ROOTS. (2016)
Notable
miniserie estadounidense de cuatro episodios de hora y media cada uno, adaptación
del best-seller homónimo de Alex Haley de 1976, que la cadena ABC ya adaptó en
1977. La televisión USA era muy diferente en 1977, en enero
de aquel año, una miniserie sobre la esclavitud negra en el país, basada en esta
novela de Alex Haley sobre sus propios antepasados, era considerada por la
cadena, un desastre en potencia, tan
grande que se emitió a toda prisa en ocho días consecutivos. Se temía que en
los tiempos en los que la tele, noticias aparte, era un entretenimiento para no
calentarse la cabeza, este tema tan escabroso del llamado "pecado
original" de toda una nación fuera a espantar a los televidentes. El
resultado fue opuesto: un tremendo éxito de crítica y público que fue cogiendo
carrerilla e importancia de acontecimiento social durante toda la semana, y
para cuando se emitió el último episodio, treinta y seis millones de personas
estaban haciendo lo mismo todos a la vez: ver en directo qué le pasaba al
bisnieto de Kunta Kinte. Esa 'Part VIII' es aún hoy, y probablemente lo sea ya
siempre, el tercer episodio de ficción más visto en la historia de la
televisión norteamericana, ganando nueve Emmys y
un Globo de Oro. Han pasado 39 años desde la original, y esta nueva versión ha
sido alimentada con una gran depurada investigación, se ha sido más puristas en
los acontecimientos, sabiendo refrescar y dar nuevos enfoques al relato
aportando riqueza y profundidad que hacen atractiva la serie, aun habiendo
visto la anterior. Es la historia de tres generaciones desde su África natal
como mandinga los Kinte, su paso a tener que ser esclavos en el Sur USA, hasta
que tras la Guerra de Secesión fue abolida la esclavitud.
En la década de 1770 estamos
en Juffure (Gambia, en el África occidental), allí vive Kunta Kinte (Malaquías
Kirby), un joven guerrero mandinga,
tras un enfrentamiento con el clan rival, los Koro, Kunta es raptado y vendido como esclavo a
comerciantes ingleses, a cambio de armas. Kunta es llevado en un barco negrero
a través del Atlántico a la colonia británica de Virginia, allí es vendido a
John Waller (James Purefoy), que posee una plantación de tabaco, este le cambia su nombre de
liberto por el de esclavo, Toby, cosa a lo
que él se resiste, luchando con todas sus energías e inteligencia para intentar
escapar y volver a ser libre. También tendrán importancia en la historia
personajes como Omoro Kinte (Babs Olusanmokum), padre de Kunta, Henry Fiddler (Forest
Whitaker), un violinista negro que tiene el encargo de “domesticar” a Kunta,
Tom Lea (Jonathan Rhys Meyers), amo de la hacienda donde va a parar una hija de
Kunta, Belle (Emayatzy Corenealdi), esposa de Kunta, Kizzy (Anika Nina Rose),
hija de Kunta, “Chicken” George
(Regé-Jean Page), nieto de Kunta, Tom (Sedale Threatt Jr.), bisnieto de Kunta,
Nancy Holt (Anna Paquin), un ambiguo personaje que vive en una hacienda
sudista, Frederick Murray (Lane Garrison), sádico hijo del dueño de una plantación
sudista.
Una atractiva serie, que da
momentos emocionantes, que te hace reflexionar sobre el pasado, sobre el
racismo, sobre los prejuicios, sobre la lucha por los derechos del ser humano,
sobre como el hombre es un lobo para el hombre, nos habla del valor de la
familia, de la amistad, de la justicia social, de los sacrificios, de la mezquina
condición humana. Con guiones sugerentes delinean con solidez a los personajes,
con lo que empatizamos con ellos, no hace clichés acartonados de los
personajes, los matiza y los hace humanos, saben exponer el vergonzante
universo que fue el esclavismo (aunque aún existe en muchos lugares), lo hacen
valientemente pues muestran que hubo negros que estuvieron aprovechándose de vender
negros para la esclavitud, exhiben con crudeza el retorcimiento moral de la los
esclavistas, su brutalidad, su sadismo, y es que la serie no nos priva de imágenes
de enorme salvajismo, como latigazos, violaciones, amputaciones, ahorcamientos,
masacres sangrientas, secuencias necesarias para que sintamos las humillaciones
y vejaciones que sufrían estos infelices esclavos. Es un tratamiento
minimalista de la esclavitud, no intentan mostrar las motivaciones de el poderío
de la raza blanca, apoyado muchas veces en el estrangulamiento de la religión,
es una odisea en la que seguimos la evolución generacional de una familia, de
cómo deben las distintas descendencias adaptarse a la situación, entrelazándolo
con situaciones sugerentes que te dan un fresco impactante del modo de vida en
este microuniverso.
Cada episodio tiene un
director diferente, el primero es realizado por el australiano Philip Noyce (“Calma
total”), refleja con gran naturalismo la épica odisea de Kunta Kinte, con tres marcados
escenarios, la selvática África, el barco negrero, y la esclavista Virginia,
una labor loatoria de conmover al espectador, de los espacios abiertos de la
libertad, a la claustrofobia física y existencial que empieza a sufrir el
protagonista en el barco, al choque atroz en América cuando quieren “domarlo”,
con el ya mítico “Mi nombre es Kunta”. El segundo capítulo es dirigido por el afroamericano
Mario Van Peebbles (“New Jack City”), comienza a hacer aflorar las nuevas
generaciones de los Kinte, de cómo deben ir aceptando su nuevo sino, el
escenario se templa. El tercer episodio es dirigido por Thomas Carter (“Coach Carter”),
aparece el electrizante “Pollo” George, nieto de Kunta, creciendo el complejo antagonismo
con su “dueño” Tom Lea, hay lugar para el vibrante mundo de las peleas de
gallos, lo que se puede entender como una especie de alegoría sobre el esclavismo,
animales entrenados para matarse entre sí, o sea blancos viendo a negros como
seres irracionales a los que se puede adiestrar a voluntad propia, según guste.
El cuarto y último episodio es realizado por Bruce Beresford (“Paseando a Miss
Daisy”), es el ocaso del mundo de la esclavitud, estalla la Guerra Civil
estadounidense, vemos una tremebunda batalla basada en hechos reales, lo que se
dio en llamar la Masacre de Pillow, donde decenas de negros alistados con los
unionistas fueron matados sumariamente, buenos momentos se mezclan con otros
chirriantes, concluyendo con un lírico final.
Un lienzo donde no falta una
brillante puesta en escena rodándose en el estado USA de Louisiana, en St.
Francisville y Rural Life Museum de Baton Rouge, con sus decadentes mansiones,
con sus plantaciones, los ríos, los bosques, la escalofriante recreación del
viaje en barco negrero, todo de un tremendo realismo, realzados los escenarios por
la fenomenal fotografía de Peter Menzies Jr. (“La Jungla de Cristal III”, “El
increíble Hulk” o “Furia de Titánes”), y Sharome Meir (“Coach Carter” o “Whiplash”),
resaltando el color verde esperanza, moviéndose con fuerza dramática en la
semioscuridad, añadiendo efusivos primeros planos llenos de expresividad. La
música de Alex Heffes (“El último rey de Escocia” o “La sombra del poder”), y
Philip Miller (“La chica” o “Atrapa el fuego”), aportando vibrantes melodías de
coros.

El elenco actoral cumple con
creces. Malaquías Kirby como Kunta Kinte dota a su protagonista de carisma, de personalidad
y de profundidad, en un conmovedor arco de desarrollo, enalteciendo la rebeldía
ante la ignominia, ante el avasallamiento, ante la vileza humana, con una
morada de hondura que deja entrever emociones, brillante; Jonathan Rhys
Meyers compone a un villano tridimensional, con hondura, con grietas que dejan
ver cariño, radiante en su marcada personalidad despótica-paternalista con sus esclavos;
Forest Whitaker inunda la pantalla con su poderío emocional, emitiendo toda una
gama de sentimientos que llegan al espectador; Anika Noni Rose
como Kizzy, radiante en su viscerabilidad, en su arrojo, en su determinación,
tiene la complicada tarea de reflejar muchas décadas y lo hace con veracidad; Regé-Jean Page está espléndido como “Pollo” George, un volcán en erupción,
de una verborrea formidable, con don de gentes, derrochando simpatía,
excelente; James Purefoy notable en su dueño de plantación,
demostrando flema y mesura arrogante; Anna Paquin aparece en el último capítulo
haciendo un papel un tanto plano; Laurence Fishburne hace un cuasi-cameo como
el propio escritor Alex Haley; Hay más actores, pero para mí estos son los más
destacados.
Spoiler:
Momentos recordables: El estremecedor tramo en el barco
negrero, con el momento del intento de motín; Los latigazos a Kunta para que
reniegue de su nombre y acepte el de esclavo, angustioso; El capataz de Kunta
Kinte “No se puede comprar un esclavo. Hay que hacer un esclavo "; Cuando tras
varios intentos de fuga Kunta es apresado y como castigo le cortan medio pie,
desgarrador; Cuando Kunta en símbolo de estar
manteniendo las tradiciones de su tierra natal hace su particular “bautismo”
con su hija, por la noche presenta en alto a su bebé recién nacido al estrellado
cielo y dice "He aquí, la única cosa que es más grande que tú."; El trémulo
momento en que a Kunta lo separan de su familia, el carro yéndose de la finca y
el tirado en el suelo llorando; Las dos peleas de pollos en que en la primera “Pollo” George gana su libertad y en la segunda, por la codicia de su “amo” pierde no
solo la libertad ganada si no que es llevado a miles de kilómetros de su familia
en Inglaterra; El ahorcamiento de Nancy Holt, zozobrante; La matanza de los
sudistas contra negros unidos a los yankis en Fort Pillow; “Pollo” George dando
un sentido y enervado discurso ante tropas unionista para que refugien a él y a
su hijo Tom de grupos escindido de los confederados; El poético final con Alex
Haley, descendiente séptima
generación de Kunta Kinte, se une a oníricamente a varias generaciones de
antepasados.
La batalla de Fort Pillow me
ha parecido escenificada de un modo muy pobre, muy forzada, falta de realismo,
como con escasos medios, y mal utilizados, con el broche del tiroteo bastante
tosco hacia los negros, lo lógico hubiera sido que los separaran, a blancos y
negros y después haberlos tiroteado, no con unos entre los otros, no tiene
sentido. El final de la serie, con “Pollo
George” matando en defensa de su hijo Tom al hijo de la plantación donde
estaban como esclavos me resulta muy artificiosa, por mucho que la esclavitud
hubiera terminado, el racismo seguía imperando, si esto hubieras pasado “Pollo”
como poco hubiera sido linchado, han querido colarnos un acto vengativo donde
no pegaba, chirría.
Diferencias con la serie de 1977: Kunta es capturado por un grupo de esclavos
dirigido por un cazador blanco, en la versión 2016, Kunta es secuestrado por
otros africanos como parte de una disputa familiar entre clanes negros; En 1977
hay un dilema moral del capitán Davies con respecto a su mando del barco
negrero, sobre si dejarlo, el capitán 2016 es un entusiasta comerciante de
esclavos, incluso abusa de las esclavas de a bordo; Kunta se muestra luchando en el regimiento de Etiopía durante la Revolución Americana, y su pie es cortado después de que él
es capturado por cazadores de esclavos, el alistamiento de Kunta en esta guerra
es una adición a la serie 2016, no se menciona ni en la serie original ni en el
libro, en 1977; El pie de Kunta es cortado tras él se escapa para buscar su
amor adolescente de África (chica llamada Fanta), mientras capataz de Kunta es
despedido por dejarlo escapar, en la de 2016, Kunta mata al capataz antes de
unirse al ejército británico; En la serie 2016, El violinista es asesinado por patrullas
blancas contra esclavos en la noche del nacimiento de Kizzy, en la serie de
1977 Henry muere de viejo; El final también es bastante distinto.
Serie recomendable a los que
gusten de rememorar un pasado oscuro de nuestro mundo “moderno”, ello con una
historia que no te dejará indiferente y te hará pensar. Fuerza y honor!!!
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