienes un medio propio para penetrar en sus mentes, si tienes este medio viral. Aunque aquí este medio para penetrar en los cerebros del bulbo popular es la tv y sus programas que idiotizan a los televidentes, en lo que es una ácida crítica por parte de Truffaut a un medio que al parecer detestaba, y hace que el NO tener una antena de tv en tu cas sea símbolo de cultura y lo contrario de analfabetismo.  

 

Truffaut muestra una sociedad aséptica, gélida, el trato de los enfermeros cuando tratan una sobredosis es aséptico, los televidentes son idiotizados por programas de tv que el hablan con generalidades y estos creen ser el centro del mundo, la gente se automedica con pastillas a tropel. Pero me falta mucho más de esta sociedad, son apuntes a pie de página superficiales de lo que hay, me falta profundizar en este régimen autoritario, de donde viene esta ideología, quien la sostiene, no puede ser todo que no haya libros, esto solo puede ser parte del medio para conseguir algo, pero el que? Tenemos a estos bomberos con vestimenta fascista que son en realidad una facción militar con armas, con un jefe filosófico que diserta con un ideario proto-socialista, pero esto me queda muy acartonada, sin fondo, una percha para que sepamos el porqué, pero no para que.

 

En el núcleo de la historia está la evolución del protagonista Montag de fiel estajanovista ‘quemalibros’ a converso amante defensor de la literatura, es su toma de conciencia el motor de la trama. Bombero apático que lleva una cómoda existencia con un trabajo que le gusta y una vida hogareña plácida con su conforme esposa. Pero el encuentro con una mujer le hará desarrollar interés por aquello que detestaba. Esta evolución me resulta abrupta, este interés por aquello que odiaba como son los libros me resulta forzada, aparte del agujero de guion que s que como sabe leer alguien que por no haber libros y estar prohibidos no debiera saber leer. Toda esta ‘epifanía’ me resulta poco emocionante, debiera de involucrarme haciéndome amar la literatura, debiera empatizar con lo que lee, de alguna forma ensalzar pasajes e ideas de los maravillosos libros que deglute, pero no hay atisbo de ello, parece que hay que ver la película con el amor por la lectura ya de mochila, pues con esta peli nunca alguien tibio con los libros se decantará por hacer lector empedernido, hay que ser un ‘creyente’ ya de casa, y falla en esto. Y para ello no me vale el artificioso y grimante tramo final (spoiler).

 

Tampoco Truffaut pone visualmente algo atractivo, para ser una cinta sobre un mundo distópico, resulta todo muy frugal, sin chicha, sin pizca de imaginación, que si el monorraíl, que si grandes televisiones, todo muy pobre, ni el atuendo, encima elementos ridículos que nada aportan y no se sabe para qué están, como poder subir por una barra de bomberos (¿?), o esos artefactos voladores individuales con motor que aparecen de la nada, con unos efectos visuales cantarines y que desaparecen para no verse más, con el juego que podrían haber dado. Y todo desembocando en un rush final que podrá impactar, pero a mi me ha sido inverosímil, ridículo y chusco.

 

Oskar Werner como Guy Monta da una actuación sin alma, sin expresividad, parece ni sentir ni padecer; Julie Christie interpreta tanto a la conformista esposa Linda, lo hace bien exponiendo ser una mente plana sin vida interior. También hace de rebelde lectora Clarisse, muy modosita y poco inspirada, nunca haría que me volviera lector, no me resulta inspiradora en este aspecto, nunca desprende que hace amar leer, todo es por imperativo del guion. No entiendo por qué este pretencioso recurso de Truffaut de utilizar a una actriz para dos papeles diferentes; Si Cyril Cusack borda su papel de capitán Beatty, villano con carácter, con simpatía, con carisma arrollador en el discurso que da a Montag en la vivienda de los miles de libros sobre él porque hay que quemarlos, muy bueno; Bee Duffell tiene un gran cameo como la fanática mujer que ama hasta la muerte a los libros, deja huella las emociones que transmite; Llamativo es el personaje de Fabian al que da vida Anton Diffring, al que Truffaut filma siempre acechando a Guy, pareciera va a jugársela en cualquier momento, pero esta sub trama parece haberse perdido en la mesa de edición pues parece el ‘Arma de Chejov’ (principio dramático postula cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado) y termina siendo la nada.

 

Por cierto, en este mundo no hay ningún tipo de escrito? No hay guiones para los programas de tv? Como se traspasa el ideario de estos gerifaltes a sus relevos? Por palabra hablada todo?

 

Truffaut en su gusto por el cine de su admirado Alfred Hitchcock contrató para la banda sonora a Bernard Herrmann, creador de múltiples músicas para el referido director de la papada más famosa del séptimo Arte, como “El hombre que sabía demasiado”, “Falso culpable”, “Con la muerte en los talones”, “Pero... quién mató a Harry?”, “Psycho”, o “Marnie”. Aquí sin trascendencia alguna utiliza una partitura compuesta únicamente por instrumentos de cuerda, arpa, xilófono, vibráfono, marimba y glockenspiel.

 

La mejor escena del film, es cuando van a casa de la mujer mayor amante de los libros que tiene su casa rebosante de libros y los bomberos los amontonan en la entrada cual montaña del saber a destruir. El capitán Beatty le da un discurso aleccionador a Montag, en realidad es al espectador ye l peligro de que podamos convertir nuestra sociedad en la que el describe. Tras lo que riegan con combustible las amontonadas novelas y se disponen a prenderlas con el lanzallamas, pero la dueña de los mismos decide, sobre los libros, ser ella la que los haga arder y fundirse con lo que ama entre las llamas, mientras vemos clásicos literarios fagocitarse.    

 

Spoiler:

 

Resulta que Guy Montag le dice a Clarisse que tiene un plan para acabar con los bomberos colocando libros en las viviendas de estos y delatarlos posteriormente. Pues esto se olvida a la siguiente escena. Vemos a Guy huyendo de la ciudad, lo hace en una barca, denotando que es muy sencillo escapar de las fauces de esta dictadura. Tras lo que se adentra en el bosque y por azar da con estas ‘tribus’ lectoras, menuda casualidad es de los que juega a la bonoloto y le toca el Gordo de Navidad! Tras lo que vemos a que se dedican estos amantes de los libros, su tiempo es para memorizar todos los libros del mundo mundial, menuda estulticia! Lástima le tengo al que tenga que memorizar el listín telefónico de Tokyo! Es una idiotez esto que no hay por donde cogerla! Nadie normal puede memorizar libros palabra por palabra! Y encima nos dicen que tras memorizar los libros que leen los queman, pero  porque? Que sentido tiene hacer aquello que combaten? Están en contra de hacer desaparecer los libros, pero ellos lo hacen! Un insulto a la inteligencia humana! Porque no simplemente hacen una gran biblioteca escondida en una cueva o en un subterráneo, esto tendría mucho más sentido, y que estos fueran sus guardianes y no sus memorizadores. Lo de ver a la gente cruzarse por el bosque recitando ‘sus’ libros me resulta de dentera, tomarme por tonto. Ósea, que combates una sociedad idiotizada por no leer con otra idiotizada porque son personas libro que no podrán hacer otra cosa en la vida que recitar ‘su’ libro, cosa que con toda lógica, con el tiempo terminaras anboer4reciendo el libro asignado. No tiene ni pies, ni cabeza.  

 

El clímax con Montag llevado a su casa para que queme sus libros, es bastante ridículo por como el capitán deja que sea el propio Guy quien los haga arder con el lanzallamas, de verdad es tan estúpido este Beatty? Le da un arma mortal a alguien que sabe es un rebelde, nos toman por gilis. Tras lo que no solo mata Guy a Beatty, también hace arder las instituciones de esta sociedad la cama del matrimonio y la tv (¿?).

 

Entre los libros quemados se encuentran Cuentos de misterio e imaginación de Poe y Las crónicas marcianas de Ray Bradbury, quien también escribió el libro de Fahrenheit 451.

 

En la película aparecen multitud de autores y obras. Como curiosidad, la primera que puede verse es "El Quijote" de Cervantes, y mientras el capitán de los bomberos justifica su importante trabajo diciendo que hay que quemar todos los libros, sujeta en su mano un ejemplar de "Mi lucha" de Hitler (¿?). Hay algo de Toute la Mémoire du Monde de Resnais en las opiniones democráticas de Truffaut sobre la pira de libros, con primeros planos de Moby Dick, la autobiografía de Chaplin, El diario del ladrón, crucigramas, Cahiers du Cinéma y Mad Magazine. Los rebeldes definitivos son memorizadores diligentes que se esconden en el bosque y mantienen con vida a Brontë, Carroll, Beckett, Sartre y Austen llevando sus obras en su interior. El protagonista elige a Poe y se prepara para "la próxima era de oscuridad", y Weekend comienza a partir de ahí. Con Anton Diffring, Jeremy Spenser y Mark Lester.

 

La película se rodó en Pinewood Studios en Inglaterra, con la escena exterior del monorraíl tomada en la pista de pruebas francesa SAFEGE en Châteauneuf-sur-Loire cerca de Orleans, Francia (desmantelada ya). La película presentaba la urbanización Alton en Roehampton, al sur de Londres, y también el parque Edgcumbe en Crowthorne, Berkshire. La escena final con la "Gente del Libro" recitando sus libros elegidos fue filmada en Black Park cerca de Pinewood, en una rara e inesperada tormenta de nieve que ocurrió en el cumpleaños de Julie Christie, el 14 de abril de 1966.

 

El autor Ray Bradbury dijo en entrevistas posteriores que, a pesar de sus defectos, estaba satisfecho con la película. Le gustó especialmente el clímax de la película, donde la Gente del Libro camina por un campo nevado, recitando la poesía y la prosa que han memorizado, con la melodiosa partitura de Bernard Herrmann. Lo encontró especialmente conmovedor. Sin embargo, aludiendo a una posible nueva versión, Bradbury dijo en una entrevista de 2009: "El error que cometieron con la primera fue elegir a Julie Christie como la esposa revolucionaria y aburrida".

 

Me queda una fallida idea, a la que espero en el futuro alguien sepa pulir, y no me refiero a la versión de 2028 de Ramin Bahrani. Gloria Ucrania!!!

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