UNO DE LOS NUESTROS.
Una de las grandes obras
maestras del Séptimo Arte, una de las cumbres de la Maestro italoamericano
Martin Scorsese, un trepidante relato sobre la mafia, despojando la narración
de todo glamur y estilización operística propia de “El padrino”, esto es la
trastienda de la misma, el patio trasero donde se mueven los mindundis de
debajo de los capos del “sindicato del crimen”, protagonizado por tres actores
en estado de gracia. El centro de la historia es Henry Hill, persona real, hoy testigo protegido del FBI (desde 1980)
sirvió con la mafia neoyorkina desde 1955, desde ya adolescente, con el clan de
la Familia Lucchese, en su vida se basó el reportero, escritor y guionista Nicholas
Pileggi (“Casino” o “True detective”) para su libro de 1986 “Wiseguy”, narrando la seducción,
atracción, “alistamiento”, auge y caída de este “matoncillo”, entre 1955-1980. Scorsese nunca tuvo intención hacer otra película sobre la mafia hasta
que leyó una reseña del libro de Pileggi mientras trabaja en el color de dinero 1986, Martin siempre estuvo fascinado por el estilo de vida de la mafia y se sintió atraído por el libro de Pileggi, era la representación más
honesta de gánsteres que había leído nunca. Scorsese quería
mostrar la realidad cotidiana del mafioso tal y cómo la recuerda desde su
infancia en Little Italy, no figuras shakesperianas abrumadas por el
poder, elegantes, meditabundos y refinados como los hizo Coppola, Scorsese muestra
mayormente el sion sentido de la violencia, feista, mugrienta, patética. Scorsese afirmó el estilo
de la película proviene de primeros dos o tres minutos de Jules y Jim (1962), voz en off, como la apertura del film de Truffautt y uso de
" trucos básicos de la nueva ola", ediciones rápidas, imágenes
congeladas, y más recursos para reflejar
la actitud de los gánsteres de la película. Los nombres de varios mafiosos en vida
real alterados para película: Tommy" Dos
Gunn " DeSimone se convirtió en Tommy DeVito; Paul Vario se convirtió en Paulie Cicero, y Jimmy
" Gent" Burke retratado como Jimmy Conway. Pileggi y Scorsese decidieron cambiar el
título de su película a “Goodfellas” porque dos proyectos contemporáneos, de
1.986 Brian de Palma película Wise
Guys y serie tv 1987-1990 Wiseguy utiliza títulos similares. Dos
semanas antes de la filmación, el verdadero Henry
Hill exigió y se le pagaron 480.000 $.
El escenario principal es el barrio en East New
York, Brooklyn, de predominio de italoamericanos, en los años 50
allí vive un muchacho de 13 años, Henry Hill (Christopher
Serrone de adolescente, Ray Liotta de adulto), este sueña en convertirse
miembro de la mafia que domina el barrio y a los que ve como el súmmum "Hasta
donde puedo recordar, yo quería ser un gangster" (Henry), los veía con
todo: amigos, chicas, coches, dinero en efectivo, y, sobre todo, el respeto. "Ser
un gangster era mejor que ser el Presidente de los Estados Unidos"
(Henry). Entra desde abajo en la mafia del barrio comandada por Paul
"Paulie" Cicero (Paul Sorvino), "Me trataban como a un adulto.
Estaba viviendo una fantasía ... A los 13 años, estaba ganando más dinero que
la mayoría de los adultos en el barrio". Tiene como dos de sus compañeros
en la organización criminal al violento e impulsivo Tommy DeVito (Joe Pesci) y al
paranoico Jimmy "Jimmy el Gent" Conway (De Niro). Además tendrá importancia Karen (Lorraine Bracco),
una chica judía con la que Henry entabla una relación.
Guión absorbente escrito por el
propio escritor de la novela y por el director, un prodigio de ritmo, de
descripción de personajes, de compasión de escenas impactantes, de diálogos y
frases para la eternidad, de hacernos reflexionar sobre la violencia, salpicado
de un turbador humor negro que humaniza a los personajes, los matiza y les
confiere alma. Es un relato sobre el Sueño Americano, de iniciación, sobre
aquello de cuidado con lo que desees, ... se puede cumplir. Un desarrollo
frenético en que se juegan con los tiempos, con la voz en off, con memorables
elipsis temporales, con congelados de imagen, con simbolismo en la tonalidad de
fotografía, con manejo extraordinario de la música para dar relieve e
intensidad paradójica a los sucesos. Una narración sugestiva, enérgica, con un
montaje antológico, que te atrapa desde su neurálgico arranque, y que avanza en
un increscendo dramático fulgurante, apoteósico el tramo final en que sentimos
la paranoia y los demonios inter5iores de Henry al estar sumido en una especie
de circo de tres pistas.
Nos habla de modo punzante de
un microuniverso poblado de amoralidad, de degradación de principios morales,
de adicciones (drogas y sadismo), codicia desmedida, traiciones, venganzas
sangrientas, pero donde hay cabida para la amistad, la lealtad, o la ilusión.
Donde reina la ambigüedad en los comportamientos, donde la línea entre el bien
y el mal queda invisible, todo por el bien de uno mismo. Para ello Scorsese nos
sumerge una evolución que va de adelante hacia a atrás y viceversa, rompiendo
esquemas, siempre con una cámara en movimiento, cuasi-epiléptica, ello en
miscelánea con la voz en off. Y es que la historia se articula a través del
filtro de la mente de Henry Hill, su evocadora y nostálgica versión de lo
acontecido, sin muestra alguna de arrepentimiento, con lo que es una
media-verdad filtrada, la subjetividad esta sesgada, ejemplo es que nunca
veremos Henry matar a nadie físicamente, me cuesta creer fuese sujeto pasivo
que metido en la espiral de crimen de sus colegas no hubiera sido asesino. Cinta
desprovista de cualquier tipo de épica, asesinatos sin apenas motivo, deteniéndose
en lo ordinario, ejemplo es que el robo de la Lufthansa no se nos muestra, a
Scorsese solo le importa la mezquindad, brutalidad, y patetismo de sus
personajes, no pretende glorificar lo más mínimo su mundillo, los exhibe en
toda su sordidez, sin adornos, un micromundo donde la primera reseña es la
amoralidad, donde no hay referentes, no hay lugar para la bondad, donde prima
el darwinismo social, la ley del más fuerte, donde la violencia y salvajismo se
presenta de modo trivial,
En su primer tramo, unos 40
minutos, el Henry adolescente idealiza de modo delicioso a la mafia, cual
cuento de hadas, donde todo es maravilloso, pero a medida que pasa el metraje
el protagonista se va sumiendo más y más en una espiral hacia el abismo, preso
de aquello que sublimó, su inocencia y deslumbramiento inicial se ha tornado en
acritud, hasta llegar al final abrupto, aunque aún conserve melancolía por lo
que deja atrás.
Scorsese saca un sabroso y
mordaz jugo a la voz en off del protagonista, con descripciones agudas,
críticas, alusivas, divertidas, haciendo que el espectador se sienta más cerca
del protagonista, lo ingenioso es que en un momento dado aparece también la voz
en off de Karen alternándose con Henry, genialmente manejada por el director
para acentuar y potenciar las emociones del público. Método de la voz en off
denostado por la crítica en general, pues consideran que es un recurso de
cineasta inseguro en hacer ver la personalidad de sus protagonistas, y debes
remarcarlo con su narración omnisciente, Martin lejos de ello le sirve para
atomizar el sentido de la historia, elevarla a otra dimensión, darle aún más
brío.
Ray Liotta da vida al
personaje por el que pasará a la historia del cine, él será siempre Henry Hill,
el cínico, arrogante, frío, y divertido mafiosillo, estupendo lenguaje físico y
corporal, con esa sonrisilla pegadiza, componiendo un fenomenal arco de
desarrollo, de la ilusión inicial, su endiosamiento, su comienzo de caída, y su
colapso en el final, muy bueno expresando toda una portentosa gama de
emociones. Rober De Niro en uno de los grandes papeles de su filmografía, y
mira que ha hecho gloriosos, este rezuma personalidad, picardía, compañerismo,
fuerza, cumbre. Joe Pesci es el que más huella deja, memorable en su rol de
visceral, impetuoso, violento, salvaje, amoral, psicópata, aterrador, un volcán
en continua erupción, carismático, feroz, y aún así despertando empatía,
ganando el Oscar al secundario, arrollador. Lorraine Bracco se hace un hueco
entre tanto universo machista, un papel con el que deja constancia de lo gran
actriz que es versátil, racial, y con un gran registro en transmitir emociones.
Paul Sorvino compone al “padrino” de la “Familia”, lo hace con carácter, con
impronta majestuosa, con porte de grande, magno en su poco tiempo en pantalla.
Hay más buenos secundarios que refuerzan de forma radiante a los protagonistas,
destacar una de las primeras apariciones en cine de Samuel L. Jackson en un
pequeño rol.
La
puesta en escena resulta superlativa, pocas veces se ha visto una comunión más
fascinante entre todos los elementos, ellos puestos al servicio de la historia,
para hacernos sentir dentro de este implacable submundo, con un sobresaliente
diseño de producción de Kristi Zea (“El silencio de los corderos”, “Sleepers” o
“Infiltrados”), en una recreación de de diferentes décadas impresionante, los
vehículos, la decoración, las casas, rodándose en rueda en escenarios naturales de NY (Qeens, Staten Island, Manhattan,
Long Island, Brooklyn…), Illinois (Chicago), New Jersey (Marlboro) y Florida
(Tampa), e interiores en platós de Kaufman Astoria Studios, se suma un gran
diseño de vestuario de Richard Bruno (“Chinatoewn”, “Toro Salvaje” o “Los
intocables”), con ese toque tan scorsesiana de los enormes cuellos de las
camisas que se cierran sobre la corbata. Esto enaltecido por la sensacional
fotografía Michael Ballhaus (“Jo, qué noche!, “Drácula” o “Gangs of New York”),
vibrante, eléctrica, vigorosa, en perpetuo movimiento, con planos medidos, con
angulaciones, con subjetivos, con ultraexpresivos primeros planos, con
planos-secuencia extraordinarios, jugando con el estilo cine negro, con
atomizaciones de colores hiperrealistas en algunas tomas, con composiciones
visuales alucinantes, con travellings temibles, con barridos, con zozobrantes
congelados de fotogramas en momentos claves: Cuando el padre
de Henry le pega con el cinto; Cuando
meten la cabeza del cartero en horno; momento que Jimmy Conway se fija en él;
Cuando Henry adolescente pega fuego a varios coches; Cuando sale indemne del
primer juicio. Se suma la tremebunda edición de la maestra en la materia Thelma
Schoonmaker (ganadora de 3 Oscars, habitual de Scorsese). Se añade una divina
galería de canciones escogidas por
Scorsese para el score, autoimponiendose que cada tema sería propio del momento
temporal de la secuencia, una ecléctica selección, con baladas, rock, blues,
pop, funk, jazz, con Tony Bennett, Otis
Williams, The cadillacs, Burt Bacharach, Dean martin, The chantels, Eric
Clapton, The Shangri-Las, Paul Anka,
Jerry Vale, Aretha Franklin, Rolling Stones, Harry Nilson, The Who, George
Harrison, Phil Spector, destacaría las dos versiones del popular tema “My way”,
una por Steve Jones y la otra (en el final) de Sid Vicious, con trémula carga
de profundidad, temas todos que se adaptan a la acción de forma alusiva,
cautivador y sugestiva, una de las grandes antologías recopiladas jamás por un
film. Todos estos elementos edificados para emitir al
espectador el estado de ánimo de cada momento del protagonista, y lo consiguen.
Spoiler:
Momentos
recordables: Su sublime inicio, en la nocturnidad una cámara sigue a un Pontiac
por una solitaria carretera, la cámara adelanta al auto, y vemos en el interior
a tres somnolientos tipos (Liotta, DeNiro y Pesci), de pronto comienzan a
escuchar un ruido de golpes que viene del maletero, el coche para, los tres
atrás del vehículo expectantes ante el ruido del maletero, Pesci lleva un
cuchillo y De Niro una pala, para defenderse del misterio, las luces rojas del
Pontiac iluminan al trío confiriendo un halo cuasi-avernal a la escena, Liotta
abre el maletero y vemos amortajado un cuerpo empapado en sangre, se
contorsiona y balbucea pidiendo ayuda, entonces Pesci se abalanza sobre el
clavándole varias veces el cuchillo, De Niro le dispara varias veces para
rematarlo, y cierran el maletero. La cámara atrapa en plano medio a Liotta y
oímos en off su voz <Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón siempre
quise ser un gángster”, mítica frase desde entonces; Cuando Henry de
adolescente les dice a “su gente” que no puede estar más en la cafetería
(mafiosa), pues una carta a sus padres ha delatado sus “novillos”, entonces
para la mafia el culpable quién es? El cartero y lo raptan para amenazarlo
metiéndole la cabeza en horno, entonces no llegaron más cartas del colegio, ni
de nadie; Cuando Henry de adolescente es “desvirgado” en un juicio, se lo toma
su clan mafioso como una especie de entrada completa con ellos al no haber
“cantado”; El arrollador DeVito en el
restaurante contando como soportó la paliza de un poli mientras se metía con su
madre, Henry ríe a mandíbula batiente y dice "Que
graciosos eres”, y DeVito muy serio suelta el “Qué
coño tengo de gracioso?”, acojonando a Henry, con una de los silencios más
tensos que recuerdo en una pantalla, Henry palideciendo sin saber decir algo,
hasta que recompone el rostro Henry y le dice “Oye, no bromees conmigo, Tommy”, Tommy se ríe y le espeta “Será cabrón, me
ha descubierto, casi se la pego. Habéis visto como tartamudeaba? A que estaba
temblando? No sé qué pensar de ti, Henry, seguro que no aguantarías un
interrogatorio”, de un humor oscuro aterrador, sobre todo sabiendo lo
sanguinario que es DeVito. Curiosamente este tramo no estaba en el guión, Scorsese oyó a Pesci contar la anécdota para crear ambiente entre el
grupo mafiosos reunidos en el bar, y decidió sería parte del film. Se rodó en
plano medio en vez de primer plano para pudiéramos ver la aterrada reacción de
los demás mafiosos ante el cariz iba tomando la conversación, midiéndose el
tiempo exacto que Henry debía tardar en decir "Me
estas tomando tomando el pelo, Tommy”, para crear el mayor desconcierto
y tensión en el espectador; Una de las escenas icono del cine, la entrada de Henry
con su novia Karen en el nightclub Copacabana por la parte de atrás, por la
cocina, en un Colosal plano secuencia de tres minutos siguiendo a la pareja por
sus espaldas, en un tramo en que Scorsese expresa con brillantez el éxito, todo
el mundo saludando al protagonista, ensalzándolo, él repartiendo propinas a
diestro y siniestro, quedando alucinada Karen por estar con esta especie de
celeridad, todo acunado por el tema rock de The Crystals,
“Then He Kissed Me”. Al parecer de la dificultad surgió la imaginación, y es
que se filmó así porque Martin con tuvo el permiso para rodar desde la puerta
principal, y esto generó este recurso. Se tuvo que rodar ocho veces; El perturbador tramo en que durante una partida de cartas hay un
camarero algo respondón, Spider (Michael Imperioli), Tommy saca su revólver
para hacerle bailar cual film “Raíces profundas”, y disparando le da en un pie
provocándole un pie destrozado, se lo llevan mientras Tommy sigue jugando como
si nada, elipsis y volvemos a otra partida de cartas, Spider va con el pie
liado, vuelve a responderle a Tommy, Jimmy vuelve a chincharle en broma y Tommy
explota, saca su pistola y le balea varias veces en el abdomen, matándolo en el
acto, Jimmy se enfada, pero no por el acto inmoral del asesinato, sus
sentimientos son más ruines, le dice <Ahora cavaras el hoyo tu solo, vas a
cavar el hoyo y lo vas a hacer tu solo, no pienso ayudarte>, Tommy le espeta
<A mí qué coño me importa, claro que lo hare yo solo, crees que será el
primero? Ni que fuera el primero que cavo>, dejando patente el poco valor
que le dan a la vida humana, escalofriante; El modo idealizado en que nos
muestran como parte del clan de “Paulie” (con Henry) está en prisión, se lo
pasan cocinando epicúreos platos como si estuvieran en preparando una cena para
los amigos en sus casas; El deslumbrante encadenado de asesinados por parte de
Jimmy para cerrar cabos sueltos del robo a la Lufthansa, apareciendo los
cuerpos por todos lados de la ciudad, en un cohe, en el camión de la basura, en
un camión refrigerador, con el “Layla” de Eric Clapton de fondo, excelso; Su
formidable tramo final, donde nos sentimos en plena empatía con Henry, con sus
miedos, y paranoia, yendo con su auto de un lado a otro con sus turbios
negocios, intentando vender una pistola a Jimmy, con el cocinado de drogas,
yendo al piso de su amante, al de su mujer, con sus tremendas ojeras, con
helicóptero que parece seguirlo a todas partes, cual ojo del gran Hermano,
exuberante la intensidad con la que marca este segmento, amoldando la música de
modo grandioso, con ese zenit con alguien apuntándole a la cabeza con una
pistola y en off oímos a Henry "Si
hubiera sido uno de los nuestros no habría oído nada, ya estaría muerto"; La última charla que Henry tiene con Jimmy, en que este descubre lo que
tienen preparado para él "Entonces
supe que si iba a Florida no volvería vivo"; El epílogo con Henry en el
juicio contra la mafia señalando a los capos, y termina Henry rompiendo la
cuarta pared hablad a la cámara de su deprimente futuro en el programa de
testigos protegidos, acabando con "Soy un don
nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas"; El
homenaje de Martin Scorsese al primer western del cine “Asalto y robo de un
tren” (1903), con Tommy (Pesci) apuntando con su pistola a cámara y disparando,
igual que el final de la referida antigua cinta, con ello el realizador quiere
remarcar como al violencia nació con el cine y continua hasta el infinito; Y el
film se cierra con el
alegórico “My Way” de los Sex Pistols.
Más
frases de Henry Hill: "Si formas parte de un grupo, nadie te dice que van
a matarte. No hay ni peleas, ni insultos como en las películas. Los asesinos
llegan con una sonrisa"/ "Lo
controlábamos todo. Sobornábamos a los policías. Sobornábamos a los abogados.
Sobornábamos a los jueces. Todos buscando cómo aprovecharse. Todo era nuestro. Pero
ya, todo se ha terminado"/ "Si Pauly se movia
despacio, era porque no tenía que moverse por nadie"
Billy
Watts (Frank Vincent) está con unos colegas en el bar de Henry, un mafioso que
acaba salir del trullo tras seis años encerrado, Tommy DeVito y Billy comienza
a hablar de él fuerte desde el otro extremo de la barra:
B: "Esté chico es
realmente estupendo ... Le llamaban Tommy el escupitajos, en serio te dejaba
los zapatos como jodidos espejos, y perdonad el lenguaje, era la leche, el
mejor, y también ganaba mucho dinero ... Salutem Tommy"
T: "Ya no limpio
Billy"
B "Que?"
T: "Ya no limpio zapatos,
no lo sabes porque has estado en chirona mucho tiempo y no te lo han dicho pero
he dejado de limpiar zapatos"
B: "Cálmate quieres, que
te pasa, sólo quería tomarte un poco el pelo eso es todo, sólo estaba
bromeando"
T: "A veces no parece que
estés bromeando, y me lo dices delante de un montón de gente"
B:-"Sólo bromeaba, acabó
de volver a casa, te tomo un poco el pelo te enfadas y enseguida empiezas a
jorobar! Lo siento no quería ofenderte."
T: "Bueno yo también lo siento no pasa nada olvidémoslo. Bien salutem!"
T: "Bueno yo también lo siento no pasa nada olvidémoslo. Bien salutem!"
B:-“... Y ahora tráete tu caja
de limpiabotas!!!"
T: "Será cabrón, maldito hijo de puta, habéis oído a ese grandísimo cabrón!!!"
T: "Será cabrón, maldito hijo de puta, habéis oído a ese grandísimo cabrón!!!"
B: Venga vamos ven, ven, ven! Hijo
de puta, así es como has llegado!!"
T: " Cabrón, no le dejéis
salir de aquí, que no salga, que no salga, vamos!""Bach, Bach"
" Saco me mierda te crees muy fuerte eh!!"
Ray Liotta- Henry hill |
Tras esto Tommy desaparece del
local, hay una elipsis y vemos el bar casi vacío, solo quedan Henry con Tommy,
este charlando amigablemente con Billy Watts, entonces aparece Tommy como un
ciclón, Billy se apercibe de la encerrona, pero ya es tarde, Tommy y Jimmy lo
golpean salvajemente cayendo al suelo donde continua la golpiza, luego entronca
con el flash-forward del inicio. Esto viene a decirnos los códigos tan
retorcidos de estos matones, por una broma son capaces de las peores villanías.
El verdadero Henry tras entregarse a la policía,
pactó entrar en el programa de protección de testigos, por lo que acabó declarando
contra sus jefes y asociados en 1980. Su testimonio permitieron detener a 50
personas, varias de las cuales acabaron sus días en la cárcel, entre ellos los
personajes interpretados por Robert De Niro (el otro irlandés que nunca podría
ser de la “Familia”) y Paul Sorvino (el Padrino). Hill ha dicho que lo que pasa
en la película es "99% real", a pesar de que Scorsese cambiara los
nombres de prácticamente todos los demás personajes, excepto los de Henry y su
esposa y algunos secundarios. El uno por ciento restante son cosas como que el
personaje de Joe Pesci, Tommy De Vito en la película, Tommy De Simone en la
vida real, en vez de ser un canijo era un armario de grande, pero su tendencia
a la violencia y lo que acojonaba a la gente están en el relato fílmico.
La palabra "fuck"
se utiliza 246 veces en la película. La escena en que van a casa de Joe Pesci y
su madre les prepara de comer, la mujer es la madre real de Martin Scorsese,
Catherine Scorsese, que sale en varias películas de su hijo.
Film de obligada visión (y varias veces con las que incluso gana), para todo cinéfilo que se precie, toda una magistral lección de cine total, en la que Martin Scorsese trata al espectador de inteligente (y se agradece), no hace juicios morales, que cada cual saque sus propias conclusiones. Fuerza y honor!!!
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