domingo, 18 de agosto de 2024

 


MENTIRAS ARRIESGADAS.

 

Jubilosa comedia de acción de James Cameron (produce, guioniza y dirige) sin más interés que hacer pasar un rato divertido y extasiante al espectador, y a fe que lo consigue con creces con un espectáculo que parodia con gran sentido del espectáculo el sub género de espías, mezclado con la comedia romántica más naif. Cameron se basa en la comedia francesa de 1991 “La Totale!” dirigida por Claude Zidi, aquí protagonizada por la estrella austriaca Arnold Schwarzenegger (tras el fracaso de “El último gran héroe”, estando deprimido por esto, vio esta cinta gala y puso en marcha el proyecto comentándole la idea a su amigo James Cameron, con el que ya había rodado las dos primeras partes de “Terminator”) como Harry Tasker, agente del gobierno USA, que lucha por equilibrar su doble vida como espía con sus deberes familiares (en el hogar se hace pasar por ordinario comercial de ordenadores), casado con la oficinista Helen, a la que da vida una radiante Jamie Lee Curtis, que en sus 15 años de matrimonio no sospecha del verdadero trabajo de su esposo, ansiando algo de vida a su aburrida vida. De secundarios está un roba escenas Tom Arnold como Gib, el ocurrente compañero de Harry, Bill Paxton como un embaucador Don Juan que se hace pasar por espía para ligar, Tia Carrere como una hermosa mercenaria con fachada de marchante de arte, y Art Malik como un fachoso terrorista islamista. El director con estos mimbres y su capacidad para las grandes producciones (esta fue la primera película en rebasar los 100 millones $ de presupuesto) ofrece un solaz film, con escenas de acción apoteósicas con aviones Harrier, helicópteros, misiles, ojivas atómicas, persecuciones explosivas por las estrechas carreteras de los cayos, persecución por grúa a vertiginosa altura, deslumbrante. En el que acidez y mordacidad guiñol deconstruye la sagrada institución del matrimonio, para con grandilocuencia y agudeza desparramar algunas secuencias y diálogos estupendos. Donde hay guiños cinéfilos muy buenos, como cuando Helen hace referencia a haberse casado con Rambo (la segunda parte de esta saga fue escrita precisamente por Cameron), pero es que además hay una escena cuasi calcada de “Rambo II”, cuando Harry escapa de la muerte por explosión al tirarse al agua en el último momento, cual hace John Rambo en una escena del mítico film de 1985.

 

Arnold Schwarzenegger aporta su habitual cinismo a su rol, algo en lo que destacaba sobre sus competidor más solemne (Stallone), no tomándose en serio a sí mismo, sabiendo su rostro es pétreo mira fijamente a cámara para intentar expresar en su sonrisa mordaz, aquí muy creíble como esposo celoso (maravilloso cuando revienta unos prismáticos mientras observa por ellos a su esposa con el otro), teniendo una gran compenetración con Tom Arnold, como también gran química con la Curtis; Jamie Lee Curtis en su papel más famoso desde la Scream Queen de la exitosa “Halloween”, su baile erótico ha pasado por derecho propio a los momentos más calientes del cine, además aporta gracia, empatía, energía, sabiendo ofrecer primero a una pastueña esposa, para luego metamorfosear en una tigresa. Curtis ganó el Globo de Oro a la Mejor Actriz por Película Musical o Comedia y el Premio Saturn a la Mejor Actriz.

 

Por supuesto todo en un tono de ligereza que es a la vez su mejor y peor arma, pues ridiculiza con niveles cuasi toon de humor absurdo el género de acción que impide cualquier atisbo de tomarla en serio (tampoco creo lo esperase Cameron): La forma tan comiquera de acabar con dos feroces canes; Que decir de ese tipo que se esconde tras un columna fina para no ser acertado por la balacera, queda la mayor parte de su cuerpo fuera de protección y que no es capaz de acertarle el malo (genial cunado sale afuera y se comprueba no le han dado en ningún lado ‘vital’; ese jinete persiguiendo a un malo en moto que se mete en un ascensor montado a caballo y pide a los que están allí pulsen por favor el botón; el arma que cae rodando por una escalera y mientras desciende va disparando a los malos que por azar va acabando con ellos; como uno de los buenos con el pie, como si fuera un balón, alza un kalashnikov y en una barrida acaba sin apenas mirar con varios malos; Diálogo: "Lo llaman la Araña de Arena", "Por qué?" "Probablemente porque suena aterrador"; el malo es grabado mientras amenaza terroristas con cámara y se le acaba la batería en mitad de la grabación, el filmador teme sudoroso las represalias; esos malos que cual aprendices avanzados de clones (Star Wars) no aciertan a los buenos en ráfagas constantes; El tono ligero es arma de doble filo, pues anula cualquier poder de tensión o intensidad dramática, pues por sui estilo sabemos lo que el futuro les depara a los protagonistas y a los malos

 

Tiene un lujoso inicio que marca el tono paródico de la cinta, haciendo sátira de las pelis bondianas. Estamos en Suiza en una noche donde hay un sarao en un palacio de un traficante de armas. Harry llega bajo agua para emerger dentro de la finca, se quita el traje de buceo y tiene un esmoquin, se infiltra en la fiesta de forma fresca, saludando a la gente como si la conociera de toda la vida. Harry conoce allí a la bella Juno Skinner (Tia Carrere), y tras un diálogo risible bailan un tango, el legendario ‘Por una cabeza’, y no por menso se nos viene a la cabeza el del icónico bailes de Al Pacino con Gabrielle Anwar en “Esencia de mujer” (1992), donde las dotes de Schwarzenegger para la danza quedan de manifiesto por como se filma su rígido corpachón. Tras lo que hace una salida aparatosa del lugar, con explosiones, con una ‘llave’ muy particular contra dos dóberman, digno de un prólogo de James Bond.

 

La película se articula mediante varias extendidas set pieces de acción con descansos para añadir secciones de humor, y a veces se unen ambos dando el film lo mejor de sí. Como es el tramo que comienza con una Destroyer pelea en unos servicios públicos, hay un tiroteo tremebundo y tras ello aparece un tipo que estaba en el retrete mirando a lado y lado (¿?). Esto sigue en el exterior con el malo con una moto por Washington DC de noche y el bueno ‘requisando’ un caballo a un policía, ambos se meten en el hotel Marriot, suben ambos en un ascensor (de cristal) diferente (Harry pide a un impactado anciano: "Presione el botón para ir al piso superior, por favor") y observándose en la distancia, acaban en el ático y el malo salto con la moto a una piscina en otro gran edifico al otro lado, y Harry pretende lo haga también el caballo, pero este en el último momento decide que no tiene ganas, genial modo toda la secuencia de aunar acción desenfrenada y humor (Harry no hubiera ido mejor por el hotel corriendo a pie que en caballo?).

 

Tras este primer bloque de las dos viñetas de acción sublime Cameron vira ingeniosamente para centrarse en el matrimonio Tusker, por casualidad Harry se entera que su esposa tiene citas con un misterioso tipo. Y Harry pone a su servicio todo el omnipotente el servicio secreto en el que trabaja, ello con la ayuda de su compañero (algo chantajeadillo por un asuntillo que al parecer era ‘chupado’). Aquí la figura de Tom Arnold como el pepito Grillo de Harry es desternillante en su labia de dobles sentidos. Capaz de hacer sobra al carismático Schwarzenegger con uan vis cómica procaz, con una gran química con el actor de Graz, con comentarios de humor negro deliciosos sobre el matrimonio o sobre las mujeres, haciendo que su colega se encienda en celos enfermizos. Hay un comentario que especialmente me sacó una sonrisa, y es que cuando lo espían con audio, Gib ante las idioteces que oye del pretendiente de Helen, dice que le cae bien este, entonces Harry lo mira con ojos asesino y Gib se replica a si mismo, ‘Me cae bien, pero habrá que matarlo!’. Exuberante en el tramo viscoso del interrogatorio; El misterioso ‘espía’ es Simon, encarnado por un excelente Bill Paxton, maravilloso como un gañán vende coches de segunda mano, los diálogos machistas que mantiene con Harry o las historias inventadas a Helen resultan descacharrantes, actor de apoyo que aprovecha para dejar huella. Y en el clímax de esta sub trama, Harry pergeña una farsa estrambótica, primero persiguiendo a Simon en su descapotable con Helen que la hace agachar para no ser vistos y el helicóptero que los espía ve una imagen quizás no sea lo que parece (¿?). Acaban en la caravana de Simon donde hay un gag slapstick arrollador cuando abren la casa móvil cual lata de sardinas y Simon acaba entre las piernas nerviosas de Helen (¿?); Tras ello un chancesco interrogatorio; Y todo esto culmina en una ya Icónica escena de lap dance de Jamie Lee Curtis ante un hedonista (¿?), toda la escena es Antológica llevada por una nunca jamás más sensual en pantalla actriz hija de Janet Leigh. Por ser tikis mikis, me falla que la música que oímos durante el sexy baile sea extradiegética.   

 

Y tras el baile con lencería negra erótica, hay el viraje final a la acción desenfrenada, con el secuestro de Harry y Helen por parte de los terroristas. En realidad, esto no tiene sentido, pues Harry y compañía no estaban muy al tanto de lo que hacían estos, lo que hacen al raptarlos es colocarlos en el meollo del asunto. Pero por el tono alegre y sin pretensiones algunas esto se perdona. Y comienzan los tiroteos, los muertos, las explosiones, las persecuciones, una huida hacia adelante alocada en su inventiva, con los puntos álgidos de la persecución por la carretera sobre infinitos puentes en los cayos con derrumbes de pista, con un furgón que queda balanceándose con terroristas dentro pero entonces aparece … (No quiero spoilear). También habrá una pelea de gatas en una limusina (estos terroristas serán malos, pero tiene sus códigos morales, como no amarrar a sus secuestrados ¿?). Todo derivando en una gloriosa pieza de un helicóptero intentando atrapar a uno de los buenos antes que su vehículo caiga al mar por una rotura de la carretera; Para a continuación cambiar de marco de acción de los cayos floridanos, a la cima de un rascacielos en Miami, donde el héroe irrumpe en Harrier, qué más da que no tenga sentido alguno que su intención sea rescatar a su hija y llegue soltando un tsunami de disparos que destrozan literalmente toda una planta, esto no tiene sentido orgánico alguno, cualquiera con dedos de luces no piensa salvar a su hija a cañonazos, pero la coherencia narrativa no es el fuerte del film. Para culminar en una pieza de suspense con escenario inerte de una elevada en las alturas grúa, con el malo persiguiendo a la chica buena por una llave que esta lleva (por mor de la ley no escrita de que los malos aquí no amarran a sus rehenes ¿?; por cierto, para que quiere la llave, la ojiva ya ha sido tomada por las fuerzas USA?). Todo un número de acrobacias que se atomiza con el Harrier suspendido en el aire, coronado por uno de esos finales tan ochenteros de una frase pidiendo mármol; para pasar a un epílogo gracioso que entronca con el del inicio, con aparición de Simon y también el ‘Por una cabeza’.

 

Todo esto surtido por una soberbia puesta en escena, propia de la superproducción que es, la más cara hasta esos momentos, brillando la plata por todos lados. Desde la el fastuoso diseño de producción de Peter Lamont (“Aliens, el regreso” o “Titanic”), llevándonos por escenarios dadivosos, castillos suizos, hoteles a caballo, o los cayos de Florida; esto realzado por la luminosa fotografía de Russell Carpenter (“Terminator” o “Avatar”), amoldada a la acción de modo sublime, simplemente sibarita en la escena del lap dance; Y ello punteado por escenas de acción arrolladores asistidas por unos efectos visuales Homéricos en como desbordan realismo, lejos de la parafernalia desnaturaliza dora de los CGI, por mor de ser la primera producción importante para la compañía de efectos visuales Digital Domain cofundada por Cameron (Nominados al Oscar, ganaron los de “Forrest Gump”)  

 

Spoiler:

 

Rush final: Harry pilota un avión de combate Harrier de despegue vertical, sobrevuela cerca de un rascacielos de Miami mientras su hija adolescente se aferra precariamente a la cubierta de la cabina y un villano cuelga de su cinturón de uno de los misiles montados en las alas. Arnold arma el misil y lo dispara, con el terrorista atado, a través del rascacielos, el misil derriba un helicóptero transportaba a otros terroristas; Un año después, Harry y Helen trabajan juntos como agentes de Omega. Mientras están en una misión en una fiesta formal, se encuentran con Simon, trabaja como camarero y finge ser espía. Simon huye asustado después de que se revelan y amenazan con matarlo. Harry y Helen bailan el Tango, mientras Gib les ruega se tomen su trabajo en serio.

 

Una diversión notable de calidad, el cien se hizo como entretenimiento y esta película lo es con creces. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Aparece el legendario Charlton Heston como jefazo de Omega (parchado) aportando su poderoso carisma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario