ESTÁ VIVO!
Interesante
film de culto del género de terror seri b, uno de los pioneros del sub género
slasher, tiene sobre todo el encanto de las películas echas con precariedad
pero con ideas que explotar, aunque estas resultan un tanto dispersas y
abordadas de forma superficial, más llegan a parecer un anzuelo facilón para
dotar de algún fondo dramático al largometraje, me refiero a como se tratan de
temas como la contaminación medioambiental, el candente entonces tema de las
píldoras anticonceptivas, esto para dar sentido al ‘Monstruo’, poniendo el
ventilador en marcha contra todo, pero nunca definiendo de donde viene este
‘villano’. También se tocan las complicadas relaciones entre padres e hijos,
los vínculos que los unen a pesar de todos los males que puedan ocurrir entre
ambos, esto con algo más de hondura y comprensible.
Producida, dirigida y
escrita por Larry Cohen hace casi 40 años, y más que las 4 décadas se nota su
escaso presupuesto, que intenta ocultar con ingenio, como lo es la forma en que
el ‘Monstruo’ se oculta la mayor parte del tiempo para generar temor ante lo
desconocido, con mucho plano subjetivo para ponernos en el lugar del ‘asesino’,
jugando con la oscuridad, con lo velado, con la sugerencia, más que con lo
explícito, algo que Spielberg manejó tan sabiamente solo un año después en su
épica “Tiburón”.
Tiene un buen ritmo al
principio, aunque en su sección media se estanca, adolece de recursos aquí,
polarizando la historia en varias sub tramas que desvían la atención, para en
su sección final tomar buen impulso con esas sutiles referencias edípicas,
acabando todo en el clímax en los canales del río Los Ángeles, que podría ser
una metáfora visual del útero materno (igual hilo demasiado fino). Protagonizada
por un notable John P. Ryan como Frank Davis, transmitiendo mundo interior,
notándose su dolor; y una algo sobreactuada, quizás es lo que requería su rol, Sharon
Farrell, como Lenore, pareja cuyo hijo pequeño resulta ser un mutante.
La cinta se puede ver
como una secuela bastardeada de “Rosemary´s baby” (odio el título spoiler en
español), e incluso precuela de “The Omen”, películas que tiene en su centro a
infantes endemoniados. Con una historia simple, de esas que se cuentan en un
minuto, una mujer con un aparente embarazo normal da a luz un bebe monstruoso,
que nada más aparecer comienza una espiral asesina en la sala de partos. Escapa
y hay que atraparlo para detener su espiral criminal. Una premisa rompedora, la
más inocente y cándida de las criaturas como es un bebe recién nacido aquí es
el psicópata a matar (¿?), que podría dar juego bien desarrollada, pero el
director está más enfocado en provocar sensaciones en el espectador que en dar
hondura dramática.
Cohen es bueno
construyendo la atmósfera ominosa, la tensión creciente, notándose la
frugalidad de medios, pero estos hacen de la virtud necesidad, y la austeridad
hace emitir aislamiento, y crea claustrofobia ambiental. Se hace un lienzo de
como la paternidad puede suponer un castigo, al padre lo echan del trabajo,
exponiendo la tiranía de los empresarios; exponiendo la toxicidad de los medios
de comunicación sensacionalistas acosando a los pobres padres; exponiendo la
deshumanización de la ciencia cuando piden el cuerpo del bebe para estudiarlo
cual conejillo de indias, saltándose los sentimientos de los padres; exponiendo
lo desalmado de las farmacéuticas exigiendo la muerte del bebe para no dejar
posibles ‘huellas’ de sus negligencias; exponiendo la brutalidad de las
autoridades que ante lo desconocido lo mejor es acabar con él; Pero todo esto
son cebos para dar algo de carnaza, apuntes a pie de página, cuando aquí y para
el espectador lo que quiere son escenas de tensión de terror.
Su título es un guiño al
grito triunfal del Dr. Frankenstein en el clásico de James Whale de 1931, ‘It's
Alive’, que sirve además para un gran momento del film. Cuando el protagonista,
el padre de la ‘bestia’, Frank Davis (John P. Ryan), hace un alegórico
comentario sobre que pensaba que Frankenstein era la bestia del cuento de Mary
Shelly, pero que al leer el libro se dio cuenta que era el doctor, en realidad
el creador del mutante, y él mismo se pone en el lugar del mítico científico,
como creador del monstruo, o quizás los monstruos, como en el cuento gótico,
son los demás y como lo ven como a exterminar. Y con este comentario deja
subyacer su sentimiento de culpabilidad y a la vez su responsabilidad.
Tiene un inicio idílico,
con el matrimonio protagónico acostado durmiendo y la mujer embarazada
despierta y le dice a su esposo que ya viene. Los dos se levantan de modo
idealizado y sin estrés hablan con su hijo pequeño y observan la habitación del
bebe por nacer. Llegan al hospital y todo es placidez, pero dejando miguitas de
pan en la charla ‘apocalíptica’ (contaminación ambiental, pesticidas, …) que
Frank tiene con otros potenciales padres, uno de ellos comenta que un mata
cucarachas que su empresa creó consiguió el efecto contrario, haciendo más
fuertes a estos (repugnantes) insectos, este puede sea el quid del ‘bebe
monstruo’, que la madre tomó anticonceptivos anteriormente (como sulfurada le
echa en cara la mujer al médico), y esto pudo provocar la mutación. Esto bebe
de la paranoia que hubo en esos años con las pioneras pastillas anticonceptivas
que causaron algunos problemas en embarazadas. Volvamos al hilo del parto, y de
buenas a primeras los gritos, todo fuera de plano, solo vemos el rastro de
muertos en el quirófano, cuerpos ensangrentados en el cuello, notándose la
precariedad de medios al notarse más falsos que un euro de madera. Pero a
partir de este arranque impactante, la cinta frena en seco, con algún puntual
momento de suspense y horror, como es el ataque fuera de plano del lechero,
significativo de que es lo que busca en bebe en sus primeros días. El bebe en
este tramo intermedio es un ente invisible al espectador, mata y huye a
esconderse, lo que acrecienta el interés por saber de su aspecto. Y en el
matrimonio, la madre se nota claramente desequilibrada mentalmente, el padre
pretende pasar página, negando la mayor, renegando de su hijo ‘endemoniado’,
aunque no puede escapar de su ‘vástago’, el hijo mayor ha sido enviado con los
cuñados y no es informado de los hechos trágicos y desea volver con sus padres.
Para en la media hora final acelerarse con un **giro ingenioso y orgánicamente
efectivo. Aunque es te tramo es muy efectivo, lo que es la ***resolución me ha
resultado chusca y caricaturesca.
La película siendo de
terror con reminiscencias al slasher, es más de sugerencia que de gore
sangriento. De hecho el rastro de sangre y de heridas que vemos resulta muy
guiñolesco en la falsedad que desprende, donde además las muertes siempre están
fuera de pantalla, siendo en este sentido muy envejecida, y provocando ternura
en lo serie b que rezuma.
A destacar la buena
labor en la cinematografía de Fenton Hamilton (“The limit”), con un enfoque de
ser en muchos casos el bebe, con mucho claroscuro, con fueras de plano
incisivos, y en la parte de los túneles muy buena en mostrar poco y sugerir
mucho; También reseñable la música del maestro Bernard Herrmann (“Psycho” o
“Taxi Driver”), que sin ser uno de sus mejores trabajos, con las insidiosas
melodías de trompas y violines, sumado a los emergentes en los 70 sonidos de
sintetizadores (que se lo digan a John Carpenter), proyecta un clima de tensión
amenazante.
Cuando se ve el bebe es
un diseño del mago del diseñador de monstruos en uno de sus primeros trabajos
(y se nota por no ser su [ni de lejos] su mejor creación) del siete veces
oscarizado Rick Baker (“Un hombre lobo americano en Londres”, “Harry y los
Henderson”, “Ed Wood”, “El Profesor Chiflado”, “Men In Black”, “El Grinch” y
“El hombre lobo”). Cohen había
decidido rara vez mostrar al bebé en la película y le pidió a Baker que creara
un "bebé ficticio" para que los actores reaccionaran. Baker construyó
al bebé con una armadura de alambre de aluminio, permite miembros articulados y
globos oculares ajustables. Para los primeros planos, Baker creó una máscara
infantil mutante de cabeza completa, un par de guantes y un traje de cuerpo
parcial, usados por la entonces pareja de Baker, Elaine Parkyn. Tiene una
cabeza enorme, de tez pálida, sin vello, con dos colmillos ‘draculianos’ y unas
garras desproporcionadas por uñas, amén de tener una agilidad y fuerza
sobrehumana en como salta sobre sus víctimas y las puede físicamente. También
juega en favor del temor que emite la presencia del bebe el uso del sonido, los
gritos desgarradores. Parece moverse por instinto animal, puede que por
sentirse amenazado o por tener hambre, aunque en el último tercio está un twist
que según lo visto es **incoherente, pero esta no es una cinta para analizar
por la lógica.
Spoiler:
*Lo que el bebe nazca,
mate a los que se le pongan por delante, y luego huya cual animal amenazado lo
puedo aceptar dentro de lógica del film, se mueve como un animal irracional.
Pero en la media hora final resulta que el bebe está en la casa cuidado por la
madre, resulta que sí tenía instinto de amor de madre, y entonces me pregunto,
si es así porque no se quedó con la madre en el paritorio? Y luego, como llegó
a la casa de los padres? Hay que suspender la credibilidad y mucho.
**Tiene un hábil y
estimable giro, cuando el padre desea a toda costa matar al bebe asesino,
pasando por encima de los sentimientos maternos de la esposa, le dispara e
hiere en el sótano, el bebe acaba con el cuñado y huye herido en medio de
gritos de dolor. Estos provocan en Frank sentimientos de empatía, sentimientos
de paternidad, lo que hace que decida querer proteger al bebe a toda costa. Por
ello como lo busca desesperadamente el mismo en los túneles, allí lo ve malherido
y dolorido, lo que le aumenta la sensación de querer darle protección. Huye con
él por los túneles con la poli tras él, sale afuera y allí les esperan más
polis para rodearlo. ***Aquí la actitud de estos agentes me resulta
desproporcionada gritándole que se aparte para matarlo, nada creíble esta
actitud depredadora, ello ante el padre implorando lo tomen y no hagan daño,
que lo estudien, como los polis no atienden a razones, e incluso dicen que lo
van a acribillar con él en brazos (por cierto, se ve que se les acabó el
presupuesto, pues ya no se ve el bebe, se supone lo lleva rodeado por una
gabardina, pero los movimientos espasmódicos del actor para aparentar que lleva
a un ser allí son ridículos), llevando la voz cantante el médico (el que le
recetó los anticonceptivos a Lenore, que porque estaba allí? Lo hizo un mago).
Y entonces el bebe (en un efecto visual bufo, pue se ve claramente que es Jonh
P. Ryan el que lo lanza) decide saltar cual saltamontes (tengamos también en
cuenta que esta malherido) sobre el cuello del médico, y los polis disparan
contra el bebe matándolo a él y al médico. Como epílogo, cuando los padres
suben al auto policial, a un agente lo llaman, y este les dice a los padres que
ha nacido otro bebe igual en Seattle, la pesadilla continua cual epidemia.
Film con sus elementos
buenos que lo hacen disfrutable, aunque con también taras que la impiden
elevarse. Gloria Ucrania!!!
PD. Su éxito generó dos
secuelas, “It Lives Again” (1978) y “It's Alive III: Island of the Alive”
(1987), así como una nueva versión de 2009.
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