sábado, 6 de mayo de 2023

 


ESTÁ VIVO!

 

Interesante film de culto del género de terror seri b, uno de los pioneros del sub género slasher, tiene sobre todo el encanto de las películas echas con precariedad pero con ideas que explotar, aunque estas resultan un tanto dispersas y abordadas de forma superficial, más llegan a parecer un anzuelo facilón para dotar de algún fondo dramático al largometraje, me refiero a como se tratan de temas como la contaminación medioambiental, el candente entonces tema de las píldoras anticonceptivas, esto para dar sentido al ‘Monstruo’, poniendo el ventilador en marcha contra todo, pero nunca definiendo de donde viene este ‘villano’. También se tocan las complicadas relaciones entre padres e hijos, los vínculos que los unen a pesar de todos los males que puedan ocurrir entre ambos, esto con algo más de hondura y comprensible.

 

Producida, dirigida y escrita por Larry Cohen hace casi 40 años, y más que las 4 décadas se nota su escaso presupuesto, que intenta ocultar con ingenio, como lo es la forma en que el ‘Monstruo’ se oculta la mayor parte del tiempo para generar temor ante lo desconocido, con mucho plano subjetivo para ponernos en el lugar del ‘asesino’, jugando con la oscuridad, con lo velado, con la sugerencia, más que con lo explícito, algo que Spielberg manejó tan sabiamente solo un año después en su épica “Tiburón”.

 

Tiene un buen ritmo al principio, aunque en su sección media se estanca, adolece de recursos aquí, polarizando la historia en varias sub tramas que desvían la atención, para en su sección final tomar buen impulso con esas sutiles referencias edípicas, acabando todo en el clímax en los canales del río Los Ángeles, que podría ser una metáfora visual del útero materno (igual hilo demasiado fino). Protagonizada por un notable John P. Ryan como Frank Davis, transmitiendo mundo interior, notándose su dolor; y una algo sobreactuada, quizás es lo que requería su rol, Sharon Farrell, como Lenore, pareja cuyo hijo pequeño resulta ser un mutante.

 

La cinta se puede ver como una secuela bastardeada de “Rosemary´s baby” (odio el título spoiler en español), e incluso precuela de “The Omen”, películas que tiene en su centro a infantes endemoniados. Con una historia simple, de esas que se cuentan en un minuto, una mujer con un aparente embarazo normal da a luz un bebe monstruoso, que nada más aparecer comienza una espiral asesina en la sala de partos. Escapa y hay que atraparlo para detener su espiral criminal. Una premisa rompedora, la más inocente y cándida de las criaturas como es un bebe recién nacido aquí es el psicópata a matar (¿?), que podría dar juego bien desarrollada, pero el director está más enfocado en provocar sensaciones en el espectador que en dar hondura dramática.

 

Cohen es bueno construyendo la atmósfera ominosa, la tensión creciente, notándose la frugalidad de medios, pero estos hacen de la virtud necesidad, y la austeridad hace emitir aislamiento, y crea claustrofobia ambiental. Se hace un lienzo de como la paternidad puede suponer un castigo, al padre lo echan del trabajo, exponiendo la tiranía de los empresarios; exponiendo la toxicidad de los medios de comunicación sensacionalistas acosando a los pobres padres; exponiendo la deshumanización de la ciencia cuando piden el cuerpo del bebe para estudiarlo cual conejillo de indias, saltándose los sentimientos de los padres; exponiendo lo desalmado de las farmacéuticas exigiendo la muerte del bebe para no dejar posibles ‘huellas’ de sus negligencias; exponiendo la brutalidad de las autoridades que ante lo desconocido lo mejor es acabar con él; Pero todo esto son cebos para dar algo de carnaza, apuntes a pie de página, cuando aquí y para el espectador lo que quiere son escenas de tensión de terror.

 

Su título es un guiño al grito triunfal del Dr. Frankenstein en el clásico de James Whale de 1931, ‘It's Alive’, que sirve además para un gran momento del film. Cuando el protagonista, el padre de la ‘bestia’, Frank Davis (John P. Ryan), hace un alegórico comentario sobre que pensaba que Frankenstein era la bestia del cuento de Mary Shelly, pero que al leer el libro se dio cuenta que era el doctor, en realidad el creador del mutante, y él mismo se pone en el lugar del mítico científico, como creador del monstruo, o quizás los monstruos, como en el cuento gótico, son los demás y como lo ven como a exterminar. Y con este comentario deja subyacer su sentimiento de culpabilidad y a la vez su responsabilidad.

 

Tiene un inicio idílico, con el matrimonio protagónico acostado durmiendo y la mujer embarazada despierta y le dice a su esposo que ya viene. Los dos se levantan de modo idealizado y sin estrés hablan con su hijo pequeño y observan la habitación del bebe por nacer. Llegan al hospital y todo es placidez, pero dejando miguitas de pan en la charla ‘apocalíptica’ (contaminación ambiental, pesticidas, …) que Frank tiene con otros potenciales padres, uno de ellos comenta que un mata cucarachas que su empresa creó consiguió el efecto contrario, haciendo más fuertes a estos (repugnantes) insectos, este puede sea el quid del ‘bebe monstruo’, que la madre tomó anticonceptivos anteriormente (como sulfurada le echa en cara la mujer al médico), y esto pudo provocar la mutación. Esto bebe de la paranoia que hubo en esos años con las pioneras pastillas anticonceptivas que causaron algunos problemas en embarazadas. Volvamos al hilo del parto, y de buenas a primeras los gritos, todo fuera de plano, solo vemos el rastro de muertos en el quirófano, cuerpos ensangrentados en el cuello, notándose la precariedad de medios al notarse más falsos que un euro de madera. Pero a partir de este arranque impactante, la cinta frena en seco, con algún puntual momento de suspense y horror, como es el ataque fuera de plano del lechero, significativo de que es lo que busca en bebe en sus primeros días. El bebe en este tramo intermedio es un ente invisible al espectador, mata y huye a esconderse, lo que acrecienta el interés por saber de su aspecto. Y en el matrimonio, la madre se nota claramente desequilibrada mentalmente, el padre pretende pasar página, negando la mayor, renegando de su hijo ‘endemoniado’, aunque no puede escapar de su ‘vástago’, el hijo mayor ha sido enviado con los cuñados y no es informado de los hechos trágicos y desea volver con sus padres. Para en la media hora final acelerarse con un **giro ingenioso y orgánicamente efectivo. Aunque es te tramo es muy efectivo, lo que es la ***resolución me ha resultado chusca  y caricaturesca.

 

La película siendo de terror con reminiscencias al slasher, es más de sugerencia que de gore sangriento. De hecho el rastro de sangre y de heridas que vemos resulta muy guiñolesco en la falsedad que desprende, donde además las muertes siempre están fuera de pantalla, siendo en este sentido muy envejecida, y provocando ternura en lo serie b que rezuma.

 

A destacar la buena labor en la cinematografía de Fenton Hamilton (“The limit”), con un enfoque de ser en muchos casos el bebe, con mucho claroscuro, con fueras de plano incisivos, y en la parte de los túneles muy buena en mostrar poco y sugerir mucho; También reseñable la música del maestro Bernard Herrmann (“Psycho” o “Taxi Driver”), que sin ser uno de sus mejores trabajos, con las insidiosas melodías de trompas y violines, sumado a los emergentes en los 70 sonidos de sintetizadores (que se lo digan a John Carpenter), proyecta un clima de tensión amenazante.

 

Cuando se ve el bebe es un diseño del mago del diseñador de monstruos en uno de sus primeros trabajos (y se nota por no ser su [ni de lejos] su mejor creación) del siete veces oscarizado Rick Baker (“Un hombre lobo americano en Londres”, “Harry y los Henderson”, “Ed Wood”, “El Profesor Chiflado”, “Men In Black”, “El Grinch” y “El hombre lobo”). Cohen había decidido rara vez mostrar al bebé en la película y le pidió a Baker que creara un "bebé ficticio" para que los actores reaccionaran. Baker construyó al bebé con una armadura de alambre de aluminio, permite miembros articulados y globos oculares ajustables. Para los primeros planos, Baker creó una máscara infantil mutante de cabeza completa, un par de guantes y un traje de cuerpo parcial, usados por la entonces pareja de Baker, Elaine Parkyn. Tiene una cabeza enorme, de tez pálida, sin vello, con dos colmillos ‘draculianos’ y unas garras desproporcionadas por uñas, amén de tener una agilidad y fuerza sobrehumana en como salta sobre sus víctimas y las puede físicamente. También juega en favor del temor que emite la presencia del bebe el uso del sonido, los gritos desgarradores. Parece moverse por instinto animal, puede que por sentirse amenazado o por tener hambre, aunque en el último tercio está un twist que según lo visto es **incoherente, pero esta no es una cinta para analizar por la lógica.      

 

Spoiler:

 

*Lo que el bebe nazca, mate a los que se le pongan por delante, y luego huya cual animal amenazado lo puedo aceptar dentro de lógica del film, se mueve como un animal irracional. Pero en la media hora final resulta que el bebe está en la casa cuidado por la madre, resulta que sí tenía instinto de amor de madre, y entonces me pregunto, si es así porque no se quedó con la madre en el paritorio? Y luego, como llegó a la casa de los padres? Hay que suspender la credibilidad y mucho.

 

**Tiene un hábil y estimable giro, cuando el padre desea a toda costa matar al bebe asesino, pasando por encima de los sentimientos maternos de la esposa, le dispara e hiere en el sótano, el bebe acaba con el cuñado y huye herido en medio de gritos de dolor. Estos provocan en Frank sentimientos de empatía, sentimientos de paternidad, lo que hace que decida querer proteger al bebe a toda costa. Por ello como lo busca desesperadamente el mismo en los túneles, allí lo ve malherido y dolorido, lo que le aumenta la sensación de querer darle protección. Huye con él por los túneles con la poli tras él, sale afuera y allí les esperan más polis para rodearlo. ***Aquí la actitud de estos agentes me resulta desproporcionada gritándole que se aparte para matarlo, nada creíble esta actitud depredadora, ello ante el padre implorando lo tomen y no hagan daño, que lo estudien, como los polis no atienden a razones, e incluso dicen que lo van a acribillar con él en brazos (por cierto, se ve que se les acabó el presupuesto, pues ya no se ve el bebe, se supone lo lleva rodeado por una gabardina, pero los movimientos espasmódicos del actor para aparentar que lleva a un ser allí son ridículos), llevando la voz cantante el médico (el que le recetó los anticonceptivos a Lenore, que porque estaba allí? Lo hizo un mago). Y entonces el bebe (en un efecto visual bufo, pue se ve claramente que es Jonh P. Ryan el que lo lanza) decide saltar cual saltamontes (tengamos también en cuenta que esta malherido) sobre el cuello del médico, y los polis disparan contra el bebe matándolo a él y al médico. Como epílogo, cuando los padres suben al auto policial, a un agente lo llaman, y este les dice a los padres que ha nacido otro bebe igual en Seattle, la pesadilla continua cual epidemia.

 

Film con sus elementos buenos que lo hacen disfrutable, aunque con también taras que la impiden elevarse. Gloria Ucrania!!!

 

PD. Su éxito generó dos secuelas, “It Lives Again” (1978) y “It's Alive III: Island of the Alive” (1987), así como una nueva versión de 2009.

 

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