CIUDADANO X.
Esta critica es un
tributo a un gran actor que a todo buen cinéfilo nos ha hecho pasar buenos
ratos, como es el canadiense Donald Sutherland, recientemente fallecido (20/Junio/2024
a los 88 años) papel en este film que le valió el Emmy al mejor actor de
reparto en una miniserie o película. Este es un telefilm de la HBO que relata
los esfuerzos de un detective de policía en de la Unión Soviética que intenta capturar
a un desconocido asesino en serie de mujeres y niños en la década de 1980, donde
el caduco régimen no hace más que ponerle obstáculos. Dirigida y guionizada por
(tiene un cameo como miliciano) Chris Gerolmo (“Arde Mississippi”), se basa en
el libro de no ficción de Robert Cullen “The Killer Department”, publicado en
1993, sobre la historia real del asesino en serie soviético Andrei Chikatilo,
condenado en 1992 por el asesinato de 52 mujeres y niños cometido entre 1978 y
1990. El escenario, a 800
kilómetros al sur de Moscú, es Rostov del Don, donde el primer cuerpo fue
encontrado por el arado de un granjero en 1982, le siguen muchos más. Protagonizada
por unos excelentes Stephen Rea como el atormentado detective, Donald
Sutherland como el militar que lo apoya, Max Von Sydow como el psicólogo que
hace un retrato de la personalidad del psycho-killer, y Jeffrey de Munn como el
asesino (nunca se juega al ‘whudunit’, se sabe desde el inicio).
La cinta tiene éxito en
entrelazar la decadencia del régimen soviético con la investigación de lustros,
donde notamos la transición de la nación (hacoia la glasnost y la perestroika)en
como varia la forma de afrontar al maniaco asesino, desde los prejuicios, el
fanatismo, la hipocresía, el culto a las falsas apariencias, los privilegios,
la corrupción del poder, la arrogancia. Sutil como se muestra un cuadro colgado
en la sede del PCUS del premier soviético, imagen que varía con el tiempo, de Leonid
Brezhnev al reformista aperturista Mijail Gorbachov. En 1982, durante la
cosecha de la tierra, se descubre un cadáver en una granja colectiva. Una
búsqueda posterior en los bosques adyacentes, autorizada por el nuevo
especialista forense, Viktor Burakov (Rea), da con siete cadáveres más en
diferentes estados de descomposición. La película cuenta la historia de la
posterior búsqueda, durante ocho años, por parte de Burakov del asesino en
serie responsable de la mutilación y asesinato de 53 personas, 52 de ellas
menores de 35 años. Burakov es ascendido a detective y finalmente recibe la
ayuda, al principio de forma encubierta, del coronel Mikhail Fetisov
(Sutherland), su oficial superior y el astuto jefe del comité provincial contra
el crimen y, mucho más tarde, de Alexandr Bukhanovsky (Von Sydow), psiquiatra
con un interés particular en lo que él llama "psicología anormal". Además
de adoptar la forma de un thriller policial, la película retrata la propaganda
y la burocracia soviéticas que contribuyeron al fracaso de las fuerzas del
orden en capturar al asesino, Andrei Chikatilo (de Munn), durante casi una
década. Los crímenes de Chikatilo no se informaron públicamente durante años.
Los políticos locales temían que tales revelaciones tuvieran un impacto
negativo en la imagen de la URSS, ya que los asesinos en serie estaban
asociados con la corrupción moral " decadente y occidental ".
Al principio se hace hincapié
en la endogamia altiva de superioridad moral de la URSS al querer negar que en
el gigante comunista pudiera haber un asesino en serie, pues según los jerarcas
soviéticos eso es algo que solo existe en el mundo occidental decadente del
capitalismo. Por ello al stajanovista investigador se le negarán los
medios necesarios para dar con el criminal. Por suerte, entre los dirigentes
que supervisan la investigación el detective tendrá un sibilino aliado que le ayudará
entre bambalinas. En este sentido es aleccionadora la escena primera en que Burakov
se presenta ante un comité que lo supervisa, estos jerarcas pomposos se burlan
del investigador, lo humillan haciendo mención a su olor debido a sus días
rodeado de cadáveres. Burakov se lo toma con estoicismo: Lo interrumpen en su
informe para hacer las pretenciosas presentaciones, donde cada uno de los
varios presentes forma parte (con títulos rimbombantes) de la casta del poder,
el clasismo que el comunismo venía a combatir ha pasado a ser el quítate tu
para ponerme yo. Estos petulantes engreídos gerifaltes se niegan a hacer caso
de las demandas de dar publicidad a los crímenes, preocupados por como se
podría ver al aparato del partido sin poder detener a este criminal, ello ayudó
a que el vil asesino se moviera en el anonimato aumentando con ello el número
de víctimas.
Burakov está impotente
ante la forma de obligarle a seguir senderos que él sabe sin sentido, como es
detener a homosexuales como potenciales sospechosos. Pero al no detenerse el
número de asesinatos, la mayoría niños, Burakov colapsa. Y mientras se recupera
ve en tv el film “The French Connection”, que parece impulsarle con nuevos bríos,
queriendo acudir a colaboración con el FBI, lo que en principio le es negado
por considerarse que sería colocarse por debajo de sui gran enemigo estadounidense.
El motor emocional de la
película es la relación entre Burakov y el Coronel Fetisov, el uno representa
el corazón, el alma, el sentimiento, y el otro el cerebro, el maquiavelismo, la
manipulación, la sutilidad, la mordacidad, y entre los dos surge poco a poco
una entrañable amistad, que con sutileza traspasa la pantalla. Ejemplo de sus personalidades
y amistad, es cuando Burakov implosiona y se romper emocionalmente, llora
desesperado porque no le dan los medios para detener al psicópata. Uno de los
gerifaltes arremete contra él por esto, demostrando estos funcionarios el carácter
ataráxico egoísta de estos seres que vivían en sus burbujas. El único que se preocupa
de Burakov es Fetisov, ofreciéndole unas vacaciones en un sanatorio. Entre
ambos tiene escenas chispeantes donde chocan el pragmatismo del militar, su ‘arte’
para moverse entre hienas para obtener lo que desea, mientras el forense no
tiene cintura apara esto. Burakov tiene prisa por detener a la Bestia, pero el régimen
soviético es un oso lento y pesado como bien le explica Fetisov, colisionando
una y otra vez, pero los dos con el mismo objetivo, donde el cinismo de Fetisov
se da de bruces con el rígido investigador. Donald Sutherland borda su rol de
cínico oficial con sonrisa pícara, poseedor de un carisma que traspasa la pantalla,
con labia fina, despótico, pero con ese modo de actuar tan suyo que lo hacen
empático al espectador, con ese modo de moverse disciplinado, muy bueno; Rea es
notable como el tipo al que se le viene el mundo encima con el aluvión de cadáveres,
demuestra sentimiento, dolor, frustración, personalidad acusada, lo vemos evolucionar
con rigor. Y entre ambos (Donald y Stephen) una estupenda química.
La historia va dando
vaivenes, un paso adelante en la investigación y dos atrás, detiene n a gente que
por torturas se autoinculpa,pero sobre todo detienen el a la postre verdadero
culpable y terminan soltándolo por un análisis de semen fallido. Detienen a gays
por ‘pervertidos’, alguno se suicida en prisión. Todo para en el rush final
acelerarse la acción cuando a Fetisov consigue darle los medios a Burakov, deteniendo
al principal sospechosos, tenido el clímax del interrogatorio del psiquiatra al
‘Citizen X’. No sin antes ofrecernos Burakov una muestra de su evolución por cómo
se camela a Gorbunov haciéndole la pelota para conseguir el objetivo mayor.
Vamos viendo goteados crímenes
de esta Bestia de apariencia frágil, sus crímenes filmados de modo impactante,
con zooms, con primeros planos abrasadores, con slows enfatizantes, con sangre
salpicando por todos lados. También nos muestran retazos de la vida familiar del
asesino, donde lo vemos un tipo frio, frustrado sexualmente, vejado en el
trabajo. Se ve un tipo atormentado, angustiado, muy buena la actuación de Jeffrey
DeMunn como Andrei Chikatilo transmitiendo a un ser turbador, malsano, impotente
sexualmente se desahoga en sus asesinatos, necrosadismo.
La puesta en escena es
notable en transmitir el estado de ánimo requerido. Desde la dirección artística
de József Romvári (“Evita”), recreando en la ruralidad húngara la deprimente
URSS, con sus bosques, sus estaciones de tren, sus oficinas cochambrosas, las
tristes viviendas; Ello atomizado por al apagada cinematografía de Robert
Fraisse (“Enemigo a las puertas”), en tonalidades macilentas para hacernos
sentir en el tiempo y lugar.
Entre los secundarios
está un siempre destacado Max Von Sydow haciendo de psiquiatra, su temple y
mesura calan, sobre todo en el interrogatorio al asesino; Joss Ackland en otro
de sus típicos papeles de villano cumple; John Wood tiene su peso en un papel bastante
plano de altivo gerifalte.
Entre las taras se le
puede achacar un ritmo en exceso denso; me falta saber más de la vida íntima de
Burakov, se ve, pero solo es un esbozo, desaprovechando en ello a la gran
actriz Imelda Staunton como su esposa; También las escenas de Burakov ante el
comité que lo supervisa resultan algo reiterativos.
Spoiler:
Teniente Burakov: Antes
fusilaban a los tenientes que fallaban.
Fetisov: yo no dejaré
que le fusilen... al menos sin un juicio
Rush final: Introducen
al psiquiatra Bukhanovsky en la sala de entrevistas para interrogar al detenido
Chikatilo. El psiquiatra se atiene a leerle su extenso análisis, realizado tres
años antes, sobre la personalidad y tendencias de este asesino sexualmente
frustrado, al que tituló "Ciudadano X". Bukhanovsky finalmente toca
la fibra sensible y Chikatilo, llorando, finalmente admite su culpa y responde
preguntas específicas sobre los detalles de algunos asesinatos. Luego,
Chikatilo lleva a los agentes del orden a las escenas del crimen y a tres
tumbas no detectadas. La película concluye con Chikatilo siendo conducido a una
celda sin nombre y se lo ve mirando en estado de shock un desagüe central en el
suelo de la habitación mientras un soldado uniformado le dispara con la pistola
en la nuca al asesino.
El filme se llama
Ciudadano X porque da referencia al ensayo escrito por un psiquiatra en
anonimato, quien sin conocer personalmente a Chikatilo escribió en detalle
características personales y sentimientos encontrados que definían al asesino
casi a la perfección, esto quebró el silencio del asesino, quien derrumbándose
confeso llorando “Soy un monstruo, un monstruo, una aberración de la
naturaleza”.
Burakov reclutó al Dr.
Bukhanovsky para estudiar los asesinatos y elaborar un perfil del asesino. El
psiquiatra determinó que el asesino era lo que se conoce como un necrosadista.
En términos sencillos, un necrosadista es alguien que obtiene gratificación
sexual matando y mutilando cadáveres. Bukhanovsky se dio cuenta de que
Chikatilo obtenía placer del acto de apuñalar. Después de que el asesino fuera
arrestado por segunda vez, le contó al médico que había asesinado a Lyubov
Biryuk, de trece años, y afirmó: “La estaba apuñalando, imitando el sexo”.
Explicó que eyacularía al apuñalarlo. Esta fue la única forma en que pudo tener
un orgasmo físico desde que mató a su primera víctima, Yelena Zakotnova, de
nueve años, a quien intentó violar y luego asesinó después de que no pudo
lograr una erección.
La película se rodó en
Hungría. La estación donde Chikatilo elige a sus víctimas es la estación de
tren de Hatvan, al noreste de Budapest. La escena de la parada de tren, más
pequeña y arqueada, se rodó en Nagymaros, Gödöllő y Szokolya. Varias otras escenas
se rodaron en la estación de tren de Gödöllő.
Chikatilo había tenido
una infancia y adolescencia lamentables porque sufrió los estragos del
Holodomor o genocidio inducido estalinista por hambruna en Ucrania, aquellos
horrores de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, las
subsiguientes privaciones del período postbélico, el maltrato sistemático de su
madre, loca importante que para colmo habría sido violada por los nazis y solía
aseverar que un hermano mayor de Andréi fue canibalizado por vecinos en el
Holodomor, y finalmente una serie de padecimientos como la miopía, la
impotencia, la misantropía extrema y la enuresis nocturna o incapacidad para
contener la orina estando en la cama, lo que lo llevó a soportar la
ridiculización tanto dentro como fuera de su domicilio. Miembro del Partido
Comunista y habiendo terminado su servicio militar de tres años en 1960, el
futuro homicida se muda de su Ucrania natal a la ciudad de Rostov del Don, en
la Rusia europea, donde accede a un matrimonio arreglado por su hermana menor
Tatyana con una tal Feodosia Odnacheva, con la que efectivamente engendra dos
vástagos aunque eyaculando en el exterior e introduciendo el semen en su vagina
con los dedos. Luego de un período de agresiones sexuales en la década del 70
como profesor en escuelas primarias gracias a un título por correspondencia en
filología y literatura rusa, etapa bizarra en la que comienza con sus arrebatos
pederastas y sus episodios voyeuristas, masturbatorios y de frotismo y manoseo
sobre nenas, Chikatilo consigue un trabajo que le permitiría recorrer la Unión
Soviética sin despertar sospechas, el de encargado de suministros en una
fábrica de implementos para la construcción que lo obligaba a viajar a lo largo
y ancho del inmenso país para negociar contratos y garantizar materias primas.
El crimen de Zakotnova, suceso que derivó en la condena a muerte en 1983 de un
inocente con antecedentes delictivos llamado Aleksandr Kravchenko, patentó el
modus operandi de Andréi y pronto se dedicó a repetirlo en homicidios
reemplazaban a los intercambios sexuales inexistentes con su esposa del mismo
modo que las puñaladas sustituían a las erecciones, ataques que se daban en
bosques e incluían barro en las bocas de las víctimas, ropa destruida,
evisceraciones, mutilaciones de pechos en el caso de las hembras y del pene y
los testículos en los machos, actos lúgubres de antropofagia y mordidas,
laceraciones en los globos oculares, diversos golpes, estrangulamientos,
orgasmos sobre los cadáveres e intentos precarios de enterrarlos con hojas y
ramas antes de marcharse hacia la estación de trenes o ómnibus donde encontró a
la presa en cuestión, muchas veces jóvenes vagabundos, sin hogar o muy
pauperizados que eran proclives al engaño y desconocían el laberíntico sistema
de transporte público de la nación. A pesar de que fue arrestado por primera
vez en 1984 terminó en libertad por un error en su análisis de sangre, ya que
supuestamente la suya no concordaba con la del psicópata, por ello continuó
matando durante la administración de Gorbachov hasta que fue identificado como
sospechoso por un policía encubierto, Ígor Rybakov, lo que condujo a su arresto
y eventual confesión frente al psiquiatra que lo estudió en ausencia,
Bukhanovsky, y después a un juicio bastante circense en la etapa postsoviética
del que salió como culpable, siendo ejecutado a través del procedimiento
estándar en Rusia, un raudo tiro en la cabeza.
Donald McNichol
Sutherland CC (17 de julio de 1935 - 20 de junio de 2024) fue un actor
canadiense. Con carrera abarca seis décadas, recibió numerosos elogios,
incluido premio Primetime Emmy y dos premios Golden Globe, una nominación al
premio BAFTA. Considerado uno de los mejores actores nunca nominados a un Oscar,
recibió un Premio Honorífico de la Academia en 2017. Saltó a la fama después de
sus papeles en las películas de guerra The Dirty Dozen (1967), M*A*S*H (1970) y
Kelly's Heroes (1970). Posteriormente apareció en muchos papeles principales y
secundarios, incluidos Klute (1971), Don't Look Now (1973), 1900 (1976),
Fellini's Casanova (1976), Animal House (1978), Invasion of the Body Snatchers
(1978), Gente común (1980), Una estación blanca y seca (1989), JFK (1991), Seis
grados de separación (1993), Sin límites (1998) y Orgullo y prejuicio (2005).
Interpretó al presidente Snow en la franquicia Los juegos del hambre
(2012-2015). En televisión, la actuación de Sutherland en la película de HBO
Citizen X (1995) le valió el premio Primetime Emmy al mejor actor de reparto en
una miniserie o película. Por su interpretación de Clark Clifford en la
película de HBO Path to War (2002) obtuvo el Globo de Oro al Mejor Actor de
Reparto - Serie, Miniserie o Película para Televisión. También actuó en
Uprising (2001), Human Trafficking (2005), Trust (2018) y The Undoing (2020). Sutherland
fue nombrado Oficial de la Orden de Canadá (OC) en 1978, incluido en el Paseo
de la Fama de Canadá en 2000 y en el Paseo de la Fama de Hollywood en 2011. Es
el padre de Kiefer, Rossif y Angus Sutherland, todos actores.
Chikatilo fue objeto de
escrutinio por primera vez al principio de la búsqueda, cuando lo vieron en una
comisaría y lo encontraron sosteniendo una bolsa que contenía un cuchillo. Fue
arrestado de inmediato. Desafortunadamente, se lo protegió de la investigación
y fue liberado debido a su afiliación al Partido Comunista. Los laboratorios
forenses soviéticos informaron erróneamente que su tipo de sangre no coincidía
con el encontrado en los asesinatos.
Buen thriller, aun con
sus defectos, cala en el espectador el clima enfermizo. Gloria Ucrania!!!
PD. Hay dos películas
más inspiradas en este asesino: La co-producción ruso-italiana “Evilenko”
(2003), de David Grieco, y “Child 44” (2015), de Daniel Espinosa.
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