domingo, 21 de abril de 2024

 


Los Chicos del Coro.

 

Sobrevalorado film francés, con más fama que poder de calado emocional, seguramente por aquello de que un elemento accesorio (la música del coro, creada por el maestro Bruno Coulais e interpretada por interpretada por el coro infantil de Saint-Marc: fundado en 1986 y disuelto en 2019) ha popularizado un film que por otro lado no pasa de enmarcado en el sub género de instituciones con alumnos problemáticos al que llega un nuevo profesor, de ir tirando uno por uno de todos los clichés, sin sorprender nunca, sin haber giro alguno que te remueva, con personajes estereotipados hasta lo rancio, los buenos y los malos, y con un desarrollo ultra previsible, lo que da una sensación constante de déjà vu, y eso que era la vez primera que la veía, la he visto por el 20 aniversario de su estreno (17/03/2004). Primera dirección en largometraje de Christophe Barratier, que guioniza en colaboración con Philippe Lopes-Curval, inspirándose en la experiencia personal del realizador, que tras el divorcio de sus progenitores vivió en un internado en su infancia, antes de convertirse en director de cine, tuvo una formación musical clásica como guitarrista, estudió en la École Normale de Musique de París y obtuvo premios en varios concursos internacionales. Aunque la cinta es una adaptación de la película de Jean Dréville “La Cage aux rossignols” (1945) con Noël-Noël, en la que participaron los Pequeños Cantores de la Cruz de Madera, basada a su vez en una idea de Georges Chaperot y René Wheeler. La historia de “La Cage aux rossignols” se inspira directamente en la de un centro educativo existente, Ker Goat, situado en Pleurtuit, entre Dinan y St Malo, cuyos equipos creados por los pedagogos Jacques Dietz y Roger Riffier, trabajaron en el desarrollo de los niños en dificultades a través de la práctica del canto coral de forma innovadora como método de enseñanza.

 

Glenn Ford en "Semilla de maldad" (1955), Sidney Poitier en "Rebelión en las aulas" (1967), Meryl Streep en "Música del corazón" (1999), Morgan Freeman en "Escuela de rebeldes" (1989), Michelle Pfeiffer en "Mentes peligrosas", Keanu Reeves en "Hardball" (2001), Kevin Costner en "McFarland, U.S.A." (2015), Jon Voight en "Conrack" (1974), Samuel L. Jackson en "Coach Carter" (2005), Antonio Banderas en "Déjate llevar" (2006), Hilary Swank en "Diarios de la calle" (2007), Aidan Quinn "Los niños de San Judas" (2003), todo un reguero de films cortados por el mismo patrón y molde, nada se sale de lo esperado, aquí aderezado por una estructura en flash-back a lo “Cinema Paradiso” (1988), hasta hace un personaje similar Jacques Perrin en ambos films, mezclado con el fondo musical extraído de “Sonrisas y Lágrimas” (1965). Esta vez el profesor se llama Clement Mathieu, en películas anteriores eran el señor Chips, la señorita Jean Brodie, el señor Holland, el señor Crocker-Harris (en " La versión Browning "), John Keating (en "El Club de los Poetas Muertos "), Joe Clark (en " Lean on Me"), Katherine Anne Watson (en " Mona Lisa Smile"), Jaime A. Escalante (en "Stand and Deliver") o Roberta Guaspari (en "Music of the Heart"), y más, en este sub género de loa a la docencia como vocación natural, y donde los discípulos quedan marcados de por vida. Pues en este “Los Chicos del Coro” se atiene a unas coordenadas básicas que explota sin pizca de originalidad, cayendo en la complacencia, derrochando buenismo, sin arriesgar. Film este de los que busca agradar, quiere dejar buen regusto con su ración de azúcar, pero desde un sinfín de lugares comunes. Lo del nuevo maestro que llega al lugar para hacerse cargo de un grupo problemático de individuos, y que termina convirtiéndolos en mejores personas a base de mano izquierda y a través de una actividad diferente a la habitual (en este caso la música).

 

Aquí, como en casi todos los mencionados films, se atacan los métodos rígidos de disciplinar a los alumnos punitivamente, en pos de ensalzar el entendimiento, ser flexible, comprensivo, saber buscar algo que una a los jóvenes para con ello motivarlos e ilusionarlos, para dotarlos de autoestima

 

La película se desarrolla en 1949. Clément Mathieu, un profesor de música desempleado, acepta un puesto de supervisor en un internado para niños llamado “Fond de l'étang”; El sistema represivo aplicado por el director Rachin molesta a Mathieu. Introduciendo a estos niños difíciles en la música y el canto coral, Mathieu conseguirá transformar su vida cotidiana.

 

En 2003, mientras se preparaba para dar uno de sus conciertos en Estados Unidos, el director Pierre Morhange se enteró de que su madre había muerto. Regresa a su casa en Francia después de su concierto (donde se le ve dirigiendo el vals Künstlerleben de Johann Strauss II) para su funeral. Uno de sus amigos, Pépinot, llega a su puerta con un diario que perteneció a Clément Mathieu, uno de sus supervisores. Lo leen juntos. Unos cincuenta años antes, en 1949, Clément Mathieu, músico fracasado y profesor de música en paro, llegó al "Fond de l'Étang", un internado para niños, para trabajar como supervisor. Cerca de la puerta, ve a un niño muy joven llamado Pépinot, esperando el sábado, día en el que, según él, su padre vendrá a recogerlo. Más tarde nos enteramos de que los padres de Pépinot murieron durante la ocupación , pero Pépinot se niega a admitirlo. Clément descubre que los chicos del internado son severamente castigados por Rachin, el director: castigos corporales, servicios comunitarios, aislamiento en un calabozo durante varias semanas y castigos arbitrarios para fomentar la denuncia de los estudiantes equivocados. Luego intenta utilizar el humor y la amabilidad para hacer valer su autoridad, lo que, para su sorpresa, funciona.

 

La cinta sigue el sendero ya ajado por multitud de obras similares anteriores, mezclando drama y humor queriendo en ello manipularnos emocionalmente a empellones. Aquí el nuevo profesor se encuentra una institución represiva para los alumnos, en realidad traviesillos sin más (él único malo de verdad llega in media res, Pascal Mondain [Pascal en su mejor momento da una versión soez de À la claire Fontaine], un joven delincuente de un reformatorio, y desaparece cuando da problemas de robos), cual presidio se castiga a los alumnos con celda de aislamiento por ‘fechorías’. Clément comienza a hacerse con la confianza de los chicos por delatar a uno de ellos; Luego recoge una ‘afrenta’ como que los chicos escriben una canción grosera sobre él y le da la vuelta a la situación, para si es que gustan de cantar, pues que canten, y crea un coro escolar, lo que termina (oh, sorpresa!) haciendo que los niños tengan ilusión por algo, y no se sientan desorientados y sin referentes morales; tenemos a un alumno problemático (en realidad solo travieso) y rebelde que se niega a hacer el casting, y (oh, sorpresa!) termina teniendo la mejor voz de todos; Hay un romance platónico metido con calzador entre el profesor inspirador y Violette Morhange (cumplidora Marie Bunel), la madre del alumno rebelde, que termina demostrando que el docente es un perdedor; Hay el clásico movimiento desde el poder saboteando la nueva ilusión del coro, convirtiéndose este en algo clandestino, cual ‘La Resistencia’ en tiempos de ocupación nazi, lo que es un acto de rebeldía contra la opresión del poder dictatorial; para al final el profesor terminar como lo hacen casi todos los que desafían al poder establecido. Y con ello el ya manido acto de reconocimiento de los alumnos, pero en este caso no me emociono, pues hay un error manifiesto (*spoiler); para coronarlo todo con un epílogo sensiblero en el presente.

 

Las actuaciones resultan solventes, sin más. Gérard Jugnot como el profesor Clément cumple sin alardes, nunca llega a tener el carisma necesario para llegar a calarnos; François Berléand está correcto como Rachin, el tiránico director de la institución, en un rol sin matices; Jean-Paul Bonnaire como el padre Mexence cumple en un papel de apoyo bondadoso a Clément; de los alumnos todos resultan difusos en conjunto, solo Jean-Baptiste Maunier como Pierre Morhange tiene algo de peso en un papel demasiado edulcorado, y Mexence Perrin como el huérfano Pépinot es el otro con un rol almibarado sin más; Ah, entre los chicos, se me olvidaba, pues se salía del molde, está Grégory Gatignol como el bad-ass Mondain, este si tiene una notable presencia con su maldad que transmite su rostro.

Spoiler:

 

Cuando Rachin se marcha para aceptar un premio en nombre del internado después de decir que fue él quien inició el coro, Clément y el padre Maxence se toman el día libre y llevan a los niños a dar un paseo por un bosque cercano. Mientras la escuela está desatendida, Mondain regresa y prende fuego al internado. Clément es despedido por violar las reglas, aunque salvó la vida de los estudiantes. Cuando Clément se va, los chicos del internado, a quienes tienen prohibido despedirse de él, se encierran en su clase, cantan –para gran disgusto de Rachin– y le lanzan mensajes de despedida en aviones de papel. Esto lo ve Clément desde el exterior, mientras se marcha con su maleta. *Esto carece de poder emocional, pues no vemos los rostros de los chicos, anulando el poder conmovedor de los chicos emitiendo quedarse huérfanos de referentes allí); De vuelta al presente, Pierre Morhange, ya adulto, termina de leer el diario y cuenta lo que sucedió después: después de que Clément Mathieu fuera expulsado, su madre lo sacó del internado y ganó su beca para ir al conservatorio de Lyon. Ante la negativa de Violette a llevar a su hijo de nuevo al internado, el ingeniero los abandonó. El padre Maxence y demás profesores denunciaron métodos abusivos de Rachin, tras investigación en que se interrogó a los niños, fue despedido. Según Pépinot, Clément Mathieu continuó dando lecciones de música hasta el final de su vida sin volver a intentar dar a conocer sus composiciones. La escena final, en el pasado, muestra a Clément esperando su autobús. Al entrar, mira hacia atrás y ve a Pépinot corriendo detrás de él, insistiendo en que la lleve consigo. Clément se niega al principio, al no estar autorizado, y abandona Pépinot. Sin embargo, el autobús se detiene unos instantes después y Clément acepta: los dos se van juntos. La película termina con la última frase de Pierre en off: “Pépinot tenía razón al creerlo, el día del despido de Mathieu era sábado. »

 

La película fue gran éxito y consiguió ocho millones y medio de entradas. Nominado ocho veces al César del cine en 2005, ganó el César a la mejor música y al mejor sonido. También estuvo nominada dos veces a los Oscar: Mejor Canción Original y Mejor Película en Lengua Extranjera (perdió ante la española “Mar adentro”).

 

La mayoría de los niños no son actores profesionales y fueron seleccionados en escuelas y colegios de la región de Clermont-Ferrand en Auvernia, excepto dos, de París.

 

Maxence Perrin (Pépinot) es el hijo de Jacques Perrin, que abre y cierra la película. Jean-Baptiste Maunier (Morhange) es miembro de la maestría de los Petits Chanteurs de Saint-Marc.

 

Se rodó en Auvernia, en el parque natural regional de Livradois-Forez, en parte en los municipios de Courpière y Ravel (Puy-de-Dôme); esto permitió al castillo de Ravel adquirir mayor notoriedad y triplicar su número anual de visitantes. La escena de la condesa se rodó en el castillo de la Garde de Albaret-Sainte-Marie (Lozère).

 

El éxito de la película se debe en gran medida a la música escrita por Bruno Coulais y, en particular, a la canción Vois sur ton chemin; Las voces utilizadas para las canciones de la película son en parte las de los Petits Chanteurs de Saint-Marc, de Lyon, dirigidas por Nicolas Porte. Posteriormente, el coro actuó en numerosos escenarios de toda Francia. Disfrutaron del éxito en todo el mundo y realizaron giras por Europa, Asia y América (Canadá).

 

La banda sonora recoge 20 temas, entre los que destacan "Les Choristes", "Sous la pluie", "Nous sommes de Found de l'Etang" y sobre todo "Vois sur ton chemin", tema este último nominado al Oscar.

 

Igual es que me ha pillado en un mal momento, pero no es una peli para conmover, y ni de lejos lo ha conseguido, pues me ha resultado muy trillado lo que sucede. Gloria Ucrania!!!

5

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