domingo, 30 de junio de 2024

 


TARZÁN DE LOS MONOS. (1932)


Queriendo entrar en mi lado nostálgico de la niñez he revisto este icónico film de aventuras que dio origen a una saga y la realidad de mi personalidad adulta ha chocado de bruces contra mi pueril mentalidad de entonces, pues la película no puede ser más infantil, racista, manipuladora, personajes acartonados, efectos visuales ridículos, argumento chusco, el tiempo no es que lo haya arrugado es que lo ha triturado. Dirigida por WS Van Dyke, adaptando el pobre guion de Ivor Novello (“El enemigo de las rubias”), basándose muy libremente en la novela “Tarzán de los simios” de Edgar Rice Burroughs de 1912, en la primera versión sonora con el famoso héroe de la jungla, con ello la primera aparición del famoso grito de Tarzán, también la primera protagonizada por el actor que se mimetizó con el protagonista, Johnny Weissmuller, lo interpretó 12 veces (quedando tocado por el personaje hasta llegar a creerse el rol), aunque Tarzán tarda más de media hora en aparecer en pantalla. Junto a él su mítico partenaire Maureen O’Sullivan como Jane, interpretó el personaje en seis largometrajes entre 1932 y 1942, aquí tendremos el famoso aprendizaje ‘Yo Tarzán, tu Jane’, y junto a ellos la no menos mítica chimpancé Chita. Secundarios están C. Aubrey Smith como el padre de Jane, y Neil Hamilton como su socio en la expedición africana en busca del botín de marfil. Es una cinta que vista más de 9 décadas desde su estreno resulta tan ridícula por momentos que da hasta risa, y no me vale el comodín del tiempo transcurrido, pues “Metrópolis” es un lustro anterior y “King Kong” es solo del año después.

 

James Parker (C. Aubrey Smith) y Harry Holt (Neil Hamilton) viajan a África en busca de los legendarios cementerios de elefantes y su marfil. A ellos se les une la hija de Parker, Jane (Maureen O’Sullivan). Holt se siente atraído por Jane e intenta, protegerla de los peligros de la jungla. La expedición se enfrenta a un ataque de hipopótamos y cocodrilos. El misterioso Tarzán repele el ataque, pero secuestra a Jane. La experiencia es aterradora para Jane al principio. Todo evolucionando con peligros hasta desembocar en un rush final aparatoso y apresurado en su epílogo.

 

Ver en el inicio como los protagonistas se superponen ante una pantalla viendo imágenes de archivo de tribus africanas (y es que el film se rodó la región del lago Toluca al norte de Los Ángeles) y nos quieren hacer ver están juntos es idiotesco, da grima el verlos encima con desproporciones exageradas unos con otros; el modo racista de tratar a los nativos negros, cual es clavos azuzándolos con látigo, que cae uno por un tajo, lo que se preocupan los blancos es de que llevaba a sus espaldas. Y a otra cosa, atacan a Tarzán y este comienza a cuál Rambo ir acabando uno por uno con los expedicionarios, comienza por los pobres porteadores negritos, pero cuando le toca a precisamente los culpables de ser atacado, los blancos, se detiene (¿?); Lo grotesco de la tribu de enanos (supuestamente pigmeos) pintados de negro betún es nauseabundo; Tenemos a unos fachosos tipos vestidos con trajes de mono espantosos, supuestamente compañeros simios de Tarzán. Está el último (especie de Bigfoot de la jungla) gran gorila metido en un hoyo que es de carcajada y romperte la mandíbula si no fuera porque pretende dar miedo, ataviado con disfraz de pelo y máscara bufa; Están los cocodrilos de cartón piedra que persiguen a Tarzán, chancesco; El modo espantoso en que los blancos disparan cual mono con dos pistolas a todo lo que se mueve en la jungla, que ven unos pobres hipopótamos bañándose alegremente en un lago, pues a matarlos; ‘Que solo tenemos elefantes asiáticos con orejas y colmillos pequeños, pues nada, les ponemos orejas y colmillos falsos enormes de cartón pegados con saliva’. Parece una suecada; Está el modo de viajar de Tarzán por la selva, saltando entre supuestas lianas, en realidad trapecios que se cantan la Traviata, colocados estratégicamente, chancesco.

 

Todo ello subyaciendo el pan colonialismo occidental para con África, el hombre blanco puede expoliar lo que desee a si placer del continente, con la ayuda de sus esclavos negritos. Que, si te dicen que bajes de un elefante moribundo, lo normal es que digas que no (ataque de cinismo), que quieres seguir sobre él para que te lleve a su cementerio (puaj!); tampoco, y esto es crucial dramáticamente, este Tarzán transpira emociones, no inspira empatía alguna, es un ser sin sentimientos, no te puedes creer su ‘romance’ con Jane, solo pone de su parte ella, es como querer que nos creamos que se enamora de un muro, podrá ser lujuria, pero nunca amor. Por supuesto, hay efluvios de moralina en mostrar la avaricia de los blancos, el oro blanco del marfil, pero esto queda muy difuso y sin garra, y sobre todo con ese final (*spoiler).

 

Este es un producto de su tiempo, en plena Gran Depresión USA, un escapismo exótico para gente que necesitaba huir un rato de sus mundanales problemas. Donde las historias buscaban alejar al espectador de su depresión laboral hacia terrenos donde todo era posible. Un traslado desde el comienzo a lugares recónditos, ignotos, inexplorados, con tribus peligrosas, caminos letales, animales salvajes, jugándose la vida en cada rincón, con tiroteos, peleas, una damisela en constantes apuros, y todo por un gran tesoro. Tenemos un sendero vertiginoso estrecho por un gran acantilado, con caídas colosales al vacío (como es posible que en la caída Jane no arrastre a Holt? Aquí no atienden a las leyes de la lógica), aquí son buenos los efectos visuales (los mejores film, lo cual no es decir mucho); el viaje en balsa a través de un río atestado de hipopótamos (que solo se bañaban distendidamente) y luego cocodrilos (vemos un montaje pobre de un cocodrilo devorando, como no, a un negro); tenemos peleas cuerpo a cuerpo entre leones y Tarzán (bien montadas, apenas se nota el trampantojo del animal disecado y de que no es Weissmuller); hay una espeluznante secuencia en que Tarzán es llevado ‘`cariñosamente’ por un elefante metida su cabeza en la boca del paquidermo (¿?); De vez en cuando el director salpica el relato de insertos documentales sobre secuencias rodadas realmente en África para dar aspecto de realismo (fracasan).

 

Tenemos en medio a un héroe impresionante, Tarzán. Se mueve sin pudor en taparrabos, exudando sexualidad atávica, si una mujer le atrae, pues la coge (no por los pelos, pero casi) y se la lleva a su cueva (bueno su madriguera en un árbol), allí juega con ella (todos sabemos en realidad, con los instintos básicos inherentes a alguien que se ha criado entre animales de la selva, la hubiera violado sin pensárselo dos veces). Que tiene hambre? Pues sale a cazar un ñu (creo es el animal que mata). Que por el camino se encuentra a un par de leones? Pues cual Sansón los mata. Héroe capaz de nadar más rápido que un cocodrilo, o lanzar un grito supersónico mientras nada. Todo ello con el subtexto inherente a la novela de Burroughs de que los negros no pueden ser dominantes de la selva africana, solo un blanco puede hacerlo. Tiene gran relación con los animales ‘pacíficos’, o sea, monos y elefantes, con los salvajes (leones, panteras o cocodrilos o tribus de enanos son algo ‘polémicas’). Ahondando en aquello tan filosófico del superhombre nietzscheano, capaz de aunar ingenio superior, y dominio absoluto de su entorno, el que reside en la cima de la pirámide darwinista. Aunque aquí esto es desarrollado de modo muy suigéneris.

 

Las actuaciones son endebles, solo sobresale por el encanto natural la actriz irlandesa Maureen O'Sullivan (dato poco conocido es que es madre de la actriz Mia Farrow), vcapaz de llenar de simpatía la pantalla, teniendo el arduo trabajo de hacer verosímil lo increíble del amor entre su rol de Jane y el ataráxico Tarzán. En su debe se excede un ‘poquito’ con los gritos insoportables histéricos y en reiterar hasta el hartazgo el llamar a Tarzán; Weissmuller es todo imagen, resto nada, un trozo de mármol tallado; C. Aubrey Smith y Neil Hamilton poco pueden hacer con unos papeles tan planos, son el invasor blanco depredador que va expoliar los recursos africanos a toda costa.

 

El director llega a parecer incómodo con los diálogos, como si la etapa del cine mudo aun estuviera presente, y parece rehuirlos, sustituyéndolos en gran medida por sonidos ambientales o el ya Legendario grito tarzanesco, o con los parcos ententes entre Jane y Tarzán, donde él se expresa en palabras sueltas sin casi sentido. Tampoco es que los diálogos entre los expedicionarios sean sustanciosos. Aquí prima la acción, el querer envolverte en secuencias de peligro constante.

 

Spoiler:

 

Rush final: La expedición es capturada por una tribu de enanos agresivos. Jane envía a Cheeta, el amigo chimpancé de Tarzán, en busca de ayuda, lleva a Tarzán a rescatarlos. Durante el rescate, Tarzán convoca a los elefantes y estos escapan de la fortaleza de los enanos, el padre de Jane muere a causa de las heridas justo cuando llegan al cementerio de elefantes. Jane de buenas a primeras, porque yo lo valgo (ridículo no! Lo siguiente) decide quedarse en la jungla con Tarzán, mientras a Holt le ofrecen un elefante como vehículo para su vuelta  la ‘civilización’, mientras Jane le exhorta a volver a por el marfil (¿?). En la escena final, con la música de Romeo y Julieta de Tchaikovsky, la feliz pareja aparece sobre una roca, Jane sosteniendo a Cheeta como a un bebé. La nueva familia ya estaba aquí (¿?).

 

MGM encontró a quién buscaban con el condecorado olímpico Weissmuller. Nadador profesional ganó cinco medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, además de 67 títulos mundiales y 52 nacionales. El único obstáculo para contratarlo para el papel fue su contrato como modelo de ropa interior de BVD. Para poder liberarlo del contrato, MGM acordó contar con actrices como Greta Garbo y Marie Dressler, para aparecer en los anuncios de BVD. Weissmuller después de interpretar doce veces el personaje acabó tocado. Se convirtió en víctima de la fama y del dinero. Rodó otras 6 películas de Tarzán sin Maureen O´Sullivan. Años después, con sobrepeso y envejecido, rodó muchas películas y series de serie B, siempre en paisajes selváticos. En sus últimos años, convencido de que era Tarzán, no paraba de proferir el famoso grito que le había hecho tan famoso; cinco matrimonios, amigo de excesos –se iba de fiesta con Errol Flynn-. A Burroughs le pareció Weissmuller fue el mejor Tarzán que existió (¿?).

 

La película se rodó en el Lote Uno de los estudios Metro-Goldwyn-Mayer en Culver City-California y en la zona del lago Sherwood al norte de Los Ángeles, así como en Silver Springs en Florida. Los leones de la película fueron prestados de la cercana granja de leones de Goebel en Thousand Oaks-California.

 

‘El grito de tarzán: Dependiendo de quién lo cuente, el grito característico fue creado por el departamento de sonido de MGM combinando sonidos de animales con sopranos de ópera, o fue una habilidad que Weissmuller adquirió mientras escuchaba cantos yodeleros cuando era un niño inmigrante en Chicago.

 

Fue, en 1914, cuando se publicó por primera vez el Tarzán de Edgar Rice Burroughs (1875-1950) y el éxito fue inmediato, tardando apenas cuatro años para acceder al cine, siendo el primer Tarzán, Elmo Lincoln, con la película “Tarzán de los monos” que dirigió Scott Sidney, la cual se recuerda principalmente por eso, por ser la primera. Otras versiones mudas pasaron sin pena ni gloria, hasta que llega por fin el año 1932 -ya en pleno auge el cine sonoro-, y la MGM decide volver a adaptar las selváticas aventuras.

 

*No puede haber mensaje contra la avaricia del hombre blanco en África cuando Holt escapa con vida para poder volver a por el marfil del cementerio.

Si nadie ha vivido para ver el cementerio de elefantes, quien ha contado la historia del cementerio?

Si para llegar al cementerio han tenido que atravesar una enorme montaña por un acantilado, llevar a porteadores con comida para días. Como va a volver Holt solo, sin nada en un elefante?

Como sabe Tarzán que se llama Tarzán? Quien le ha dado el nombre? Los simios no pueden articular esa palabra precisamente.

Por que nada se dice del como Tarzán ha llegado a en medio de la selva?

Como es posible que a Tarzán no le crezca el cabello y la barba? Y si es así, quien se lo corta?

De donde ha sacado Tarzán el cuchillo que lleva?

 

Se me ha caído un mito. Gloria Ucrania!!!

 

sábado, 29 de junio de 2024

 


CIUDADANO X.


Esta critica es un tributo a un gran actor que a todo buen cinéfilo nos ha hecho pasar buenos ratos, como es el canadiense Donald Sutherland, recientemente fallecido (20/Junio/2024 a los 88 años) papel en este film que le valió el Emmy al mejor actor de reparto en una miniserie o película. Este es un telefilm de la HBO que relata los esfuerzos de un detective de policía en de la Unión Soviética que intenta capturar a un desconocido asesino en serie de mujeres y niños en la década de 1980, donde el caduco régimen no hace más que ponerle obstáculos. Dirigida y guionizada por (tiene un cameo como miliciano) Chris Gerolmo (“Arde Mississippi”), se basa en el libro de no ficción de Robert Cullen “The Killer Department”, publicado en 1993, sobre la historia real del asesino en serie soviético Andrei Chikatilo, condenado en 1992 por el asesinato de 52 mujeres y niños cometido entre 1978 y 1990. El escenario, a 800 kilómetros al sur de Moscú, es Rostov del Don, donde el primer cuerpo fue encontrado por el arado de un granjero en 1982, le siguen muchos más. Protagonizada por unos excelentes Stephen Rea como el atormentado detective, Donald Sutherland como el militar que lo apoya, Max Von Sydow como el psicólogo que hace un retrato de la personalidad del psycho-killer, y Jeffrey de Munn como el asesino (nunca se juega al ‘whudunit’, se sabe desde el inicio).

 

La cinta tiene éxito en entrelazar la decadencia del régimen soviético con la investigación de lustros, donde notamos la transición de la nación (hacoia la glasnost y la perestroika)en como varia la forma de afrontar al maniaco asesino, desde los prejuicios, el fanatismo, la hipocresía, el culto a las falsas apariencias, los privilegios, la corrupción del poder, la arrogancia. Sutil como se muestra un cuadro colgado en la sede del PCUS del premier soviético, imagen que varía con el tiempo, de Leonid Brezhnev al reformista aperturista Mijail Gorbachov. En 1982, durante la cosecha de la tierra, se descubre un cadáver en una granja colectiva. Una búsqueda posterior en los bosques adyacentes, autorizada por el nuevo especialista forense, Viktor Burakov (Rea), da con siete cadáveres más en diferentes estados de descomposición. La película cuenta la historia de la posterior búsqueda, durante ocho años, por parte de Burakov del asesino en serie responsable de la mutilación y asesinato de 53 personas, 52 de ellas menores de 35 años. Burakov es ascendido a detective y finalmente recibe la ayuda, al principio de forma encubierta, del coronel Mikhail Fetisov (Sutherland), su oficial superior y el astuto jefe del comité provincial contra el crimen y, mucho más tarde, de Alexandr Bukhanovsky (Von Sydow), psiquiatra con un interés particular en lo que él llama "psicología anormal". Además de adoptar la forma de un thriller policial, la película retrata la propaganda y la burocracia soviéticas que contribuyeron al fracaso de las fuerzas del orden en capturar al asesino, Andrei Chikatilo (de Munn), durante casi una década. Los crímenes de Chikatilo no se informaron públicamente durante años. Los políticos locales temían que tales revelaciones tuvieran un impacto negativo en la imagen de la URSS, ya que los asesinos en serie estaban asociados con la corrupción moral " decadente y occidental ".

 

Al principio se hace hincapié en la endogamia altiva de superioridad moral de la URSS al querer negar que en el gigante comunista pudiera haber un asesino en serie, pues según los jerarcas soviéticos eso es algo que solo existe en el mundo occidental decadente del capitalismo. Por ello al stajanovista investigador se le negarán los medios necesarios para dar con el criminal. Por suerte, entre los dirigentes que supervisan la investigación el detective tendrá un sibilino aliado que le ayudará entre bambalinas. En este sentido es aleccionadora la escena primera en que Burakov se presenta ante un comité que lo supervisa, estos jerarcas pomposos se burlan del investigador, lo humillan haciendo mención a su olor debido a sus días rodeado de cadáveres. Burakov se lo toma con estoicismo: Lo interrumpen en su informe para hacer las pretenciosas presentaciones, donde cada uno de los varios presentes forma parte (con títulos rimbombantes) de la casta del poder, el clasismo que el comunismo venía a combatir ha pasado a ser el quítate tu para ponerme yo. Estos petulantes engreídos gerifaltes se niegan a hacer caso de las demandas de dar publicidad a los crímenes, preocupados por como se podría ver al aparato del partido sin poder detener a este criminal, ello ayudó a que el vil asesino se moviera en el anonimato aumentando con ello el número de víctimas.

 

Burakov está impotente ante la forma de obligarle a seguir senderos que él sabe sin sentido, como es detener a homosexuales como potenciales sospechosos. Pero al no detenerse el número de asesinatos, la mayoría niños, Burakov colapsa. Y mientras se recupera ve en tv el film “The French Connection”, que parece impulsarle con nuevos bríos, queriendo acudir a colaboración con el FBI, lo que en principio le es negado por considerarse que sería colocarse por debajo de sui gran enemigo estadounidense.

 

El motor emocional de la película es la relación entre Burakov y el Coronel Fetisov, el uno representa el corazón, el alma, el sentimiento, y el otro el cerebro, el maquiavelismo, la manipulación, la sutilidad, la mordacidad, y entre los dos surge poco a poco una entrañable amistad, que con sutileza traspasa la pantalla. Ejemplo de sus personalidades y amistad, es cuando Burakov implosiona y se romper emocionalmente, llora desesperado porque no le dan los medios para detener al psicópata. Uno de los gerifaltes arremete contra él por esto, demostrando estos funcionarios el carácter ataráxico egoísta de estos seres que vivían en sus burbujas. El único que se preocupa de Burakov es Fetisov, ofreciéndole unas vacaciones en un sanatorio. Entre ambos tiene escenas chispeantes donde chocan el pragmatismo del militar, su ‘arte’ para moverse entre hienas para obtener lo que desea, mientras el forense no tiene cintura apara esto. Burakov tiene prisa por detener a la Bestia, pero el régimen soviético es un oso lento y pesado como bien le explica Fetisov, colisionando una y otra vez, pero los dos con el mismo objetivo, donde el cinismo de Fetisov se da de bruces con el rígido investigador. Donald Sutherland borda su rol de cínico oficial con sonrisa pícara, poseedor de un carisma que traspasa la pantalla, con labia fina, despótico, pero con ese modo de actuar tan suyo que lo hacen empático al espectador, con ese modo de moverse disciplinado, muy bueno; Rea es notable como el tipo al que se le viene el mundo encima con el aluvión de cadáveres, demuestra sentimiento, dolor, frustración, personalidad acusada, lo vemos evolucionar con rigor. Y entre ambos (Donald y Stephen) una estupenda química.

 

La historia va dando vaivenes, un paso adelante en la investigación y dos atrás, detiene n a gente que por torturas se autoinculpa,pero sobre todo detienen el a la postre verdadero culpable y terminan soltándolo por un análisis de semen fallido. Detienen a gays por ‘pervertidos’, alguno se suicida en prisión. Todo para en el rush final acelerarse la acción cuando a Fetisov consigue darle los medios a Burakov, deteniendo al principal sospechosos, tenido el clímax del interrogatorio del psiquiatra al ‘Citizen X’. No sin antes ofrecernos Burakov una muestra de su evolución por cómo se camela a Gorbunov haciéndole la pelota para conseguir el objetivo mayor.

 

Vamos viendo goteados crímenes de esta Bestia de apariencia frágil, sus crímenes filmados de modo impactante, con zooms, con primeros planos abrasadores, con slows enfatizantes, con sangre salpicando por todos lados. También nos muestran retazos de la vida familiar del asesino, donde lo vemos un tipo frio, frustrado sexualmente, vejado en el trabajo. Se ve un tipo atormentado, angustiado, muy buena la actuación de Jeffrey DeMunn como Andrei Chikatilo transmitiendo a un ser turbador, malsano, impotente sexualmente se desahoga en sus asesinatos, necrosadismo.

 

La puesta en escena es notable en transmitir el estado de ánimo requerido. Desde la dirección artística de József Romvári (“Evita”), recreando en la ruralidad húngara la deprimente URSS, con sus bosques, sus estaciones de tren, sus oficinas cochambrosas, las tristes viviendas; Ello atomizado por al apagada cinematografía de Robert Fraisse (“Enemigo a las puertas”), en tonalidades macilentas para hacernos sentir en el tiempo y lugar.

 

Entre los secundarios está un siempre destacado Max Von Sydow haciendo de psiquiatra, su temple y mesura calan, sobre todo en el interrogatorio al asesino; Joss Ackland en otro de sus típicos papeles de villano cumple; John Wood tiene su peso en un papel bastante plano de altivo gerifalte.

 

Entre las taras se le puede achacar un ritmo en exceso denso; me falta saber más de la vida íntima de Burakov, se ve, pero solo es un esbozo, desaprovechando en ello a la gran actriz Imelda Staunton como su esposa; También las escenas de Burakov ante el comité que lo supervisa resultan algo reiterativos.  

 

Spoiler:

 

Teniente Burakov: Antes fusilaban a los tenientes que fallaban.

Fetisov: yo no dejaré que le fusilen... al menos sin un juicio

 

Rush final: Introducen al psiquiatra Bukhanovsky en la sala de entrevistas para interrogar al detenido Chikatilo. El psiquiatra se atiene a leerle su extenso análisis, realizado tres años antes, sobre la personalidad y tendencias de este asesino sexualmente frustrado, al que tituló "Ciudadano X". Bukhanovsky finalmente toca la fibra sensible y Chikatilo, llorando, finalmente admite su culpa y responde preguntas específicas sobre los detalles de algunos asesinatos. Luego, Chikatilo lleva a los agentes del orden a las escenas del crimen y a tres tumbas no detectadas. La película concluye con Chikatilo siendo conducido a una celda sin nombre y se lo ve mirando en estado de shock un desagüe central en el suelo de la habitación mientras un soldado uniformado le dispara con la pistola en la nuca al asesino.

 

El filme se llama Ciudadano X porque da referencia al ensayo escrito por un psiquiatra en anonimato, quien sin conocer personalmente a Chikatilo escribió en detalle características personales y sentimientos encontrados que definían al asesino casi a la perfección, esto quebró el silencio del asesino, quien derrumbándose confeso llorando “Soy un monstruo, un monstruo, una aberración de la naturaleza”.

 

Burakov reclutó al Dr. Bukhanovsky para estudiar los asesinatos y elaborar un perfil del asesino. El psiquiatra determinó que el asesino era lo que se conoce como un necrosadista. En términos sencillos, un necrosadista es alguien que obtiene gratificación sexual matando y mutilando cadáveres. Bukhanovsky se dio cuenta de que Chikatilo obtenía placer del acto de apuñalar. Después de que el asesino fuera arrestado por segunda vez, le contó al médico que había asesinado a Lyubov Biryuk, de trece años, y afirmó: “La estaba apuñalando, imitando el sexo”. Explicó que eyacularía al apuñalarlo. Esta fue la única forma en que pudo tener un orgasmo físico desde que mató a su primera víctima, Yelena Zakotnova, de nueve años, a quien intentó violar y luego asesinó después de que no pudo lograr una erección.

 

La película se rodó en Hungría. La estación donde Chikatilo elige a sus víctimas es la estación de tren de Hatvan, al noreste de Budapest. La escena de la parada de tren, más pequeña y arqueada, se rodó en Nagymaros, Gödöllő y Szokolya. Varias otras escenas se rodaron en la estación de tren de Gödöllő.

 

Chikatilo había tenido una infancia y adolescencia lamentables porque sufrió los estragos del Holodomor o genocidio inducido estalinista por hambruna en Ucrania, aquellos horrores de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, las subsiguientes privaciones del período postbélico, el maltrato sistemático de su madre, loca importante que para colmo habría sido violada por los nazis y solía aseverar que un hermano mayor de Andréi fue canibalizado por vecinos en el Holodomor, y finalmente una serie de padecimientos como la miopía, la impotencia, la misantropía extrema y la enuresis nocturna o incapacidad para contener la orina estando en la cama, lo que lo llevó a soportar la ridiculización tanto dentro como fuera de su domicilio. Miembro del Partido Comunista y habiendo terminado su servicio militar de tres años en 1960, el futuro homicida se muda de su Ucrania natal a la ciudad de Rostov del Don, en la Rusia europea, donde accede a un matrimonio arreglado por su hermana menor Tatyana con una tal Feodosia Odnacheva, con la que efectivamente engendra dos vástagos aunque eyaculando en el exterior e introduciendo el semen en su vagina con los dedos. Luego de un período de agresiones sexuales en la década del 70 como profesor en escuelas primarias gracias a un título por correspondencia en filología y literatura rusa, etapa bizarra en la que comienza con sus arrebatos pederastas y sus episodios voyeuristas, masturbatorios y de frotismo y manoseo sobre nenas, Chikatilo consigue un trabajo que le permitiría recorrer la Unión Soviética sin despertar sospechas, el de encargado de suministros en una fábrica de implementos para la construcción que lo obligaba a viajar a lo largo y ancho del inmenso país para negociar contratos y garantizar materias primas. El crimen de Zakotnova, suceso que derivó en la condena a muerte en 1983 de un inocente con antecedentes delictivos llamado Aleksandr Kravchenko, patentó el modus operandi de Andréi y pronto se dedicó a repetirlo en homicidios reemplazaban a los intercambios sexuales inexistentes con su esposa del mismo modo que las puñaladas sustituían a las erecciones, ataques que se daban en bosques e incluían barro en las bocas de las víctimas, ropa destruida, evisceraciones, mutilaciones de pechos en el caso de las hembras y del pene y los testículos en los machos, actos lúgubres de antropofagia y mordidas, laceraciones en los globos oculares, diversos golpes, estrangulamientos, orgasmos sobre los cadáveres e intentos precarios de enterrarlos con hojas y ramas antes de marcharse hacia la estación de trenes o ómnibus donde encontró a la presa en cuestión, muchas veces jóvenes vagabundos, sin hogar o muy pauperizados que eran proclives al engaño y desconocían el laberíntico sistema de transporte público de la nación. A pesar de que fue arrestado por primera vez en 1984 terminó en libertad por un error en su análisis de sangre, ya que supuestamente la suya no concordaba con la del psicópata, por ello continuó matando durante la administración de Gorbachov hasta que fue identificado como sospechoso por un policía encubierto, Ígor Rybakov, lo que condujo a su arresto y eventual confesión frente al psiquiatra que lo estudió en ausencia, Bukhanovsky, y después a un juicio bastante circense en la etapa postsoviética del que salió como culpable, siendo ejecutado a través del procedimiento estándar en Rusia, un raudo tiro en la cabeza.

 

Donald McNichol Sutherland CC (17 de julio de 1935 - 20 de junio de 2024) fue un actor canadiense. Con carrera abarca seis décadas, recibió numerosos elogios, incluido premio Primetime Emmy y dos premios Golden Globe, una nominación al premio BAFTA. Considerado uno de los mejores actores nunca nominados a un Oscar, recibió un Premio Honorífico de la Academia en 2017. Saltó a la fama después de sus papeles en las películas de guerra The Dirty Dozen (1967), M*A*S*H (1970) y Kelly's Heroes (1970). Posteriormente apareció en muchos papeles principales y secundarios, incluidos Klute (1971), Don't Look Now (1973), 1900 (1976), Fellini's Casanova (1976), Animal House (1978), Invasion of the Body Snatchers (1978), Gente común (1980), Una estación blanca y seca (1989), JFK (1991), Seis grados de separación (1993), Sin límites (1998) y Orgullo y prejuicio (2005). Interpretó al presidente Snow en la franquicia Los juegos del hambre (2012-2015). En televisión, la actuación de Sutherland en la película de HBO Citizen X (1995) le valió el premio Primetime Emmy al mejor actor de reparto en una miniserie o película. Por su interpretación de Clark Clifford en la película de HBO Path to War (2002) obtuvo el Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto - Serie, Miniserie o Película para Televisión. También actuó en Uprising (2001), Human Trafficking (2005), Trust (2018) y The Undoing (2020). Sutherland fue nombrado Oficial de la Orden de Canadá (OC) en 1978, incluido en el Paseo de la Fama de Canadá en 2000 y en el Paseo de la Fama de Hollywood en 2011. Es el padre de Kiefer, Rossif y Angus Sutherland, todos actores.

 

Chikatilo fue objeto de escrutinio por primera vez al principio de la búsqueda, cuando lo vieron en una comisaría y lo encontraron sosteniendo una bolsa que contenía un cuchillo. Fue arrestado de inmediato. Desafortunadamente, se lo protegió de la investigación y fue liberado debido a su afiliación al Partido Comunista. Los laboratorios forenses soviéticos informaron erróneamente que su tipo de sangre no coincidía con el encontrado en los asesinatos.

 

Buen thriller, aun con sus defectos, cala en el espectador el clima enfermizo. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Hay dos películas más inspiradas en este asesino: La co-producción ruso-italiana “Evilenko” (2003), de David Grieco, y “Child 44” (2015), de Daniel Espinosa.

 


domingo, 23 de junio de 2024

 


YOUR HONOR. (Serie TV 2T Cerrada)

 

Acabado de terminar de ver el décimo (10+10) y último episodio de la segunda y última temporada (no se ha renovado) puedo juzgarla en su conjunto, y mi veredicto de este thriller es de serie atractiva, pero con muchas irregularidades, con una premisa potente, pero con un desarrollo que abraza sin pudor el deux machine de un tsunami de casualidades tal que si metes al euro-loto te toca el gordo de Navidad, con dilemas morales punzantes, pero avanzados con actitudes algunas poco realistas, con giros impactantes, pero con sub tramas que se pierden tras presentarlas, con un final de primera temporada que te deja en shock, pero que cuando te recuperas te das cuenta está cogido pinzas débiles. Es una serie de tv crea por el escocés Peter Moffat (“Presunto Culpable” o “The Noioght Of”), adaptando la serie de tv israelí “Kvodo” (2027), protagonizada por dos titanes en duelos feroces magníficos, dodne saltran las chispas de fuego emocional, Bryan Cranston y Michael Stuhlbarg, sensacionales. Siendo el nudo central el dilema moral de que estarías dispuesto a hacer para salvar a tu hijo de un peligro mortal, aunque este sea por haber hecho algo terrible imperdonable (no para un padre), que barreras éticas estarías dispuesto a sobrepasar para ello, esto se acentúa para darle más sustancia haciendo que este padre sea un juez justo, para hacerlo aún más jugoso, frente a él estará otro padre, uno dolido por lo peor que le puede pasar a un (reitero) padre, que es sobrevivir al hijo, padre con sed de venganza implacable, y para más sustancia este es un capo de la mafia brutal. A través de este núcleo la serie se va abriendo en demasiadas subtramas, abarcando demasiado y apretando escasamente en profundidad poco. Para adentrarse en el tópico de corruptelas policiales, las corruptelas políticas, y lo podrido del sistema judicial, todo en connivencia con el crimen organizado, donde mucha gente supuestamente noble ha vendido su alma al diablo, algo muy manido y que es bien tratado, pero sin salirse de lo ya muy visto. Es una serie compleja, pues personajes buenos hay pocos, la mayoría navegan en los grises, todos tiene sus propios intereses espurios, tenemos a un padre defendiendo a su retoño de haber abandonado a un joven inocente en la calle para que muera por miedo a ser detenido por la policía, y a un capo mafiosillo matando sin ton ni son a todo el que le dicen puede tener que ver con esta muerte.

 

Temporada 1: Michael Desiato (Cranston) es un juez destacado y respetado de Nueva Orleans. Cuando su hijo adolescente Adam (un Hunter Doohan desubicado, creando un rol demasiado melancólico, al que no le ayuda el guion que le hace un veleta caótico en su comportamiento) mata a otro adolescente en una colisión accidental de atropello y fuga, Michael anima a su hijo a entregarse, pero rápidamente cambia de opinión cuando descubre que el niño que su hijo mató era hijo de un capo de la mafia, Jimmy Baxter (Stuhlbarg). Michael decide proteger a su hijo, iniciando un peligroso juego de mentiras, secretos y decisiones difíciles con consecuencias trágicas y fatales.

 

El primer episodio dirigido (guionizado por Moffat) por el alemán Edward Berger (dirige los tres primeros), responsable de la extraordinaria puesta al día de la novela antibelicista de Erich Maria Remarque, la oscarizada “Sin novedad en el frente” (2022), y que demuestra un pulso narrativo penetrantemente sólido en como va goteando la información, como filma con vibra cada secuencia dramática hasta hacerte participe de lo que ves, remarcando la intriga, donde Cranston deja patente su carisma y fuerza interpretativa. La serie avanza por los capítulos de modo atrapante, queremos saber como este juez discurre por este laberinto tóxico, donde es imposible salir bien parado, donde el hijo parece ir en su contra al actuar de forma atolondrada, liándose nada menos que con la hermana del que ha atropellado letalmente. Tratando el juez de ocultar el Sol, pide favores al alcalde, esto hace que se involucre con bandas de traficantes, y la madeja conforme avanza se lía más y más, él juez trata de mantenerse íntegro cuanto puede pidiendo más favores para defender a los que son el trampantojo del delito. Todo para desembocar en un final moralista, pero bueno por la fuerza que transmite en su mensaje de que no se puede escapar del círculo de maldad engendrado. Podría haber acabado ahí perfectamente, pero el éxito parió la segunda temproada.

 

Segunda temporada, la historia principal de “Your honor” seguía más o menos fielmente la trama original israelí, pero esta estadounidense toma su propio camino, en vez de continuar con el protagonista desarrollando su carrera como juez, como en la segunda temporada de la serie original, vira hacia la exploración de la culpabilidad, y el dolor por la pérdida. La trama principal tiene lugar un año después del final de la primera. Michael está en prisión, pero las razones son bastante confusas, crees que es por un motivo y luego nunca este es claro, como si el guion hubiera metido la pata con esto y se olvide del tema. Al inicio el juez es un zombi en prisión, con imagen de eremita, delgado hasta los huesos, barbudo, greñoso, no quiere comer y los guardias lo alimentan a la fuerza. Hasta que aparece un personaje nuevo, la fiscal de distrito Olivia Delmont a la que da vida una infrautilizada Rosie Perez, en un papel que intgenta infdundir carácter con una sonrisa cínica penetrante. Quiere utilizarlo para derribar a la familia Baxter, por lo que organiza la liberación de Michael. Esta continuación con muchas más sub tramas que se abren cual hidra alejándonos del corazón que había sido, para convertirse en un drama de mafias que estiran el metraje sin mucha chicha que aportar, tiene sus aciertos, como es la impresionante caracterización del ‘naufrago’ Cranston. Pero pierden protagonismo estos antagonistas Stuhlbarg vs Cranston, en favor de darles más minutos a las mujeres arribistas mafiosas, Hope Davis como la sibilina Gina Baxter (le han traído para esta temporada al mafioso padre Carmine Conti de Nueva York para apoyarla), y Andrene Ward-Hammond como la jefe de los bajos fondos de Nueva Orleans (Desire) Big Mo, las dos bordan sus roles de leonas cruentas, los choques de Hope con su esposo, su rostro seco y adusto, Andrene arrolladora como la poderosa jefa, con ese toque de debilidad humana en el amor por una cantante, pero que cuando debe ser dura no la hay más que ella, teniendo algunos enfrentamientos con la Hope vigorosos. Pero las tramas que tienen están ya muy sobadas en los thrillers de gángsters, los intentos de limpiar las ilegalidades en negocios inmobiliarios de Gina, y las luchas de poder de los narcos de baja estofa nada suman. Además, aquí abren un hilo de la primera temporada que me resulta poco convincente, como es la muerte por asesinato de la esposa del juez Desiato, muy forzado esto hasta rozar el ridículo, pues dos años atrás esto se dejó sin investigar, y en apenas unas horas se resuelve todo, un insulto a la inteligencia, como chusco la forma de entrelazarlo al hilo central. Todo para llegar a un rush final desequilibrado, tiene sus cosas buenas, y sus otras no tanto, el abrir tantas tramas tiene esto.

 

Bryan Cranston es el alma de la serie, con un rol con similitudes con el que le encumbró catódicamente, por supuesto me prefiero al de Walter White/Heisenberg en la Icónica “Breaking Bad” (2008-2013), donde ambos protagonistas son gente buena, con códigos de honor nobles, pero que por azar (uno por cáncer y temor a dejar en la estacada a su familia, el otro por temor a que su hijo sea asesinado por la mafia) se hunden en el lado oscuro de la maldad. Aunque en esta “Your honor”, no llega a trascender a asesino avariento, tampoco desprende el brillo magnético del Emperador Azul. Pero si es un tipo manipulador, maquiavélico, superviviente, siempre al filo de la navaja, sobre todo cuando debe lidiar con Jimmy Baxter. El actor infunde carácter, sutilidad, matices, multitud de aristas, se ve en su rostro su interior convulso: tenido un giro turbador en la segunda temporada como un ermitaño asceta recién salido del protagonista de “Naufrago”, muy bueno; Michael Stuhlbarg como Jimmy Baxter, jefe de una familia del crimen organizado, marido de Gina y el padre del joven que Adam mató. Desborda la pantalla como el amenazante jefe del clan, aterrador en cada pose, con ese gesto de su gran boca, un rostro colosalmente expresivo que el actor californiano maneja de modo superlativo, tiene una química fabulosa tanto con Cranston, como con Hope Davis.  

 

Lilli Kay como Fia, la hija de Jimmy Baxter, tiene un papel bastante encorsetado como típica hija rebelde de la clase acomodada, ella no lo eleva. Con más chicha en la segunda temporada, pero no transmite más que mal rollo con su pose siempre de mal humor; Isiah Whitlock Jr. como el alcalde de Nueva Orleans Charlie Figaro, con conexiones con el crimen organizado y el mejor amigo de Michael, aporta buena compenetración con Cranston, tiene fuerte personalidad, lástima que sui papel sea tan arquetípico, y que además se deja in media res en el tramo final; Margo Martindale como Elizabeth Guthrie, suegra de Michael y abuela materna de Adam, buena presencia, pero falta de tener algo que hacer; Carmen Ejogo como Lee Delamere, ex protegida de Michael y abogada a quien convence, por el sentimiento de culpa, para que se haga cargo del caso de Kofi, que deriva en tener que defender al hermano de este Eugene Jones, cumplidora en un papel al que le falta energía; Benjamin Flores Jr. como Eugene Jones, hermano menor de Kofi Jones, es todo un hallazgo en el poderío y alma que transmite, muy bueno, sobre todo como crece en la segunda temporada; Amy Landecker como Nancy Costello, detective a la que Michael recurre en busca de ayuda en la primera temporada, puede hacer poco con un papel cliché sin hondura alguna; Jimi Stanton como Carlo Baxter, hijo mayor de Gina y Jimmy, le falta presencia y garra, se queda en modosito.

 

Spoiler:

 

Muy bueno el momento en que Gina se entera que Big Mo había ofrecido el local frente a su hotel a Jimmy, entonces entra en cólera y engaña a su padre para que mate a Jimmy, aunque con la misma estratagema ridícula de que al igual que el hijo con Koffi lo haga con cámaras grabando. Al final vemos que Jimmy sigue vivo ayudado por tubos en el hospital, nos preparan la tercera temporada. Si es así la han cagado, pues han cancelado la serie. Ah, el hijo de Fia y Adam es abandonado por ella al sacerdote, y esta lo entrega el bebe a una familia anónima (se puede hacer tan rápido esto?), puede una madre rechazar a su hijo tras criarlo por meses y de buenas a primeras, por saber del padre, lo repudia (¿?)!

 

Temporada 2: Después de la muerte de su hijo, Michael sale temprano de prisión para finalmente poner fin a la mafia que ha arruinado las vidas de muchos ciudadanos de Nueva Orleans. Mientras tanto, un enemigo de la mafia, un cartel de la droga conocido como Desire Gang, toma medidas y la muerte de Adam impacta a quienes están cerca de él a medida que la verdad comienza a difundirse. Michael se ve obligado a tomar decisiones arriesgadas mientras se convierte en un agente encubierto que espía a la mafia mientras busca a los culpables de la muerte de su esposa. Las consecuencias del pasado se entrometen y llevan a Michael por un camino peligroso.

 

Carrusel de casualidades: Aceptemos como premisa que el hijo del juez atropelle por casualidad al hijo del capo mafioso local, Jimmy Baxter de Nueva Orleans. Pero es que continuación pareciera que en la ciudad de Luisiana viva escasa población pus todo lo que va a suceder termina estando interconectado personalmente. El chaval al que piden se deshaga del coche resulta que es miembro de la banda rival de los Baxter, los Desire. A este lo detiene la policía, ya es casualidad. Por azar resulta que el hijo de Jimmy está en prisión por haber matado a uno de los Desire. Resulta que donde ya la policía ha investigado, tras ello Jimmy Baxter encuentra un inhalador (el de Adam Desiato). No se sabe a santo de que a Adam, el día de autos, lo grabó con un móvil un tipo en una gasolinera (esto se es normal en nuestro mundo?). El interrogatorio del mafioso al gasolinero con la foto por azar del periódico delante es de traca. Y ya el colmo del karma de justicia poética es que Eugene Jones vaya a matar a Carlo Baxter (el que mató a su hermano en prisión) y acabe asesinando a Adam; Traicionando aquello de ‘El Arma de Chejov’, se da importancia al trapo con trozos de sesos bajo un mueble, se da tensión a cuando el perro lo encuentra y traga lo que hay en él, pero luego esto se deja de lado sin darle importancia; Otra sub trama desorientadora es la de Adam con su profesora, a esta él le cuenta por el peso de la culpa que atropelló y huyó a Rocco Baxter, esta se muestra enamorada de Adam, le acecha y tiene celos al verlo con Fia, pero esto se olvida y se echa a un lado (¿?); De verdad Gina es tan idiota como para mandar a su hijo Carlo a matar con cámaras de testigo a Koffi Jones?; Jimmy Baxter no duda en acabar con toda una familia, una madre y sus hijitos inocentes pro creer al mayor ya asesinado culpable, por aquello tan medieval de culpable de sangre, pero sin embargo cuando cree tener al verdadero culpable, el juez Desiato duda y titubea, como si al ser blanco tuviera más compasión.

 

En la segunda temporada, resulta que Fia no se ha enterado de porque su padre tiene inquina al juez Desiato, no tan siquiera muestra interés en ello; La fiscal saca a Michael Desiato de prisión sin amarrar por escrito que si no colabora volverá prisión, con lo que este la desprecia y no hace caso (¿?); Resulta que la policía consideró que la explosión de la casa de Eugene Jones fue por escape de gas, y hasta más de un año después nadie cayo en la cuenta de que tenían cortado el gas desde semanas atrás? Menudo truco de mal mago!; Porque en el final vuelve Michael Desiato a prisión?; Que ha pasado con la alcaldía de Figaro?

 

‘La producción israelí de series tv ha tenido repercusión internacional notable en los últimos años, no solo por el estreno de sus contenidos originales, también por las ventas de derechos para nuevas versiones de éstos. “Homeland” (Disney+, 2011-2020), “Euphoria” (HBO Max, 2019-), “En terapia” (HBO Max, 2008-2021) o “Echo 3” (Apple tv+, 2022) son algunas de las más conocidas, pero es “Kvodo” (Yes tv, 2017-2019), ganadora del Gran Premio del Jurado en el festival Séries Mania 2017, la que ha logrado una mayor relevancia, con remakes en países como Estados Unidos, India, Alemania, Francia o Rusia. La adaptación norteamericana ha sido desarrollada por Peter Moffat, especialista en dramas judiciales como “Presunto culpable” (BBC, 2008-2009), que a su vez tuvo varias versiones en diferentes países.

 

Mark Margolis como Carmine Conti, el padre de Gina es el mítico Tío Salamanca de “Breaking Bad” protagonizada como aquí por Bryan Cranston, era el que iba en silla de ruedas y solo se comunicaba con pitidos de timbre, y teniendo Homérico protagonismo para acabar con Gus Frings. Curiosamente aquí no comparte escena alguna con Cranston.

 

Serie que ha ido de muy mucho a muy menos. Gloria Ucrania!!!

sábado, 22 de junio de 2024

 


LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS

 

Cautivador film de ciencia ficción, una de esas obras serie b que se han convertido con el tiempo en película de culto que ha influenciado a michos posteriormente, e incluso ha dado lugar a varios remakes. Dirigida con pulso tenso fascinante por Don Siegel, adaptando el guion de Daniel Mainwaring (“Retorno al pasado”), que se basa en la novela de ciencia ficción de 1954 de Jack Finney “The Body Snatchers”, estrenada por Allied Artists Pictures como un largometraje de sesión doble con la película británica de ciencia ficción “The Atomic Man”. Para un relato con muchas similitudes con films pretéritos como "El Enigma de Otro Mundo" (por aquello del origen vegetal del invasor) e "Invasores de Marte" (por la posesión de los cuerpos humanos), pero esta pule en mucho, taras de las referidas, creando una cinta pesadillescas,

 

Este un relato sombrío que sabe impregnar al espectador de la ansiedad y claustrofobia ambiental increscendo dramático que nos cala, indagando en los peores miedos del ser humano, donde la gente que conoces pierde su identidad y con ella su alma y por ende su capacidad de sentimientos, unos doppelgängers ataráxicos, sin emociones nada de monstruos alienígenas o ejércitos de platillos volantes invasores, aquí con elegancia se acude a que el Ogro puede ser cualquiera en el que confíes, cualquiera en quien deposites tu confianza. Los comunistas eran vistos como gente fría, sin sentimientos, apoyándose en su ideología colectivista de querer ser todos iguales, con pensamientos comunales que deshumanizaban en sus ansias de cortarlos a todos por el mismo patrón. Indagando en ese miedo de la Guerra Fría de la Quinta Columna de comunistas que (según la leyenda urbana) podría estar ‘hibernando’ en tu vecindario, por lo que es claramente una alegoría política marcada. Curiosamente este simbolismo político se puede ver en dos sentidos contrapuestos, pues también se puede entender como una sátira sobre la Caza de Brujas del paranoico senador McCarthy que veía antiestadounidenses por todas partes. Es destacable como sutilmente se ataca a la psicología y como esta pretende ser demasiado inteligente para explicar lo que en realidad no sabe, con diagnósticos tan volátiles como la “histeria colectiva” y “alucinaciones”.

 

La trama de la película trata sobre una invasión extraterrestre que comienza en la ciudad ficticia de Santa Mira en California. Las esporas de plantas alienígenas cayeron del espacio y se convirtieron en grandes vainas de semillas, cada una de las cuales es capaz de producir una copia visualmente idéntica de un ser humano. A medida que cada cápsula alcanza su pleno desarrollo, asimila los rasgos físicos, recuerdos y personalidades de cada persona dormida colocada cerca de ella hasta que sólo queda el reemplazo; estos duplicados, sin embargo, están desprovistos de toda emoción humana. Poco a poco, un médico local encarnado por una algo histriónico Kevin McCarthy, descubre esta invasión "silenciosa" e intenta detenerla, acompañado de su interés romántico al que da vida Dana Wynter. En este argumento si que está justificado este romance, aunque resulta atropellada la forma en que se da, si está orgánicamente enlazado al relato, ello para mostrar la capacidad de amar frente a los antagonistas asentimentales.

 

La historia se narra en racconto, arrancando en un psiquiátrico donde un paciente muy alterado cuenta a un psiquiatra lo que le ocurre: “Todo empezó el jueves pasado, al menos para mí. A primera vista todo parecía igual… pero no lo era”, describiendo el ambiente de la pequeña población de Santa Mira a su regreso de un congreso médico. Tras ello los elementos de misterio se acumulan con un ritmo trepidante, un niño dice que su madre no lo es, una mujer dice que su tío es un extraño, la sala de espera siempre atiborrada de enfermos ahora vacía: Hasta que todo implosiona con la llamada telefónica de un amigo Jack Belicec (Carolyn Jones), que ha encontrado un cuerpo extraño sin vida en su mesa de billar (arbitrario esto, pues luego nos ente5ranmos que estos invasores trabajan en los sótanos o invernaderos, nunca a la vista humana con sus vainas) y que el protagonista define como: “Todavía no terminado, como la primera impresión de una moneda”. Y entonces del ritmo se acelera aún más, el temor a lo desconocido acucia aún más el n o poder confiar en nadie, el creer en peligro letal a tus seres queridos (esa toma del del doctor bajando en marcha del coche para ir en auxilio de su amada). Comenzando entonces una huida hacia adelante ambos, escondiéndose en la consulta desde donde habrá una delas mejores secuencias, en modo circular al inicio vimos como el doctor observaba las rutinas del pueblo un día cualquiera ahora hace lo mismo viendo la calle y la plaza, pero de pronto todo el pueblo al unísono se congrega en la plaza, cual masa uniforme se acercan a escuchar a un policía que les reparte por tres camiones recién llegados que les da vainas para ir por los pueblos colindantes para continuar su invasión. Secuencia que seguro influenció a Peter Weir para una similar en “El Show de Truman” (1998), que luego este gentío ordinario se convierten como en el referido film de los 90, en una horda persiguiendo a la pareja. La angustia y desazón aumenta en este rush final donde no parece haber lugar donde escapar, además con el peligro cual “Pesadilla en Elm Street” de que no pueden quedarse dormidos (esto realmente es muy tramposo, *spoiler), pues entonces se convertirán en aliens. La sensación de aislamiento, de peligro psicológico te cala. Llegando al zenit en la secuencia nocturna en la carretera, donde la esquizofrenia más paranoica es transmitida acentuada por ese primer plano en que el protagonista parece hablar al espectador aterrorizado. Aunque luego hay un alargue que traiciona el sentido del film, y que fue impuesto por los productores (Spoiler).

La puesta en escena destaca sobremanera por la fenomenal fotografía en glorioso b/n de Ellsworth Fredericks (“Sayonara” o ·”Siete días de mayo”), con marcados contrastes de grises, pero sobre todo proyectado la angustia atmosférica que nos baña con este estado de ánimo agobiante ante sentirnos solos en el mundo, ello maximizado por tomas singulares, ángulos extraños, contrapicados, subjetivos (como el de la pareja escondida bajo unos tablones en la mina que deriva en nadir), o primeros planos inquietantes; Ello adornado por la climática música de Carmen Dragon (“Las modelos” o “Levando anclas”), crea clima de misterio. Nombre singular par aun hombre (¿?).

 

Spoiler:

 

La película tiene algunas taras que la impiden elevarse más:  Está el romance exprés que se da entre el doctor y la recién llegada de Reino Unido, antiguos novios de juventud, que ella rechazó ir a más y lo abandonó. Ahora, tras cinco años sin verse, lo hacen e ipso facto se enamoran, no tiene sentido esto. Entiendo que este romance se da para potenciar la diferencia con los aliens sin sentimientos, pero podría haber sido un matrimonio o unos novios de tiempo, no esta impostada pareja; Tampoco es de recibo como el padre de Becky se toma le allanen la casa y pille en fraganti a tres tipos en el sótano a las tantas de la noche, y es que lejos de enfadarse parece tomárselo poco más que a broma; Desatino es explicar la mecánica caótica de engendrarse estos seres. Lo hacen en vainas, al parecer haciéndose por el aire con todo el ADN y mentalidad de sus ‘vampirizados’ y luego haciéndolos suyo dentro de la vaina, y cuando el ‘clonado’ duerme este al parecer muere y toma su puesto el clonado. Entonces que ocurre con los cuerpos de los originales? Pero el colmo es cuando en el tramo final Becky se queda dormida, entonces quien debe ‘nacer’ es el clon vegetal haya donde esté y la verdadera Becky morir, pero NO! Sin sentido alguno tras cerrar los ojos unos segundos los vuelve a abrir ya como el Alíen, entonces que sentido tiene las vainas? Es como si esta escena la hubiera escrito alguien ajeno al resto de la trama, ridículo!; Tampoco es que las actuaciones, sean anda especial, ni Kevin McCarthy, ni su partenaire Dana Wynter pasan por mucho del aprobado con unas actuaciones poco inspiradas, aunque McCarthy tiene el gran momento con la histeria en medio delos coches.

 

Momentos recordables (aparte de las ya mencionadas: La secuencia en el invernadero, cuando vemos por vez primera emerger a los Aliens de su vaina, perturbador; El tramo en que es pillada la pareja en la consulta, lejos de ser unos monstruos, se comportan los invasores con mesura y flema, nada de agresividad, todo lo contrario que se podría esperar; Cuanfdo desde la mina el doctor oye una música religiosa, y Becky dice: “Nunca he escuchado algo tan bello. No somos los únicos que conocen el amor”, y Miles sale a investigar esperando hallar, pero…; Ese tórrido, húmedo y turbador beso que se dan el doctor y Becky sobre el suelo embarrado de la mina, justo antes de que ella se venza y cierra los ojos presa de Morfeo y vuelve a abrirlos pero ya no es ella; La escena en la noche con Miles desesperado buscando ayuda entre los autos, y todos lo toman por loco, se engancha a la parte trasera de una camión y entonces ve que lleva vainas y hay el mítico primer plano de McCarthy ido.

 

"En mi profesión he visto cómo algunas personas iban perdiendo su humanidad, pero eso ocurre lentamente y no de pronto, no se dan cuenta.”

 

Rush final: Camiones llenos de cápsulas llegan al centro. Becky y Bennell escuchan mientras el jefe Nick Grivett ordena a los demás que los lleven a pueblos para plantarlos y utilizarlos para reemplazar sus poblaciones. Kauffman y Belicec llegan a la oficina de Bennell con cápsulas para Becky y Bennell. Se revela que una raza de impostores alienígenas es responsable de la invasión y que, si no se los detiene, la humanidad perderá todas las emociones y el sentido de individualidad. Bennell y Becky escapan de la oficina. Para evitar ser capturados, imitan los gestos de los impostores y fingen ser parte de la enorme multitud de habitantes reemplazados. Sin embargo, Becky, presa del pánico, grita y su reacción expone su humanidad a los extraterrestres. Suena una alarma y la pareja huye a pie. La pareja logra escapar y esconderse en una mina en las afueras de la ciudad, sin embargo, después de un tiempo escondidos, escuchan música y Bennell deja a Becky brevemente para investigar. Ve una granja con cientos de cápsulas cargadas en camiones. Bennell regresa para contárselo a Becky, pero se da cuenta de que ella se quedó dormida antes de que él pudiera regresar y ahora es uno de ellos. Becky hace sonar la alarma mientras Bennell huye. Desesperado, grita a los conductores en la carretera pidiendo ayuda. Bennell termina su historia. El Dr. Hill y el médico salen al pasillo. Un conductor llega a la sala en una camilla después de haber resultado herido en un accidente. El asistente cuenta que hubo que sacar al hombre de debajo de un cargamento de cápsulas misteriosas que venían de Santa Mira. El Dr. Hill alerta a la policía para que bloquee las carreteras de entrada y salida de Santa Mira. La película termina con Bennell aliviado cuando Hill llama a la Oficina de Investigaciones.

 

Tanto Siegel como Mainwaring quedaron satisfechos con la película tal como se rodó. El final original no incluía el encuadre del flashback y terminó con Miles gritando cuando camiones llenos de cápsulas lo adelantan en la carretera. El estudio, cauteloso de una conclusión pesimista, insistió en agregar un prólogo y un epílogo que sugirieran un resultado más optimista a la historia, lo que llevó al encuadre del flashback. En esta versión, la película comienza con Bennell detenido en la sala de emergencias de un hospital, contándole su historia a un psiquiatra (Whit Bissell). En las escenas finales, se descubren cápsulas en un accidente de carretera, lo que confirma la advertencia de Bennell, y se alerta a las autoridades. Esto vas en contra de la idea general de la historia de la desconfianza total en el sistema que debía protegernos, le dan la vuelta como a un calcetín en la última escena y ahora si se puede confiar en el sistema, grimante.  La novela de Jack Finney termina con los extraterrestres, que tienen una vida útil de no más de cinco años, abandonando la Tierra después de darse cuenta de que los humanos ofrecen una fuerte resistencia, a pesar de tener pocas posibilidades razonables contra la invasión alienígena.

 

Originalmente, el productor Wanger y Siegel querían filmar La invasión de los ladrones de cuerpos en Mill Valley, California, ciudad al norte de San Francisco, que Jack Finney describió en su novela. La ubicación resultó demasiado costosa, y Siegel, con los ejecutivos de Allied Artist, encontró ubicaciones se parecían a Mill Valley en el área de Los Ángeles, incluidas Sierra Madre, Chatsworth, Glendale, Los Feliz, Bronson y Beachwood Canyons, todas las cuales formaron la ciudad ficticia de "Santa Mira" para la película. Además de estos lugares al aire libre, gran parte de la película se rodó en el estudio de Allied Artists en el lado este de Hollywood.

 

La invasión de los ladrones de cuerpos fue seleccionada en 1994 para su conservación en el Registro Nacional de Películas de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa".

 

El futuro director Sam Peckinpah tuvo un pequeño papel como Charlie, un lector de medidores. Peckinpah fue entrenador de diálogos en cinco películas de Siegel a mediados de la década de 1950, incluida ésta.

 

Notable film de terror psicológico. Gloria Ucrania!!!

 

PD.Se han realizado tres adaptaciones posteriores de “The Body Snatchers: Invasion of the Body Snatchers” (1978), “Body Snatchers” (1993) y “The Invasion” (2007).

 

 


SEE (Serie TV · Temporadas Cerrada)


Acabado de terminar de ver el octavo y último episodio (cada temporada es de 8 capítulos) de la tercera y última temporada de esta serie producida por Apple TV+, puedo juzgarla en su conjunto, y me queda una cautivadora producción, aun con sus taras, un thriller épico situado en el post apocalipsis muy sugestivo. Creada por el inglés Steven Knight (responsable de guiones como el de “Promesas del este” o “Locke”, y creador de series como “Peaky Blinders” o “Los hombres del SAS”), con unos valores de producción impresionantes que brillan en los escenarios, la recreación de este mundo, y sobre todo en las espectaculares secuencias de acción, estando en la mayoría de la dirección Anders Engström (17 de 24 capítulos), también tres los realiza Francis Lawrence (“Soy Leyenda” y responsable de las secuelas de “Los juegos del hambre”), marcando un tono sombrío que cala en el espectador. Teniendo un gran acierto en el elenco de interpretes encabezado por un totémico Jason Momoa, sorprendiendo por como aúna su ya consabida presencia física imponente, sus habilidades para las coreografías de combate (ya lo vimos esto en “Dune”), sino también un registro dramático intensos en trasladarnos emociones sentidas. Acompañándole un reparto internacional encabezado por la roba escenas tulipán Sylvia Hoeks (sublime descubrimiento), la islandesa Hera Hilmar, el neoyorquino Christian Camargo, el londinense Archie Madekwe, la canadiense Nesta Cooper, o la ‘oklahomeña’ Alfre Woodward. Ambientada en una distopía post-apocalíptica en un futuro lejano donde los descendientes de la humanidad han perdido el sentido de la vista y la capacidad de ver se considera una maldición. La trama se pone en marcha con el nacimiento de niños gemelos en una tribu de montaña.

 

En el siglo XXI, un virus acabó con la mayor parte de la humanidad. Sobrevivieron menos de dos millones de personas y todos sus descendientes perdieron el sentido de la vista. Ver tiene lugar varios siglos después, momento en el que la sociedad ha encontrado nuevas formas de interactuar socialmente, construir, cazar y sobrevivir sin visión, aunque a un nivel económico mucho más bajo; la humanidad ha regresado a sociedades tribales de cazadores-recolectores y de tipo medieval. El conocimiento del viejo mundo vidente se ha perdido o distorsionado; Se cree que materiales como el metal, el hormigón y el plástico fueron creados de forma sobrenatural por los dioses. El concepto de visión se ha convertido en un mito, y cualquier mención del mismo se considera herejía. La acción de See tiene lugar en un área disputada por dos rivales: el Reino Payan (capital: Kanzua) y la República Trivantiana (capital: Trivantes). En las montañas, una mujer embarazada llamada Maghra (Hera Hilmar) busca refugio en la tribu Alkenny. El jefe de Alkenny, Baba Voss (Momoa), no ha podido engendrar hijos, se casa con ella y adopta a sus hijos. Su padre biológico, Jerlamarel, es buscado por la Reina del Reino Payan (Sylvia Hoeks) por la herejía de ser "vidente" (la capacidad natural de ver). Se corre la voz de que Jerlamarel está engendrando hijos, provoca caza de brujas para Jerlamarel y su descendencia. Baba Voss debe proteger tanto a su familia como a su tribu contra el ejército de la Reina.

 

Es un ejercicio de estilo con mucho atractivo por como crear un mundo original sobre como sería este si los humanos no viéramos, sobre volver a la prehistoria, a ser seres atávicos invidentes, regidos por nuevas creencias, a través de esto también se aprovecha para analizar los fanatismos tanto de obediencia de vida, como los dogmas de fe religiosa que nos inoculan sentimientos artificiales anatemáticos. Mediante estos mimbres se desarrolla un relato que engancha en sus malsanas redes, con seres que se mueven encorvados por los palos que llevan como ‘lazarillo’ para no tropezarse, radicales religiosos, siempre alerta por los ruidos, sus documentos o cartas se dan mediante nudos en cordones (no parecen conocer el braille), y los enfrentamientos de batallas se dan de forma singular al no verse unos a otros, estos con muertes ultra violentas, no escatiman en sangre, mutilaciones, quebrantamiento de huesos, en esto no hay autocensura, lo que da visos de más realismo.

 

La trama va virando de un lado a otro en sus diferentes temporadas, primero con la huida familiar buscando refugio de los caza-brujos, con enfrentamientos tan gloriosos como el que tiene como núcleo un puente colgante, la tsunamica destrucción de Kanzua con esa presa desbordándose de modo Bíblico sobre la ciudad. Sobre todo la tensa secuencia con la familia huyendo en balsa por el rio ante los caza-brujos, el aire se puede cortar en este tramo. Desarrollándose por medio una trémula relación de padre e hijos, y también la del matrimonio Baba-Maghra. En paralelo está la historia de la reina Kane, una Calígula extraordinaria en su malicia divina, una tirana sádica, lujuriosa, mordaz, despiadada, y con un encanto Antológico, poseedora la actriz Sylvia Hoeks de una sonrisa seductora prodigiosa, su lenguaje gestual y el carisma que irradia me hacen comentarlo antes de mi sección de actuaciones. Ello potenciado por la relación que tiene con su lugarteniente, Tamacti Jun, otro que desprende hidalguía, majestuosidad, soberbio es Christian Camargo con el rol, un antihéroe que va virando en sus ideales, como Saulo ‘cae del caballo’ y sufre una epifanía.

 

La segunda con el asentamiento en una ciudad, con maquinaciones conspiranoides para la toma del poder, donde el más maquiavélico es Lord Harlan, encarnado por un grácil Tom Mison, rol que va creciendo y evolucionando de modo brillante como un político sibilino, sabiendo siempre donde está lo correcto. Pero donde la retorcida Sibeth no se queda a tras embaucando en sus sexuales redes a su sobrino para obtener premio. Y sobre ellos cerniéndose una guerra con un reino vecino, epicentro del enfrentamiento fraternal entre el protagonista y Edo (un notable Dave Bautista), con clímax Homérico en una batalla (Greenhill Gap) epopéyica.

 

La tercera es una lección moral de los peligros de los avances tecnológicos que pueden provocar bombas, personificado esto en el gerifalte trivantino Tormada, al que da vida un buen David Hewlett. Esto refeljado en apoteósicas secuencias de bombardeos, que tiene su culmen en la batalla final por Pennsa, dodne las viviendas y als personas saltan por los aires de modo avernal. Aparece también un rol nuevo, Ranger, viejo amigo de Baba, que aporta no solo compenetración en las batallas, no solo afán vengativo de Tormada, dota de humor (del que no hay mucho en la serie) su amistad con el rígido y estoico Baba Voss (desconcertante por el final chancesco su primer encuentro en pantalla en un juego del gato y ratón muy de Looney toon), buena actuación de Michael Raymond-James como un chistoso fumeta (¿?). Por cierto, referido humor que brota también de la sub desarrollada nueva amistad entre Baba y un perro (pareciera vaya a ir a más, pero se queda a medias). Todas las sub tramas se cierran satisfactoriamente, el choque entre las hermanas aspirantes al trono (en un último desgarrador abrazo), la complicada relación entre los hermanos videntes, estos chocando pro al crisis de identidad por vivir en un mundo de ciegos, el amor entre Maghra y Baba se hará eterno, y acabará con una nota esperanzadora; Todo en un crescendo dramático muy bien llevado en como las múltiples tramas se van entrelazando de modo notable, hasta desembocar en el zenit de la batalla de Pennsa, con esas mastodónticas catapultas, con bombas y peleas sangrientas.

 

El actor hawaiano Jason Momoa es el alma de la serie, el poderío de su actuación desborda la pantalla, ya es actor, no solo presencia hercúlea. Su Baba Voss desprende sabiduría, sensaciones, sentimientos, dolor, amor, frustración, angustia, rabia, tiene un viaje de redención desde lo que fue como trivantino que mató a su padre, al amor que transmite a su esposa e hijos. Una encarnación embestida claramente de apariencia samurái, con sus códigos de honor, de rectitud y nobleza, irradiando de melancolía con sentido trágico su figura. Y ya en las escenas de lucha es un bailarín salvaje en la mezcla de sensación de ir deslizándose entre decenas de enemigos como un Barishnikov, tras lo que asesta golpes y golpes de espada de una violencia tremebunda, para el recuerdo uno de los últimos que mata abriéndole la mandíbula hasta reventarlo. Teniendo su Baba Voss una última escena en pantalla Kolossal, la producción le ha regalado un poster Atronador para ser un icono (spoiler).

 

Del resto de actuaciones no mencionadas: Alfre Woodward como la anciana sabia fiel amiga de baba desprende porte regio, da lecciones de vida en cada intervención, al crees, muy buena (aunque tiene una salida de serie muy brusca y con pocas repercusiones como se esperaría); Hera Hilmar como Maghra Kane, esposa amante de Baba, está notable, aunque palidece en comparación con su Doppelgänger hermana Kane. Tiene un comportamiento poco verosímil por lo visto, en como abandona a su familia de buenas a primeras, esto no se explica nada bien; Nesta Cooper como hija de Baba Voss y Maghra, muy buena como la visceral Haniwa, segura de sí misma, cree saber su camino, inquieta por saber más, derrocha electricidad en las escenas de acción, sorbe todo en como maneja el arco de modo fascinante en la rapidez en que tensa y lanza; Archie Madekwe como Kofun, hijo de Baba Voss y Maghra, hermano de Haniwa, como su propio rol, queda opacado por su racial hermana, algo débil, blandito; Eden Epstein como Wren, teniente inteligente y ambiciosa, más tarde capitán, del ejército trivantiano, que tiene la capacidad de ver. Termina teniendo una relación amorosa con Haniwa, esta sin mucho fondo. Actuación simplemente correcta. 

 

La serie tiene uno de sus puntos álgidos en su puesta en escena maravillosa en transmitir el estado de ánimo. Desde el formidable diseño de producción de Caroline Hanania (“Monarch”), responsable de las dos primeras temporadas, marcando el tono de los parajes canadienses de estos bosques, filmada en las provincias canadienses de Columbia Británica y Ontario, con sus hermosos paisajes de montañas, ríos, cascadas, estas aldeas con cabañas, o las ciudades arcaicas que otorgan veracidad a este mundo primitivo, surcado de vez en cuando por imágenes del ‘pasado’ (la presa, un avión, o la ciudad que vemos en la imagen final), siendo Dean A. O'Dell (“The Boys”) responsable de la tercera, donde destaca la parafernalia de las bombas y sobre todo esas pantagruélicas catapultas sacadas del medievo; Todo ello ensalzado por la fenomenal cinematografía del 1, 2, y 3 Jo Willems (“Hard Candy” o “30 días de oscuridad”), que marca a fuego el tono lóbrego, grisáceo, oscuro, sin cromatismos brillantes, todo entonos apagados, cual cercano a la visión ciega, todo macilento, triste, imbuyéndonos de clima nostálgico; Como sobresalientes son los créditos iniciales de cada temporada, una labor de infografía excelsa adornada por al inquietante música de Bear McCreary (“Black Sails” u “Outlander”).

 

Entre las taras de la serie, que las tiene está la falta de profundidad de los personajes, arquetipos que son lo que vemos desde el principio, apenas hay introspección, cual personajes de comic. Hay sub tramas que se tratan de modo chirriante, ejemplo es la que aparece tendrá mucho jugo, la de Jerlamarel (cumplidor Joshua Henry), parece será un rol con mucho juego, tiene el poder de engendrar hijos videntes, tiene una cohorte de vástagos, se cree con el poder de un dios, pero de modo extraño este villano muere en la primera temporada. Tampoco entiendo quienes eran esa tribu de mujeres pintadas de blanco que en lso primeros episodios acechaban a los Alkennys y luego desaparecen porque sí, es que me he perdido algo?

 

Spoiler:

 

Como bien he leído, la impresionante batalla final es magnífica, pero hay un punto en que deja de tener sentido, cuando saben que no hay ya población allí. Si quieren quedarse con la ciudad, qué sentido tiene destruirla? Aunque los enfrentamientos resultan sensacionales, todo un alarde de movimientos asesinos impactantes, como la forma en que Ranger termina matando a Tormada. Aunque lo que queda para la posterioridad es ver al musculado Baba Voss subido encima de las bombas con el martillo, y lanzando el mismo sobre la montaña de explosivos, sacrificándose por los suyos. Aunque, siendo quisquilloso, el no sabe el alcance expansivo de la hecatombe y esta podría llevarse por delante a los que quiere, pero esto siendo puntilloso. Luego hay aun casi media hora que se estira la serie, ello para dar homenaje a Baba Voss con esa flor que nace entre las cenizas. Para dar relieve a la relación Maghra y Tamacti, para la asunción de Kofun como padre y heredero. Pero sobre todo para que veamos un nuevo mañana con Haniwa y Wren irrumpiendo en un edificio (este no está vigilado ¿?), descubren a gente que ve en un gran salón, que es una gran biblioteca con millones de libros, la gente tiene muchas armas en las mesas, una mujer les da la bienvenida. La cámara sale a fuera y vemos es Manhattan con sus rascacielos cubiertos de vegetación apocalíptica. 

 

Serie que, sin ser perfecta, es a reivindicar por lo mucho bueno que tiene. Gloria Ucrania!!!

miércoles, 19 de junio de 2024

 


TODO EN UN DÍA.


Comedia exitosa que con el tiempo ha pasado a ser un film de culto que con justicia ha ganado en su mensaje del carpe diem. Cinta en principio creada para adolescentes, los que rebosaban los cines en la década de los 80, y que encumbraron al productor director y guionista de este film, John Hughes a ser uno de los niños mimados de Hollywood por como entendió lo que demandaba el público del momento, como prueba este divertido y ágil film, que cuenta la historia de un alumno de secundaria, el titular (en v.o.) Ferris Bueller, que un día decide fingir una enfermedad para faltar a la escuela, aliarse con su neurótico amigo Cameron para viajar en el auto del padre de Cam,  el ‘intocable’ Ferrari 250 GT California Spyder de 1961 a Chicago, para pasar una ajetreada jornada, se les unirá Sloane, novia de Ferris Sloane, ello mientras el director del instituto docente y su hermana intentan sabotear sus planes. Protagonizada por un brillante Matthew Broderick que borda con una vitalidad ya alegría fascinante a su rol, Mia Sara como la simpática y hermosa pareja de este, y Alan Ruck como su mejor amigo, un acomplejado hipocondriaco, en papeles secundarios de Jennifer Gray, Jeffrey Jones, Cindy Pickett, Edie McClurg, Lyman Ward y Charlie Sheen. Cinta en la que siguiendo la visión ‘peterpanesca’ de Hughes los adolescentes son más inteligentes y menos alienados que los adultos, estos vistos como o bien inocentones (los padres de Ferris o la secretaria del director) o ‘malparidos’ (por soltar un palabro colombiano que me gusta) como el director del colegio, el maître del restaurant o el padre de Cam que nunca vemos.

 

En una película que aborda con humor bastante blanco, la búsqueda de la identidad, la búsqueda del sentido de la vida, el disfrutar de la vida, atacando la mediocridad, la mezquindad, o la presión familiar, donde el mensaje leit-motive del largometraje está en la última escena en el garaje (acristalado) del Ferrari con como Cam decide afrontar sus miedos, y en la charla (filosófica) que el rol de Charlie Sheen (tenía más metraje en el primer corte del film, pero se acortó hasta dejarlo incluso sin nombre, que sí tenía) le da a la hermana en la comisaria, de hecho estos dos personajes, Cam y la hermana son los dos que sufren un desarrollo durante el relato. Temas tratados en unos niveles a medias en su forma de afrontarlos, sin mucha hondura, pero si quedando muy claro lo que dice. Donde la intensidad dramática es escasa, pues todo se reduce algo tan naif como que un chico falte un día al cole, y durante ese día no es que haga algo muy peligroso (conducir un Ferrari a Chicago, ir a un restaurante de lujo, ir al museo, ir a un partido de baseball o cantar en una parada festiva), es más el sentido caricaturesco que se le confiere cual toon del Coyote y el Correcaminos.

 

En un hermoso día de primavera en un suburbio de Chicago, Ferris Bueller (Broderick), estudiante de último año de secundaria, finge estar enfermo para no ir a la escuela, dos meses antes de graduarse de la escuela secundaria. Sus padres, Katie (Cindy Pickett) y Tom (Lyman Ward), creen que está enfermo, aunque su hermana Jeanie (Gray) no. Después de enterarse de que Ferris falta a la escuela por novena vez ese semestre, el decano de la escuela, Edward Rooney (Jones), se decide a exponer el ausentismo crónico de Ferris. Este convence a su hipocondríaco mejor amigo Cameron Frye (Ruck) para que le ayude a excusar a la novia de Ferris, Sloane Peterson (Sara), de la escuela alegando que su abuela ha muerto.

 

La historia te engancha desde su caricaturesco, mordaz e ingenioso inicio con la forma histriónica en que Ferris hace creer a sus padres que está enfermo, mientras la hermana se da cuenta del teatrillo chancesco, él se lo corrobora con guiños que la cabrean más. Los padres y la hermana se marchan, unos al trabajo y la otra al colegio. Entonces Ferris mira a la cámara y rompiendo con mucho humor la cuarta pared, ofreciendo un jocoso tutorial de cómo hacer ‘novillos’ (con ese genial gadget con cuerdas y poleas en sincronización con un aparato de música; o el de la grabación en lazada al portero electrónico), contando porque lo hace, y relatándonos lo que piensa hacer. Ello salpicado con su peculiar sentido de la vida: "La vida pasa tan rápido, que, si no te detienes y miras a tu alrededor, es posible que te la pierdas". Ferris es un joven muy popular en el insti, todos le adoran, tanto como para vivir su ‘enfermedad’ como algo traumático, hacen colectas para médicos, incluso la policía cuando aparece se preocupa por Ferris, esto se transmite, aunque me gustaría ver como ha sido capaz de aunar a todos en su favor. Matthew Broderick borda a este truhan, manipulador y sobre todo encantador, seduce con sus grandes ojos, su atractiva sonrisa, cuando nos habla en primera persona, muchacho (aparenta menos, pero tenía entonces 24 añitos)que nos genera envidia, pues todos querríamos ser como él en nuestra juventud (para mí pasada), alguien inteligente, divertido, con Don de gentes, que siempre hace lo que quiere y siempre le sale bien, como una especie de Correcaminos. Un espíritu libre que cuestiona la enseñanza con diatribas a cámara como cuando ataca el examen de Socialismo Europeo: "No soy europeo. No planeo ser europeo. Entonces, a quién le importa si son socialistas? Podrían ser anarquistas fascistas, eso no cambia el hecho de que no tengo coche”. Incluso se puede ver la historia como que es un ángel inspiradore que hace todo lo posible para que su amigo Cam salga de la Cueva donde el padre de este lo tiene sometido, pretende se suelte las ataduras de la opresión, le empuja a huir de su hipocondría: “No te estás muriendo, simplemente no se te ocurre nada bueno que hacer” (le dice a Cam). Ferrris alienta a su mejor amigo a dejar atrás sus miedos, sus paranoias, su hipocondría, este cree que su padre quiere más a su Ferrari que a él. 

 

Primero la travesura de sacar a Sloane del insti con una jocosa artimaña de llamadas de teléfono donde juegan con la supuesta inteligencia del director para engañarlo. Hay un jocoso momento cuando Ferris se hace pasar por el padre con gafas, sombrero y gabardina con el Ferrari (antecedente del rol que haría más tarde Broderick del Inspector Gdget), cuando Sloane llega a su altura, Ferris la besa en la boca y Rooney se extraña y se dice que será una costumbre de esa familia (Boom!); Tras ello a la ciudad de los Lagos. La jornada en Chicago se erige en un tributo de Hughes a la ciudad donde creció como adolescente, una carta de amor a la populosa urbe: Almorzaran en un restaurante de campanillas mediante una travesura en que se hacen pasar por el rey de las salchichas, acentuado por otro hábil juego de llamadas de teléfono; Visitarán el Instituto de Arte de Chicago, ello visto en un montaje videoclipero (que joven se salta las clases para ir a un museo de pinturas? En realidad, es un guiño de Hughes a su gusto por esto); Subirán al mirador de la Torre Sears (vertiginoso momento en que inclinan sus cuerpos para colocar sus frentes sobre la cristalera y miran al fondo infinito donde las personas son puntitos cual hormigas (emparentándonos con la mítica escena de “El Tercer Hombre”); visitaran la caótica Bolsa Mercantil de Chicago para hacer una mordaz crítica al estrés del capitalismo; irán a un partido de baseball de los Cubs en Wrigley Field, donde cómo no, Ferris atrapará en primer plano de tv una bola de homerun, donde están a punto de verlo quien lo persigue, pero es el Correcaminos; Y en el zenit del día, montará Ferris en una carroza del Desfile del Día de Von Steuben, y hará un fabuloso playback musical de "Danke Schoen" de Wayne Newton y "Twist and Shout" de The Beatles, enardeciendo al público de las calles, con el padre de Ferris bailando al ritmo del hijo, desde la altura de un rascacielos donde trabaja sin saber este que el punto que se mueve rítmico abajo en la carroza es su retoño supuestamente enfermo. 

 

En paralelo tenemos al director del colegio, en un juego del gato y el ratón o como Rooney se convierte en Willie el Coyote intentando pillar a este particular Correcaminos. Primero alertando a la madre de sus ausencias del colegio justo cuando Ferris hackea el ordenador escolar para sabotear a Rooney; Creyendo haber pillado a Ferris haciéndose pasar por su padre lo insulta de modo virulento hasta que hay otra llamada de teléfono en paralelo y … pues eso; Siendo el clímax como Rooney quiere entrar en casa de los Bueller, entonces el akelarre de humor slapstick es fenomenal, donde el pobre director sufrirá una tras otra la (buena) suerte de Ferris, desternillante; Por otro lado, está Jeanie, hermana de Ferris que odia la suerte buena de su hermanito, e intenta sabotearlo de un modo sutil. Esta sub trama menos elaborada, tiene sus momentos en el encuentro entre Rooney y ella (no hay duda de que sabe defenderse la joven) y sobre todo en la epifanía con el delincuente en la comisaría.

 

La escuela es reflejada como un lugar aburrido, donde la enseñanza se da de modo mecánico, sin pretender seducir a los jóvenes con algún sistema fresco.  La clase de gimnasia es vista como una salida al patio de prisión, y sobre todo queda la soporífera clase de economía dada por el rol encarnado por Ben Stein, donde la cámara se pasea por los rostros cansados y adormilados de los pesarosos alumnos

 

Jeffrey Jones como el director borda su rol de Rooney, es el sistema queriendo cercenar la libertad juvenil, la obsesión por cumplir las reglas, es el ejemplo al culto a las apariencias, tanto que tiene un divertido gag corre por el pasillo desierto del colegio (todos están en clases), pero frente a cada puerta (con ventanilla) se detiene para no ser visto en algo prohibido, y tras pasarla vuelve a correr. Actuación chancescamente caricaturesca cual Looney Toones, sufriendo todo tipo de infortunios en su quijotesca misión de descubrir los ‘novillos’, los aspersores, un rottweiler, Jeannie le dejarán algo estropeado, y hasta la grúa conspirara en su contra, delirante su actuación cargada de expresividad; Alan Ruck (con 29 años haciendo de adolescente) es el ‘banco de pruebas’ de Ferris, haciéndole evolucionar en este día movidito, le hace ver que en la vida a veces es bueno rebelarse. Actuación buena en como transmite el desarrollo emocional del rol, con el pico de clímax cabreado ante el Ferrari; Mia sara no deja de ser un rostro dulce y bonito, sin sustancia alguna, sin fondo; Jennifer Gray como la hermana rabiosa, enfadada por las simpatías hacia Ferris, todos a su alrededor compadecen a su ‘enfermito’ hermanito, lo que la irrita más y más. Tendrá su ‘epifanía’ particular con el rol de Charlie Sheen, este deja huella con su rapsoda yonki; Edie McClurg se hace un hueco con su divertido papel de secretaria del director.

 

En la puesta en escena destaca la brillante cinematografía de Tak Fujimoto (“El silencio de los corderos” o “El sexto sentido”), proyectando un universo cromático, con tomas gráciles panorámicas de Chicago.  

Spoiler:

 

Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): Cuando dejan el Ferrari en el parking y dos empleados ipso facto lo sacan de allí para pasearse en este clásico, luego los veremos en varias tomas disfrutando a toda velocidad por las calles; La cuba de agua típica estadounidense que tiene pintada una referencia a salvar de la enfermedad a Ferris (¿?); La cara de Cam cuando Sloane le pregunta si estaba catatónico o la vio en paños menores en la piscina; La escena en que el Ferrari sale marcha atrás despedido al vació atravesando la cristalera; La carrera contrarreloj de Ferris para que no lo pillen los padres que están a punto de llegar a casa, atravesando jardines, viviendas, calles (con cruces afortunados con el padre y la madre), tenido tiempo el pícaro para departir con dos chicas en bikini tomando el sol, hasta que cuando casi lo consigue lo pilla Rooney, pero entonces la hermana a aparece y con el cambio por el cruce con el yonki decide ayudar a Ferris, tras lo que muestra la cartera encontrada en la cocina a Rooney, le cierra la puerta Jeannie a Rooney, y este es acosado por el rottweiler; los padres encuentra a Ferris acostado y cariñosamente le sugieren se tome también libre el día siguiente; Durante los créditos, Rooney humillado, desaliñado y herido acepta de mala gana montar en el bus escolar lleno de estudiantes que se burlan de su aspecto andrajoso. Se sienta junto a una chica que le ofrece un osito de goma de su bolsillo, a lo que él lo tira con disgusto, mira el cuaderno de otro estudiante (que tiene escrito "SAVE FERRIS" en la portada), antes de mirar a la cámara mientras el bus arranca; En una escena post-créditos, Ferris mira a la cámara y le dice al público "Todavía estás aquí? Se acabó! Vete a casa! Vete!".

 

Jeffrey Jones a Empire en 1998 (después de lamentarse del hecho de que probablemente sería mejor recordado por su papel del director loco Ed Rooriey que por su emperador José II en Amadeus de 1984), " es que se nos pide, y lo hacemos, simpatizar con un niño cuya única queja en la vida es que su hermana recibió un auto para su cumpleaños y él una computadora". De hecho, es un gran logro. El día libre de Ferris Bueller es, de hecho, una celebración pura de lo que es ser un joven blanco, de clase media y adinerado en los Estados Unidos de mediados de los 80. Por lo tanto, debería ser, al menos sobre el papel, una celebración insoportablemente engreída del consumismo burdo. Considere: la idea de Ferris de pasar un buen rato es pasear en un Ferrari antiguo; una visita a la Bolsa de Chicago seguida de un almuerzo en el restaurante más elegante de la ciudad, el elegante Scran al que se refiere su método de pago.

 

Estrenada por Paramount Pictures el 11 de junio de 1986, la película se convirtió en la décima película más taquillera de 1986 en los Estados Unidos, recaudando 70 millones de dólares con un presupuesto de 5 millones de dólares.

 

En 2014, la película fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Películas de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso, por considerarse "cultural, histórica o estéticamente significativa". La película fue seguida por una serie de televisión, protagonizada por Charlie Schlatter como personaje principal.

 

Se rumoreaba que Edward McNally era la inspiración para el personaje de Ferris Bueller. McNally creció en la misma calle que Hughes, tenía un mejor amigo llamado "Buehler" y el decano de la escuela lo persiguió implacablemente por su ausentismo escolar, que equivalía a 27 días de ausencia, en comparación con los nueve de Bueller en la película.

 

La escena del desfile tomó varios días de filmación; Broderick pasó algún tiempo practicando los movimientos de baile. "Estaba muy asustado", dijo Broderick. "Afortunadamente, la secuencia fue coreografiada cuidadosamente de antemano. Trabajamos todos los movimientos ensayando en un pequeño estudio. Se rodó dos sábados en el corazón del centro de Chicago. El primer día fue durante un desfile real, y John consiguió algo muy tomas largas. Luego, las estaciones de radio publicaron anuncios invitando a la gente a participar en "una película de John Hughes". La voz se corrió rápidamente y aparecieron 10.000 personas. Para la toma final, me di la vuelta y vi un río de gente! Levanté las manos al final del número y escuché este gran rugido. Puedo entender cómo se sienten las estrellas de rock. Ese tipo de reacción te alimenta". Los movimientos de Broderick fueron coreografiados por Kenny Ortega (quien luego coreografió Dirty Dancing). Sin embargo, gran parte tuvo que ser descartada, ya que Broderick se había lastimado gravemente la rodilla durante las escenas en las que corría por los patios traseros de los vecinos. "Estaba bastante dolorido", dijo Broderick. "Me recuperé lo suficiente como para hacer lo que ves en el desfile allí, pero no pude hacer la mayoría de los giros de rodilla de Kenny Ortega y cosas así en las que habíamos trabajado. Cuando lo filmamos, teníamos toda esta coreografía y yo Recuerdo que John gritaba con un megáfono: 'Está bien, hazlo de nuevo, pero no hagas ninguna coreografía', porque quería que fuera un desastre total". " Danke Schoen " fue algo coreografiado, pero para " Twist and Shout ", dijo Broderick, "estábamos inventando todo". Hughes explicó que gran parte de la escena fue filmada espontáneamente. "Simplemente sucedió que se trataba de un desfile real, en el que pusimos nuestra carroza, sin que nadie lo supiera, todas las personas en el puesto de revisión. Nadie sabía qué era, ni siquiera el gobernador".

 

Muy entretenido film, de los que consigue tanto o más de lo que se propone en su ligereza impostada, gustándome más hoy que cuando lo vi de adolescente. Gloria Ucrania!!!